sábado, 28 de septiembre de 2019

Aguja

Dramaturgia y Dirección de Matías Santos.










Sábados 20 15 hs en Belisario Club de Cultura ( Av.Corrientes 1624 )

Una propuesta con un importante componente filosófico y existencialista, nos presenta Matías Santos en formato de thriller psicológico. Una dramaturgia construida con dedicación y un texto que requirió dos años de ensayos antes de salir a escena, hablan de la complejidad y profundidad de un guión que tiene como objetivo inquietar al espectador, invitándolo a la reflexión.










La obra nos propone una mirada hacia nuestro interior, poniendo la lupa en la lucha del hombre contra si mismo, contra sus miedos, traumas y fantasmas que lo atormentan. Los distintos caminos que podemos elegir, la pasión por nuestro trabajo, el amor y la muerte, siempre presentes y como cada decisión que tomamos, puede cambiar nuestro destino, serán tópicos presentes a lo largo de la trama.

La historia que nos propone el autor, nos hablará de Hugo, un físico brillante, que necesita el apoyo de su psiquiatra, para seguir adelante. Lo real y lo imaginario se mezclan en su mente de manera constante, momentos de lucidez y de oscuridad se intercalan, alucinaciones, personajes imaginarios y el fantasma de la esquizofrenia, amenazan la carrera y la vida del científico.

El espectador deberá estar muy atento, tratando de detectar donde la realidad le deja lugar a lo onírico y viceversa. El lenguaje de la obra, tiene mucho de física, de química, de ciencias duras en general, algo que no es muy usual en nuestro teatro independiente. Estarán presentes en la trama, teorías científicas, postulados y experimentos como el del gato de Schrodinger, que llegarán de manera didáctica, para un espectador, que se muestra receptivo ante un texto desafiante.









Si bien como señalamos el guión presenta algunas complejidades por el lenguaje científico que emplea, el autor inteligentemente no se queda allí, sino que introduce en la trama temas cotidianos, como la convivencia, el amor y la psicología como herramienta fundamental para la liberación humana.

Hay mucho mérito del elenco, ya que hay una exigencia mayor a la normal, debido a lo profuso del texto, que requiere una memoria muy aceitada y muchas horas de ensayo. Ambos ítems se cumplen, ya que todos consiguen dar fluidez al relato, algo que solo puede explicarse, por los meses dedicados el proyecto. Repasemos a los integrantes del elenco, que sus trabajos lo ameritan.










Mariano Botindari, es Hugo, el físico que lucha contra si mismo y que trata de resolver en terapia, los problemas que arrastra de la infancia, que indudablemente se agigantaron en su adultez y ahora amenazan su estado mental, que parece severamente afectado. Gran trabajo el de Mariano, con una entrega física notable.

Lola Nuñez, tiene el desafio, de componer a un personaje masculino, ya que será Enrique el psiquiatra de Hugo y logra salir airosa del reto. Las razones por las que el director eligió una mujer para este personaje, las encontrarán en el final de la trama y al conocerlas, coincidirán en que fue una muy buena decisión.

Mili Senders, es Olivia, fundamental para la historia, aporta una cuota de frescura y femineidad que oxigena la trama. Con mucha presencia escénica y un tono de voz muy firme, logra destacarse en cada escena que interviene. Nos gustó mucho el trabajo de Mili.





Para el final dejamos a Gerónimo Gutierrez, que en actuaciones parejas por lo buenas, es para nosotros quien realiza la actuación más destacada de la noche. Interpreta a Hidalgo, un personaje bastante misterioso, que navega entre el mundo real y el fantástico. Con mucha energía y un histrionismo a flor de piel, consigue redondear una magnífica composición.

En definitiva, nos encontramos con cuatro actuaciones muy buenas, para un texto complejo y exigente, que requiere compromiso actoral, entendimiento y mucha entrega física, todos casilleros que se completan.

La puesta presenta un espacio escénico despojado, son pocos los objetos que acompañarán una trama, en la que la palabra es la que manda. Destacamos el diseño de luces de Marco Pastorino, que colabora con la atmósfera lúgubre que presenta la puesta,







En definitiva, estamos en presencia de un trhiller psicólogico, con mucho suspenso, que indagará en los fantasmas que todos tenemos dentro y en esa lucha interior, que mantenemos a diario, para dejarlos atrás, El miedo a la muerte, la amenaza de la locura y el amor como medio de sanación estarán presentes a lo largo de la noche.

Una propuesta diferente e inquietante la que nos ofrece Matías Santos con Aguja, un viaje hacía el inconsciente, apoyado en un texto rico con muchos vericuetos y actuaciones magníficas. Recomendamos al espectador estar siempre atento, para no perder detalle de lo que sucede en el escenario y prepararse para un final tan impactante, como inesperado.




Pensador Teatral.




viernes, 27 de septiembre de 2019

Los Amantes de la Casa Azul

Dramaturgia de Mario Diament y Dirección de Daniel Marcove.











Viernes 20 hs y Sábados 22 15 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

El teatro muchas veces tiene el mérito de traer al escenario, hechos de la historia no tan recordados y que además de ser importantes, tienen una relevancia muy particular, debido al peso específico de los personajes involucrados.









En esta oportunidad, el reconocido dramaturgo Mario Diament, convoca a escena a dos personajes notables, como León Trotsky y Frida Kahlo, que a primera vista, podemos pensar no tienen nada en común, pero buceando en la historia, veremos que si lo tuvieron.

La pregunta que sirvíó de disparador para este proyecto, era confirmar si realmente existió un romance secreto entre el revolucionario ruso y la artista pintora mexicana o fue un simple rumor que ganó volumen con el correr de los años. Las diferencias generacionales ( Trotsky era treinta años mayor que Frida ) y culturales, harían pensar que la conexión era imposible y serían puras habladurías.











Hagamos un poco de historia, para llegar al momento en que las vidas de Trotysky y Frida, se conectan. Allá por 1927, diez años después de la revolución que lo tuvo como principal protagonista, Trotsky tuvo que abandonar su país, luego de sus críticas al régimen stalinista. El exilio se inició en Turquia, de allí a Francia, en momentos que Hitler, llegaba al poder, luego vino su paso por Noruega, llegando finalmente a México en 1937.

Llegó a tierras mexicanas, con su esposa Natalia Sedova, huyendo de de las garras de un Stalin implacable, que quería asesinarlo a como diera lugar. Diego Rivera, pintor mexicano, que fue miembro del Partido Comunista mexicano y lo invitó, con la autorización del presidente Cárdenas, con la condición que Rivera le brindará cobijo.











Fue así como Diego y Frida, le ofrecieron alojamiento a los Trotsky en La Casa Azul, ubicada en Coyoacán y bautizada así por el color de sus paredes. Ellos mientras tanto se mudaron al estudio de Rivera en San Angel, a poca distancia de allí, lo que  permitía que las dos parejas, se vieran con frecuencia, ganando en confianza y comunicación, superando de a poco, las barreras ideomáticas.

Bueno no vamos a contar mucho más, el texto es realmente muy interesante y cuando vean la obra, descubrirán que realmente existió un romance entre el líder revolucionario y la artista mexicana. A un libro tan rico, se le suma la acertada dirección de Daniel Marcove, que en dupla con Diament, ya tienen un par de trabajos exitosos en su haber,  como Tierra del Fuego y Moscú, por mencionar solo dos de ellos.








La obra necesitaba encontrar los intérpretes adecuados y creemos que la elección del elenco fue un gran acierto.  Hay un magnífico trabajo de Roberto Mosca, dando vida a un Trotsky lejos del poder y viviendo un exilio, que lo muestra humano y vulnerable. No era un personaje sencillo de representar y debemos destacar la composición de Roberto. Sofía Kanter, como Natalia la esposa del lider ruso y David di Napoli como el panzón Diego Rivera, el esposo de Frida, cumplen muy buenas actuaciones.

Para el final dejamos a la gran figura de la noche, nos referimos a Maia Francia, que realiza una fantástica composición de Frida Kahlo. Con una presencia escénica que impresiona, Maia es quien dirige el ritmo y los momentos de la trama, abriendo juego al resto de los personajes. Sabe transmitir el dolor que tiene su personaje y esa energía, que la impulsó en su vida, superando todos sus problemas de salud y viviendo cada uno de los momentos,como si fuera el último. Este año, ya elogiamos copiosamente a Francia por su actuación en Anita o La Tragedia de las Partes en este mismo teatro y aquí volvemos a verla brillar en el escenario, con una entrega conmovedora y una interpretación soberbia. Un verdadero goce para los sentidos ver a Maia en el papel de un personaje tantas veces representado como Frida y estando más que a la altura del desafio, confirmando que es una de las mejores actrices que el teatro independiente, puede ofrecer actualmente.










La puesta de Daniel Marcove, es muy dinámica, con algunos elementos que queremos resaltar como, los momentos en que las acciones se detienen y todos los personajes quedan congelados, salvo uno de ellos, que recibiendo iluminación propia, inicia un monólogo, consiguiendo momentos de intimidad muy logrados, que el público disfruta.

Siguiendo con la puesta, ítems a destacar son el diseño escenográfico de Daniel Epstein, que aprovecha muy bien las generosas dimensiones de El Tinglado, el acertado diseño lumínico de Miguel Morales y el vestuario de Paula Molina, realzando las personalidad de los personajes.











En definitiva, estamos en presencia de uno de los estrenos más esperados que el teatro independiente, nos tenía reservados para este año, con un texto muy rico, que nos trae un hecho histórico de indudable interés, potenciado con una dirección precisa y actuaciones magníficas.

Solo nos queda recomendar Los Amantes de la Casa Azul, una propuesta muy valiosa, que el público reconoce y agradece con esos merecidos y prolongados aplausos, al termino de la función, que celebran las estupendas interpretaciones y la posibilidad de ver juntos en escena en pleno Almagro, a dos personajes de la talla de León Trotsky y Frida Kahlo, un lujo que el teatro independiente nos concede.




Pensador Teatral.

martes, 24 de septiembre de 2019

El Deseo del Otro

Libro de Mario Schajris, Belén Wedeltoft y Ana Maugeri. Dirección de Mario Schajris.








Martes 20 30 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Una comedia dramática con aires lacanianos, llega a El Tinglado, haciendo foco en el tema de los deseos que todos tenemos y que muchas veces por distintas circunstancias de la vida, no podemos concretar y terminamos siguiendo un camino alternativo, que no es la opción que nos hubiera gustado elegir.

Las teorías del psicoanalista francés Jacques Lacan, señalan que muchas veces hacemos cosas que satisfacen a los otros y  no a  nosotros mismos. Además de dar el título a la obra, este será el disparador para esta comedia dramática,  que para nada se queda en lo teórico y sabe bajar al llano, para mostrar como en una relación de pareja, aparecen permanentemente estas cuestiones, aunque no sepamos quien era Lacan.










La historia nos hablará del matrimonio formado por Roberto ( Ernesto Claudio ) y Silvia ( Gabriela Licht ). Pese a estar juntos hace muchos años, tienen maneras de ser casi apuestas y parecen tener pocos puntos de coincidencia. Roberto, es hijo de españoles, un hombre de barrio, sensible, familiero y apasionado por el fútbol. En cambio, Silvia, de familia judía, es psicoanalista, seguidora de Lacan y muy hábil para la dialéctica. Ese marcado contraste, provocará que las charlas e intercambios verbales que mantengan , sean tan divertidos, como picantes, especialmente por la lengua filosa de ella.

No queremos contar mucho más, para conservar la sorpresa, solo adelantaremos, que habrá una novedad que hará tambalear la rutina del hogar. La hija adolescente se irá de la casa y muy lejos, ya que acompañará a Francia, a su novio, que debe viajar a París, para radicarse allí,  por una interesante oferta laboral.
La noticia conmueve el equilibrio hogareño y una decisión que parece menor, como resolver que destino se dará a la la habitación de la hija que ahora quedará desocupada, desencadenará una tormenta en un matrimonio, que evidentemente tenía muchas cuentas pendientes y que entiende es el momento adecuado, para hacer catarsis y sacar todos los trapitos al sol.










Hasta allí revelamos, el resto lo reservamos,  para que el espectador lo descubra cuando vea la obra. El libro es realmente atractivo y se apoya con firmeza en la dupla protagónica, que se compromete con la obra y cumple actuaciones magníficas.

Ernesto Claudio, realiza una composición estupenda, es un apasionado del futbol y de su Huracán, relator frustrado, no pudo dedicarse al periodismo deportivo, por acompañar a su esposa a Israel primero y luego trabajar en un negocio familiar. Nos encantó la interpretación de Ernesto, con un histrionismo a flor de piel y generando muchas risas en la platea, con su bonachón Roberto.

Gabriela Licht, se destaca de igual manera. Más lógica y pensante, analiza cada palabra de su esposo y por momentos lo trata como si fuera uno de sus pacientes. A diferencia de su marido, ella sí pudo seguir su vocación y esa diferencia, puede desatar al conflicto.











Para resaltar la química que muestran ambos protagonistas, siendo muy creíbles en las discusiones que entablan. El director además les otorgará , en el transcurso de la trama, un momento, para ensayar una especie de confesión, que ambos aprovechan a la perfección , para lucirse en lo individual, siendo momentos que el espectador disfruta muchísimo.

Completa el elenco, Mora Monteleone, una joven actriz, a quien recordamos haber elogiado mucho en oportunidad de su actuación en A la Deriva, entrañable obra del off. Aquí desde un papel secundario, logra aportar frescura y dulzura, en una trama que por momentos se torna álgida, por la alta temperatura, que levantan las discusiones de sus padres.










La puesta de Mario Schajris tiene varios elementos para destacar, como por ejemplo el diseño escenográfico de Paula Molina, que reproduce con fidelidad un living típico de clase media, aprovechando la amplitud del escenario de El Tinlgado, además hay un muy buen diseño de luces de Sebastián Crasso colaborando con los climas que va teniendo la trama, como por ejemplo en los monólogos que mencionamos antes.

A nuestro entender, para que un guión atraiga al público, es fundamental que el texto resulte creíble y cercano, algo que se logra con creces aquí, ya que el espectador se identificará plenamente con los diálogos y sin dudas hace algún paralelismo con alguna situación propia o familiar, pensando en los anhelos personales nunca cumplidos.










Por todo lo mencionado, recomendamos El Deseo del Otro, disfrutarán de excelentes actuaciones y se encontrarán con una historia muy entretenida que nos hará reír mucho, pero a la vez, el texto está dotado de una profundidad tal, que al final de la obra, la obra nos movilzará y nos invitará a reflexionar sobre nuestros sueños postergados, haciendo un repaso mental, acerca de las pasiones y aficiones, que tuvimos que resignar en nuestras vidas, en búsqueda de conformar a los demás.

Lo valioso del texto, es que además de abrirnos la puerta de la reflexión, nos deja un mensaje esperanzador, marcando que nunca es demasiado tarde, para cumplir nuestros sueños, solo hay que tener el suficiente coraje, para hacerlo.




Pensador Teatral.

domingo, 22 de septiembre de 2019

Ulises Dormido y los Zapatos Desalmados

Dramaturgia y Dirección de Gabriela Romeo.








Domingos 19 hs en Espacio Templum ( Ayacucho 318 )

La autora y directora Gabriela Romeo, nos revela que esta obra tiene como génesis a Nevisca, pieza  escrita por ella hace un par de años, la misma fue presentada al maestro Ricardo Monti, que le señaló la riqueza del texto y la alentó para que volviera a escribirla. Fue de esta manera, que conservando algunas cosas de la obra original, agregando otras y sumando un nuevo personaje, nace Ulises Dormido y los Zapatos Desalmados.

La obra tiene un alto componente creativo y juega mucho con lo onírico, por lo que el espectador al entrar a la sala, ya ingresará en el universo fantástico que propone la autora, tratando de develar si lo que está viendo es real o forma parte de la imaginación de los protagonistas.







Ulises Dormido ....  nos hablará de los sueños y de los obstáculos que muchas veces aparecen en el camino, para que alcanzarlos no sea tarea sencilla, debiendo luchar contra miedos reales y contra aquellos creados por nuestra mente, verdaderos monstruos que estarán al acecho, para complicarnos la existencia.

Los personajes que presentan la obra nos muestran la riqueza creativa que mencionamos al comienzo, En una casa que parece surgida de un cuento, viven Ulises y María Nieves, una pareja muy especial, ya revelaremos pronto porque decimos esto.




Ulises ( Nacho Stamati ) padece narcolepsia, una rara enfermedad heredada de su padre, por la que sufre ataques repentinos de somnolencia, que lo obligan a dormir en cualquier momento. Su sueño es construir un túnel para llegar a La Ciudad Subterránea.Cuentan que aquellos que logran llegar allí, son recibidos con honores y pueden vivir en una sociedad avanzada, donde no existe el sufrimiento. Un personaje complejo, que Nacho resuelve en muy buena forma.

Su esposa María Nieves ( Brenda Margaretic ) padece ataques de pánico que le impiden salir de la casa. Pasa los días,, encerrada en su hogar, hablando con los zapatos que están de a montones, desparramados por el piso. Necesita encontrar los zapatos que le permitan salir al exterior, para ir en búsqueda de su padre, que seguramente la estará esperando en algún lado.  Nos encantó el trabajo de Brenda, para nosotros la revelación de la noche, componiendo un personaje sensible y frágil, que luchará para lograr vencer sus miedos.  Un plus, su hermosa voz, que de disfruta en un par de canciones, que entona.

Ricardo Pelliza, es Pino, un doctor en calzados que acude a la casa de María Nieves, para ayudarla a comunicarse con los zapatos, debiendo llegar al alma de los mismos, para conseguirlo. Un personaje que irradia paz y tiene una aura mística.









Para el final dejamos a Cristina Fernández, una actriz con mucha experiencia en televisión y teatro, que sorprende a propios y extraños, como una composición de personaje estupenda, en el papel de Cata, una rockera, fanática de Papo y de las Harley Davidson. Es la madre de Ulises y pese a que la rema, no logra recomponer la relación con su hijo, que la acusa de ser la responsable de la muerte de su padre.

La puesta que propone la directora es intimista y tiene un halo de misterio, con un espacio escénico repleto de zapatos, con muebles, electrodomésticos y vajilla en miniatura, que parecen provenir de una casa liliputiense.. Logrado diseño escenográfico de Daniela Berón y un diseño de luces de Horacio Novelle, en sintonía con el clima que propone la obra.









Ulises Dormido y los Zapatos Desalmados, resulta una propuesta sensible  y poética que nos hablará de locura y de sueños, de miedos que paralizan y ausencias que angustian. La trama no es cerrada y deja espacio para que el espectador interprete matices de una historia, según su entender.

Estamos en presencia de una obra dedicada a aquellos que persiguen sus sueños, regalando una mirada optimista, donde jugar resulta el mejor antídoto para soportar una vida que sin un toque lúdico, resultaría insoportable-




Pensador Teatral.



sábado, 21 de septiembre de 2019

Absurdo Criollo

Dramaturgia de Marcos Arano y Gabriel Graves. Dirección de Marcos Arano.










Sábados 20 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )

La virtuosa dupla Marcos Arano y Gabriel Graves, creadores de Tierra Partida y Vientre, dos estupendas y multipremiadas obras del teatro independiente, que tienen en común revisar la historia argentina en clave de humor y clown, se vuelve a reunir, con esta nueva obra Absurdo Criollo, valiosa y rica propuesta, que completará la trilogía, con una pieza realmente valiosa, que en la línea de las anteriores, no defraudará a su público, por el contrario, los dejará muy satisfechos.












En Absurdo Criollo, los autores continúan con la búsqueda de la identidad nacional, buceando en la historia para tratar de establecer cuáles fueron las bases de la argentinidad y tratando de descifrar el ser argentino promedio, misión realmente compleja, por las divisiones y luchas que siempre estuvieron presentes en la Argentina desde su formación como Nación. Eso sí, la búsqueda será presentada una vez más, con mucho humor, jugando con el grotesco y el absurdo, pero siempre con una mirada ácida e inteligente, que desnuda las contradicciones de nuestro querido país.

En esta oportunidad, los autores no tendrán como en los proyectos anteriores una idea general, que se irá transformando con los ensayos y las improvisaciones. Aquí partirán de tierra firme, una cita del ensayista Ezequiel Martinez Estrada, que menciona que en cualquier patio de cemento, puede crecer un brote o una planta. Desde esa frase, surge la dicotomia, campo vs ciudad. Civilización y Barbarie, Dos mundos que parecen absolutamente diferentes, pero estrechamente relacionados, ya que forman parte de un mismo país y una misma realidad. En la obra el nexo, de estos dos universos, será un ombú, que crece en el patio de un departamento de Recoleta, que funcionará como un medio de transporte entre ciudad y campo.










Absurdo Criollo, no jugará tanto con el clown, ni tendrá una presencia multitudinaria de actores en escena, como sus predecesoras, sino que tendrá un hilo constante y ofrecerá personajes más definidos, que tendrán un lucimiento enorme y que posibilitarán el desarrollo de una historia muy rica en lo creativo,  que atrapará al espectador desde el inicio, con una trama envolvente y llena de guiños para un espectador que estará atento y enganchado desde al arranque, para no perderse detalle de lo que sucede en el escenario.

No vamos a contar mucho más, para conservar la sorpresa, pero si diremos que la dramaturgia es muy ágil y entretenida, apareciendo en escena un gaucho que decide ir a recorrer el país, con la esperanza,  que su gurí, mientras tanto, aprenda a escuchar los llamados de la tierra y sepa como cebar un mate decente. Al mismo tiempo, en la gran ciudad, aparecerá, una ex jueza aburrida, que se quiere postular como diputada, algo que no convence a su marido burgués que vá al gimnasio para bajar de peso y tampoco a la empleada doméstica, que tienen, lectora de La Ideología Alemana de Marx y Engels.










Como mencionamos, la dramaturgia está muy bien elaborada, jugando mucho con el absurdo, con la historia y también con el presente, haciendo algunas referencias a la política actual del pais, sabiendo gambetear justo a tiempo,  para no caer en lo partidario y centrarse en la crítica, a un sistema que no está dando buenos resultados. En la misma historia, se mezclará Juan Moreira, con el Quijote, aparecerán las miserias de los políticos, el crisol de razas que habita nuestro país y las divisiones que siempre estuvieron presentes. De todo como en botica y siempre con una mirada inteligente, surgida desde el humor y el absurdo, que como dicen siempre dicen es la manera más cruda y real de mostrar la realidad.

Es momento de hacer referencia a las actuaciones que tiene la obra, ya que al contar con un elenco menos numeroso, que en sus predecesoras, los personajes están más marcados y se consigue un lucimiento individual, que no pasa desapercibida.










En nuestra opinión y con el riesgo de ser injustos, creemos que hay dos interpretaciones, que escapan a la media y que podemos tildar de superlativas. El pilar de Absurdo Criollo es Bernardo Forteza, que personifica de manera brillante al Tata, un hombre bien de campo adentro, que tratará de entender una realidad, más allá de la Pampa. Su tono de voz, sus gestos, sus recitados y su conmovedora entrega, deleitan a la platea. Como si fuera poco, Bernardo además compone también,  a un hombre de ciudad, marcando los contrastes con su entrañable Tata. Fenomenal su trabajo.

Continuamos con Rocío Rodríguez Paz,  para nosotros la gran revelación de la noche. Ya habíamos destacado su labor en Tierra Partida y Vientre, pero es aquí, donde con un mayor protagonismo, concreta una actuación consagratoria. Su personaje principal es una mucama de interior, que descubre de manera accidental su ideología socialista, en una composición desopilante. Y al mismo tiempo representará, a una mujer de buena posición económica, que no tiene empacho en exhibir un rosario de prejuicios contra los sectores populares, que provoca muchas risas en un público, que en muchos casos se identifica con el discurso políticamente incorrecto. Brillante trabajo de Rocío, una joven actriz que aprovecha la oportunidad y el protagónico, para mostrar todo su talento e histrionismo.

Pero no queremos ser injustos, con Federico Tombetti, otro gran pilar de la historia, que compone magníficamente al tierno gurí, que sin saber bien la manera, quiere emular a Juan Moreira y también a Steven, un personal trainer, bastante eléctrico. Otro gran trabajo es el de Roxana Berco, como una candidata a diputada con pocos escrúpulos y como la esposa del Tata. Ambos están estupendos y sorprenden al interpretar dos personaje tan diferenciados. Realmente se conformó un cuarteto de protagonistas notable, que se identifica con la historia y se divierte en el escenario.










De ninguna manera pueden quedar fuera de las menciones, a los tramoyistas Alejandro Kenseyan, todavía nos reímos de su uruguayo y Jonatan Duval Osorio, experto en guaraní. Son verdaderos todo terreno, acomodan al público al entrar, se encargan de los efectos especiales artesanales que presenta la puesta y desdoblan gran cantidad de personajes, siempre con mucha gracia, Nuestro reconocimiento para ambos, siendo una excelente muestra, que marca como desde papeles secundarios, se puede lograr un enormel ucimiento. Christian Amadeo, es el tercer tramoyista, con menos letra, pero aportando, mucho para dar fluidez una trama, que no se detiene nunca.

La puesta que presenta Marcos Arano, es muy dinámica, con muchísimos guiños sembrados en el guión ( se necesitaría ver más de una vez la obra, para detectarlos todos ) y el director vuelve a jugar de manera inteligente, con la conocida fórmula del teatro dentro del teatro. Destacamos el diseño escenográfico de Carlos Di Pasquo, con el escenario dividido en dos  y con el gran ombú como conector de campo y ciudad. Destacamos  el diseño de luces de Alejandro Velázquez y el vestuario de Silvia Savaglia. Párrafo especial para la música original de Martín Miconi y la guitarra en vivo de Valentin Larroy en la función a la que asistimos nosotros. Estamos en presencia de una puesta muy trabajada, que cuida todos los detalles y por ello, como el trabajo en equipo es fundamental, pese a ser extensos, creemos que era justo mencionar a todos los responsables de ello.











Sin dudas, Absurdo Criollo, es otra estupenda creación de Marcos Arano y Gabriel Graves, que con un estilo bien propio, a esta altura, ya se han convertido en un sello de garantía de teatro independiente de calidad, explorando en la identidad del ser argentino, con una mirada crítica y política, que más allá del humor, movilizará a un espectador, que reconoce la realidad que se expone en el escenario.

La obra recientemente ha sido nominada a los Premios ACE 2018/2019 como Mejor Espectáculo Alternativo y al ver la obra, entendemos la justicia de este reconocimiento y ese aplauso prolongado que los espectadores tributan a los protagonistas al final de la función. Recomendamos fervorosamente Absurdo Criollo, una obra para reír y divertirse, pero también para reflexionar, acerca de ese designio trágico que tiene las Argentina desde su orígen y que lamentablemente, nos sigue acompañando hasta estos días.




Pensador Teatral.



domingo, 15 de septiembre de 2019

Suite Chejov

Dramaturgia y Dirección de Helena Tritek.








Sábados 18 30 hs en Patio de Actores ( Lerma 568 )

Una distinguida propuesta nos acerca la reconocida directora y docente Helena Tritek, que con Suite Chejov, nos ofrecerá un bello recorrido por las vida de Antón Chejov, uno de los escritores y dramaturgos más destacados de la literatura rusa del Siglo XIX. Considerado, por la crítica moderna, como uno de los maestros del relato, se lo considera como el representante más importantes, del naturalismo moderno del teatro ruso.








El relato que nos ofrece Tritek, basado en apuntes de trabajo, escritos y cartas de Chejov, pone la lupa en sus pasiones, la medicina, la literatura y el teatro. Recorriendo el círculo burgués en el que se manejaba y tanto lo admiraba. Su relación con las actrices, directores, editores, críticos y todos aquellos que integraron su mundo relacionado con el arte, saldrán a la luz. No podían faltar sus amores, la relación con Olga, sus problemas de salud, su exilio y esa búsqueda permanente por alcanzar la felicidad.

La puesta que presenta la directora tiene un toque de distinción y elegancia, que unido a la poesía y a la musicalidad que estarán presenten en toda la trama, le darán un desarrollo fastuoso y por momentos festivo, al montaje, algo que no tan  habitual encontrar en el teatro independiente.










En esta distinción que mencionamos, mucho tiene que ver el numeroso elenco reunido, con muchos actores de trayectoria, que aportan su experiencia al servicio del espectáculo. La trama tiene una dinámica muy particular, no vamos a contar demasiado para mantener la sorpresa, pero si adelantaremos, que los personajes irán variando, veremos varios actores representando a Chejov, según sus diferentes estados de salud y edades. Veremos también, más de una actriz, en el papel de Olga y esta rotación, le otorga un atractivo especial a la historia que el espectador reconoce. Por otro lado la línea de tiempo, no es constante, algo que también contribuye con la dinámica que busca la directora y consigue la obra.


El despliegue escénico es para aplaudir, son más de diez actores en escena y todos ellos hacen un aporte importante al conjunto que es Suite Chejov. Corriendo el riesgo de ser injustos, vamos a mencionar a algunos de ellos. Nos encantó la interpretación de Milagros Almeida, una actriz muy talentosa, a quien recordamos haber elogiado ya en anteriores trabajos. Aquí compone a diferentes personajes, todos ellos con diferentes características y los resuelve todo muy bien. Para destacar como siempre su frescura y su hermosa voz. Milagros canta muy lindo y es un verdadero placer, escucharla aquí entonando alguna canción en ruso. Su presencia le dá mucho glamour a la puesta.

Junior Pisanú como un Chejov jovén, nos impresionó muy positivamente, lo habíamos visto hace poco, en este mismo espacio, actuando en en Monte Chingolo y aquí vuelve a lucirse, con mucha presencia escénica, con un tono de voz claro y con una personalidad, que encaja justo con el personaje. Rolo Sosiuk como un Chejov mayor y con una salud débil, muestra toda su experiencia y oficio, con una interpretación muy valiosa. Se destaca su interacción con una Olga jovén y radiante, personificada por la bella Carolina Solari.











Siguiendo con el elenco femenino, no podemos dejar de destacar, la labor de Magalí Sánchez Alleno, que se luce en varios pasajes y en especial, en el cuadro en que representa a una actriz rusa en camarines, junto con Milagros y entablan una jugosa charla de las bambalinas teatrales. Silvina Quintanilla, también se luce y aporta toda su experiencia.

Párrafo aparte para Jorge Sanchez Mon, otro de los Chejov que ofrece la obra, con mucha carisma, un gusto verlo en escena. Mencionamos también a León Bara, Alejandro Giles, Carlos Ponte y Santiago Vichi, todos ellos hacen un aporte importante. Como mencionamos al comienzo, son más de diez actores en escena y todos ellos conforman el bloque homogéneo que dá vida a Suite Chejov.

La puesta que nos presenta Helena Tritek es realmente magnífica, con varios ítems para destacar, como un vestuario de época señorial, que incluye sombreros y plumas para las damas y elegantes trajes para los caballeros. Hay un diseño de luces destacado y como ya mencionamos la música, que fluirá a lo largo de toda la trama.










En definitiva, disfrutamos mucho de Suite Chejov, que como mencionamos al comienzo pone la lupa en el aspecto humano del notable dramaturgo ruso, explorando en sus pasiones, amores, resaltando la búsqueda de la felicidad, que fue una constante en su vida.

Una dramaturgia muy bien elaborada, con mucho vuelo poético y notas musicales que endulzan los oídos, sumadas a un despliegue escénico inusual y actuaciones muy logradas del numeroso elenco reunido, nos invitan a pasar una hermosa velada teatral, viajando por la vida y obra del gran Anton Chejov.



Pensador Teatral.




jueves, 12 de septiembre de 2019

Lo que quieren las Guachas

Dramaturgia y Dirección de Mariana Cumbi Bustinza.









Jueves 21 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3380 )

Nuevamente la joven autora y dramaturga, Mariana Cumbi Bustinza muestra su compromiso social, dando un enfoque diferente al tema de la marginalidad y la vida en los barrios más humildes. Una mirada alejada de los perjuicios y de los preconceptos, por el gran parte de la sociedad, asocia pobreza con delincuencia y ven al habitante de la villa, solo como una amenaza, de la que conviene, estar lo más lejos posible.










A esta autora, la conocimos, en ocasión de ver Menea para Mi, obre estrenada en 2015, una joyita del off, que fue un suceso de crítica y público, tanto que aún hoy se mantiene en cartel, recibiendo numerosos reconocimientos, desde aquel estreno. Luego vino Gorila, otra obras que nos gustó mucho  y ahora la trilogía se completa con Lo que quieren las guachas, en todas ellas, se dá visibilidad al mundo marginal, sin condenarlo y aportando un punto de vista particular. . Hay que dar gran mérito a este hecho, ya que la autora dá espacio, de manera valiente, a un tema totalmente inédito por nuestro teatro.

En esta ocasión, la autora dá una vuelta de tuerca a sus anteriores trabajos, ya que en Lo que quieren las Guachas, podremos observar el cruce de clases, simbolizado por un lado con tres estudiantes de una escuela privada de clase alta y por otro lado por una familia que vive en un villa, conformada por una madre transexual y sus hijos Owen y Yanina.










No vamos a contar mucho de la historia para mantener el suspenso, solo diremos que el amor meterá la cola, ya que un día a la salida del colegio, Micaela una alumna bien, se cruzará con Owen, un chico que vende medias en la esquina, que mucha simpatía, iniciará un diálogo inofensivo, que al poco tiempo, se convertirá en una amistad tan improbable, como sincera.

Ese será el disparador de la obra, que tendrá numerosas aristas, como por ejemplo todos los prejuicios y el arsenal de discriminaciones que pueden tener los chicos de clase acomodada con sus pares pobres, por otro lado como muchas veces pertenecer a una familia de buena posición económica, no significa tener atrás una familia unida y en primer plano la diferencia de posibilidades. Estar de un lado o del otro, puede significar no solo tener o no la chance de estudiar, sino la posibilidad de tener acceso a la salud, que en situaciones límites, puede significar la diferencia entra la vida y la muerte.











El texto de la autora, es crudo y descarnado, sin endulzantes, mostrando una realidad que en algún momento puede resultar chocante, no solo por alguna palabra subida de tono, sino más que nada, por presentarse situaciones, que resultan absolutamente cercanas y reales, pero que al verlas, con otro prisma, van a llevar al espectador a una reflexión profunda.

La obra tiene un componente musical fundamental, en la trama se intercalan fragmentos musicales y coreografías, que dán mayor fuerza al mensaje. La música original de Facundo Salas y Diego Domizzi es uno de los puntos altos de la puesta.

El otro punto alto que ya queremos mencionar, son las actuaciones, ya que se reunió a un elenco joven y muy comprometido con la historia. Hablemos un poco de ellas. Para nosotros la mejor interpretación de la noche, es la de Luciano Crispi, el Maxi de Menea para Mi, aquí se pone en la piel de Mariela, la madre transexual, que se gana la vida en la calle y es una verdadera leona, cuidando a sus hijos. Una composición de personaje fantástica y sorprendente la de Luciano, confirmando una vez más, su talento y versatilidad.










Nos encantó también el trabajo de Ornella Fazio, como Yanina, con una energía y una actitud que se contagia. Ornella es otra vieja conocida de Menea y aquí se luce muchísimo, en un personaje que requiere una enorme entrega emocional. Completa la familia de Mariela, Ezequiel Baquero como Owen, el tierno vendedor de medias, que está perdidamente enamorado y hará lo que sea, para seguir adelante con esa relación.

Del lado de los chicos bien, se destaca Iti el Hermoso, como Valentino, un verdadero villano, misógino, violento y discrimimador. Componer un personaje tan repulsivo, no es tarea sencilla e Iti, lo consigue a la perfección. Sofía Black Kali, es una dulce y sensual Micaela, su buen corazón le permite mirar más allá de su entorno, pero deberá luchar contra su propia familia. Martina Bajour es Sol, manipulable y algo perdida en la vida, seguirá la corriente de su entorno. Muy buenos trabajos de Sofía y Martina, con mucha entrega corporal ambas.










Se hizo larga la descripción, pero creemos que era necesario hacerlo, ya que los seis jóvenes protagonistas, son parte importante de la historia, entregándose por completo desde lo actoral y lo físico, bajo la supervisión, de una directora, que tiene mucho mérito en el armado.

La escenografía en este caso, es menos cargada que en Menea, simplemente un muro, que simboliza la separación entre ambas mundos, es suficiente para crear el entorno. Hay un diseño sonoro potente, necesario para una puesta que tiene un alto componente musical, donde aporta lo suyo también Milagros Zabaleta con su guitarra en vivo. Un destacado diseño de luces de Gustavo Lista y un vestuario que luce mucho en manos Mariana Bustinza. Queriamos mencionar a los integrantes de la puesta, ya que todos contribuyen a crear la atmósfera que pide la obra y enriquecen la misma.











En definitiva, nos fuimos muy satisfechos de El Extranjero, con Lo que quieren las Guachas, una espectáculo muy distinto a los que estamos acostumbrados a ver habitualmente en el teatro independiente, ya que le dá visibilidad a una temática como la marginalidad y lo hace desde un ángulo diferente y humano, algo que no es habitual y que sin dudas ayuda a romper con muchos prejuicios, que la sociedad tiene.

Por todo lo comentado, recomendamos fervorosamente Lo que quieren las Guachas, una excelente propuesta, ya que además de ser una una obra que presenta una temática actual y con una vigencia absoluta, es una pieza que de ninguna manera, dejará indiferente al espectador, por el contrario lo movilizará y lo invitará a reflexionar, logrando de mínima,  tal vez, que la próxima vez que un chico nos ofrezca un par de medias en un semáforo, aunque no le compremos, al menos le devolvamos una sonrisa. Y cuando el teatro logra esto, no queda otra que celebrarlo.




Pensador Teatral.