martes, 9 de enero de 2018

Amo Odiarte

Domingos 21 hs en Teatro Buenos Aires ( Rodríguez Peña 411 )






Dramaturgia de Rodrigo Cardenas y Verónica Diaz Benavente y Dirección de Rodrigo Cardenas.

Iniciamos nuestra temporada teatral de este 2018, con esta interesante obra, que nos hablará del amor y del desamor, esas dos caras de la misma moneda, que presentan las parejas, mostrando como muchas veces, los que conforman la misma quieren seguir adelante con un relación, pese a que la misma es tóxica, casi no tiene momentos agradables y donde las peleas y discusiones son las que mandan.

Como dato de color, mencionar que los autores de la obra, son pareja en la vida real y si bien aclaran que la pieza no es autobiográfica, tuvieron la idea de escribirla al inicio de su relación y seguramente algo de inspiración, habrá encontrado en su acontecer diario.





Amo Odiarte, si sitúa en los años 80 de una Argentina politizada y con problemas económicos, en la que Gonzalo ( Pablo Sorensen ) y Patricia ( Nancy Anka ) pese a no estar atravesando su mejor momento, deciden apostar a largo plazo y casarse.

A partir de ese momento, irá desfilando ante el espectador, la historia fragmentada de esta pareja a lo largo de los años, siendo el común denominador entre ellos, las discusiones y las diferencias permanentes. Son seres totalmente incompatibles, Gonzalo apasionado por el fútbol, Patricia amante de la yoga, hasta tienen preferencias políticas opuestas, por más que lo intentan no se llevan bien, son controladores y celosos y siempre encuentran la forma de arruinar los efímeros instantes de felicidad, que la relación ofrece..

Si bien la obra tiene mucho de dramática, está abordada del lado de la comedia, generando muchos momentos graciosos y también grotescos, como una forma de resaltar las enormes diferencias, entre estos dos seres que se quieren, pero a la vez se odian profundamente, siendo este contrasentido algo muy habitual en muchas parejas, que muchas veces uno se pregunta si siguen juntas, de puro masoquistas o si prolongan la convivencia, por un profundo y oculto miedo a quedarse solos.






La historia es realista y tal vez por ello el espectador logra identificarse con lo que vé, desde el comienzo, colaborando con ello también, las muy buenas interpretaciones de la dupla protagónica que presenta la obra..

Pablo Sorensen, dá vida a un personaje manipulador, de carácter fuerte y bastante desequilibrado, más pendiente de la suerte de su equipo de fútbol que de su amada. Con mucha presencia escénica, nos gustó mucho su interpretación.

Nancy Anka, con ese ángel que siempre la acompaña, aquí compone a una mujer contradictoria, que si bien predica el cultivo de su vida interior y el yoga, no logra contener a ese demonio que lleva adentro y  se trenza en discusiones ácidas y violentas con su esposo.
Nancy, logró superar hace tiempo al personaje que la catapultó a la fama, cuando una de las chancles  de Grande Pa, con muchos protagónicos en el teatro y mostrando aquí su versatilidad y superando muy bien el desafío de ser la figura convocante de la obra.






Presenciamos la función de estreno en el Teatro Buenos Aires y tal vez por eso notamos algún desajuste en el sonido, propio de las primeras funciones, pero que en nada empañan la muy buena puesta que se montó para la ocasión, con una iluminación impecable y una musicalización que se destaca y tiene protagonismo en varios pasajes de la pieza, permitiendo lucidas coreografías de los actores..
Otro ítem a resaltar, es el diseño escenográfico, con objetos que entran y salen de escena, de la mano de los mismos protagonistas, aportando mucho dinamismo a la puesta.

En definitiva, estamos en presencia de una historia de amor real, en la que los momentos placenteros son los menos y donde la pareja, pese a los múltiples intentos que hace, no logra enderezar el rumbo. La historia como dijimos, si bien hace reflexionar, instalando temas como el de la violencia en la convivencia diaria, las terapias de pareja, la maternidad y los proyectos de vida diferentes, nunca pierde vista el humor.

Un auspicioso inicio de nuestro año teatral y el ejercicio del espectador tratar de descubrir puntos de coincidencias entre estos personajes de Amo Odiarte y alguna de las parejas que alguna vez tuvieron.
El aplauso prolongado que los espectadores ofrecen a los protagonistas al término de la función, indica no solo que la obra gustó, sino que confirma la vigencia de aquella famosa frase, que dice que del amor al odio hay un solo paso.


Pensador Teatral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario