Dramaturgia y Dirección de Martín Mir.
Viernes 20 hs en Vera Vera Teatro ( Vera 106 )
Una excelente idea de Martín Mir, al idear esta estupenda tragicomedia, que pondrá el foco en una pareja rota y en camino de desintegración, situando la historia en Diciembre del 2001 y jugando como espejo con aquellos momentos en que Argentina, transitaba una crisis profunda, donde el colapso económico abría las puertas de un estallido social, con caos en las calles y la represión de un gobierno que ya no tendría vuelta. Historias mínimas como tantas, tragedias cotidianas que tienen lugar, mientras de fondo, otras cosas más grandes ocurren, de eso trata la obra.
La historia nos presentará a una pareja formada por Marcos y Marcia que dejarán Buenos Aires en pleno Diciembre, para tomarse unos días de vacaciones y de paz. Pero en la oscuridad de la noche, unos miguelitos tirados en la ruta, les interrumpirá el viaje. Es tarde ya para reparar el auto y al costado de la ruta encontrarán una habitación de alquiler en una casa de familia. Allí los recibirá Nelson ( Damián Smajo ) que vive con su esposa y su hijo recién nacido y se gana la vida atendiendo un kiosko, ubicado en el frente de la casa y tienen la habitación como changa, por si llega algún viajero.
El primer encuentro entre la pareja y el anfitrión es desopilante. Marcos se encontraba sentado en la cama de la habitación viendo las noticias en la TV, cuando los visitantes llegaron. El cuarto es muy humilde y la pareja duda en quedarse allí, aunque sea solo por esa noche. Ella es una actriz famosa y él un exitoso empresario de la carne. Acostumbrados a buenos hoteles, se sienten extraños allí. Preguntan por la seguridad del lugar y por el lujoso auto que dejaron en la puerta. Marcos a pura sonrisa busca calmarlos y se muestra receptivo, es más hasta llama a un amigo que tiene una gomería, que se compromete a ir mañana temprano a solucionar el inconveniente mecánicos de los visitantes, siendo esta la llave maestra, pero que finalmente decidan quedarse.
No queremos contar mucho para no quitar sorpresa, solo vamos a decir que las situaciones desopilantes arrancarán y no pararán. Además, las internas de la pareja quedarán al descubierto en todo su esplendor. Hay muchas cuentas pendientes entre ellos y parece que aquella habitación humilde los incita a resolverlas, en especial a Marcia, que con la ayuda de un poco de vodka, empezará a soltar la lengua. Y entre ellos, siempre estará Nelson, como una especie de mediador, tratando de traer paz a una pareja que no la tiene. No queremos contar más, pero les aseguramos que se van a reír y mucho.
Tiempo de hablar de las magníficas actuaciones que presenta la obra. Pocas veces vemos personajes tan bien caracterizados y este es uno de esos casos, en esto seguramente influye la buena dirección, pero más que nada se debe a los excelentes trabajos de los tres actores reunidos, que se muestran muy comprometidos con el texto y tienen gran química entre ellos.
Arranquemos por Manuela Fernández Vivian, como Marcia. Gran personaje este. Ella es una actriz famosa, que no está atravesando su mejor momento personal. No está feliz con la vida, ni se siente contenida por su esposo. Vive una realidad paralela y no tiene demasiada conciencia de la crisis que está atravesando el país, casi todo le resulta ajeno. Deberá luchar contra sus ataques de ira, para tratar de pasar una noche que pinta muy complicada. Está genial Manuela.
Sigamos con Lucas Delgado, como Marcos. Es un empresario de la carne y al contrario de su esposa, si está muy pendiente de todo lo que sucediendo en el entorno. Tiene la difícil tarea de intentar contener a su esposa y al mismo tiempo ver como soluciona todos los problemas que la caliente actualidad le presenta, sin que su esposa lo note mucho, porque se enoja. Marche un monumento para Lucas por el aguante, que además está fenómeno.
Y para el final, dejamos a Damián Smajo como Nelson. Es el personaje más gracioso de la historia. Con un estilo más calmado y campechano, mirará con curiosidad las cosas que se suceden en la pareja de recién llegados desde la Capital. Inocente y algo impune en su accionar, no puede ocultar su cholulismo por la llegada de una actriz famosa a su humilde alojamiento y sin dudas va a necesitar una foto para que sus amigos le crean la visita y tal vez no se conforme solo con eso. La rompe Damián.
Como podrán ver nos encantaron las actuaciones y les aseguramos que cuando vean la obra van a coincidir con nosotros, eligiendo cada lector su personaje favorito. La puesta del propio Martin Mir, es sobresaliente. Para quien no conozca el Vera Vera, les contamos que el teatro se encuentra en una casa vieja, a cuya sala se acceder por una escalera y la sala en sí, la misma parece una habitación de la casa. Tomando en cuenta esto, el director aprovecha al máximo esta disposición, jugando con el baño que hay en el fondo, la puerta que sale al jardín cubierto y la otra puerta que sale de la habitación. Todo se aprovecha para que los espectadores, se sientan dentro de la habitación alquilada por la pareja. Más realista imposible la puesta y la cercanía del público con los actores es un gran plus.
Y no queda mucho más para contar. Realmente nos encantó la obra, porque logra recrear y activar los recuerdos de los tristes momentos que atravesaba el país allá por el 2001 y dentro de ese contexto es donde el autor, inserta una ficción muy lograda, que muestra que cada pareja es un mundo y que las tensiones se acumulan hasta que un momento explotan. Por nuestra actividad, como se pueden imaginar vemos muchas obras cada semana, pero con esta propuesta nos pasó algo especial, ya que nos cautivó desde el arranque y nos hizo reír muchísimo, pese a que la trama por momentos se tornaba dramática, siendo una de las obras que más disfrutamos en lo que va del año.
Por todo lo mencionado, solo nos queda recomendar En Cada Lugar en el Mundo, En Este Instante, título kilométrico para una logradísima propuesta. Es una de esas ocasiones, donde se unen un guión cercano y muy inteligente, con una puesta atrapante y actuaciones exquisitas. Cuando todo ello se combina, la alquimia funciona y la magia del teatro se manifiesta, para regalarnos una velada inmejorable y que podamos irnos a casa, pensando en lo lindo y necesario que es el teatro independiente, en estos tiempos de tanta crispación.
Pensador Teatral.
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