Dramaturgia de José María Gómez Samela y Dirección de Malena Bernardi.
Miércoles 20 30 hs en La Pausa Teatral ( Corrientes 4521 )
Una propuesta original llega desde el Litoral profundo de la mano José María Gómez Samela, el joven autor de Irupé Sesoí, la diva de la Epistemología, título que suena bastante enigmático, para el espectador que no tiene certezas, con que se encontrará, cuando las luces y los celulares se apaguen.
Y digamos, que descubrirán la historia de vida de una mujer, que siempre luchó por ser alguien en su existencia, por dejar alguna huella. Nacida en el humilde interior correntino, no se resignó a las limitaciones de un entorno pobre y adverso, sumada a su propia familia, que nunca la apoyó en su vocación.
Irupé ya desde la infancía, sentía fascinación por el cine y las divas de Hollywood, jugando en los sueños con ser ella alguna vez, la protagonista de esas películas. Sabia que para lograrlo, debía crecer mucho desde lo intelectual, tendría que estudiar y leer mucho para progresar.
Cuando entró en la adolescencia, se animó a viajar a Buenos Aires, la gran ciudad, en busca de un futuro y como estudiante de sociología descubrió a Nietzche y a Foucault, de quien se enamoró perdidamente. Sus textos empezaban a darle un sentido a la vida y luego de algunos años pudo convertirse en socióloga y llegar a ser una respetada profesora en la universidad. Quién lo hubiera imaginado años atrás ?? Ella estaba orgullosa de su logro y se sentía como una diva de la epistemología, que es la disciplina que estudia el conocimiento.
No vamos a contar mucho más, solo decir que a lo largo del unipersonal, iremos conociendo la sacrificada vida de esta mujer que llegó desde Corrientes y pudo reinventarse.
A lo largo del relato, Irupé nos hablará de su infancia complicada, su difícil relación con el padre, la traición de su hermano menor, su llegada a la gran ciudad, sus salidas al Parakultural, su fallido matrimonio que incluyeron maltratos físicos, la relación complicada con su hija y el sexo como una variable importante en su vida, reprimida al comienzo y símbolo de liberación el el final No contaremos más, solo decir, que la violencia siempre la acompañará de cerca y pese a ello, nunca se rendirá, tratando siempre de responder dando vuelta la página y con una sonrisa esperanzadora.
Contemos que cuando José María, escribió el texto, lo pensó para una actriz para el papel, la cuestión es que el tiempo pasaba y esa actriz que buscaba nunca llegaba y fue entonces, cuando alguno de sus maestros de teatro, le sugirió, que él mismo, debía interpretar a Irupé. Al principio, pensó que era una broma, pero con el tiempo le gustó la idea. Significaba un desafío enorme para el autor y un largo trabajo para encontrar el personaje, ya que tenía que ponerse en la piel de esa mujer, que el mismo había creado.
Y la ocurrencia resultó perfecta, alentado por Malena Bernardi, la directora, de a poco fue encontrando el registro adecuado y componiendo el personaje delicioso que hoy vemos en el escenario. Nacido en Corrientes Capital, el mismo reveló, que exageró un poco el acento, para darle una tonada bien característica a su Irupé, incorporando muchos modismos y palabras del acervo litoraleño, como chamigo, catú y muchas otras. En el mismo título de la obra, tenemos otra de ellas, porque sesoí, se le dice en Corrientes, a quien tiene pocas luces o como la la palabra lo sugiere, a quien tiene poco seso.
La interpretación de José María es superlativa, se lo nota muy cómodo con el personaje y le dá un vuelo hermoso al mismo, hay mucho amor en su actuación y ello supera alguna situación confusa o abierta de la dramaturgia. Sus tonos de voz, sus gestos y sus movimientos, están en armonía con el personaje y el espectador lo disfruta mucho. Es para destacar, la manera que transita los diferentes momentos, sabiendo pasar en segundos de momentos de hondo dramatismo, a otros muy graciosos, algo que no es sencillo, Siendo esto posible por la chispa y la entrega absoluta del protagonista.
Pero José María no está solo en escena, lo acompaña en gran forma, Rodolfo Lema, músico en vivo, que con la batería y un órgano moderno, compone melodías y crea sonidos, que además de darle mucho colorido y atractivo a la puesta, colabora de manera fundamental. en crear los climas que la trama pide.
En la puesta también contribuye, un diseño escenográfico con mucho brillo de Lola Gullo y también debemos mencionar a Julieta Iribe, encargada del vestuario y maquillaje de Irupé, dando distinción y glamour a la diva de la epistemología. Nos gustó la puesta íntima propuesta por la directora, creando la atmósfera ideal para que la protagonista, sienta comodidad para confesarse ante su público.
En definitiva, una propuesta simple y muy interesante, que nos muestra a una mujer del interior profundo, en este caso Irupé, pero representado a muchas otras mujeres silenciosas, que pudieron vencer las dificultades impuestas por un entorno adverso, que las dsicriminó, pudiendo con mucho esfuerzo y amor propio, ser alguien en la vida y sentirse orgulloso de ello.
Disfrutamos de la historia de Irupé, con una dirección orientadora y precisa de Malena Bernardi, que apuntala a la gran figura de la noche, José Maria Gómez Samela, uno de los fundadores del grupo de teatro Ambaí, que hoy tiene 19 años y es un orgullo para Corrientes. Conquista a la platea, con una simpatía contagiosa y brindando una hermosa interpretación, con acento bien correntino. Por eso recomendamos hagan caso a Irupé, que invita a sus queridos chamigos y chamigas a que conozcan su historia de vida y de superación personal.
Pensador Teatral.
miércoles, 5 de diciembre de 2018
sábado, 1 de diciembre de 2018
Malditos Tacos
Dirección General de Roberto Lachivita.
Sábados 20 hs en Teatro Boedo XXI ( Av. Boedo 853 )
Una estupenda y valiente propuesta llega de la mano de Malditos Tacos, ciclo creado hace cinco años por Roberto Lachivita, con el objetivo de producir e incentivar manifestaciones que están vigentes en el colectivo social, dando el espacio a nuevas figuras que aparecen en nuestro teatro off. Este año el elenco lo componen Belen Asensio y Camila Seibo, dos jóvenes y talentosas actrices, ambas de 21 años, que eligen comprometerse con la realidad y denunciar lo que les sucede, a muchas mujeres sin voz.
El formato que nos propone la obra es interesante, son dos monólogos independientes entre sí, con un mismo hilo conductor, la violencia y el abuso sexual que sufrieron dos mujeres y la manera en cada una de ellas reacciona ante una experiencia límite.
El primero de los monólogos, interpretado por Belen Asensio, está inspirado en el texto " La Violación " de Darío Fo y es realmente muy fuerte.
Asensio se pone en la piel de Franca, una mujer que cuenta ese interminable viaje en una camioneta donde cuatro hombres la secuestraron y la llevan maniatada para abusar de ella. El texto es crudo, sórdido y no dá respiros, el público sigue con un silencio sepulcral el conmovedor relato de la protagonista.
Una excelente composición de Belén, en su primer trabajo "profesional ", con una interpretación que le exige una entrega absoluta desde lo físico y lo mental, resultando un enorme desafío que resuelve de manera admirable. Conmovedora su interpretación, en la que logra transmitir toda la angustia y el daño psicológico, sufrido por esa mujer. Como dato final y esclarecedor, mencionar, que este monólogo está basado en un caso real, cercano al autor, siendo esto algo que realza su significado.
El segundo monólogo, es interpretado por Camila Sebio, otra joven actriz, a quien en este conocíamos ya por su brillante interpretación en Chocolate Amargo, una entrañable obra del off, donde interpretaba a una niña con retraso madurativo, víctima de abuso infantil. Aquí interpreta un texto de Lautaro Vilo, " La Gracia ", que habla de una violación, desde un ángulo diferente, ya que la protagonista interpreta a Vilma, una mujer que visita el hospital, en el que se encuentra internado un hombre, con quemaduras en el 70 % de su cuerpo. Lo particular es que aquel individuo, sufrió las quemaduras en un incendio en la cárcel donde se encontraba detenido, por haber abusado de la mujer que ahora lo visita, algo que sueña difícil de comprender y aceptar.
La actuación de Camila es estupenda, componiendo a una mujer algo ingenua, que sin dudas tiene incorporado algo del Síndrome de Estocolmo, en su comportamiento. Destacamos la expresividad de Camila, que se muestra muy suelta, rompiendo la cuarta pared en más de una oportunidad, mostrando un dominio escénico y una seguridad difícil de lograr con su edad, componiendo un personaje muy complejo, de manera admirable.
Entendemos que es muy acertada la elección de dos textos que hablando de un mismo tema, el abuso y la violencia de género, son tan distintos y aportan su mirada desde dos prismas distintos, el primero duro y asfixiante, sin dar tregua, siendo el segundo presentado de manera más suave, dando un respiro al espectador, pero logrando transmitir de igual forma el mensaje y dejando al descubierto, como muchas veces, las reacciones luego de sufrir un abuso, puede ser muy diferente, ya que no estamos preparado para ellos y reflexionar también, como muchas veces una asistencia psicológica que no llega o que la víctima por el trauma que experimenta, no puede recibir, puede tener consecuencias graves. Además textos muestran como muchas veces las instituciones no son confiables para la víctima o no la asisten de la manera que deberían hacerlo, dejando a la víctima en un estado de absoluta indefensión.
Destacamos la importancia del ciclo, que pone en el tapete una temática que cuando ocurre algún hecho grave, encuentra repercusión en los medios, pero pasado unos días la noticia cae en el olvido, por eso es importante que el teatro tome el tema, para que la problemática sea escuchada y tantas víctimas silenciosas o silenciadas tengan voz.
Por ello es fundamental la valentía de las protagonistas, Belén y Camila, que se comprometen totalmente con la causa y logran conmover con sus interpretaciones, mostrando una sensibilidad que llega al corazón del espectador.
Asistimos a la última función de esta temporada de la obra, en un día especial donde la ciudad estaba sitiada y con problemas de transporte por la celebración del G-20, pese a ello, la sala estaba colmada, lo que habla de la gran repercusión que tuvo el espectáculo, gracias al boca a boca, herramienta fundamental en el off.
Solo queda felicitar a todo el equipo de Malditos Tacos, teatro independiente de calidad y creador de conciencia social, augurando una segunda temporada para la obra, algo que merece con creces.
Pensador Teatral.
Sábados 20 hs en Teatro Boedo XXI ( Av. Boedo 853 )
Una estupenda y valiente propuesta llega de la mano de Malditos Tacos, ciclo creado hace cinco años por Roberto Lachivita, con el objetivo de producir e incentivar manifestaciones que están vigentes en el colectivo social, dando el espacio a nuevas figuras que aparecen en nuestro teatro off. Este año el elenco lo componen Belen Asensio y Camila Seibo, dos jóvenes y talentosas actrices, ambas de 21 años, que eligen comprometerse con la realidad y denunciar lo que les sucede, a muchas mujeres sin voz.
El formato que nos propone la obra es interesante, son dos monólogos independientes entre sí, con un mismo hilo conductor, la violencia y el abuso sexual que sufrieron dos mujeres y la manera en cada una de ellas reacciona ante una experiencia límite.
El primero de los monólogos, interpretado por Belen Asensio, está inspirado en el texto " La Violación " de Darío Fo y es realmente muy fuerte.
Asensio se pone en la piel de Franca, una mujer que cuenta ese interminable viaje en una camioneta donde cuatro hombres la secuestraron y la llevan maniatada para abusar de ella. El texto es crudo, sórdido y no dá respiros, el público sigue con un silencio sepulcral el conmovedor relato de la protagonista.
Una excelente composición de Belén, en su primer trabajo "profesional ", con una interpretación que le exige una entrega absoluta desde lo físico y lo mental, resultando un enorme desafío que resuelve de manera admirable. Conmovedora su interpretación, en la que logra transmitir toda la angustia y el daño psicológico, sufrido por esa mujer. Como dato final y esclarecedor, mencionar, que este monólogo está basado en un caso real, cercano al autor, siendo esto algo que realza su significado.
El segundo monólogo, es interpretado por Camila Sebio, otra joven actriz, a quien en este conocíamos ya por su brillante interpretación en Chocolate Amargo, una entrañable obra del off, donde interpretaba a una niña con retraso madurativo, víctima de abuso infantil. Aquí interpreta un texto de Lautaro Vilo, " La Gracia ", que habla de una violación, desde un ángulo diferente, ya que la protagonista interpreta a Vilma, una mujer que visita el hospital, en el que se encuentra internado un hombre, con quemaduras en el 70 % de su cuerpo. Lo particular es que aquel individuo, sufrió las quemaduras en un incendio en la cárcel donde se encontraba detenido, por haber abusado de la mujer que ahora lo visita, algo que sueña difícil de comprender y aceptar.
La actuación de Camila es estupenda, componiendo a una mujer algo ingenua, que sin dudas tiene incorporado algo del Síndrome de Estocolmo, en su comportamiento. Destacamos la expresividad de Camila, que se muestra muy suelta, rompiendo la cuarta pared en más de una oportunidad, mostrando un dominio escénico y una seguridad difícil de lograr con su edad, componiendo un personaje muy complejo, de manera admirable.
Entendemos que es muy acertada la elección de dos textos que hablando de un mismo tema, el abuso y la violencia de género, son tan distintos y aportan su mirada desde dos prismas distintos, el primero duro y asfixiante, sin dar tregua, siendo el segundo presentado de manera más suave, dando un respiro al espectador, pero logrando transmitir de igual forma el mensaje y dejando al descubierto, como muchas veces, las reacciones luego de sufrir un abuso, puede ser muy diferente, ya que no estamos preparado para ellos y reflexionar también, como muchas veces una asistencia psicológica que no llega o que la víctima por el trauma que experimenta, no puede recibir, puede tener consecuencias graves. Además textos muestran como muchas veces las instituciones no son confiables para la víctima o no la asisten de la manera que deberían hacerlo, dejando a la víctima en un estado de absoluta indefensión.
Destacamos la importancia del ciclo, que pone en el tapete una temática que cuando ocurre algún hecho grave, encuentra repercusión en los medios, pero pasado unos días la noticia cae en el olvido, por eso es importante que el teatro tome el tema, para que la problemática sea escuchada y tantas víctimas silenciosas o silenciadas tengan voz.
Por ello es fundamental la valentía de las protagonistas, Belén y Camila, que se comprometen totalmente con la causa y logran conmover con sus interpretaciones, mostrando una sensibilidad que llega al corazón del espectador.
Asistimos a la última función de esta temporada de la obra, en un día especial donde la ciudad estaba sitiada y con problemas de transporte por la celebración del G-20, pese a ello, la sala estaba colmada, lo que habla de la gran repercusión que tuvo el espectáculo, gracias al boca a boca, herramienta fundamental en el off.
Solo queda felicitar a todo el equipo de Malditos Tacos, teatro independiente de calidad y creador de conciencia social, augurando una segunda temporada para la obra, algo que merece con creces.
Pensador Teatral.
viernes, 30 de noviembre de 2018
Minas
Dramaturgia de Diana Amiama y Dirección de Ana Alvarado.
Viernes 21 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )
La obra ambientada en los años noventa, explora en el interior del universo femenino y lo hace contando la historia de tres amigas que se conocen de la escuela secundaria. Hoy las tres ya pasaron los 40 años, ha corrido mucha agua bajo el puente y sin que lo sepan, parece un momento adecuado para hacer un balance de sus vidas.
Las acciones se desarrollan en la casa de Yiya y allí las tres amigas de siempre, compartirán una noche de confesiones, recuerdos y también pases de facturas. Son muchas las anécdotas vividas y los momentos compartidos, aunque a medida que la velada avanza y el alcohol comienza a hacer efecto, parece que las cuentas pendientes y los rencores, son más grandes de lo que ellas piensan.
La trama es entretenida, con muchos momentos graciosos y divertidos, pero también con mucho realismo, como dijimos los tragos, parecen romper algunas inhibiciones y afloran viejas tensiones. La camaradería y el compañerismo que parecía blindar la amistad del trío, escondía una crueldad que estuvo pugnando muchos años por salir a la superficie.
La dramaturgia se apoya en las muy buenas actuaciones que tiene la obra, ya que se presentan tres mujeres con personalidades bien diferenciadas y con caminos muy distintos que tomaron en sus vidas adultas. Ya poco queda de esas amigas tan unidas de la secundaria, el destino les deparó a cada una experiencias bien diferentes.
Silvia Hilario es Yiya, la más liberal de las tres, divorciada y con una hija que no vive con ella, tuvo una vida llena de experiencias. Estuvo exiliada unos años en Brasil y allí conoció a un gran amor. Es la más espiritual de todas, con una vida interior muy rica, pero pese a ella tiene un presente errante. Nos gustó mucho la actuación de Silvia, muy expresiva, con una energía muy arriba y disfrutamos mucho de sus pasajes en portugués.
Milagros Gallo es Eugenia, católica practicante, es la mujer políticamente correcta, la Susanita del grupo, legalmente casada y con una hija. Su vida parece consagrada a respetar los mandatos sociales. Aunque como muchas veces ocurre en la vida real, esa perfección que se quiere vender es solo aparente y cuando se mira con detenimiento, se observan que la realidad es muy distinta. Muy bueno lo de Milagros.
Y para el final dejamos a Andrea Jaet como Adelita. En actuaciones muy parejas por lo buenas, para nosotros fue quien más se destacó, componiendo a una abogada exitosa en la profesión, pero sin suerte en el amor, soltera y sin hijos, nunca pudo encontrar al hombre correcto, siempre se sintió atraída por hombres casados o amores imposibles. Destacamos la actuación de Andrea, por su histrionismo y por la acidez que logra imprimir a su personaje, que cuando se enoja es temible y tiene una lengua muy filosa.
Como dijimos antes, el pilar de la obra son las actuaciones, las tres actrices muestran mucha química entre ellas, se nota se divierten en escena y entendemos que uno de los mayores méritos de la pieza, es mostrar a tres amigas verdaderas, que resultan creíbles y debido a ella la platea femenina se identifica plenamente con ellas.
Destacamos de la puesta el muy buen componente musical que tiene la obra, acompañando los momentos diferentes de la trama, siendo uno de los elementos característicos de la misma, mérito aquí de Cecilia Candia, a cargo del diseño musical y sonoro.
En definitiva, si bien el tema es trillado, se logra una propuesta atractiva e íntima, donde principalmente las mujeres podrán verse reflejadas, asimismo y con su grupo de amigas, mostrando como muchas veces algunas relaciones pese a ser duradera a lo largo de años, esconden muchas broncas acumuladas, que en el momento de salir a superficie, pueden hacer mucho daño, siendo relaciones altamente tóxicas.
Pasamos una muy linda noche de teatro, espiando la reunión de viejas amigas, para reflexionar y ver como el paso de la vida siempre deja cicatrices y en algún momento llegará la hora de hacer un balance, que puede ser más doloroso, del que queremos imaginar.
Pensador Teatral.
Viernes 21 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )
La obra ambientada en los años noventa, explora en el interior del universo femenino y lo hace contando la historia de tres amigas que se conocen de la escuela secundaria. Hoy las tres ya pasaron los 40 años, ha corrido mucha agua bajo el puente y sin que lo sepan, parece un momento adecuado para hacer un balance de sus vidas.
Las acciones se desarrollan en la casa de Yiya y allí las tres amigas de siempre, compartirán una noche de confesiones, recuerdos y también pases de facturas. Son muchas las anécdotas vividas y los momentos compartidos, aunque a medida que la velada avanza y el alcohol comienza a hacer efecto, parece que las cuentas pendientes y los rencores, son más grandes de lo que ellas piensan.
La trama es entretenida, con muchos momentos graciosos y divertidos, pero también con mucho realismo, como dijimos los tragos, parecen romper algunas inhibiciones y afloran viejas tensiones. La camaradería y el compañerismo que parecía blindar la amistad del trío, escondía una crueldad que estuvo pugnando muchos años por salir a la superficie.
La dramaturgia se apoya en las muy buenas actuaciones que tiene la obra, ya que se presentan tres mujeres con personalidades bien diferenciadas y con caminos muy distintos que tomaron en sus vidas adultas. Ya poco queda de esas amigas tan unidas de la secundaria, el destino les deparó a cada una experiencias bien diferentes.
Silvia Hilario es Yiya, la más liberal de las tres, divorciada y con una hija que no vive con ella, tuvo una vida llena de experiencias. Estuvo exiliada unos años en Brasil y allí conoció a un gran amor. Es la más espiritual de todas, con una vida interior muy rica, pero pese a ella tiene un presente errante. Nos gustó mucho la actuación de Silvia, muy expresiva, con una energía muy arriba y disfrutamos mucho de sus pasajes en portugués.
Milagros Gallo es Eugenia, católica practicante, es la mujer políticamente correcta, la Susanita del grupo, legalmente casada y con una hija. Su vida parece consagrada a respetar los mandatos sociales. Aunque como muchas veces ocurre en la vida real, esa perfección que se quiere vender es solo aparente y cuando se mira con detenimiento, se observan que la realidad es muy distinta. Muy bueno lo de Milagros.
Y para el final dejamos a Andrea Jaet como Adelita. En actuaciones muy parejas por lo buenas, para nosotros fue quien más se destacó, componiendo a una abogada exitosa en la profesión, pero sin suerte en el amor, soltera y sin hijos, nunca pudo encontrar al hombre correcto, siempre se sintió atraída por hombres casados o amores imposibles. Destacamos la actuación de Andrea, por su histrionismo y por la acidez que logra imprimir a su personaje, que cuando se enoja es temible y tiene una lengua muy filosa.
Como dijimos antes, el pilar de la obra son las actuaciones, las tres actrices muestran mucha química entre ellas, se nota se divierten en escena y entendemos que uno de los mayores méritos de la pieza, es mostrar a tres amigas verdaderas, que resultan creíbles y debido a ella la platea femenina se identifica plenamente con ellas.
Destacamos de la puesta el muy buen componente musical que tiene la obra, acompañando los momentos diferentes de la trama, siendo uno de los elementos característicos de la misma, mérito aquí de Cecilia Candia, a cargo del diseño musical y sonoro.
En definitiva, si bien el tema es trillado, se logra una propuesta atractiva e íntima, donde principalmente las mujeres podrán verse reflejadas, asimismo y con su grupo de amigas, mostrando como muchas veces algunas relaciones pese a ser duradera a lo largo de años, esconden muchas broncas acumuladas, que en el momento de salir a superficie, pueden hacer mucho daño, siendo relaciones altamente tóxicas.
Pasamos una muy linda noche de teatro, espiando la reunión de viejas amigas, para reflexionar y ver como el paso de la vida siempre deja cicatrices y en algún momento llegará la hora de hacer un balance, que puede ser más doloroso, del que queremos imaginar.
Pensador Teatral.
jueves, 29 de noviembre de 2018
Amor de Película
Dramaturgia y Dirección de Héctor Díaz.
Jueves 21 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )
En el marco de Teatro Líquido, que reúne a un colectivo de jóvenes autores en Espacio Callejón, llega Amor de Película, opera prima de Héctor Diaz, reconocido actor con gran trayectoria en televisión y teatro, que tiene un debut muy auspicioso como dramaturgo, ya que presenta una comedia muy divertida, que se apoya en un texto ágil y en actuaciones muy destacadas del muy buen elenco reunido para el proyecto.
La obra, toma como base la cocina de la industria cinematográfica, siendo una sátira que se nutre de situaciones de la realidad y personajes que habitan ese mundo, con puntos de coincidencias con el universo teatral y televisivo, donde aparecen guionistas que siempre dicen tener las mejores historias, debiendo convencer a productores que en muchos casos se aprovechan de su posición de poder y conviviendo con personajes de organismos oficiales que manejan subsidios y partidas que reparten con dudosa discrecionalidad.
Uno de los méritos de Héctor, es tomar todos estas situaciones reales y llevarlas a un guíón teatral, donde realidad y ficción estarán en permanente pelea y donde muchas veces esa ficción se irá armando y modificando de acuerdo a hechos que se irán produciendo en la vida diaria.
Tratando de no contar demasiado, digamos que Amor de Película, nos contará la historia de Julián un guionista cuarentón y algo anticuado, al que parece le pasó el cuarto de hora, en cuanto a sus creaciones y hace tiempo no logra que sus proyectos de guiones sean seleccionados.
Su supuesto amigo Federico, dueño de una productora de dudosa reputación, viene rechazando sus trabajos por no ser los que pide el público. De manera casual cuando está terminando una fallida reunión entre guionista y productor, llegará Paula, una joven youtuber, con miles de seguidores de Instagram y mucha llegada en las redes, que estaba citada justo ese día.
Al productor, apremiado por presentar rápido un guión exitoso, a un oscuro funcionario que maneja subsidios y le debe favores, se le ocurre una idea interesante, que el guionista y la youtuber, trabajen juntos escribiendo un guión, que debe tratar de ellos mismos, dos personas de distintas generaciones, que se unen para escribir una historia y cuando están avocados en esa tarea, aparece la llama del amor entre ellos.
La idea del productor parecía muy buena, lo que no imaginaba, era que en el argumento encargado, debido a la picardia de la youtuber, lo incluiría en la trama, junto a su influyente secretaria, como así también el funcionario del organismo que maneja los subsidios. Cuando los involucrados reciben los primeros capítulos y descubren sin quererlo, ser parte de la historia, los ánimos se crisparán y harán sus mayores esfuerzos, para parar todo o en su defecto quedar bien parados en en la trama.
Hasta allí contaremos, dejaremos que sea el espectador cuando vea la obra, descubra como irá cambiando el argumento a medida que los autores e involucrados, se van enterando de lo que irá sucediendo y reaccionando en consecuencia.
La trama es divertida y muy entretenida, evitando caer en lugares comunes y atrapando al espectador con un relato actual y moderno, que pondrá la lupa en las diferencias generacionales de los protagonistas y en los entretelones de la industria cinematográfica.
Además de la elaborada dramaturgia, entendemos que una de las razones, que explican la muy buena respuesta de público y de crítica que tiene la obra, es explicada por el muy buen elenco elegido, todos actores de buena experiencia en el off.
Es un elenco muy parejo y los cinco actores, encuentran espacio para lucirse y mostrar sus credenciales. La pareja de guionistas, tal vez es la que más de destaca, ya que muestran muy buena química entre ellos y juegan muy bien la partida del choque generacional. Nos referimos a Gerardo Chendo, como Julián, a quien ya elogiamos mucho por su trabajo en Lo Único que hice fue Jugar y que aquí compone a un escritor medio pasado de moda, que lucha por no perder vigencia y su lugar ante la nueva ola. Un personaje muy querible el que compone Gerardo, un actor que siempre genera empatía con la platea.
La youtuber que lo deberá acompañar en la tarea encomendada es Luli Torn, que compone a Paula, una millennial algo caprichosa, con algunos tics y autoestima bien alta, que maneja a la perfección la tecnología y las redes sociales, sin miedo en ir a buscar sus objetivos. A Luli, también la vimos lucirse en un par de obras en El Callejón y en cada nuevo trabajo, notamos su crecimiento. Aquí compone un personaje complejo, que será clave en la historia y lo hace en gran forma. Como dijimos en anteriores crónicas, Luli es una actriz joven con un futuro enorme.
Pero no seamos injustos con Rubén de la Torre, que compone a un productor bastante chanta y a la histriónica María Inés Sancerni, su asistente influyente y manipuladora, que siente mucho cariño por su jefe. Forman una dupla muy buena y se lucen muchísimo ambos, con escenas muy graciosas, que no adelantaremos aquí.
Por último resta mencionar a Javier Nikilson, como Barzola o Fratuchi. Desde un papel secundario, realiza una composición magnífica, con una gestualidad y unos cambios de registros notable, siendo el personaje que más hizo reír a quien les habla
Como puedan apreciar en la descripción realizada, el elenco es muy parejo y se los nota muy a gusto con la obra, se divierten en escena y en eso también influye una dirección que les dá libertades.
La puesta tiene varios elementos para destacar, principalmente el diseño escenográfico que divide el escenario en mitades, dejando de un lado la oficina de la productora y del otro la casa del guionista, lo que permite ver en varios momentos acciones simultáneas, recurso muy bien explotado por el autor y que contribuye a la dinámica de la obra.
En resumen, otra buena opción que ofrece Teatro Líquido, permitiendo el debut de Héctor Díaz en la dramaturgia, para disfrutar de una divertida comedia que además de divertir mucho, dejará al descubierto algunas intimidades, que pertenecen al lado B del cine.
Amor de Película, viene agotando localidades en cada función de desde su estreno y por eso no extrañan los prolongados aplausos, con que el público, despide a los protagonistas al término de la función, con una sonrisa, por el momento teatral vivido.
Pensador Teatral.
Jueves 21 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )
En el marco de Teatro Líquido, que reúne a un colectivo de jóvenes autores en Espacio Callejón, llega Amor de Película, opera prima de Héctor Diaz, reconocido actor con gran trayectoria en televisión y teatro, que tiene un debut muy auspicioso como dramaturgo, ya que presenta una comedia muy divertida, que se apoya en un texto ágil y en actuaciones muy destacadas del muy buen elenco reunido para el proyecto.
La obra, toma como base la cocina de la industria cinematográfica, siendo una sátira que se nutre de situaciones de la realidad y personajes que habitan ese mundo, con puntos de coincidencias con el universo teatral y televisivo, donde aparecen guionistas que siempre dicen tener las mejores historias, debiendo convencer a productores que en muchos casos se aprovechan de su posición de poder y conviviendo con personajes de organismos oficiales que manejan subsidios y partidas que reparten con dudosa discrecionalidad.
Uno de los méritos de Héctor, es tomar todos estas situaciones reales y llevarlas a un guíón teatral, donde realidad y ficción estarán en permanente pelea y donde muchas veces esa ficción se irá armando y modificando de acuerdo a hechos que se irán produciendo en la vida diaria.
Tratando de no contar demasiado, digamos que Amor de Película, nos contará la historia de Julián un guionista cuarentón y algo anticuado, al que parece le pasó el cuarto de hora, en cuanto a sus creaciones y hace tiempo no logra que sus proyectos de guiones sean seleccionados.
Su supuesto amigo Federico, dueño de una productora de dudosa reputación, viene rechazando sus trabajos por no ser los que pide el público. De manera casual cuando está terminando una fallida reunión entre guionista y productor, llegará Paula, una joven youtuber, con miles de seguidores de Instagram y mucha llegada en las redes, que estaba citada justo ese día.
Al productor, apremiado por presentar rápido un guión exitoso, a un oscuro funcionario que maneja subsidios y le debe favores, se le ocurre una idea interesante, que el guionista y la youtuber, trabajen juntos escribiendo un guión, que debe tratar de ellos mismos, dos personas de distintas generaciones, que se unen para escribir una historia y cuando están avocados en esa tarea, aparece la llama del amor entre ellos.
La idea del productor parecía muy buena, lo que no imaginaba, era que en el argumento encargado, debido a la picardia de la youtuber, lo incluiría en la trama, junto a su influyente secretaria, como así también el funcionario del organismo que maneja los subsidios. Cuando los involucrados reciben los primeros capítulos y descubren sin quererlo, ser parte de la historia, los ánimos se crisparán y harán sus mayores esfuerzos, para parar todo o en su defecto quedar bien parados en en la trama.
Hasta allí contaremos, dejaremos que sea el espectador cuando vea la obra, descubra como irá cambiando el argumento a medida que los autores e involucrados, se van enterando de lo que irá sucediendo y reaccionando en consecuencia.
La trama es divertida y muy entretenida, evitando caer en lugares comunes y atrapando al espectador con un relato actual y moderno, que pondrá la lupa en las diferencias generacionales de los protagonistas y en los entretelones de la industria cinematográfica.
Además de la elaborada dramaturgia, entendemos que una de las razones, que explican la muy buena respuesta de público y de crítica que tiene la obra, es explicada por el muy buen elenco elegido, todos actores de buena experiencia en el off.
Es un elenco muy parejo y los cinco actores, encuentran espacio para lucirse y mostrar sus credenciales. La pareja de guionistas, tal vez es la que más de destaca, ya que muestran muy buena química entre ellos y juegan muy bien la partida del choque generacional. Nos referimos a Gerardo Chendo, como Julián, a quien ya elogiamos mucho por su trabajo en Lo Único que hice fue Jugar y que aquí compone a un escritor medio pasado de moda, que lucha por no perder vigencia y su lugar ante la nueva ola. Un personaje muy querible el que compone Gerardo, un actor que siempre genera empatía con la platea.
La youtuber que lo deberá acompañar en la tarea encomendada es Luli Torn, que compone a Paula, una millennial algo caprichosa, con algunos tics y autoestima bien alta, que maneja a la perfección la tecnología y las redes sociales, sin miedo en ir a buscar sus objetivos. A Luli, también la vimos lucirse en un par de obras en El Callejón y en cada nuevo trabajo, notamos su crecimiento. Aquí compone un personaje complejo, que será clave en la historia y lo hace en gran forma. Como dijimos en anteriores crónicas, Luli es una actriz joven con un futuro enorme.
Pero no seamos injustos con Rubén de la Torre, que compone a un productor bastante chanta y a la histriónica María Inés Sancerni, su asistente influyente y manipuladora, que siente mucho cariño por su jefe. Forman una dupla muy buena y se lucen muchísimo ambos, con escenas muy graciosas, que no adelantaremos aquí.
Por último resta mencionar a Javier Nikilson, como Barzola o Fratuchi. Desde un papel secundario, realiza una composición magnífica, con una gestualidad y unos cambios de registros notable, siendo el personaje que más hizo reír a quien les habla
Como puedan apreciar en la descripción realizada, el elenco es muy parejo y se los nota muy a gusto con la obra, se divierten en escena y en eso también influye una dirección que les dá libertades.
La puesta tiene varios elementos para destacar, principalmente el diseño escenográfico que divide el escenario en mitades, dejando de un lado la oficina de la productora y del otro la casa del guionista, lo que permite ver en varios momentos acciones simultáneas, recurso muy bien explotado por el autor y que contribuye a la dinámica de la obra.
En resumen, otra buena opción que ofrece Teatro Líquido, permitiendo el debut de Héctor Díaz en la dramaturgia, para disfrutar de una divertida comedia que además de divertir mucho, dejará al descubierto algunas intimidades, que pertenecen al lado B del cine.
Amor de Película, viene agotando localidades en cada función de desde su estreno y por eso no extrañan los prolongados aplausos, con que el público, despide a los protagonistas al término de la función, con una sonrisa, por el momento teatral vivido.
Pensador Teatral.
lunes, 26 de noviembre de 2018
Operación Nocturna
Dramaturgia de Pompeyo Audivert y Dirección de Audivert y Fernando Khabie.
Lunes 21 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )
Una creación notable llega de la mano de Pompeyo Audivert, en una pieza que logra reunir poesía, historia y teatro en una puesta potente y atrapante, donde de a poco, el espectador se vá introduciendo en este mundo fantasmal e histórico que nos propone el autor.
Digamos que Audivert, a quien disfrutamos como actor, viéndolo brillar en el escenario en obras que pese al tiempo transcurrido, todavía recordamos. En los últimos años, se ha convertido en uno de los dramaturgos y directores talentosos de nuestra escena, destacando siempre por la calidad de sus trabajos.
Riguroso y minucioso es sus abordajes, Pompeyo presenta una poética en su dramaturgia que lo distingue. Pregona un estilo particular, con el que gusta recrear hechos emblemáticos de nuestra historia. Audivert cuenta que en general el teatro suele ser mostrado como un espejo, algo que refleja lo que sucedería en la realidad y lo que estaría faltando hoy es un piedrazo en ese espejo, no para extinguir la idea del reflejo, sino para romper la estabilidad del teatro, su linealidad y tratar de ver más allá de ese espejismo histórico, esa letra rígida y animarse a ver que hay detrás de las máscaras.
Con este preámbulo, ya anunciamos que Operación Nocturna, no es una obra más, que puede desapercibida, por lo contrario, es una pieza vigorosa y con una complejidad que requerirá de un espectador atento y abierto de mente, para sacar pasajes para al viaje que emprenderemos al apagarse las luces de la sala y empezar a ver luces de las linternas rompiendo la oscuridad.
No queremos contar demasiado de la trama, ya que lo ideal, es que el espectador vaya descubriendo el calidoscopio histórico que el autor nos irá presentando, con una amplitud y una variedad que sorprende, apareciendo fragmentos de Los Derechos de la Salud de Florencio Sánchez, la figura omnipresente de Evita y su enfermedad, la influencia del General. Escucharemos algunas estrofas del Martín Fierro, apariciones de Juan Moreira, Facundo Quiroga y yendo más atrás en la historia, aparecerá Podestá y el Payaso Pepino, toda una celebridad a comienzos del Siglo 20, que aquí en vez de aparecer con su número 88, tendrá un vestuario que incluye calaveras y el 78, recordando aquel Mundial organizado en nuestro país, que sirvió como medio de propaganda de la última dictadura.
El lector leyendo el párrafo anterior, notará la ambición y profundidad de una propuesta, compleja y potente, que mostrará hechos y personaje de nuestra historia, con un estética muy cuidada, onírica y esa poética que es marca distintiva del autor.
Las actuaciones son sobresalientes, el texto como dijimos tiene un grado de dificultad, que requiere una entrega y un compromiso absoluto de los actores, siendo esto algo que se nota se cumple a rajatabla, ya que se los nota a todos muy identificados con el proyecto.
Vamos a mencionarlos a cada integrante del elenco ya que se lucen en el conjunto y también en lo individual, entendiendo que lo principal es la historia a contar, siendo sus cuerpos instrumentos fundamentales para transmitir el mensaje ( la corporalidad es una faceta siempre explotada por Audivert )
Quienes nos deleitaran durante la trama son Susana Herrero Markov, Ivana Zarcharski, Milagros Fabrizio, Yasmina Cura, Ramiro Alvarez Peña, Fernando Arfuso, Andrés Buzzurro, Analia Di Nubila Salerno, Gustavo Saborido y Adrián Túfolo.
Además de la dramaturgia exquisita, unos de los puntos muy fuertes de Operación Nocturna es la factura de su original puesta, donde los propios actores, portando linternas en sus manos, serán los iluminadores de las distintas escenas. Se crea una atmósfera espectral en la sala, donde la oscuridad y la penumbra dominarán el ambiente.
Uno de los ítems para para destacar son el vestuario de Lucia Rabey, otro el maquillaje y las máscaras que son fundamentales para recrear los diferentes personajes, así también como la música de Claudio Peña que aporta a los diferentes climas. Se nota la minuciosidad en la dirección, cuidando todos los detalles y dotando al espectáculo, de una belleza estética que debemos destacar.
Sin dudas Operación Nocturna, es una propuesta distinta que merece verse. No es una obra sencilla, pero en su complejidad, también está su mérito, ya que cada espectador irá armando su propia obra, de acuerdo a su edad y al conocimiento que tiene de nuestra historia, siendo esta una de esas piezas, que merecen verse más de una vez, para una compresión mayor.
El relato se encargará de presentar retazos históricos de Argentina, en formato teatral, con mucho teatro dentro del teatro y una poética exquisita. Por la potencia del texto, lo atractivo de la puesta y las magníficas actuaciones que se presentan, solo queda recomendar Operación Nocturna, una obra que moviliza y conmueve, ya que deja al descubierto como la pasión y la violencia, siempre fueron grandes protagonistas de la historia de nuestro país.
Pensador Teatral.
Lunes 21 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )
Una creación notable llega de la mano de Pompeyo Audivert, en una pieza que logra reunir poesía, historia y teatro en una puesta potente y atrapante, donde de a poco, el espectador se vá introduciendo en este mundo fantasmal e histórico que nos propone el autor.
Digamos que Audivert, a quien disfrutamos como actor, viéndolo brillar en el escenario en obras que pese al tiempo transcurrido, todavía recordamos. En los últimos años, se ha convertido en uno de los dramaturgos y directores talentosos de nuestra escena, destacando siempre por la calidad de sus trabajos.
Riguroso y minucioso es sus abordajes, Pompeyo presenta una poética en su dramaturgia que lo distingue. Pregona un estilo particular, con el que gusta recrear hechos emblemáticos de nuestra historia. Audivert cuenta que en general el teatro suele ser mostrado como un espejo, algo que refleja lo que sucedería en la realidad y lo que estaría faltando hoy es un piedrazo en ese espejo, no para extinguir la idea del reflejo, sino para romper la estabilidad del teatro, su linealidad y tratar de ver más allá de ese espejismo histórico, esa letra rígida y animarse a ver que hay detrás de las máscaras.
Con este preámbulo, ya anunciamos que Operación Nocturna, no es una obra más, que puede desapercibida, por lo contrario, es una pieza vigorosa y con una complejidad que requerirá de un espectador atento y abierto de mente, para sacar pasajes para al viaje que emprenderemos al apagarse las luces de la sala y empezar a ver luces de las linternas rompiendo la oscuridad.
No queremos contar demasiado de la trama, ya que lo ideal, es que el espectador vaya descubriendo el calidoscopio histórico que el autor nos irá presentando, con una amplitud y una variedad que sorprende, apareciendo fragmentos de Los Derechos de la Salud de Florencio Sánchez, la figura omnipresente de Evita y su enfermedad, la influencia del General. Escucharemos algunas estrofas del Martín Fierro, apariciones de Juan Moreira, Facundo Quiroga y yendo más atrás en la historia, aparecerá Podestá y el Payaso Pepino, toda una celebridad a comienzos del Siglo 20, que aquí en vez de aparecer con su número 88, tendrá un vestuario que incluye calaveras y el 78, recordando aquel Mundial organizado en nuestro país, que sirvió como medio de propaganda de la última dictadura.
El lector leyendo el párrafo anterior, notará la ambición y profundidad de una propuesta, compleja y potente, que mostrará hechos y personaje de nuestra historia, con un estética muy cuidada, onírica y esa poética que es marca distintiva del autor.
Las actuaciones son sobresalientes, el texto como dijimos tiene un grado de dificultad, que requiere una entrega y un compromiso absoluto de los actores, siendo esto algo que se nota se cumple a rajatabla, ya que se los nota a todos muy identificados con el proyecto.
Vamos a mencionarlos a cada integrante del elenco ya que se lucen en el conjunto y también en lo individual, entendiendo que lo principal es la historia a contar, siendo sus cuerpos instrumentos fundamentales para transmitir el mensaje ( la corporalidad es una faceta siempre explotada por Audivert )
Quienes nos deleitaran durante la trama son Susana Herrero Markov, Ivana Zarcharski, Milagros Fabrizio, Yasmina Cura, Ramiro Alvarez Peña, Fernando Arfuso, Andrés Buzzurro, Analia Di Nubila Salerno, Gustavo Saborido y Adrián Túfolo.
Además de la dramaturgia exquisita, unos de los puntos muy fuertes de Operación Nocturna es la factura de su original puesta, donde los propios actores, portando linternas en sus manos, serán los iluminadores de las distintas escenas. Se crea una atmósfera espectral en la sala, donde la oscuridad y la penumbra dominarán el ambiente.
Uno de los ítems para para destacar son el vestuario de Lucia Rabey, otro el maquillaje y las máscaras que son fundamentales para recrear los diferentes personajes, así también como la música de Claudio Peña que aporta a los diferentes climas. Se nota la minuciosidad en la dirección, cuidando todos los detalles y dotando al espectáculo, de una belleza estética que debemos destacar.
Sin dudas Operación Nocturna, es una propuesta distinta que merece verse. No es una obra sencilla, pero en su complejidad, también está su mérito, ya que cada espectador irá armando su propia obra, de acuerdo a su edad y al conocimiento que tiene de nuestra historia, siendo esta una de esas piezas, que merecen verse más de una vez, para una compresión mayor.
El relato se encargará de presentar retazos históricos de Argentina, en formato teatral, con mucho teatro dentro del teatro y una poética exquisita. Por la potencia del texto, lo atractivo de la puesta y las magníficas actuaciones que se presentan, solo queda recomendar Operación Nocturna, una obra que moviliza y conmueve, ya que deja al descubierto como la pasión y la violencia, siempre fueron grandes protagonistas de la historia de nuestro país.
Pensador Teatral.
viernes, 23 de noviembre de 2018
La Sutil Debilidad del Rey
Dramaturgia y Dirección de Rubén Mosquera.
Viernes 21 hs en Teatro del Pasillo ( Colombres 35 )
Una original historia llega de la mano de Rubén Mosquera, que con La Sutil Debilidad del Rey nos acerca un género poco explorado en teatro independiente, el policial de suspenso. Tenemos un hombre asesinado el el hall de un departamento y dos detectives, que llegan para tratar de esclarecer un homicidio que tiene algunas circunstancias muy particulares.
La principal es que el cadáver aparece tirado sobre un tablero de ajedrez, con una herida en el pecho, ocasionada en apariencia por el disparo de un arma. El misterio, es que la bala no aparece por ningún lado. Los sospechosos del asesinato son los vecinos de Roberto, ese es el nombre del muerto, que viven en otros departamentos y que comparten la pasión por el ajedrez.
El juego ciencia, es la columna vertebral de la obra, se desgranan en forma muy inteligente las características del ajedrez, un juego de estrategia donde el objetivo es vencer al oponente, dando jaque mate a su rey. Cada jugadores dispone de 16 piezas, siendo el rey la pieza más importante del juego, la que debemos cuidar, ya que tiene movimientos lentos y no tiene el poder de fuego que podría pensarse, necesita del apoyo de las otras piezas para sobrevivir. Las metáforas y semejanzas, del ajedrez con la vida real, son sorprendentes y están presentadas en gran forma por el autor.
No queremos contar mucho del desarrollo de la obra, ya que el suspenso es un componente importante en la trama. Podemos adelantar, que la vida social de ese edificio, se rige por el ajedrez. Ser buen jugador de ajedrez, parece ser un requisito indispensable, para vivir allí y se respetan a rajatabla los códigos de aquel deporte. Por eso no sorprenden las largas veladas con partidas y torneos que se organizaban siempre en la casa de Roberto, disputas que terminaban en todos los casos, con la victoria del anfitrión.
La trama es muy atractiva, ya que los interrogatorios, que realizan los detectives entre los vecinos sospechosos, son muy ricos, donde las versiones que se tienen de los hechos vividos con diferentes situaciones compartidas en el aquel edifico, son muy diferentes de acuerdo al interlocutor que declara. Esto provoca que se generen situaciones risueñas y muy divertidas, por versiones tan contrastantes, conviviendo las mismas, con el misterio a resolver.
En todos los relatos, siempre el ajedrez será el centro de atención, partidas ganadas o perdidas, que determinan recompensas o castigos suculentos, anécdotas de juego y relaciones sorprendentes entre los habitantes del edificio, que no dejan de sorprender a los detectives.
La historia es muy atractiva y tiene un elenco numeroso que la respalda. Por las características del libro, además del muy buen trabajo grupal, cada uno de los protagonistas tendrá un momento reservado para su lucimiento personal, ya que en cada interrogatorio individual, encontrarán espacio fértil para destacarse.
El elenco como dijimos es nutrido y la descripción puede hacerse algo larga, pero la buena factura de las actuaciones, pensamos merece que mencionemos a cada uno de ellos y hagamos algunos comentarios, ya que son ese tipo de obras, donde los espectadores seguro elegirán uno o dos personajes favoritos. Nosotros también tenemos los nuestros.
Mario Campodónico es Roberto, el campeón absoluto de ajedrez en ese edificio, quien aparece muerto en el arranque de la obra, nos regala una actuación deliciosa, mostrando sus diferentes personalidades, de acuerdo a las distintas versiones que nos cuentan los vecinos de él. Siendo un personaje amado y odiado, según quien habla de él, lo que queda claro, es que su presencia en aquel grupo, no pasaba para nada desapercibida. Gran trabajo el de Mario.
Renglón seguido, nombrar a los dos detectives, el principal Amuchastegui ( Matías Alarcón ), casualmente amante del ajedrez, es quien dirige la investigación, secundado por Antunez ( Hilario Laffitte ) un joven sagaz e inteligente. Emulando a Sherlock Holmes y Watson, componen una dupla muy divertida y son fundamentales para la dinámica que presenta la historia.
Entre los vecinos, tenemos a un histriónico Ariel Li Gotti, como el barbado Perrota, que consideraba a Roberto como un artista, Ariel Chamorro, el encargado del edificio admiraba su juego, Victor Frisardi, a quien ya vimos lucirse el año pasado en Sucursal, otra entrañable obra del off, es el temperamental Turnez y Martín Di Paola, como Carnevale, alguien que perdió algo muy importante en una de sus partidas con Roberto ( dejaremos que el espectador cuando vea la obra descubra en que consistió esa pérdida )
Resta mencionar a las dos damas de la historia, que en sintonia con la importancia que tienen esas piezas en el ajedrez, tendrán mucho peso en la trama.
Justina Ovejero, como Denise es en nuestra opinión, la revelación de la obra. Aportando una muy buena cuota de belleza y frescura a la trama. En un elenco donde predominan los actores de experiencia, su juventud resalta en forma nítida, se muestra muy suelta, con su sonrisa a flor de piel y no pasando desapercibida nunca.
Cerramos con Fernanda Mc Roy, como Damiana, la actual esposa de Roberto, quien también se destaca mucho, aportando belleza y glamour a la puesta. Las dos damas tienen mucho poder en la historia y en el juego.
Se hizo extensa la descripción, pero como dijimos era justo hacer una mención de cada integrante del elenco, ya que se los nota comprometidos y muy enganchados con la obra ( notamos que se divierten ) , algo que se nota de manera positivo en el desarrollo de la trama.
La puesta es dinámica y resulta atractiva para el espectador, que juega junto a los detectives tratando de descubrir quien fue el autor del asesinato, mientras juega y se divierte con los flashbacks que vamos viendo.
Destacamos el diseño escenográfico de Vanesa Abramovich y el diseño lumínico de Daniel Zapietro, que colaboran con el clima que pide la trama, con ese tablero de ajedrez como elemento central de la historia. Interesante además el recurso de esa pantalla, donde se proyectan imágenes de algunas jugadas, recreando algunas de las partidas más importantes.
Por todo lo mencionado, recomendamos La Sutil Debilidad del Rey, una obra original que jugando entre el género policial y el suspenso, nos ofrece un thriller con mucho humor, que tratará de develar si es posible que el mismo Dios, como dicen los vecinos, fue quien mató a Roberto, porque no iba a tolerar ser derrotado en el tablero como los otros o bien fue una conspiración más terrenal, la que se cobró la vida del eximio jugador, ya que móviles para cometer tal acto sobraban.
Siempre es un gusto concurrir a un teatro con tanta calidez como El Pasillo y esta oportunidad, no fue la excepción, ya que disfrutamos de una muy linda noche de teatro, con actuaciones deliciosas y nos fuimos a casa con muchos ganas de buscar un tablero de ajedrez y hacerle jaque mate a quien se nos cruce.
Pensador Teatral.
Viernes 21 hs en Teatro del Pasillo ( Colombres 35 )
Una original historia llega de la mano de Rubén Mosquera, que con La Sutil Debilidad del Rey nos acerca un género poco explorado en teatro independiente, el policial de suspenso. Tenemos un hombre asesinado el el hall de un departamento y dos detectives, que llegan para tratar de esclarecer un homicidio que tiene algunas circunstancias muy particulares.
La principal es que el cadáver aparece tirado sobre un tablero de ajedrez, con una herida en el pecho, ocasionada en apariencia por el disparo de un arma. El misterio, es que la bala no aparece por ningún lado. Los sospechosos del asesinato son los vecinos de Roberto, ese es el nombre del muerto, que viven en otros departamentos y que comparten la pasión por el ajedrez.
El juego ciencia, es la columna vertebral de la obra, se desgranan en forma muy inteligente las características del ajedrez, un juego de estrategia donde el objetivo es vencer al oponente, dando jaque mate a su rey. Cada jugadores dispone de 16 piezas, siendo el rey la pieza más importante del juego, la que debemos cuidar, ya que tiene movimientos lentos y no tiene el poder de fuego que podría pensarse, necesita del apoyo de las otras piezas para sobrevivir. Las metáforas y semejanzas, del ajedrez con la vida real, son sorprendentes y están presentadas en gran forma por el autor.
No queremos contar mucho del desarrollo de la obra, ya que el suspenso es un componente importante en la trama. Podemos adelantar, que la vida social de ese edificio, se rige por el ajedrez. Ser buen jugador de ajedrez, parece ser un requisito indispensable, para vivir allí y se respetan a rajatabla los códigos de aquel deporte. Por eso no sorprenden las largas veladas con partidas y torneos que se organizaban siempre en la casa de Roberto, disputas que terminaban en todos los casos, con la victoria del anfitrión.
La trama es muy atractiva, ya que los interrogatorios, que realizan los detectives entre los vecinos sospechosos, son muy ricos, donde las versiones que se tienen de los hechos vividos con diferentes situaciones compartidas en el aquel edifico, son muy diferentes de acuerdo al interlocutor que declara. Esto provoca que se generen situaciones risueñas y muy divertidas, por versiones tan contrastantes, conviviendo las mismas, con el misterio a resolver.
En todos los relatos, siempre el ajedrez será el centro de atención, partidas ganadas o perdidas, que determinan recompensas o castigos suculentos, anécdotas de juego y relaciones sorprendentes entre los habitantes del edificio, que no dejan de sorprender a los detectives.
La historia es muy atractiva y tiene un elenco numeroso que la respalda. Por las características del libro, además del muy buen trabajo grupal, cada uno de los protagonistas tendrá un momento reservado para su lucimiento personal, ya que en cada interrogatorio individual, encontrarán espacio fértil para destacarse.
El elenco como dijimos es nutrido y la descripción puede hacerse algo larga, pero la buena factura de las actuaciones, pensamos merece que mencionemos a cada uno de ellos y hagamos algunos comentarios, ya que son ese tipo de obras, donde los espectadores seguro elegirán uno o dos personajes favoritos. Nosotros también tenemos los nuestros.
Mario Campodónico es Roberto, el campeón absoluto de ajedrez en ese edificio, quien aparece muerto en el arranque de la obra, nos regala una actuación deliciosa, mostrando sus diferentes personalidades, de acuerdo a las distintas versiones que nos cuentan los vecinos de él. Siendo un personaje amado y odiado, según quien habla de él, lo que queda claro, es que su presencia en aquel grupo, no pasaba para nada desapercibida. Gran trabajo el de Mario.
Renglón seguido, nombrar a los dos detectives, el principal Amuchastegui ( Matías Alarcón ), casualmente amante del ajedrez, es quien dirige la investigación, secundado por Antunez ( Hilario Laffitte ) un joven sagaz e inteligente. Emulando a Sherlock Holmes y Watson, componen una dupla muy divertida y son fundamentales para la dinámica que presenta la historia.
Entre los vecinos, tenemos a un histriónico Ariel Li Gotti, como el barbado Perrota, que consideraba a Roberto como un artista, Ariel Chamorro, el encargado del edificio admiraba su juego, Victor Frisardi, a quien ya vimos lucirse el año pasado en Sucursal, otra entrañable obra del off, es el temperamental Turnez y Martín Di Paola, como Carnevale, alguien que perdió algo muy importante en una de sus partidas con Roberto ( dejaremos que el espectador cuando vea la obra descubra en que consistió esa pérdida )
Resta mencionar a las dos damas de la historia, que en sintonia con la importancia que tienen esas piezas en el ajedrez, tendrán mucho peso en la trama.
Justina Ovejero, como Denise es en nuestra opinión, la revelación de la obra. Aportando una muy buena cuota de belleza y frescura a la trama. En un elenco donde predominan los actores de experiencia, su juventud resalta en forma nítida, se muestra muy suelta, con su sonrisa a flor de piel y no pasando desapercibida nunca.
Cerramos con Fernanda Mc Roy, como Damiana, la actual esposa de Roberto, quien también se destaca mucho, aportando belleza y glamour a la puesta. Las dos damas tienen mucho poder en la historia y en el juego.
Se hizo extensa la descripción, pero como dijimos era justo hacer una mención de cada integrante del elenco, ya que se los nota comprometidos y muy enganchados con la obra ( notamos que se divierten ) , algo que se nota de manera positivo en el desarrollo de la trama.
La puesta es dinámica y resulta atractiva para el espectador, que juega junto a los detectives tratando de descubrir quien fue el autor del asesinato, mientras juega y se divierte con los flashbacks que vamos viendo.
Destacamos el diseño escenográfico de Vanesa Abramovich y el diseño lumínico de Daniel Zapietro, que colaboran con el clima que pide la trama, con ese tablero de ajedrez como elemento central de la historia. Interesante además el recurso de esa pantalla, donde se proyectan imágenes de algunas jugadas, recreando algunas de las partidas más importantes.
Por todo lo mencionado, recomendamos La Sutil Debilidad del Rey, una obra original que jugando entre el género policial y el suspenso, nos ofrece un thriller con mucho humor, que tratará de develar si es posible que el mismo Dios, como dicen los vecinos, fue quien mató a Roberto, porque no iba a tolerar ser derrotado en el tablero como los otros o bien fue una conspiración más terrenal, la que se cobró la vida del eximio jugador, ya que móviles para cometer tal acto sobraban.
Siempre es un gusto concurrir a un teatro con tanta calidez como El Pasillo y esta oportunidad, no fue la excepción, ya que disfrutamos de una muy linda noche de teatro, con actuaciones deliciosas y nos fuimos a casa con muchos ganas de buscar un tablero de ajedrez y hacerle jaque mate a quien se nos cruce.
Pensador Teatral.
miércoles, 21 de noviembre de 2018
Chajá
Dramaturgia y Dirección de Luis Cano.
Miércoles 21 30 hs de El Portón de Sánchez ( Sanchez de Bustamante 1034 )
Chajá es una bella historia de amor, que llega a la cartelera porteña de la mano de Luis Cano, un autor que gusta de la poesía y sabe como incorporar de manera efectiva la misma a sus textos, algo que el espectador siempre agradece.
En esta oportunidad, ofrece un relato que arrancará en el presente, narrando historias de un pasado que pudo ser feliz y que pese a no serlo, dejó une huella tan grande, que será necesario volver allí para revivir lo sucedido e intentar cerrar algo inconcluso.
En un ámbito campestre, se encuentran Claudia ( Laura López Moyano ) y Alejandro ( Marcelo Mininno ) son adolescentes y disfrutan del verano, con la inocencia que tienen los jóvenes de su edad, jugando y pasando las tardes en contacto con la naturaleza, disfrutando de tener tiempo libre y dejar que el mismo corra sin preocupaciones, aún no tiene edad para las grandes responsabilidades de la vida.
Claudia, se ríe de si misma, dice que es la cieguita del pueblo, porque debido a una infección en los ojos, debe usar una vendas que no ls permiten ver. A pesar de este hecho, traumático para cualquier niño, se divierte, juega y es feliz de compartir los momentos con Alejandro, un apuesto chico del pueblo, que sueña con vender kerosene cuando sea grande.
Ella está enamorada de aquel chico, pese a que no puede verlo, la enamora su voz, su olor y su compañia, Le pide ir juntos al cine para que le cuente la película, ya que recordemos que por sus vendas no puede ver. Se respira un aire de enamoramiento en el ambiente, pero la timidez y la inocencia de esos chicos puede más y el amor no se concreta.
Claudia luego de ese verano dejará aquel pueblo y se irá a la ciudad con sus padres. Sabe que allí, quedará su entrañable amigo. Y aquí es donde el autor, introduce aparece la historia del chajá, un pájaro que debe vivir en pareja, no puede vivir solo, porque muere de amor y de dolor, si su compañero ya no está.
El texto de Cano, fue escrito a medida de los protagonistas ( al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los casos, escribió el guión, una vez que sabía quienes serían los intérpretes ) y eso se nota de manera muy favorable para la obra, ya que la dupla protagónica se mueve con comodidad y frescura, por los recovecos del relato. Laura López Moyano, impresiona por la ternura con que compone su personaje, con una sensibilidad a flor de piel y una candidez muy lograda. Destacamos la gestualidad de Laura, sus caras, sus movimientos, en total sintonia con su personaje. Es la primera vez que vemos a Moyano en escena y realmente nos encantó su trabajo.
Lo de Marcelo Mininno, también es muy destacable, más huraño que Claudia, parece no entregarse por completo al juego de seducción que le proponen, la figura de su padre parece siempre llegar en los momentos más inoportunos, para cortar el idilio y fastidiar a su amiga. Forma una muy buena dupla con Laura, se entienden muy bien y juntos saben darle al texto la impronta que pide el desarrollo.
La puesta que nos propone el director es íntima y cálida, con un diseño escenográfico austero, ambientado con paja y una atmósfera campestre, que se potencia con esos sonidos propios de la naturaleza, que nos hacen volar con la imaginación, a las orillas de algún arroyo, en el pasto y con los pájaros cantando de fondo.
Como dijimos antes, estamos en presencia de una historia sencilla y sensible, potenciándose precisamente en esa simpleza, sabiendo llegar al espectador, que siente cercano y real lo que se presenta. Reflexionando sobre un amor de verano, que tuvo una influencia distinta en ambos integrantes de la relación, debido a esto y pese a los años pasados, faltaba dar algún paso para cerrar una historia inconclusa.
Chajá, fue seleccionada por la Fundación Sagai, en la convocatoria de acompañamiento económico para proyectos teatrales " Más Teatro " en 2018 y gracias a ese aporte podemos verla en escena, en un teatro tan cálido como El Portón de Sánchez, siendo esto algo a destacar.
La obra viene agotando localidades desde su estreno y como son pocas funciones programadas, esperemos verla el año próximo en una segunda temporada. La poesía que irradia el texto y la calidad de las actuaciones, así lo auguran, por eso no sorprenden, los sostenidos aplausos, con que los espectadores, al final de la función, despiden a esta parejita, que como los chajás, no pueden vivir sin la compañía de su media naranja.
Pensador Teatral.
Miércoles 21 30 hs de El Portón de Sánchez ( Sanchez de Bustamante 1034 )
Chajá es una bella historia de amor, que llega a la cartelera porteña de la mano de Luis Cano, un autor que gusta de la poesía y sabe como incorporar de manera efectiva la misma a sus textos, algo que el espectador siempre agradece.
En esta oportunidad, ofrece un relato que arrancará en el presente, narrando historias de un pasado que pudo ser feliz y que pese a no serlo, dejó une huella tan grande, que será necesario volver allí para revivir lo sucedido e intentar cerrar algo inconcluso.
En un ámbito campestre, se encuentran Claudia ( Laura López Moyano ) y Alejandro ( Marcelo Mininno ) son adolescentes y disfrutan del verano, con la inocencia que tienen los jóvenes de su edad, jugando y pasando las tardes en contacto con la naturaleza, disfrutando de tener tiempo libre y dejar que el mismo corra sin preocupaciones, aún no tiene edad para las grandes responsabilidades de la vida.
Claudia, se ríe de si misma, dice que es la cieguita del pueblo, porque debido a una infección en los ojos, debe usar una vendas que no ls permiten ver. A pesar de este hecho, traumático para cualquier niño, se divierte, juega y es feliz de compartir los momentos con Alejandro, un apuesto chico del pueblo, que sueña con vender kerosene cuando sea grande.
Ella está enamorada de aquel chico, pese a que no puede verlo, la enamora su voz, su olor y su compañia, Le pide ir juntos al cine para que le cuente la película, ya que recordemos que por sus vendas no puede ver. Se respira un aire de enamoramiento en el ambiente, pero la timidez y la inocencia de esos chicos puede más y el amor no se concreta.
Claudia luego de ese verano dejará aquel pueblo y se irá a la ciudad con sus padres. Sabe que allí, quedará su entrañable amigo. Y aquí es donde el autor, introduce aparece la historia del chajá, un pájaro que debe vivir en pareja, no puede vivir solo, porque muere de amor y de dolor, si su compañero ya no está.
El texto de Cano, fue escrito a medida de los protagonistas ( al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los casos, escribió el guión, una vez que sabía quienes serían los intérpretes ) y eso se nota de manera muy favorable para la obra, ya que la dupla protagónica se mueve con comodidad y frescura, por los recovecos del relato. Laura López Moyano, impresiona por la ternura con que compone su personaje, con una sensibilidad a flor de piel y una candidez muy lograda. Destacamos la gestualidad de Laura, sus caras, sus movimientos, en total sintonia con su personaje. Es la primera vez que vemos a Moyano en escena y realmente nos encantó su trabajo.
Lo de Marcelo Mininno, también es muy destacable, más huraño que Claudia, parece no entregarse por completo al juego de seducción que le proponen, la figura de su padre parece siempre llegar en los momentos más inoportunos, para cortar el idilio y fastidiar a su amiga. Forma una muy buena dupla con Laura, se entienden muy bien y juntos saben darle al texto la impronta que pide el desarrollo.
La puesta que nos propone el director es íntima y cálida, con un diseño escenográfico austero, ambientado con paja y una atmósfera campestre, que se potencia con esos sonidos propios de la naturaleza, que nos hacen volar con la imaginación, a las orillas de algún arroyo, en el pasto y con los pájaros cantando de fondo.
Como dijimos antes, estamos en presencia de una historia sencilla y sensible, potenciándose precisamente en esa simpleza, sabiendo llegar al espectador, que siente cercano y real lo que se presenta. Reflexionando sobre un amor de verano, que tuvo una influencia distinta en ambos integrantes de la relación, debido a esto y pese a los años pasados, faltaba dar algún paso para cerrar una historia inconclusa.
Chajá, fue seleccionada por la Fundación Sagai, en la convocatoria de acompañamiento económico para proyectos teatrales " Más Teatro " en 2018 y gracias a ese aporte podemos verla en escena, en un teatro tan cálido como El Portón de Sánchez, siendo esto algo a destacar.
La obra viene agotando localidades desde su estreno y como son pocas funciones programadas, esperemos verla el año próximo en una segunda temporada. La poesía que irradia el texto y la calidad de las actuaciones, así lo auguran, por eso no sorprenden, los sostenidos aplausos, con que los espectadores, al final de la función, despiden a esta parejita, que como los chajás, no pueden vivir sin la compañía de su media naranja.
Pensador Teatral.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)