Sábados 20 hs en Actors Studio Teatro ( Av. Diaz Vélez 3842 )
Dramaturgía y Dirección de Alejandro Scotti.
Una interesante adaptación de la tragedia de Sófocles escrita en el Año 442 AC, llega al Actors Studio, ubicándonos en otro tiempo y espacio, mas precisamente, en el Año 2040 en una Argentina que enfrenta una grave crisis civil e institucional.
Recordemos para aquellos, que no lo tienen presente, que Antígona era hija de Edipo y Yocasta. Edipo al descubrir que Yocasta, era su madre, se arranca los ojos y huye de Tebas con su hija Antígona. Luego de la muerte de Edipo, Antigona vuelve a Tebas. Allí durante el gobierno de Creonte, los hermanos de Antigona, ubicados en bandos diferentes, se enfrentan y mueren, Eteócles del lado del gobierno, es enterrado con todos los honores, el conflicto aparece cuando Creonte, impone la prohibición de dar sepultura al cuerpo de Polinices, como castigo ejemplificador por ser acusado de traición a la patria. Antigona contradiciendo, la decisión del Rey, se propone enterrar de todos modos a su hermano, ya que las tradiciones griegas, establecían el deber sagrado de sepultar a los muertos, ya que caso contrario, el alma del difunto vagará enteramente sin encontrar la paz, debiendo para ello desobedecer la decisión real.
Hasta ahí, la tragedia griega original, que es en la que se inspira Alejandro Scotti, para escribir esta adaptación, que se desarolla en el año 2040, los nombres de los personajes se mantienen y se cambia la Tebas de AC, por la Argentina del futuro.
En la obra, vemos a una Argentina en crisis, sumida en guerras civiles por el poder, luego del asesinato del presidente electo a manos de un grupo subversivo, debiendo asumir la presidencia Orlando Creonte, nombrado por la Cámara Legislativa y con un mandato de solo dos años.
La situación del país es caótica y el presidente debe mostrar su autoridad, por lo tanto decreta el estado de sitio y entre otras medidas prohíbe el sepelio de Polinices Tapia, líder rebelde, quien fue asesinado en ocasión de un enfrentamiento, en el que se buscaba su captura. En ese mismo operativo muerte su hermano, el Sargento Eteócles Tapia, jefe de las Fuerzas Armadas.
El problema llega al seno de la familia presidencial, porque la prometida del hijo del presidente, es Antígona, hermana de los dos hermanos muertos en el enfrenamiento y ella de ninguna manera quiere aceptar la prohibición de velar a su hermano, dada por el padre de su prometido, en un medida política pensada para dar estabilidad a la situación política del país., Pero esto no hará mella en Antígona, que hará todo lo que está alcance para llegar hasta la morgue para llevarse el cadáver de su hermano.
Hasta ahí contaremos de la trama, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra que es lo que sucede y si Antígona puede cumplir su objetivo o es detenida antes por las fuerzas gubernamentales..
La adaptación de Alejandro Scotti, que tuvo la supervisión de Ignacio Apolo, tiene muchos puntos favorables, en primer lugar la muy buena idea de aggiornar este clásico griego, a nuestros tiempos y además hacer transcurrir la historia en Argentina. Esto es valioso, porque conservando los conflictos de la tragedia original, se incorporan conceptos propios de nuestro país, presentes en nuestra política, donde la división interna y la falta de unidad reflejan un país sumido en crisis, con gobernantes que muchas veces no pueden completar sus mandatos.
Se genera entonces por un lado un trhiller político muy interesante y al mismo tiempo, se observa la lucha familiar, un conflicto de intereses y de poder, en el que la rebeldía de Antigona amenaza, con romper el frágil equilibrio del nuevo presidente y de su familia.
Antígona, no cree en la política, ni en los dichos del presidente y por un tema de principios y de sangre, hará lo imposible por velar a su hermano, sabiendo los peligros a los que debe enfrentarse.
Nos vamos a referir ahora, a las muy buenas actuaciones que presenta la obra. El elenco está conformado en su totalidad por alumnos de la Escuela de Actuación Carlos Gandolfo, que funciona en la sede del Actors Studio y es dirigida por Dora Baret y Matías Gandolfo, quienes ejercen la supervisión actoral del elenco, que viene trabajando y ensayando, hace varios meses para poder concretar este proyecto.
Son siete actores y a nuestro entender la actuación más destacada, es la de Lucía Videla como Antigona, con una gran presencia escénica, pese a su juventud, tiene la fuerza y la energía necesaria, para llevar adelante este protagónico. Magnífico su trabajo y seguramente en el futuro la veremos lucirse en otras obras.
También se destaca mucho, Luciano Fonte, como Creonte, el presidente, quien tiene un papel complejo, que resuelve de muy buena forma. Impresiona verlo dar ese discurso de asunción, que tanto nos recuerda, a las alocuciones de nuestros políticos.
Pero no seamos injustos con el resto del elenco, que tal vez con menos protagonismo, cumplen muy bien su labor, nos referimos a Viviana Vives, como Euridice la hermana de Antigona, Carito López es Ismena la esposa del presiente, Chico Paz en el papel de Henón, el prometido de Antígona y Matías Escandarani como Tiresias, todos ellos, encuentran su momento durante la trama para lucirse y esto en gran parte es mérito del director, que les brinda ese espacio.
Parráfo especial, para Dominique di Russo, en el rol particular de la tragedia, con su túnica blanca, logrando sin decir una palabra, transmitir muchas sensaciones.
La puesta es minimalista, con una escenografia desprovista, la palabra y los cuerpos son los que mandan. Debemos destacar el vestuario a cargo de Lucia Risso, donde el negro es el color distintivo, en sintonia con la dureza y el luto que presenta la pieza. Y también la música original, es otro punto alto que tiene la obra.
Se nota que hay mucho trabajo y todos los detalles están cuidados para esta puesta, estando la misma, a la altura de un teatro como el Actors Studio, acostumbrado a ofrecer siempre propuestas de calidad.
En conclusión, una adaptación muy interesante de la tragedia griega, que conservando las líneas fundamentales del clásico de Sófocles, lo trae a nuestra época y lo instala con ingredientes de la política de nuestra Argentina, mostrando una lucha por el poder, que no encuentra límites.
El final de la función, nos ofrece la imagen de un teatro colmado, con el público que ademas de aplaudir el muy buen trabajo de este grupo de actores, se queda reflexionando, sobre como esta tragedia griega, encuentra tantos puntos en común, con los últimos años de una Argentina en decadencia, que prefirió ahondar en sus diferencias, en vez de unirse, par volver a ser el gran país que alguna vez fuimos.
Pensador Teatral.
martes, 17 de octubre de 2017
lunes, 16 de octubre de 2017
Tebas Land
Viernes 20 hs en Teatro Timbre 4 ( Mexico 3554 )
Dramaturgia de Sergio Blanco y Dirección de Corina Fiorillo.
A esta altura de la temporada, podemos afirmar ya que Tebas Land, se ha convertido en uno los estrenos más importantes que tuvo nuestro teatro independiente en el corriente esto. Para decir esto, nos basamos en la gran respuesta de público que tuvo y sigue teniendo la obra desde su estreno, en las excelentes críticas recibidas y en las cuatro nominaciones recibidas por los Premios ACE 2017, entre ellas mejor obra del teatro alternativo, mejor dirección y mejor actor, donde ambos protagonistas están nominados en ese rubro.
Digamos que Tebas Land, escrita en el 2012, por el dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco, nacido en Montevideo y desde 1993, radicado en París, donde escribió la mayor de sus textos.
Tebas Land es una de sus obras, más representadas en todo el mundo, la estrenó en Uruguay y ya recorrió escenarios de Londres, París, Tokio y Berlín, por nombrar solamente algunas ciudades donde se presentó.
Como dato de color, digamos que la versión inglesa de la obra, ganó el Premio Off West, el más importante galardón que otorga el teatro londinense independiente, en este caso, fue a la mejor producción teatral del año.
Este dato, marca la universalidad lograda por pieza, que tomando como tema central la figura del parricidio, se inspira en el legendario mito de Edipo, tragedia griega de Sófocles, en la que Edipo trás matar a Layo, se convirtió en Rey de Tebas y esposo de Yocasta. Lo que Edipo no supo, hasta unos años después, era que Layo era su padre y Yocasta, con la que tuvo hijos, era su madre. En el momento que se entera de la verdad, se desata la tragedia.
Pero dejemos de lado el mito y volvamos a la obra que nos convoca, esta versión dirigida por la notable Corina Fiorillo, la primera directora mujer en ganar el ACE de Oro.
Si partimos de la base de un texto excelente y al mismo le agregamos la dirección de Corina, el resultado sin dudas será satisfactorio.El mismo autor, reconoce que la puesta de la directora enriquece tanto al texto, que explora zonas ocultas del mismo, que ni el conocía, además de poner mucho foco en los vínculos humanos y las relaciones, que se establecen entre los personajes, algo característico de Corina, en todos sus trabajos.
El lector a esta altura se estará preguntando, cual es el secreto que tiene Tebas Land o de que se trata. Y realmente no es una obra fácil de explicar, ya que tiene varias capas, es realmente una pieza de relojería, con un engranaje que funciona de manera muy precisa, para que las acciones fluyan y que debe verse, para comprender en toda su dimensión.
La pieza, pareciera centrarse en la temática del parricidio, más precisamente en la historia del joven Martín Santos que está en prisión, por haber asesinado a su padre con un tenedor, si leyó bien, le clavó un tenedor más de veinte veces por todo el cuerpo, hasta verlo caer muerto.
Sin embargo, el enfoque de la obra, se coloca en la forma en que el teatro puede representar esta historia, ya que la obra se inicia con Lautaro Perotti, que representa a un dramaturgo que quiere llevar al teatro, la historia de Santos. Es más quiere que el mismo asesino, sea quien represente el papel en su obra y para ello, pide permisos al Ministerio y programa una serie de visitas a la cárcel, para hablar con él. Pero el Ministerio, no autoriza la salida del reo, para que que represente la obra. Lautaro pese a esta negativa, decide seguir adelante con el proyecto, pero deberá buscar un actor, que tome el papel del parricida y para ello hará un casting, en el que saldrá elegido Gerardo Otero.
Como pueden ver el autor mezcla de una manera muy inteligente, ficción y realidad, teatro dentro del teatro, con actores que hacen de si mismo, realmente una propuesta muy interesante y que sorprende al espectador, por su originalidad.
Nombramos al autor, a la directora, pero ya es turno ahora de mencionar a los protagonistas de esta obra, por un lado Lautaro Perotti, que en el Timbre 4, se siente como en su propia casa y ya señalamos en anteriores reseña, que nos parece un actorazo, no vamos a ser nosotros los que descubriremos sus condiciones. En esta ocasión, tiene un papel complejo ya que por momentos hace de si mismo y muestra la cocina del proceso creativo de un dramaturgo, cuando trabaja con Gerardo Otero, a quien le indica, que características quiere para el personaje que está moldeando.
Cuando muestra un mayor lucimiento, en los encuentros que tiene en la cancha de básquet con Martín, cuando dota a su personaje, de un exquisita sensibilidad.
El otro protagonista de la historia, es Gerardo Otero, que tiene un gran desafío, ya que interpreta el mismo, siendo el actor que se presenta para el casting de la obra que está planificado Lautaro, que también se llamará Tebas Land ( Tebas es la tierra donde nació Edipo, ) y también dará vida a Martín, el asesino, el que esté privado de su libertad, componiendo en forma brillante a un personaje peligroso y vulnerable, que nos conmoverá con alguno de sus monólogos, en los que confiesa los detalles de su horrendo crimen.. Un trabajo magnífico, el de Gerardo desdoblando ambos personajes con maestría, cambiando en segundos, la forma de hablar y su postura según sea el personaje que encarna, algo que no cualquier actor, puede hacer con su efectividad.
Si bien ambos protagonistas se lucen en forma individual, el disfrute es doble, cuando se relacionan entre ellos, principalmente cuando Lautaro visita a Martín a la cárcel, pertenecen a clases sociales diferentes, el dramaturgo tiene un alto nivel de instrucción, un vocabulario muy rico y Martín, en cambio es un personaje marginal, que cuenta que siempre le costó estudiar, porque no le daba la cabeza. Un abismo los separa. Y ahí es donde se establece una gran relación entre ellos, en la que Lautaro, trata de ayudar a Martín, quiere que retome los estudios, lo humaniza, pese al atroz crimen que cometió, que ya verán cuando vean la obra, tiene sus atenuantes, logrando establecer una relación profunda y particular, entre dos personas, que parecían no tener ningún punto en común.
Debemos destacar el dispositivo escénico que presenta la pieza, dividiendo el escenario en dos, por un lado el espacio del dramaturgo, con un escritorio y una pizarra, en que hará sus anotaciones y pegará fotos del expediente. La otra mitad, la ocupa la cancha de básquet donde Martín pasa sus momentos de recreación y donde se producen sus encuentros. Un espacio alambrado, cerrado y vigilado por los guardiacárceles, que provoca el efecto asfixiante que se nos viene a la mente, cuando pensamos en una cárcel.
Hay un muy buen diseño lumínico a cargo de Ricardo Sica, que colabora mucho con las distintas atmósferas que propone la directora según el momento de la trama y otro ítem a destacar, es el de la música, que acompaña también, los diferentes momentos, pasando desde Por ese palpitar de Sandro, a las sinfonías, de Beethoven, que contribuyen a bajar la tensión que tiene la puesta y humanizarla..
La pieza que nos invitará a reflexionar y a debatir, cuando volvamos a casa, tiene un ritmo vertiginoso, que mantiene al espectador enganchado en todo momento y es muy ingeniosa la división en cuartos que tiene la obra, emulando los periodos que tiene un partido de básquet. La obra entonces, durará cuatro cuartos y una prórroga.
Concluyendo ya nuestra reseña, sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que estamos en presencia de una de las mejores obras del off, que nos presentará el 2017, ya que se logró reunir, un libro excelente de Sergio Blanco, una dirección precisa y enriquecedora de Corina Fiorillo y la enorme labor de dos actores jóvenes y talentosos, como Lautaro Perotti y Gerardo Otero que nos regalan unas interpretaciones magníficas.
Con todo lo dicho, no queda más que recomendar la obra, un imperdible para todo amante del buen teatro. Lo invitamos a concurrir al Timbre 4 para disfrutar de esta gran Tebas Land y tratar de resolver juntos a las protagonistas, ese complejo de Edipo que todos tenemos.
Pensador Teatral.
Dramaturgia de Sergio Blanco y Dirección de Corina Fiorillo.
A esta altura de la temporada, podemos afirmar ya que Tebas Land, se ha convertido en uno los estrenos más importantes que tuvo nuestro teatro independiente en el corriente esto. Para decir esto, nos basamos en la gran respuesta de público que tuvo y sigue teniendo la obra desde su estreno, en las excelentes críticas recibidas y en las cuatro nominaciones recibidas por los Premios ACE 2017, entre ellas mejor obra del teatro alternativo, mejor dirección y mejor actor, donde ambos protagonistas están nominados en ese rubro.
Digamos que Tebas Land, escrita en el 2012, por el dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco, nacido en Montevideo y desde 1993, radicado en París, donde escribió la mayor de sus textos.
Tebas Land es una de sus obras, más representadas en todo el mundo, la estrenó en Uruguay y ya recorrió escenarios de Londres, París, Tokio y Berlín, por nombrar solamente algunas ciudades donde se presentó.
Como dato de color, digamos que la versión inglesa de la obra, ganó el Premio Off West, el más importante galardón que otorga el teatro londinense independiente, en este caso, fue a la mejor producción teatral del año.
Este dato, marca la universalidad lograda por pieza, que tomando como tema central la figura del parricidio, se inspira en el legendario mito de Edipo, tragedia griega de Sófocles, en la que Edipo trás matar a Layo, se convirtió en Rey de Tebas y esposo de Yocasta. Lo que Edipo no supo, hasta unos años después, era que Layo era su padre y Yocasta, con la que tuvo hijos, era su madre. En el momento que se entera de la verdad, se desata la tragedia.
Pero dejemos de lado el mito y volvamos a la obra que nos convoca, esta versión dirigida por la notable Corina Fiorillo, la primera directora mujer en ganar el ACE de Oro.
Si partimos de la base de un texto excelente y al mismo le agregamos la dirección de Corina, el resultado sin dudas será satisfactorio.El mismo autor, reconoce que la puesta de la directora enriquece tanto al texto, que explora zonas ocultas del mismo, que ni el conocía, además de poner mucho foco en los vínculos humanos y las relaciones, que se establecen entre los personajes, algo característico de Corina, en todos sus trabajos.
El lector a esta altura se estará preguntando, cual es el secreto que tiene Tebas Land o de que se trata. Y realmente no es una obra fácil de explicar, ya que tiene varias capas, es realmente una pieza de relojería, con un engranaje que funciona de manera muy precisa, para que las acciones fluyan y que debe verse, para comprender en toda su dimensión.
La pieza, pareciera centrarse en la temática del parricidio, más precisamente en la historia del joven Martín Santos que está en prisión, por haber asesinado a su padre con un tenedor, si leyó bien, le clavó un tenedor más de veinte veces por todo el cuerpo, hasta verlo caer muerto.
Sin embargo, el enfoque de la obra, se coloca en la forma en que el teatro puede representar esta historia, ya que la obra se inicia con Lautaro Perotti, que representa a un dramaturgo que quiere llevar al teatro, la historia de Santos. Es más quiere que el mismo asesino, sea quien represente el papel en su obra y para ello, pide permisos al Ministerio y programa una serie de visitas a la cárcel, para hablar con él. Pero el Ministerio, no autoriza la salida del reo, para que que represente la obra. Lautaro pese a esta negativa, decide seguir adelante con el proyecto, pero deberá buscar un actor, que tome el papel del parricida y para ello hará un casting, en el que saldrá elegido Gerardo Otero.
Como pueden ver el autor mezcla de una manera muy inteligente, ficción y realidad, teatro dentro del teatro, con actores que hacen de si mismo, realmente una propuesta muy interesante y que sorprende al espectador, por su originalidad.
Nombramos al autor, a la directora, pero ya es turno ahora de mencionar a los protagonistas de esta obra, por un lado Lautaro Perotti, que en el Timbre 4, se siente como en su propia casa y ya señalamos en anteriores reseña, que nos parece un actorazo, no vamos a ser nosotros los que descubriremos sus condiciones. En esta ocasión, tiene un papel complejo ya que por momentos hace de si mismo y muestra la cocina del proceso creativo de un dramaturgo, cuando trabaja con Gerardo Otero, a quien le indica, que características quiere para el personaje que está moldeando.
Cuando muestra un mayor lucimiento, en los encuentros que tiene en la cancha de básquet con Martín, cuando dota a su personaje, de un exquisita sensibilidad.
El otro protagonista de la historia, es Gerardo Otero, que tiene un gran desafío, ya que interpreta el mismo, siendo el actor que se presenta para el casting de la obra que está planificado Lautaro, que también se llamará Tebas Land ( Tebas es la tierra donde nació Edipo, ) y también dará vida a Martín, el asesino, el que esté privado de su libertad, componiendo en forma brillante a un personaje peligroso y vulnerable, que nos conmoverá con alguno de sus monólogos, en los que confiesa los detalles de su horrendo crimen.. Un trabajo magnífico, el de Gerardo desdoblando ambos personajes con maestría, cambiando en segundos, la forma de hablar y su postura según sea el personaje que encarna, algo que no cualquier actor, puede hacer con su efectividad.
Si bien ambos protagonistas se lucen en forma individual, el disfrute es doble, cuando se relacionan entre ellos, principalmente cuando Lautaro visita a Martín a la cárcel, pertenecen a clases sociales diferentes, el dramaturgo tiene un alto nivel de instrucción, un vocabulario muy rico y Martín, en cambio es un personaje marginal, que cuenta que siempre le costó estudiar, porque no le daba la cabeza. Un abismo los separa. Y ahí es donde se establece una gran relación entre ellos, en la que Lautaro, trata de ayudar a Martín, quiere que retome los estudios, lo humaniza, pese al atroz crimen que cometió, que ya verán cuando vean la obra, tiene sus atenuantes, logrando establecer una relación profunda y particular, entre dos personas, que parecían no tener ningún punto en común.
Debemos destacar el dispositivo escénico que presenta la pieza, dividiendo el escenario en dos, por un lado el espacio del dramaturgo, con un escritorio y una pizarra, en que hará sus anotaciones y pegará fotos del expediente. La otra mitad, la ocupa la cancha de básquet donde Martín pasa sus momentos de recreación y donde se producen sus encuentros. Un espacio alambrado, cerrado y vigilado por los guardiacárceles, que provoca el efecto asfixiante que se nos viene a la mente, cuando pensamos en una cárcel.
Hay un muy buen diseño lumínico a cargo de Ricardo Sica, que colabora mucho con las distintas atmósferas que propone la directora según el momento de la trama y otro ítem a destacar, es el de la música, que acompaña también, los diferentes momentos, pasando desde Por ese palpitar de Sandro, a las sinfonías, de Beethoven, que contribuyen a bajar la tensión que tiene la puesta y humanizarla..
La pieza que nos invitará a reflexionar y a debatir, cuando volvamos a casa, tiene un ritmo vertiginoso, que mantiene al espectador enganchado en todo momento y es muy ingeniosa la división en cuartos que tiene la obra, emulando los periodos que tiene un partido de básquet. La obra entonces, durará cuatro cuartos y una prórroga.
Concluyendo ya nuestra reseña, sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que estamos en presencia de una de las mejores obras del off, que nos presentará el 2017, ya que se logró reunir, un libro excelente de Sergio Blanco, una dirección precisa y enriquecedora de Corina Fiorillo y la enorme labor de dos actores jóvenes y talentosos, como Lautaro Perotti y Gerardo Otero que nos regalan unas interpretaciones magníficas.
Con todo lo dicho, no queda más que recomendar la obra, un imperdible para todo amante del buen teatro. Lo invitamos a concurrir al Timbre 4 para disfrutar de esta gran Tebas Land y tratar de resolver juntos a las protagonistas, ese complejo de Edipo que todos tenemos.
Pensador Teatral.
Enamorarse es hablar corto y enredado
Jueves 21 hs en Nun Teatro ( Juan Ramírez de Velasco 419 )
Dramaturgia y Dirección de Leandro Airaldo.
Nos llegamos hasta el Nun, para ver esta obra que nos habían recomendado mucho y que llegaba con el buen antecedente de ser la pieza ganadora del Torneo de Dramaturgia Transatlántico Argentina Cataluña 2016.
Y ya adelantamos que nos gustó mucho, siendo este un muy buen ejemplo, que una historia sencilla y cotidiana, sin grandilocuencias, puede convertirse en una excelente propuesta teatral.
Indudablemente para que esto ocurra, deben confluir un texto inteligente y muy buenos intérpretes, algo que aquí sucede.
Enamorarse es hablar corto y enredado, nos cuenta la historia, de Ana ( Soledad Piacenza ) y Pedro ( Emiliano Diaz ) que sin conocerse, fortuitamente comparten un banco de plaza y ese será el disparador del relato que vendrá.
Son dos desconocidos y parecen pertenecer a mundos diferentes, Ana es una chica de ciudad y Pedro es un hombre de campo. A simple vista, solo apreciando como visten ambos, nos damos cuenta que perteneces a ámbitos diferentes.
El espectador se enternece de arranque viendo a los dos personajes, allí sentados, por algún motivo los imagina como seres frágiles y solos. Y seguramente piensa cuantas veces se sentó en un banco de plaza, que también compartía con un desconocido y aunque tuviera ganas, no se animó a entablar un diálogo, por esos mecanismos de timidez y barreras que generalmente nos autoimponemos.
Pero en este encuentro de almas solitarias, como tantos otros, el diálogo arrancó, La excusa fue una bella mariposa que andaba revoloteando en esa plaza. Pedro resultó un experto en mariposas y dio muestras de ello, ante una compañera de banco que lo escuchaba con mucha atención.
El primer paso fue dado, el hielo se rompió entre estos dos desconocidos. Pedro estaba equipado con su termo y su mate, dando un segundo y decisivo paso para que el incipiende diálogo iniciado no muriera, invitando un mate a Ana, que primero dudó, aduciendo que no tenía mucho tiempo, pero enseguida aceptó ese mate y elogió al cebador, por lo rico que estaba
No vamos a contar mucho más, solo decir que a partir de ese momento, mate va, mate viene, esas personas desconocidas tímidamente se empezaban a conocer, con mucho cuidado, tratando de no decir nada indebido, tratando de conocer al otro, con mucho juego de palabras y algunas preguntas indirectas, con cautela, pero siempre tratando de parecer interesante y agradar al otro.
La charla es deliciosa, como dijimos es un texto muy cuidado, pleno de poesía y de sensibilidad, donde aquellas personas que en el comienzo parecían pertenecer a universos distintos, van notando que tienen algunos puntos en común, como la soledad y las ganas de conocer a otra persona, osea, darle una chance al amor, para que pueda aparecer y cuando esto ocurre, las resistencias caen y Cupido puede hacer de las suyas.
Este guión de buena factura, divierte y entretiene gracias a las excelentes actuaciones que presenta la pieza. El autor nos presenta dos personajes muy queribles, que causan inmediata empatía con el público, apenas escucha sus primeras palabras.
Emiliano Diaz, es Pedro, un hombre de campo de aspecto bonachón, con su boina y una tonada campestre muy lograda. Tiene una atractiva mezcla de virilidad, caracteristica del hombre de campo y de sensibilidad, ya que es viudo y no está solo en esa plaza, sino viendo como sus dos hijitos juegan.
Un personaje muy tierno y divertido, que con su estilo irá seduciendo no solo a Ana, sino también a todos los espectadores. Una magnífica interpretación y el gran logro de componer un personaje delicioso, que se mete al espectador en el bolsillo.
Soledad Piacenza, es Ana, una chica de ciudad, de apariencia solitaria, con sus anteojos gruesos y un aspecto anticuado, que hacen que ella, se vea fea a si misma. Casi sin experiencia con los hombres, vislumbra en Pedro, ese hombre seductor, que le permitiría vivir nuevas experiencias. Nos encantó la actuación de Soledad, su tono de voz, sus gestos, su postura tímida, todo excelentemente logrado. Otra gran composición de personaje.
Realmente magnìficas las actuaciones de la dupla protagónica, llevando muy bien el ritmo del diàlogo, que va ganando en confianza, a medida que los minutos pasan y se van conociendo.
La escenografia es sencilla, pero bella, hay un árbol dominando la escena y ese banco de plaza, donde los protagonistas estarán sentados durante toda la obra, con la interesante variante, que mediante un dispositivo creado, ese banco girara en algunos momentos, lo que nos dará diferentes ángulos de visión de los protagonistas, siendo este el único desplazamiento que tendrán los actores.
Nos gustó el vestuario elegido para los actores, que marca las diferencias mencionadas antes, un diseño lumínico de Luciana Giacobbe, que aporta calidez, al igual que esa ambientación con sonidos típicos de las plazas, como fondo, incluidos el canto de un pájaro particular, que dejaremos que el espectador descubra cual es cuando vea la obra.
En definitiva, estamos en presencia de una historia simple, pero muy atractiva, el encuentro de dos desconocidos en una plaza, que están dispuestos a conocer al otro y porque no, soñar con un romance.
Leandro Airaldo, nos presenta este bello guión, que además de entretener y hacer reir con ganas al público con un humor sano y sin doble sentido, ni golpes bajos ( algo que valoramos mucho ), llegando al corazón del espectador, que siente mucha identificación y cercanía, con los personajes creados y donde sin dudas las excelentes actuaciones de Soledad Piacenza y Emiliano Diaz, se disfrutan muchísimo.
Presenciamos Enamorarse es hablar corto y enredado , un Jueves lluvioso, sin embargo el Nun estaba repleto, siendo esto una muestra que el boca a boca funciona y que la historia gusta mucho.
El cálido aplauso que recibieron los protagonistas al final de la función, es un justo premio a su gran labor y un merecido reconocimiento por la entrañable noche de teatro que nos regalaron.
Pensador Teatral.
Y ya adelantamos que nos gustó mucho, siendo este un muy buen ejemplo, que una historia sencilla y cotidiana, sin grandilocuencias, puede convertirse en una excelente propuesta teatral.
Indudablemente para que esto ocurra, deben confluir un texto inteligente y muy buenos intérpretes, algo que aquí sucede.
Enamorarse es hablar corto y enredado, nos cuenta la historia, de Ana ( Soledad Piacenza ) y Pedro ( Emiliano Diaz ) que sin conocerse, fortuitamente comparten un banco de plaza y ese será el disparador del relato que vendrá.
Son dos desconocidos y parecen pertenecer a mundos diferentes, Ana es una chica de ciudad y Pedro es un hombre de campo. A simple vista, solo apreciando como visten ambos, nos damos cuenta que perteneces a ámbitos diferentes.
El espectador se enternece de arranque viendo a los dos personajes, allí sentados, por algún motivo los imagina como seres frágiles y solos. Y seguramente piensa cuantas veces se sentó en un banco de plaza, que también compartía con un desconocido y aunque tuviera ganas, no se animó a entablar un diálogo, por esos mecanismos de timidez y barreras que generalmente nos autoimponemos.
Pero en este encuentro de almas solitarias, como tantos otros, el diálogo arrancó, La excusa fue una bella mariposa que andaba revoloteando en esa plaza. Pedro resultó un experto en mariposas y dio muestras de ello, ante una compañera de banco que lo escuchaba con mucha atención.
El primer paso fue dado, el hielo se rompió entre estos dos desconocidos. Pedro estaba equipado con su termo y su mate, dando un segundo y decisivo paso para que el incipiende diálogo iniciado no muriera, invitando un mate a Ana, que primero dudó, aduciendo que no tenía mucho tiempo, pero enseguida aceptó ese mate y elogió al cebador, por lo rico que estaba
No vamos a contar mucho más, solo decir que a partir de ese momento, mate va, mate viene, esas personas desconocidas tímidamente se empezaban a conocer, con mucho cuidado, tratando de no decir nada indebido, tratando de conocer al otro, con mucho juego de palabras y algunas preguntas indirectas, con cautela, pero siempre tratando de parecer interesante y agradar al otro.
La charla es deliciosa, como dijimos es un texto muy cuidado, pleno de poesía y de sensibilidad, donde aquellas personas que en el comienzo parecían pertenecer a universos distintos, van notando que tienen algunos puntos en común, como la soledad y las ganas de conocer a otra persona, osea, darle una chance al amor, para que pueda aparecer y cuando esto ocurre, las resistencias caen y Cupido puede hacer de las suyas.
Este guión de buena factura, divierte y entretiene gracias a las excelentes actuaciones que presenta la pieza. El autor nos presenta dos personajes muy queribles, que causan inmediata empatía con el público, apenas escucha sus primeras palabras.
Emiliano Diaz, es Pedro, un hombre de campo de aspecto bonachón, con su boina y una tonada campestre muy lograda. Tiene una atractiva mezcla de virilidad, caracteristica del hombre de campo y de sensibilidad, ya que es viudo y no está solo en esa plaza, sino viendo como sus dos hijitos juegan.
Un personaje muy tierno y divertido, que con su estilo irá seduciendo no solo a Ana, sino también a todos los espectadores. Una magnífica interpretación y el gran logro de componer un personaje delicioso, que se mete al espectador en el bolsillo.
Soledad Piacenza, es Ana, una chica de ciudad, de apariencia solitaria, con sus anteojos gruesos y un aspecto anticuado, que hacen que ella, se vea fea a si misma. Casi sin experiencia con los hombres, vislumbra en Pedro, ese hombre seductor, que le permitiría vivir nuevas experiencias. Nos encantó la actuación de Soledad, su tono de voz, sus gestos, su postura tímida, todo excelentemente logrado. Otra gran composición de personaje.
Realmente magnìficas las actuaciones de la dupla protagónica, llevando muy bien el ritmo del diàlogo, que va ganando en confianza, a medida que los minutos pasan y se van conociendo.
La escenografia es sencilla, pero bella, hay un árbol dominando la escena y ese banco de plaza, donde los protagonistas estarán sentados durante toda la obra, con la interesante variante, que mediante un dispositivo creado, ese banco girara en algunos momentos, lo que nos dará diferentes ángulos de visión de los protagonistas, siendo este el único desplazamiento que tendrán los actores.
Nos gustó el vestuario elegido para los actores, que marca las diferencias mencionadas antes, un diseño lumínico de Luciana Giacobbe, que aporta calidez, al igual que esa ambientación con sonidos típicos de las plazas, como fondo, incluidos el canto de un pájaro particular, que dejaremos que el espectador descubra cual es cuando vea la obra.
En definitiva, estamos en presencia de una historia simple, pero muy atractiva, el encuentro de dos desconocidos en una plaza, que están dispuestos a conocer al otro y porque no, soñar con un romance.
Leandro Airaldo, nos presenta este bello guión, que además de entretener y hacer reir con ganas al público con un humor sano y sin doble sentido, ni golpes bajos ( algo que valoramos mucho ), llegando al corazón del espectador, que siente mucha identificación y cercanía, con los personajes creados y donde sin dudas las excelentes actuaciones de Soledad Piacenza y Emiliano Diaz, se disfrutan muchísimo.
Presenciamos Enamorarse es hablar corto y enredado , un Jueves lluvioso, sin embargo el Nun estaba repleto, siendo esto una muestra que el boca a boca funciona y que la historia gusta mucho.
El cálido aplauso que recibieron los protagonistas al final de la función, es un justo premio a su gran labor y un merecido reconocimiento por la entrañable noche de teatro que nos regalaron.
Pensador Teatral.
miércoles, 11 de octubre de 2017
Millones de Segundos
Domingos 18 30 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )
Dramaturgia y Dirección de Diego Casado Rubio.
Teníamos muchas ganas de ver Millones de Segundos, obra que se viene presentando en El Extranjero, con gran suceso de crítica y de público, agotando localidades función tras función.
Nos tocó un día de lluvia, pero respondiendo a sus antecedentes, esto no importó a los espectadores que volvieron a colmar el teatro, quedando gente afuera. Antes del inicio de la obra, ya teníamos un indicio, que Millones de Segundos, no sería una pieza más, se percibía en el ambiente, un grado de entusiasmo y una expectativa en el hall de El Extranjero, que no es tan habitual en el off..
El autor y director de la pieza, Diego Casado Rubio, de origen español, pero radicado ya hace muchos años en nuestro país, es un dramaturgo, que se caracteriza, por tratar temáticas sociales jugadas, poniendo el foco en la inclusión y en defensa los sectores más desprotegidos, que sufren los embates de una sociedad, políticamente correcta en los papeles, pero cruel e intolerante en su comportamiento, con el diferente y con el más débil.
En anteriores trabajos, Diego expuso en sus obras, temas como el de las parejas homosexuales, discriminadas, antes de la Ley de Matrimonio Igualitario y la violencia familiar. En esta caso, inspirándose en un caso real, nos contará la historia de Alan ( Raquel Ameri ), un adolescente transexual, que nació en cuerpo de mujer, pero se siente hombre.
Padece además el Síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista, en el que el área social y la relación con los otros, es su punto más débil.
El autor de una manera cruda e impecable, dejará en claro, el alto grado de intolerancia con que reacciona la sociedad, con Alan, un distinto, un desviado como lo llaman despectivmente, que es el blanco ideal para descargar todo el odio y el rechazo que se tenga a mano.
Hay un crítica implícita a las instituciones, la escuela, en vez de contenerlo, lo rechaza, sus compañeros le hacen bullying y se turnan para humillarlo, para castigarlo mentalmente con sus insultos y fisicamente con golpes y palizas que le propinan y ya ese pueblo chico en el que viven, no tiene escuela por la que no hay pasado.
Lo rechazan los médicos y terapeutas, que no avalan que alguien con este síndrome, puede plantear cuestionamientos sobre su identidad sexual.
El afuera lo rechaza y lo propio hace su entorno familiar, con un padre camionero ausente y Clarisa, su madre ( Marisa Rosa Frega ), que se gana la vida limpiando casas, para poder pagar la escuela de su hijo y sus costosos tratamientos piscológicos, que tan poco resultados obtienen, pero que no tiene nada de amor para darle y elige una postura fría y distante.
Alan está solo, con sus miedos y conviviendo con ese odio que le proyecta su entorno y que repercute en forma muy negativa en su carácter, tornándolo violento y resentido. Su único apoyo es Samson ( Victor Labra ), su fiel compañero, una especie de perro devenido en persona, que es el único ser que lo comprende, además de brindarle cariño y contención.
La obra perturba, por su violencia, verbal y físico y por ese espejo de intolerancia y malicia que muestra la sociedad y en la que el espectador teme verse peligrosamente reflejado.
Este guión tan fuerte, puede llegar a buen puerto, gracias a haber encontrado como representantes a un elenco absolutamente comprometido con el libro. Arranquemos por Raquel Ameri ( Alan ), protagonista de la historia, que nos regala una interpretación descomunal. Una actuación a corazón abierto, en un papel muy complejo, que le exige una entrega absoluta en cuerpo y espíritu.
Cuenta el tiempo en segundos y combate su profunda soledad, grabando videos en Youtube, que luego sube a las redes.
Raquel deja la piel en el escenario y cumple una actuación verdaderamente consagratoria, que conmueve y emociona. Seguramente en el futuro recibirá más de un premio por este gran trabajo.
Pero Raquel, no está sola en escena la acompañan Victor Labra, como Samson, su fiel compañero, otro papel difícil, que Victor resuelve en gran manera, con una actuación excelente, llena de sentimiento, pasional y muy creìble.
El triángulo virtuoso lo completa, María Rosa Frega, una actriz de gran trayectoria, con mucho recorrido en el género de la comedia, mostrando aquí sus dotes actorales para el drama, interpretando a una madre descarnada, que siente odio y desilusión por esa hija que tuvo y que no reconoce, ni acepta su verdadera identidad. Su intolerancia es tal, que en vez de amor, es asco lo que siente por Alan.
Tres actuaciones excelentes, donde como dijimos Raquel Ameri se destaca, con una composición brillante, pero los tres muestran en el conjunto una conexión muy fuerte entre ellos y con la historia..
La escenografía es desprovista, solo hay unos cubos de colores iluminados, que a lo largo de la obra, se irán dispersando por el escenario.Interesante el recurso de la tablet, que en momentos de quietud y oscuridad, proyecta imágenes de una niña, que junto su perro, corren por la orilla del mar, en una metáfora de libertad y paz, que es algo que no encuentran en la vida.
El acertado diseño lumínico de Verónica Alcoba, con mucha luz tenue, colabora con ese clima asfixiante que pensó el director para la puesta.
La trama mantiene en todo momento,en vilo al espectador, que sigue con un silencio absoluto lo que ocurre en el escenario,conmovido y sorprendido por la crudeza del relato.
En definitiva, estamos en presencia de una obra profunda, que indaga en un tema incómodo, que existe, aunque muchos quisieran ignorar. Lo valioso de este tipo de textos, como el que presenta Diego aquí, es precisamente lograr darle visibilidad, a temáticas sociales vigentes, que perturban a las sociedades políticamente correctas, que prefieren guardar estos temas debajo de la alfombra, como si no existieran.
La pieza nos permitirá disfrutar de un texto duro e implacable, de un autor que muestra su permanente inquietud por las temáticas sociales, con espíritu inclusivo, dando lugar a una puesta sensible, apoyándose en actuaciones magníficas.
El aplauso emocionado y prolongado, que reciben los protagonistas al final de la función, deja claro que Millones de Segundos no fue una pieza más. Se nota que llegó al corazón del espectador, que retornará a su casa reflexionando e indagando en su interior, tratando de descubrir cual es su grado de tolerancia ante el diferente y cuando el hecho teatral, nos lleva a este estado de introspección, ya cumplió con creces su objetivo.
Pensador Teatral.
Dramaturgia y Dirección de Diego Casado Rubio.
Teníamos muchas ganas de ver Millones de Segundos, obra que se viene presentando en El Extranjero, con gran suceso de crítica y de público, agotando localidades función tras función.
Nos tocó un día de lluvia, pero respondiendo a sus antecedentes, esto no importó a los espectadores que volvieron a colmar el teatro, quedando gente afuera. Antes del inicio de la obra, ya teníamos un indicio, que Millones de Segundos, no sería una pieza más, se percibía en el ambiente, un grado de entusiasmo y una expectativa en el hall de El Extranjero, que no es tan habitual en el off..
El autor y director de la pieza, Diego Casado Rubio, de origen español, pero radicado ya hace muchos años en nuestro país, es un dramaturgo, que se caracteriza, por tratar temáticas sociales jugadas, poniendo el foco en la inclusión y en defensa los sectores más desprotegidos, que sufren los embates de una sociedad, políticamente correcta en los papeles, pero cruel e intolerante en su comportamiento, con el diferente y con el más débil.
En anteriores trabajos, Diego expuso en sus obras, temas como el de las parejas homosexuales, discriminadas, antes de la Ley de Matrimonio Igualitario y la violencia familiar. En esta caso, inspirándose en un caso real, nos contará la historia de Alan ( Raquel Ameri ), un adolescente transexual, que nació en cuerpo de mujer, pero se siente hombre.
Padece además el Síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista, en el que el área social y la relación con los otros, es su punto más débil.
El autor de una manera cruda e impecable, dejará en claro, el alto grado de intolerancia con que reacciona la sociedad, con Alan, un distinto, un desviado como lo llaman despectivmente, que es el blanco ideal para descargar todo el odio y el rechazo que se tenga a mano.
Hay un crítica implícita a las instituciones, la escuela, en vez de contenerlo, lo rechaza, sus compañeros le hacen bullying y se turnan para humillarlo, para castigarlo mentalmente con sus insultos y fisicamente con golpes y palizas que le propinan y ya ese pueblo chico en el que viven, no tiene escuela por la que no hay pasado.
Lo rechazan los médicos y terapeutas, que no avalan que alguien con este síndrome, puede plantear cuestionamientos sobre su identidad sexual.
El afuera lo rechaza y lo propio hace su entorno familiar, con un padre camionero ausente y Clarisa, su madre ( Marisa Rosa Frega ), que se gana la vida limpiando casas, para poder pagar la escuela de su hijo y sus costosos tratamientos piscológicos, que tan poco resultados obtienen, pero que no tiene nada de amor para darle y elige una postura fría y distante.
Alan está solo, con sus miedos y conviviendo con ese odio que le proyecta su entorno y que repercute en forma muy negativa en su carácter, tornándolo violento y resentido. Su único apoyo es Samson ( Victor Labra ), su fiel compañero, una especie de perro devenido en persona, que es el único ser que lo comprende, además de brindarle cariño y contención.
La obra perturba, por su violencia, verbal y físico y por ese espejo de intolerancia y malicia que muestra la sociedad y en la que el espectador teme verse peligrosamente reflejado.
Este guión tan fuerte, puede llegar a buen puerto, gracias a haber encontrado como representantes a un elenco absolutamente comprometido con el libro. Arranquemos por Raquel Ameri ( Alan ), protagonista de la historia, que nos regala una interpretación descomunal. Una actuación a corazón abierto, en un papel muy complejo, que le exige una entrega absoluta en cuerpo y espíritu.
Cuenta el tiempo en segundos y combate su profunda soledad, grabando videos en Youtube, que luego sube a las redes.
Raquel deja la piel en el escenario y cumple una actuación verdaderamente consagratoria, que conmueve y emociona. Seguramente en el futuro recibirá más de un premio por este gran trabajo.
Pero Raquel, no está sola en escena la acompañan Victor Labra, como Samson, su fiel compañero, otro papel difícil, que Victor resuelve en gran manera, con una actuación excelente, llena de sentimiento, pasional y muy creìble.
El triángulo virtuoso lo completa, María Rosa Frega, una actriz de gran trayectoria, con mucho recorrido en el género de la comedia, mostrando aquí sus dotes actorales para el drama, interpretando a una madre descarnada, que siente odio y desilusión por esa hija que tuvo y que no reconoce, ni acepta su verdadera identidad. Su intolerancia es tal, que en vez de amor, es asco lo que siente por Alan.
Tres actuaciones excelentes, donde como dijimos Raquel Ameri se destaca, con una composición brillante, pero los tres muestran en el conjunto una conexión muy fuerte entre ellos y con la historia..
La escenografía es desprovista, solo hay unos cubos de colores iluminados, que a lo largo de la obra, se irán dispersando por el escenario.Interesante el recurso de la tablet, que en momentos de quietud y oscuridad, proyecta imágenes de una niña, que junto su perro, corren por la orilla del mar, en una metáfora de libertad y paz, que es algo que no encuentran en la vida.
El acertado diseño lumínico de Verónica Alcoba, con mucha luz tenue, colabora con ese clima asfixiante que pensó el director para la puesta.
La trama mantiene en todo momento,en vilo al espectador, que sigue con un silencio absoluto lo que ocurre en el escenario,conmovido y sorprendido por la crudeza del relato.
En definitiva, estamos en presencia de una obra profunda, que indaga en un tema incómodo, que existe, aunque muchos quisieran ignorar. Lo valioso de este tipo de textos, como el que presenta Diego aquí, es precisamente lograr darle visibilidad, a temáticas sociales vigentes, que perturban a las sociedades políticamente correctas, que prefieren guardar estos temas debajo de la alfombra, como si no existieran.
La pieza nos permitirá disfrutar de un texto duro e implacable, de un autor que muestra su permanente inquietud por las temáticas sociales, con espíritu inclusivo, dando lugar a una puesta sensible, apoyándose en actuaciones magníficas.
El aplauso emocionado y prolongado, que reciben los protagonistas al final de la función, deja claro que Millones de Segundos no fue una pieza más. Se nota que llegó al corazón del espectador, que retornará a su casa reflexionando e indagando en su interior, tratando de descubrir cual es su grado de tolerancia ante el diferente y cuando el hecho teatral, nos lleva a este estado de introspección, ya cumplió con creces su objetivo.
Pensador Teatral.
Las Ideas
Sábados 21 hs y Domingos 20 hs en Zelaya ( Zelaya 3134 )
Libro y Dirección de Federico León.
Una propuesta muy original, la que nos presenta el talentoso dramaturgo y director Federico León, con Las Ideas, mostrando nuevamente que lo convencional no es lo suyo y que siempre se anima a ofrecer espectáculos diferentes y atractivos para los espectadores.
Recordemos que en su última obra, Las Multitudes, reunió 120 actores en escena, con actores de 5 a 90 años, en la que se hablaba del amor y del paso del tiempo.
Lejos de esa muchedumbre, en Las Ideas, son solamente dos los protagonistas, uno de ellos, es el mismo Federico, que vuelve a ponerse el traje de actor, después de casi diez años de estar del otro lado del escenario, la última obra teatral en la que actúo había sido El Líquido Táctil en 1998.
Lo acompaña en este espectáculo, un viejo conocido, Julian Tello, el protagonista de Las Multitudes, Julian Tello, su amigo, con quien comparte proyectos hace más de quince años.
Pero esta vuelta como actor, es muy particular, ya que como adelantamos, esta no es una obra normal, parece más bien una charla de amigos, que se juntan para repasar ideas y ver cuales de ellas pueden ser parte integrante de una próxima obra de teatro o proyecto.
La puesta es ìntima, los amigos, estàn sentados enfrentados en una mesa de ping pong, Federico con su cumputadora y Julián, con un órgano y una consola de sonido. El espectador parece un voyeur privilegiado , que espía esta reunión de amigos, en pleno proceso creativo, tirando una idea tras otra, para ver cual puede ser más atractiva.
Entre ellos discuten, los límites entre ficción y realidad, intentando resolver que debería ser real en una obra y que ficcionado, representando ejemplos llamativos y provocadores.
Abrirán un botella de whisky y beberan. Será té o sera en verdad whisky ?? Es whisky real ? Pero pueden hacer una obra bebiendo ??? Al segundo o tercer vaso, dirán lo que estaba pautado en el texto o cada función la obra tomará un camino diferente e impensado, de acuerdo a como les pega la bebida ?? La duda recorre el ambiente.
En otro momento fumarán un porro. Es un porro real ? Pero la ley permite fumar un porro en escena ?? Lo buscan en youtube. En plena obra . Y si lo permitiera, podrían hacer una obra fumados ?? Seguirían el libreto o divagarian ?? La obra duraría siempre el mismo tiempo ??
Hay que hacer una llamada telefónica a nuestra novia en el medio de la obra. Hacemos como que llamamos ? O verdaderamente la llamamos en plena función ? Sería eso posible una vez o podría estar esperando el llamado en todas las funciones ???
El mensaje que se busca transmitir, es que siempre será dificil o casi imposible, para el espectador dilucidar si lo que está viendo es real o no. Pero importa eso ?? O lo que verdaderamente importa es que lo que se vea sea verosímil ?
El tema de realidad y ficción es solo un tópico, de los muchos que trata la pieza, que tiene muchas sorpresas preparadas para el espectador.
A lo largo de la obra, los protagonistas jugarán al ping-pong, navegarán por internet, se filmarán y veremos las esas imágenes, que repasarán lo que vimos hace unos instantes, en un ejercicio que descoloca al espectador, que no está habituado al protagonismo de lo audiovisual, en una representación teatral.
Federico que además es cineasta, muestra esa veta, con algunos videos, grabados especialmente para la ocasión y en otros que se editan en vivo en plena función.
La obra es una verdadera caja de Pandora y lo inesperado es lo que sucederá, nada es previsible y el público queda inmerso en medio de esa ingeniosa tormenta de ideas, que abordan los protagonistas, en este verdadero laboratorio escénico, del que somos testigos privilegiados.
La química y el conocimiento de estos dos amigos, se nota y es un valor agregado, ya que parecen entenderse solo mirándose. Federico es el capitán de este barco y Julián es su contramestre, en este mar de ideas en el que navegan.
Destacamos la escenografía de Ariel Vaccaro, con esa mesa de ping pong versátil, que tendrá varios usos. Hay un destacado trabajo de edición y de fotografía, la música y el diseño sonoro a cargo de Diego Vainer es otro ítem a destacar ,al igual que la ingeniosa realización de objetos, a cargo de David D´Orazio, con algunas sopresas que no adelantaremos.
La puesta de carácter minimalista, está muy cuidada, con un diseño de luces, que colabora con ese clima íntimo propuesto, en este espacio tan cálido y particular que es Zelaya ( es realmente la casa del director o es parte de la ficción este dato ?? ) Los espectadores antes de ingresar a la sala, esperan en un parque, con mucho verde, con una hamaca, gatos y una pileta. Cuando dijimos que la obra era muy distinta, podrán comprobar que no exageramos en nada.
En definitiva, celebramos la aparición de propuestas como Las Ideas, laboratorio escénico, creatividad en estado puro, tormenta de ideas, las nuevas y las que alguna vez fueron descartadas dejamos que usted encasille la obra donde le parezca, la premisa con la que se retira el espectador luego de ver la pieza, es que todo es válido en el proceso creativo y gracias a un director, que toma riesgos, seremos partícipes de esta velada creativa, que busca extender los límites entre realidad y ficción.
Nos gustó mucho la obra y por eso la recomendamos, teatro experimental que abre la mente del espectador, que de ninguna manera puede quedar indiferente ante esta inteligente y potente tormenta de ideas, convertida en espectáculo teatral.
Pensador Teatral.
Libro y Dirección de Federico León.
Una propuesta muy original, la que nos presenta el talentoso dramaturgo y director Federico León, con Las Ideas, mostrando nuevamente que lo convencional no es lo suyo y que siempre se anima a ofrecer espectáculos diferentes y atractivos para los espectadores.
Recordemos que en su última obra, Las Multitudes, reunió 120 actores en escena, con actores de 5 a 90 años, en la que se hablaba del amor y del paso del tiempo.
Lejos de esa muchedumbre, en Las Ideas, son solamente dos los protagonistas, uno de ellos, es el mismo Federico, que vuelve a ponerse el traje de actor, después de casi diez años de estar del otro lado del escenario, la última obra teatral en la que actúo había sido El Líquido Táctil en 1998.
Lo acompaña en este espectáculo, un viejo conocido, Julian Tello, el protagonista de Las Multitudes, Julian Tello, su amigo, con quien comparte proyectos hace más de quince años.
Pero esta vuelta como actor, es muy particular, ya que como adelantamos, esta no es una obra normal, parece más bien una charla de amigos, que se juntan para repasar ideas y ver cuales de ellas pueden ser parte integrante de una próxima obra de teatro o proyecto.
La puesta es ìntima, los amigos, estàn sentados enfrentados en una mesa de ping pong, Federico con su cumputadora y Julián, con un órgano y una consola de sonido. El espectador parece un voyeur privilegiado , que espía esta reunión de amigos, en pleno proceso creativo, tirando una idea tras otra, para ver cual puede ser más atractiva.
Entre ellos discuten, los límites entre ficción y realidad, intentando resolver que debería ser real en una obra y que ficcionado, representando ejemplos llamativos y provocadores.
Abrirán un botella de whisky y beberan. Será té o sera en verdad whisky ?? Es whisky real ? Pero pueden hacer una obra bebiendo ??? Al segundo o tercer vaso, dirán lo que estaba pautado en el texto o cada función la obra tomará un camino diferente e impensado, de acuerdo a como les pega la bebida ?? La duda recorre el ambiente.
En otro momento fumarán un porro. Es un porro real ? Pero la ley permite fumar un porro en escena ?? Lo buscan en youtube. En plena obra . Y si lo permitiera, podrían hacer una obra fumados ?? Seguirían el libreto o divagarian ?? La obra duraría siempre el mismo tiempo ??
Hay que hacer una llamada telefónica a nuestra novia en el medio de la obra. Hacemos como que llamamos ? O verdaderamente la llamamos en plena función ? Sería eso posible una vez o podría estar esperando el llamado en todas las funciones ???
El mensaje que se busca transmitir, es que siempre será dificil o casi imposible, para el espectador dilucidar si lo que está viendo es real o no. Pero importa eso ?? O lo que verdaderamente importa es que lo que se vea sea verosímil ?
El tema de realidad y ficción es solo un tópico, de los muchos que trata la pieza, que tiene muchas sorpresas preparadas para el espectador.
A lo largo de la obra, los protagonistas jugarán al ping-pong, navegarán por internet, se filmarán y veremos las esas imágenes, que repasarán lo que vimos hace unos instantes, en un ejercicio que descoloca al espectador, que no está habituado al protagonismo de lo audiovisual, en una representación teatral.
Federico que además es cineasta, muestra esa veta, con algunos videos, grabados especialmente para la ocasión y en otros que se editan en vivo en plena función.
La obra es una verdadera caja de Pandora y lo inesperado es lo que sucederá, nada es previsible y el público queda inmerso en medio de esa ingeniosa tormenta de ideas, que abordan los protagonistas, en este verdadero laboratorio escénico, del que somos testigos privilegiados.
La química y el conocimiento de estos dos amigos, se nota y es un valor agregado, ya que parecen entenderse solo mirándose. Federico es el capitán de este barco y Julián es su contramestre, en este mar de ideas en el que navegan.
Destacamos la escenografía de Ariel Vaccaro, con esa mesa de ping pong versátil, que tendrá varios usos. Hay un destacado trabajo de edición y de fotografía, la música y el diseño sonoro a cargo de Diego Vainer es otro ítem a destacar ,al igual que la ingeniosa realización de objetos, a cargo de David D´Orazio, con algunas sopresas que no adelantaremos.
La puesta de carácter minimalista, está muy cuidada, con un diseño de luces, que colabora con ese clima íntimo propuesto, en este espacio tan cálido y particular que es Zelaya ( es realmente la casa del director o es parte de la ficción este dato ?? ) Los espectadores antes de ingresar a la sala, esperan en un parque, con mucho verde, con una hamaca, gatos y una pileta. Cuando dijimos que la obra era muy distinta, podrán comprobar que no exageramos en nada.
En definitiva, celebramos la aparición de propuestas como Las Ideas, laboratorio escénico, creatividad en estado puro, tormenta de ideas, las nuevas y las que alguna vez fueron descartadas dejamos que usted encasille la obra donde le parezca, la premisa con la que se retira el espectador luego de ver la pieza, es que todo es válido en el proceso creativo y gracias a un director, que toma riesgos, seremos partícipes de esta velada creativa, que busca extender los límites entre realidad y ficción.
Nos gustó mucho la obra y por eso la recomendamos, teatro experimental que abre la mente del espectador, que de ninguna manera puede quedar indiferente ante esta inteligente y potente tormenta de ideas, convertida en espectáculo teatral.
Pensador Teatral.
lunes, 9 de octubre de 2017
Grotesco Fabril
Viernes 20 hs en El Crisol ( Scalabrini Ortiz 657 )
Dramaturgia de Andrés Binetti y Dirección de Martín Ortiz y Andrés Binetti.
Una muy interesante propuesta, llega de la mano de los Alumnos de la Carrera de Arte Dramático de la Universidad de Salvador, con Grotesco Fabril, que es su Proyecto de Graduación.
El año pasado, disfrutamos de Ya nadie nota tu dolor de Andrés Binetti, una conferencia perfomática muy original, en la que siete actores exponían sus emociones y sus miedos, dando ya una pauta, de su gusto por trabajar con elencos jóvenes y numerosos.
En este caso redobla la apuesta, ya que son veinte los actores en escena, algo poco usual dentro del teatro independiente y que requiere una muy buena coordinación, que solo puede lograrse con mucho ensayo y con una muy buena dirección, en este caso la del mismo Andrés, junto con Martín Ortiz, que indudablemente cumplen un rol fundamental.
Grotesco Fabril, se desarrolla en la década del cuarenta, en una fábrica de corpiños, en la que las trabajadoras ( son casi todas mujeres ) llevan a cabo agotadoras jornadas laborales, para poder cumplir con la productividad, que exige la patronal.
A lo largo de la trama, aparecerán muchos conceptos relacionados con el ADN argentino como el tango, la inmigración y la idiosincrasia diferente de cada trabajadora respecto del trabajo y como en aquellos años, trabajar en una fábrica, era un privilegio que no todos tenían y por eso había que cuidarlo con afán.
Veremos muy inteligentemente desarrollados conceptos, como linea de producción, división de trabajo y la influencia de aquellos que estando a la espera de una oportunidad de trabajo, se convierten en una amenaza, para los que tienen el trabajo, ya que con tal de conseguir el empleo, están dispuestos a cualquier sacrificio.
Además se aprecia, como pese a los esfuerzos de los jefes, para que no haya distracciones en la fábrica y solo se piense en producir, quedará claro, que el costado humano y las relaciones personales, juegan un papel clave, en cualquier grupo de trabajo y aparecerán muchas distracciones y algunos conflictos, que sin dudas atentarán contra esa productividad, casi robotizada que piensan los patrones y en la práctica, es tan lejana a la realidad.
La rutina en la fábrica, parece la de un día normal, pero no lo será, ya que contratado por el dueño de la compañia, llegará René, una publicista que estudió en New York, quien viene a diseñar una campaña publicitaria para la fábrica y para ellos necesitará tomar algunas fotos y hacer algunas preguntas.
No contaremos más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra si este publicista, tuvo éxito o no con su misión que parecía sencilla, pero que deberá luchar contra el espíritu de una fábrica que la ven, como sapo de otro pozo.
La trama de la obra, es muy dinámica, hay gran cantidad de actores en escena, suceden muchas cosas a la vez, por lo tanto hay que estar muy atento para no perderse nada y poder seguir las miradas y las reacciones de cada personaje.
Además la historia, tiene un muy buen componente musical y hay muchos cuadros destacados donde la música es protagonista.
Esta es una de esas piezas, en las que las actuaciones son el motor de la historia y más allá, del muy buen guión, son las que dan vida a la historia.
Para nosotros, que vemos muchas obras por semana, resulta un placer, poder descubrir el talento y el entusiasmo de un elenco tan joven ( con un promedio de edad es de 22 / 23 años ). Algunas de estas actrices que hoy realizan sus primeros pasos en la actuación, seguramente dentro de unos años, se destacarán en nuestro teatro independiente, que indudablemente tiene un semillero increíble, con la gran cantidad de alumnos de teatro, que estudian y se perfeccionan cada día en las muy buenas escuelas de teatro que tiene Buenos Aires, con el objetivo de hacer carrera dentro de la escena teatral.
Como dijimos son veinte actores en escena y en gran parte del espectáculo, están en forma simultanea en el escenario. Por un tema de extensión, sería muy largo, mencionar a todos, pero trataremos de ser justos y nombraremos a los que tuvieron mayor destaque.
Entre las interpretaciones que más nos gustaron, mencionamos a Denise Gómez Rivero, con un histrionismo y una fuerza actoral que nos impresionó, con sus ataques de furia y su contrariedad con la música de Gardel, los tangos y las melodías tristes en general. En nuestra humilde opinión, la de Denise es la interpretación más destacada de la pieza.
Valentina Nepote, está entre las recién llegadas a la patronal, ya que hasta hace poco tiempo era una trabajadora más. Dueña de un ángel especial, Valentina, que nos regala una actuación cargada de sensibilidad.
Lucía Suarez, es otra de las que defiende los intereses de la patronal, tiene el rol de villana y lo lleva adelante con mucha credibilidad. Otra actuación que nos gustó mucho.
Mercedes Padín, en su silla de ruedas, se destaca por su gestualidad, componiendo un personaje entrañable, con mucho encanto y muy querible.
Solo dos hombres, tiene la obra y ambos se destacan, Owen Toledo, también del lado de los jefes y Francisco Cerra, trabajador de la linea, que recibe la inesperada visita de su esposa interpretada por Isabella Guerrieri, cantante, que aprovechara su ida a ese ámbito labora, para interpretar algunos temas.
Destacamos también a Camila Campllonch, como Zambito, un muy buen proyecto de delegada, con mucho empuje, se preocupa por las condiciones de trabajo de sus compañeras y obvio no es bien vista por los jefes.
Camila Noel Baneiro, es la renguita, otro entrañable personaje, que recorre la planta con su carro y sorprenderá con una lograda coreografía de tap, Marìa Luisa Salini Tyrrell es René, la extravagante fotógrafa, que visitará la fábrica y Jeniffer Piccoli, abnegada trabajadora que arenga a sus compañeras, para que no bajen el ritmo, porque quiere cumplir con la productividad pedida.
Nos quedaron muchas chicas sin mencionar y pedimos disculpas, ya que todas cumplen su rol con mucho entusiasmo y algo que destacamos de esta puesta, es que los directores, les dan a todas, algún espacio para poder destacarse y esto es muy valioso.
La obra presenta una escenografía muy lograda a cargo de Jorgelina Herrero Pons, que simula a una fábrica de época con sus máquinas. Y otro punto a destacar es el impecable vestuario a cargo de Paz Stamboni Day, que lucen todas las protagonistas.
En definitiva, el interesante guión escrito por Andrés Binetti, es la excusa perfecta, para poder disfrutar de las deliciosas actuaciones de los jóvenes egresados de la carrera de arte dramático de la USAL, muy bien apuntaladas por el mismo Andrés y por Martín Ortiz en la dirección.
Recomendamos la obra, que resulta un verdadero soplo de aire fresco, que se filtra con mucha hidalguía, en la nutrida cartelera teatral del off porteño y como dijimos antes, el espectador disfrutará de la obra y de las interpretaciones, tratando de descubrir cuales de estas actrices en un par de años, será figura reconocida en el ambiente artístico y seguramente recordará, haberla visto en sus orígenes, en este entrañable proyecto de graduación, llamado Grotesco Fabril.
Pensador Teatral.
Dramaturgia de Andrés Binetti y Dirección de Martín Ortiz y Andrés Binetti.
Una muy interesante propuesta, llega de la mano de los Alumnos de la Carrera de Arte Dramático de la Universidad de Salvador, con Grotesco Fabril, que es su Proyecto de Graduación.
El año pasado, disfrutamos de Ya nadie nota tu dolor de Andrés Binetti, una conferencia perfomática muy original, en la que siete actores exponían sus emociones y sus miedos, dando ya una pauta, de su gusto por trabajar con elencos jóvenes y numerosos.
En este caso redobla la apuesta, ya que son veinte los actores en escena, algo poco usual dentro del teatro independiente y que requiere una muy buena coordinación, que solo puede lograrse con mucho ensayo y con una muy buena dirección, en este caso la del mismo Andrés, junto con Martín Ortiz, que indudablemente cumplen un rol fundamental.
Grotesco Fabril, se desarrolla en la década del cuarenta, en una fábrica de corpiños, en la que las trabajadoras ( son casi todas mujeres ) llevan a cabo agotadoras jornadas laborales, para poder cumplir con la productividad, que exige la patronal.
A lo largo de la trama, aparecerán muchos conceptos relacionados con el ADN argentino como el tango, la inmigración y la idiosincrasia diferente de cada trabajadora respecto del trabajo y como en aquellos años, trabajar en una fábrica, era un privilegio que no todos tenían y por eso había que cuidarlo con afán.
Veremos muy inteligentemente desarrollados conceptos, como linea de producción, división de trabajo y la influencia de aquellos que estando a la espera de una oportunidad de trabajo, se convierten en una amenaza, para los que tienen el trabajo, ya que con tal de conseguir el empleo, están dispuestos a cualquier sacrificio.
Además se aprecia, como pese a los esfuerzos de los jefes, para que no haya distracciones en la fábrica y solo se piense en producir, quedará claro, que el costado humano y las relaciones personales, juegan un papel clave, en cualquier grupo de trabajo y aparecerán muchas distracciones y algunos conflictos, que sin dudas atentarán contra esa productividad, casi robotizada que piensan los patrones y en la práctica, es tan lejana a la realidad.
La rutina en la fábrica, parece la de un día normal, pero no lo será, ya que contratado por el dueño de la compañia, llegará René, una publicista que estudió en New York, quien viene a diseñar una campaña publicitaria para la fábrica y para ellos necesitará tomar algunas fotos y hacer algunas preguntas.
No contaremos más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra si este publicista, tuvo éxito o no con su misión que parecía sencilla, pero que deberá luchar contra el espíritu de una fábrica que la ven, como sapo de otro pozo.
La trama de la obra, es muy dinámica, hay gran cantidad de actores en escena, suceden muchas cosas a la vez, por lo tanto hay que estar muy atento para no perderse nada y poder seguir las miradas y las reacciones de cada personaje.
Además la historia, tiene un muy buen componente musical y hay muchos cuadros destacados donde la música es protagonista.
Esta es una de esas piezas, en las que las actuaciones son el motor de la historia y más allá, del muy buen guión, son las que dan vida a la historia.
Para nosotros, que vemos muchas obras por semana, resulta un placer, poder descubrir el talento y el entusiasmo de un elenco tan joven ( con un promedio de edad es de 22 / 23 años ). Algunas de estas actrices que hoy realizan sus primeros pasos en la actuación, seguramente dentro de unos años, se destacarán en nuestro teatro independiente, que indudablemente tiene un semillero increíble, con la gran cantidad de alumnos de teatro, que estudian y se perfeccionan cada día en las muy buenas escuelas de teatro que tiene Buenos Aires, con el objetivo de hacer carrera dentro de la escena teatral.
Como dijimos son veinte actores en escena y en gran parte del espectáculo, están en forma simultanea en el escenario. Por un tema de extensión, sería muy largo, mencionar a todos, pero trataremos de ser justos y nombraremos a los que tuvieron mayor destaque.
Entre las interpretaciones que más nos gustaron, mencionamos a Denise Gómez Rivero, con un histrionismo y una fuerza actoral que nos impresionó, con sus ataques de furia y su contrariedad con la música de Gardel, los tangos y las melodías tristes en general. En nuestra humilde opinión, la de Denise es la interpretación más destacada de la pieza.
Valentina Nepote, está entre las recién llegadas a la patronal, ya que hasta hace poco tiempo era una trabajadora más. Dueña de un ángel especial, Valentina, que nos regala una actuación cargada de sensibilidad.
Lucía Suarez, es otra de las que defiende los intereses de la patronal, tiene el rol de villana y lo lleva adelante con mucha credibilidad. Otra actuación que nos gustó mucho.
Mercedes Padín, en su silla de ruedas, se destaca por su gestualidad, componiendo un personaje entrañable, con mucho encanto y muy querible.
Solo dos hombres, tiene la obra y ambos se destacan, Owen Toledo, también del lado de los jefes y Francisco Cerra, trabajador de la linea, que recibe la inesperada visita de su esposa interpretada por Isabella Guerrieri, cantante, que aprovechara su ida a ese ámbito labora, para interpretar algunos temas.
Destacamos también a Camila Campllonch, como Zambito, un muy buen proyecto de delegada, con mucho empuje, se preocupa por las condiciones de trabajo de sus compañeras y obvio no es bien vista por los jefes.
Camila Noel Baneiro, es la renguita, otro entrañable personaje, que recorre la planta con su carro y sorprenderá con una lograda coreografía de tap, Marìa Luisa Salini Tyrrell es René, la extravagante fotógrafa, que visitará la fábrica y Jeniffer Piccoli, abnegada trabajadora que arenga a sus compañeras, para que no bajen el ritmo, porque quiere cumplir con la productividad pedida.
Nos quedaron muchas chicas sin mencionar y pedimos disculpas, ya que todas cumplen su rol con mucho entusiasmo y algo que destacamos de esta puesta, es que los directores, les dan a todas, algún espacio para poder destacarse y esto es muy valioso.
La obra presenta una escenografía muy lograda a cargo de Jorgelina Herrero Pons, que simula a una fábrica de época con sus máquinas. Y otro punto a destacar es el impecable vestuario a cargo de Paz Stamboni Day, que lucen todas las protagonistas.
En definitiva, el interesante guión escrito por Andrés Binetti, es la excusa perfecta, para poder disfrutar de las deliciosas actuaciones de los jóvenes egresados de la carrera de arte dramático de la USAL, muy bien apuntaladas por el mismo Andrés y por Martín Ortiz en la dirección.
Recomendamos la obra, que resulta un verdadero soplo de aire fresco, que se filtra con mucha hidalguía, en la nutrida cartelera teatral del off porteño y como dijimos antes, el espectador disfrutará de la obra y de las interpretaciones, tratando de descubrir cuales de estas actrices en un par de años, será figura reconocida en el ambiente artístico y seguramente recordará, haberla visto en sus orígenes, en este entrañable proyecto de graduación, llamado Grotesco Fabril.
Pensador Teatral.
jueves, 5 de octubre de 2017
Espumas de Oriente
Domingos 19 hs en Nun Teatro ( Juan Ramírez Velazco 419 )
Dramaturgía de Irene Almus y Dirección Artística de Mariana Giovine.
Teníamos muchas expectativas, en esta obra, que transita su tercer temporada con muy buena respuesta del público y un gran reconocimiento de la crítica especializada, que la nominó como Mejor Musical Off en los Premios Hugo y Mejor Espectáculo Teatro Off Premios ACE.
Y sin suspenso ya digamos, que Espumas de Oriente cubrió ampliamente nuestras expectativas y nos gustó mucho.
La obra que es muy original, nos hace retroceder en el tiempo a las década del 60, para introducirnos en el fascinante mundo del radioteatro, que era el entretenimiento casi obligatorio y exclusivo, de los hogares argentinos, antes de la aparición de la televisión.
Seremos testigos privilegiados de lo que sucede en ese estudio de radio, desde el que se transmite el radioteatro, protagonizado por Mecha Dalbón ( Irene Almus ) una actriz madura y famosa, su partenaire es Fernán Pelesucci ( Luciano Ledesma ), un joven inexperto, que está dando sus primeros pasos y que no puede creer que está junto a una estrella como Mecha,
Pero no están solos, los acompaña el presentador ( Gabriel Virtuoso ), personaje clave de los radioteatros, que es, quien narra la historia, dá los pies a los actores y además se encarga de los efectos especiales, fundamentales en el género y que enriquecen el relato que llega a los oyentes.
Cada día, se genera un nuevo capítulo de este radioteatro musical y la relación entre Mecha y Fernán, se irá estrechando, a medida que se van conociendo, por lo tanto de manera muy inteligente veremos dos historias paralelas, la propia del radioteatro y la real entre la famosa actriz y el principiante, el narrador como atento testigo, de los vaivenes de esa relación, que sin dudas influirá en el desarrollo de los programa.
No vamos a contar más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra si el amor surgirá en aquel estudio radial y si la historia del radioteatro, se cruzará en algún momento con la vida real.
La pieza tiene una muy buena dinámica y un humor muy sano, logrando que el espectador se ria mucho, gracias a este trío de actores, que con sus caras, sus movimientos, sus mímicas y una entrega absoluta, consiguen sonoras carcajadas en la platea.
Hablemos ya de los protagonistas, que son los responsables de que esta obra resulte tan atractiva. Arranquemos por Irene Almus, que además tiene en enorme mérito, de ser la creadora de este bella historia. Su actuación es fantástica, componiendo una auténtica diva del espectáculo de aquellos años, sus caras, sus posturas, sus movimientos, se destacan muchísimo y tiene un histrionismo que sorprende. . Su gran interpretación, hizo que ganara el Premio Hugo a la Mejor Intérprete Musical Femenina en Teatro Off y muy merecido lo tiene.
Felicitamos a Irene, en su doble rol de autora y de protagonista de la pieza.
Sigamos con el presentador del radioteatro, interpretado magistralmente por Gabriel Virtuoso, un actor de experiencia, que con una voz privilegiada y mucha presencia escénica, lleva el relato en gran forma. Conduce en gran forma el relato, sus miradas diferentes para la estrella y para el principiante, sus mohines y hasta la manera en que ejecuta los efectos especiales, llevan a la risa al espectador. Magnífico su trabajo.
Y para el final, nos queda Luciano Ledesma, como Fernán, el joven actor del radioteatro, que poco a poco irá ganando la confianza de Mecha y aumentando su protagonismo. Un disfrute ver sus caras, su expresividad y sus diferentes tonos de voz. Al final de la función, nos enteramos por boca de los protagonistas, que este era el debut de Luciano en la obra, anteriormente el papel lo llevaba adelante Julian Bruno, que salió de gira con su orquesta y que había hecho un " torazo " ( término que se usa en el teatro cuando un actor sale a escena con muy poco ensayo ). Para nosotros que no habíamos visto la obra antes, fue una enorme sorpresa, ya que su actuación fue excelente, sin dudas una revelación y si esta fue su primera presentación, no queremos imaginar, lo que será cuando gane en confianza.
Sin dudas, un trío muy talentoso reunido para la ocasión, que se luce muchísimo, ya que además de sus dotes actorales, muestran también sus condiciones para la música, tocando la guitarra y entonando tango.y milongas que se disfrutan mucho..
A estas interpretaciones tan destacadas, debemos sumarle la puesta que tiene la obra, de la mano de Mariana Giovine, que cuida todos los detalles y le otorga una gran dinámica a esta historia tan entretenida.
Una escenografía sencilla, pero muy bien lograda, con esos micrófonos típicos de la radio dominando la escena y una puerta que servirá para múltiples efectos especiales. Este rubro está en manos Camila Grinstein, al igual que el vestuario, que se destaca mucho, con esos trajes elegantes, que tienen los hombres, el vestuario de Mecha y los sombreros que dan un toque de glamour a la puesta.
Muy buen diseño de luces de Fernando Chacoma y la música original de Julián Bruno también son materias a destacar.
Como pueden ver, sin grandes erogaciones económicas en el off, pero con mucho talento e ingenio, se generan una cantidad de recursos increíbles, puestos al servicio de la obra, que logran darle una gran estética artística.
En definitiva, una propuesta atractiva y muy original, la que nos acerca Espumas de Oriente, con un texto rico e inteligente de Irene Almus, que nos trae a estos tiempos modernos donde reína la teconología, el recuerdo del maravilloso mundo del radioteatro.
Recomendamos fervorosamente la obra, que nos hará reír mucho, disfrutando de las actuaciones deliciosas de este trío talentoso de actores. El aplauso prolongado que los espectadores ofrecen a los protagonistas al final de la función, confirman todos los buenos antecedentes y premios que traía la pieza y es un claro indicador, que estamos en presencia de una obra que de ninguna manera deberíamos dejar de ver.
Pensador Teatral.
Dramaturgía de Irene Almus y Dirección Artística de Mariana Giovine.
Teníamos muchas expectativas, en esta obra, que transita su tercer temporada con muy buena respuesta del público y un gran reconocimiento de la crítica especializada, que la nominó como Mejor Musical Off en los Premios Hugo y Mejor Espectáculo Teatro Off Premios ACE.
Y sin suspenso ya digamos, que Espumas de Oriente cubrió ampliamente nuestras expectativas y nos gustó mucho.
La obra que es muy original, nos hace retroceder en el tiempo a las década del 60, para introducirnos en el fascinante mundo del radioteatro, que era el entretenimiento casi obligatorio y exclusivo, de los hogares argentinos, antes de la aparición de la televisión.
Seremos testigos privilegiados de lo que sucede en ese estudio de radio, desde el que se transmite el radioteatro, protagonizado por Mecha Dalbón ( Irene Almus ) una actriz madura y famosa, su partenaire es Fernán Pelesucci ( Luciano Ledesma ), un joven inexperto, que está dando sus primeros pasos y que no puede creer que está junto a una estrella como Mecha,
Pero no están solos, los acompaña el presentador ( Gabriel Virtuoso ), personaje clave de los radioteatros, que es, quien narra la historia, dá los pies a los actores y además se encarga de los efectos especiales, fundamentales en el género y que enriquecen el relato que llega a los oyentes.
Cada día, se genera un nuevo capítulo de este radioteatro musical y la relación entre Mecha y Fernán, se irá estrechando, a medida que se van conociendo, por lo tanto de manera muy inteligente veremos dos historias paralelas, la propia del radioteatro y la real entre la famosa actriz y el principiante, el narrador como atento testigo, de los vaivenes de esa relación, que sin dudas influirá en el desarrollo de los programa.
No vamos a contar más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra si el amor surgirá en aquel estudio radial y si la historia del radioteatro, se cruzará en algún momento con la vida real.
La pieza tiene una muy buena dinámica y un humor muy sano, logrando que el espectador se ria mucho, gracias a este trío de actores, que con sus caras, sus movimientos, sus mímicas y una entrega absoluta, consiguen sonoras carcajadas en la platea.
Hablemos ya de los protagonistas, que son los responsables de que esta obra resulte tan atractiva. Arranquemos por Irene Almus, que además tiene en enorme mérito, de ser la creadora de este bella historia. Su actuación es fantástica, componiendo una auténtica diva del espectáculo de aquellos años, sus caras, sus posturas, sus movimientos, se destacan muchísimo y tiene un histrionismo que sorprende. . Su gran interpretación, hizo que ganara el Premio Hugo a la Mejor Intérprete Musical Femenina en Teatro Off y muy merecido lo tiene.
Felicitamos a Irene, en su doble rol de autora y de protagonista de la pieza.
Sigamos con el presentador del radioteatro, interpretado magistralmente por Gabriel Virtuoso, un actor de experiencia, que con una voz privilegiada y mucha presencia escénica, lleva el relato en gran forma. Conduce en gran forma el relato, sus miradas diferentes para la estrella y para el principiante, sus mohines y hasta la manera en que ejecuta los efectos especiales, llevan a la risa al espectador. Magnífico su trabajo.
Y para el final, nos queda Luciano Ledesma, como Fernán, el joven actor del radioteatro, que poco a poco irá ganando la confianza de Mecha y aumentando su protagonismo. Un disfrute ver sus caras, su expresividad y sus diferentes tonos de voz. Al final de la función, nos enteramos por boca de los protagonistas, que este era el debut de Luciano en la obra, anteriormente el papel lo llevaba adelante Julian Bruno, que salió de gira con su orquesta y que había hecho un " torazo " ( término que se usa en el teatro cuando un actor sale a escena con muy poco ensayo ). Para nosotros que no habíamos visto la obra antes, fue una enorme sorpresa, ya que su actuación fue excelente, sin dudas una revelación y si esta fue su primera presentación, no queremos imaginar, lo que será cuando gane en confianza.
Sin dudas, un trío muy talentoso reunido para la ocasión, que se luce muchísimo, ya que además de sus dotes actorales, muestran también sus condiciones para la música, tocando la guitarra y entonando tango.y milongas que se disfrutan mucho..
A estas interpretaciones tan destacadas, debemos sumarle la puesta que tiene la obra, de la mano de Mariana Giovine, que cuida todos los detalles y le otorga una gran dinámica a esta historia tan entretenida.
Una escenografía sencilla, pero muy bien lograda, con esos micrófonos típicos de la radio dominando la escena y una puerta que servirá para múltiples efectos especiales. Este rubro está en manos Camila Grinstein, al igual que el vestuario, que se destaca mucho, con esos trajes elegantes, que tienen los hombres, el vestuario de Mecha y los sombreros que dan un toque de glamour a la puesta.
Muy buen diseño de luces de Fernando Chacoma y la música original de Julián Bruno también son materias a destacar.
Como pueden ver, sin grandes erogaciones económicas en el off, pero con mucho talento e ingenio, se generan una cantidad de recursos increíbles, puestos al servicio de la obra, que logran darle una gran estética artística.
En definitiva, una propuesta atractiva y muy original, la que nos acerca Espumas de Oriente, con un texto rico e inteligente de Irene Almus, que nos trae a estos tiempos modernos donde reína la teconología, el recuerdo del maravilloso mundo del radioteatro.
Recomendamos fervorosamente la obra, que nos hará reír mucho, disfrutando de las actuaciones deliciosas de este trío talentoso de actores. El aplauso prolongado que los espectadores ofrecen a los protagonistas al final de la función, confirman todos los buenos antecedentes y premios que traía la pieza y es un claro indicador, que estamos en presencia de una obra que de ninguna manera deberíamos dejar de ver.
Pensador Teatral.
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