Jueves 21 en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )
Llega desde Polonia, este texto de Michael Walczak, adaptado por Alejandro Radawski, un joven dramaturgo y director, nacido en Rosario, pero con abuelos polacos y una estrecha relación con aquel país, estrenando en Buenos Aires, varias obras de autores polacos. Pero la conexión no es unidireccional, ya que recientemente presentó en Cracovia, una versión de La Casa de Bernardo Alba, en el prestigioso Teatro Nacional de Polonia, un logro que debemos destacar, ya que el Nacional, es uno de los teatros más antiguos de Europa y fue fundado en 1781.
Para aquellos lectores, que aún no vieron ninguna obra de Radawski, les vamos a dejar una declaración que hizo el mismo, a quien escribe estas lineas, donde manifiesta su búsqueda como director, afirmando que si el espectador no sale de sus obras enojado, emocionado o enroscado, ha fracasado como director. Provocar al espectador lo apasiona más que nada y trabaja incansablemente para encontrar la exquisita forma de perturbarlo.
Luego de esta notable declaración de principios, contamos que Alejandro leyó el texto de Walczak, un autor contemporáneo y quedó cautivado con el mismo. Lo que sigue puede imaginarse, contactó al autor, al que conocía de sus viajes a Europa y le pidió la obra, mostrando una vez más, la universalidad del teatro, ya que muchos podrían dudar si la mirada acerca de vínculos personales del otro lado del Atlántico, tendría puntos en común con nuestra realidad y sin dudas que los tienen. Las sociedades pueden tener muchas diferencias, pero la incapacidad para establecer vínculos personales y comunicarse, se repiten.
La Primera vez, es una comedia dramática, que recurriendo al grotesco y a la exageración, pone al descubierto, como cada vez cuesta más comunicarse y entenderse cara a cara. En una era, donde de la mano de la tecnología, las relaciones virtuales son las que mandan, establecer el contacto personal y entender los verdaderos sentimientos del otro, se convierte en algo no tan habitual.
Sin contar demasiado, digamos que el texto de Walczak, nos contará la historia de Gloria ( Lujan Bournot ) y Marcos ( Damián Albarino ), dos jóvenes que buscan que su iniciación sexual sea perfecta. Para ello, armarán todo un guión, para que el climax sea el adecuado. La llegada de Marcos en una noche lluviosa, flores y acciones, que se repiten varias noches, pero que siempre parece frustrarse por algún detalle, que no se sigue al pie de la letra.
El desafio actoral es grande, ya que lo onírico y lo real, estarán en conflicto permanente, los estados emocionales de los protagonistas varían en cada momento. Nada parece conformar a Gloria, siempre le exige algo más a un Marcos, que parece estar dispuesto a complacer cualquiera de los pedidos, con tal de poder concretar, la relación tan ansiada.
Y el reto es superado con creces, por los protagonistas. Lujan Bournot, dá vida a una joven muy inestable desde los emocional, por momentos es tierna y seductora, pero al rato, es distante y algo histérica, reclamando que la dejen sola, tornándose indescifrable para su compañero. A Lujan, la elogiamos ya por anteriores, trabajos, recordamos especialmente su estupenda labor en Ferdydurke, otra pieza de autor polaco, con el mismo Alejandro como director, mostrando aquí una gran presencia escénica y una personalidad muy fuerte, que resulta fundamental, para llevar adelante, un papel complejo, que resuelve con una composición estupenda.
Nos gustó mucho también lo de Damián Albariño, con mucho carisma, componiendo un personaje muy querible, que debe soportar los desplantes y los cambios de parecer de aquella mujer, que lo convoca a su casa a altas horas de la noche, pero que siempre encuentra la manera para rechazarlo. Con muchos toques de clown, redondea una excelente interpretación.
Pero esta adaptación, además de una sólida dupla protagónica, presenta un tercer personaje, del que no vamos a revelar demasiado, para dejar que el público se sorprenda cuando vea la obra. Nos referimos a María Espina. Solo contaremos que disfrutarán mucho su bella voz, que aportará poesía y música a la historia.
La puesta es arriesgada y muy loca, con muchos momentos desopilantes, jugando con las repeticiones y el absurdo. Radawski es un director que no le teme al rídiculo, le gusta viajar entre realidad y ficción, con un alto vuelo creativo, logrando sin dudas incomodar a un espectador estructurado, que se sorprenderá , ante el juego lúdico que nos propone. Vale aclarar, que en el caso de quien escribe estas lineas, disfruto mucho con el viaje propuesto y salió movilizado de la sala..
En la puesta mencionada, hay un diseño escenográfico colorido, donde el rojo y el amarillo aparecen de la mano, un diseño de vestuario y un maquillaje, en sintonia con el tono descontracturado que tiene la obra.
La Primera Vez es una pieza que resulta cercana y reconocible, que mediante el absurdo y el humor, nos hablará del amor, de las dificultades que encuentran los jóvenes para relacionarse y para comunicarse. Además recomendamos estar muy atentos, porque en la parte final, la historia dará un vuelco, que sorprenderá y nos dejará reflexionando un largo rato al finalizar la obra.
No queda más por agregar, los invitamos a conocer esta historia nacida en Polonia y traída al teatro porteño, por este talentoso y joven director, que una vez demuestra no temer al riesgo, consiguiendo su propósito, ofrecer una muy buena propuesta teatral, con una montaje que de ninguna manera puede dejar indiferente al espectador y desde este espacio, es algo que siempre celebramos.
Pensador Teatral.
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