Dramaturgia y Dirección de Agustín Rittano.
Una propuesta muy interesante, nos acerca Un Puma todo Dorado, obra escrita por Agustín Rittano, joven autor nacido en la localidad puntana de Tilisarao,que nos ofrece una hermosa semblanza de la vida en el campo, volcando vivencias de su infancia, trayendo esos personajes tan pintorescos que siempre existen en los pagos chicos y dando lugar a las historias y leyendas, que son moneda corriente en el campo, donde ese folklore, tiene enorme importancia.
La historia, que tiene mucho de fantástico y es muy poética, podemos encuadrarla en el género de comedia negra. Se inicia, con intriga, con una mujer madura, que vive en la ciudad y que vá al campo profundo, donde recurre a los servicios de el Gringo, un baqueano, que le servirá de guía, para llegar a un sitio determinado por ella, para cumplir una tarea, que no vamos a revelar en estas líneas, para mantener el suspenso.
Pero en medio de esa travesía, a esta mujer, se le cruzarán en su mente, recuerdos de su infancia, de cuando era una niña y estuvo caminado por ese mismo lugar, al que ahora retorna. Aquellos recuerdos parecen atormentarla y decide ir contando esa historia a El Gringo, que de mala gana la escucha.
En aquel relato, ella era chica, era la niña Mari, que en un momento que se aleja de sus padres y se encuentra con Darmenia Peñaloza y con Peto su hermano mayor. Ella una niña de ciudad y los Peñaloza, dos bichos de campo, que conocen todos los secretos de aquellas extensas pampas. La situación parece peligrosa para esa niña ingenua. Le cuentan a la niña, que están sufriendo en la zona, los ataques de un puma dorado, una bestia con una astucia única, } experta en camuflarse, se come el ganado, las gallinas y es una amenaza para todo aquel que habite en esos parajes.
Presente y pasado, se confundirán por momentos, todo parece ocurrir en la mente de esa mujer, que sin dudas vivió algo muy fuerte en el pasado, algo que la marcó y esa vivencia, la persigue hasta estos días y su retorno al campo, sin dudas es para saldar esa cuenta pendiente.
La pieza como dijimos es una pintura riquísima del mundo campestre y de sus personajes, plena de poesía y con la lógica de pueblo chico, en donde todos se conocen y se mira con recelo a la gran ciudad y a quienes llegan de ella.
La trabajada dramaturgia de Rittano, encuentra eco, en los excelentes intérpretes elegidos para contar la historia, con un elenco que repite gran parte de su anterior obra, la Oveja Abandonada.
Arranquemos por María de Cousandier, la protagonista de la obra, es la mujer que vuelve al campo, para cerrar una historia aún abierta, que la movilizó mucho, tanto que debe convivir con esos recuerdos que la invaden a cada momento. Un gran trabajo el de María, jugando con su cuerpo y su gestualidad, para pasar en instantes de ser una mujer madura, a una niña inocente. Gran trabajo de María, en un papel complejo.
Su acompañante en la travesía es Rodrigo Martínez Eguizabal, como El Gringo, un gaucho, muy bien personificado, que parece esconder más de lo que dice. Rodrigo además de su buena actuación, nos regala los momentos musicales que tiene la pieza, cantando y tocando la guitarra.
El mayor de los Peñaloza, es Peto, interpretado por Fernanda Pérez Bodria, siendo un varón recio, preocupado por dar muerte al puma y con disimulado interés por la niña. Lograda interpretación.
Fernanda Bercovich, es Darmenia Peñaloza, un entrañable personaje campestre, sus movimientos, sus tonos de voz, todo es destacable. Una composición de personaje notable , siendo Fernanda con su histrionismo, quien mayores risas del público consigue y junto con María, para nosotros son las actuaciones más destacadas que presenta la obra.
Se nota, que todo el elenco está compenetrado con la idea del autor y ese compromiso se nota en cada interpretación, ya que no son sencillos los papeles a representar y en algún momentos hasta cambian algunos roles.
La puesta tiene varios elementos a destacar, una escenografía poco cargada, con un alambre, que marca los límites muy claramente del adentro y el afuera, se destaca el vestuario que caracteriza muy bien a todos los personajes, ambos ítems a manos de Peonía Veloz y la iluminación de Soledad Ianni. Todos elementos que contribuyen a recrear la atmósfera campestre que requiere la pieza y agregan valores, para que la puesta resulte muy atractiva
En definitiva, una muy buena propuesta la que nos ofrece la pluma de Agustín Rittano, una colorida semblanza de nuestro Interior, de nuestras Pampas, en este caso del Valle de Traslasierra, trayendo personajes y leyendas, que sin dudas existen en el campo y que los que habitamos la ciudad, muchas veces subestimamos, desconociendo el peso que tienen.
La historia si bien está presentada en un marco de comedia, es profunda y abieta, ya que nos muestra como muchas veces, situaciones que vivimos en nuestra infancia, puedan dejar cicatrices, que aunque pasen los años, no desaparecerán.
Nos gustó mucho la obra y por eso recomendamos emprender este viaje al campo profundo que nos propone el autor, para ayudar a sus entrañables personajes, a dar caza a ese Puma Dorado, que hace tantos años, asola las pampas y sus mentes.
Pensador Teatral.