Lunes 21 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )
Una creación notable llega de la mano de Pompeyo Audivert, en una pieza que logra reunir poesía, historia y teatro en una puesta potente y atrapante, donde de a poco, el espectador se vá introduciendo en este mundo fantasmal e histórico que nos propone el autor.
Digamos que Audivert, a quien disfrutamos como actor, viéndolo brillar en el escenario en obras que pese al tiempo transcurrido, todavía recordamos. En los últimos años, se ha convertido en uno de los dramaturgos y directores talentosos de nuestra escena, destacando siempre por la calidad de sus trabajos.
Riguroso y minucioso es sus abordajes, Pompeyo presenta una poética en su dramaturgia que lo distingue. Pregona un estilo particular, con el que gusta recrear hechos emblemáticos de nuestra historia. Audivert cuenta que en general el teatro suele ser mostrado como un espejo, algo que refleja lo que sucedería en la realidad y lo que estaría faltando hoy es un piedrazo en ese espejo, no para extinguir la idea del reflejo, sino para romper la estabilidad del teatro, su linealidad y tratar de ver más allá de ese espejismo histórico, esa letra rígida y animarse a ver que hay detrás de las máscaras.
Con este preámbulo, ya anunciamos que Operación Nocturna, no es una obra más, que puede desapercibida, por lo contrario, es una pieza vigorosa y con una complejidad que requerirá de un espectador atento y abierto de mente, para sacar pasajes para al viaje que emprenderemos al apagarse las luces de la sala y empezar a ver luces de las linternas rompiendo la oscuridad.
No queremos contar demasiado de la trama, ya que lo ideal, es que el espectador vaya descubriendo el calidoscopio histórico que el autor nos irá presentando, con una amplitud y una variedad que sorprende, apareciendo fragmentos de Los Derechos de la Salud de Florencio Sánchez, la figura omnipresente de Evita y su enfermedad, la influencia del General. Escucharemos algunas estrofas del Martín Fierro, apariciones de Juan Moreira, Facundo Quiroga y yendo más atrás en la historia, aparecerá Podestá y el Payaso Pepino, toda una celebridad a comienzos del Siglo 20, que aquí en vez de aparecer con su número 88, tendrá un vestuario que incluye calaveras y el 78, recordando aquel Mundial organizado en nuestro país, que sirvió como medio de propaganda de la última dictadura.
El lector leyendo el párrafo anterior, notará la ambición y profundidad de una propuesta, compleja y potente, que mostrará hechos y personaje de nuestra historia, con un estética muy cuidada, onírica y esa poética que es marca distintiva del autor.
Las actuaciones son sobresalientes, el texto como dijimos tiene un grado de dificultad, que requiere una entrega y un compromiso absoluto de los actores, siendo esto algo que se nota se cumple a rajatabla, ya que se los nota a todos muy identificados con el proyecto.
Vamos a mencionarlos a cada integrante del elenco ya que se lucen en el conjunto y también en lo individual, entendiendo que lo principal es la historia a contar, siendo sus cuerpos instrumentos fundamentales para transmitir el mensaje ( la corporalidad es una faceta siempre explotada por Audivert )
Quienes nos deleitaran durante la trama son Susana Herrero Markov, Ivana Zarcharski, Milagros Fabrizio, Yasmina Cura, Ramiro Alvarez Peña, Fernando Arfuso, Andrés Buzzurro, Analia Di Nubila Salerno, Gustavo Saborido y Adrián Túfolo.
Además de la dramaturgia exquisita, unos de los puntos muy fuertes de Operación Nocturna es la factura de su original puesta, donde los propios actores, portando linternas en sus manos, serán los iluminadores de las distintas escenas. Se crea una atmósfera espectral en la sala, donde la oscuridad y la penumbra dominarán el ambiente.
Uno de los ítems para para destacar son el vestuario de Lucia Rabey, otro el maquillaje y las máscaras que son fundamentales para recrear los diferentes personajes, así también como la música de Claudio Peña que aporta a los diferentes climas. Se nota la minuciosidad en la dirección, cuidando todos los detalles y dotando al espectáculo, de una belleza estética que debemos destacar.
Sin dudas Operación Nocturna, es una propuesta distinta que merece verse. No es una obra sencilla, pero en su complejidad, también está su mérito, ya que cada espectador irá armando su propia obra, de acuerdo a su edad y al conocimiento que tiene de nuestra historia, siendo esta una de esas piezas, que merecen verse más de una vez, para una compresión mayor.
El relato se encargará de presentar retazos históricos de Argentina, en formato teatral, con mucho teatro dentro del teatro y una poética exquisita. Por la potencia del texto, lo atractivo de la puesta y las magníficas actuaciones que se presentan, solo queda recomendar Operación Nocturna, una obra que moviliza y conmueve, ya que deja al descubierto como la pasión y la violencia, siempre fueron grandes protagonistas de la historia de nuestro país.
Pensador Teatral.