Libro de Mario Schajris, Belén Wedeltoft y Ana Maugeri. Dirección de Mario Schajris.
Martes 20 30 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )
Una comedia dramática con aires lacanianos, llega a El Tinglado, haciendo foco en el tema de los deseos que todos tenemos y que muchas veces por distintas circunstancias de la vida, no podemos concretar y terminamos siguiendo un camino alternativo, que no es la opción que nos hubiera gustado elegir.
Las teorías del psicoanalista francés Jacques Lacan, señalan que muchas veces hacemos cosas que satisfacen a los otros y no a nosotros mismos. Además de dar el título a la obra, este será el disparador para esta comedia dramática, que para nada se queda en lo teórico y sabe bajar al llano, para mostrar como en una relación de pareja, aparecen permanentemente estas cuestiones, aunque no sepamos quien era Lacan.
La historia nos hablará del matrimonio formado por Roberto ( Ernesto Claudio ) y Silvia ( Gabriela Licht ). Pese a estar juntos hace muchos años, tienen maneras de ser casi apuestas y parecen tener pocos puntos de coincidencia. Roberto, es hijo de españoles, un hombre de barrio, sensible, familiero y apasionado por el fútbol. En cambio, Silvia, de familia judía, es psicoanalista, seguidora de Lacan y muy hábil para la dialéctica. Ese marcado contraste, provocará que las charlas e intercambios verbales que mantengan , sean tan divertidos, como picantes, especialmente por la lengua filosa de ella.
No queremos contar mucho más, para conservar la sorpresa, solo adelantaremos, que habrá una novedad que hará tambalear la rutina del hogar. La hija adolescente se irá de la casa y muy lejos, ya que acompañará a Francia, a su novio, que debe viajar a París, para radicarse allí, por una interesante oferta laboral.
La noticia conmueve el equilibrio hogareño y una decisión que parece menor, como resolver que destino se dará a la la habitación de la hija que ahora quedará desocupada, desencadenará una tormenta en un matrimonio, que evidentemente tenía muchas cuentas pendientes y que entiende es el momento adecuado, para hacer catarsis y sacar todos los trapitos al sol.
Hasta allí revelamos, el resto lo reservamos, para que el espectador lo descubra cuando vea la obra. El libro es realmente atractivo y se apoya con firmeza en la dupla protagónica, que se compromete con la obra y cumple actuaciones magníficas.
Ernesto Claudio, realiza una composición estupenda, es un apasionado del futbol y de su Huracán, relator frustrado, no pudo dedicarse al periodismo deportivo, por acompañar a su esposa a Israel primero y luego trabajar en un negocio familiar. Nos encantó la interpretación de Ernesto, con un histrionismo a flor de piel y generando muchas risas en la platea, con su bonachón Roberto.
Gabriela Licht, se destaca de igual manera. Más lógica y pensante, analiza cada palabra de su esposo y por momentos lo trata como si fuera uno de sus pacientes. A diferencia de su marido, ella sí pudo seguir su vocación y esa diferencia, puede desatar al conflicto.
Para resaltar la química que muestran ambos protagonistas, siendo muy creíbles en las discusiones que entablan. El director además les otorgará , en el transcurso de la trama, un momento, para ensayar una especie de confesión, que ambos aprovechan a la perfección , para lucirse en lo individual, siendo momentos que el espectador disfruta muchísimo.
Completa el elenco, Mora Monteleone, una joven actriz, a quien recordamos haber elogiado mucho en oportunidad de su actuación en A la Deriva, entrañable obra del off. Aquí desde un papel secundario, logra aportar frescura y dulzura, en una trama que por momentos se torna álgida, por la alta temperatura, que levantan las discusiones de sus padres.
La puesta de Mario Schajris tiene varios elementos para destacar, como por ejemplo el diseño escenográfico de Paula Molina, que reproduce con fidelidad un living típico de clase media, aprovechando la amplitud del escenario de El Tinlgado, además hay un muy buen diseño de luces de Sebastián Crasso colaborando con los climas que va teniendo la trama, como por ejemplo en los monólogos que mencionamos antes.
A nuestro entender, para que un guión atraiga al público, es fundamental que el texto resulte creíble y cercano, algo que se logra con creces aquí, ya que el espectador se identificará plenamente con los diálogos y sin dudas hace algún paralelismo con alguna situación propia o familiar, pensando en los anhelos personales nunca cumplidos.
Por todo lo mencionado, recomendamos El Deseo del Otro, disfrutarán de excelentes actuaciones y se encontrarán con una historia muy entretenida que nos hará reír mucho, pero a la vez, el texto está dotado de una profundidad tal, que al final de la obra, la obra nos movilzará y nos invitará a reflexionar sobre nuestros sueños postergados, haciendo un repaso mental, acerca de las pasiones y aficiones, que tuvimos que resignar en nuestras vidas, en búsqueda de conformar a los demás.
Lo valioso del texto, es que además de abrirnos la puerta de la reflexión, nos deja un mensaje esperanzador, marcando que nunca es demasiado tarde, para cumplir nuestros sueños, solo hay que tener el suficiente coraje, para hacerlo.
Pensador Teatral.
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