sábado, 1 de diciembre de 2018

Malditos Tacos

Dirección General de Roberto Lachivita.










Sábados 20 hs en Teatro Boedo XXI ( Av. Boedo 853 )

Una estupenda y valiente propuesta llega de la mano de Malditos Tacos, ciclo creado hace cinco años por Roberto Lachivita, con el objetivo de producir e incentivar manifestaciones que están vigentes en el colectivo social, dando el espacio a nuevas figuras que aparecen en nuestro teatro off. Este año el elenco lo componen Belen Asensio y Camila Seibo, dos jóvenes y talentosas actrices, ambas de 21 años, que eligen comprometerse con la realidad y denunciar lo que les sucede, a muchas mujeres sin voz.

El formato que nos propone la obra es interesante, son dos monólogos independientes entre sí, con un mismo hilo conductor, la violencia y el abuso sexual que sufrieron dos mujeres y la manera en cada una de ellas reacciona ante una experiencia límite.









El primero de los monólogos, interpretado por Belen Asensio, está inspirado en el texto " La Violación " de Darío Fo y es realmente muy fuerte.
Asensio se pone en la piel de Franca, una mujer que cuenta ese interminable viaje en una camioneta donde cuatro hombres la secuestraron y la llevan maniatada para abusar de ella. El texto es crudo, sórdido y no dá respiros, el público sigue con un silencio sepulcral el conmovedor relato de la protagonista.

Una excelente composición de Belén, en su primer trabajo "profesional ", con una interpretación que le exige una entrega absoluta desde lo físico y lo mental, resultando un enorme desafío que resuelve de manera admirable. Conmovedora su interpretación, en la que logra transmitir toda la angustia y el daño psicológico, sufrido por esa mujer. Como dato final y esclarecedor, mencionar, que este monólogo está basado en un caso real, cercano al autor, siendo esto algo que realza su significado.









El segundo monólogo, es interpretado por Camila Sebio, otra joven actriz, a quien en este conocíamos ya por su brillante interpretación en Chocolate Amargo, una entrañable obra del off, donde interpretaba a una niña con retraso madurativo, víctima de abuso infantil. Aquí interpreta un texto de Lautaro Vilo, " La Gracia ", que habla de una violación, desde un ángulo diferente, ya que la protagonista interpreta a Vilma, una mujer que visita el hospital, en el que se encuentra internado un hombre, con quemaduras en el 70 % de su cuerpo. Lo particular es que aquel individuo, sufrió las quemaduras en un incendio en la cárcel donde se encontraba detenido, por haber abusado de la mujer que ahora lo visita, algo que sueña difícil de comprender y aceptar.

La actuación de Camila es estupenda, componiendo a una mujer algo ingenua, que sin dudas tiene incorporado algo del Síndrome de Estocolmo, en su comportamiento.  Destacamos la expresividad de Camila, que se muestra muy suelta, rompiendo la cuarta pared en más de una oportunidad, mostrando un dominio escénico y una seguridad difícil de lograr con su edad, componiendo un personaje muy complejo, de manera admirable.










Entendemos que es muy acertada la elección de dos textos que hablando de un mismo tema, el abuso y la violencia de género, son tan distintos y aportan su mirada desde dos prismas distintos, el primero duro y asfixiante, sin dar tregua,  siendo el segundo presentado de manera más suave, dando un respiro al espectador, pero logrando transmitir de igual forma el mensaje y dejando al descubierto, como muchas veces, las reacciones luego de sufrir un abuso, puede ser muy diferente, ya que no estamos preparado para ellos y reflexionar también, como muchas veces una asistencia psicológica que no llega o que la víctima por el trauma que experimenta,  no puede recibir, puede tener consecuencias graves. Además textos muestran como muchas veces las instituciones no son confiables para la víctima o no la asisten de la manera que deberían hacerlo, dejando a la víctima en un estado de absoluta indefensión.

Destacamos la importancia del ciclo, que pone en el tapete una temática que cuando ocurre algún hecho grave, encuentra repercusión en los medios, pero pasado unos días la noticia cae en el olvido, por eso es importante que el teatro tome el tema, para que la problemática sea escuchada y tantas víctimas silenciosas o silenciadas tengan voz.








Por ello es fundamental la valentía de las protagonistas, Belén y Camila, que se comprometen totalmente con la causa y logran conmover con sus interpretaciones, mostrando una sensibilidad que llega al corazón del espectador.

Asistimos a la última función de esta temporada de la obra, en un día especial donde la ciudad estaba sitiada y con problemas de transporte por la celebración del G-20, pese a ello, la sala estaba colmada, lo que habla de la gran repercusión que tuvo el espectáculo, gracias al boca a boca, herramienta fundamental en el off.

Solo queda felicitar a todo el equipo de Malditos Tacos, teatro independiente de calidad y creador de conciencia social, augurando una segunda temporada para la obra, algo que merece con creces.




Pensador Teatral.




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