Dramaturgia de José María Gómez Samela y Dirección de Malena Bernardi.
Miércoles 20 30 hs en La Pausa Teatral ( Corrientes 4521 )
Una propuesta original llega desde el Litoral profundo de la mano José María Gómez Samela, el joven autor de Irupé Sesoí, la diva de la Epistemología, título que suena bastante enigmático, para el espectador que no tiene certezas, con que se encontrará, cuando las luces y los celulares se apaguen.
Y digamos, que descubrirán la historia de vida de una mujer, que siempre luchó por ser alguien en su existencia, por dejar alguna huella. Nacida en el humilde interior correntino, no se resignó a las limitaciones de un entorno pobre y adverso, sumada a su propia familia, que nunca la apoyó en su vocación.
Irupé ya desde la infancía, sentía fascinación por el cine y las divas de Hollywood, jugando en los sueños con ser ella alguna vez, la protagonista de esas películas. Sabia que para lograrlo, debía crecer mucho desde lo intelectual, tendría que estudiar y leer mucho para progresar.
Cuando entró en la adolescencia, se animó a viajar a Buenos Aires, la gran ciudad, en busca de un futuro y como estudiante de sociología descubrió a Nietzche y a Foucault, de quien se enamoró perdidamente. Sus textos empezaban a darle un sentido a la vida y luego de algunos años pudo convertirse en socióloga y llegar a ser una respetada profesora en la universidad. Quién lo hubiera imaginado años atrás ?? Ella estaba orgullosa de su logro y se sentía como una diva de la epistemología, que es la disciplina que estudia el conocimiento.
No vamos a contar mucho más, solo decir que a lo largo del unipersonal, iremos conociendo la sacrificada vida de esta mujer que llegó desde Corrientes y pudo reinventarse.
A lo largo del relato, Irupé nos hablará de su infancia complicada, su difícil relación con el padre, la traición de su hermano menor, su llegada a la gran ciudad, sus salidas al Parakultural, su fallido matrimonio que incluyeron maltratos físicos, la relación complicada con su hija y el sexo como una variable importante en su vida, reprimida al comienzo y símbolo de liberación el el final No contaremos más, solo decir, que la violencia siempre la acompañará de cerca y pese a ello, nunca se rendirá, tratando siempre de responder dando vuelta la página y con una sonrisa esperanzadora.
Contemos que cuando José María, escribió el texto, lo pensó para una actriz para el papel, la cuestión es que el tiempo pasaba y esa actriz que buscaba nunca llegaba y fue entonces, cuando alguno de sus maestros de teatro, le sugirió, que él mismo, debía interpretar a Irupé. Al principio, pensó que era una broma, pero con el tiempo le gustó la idea. Significaba un desafío enorme para el autor y un largo trabajo para encontrar el personaje, ya que tenía que ponerse en la piel de esa mujer, que el mismo había creado.
Y la ocurrencia resultó perfecta, alentado por Malena Bernardi, la directora, de a poco fue encontrando el registro adecuado y componiendo el personaje delicioso que hoy vemos en el escenario. Nacido en Corrientes Capital, el mismo reveló, que exageró un poco el acento, para darle una tonada bien característica a su Irupé, incorporando muchos modismos y palabras del acervo litoraleño, como chamigo, catú y muchas otras. En el mismo título de la obra, tenemos otra de ellas, porque sesoí, se le dice en Corrientes, a quien tiene pocas luces o como la la palabra lo sugiere, a quien tiene poco seso.
La interpretación de José María es superlativa, se lo nota muy cómodo con el personaje y le dá un vuelo hermoso al mismo, hay mucho amor en su actuación y ello supera alguna situación confusa o abierta de la dramaturgia. Sus tonos de voz, sus gestos y sus movimientos, están en armonía con el personaje y el espectador lo disfruta mucho. Es para destacar, la manera que transita los diferentes momentos, sabiendo pasar en segundos de momentos de hondo dramatismo, a otros muy graciosos, algo que no es sencillo, Siendo esto posible por la chispa y la entrega absoluta del protagonista.
Pero José María no está solo en escena, lo acompaña en gran forma, Rodolfo Lema, músico en vivo, que con la batería y un órgano moderno, compone melodías y crea sonidos, que además de darle mucho colorido y atractivo a la puesta, colabora de manera fundamental. en crear los climas que la trama pide.
En la puesta también contribuye, un diseño escenográfico con mucho brillo de Lola Gullo y también debemos mencionar a Julieta Iribe, encargada del vestuario y maquillaje de Irupé, dando distinción y glamour a la diva de la epistemología. Nos gustó la puesta íntima propuesta por la directora, creando la atmósfera ideal para que la protagonista, sienta comodidad para confesarse ante su público.
En definitiva, una propuesta simple y muy interesante, que nos muestra a una mujer del interior profundo, en este caso Irupé, pero representado a muchas otras mujeres silenciosas, que pudieron vencer las dificultades impuestas por un entorno adverso, que las dsicriminó, pudiendo con mucho esfuerzo y amor propio, ser alguien en la vida y sentirse orgulloso de ello.
Disfrutamos de la historia de Irupé, con una dirección orientadora y precisa de Malena Bernardi, que apuntala a la gran figura de la noche, José Maria Gómez Samela, uno de los fundadores del grupo de teatro Ambaí, que hoy tiene 19 años y es un orgullo para Corrientes. Conquista a la platea, con una simpatía contagiosa y brindando una hermosa interpretación, con acento bien correntino. Por eso recomendamos hagan caso a Irupé, que invita a sus queridos chamigos y chamigas a que conozcan su historia de vida y de superación personal.
Pensador Teatral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario