sábado, 16 de febrero de 2019

Bonus Track

Dramaturgia y Dirección de Patricio Abadi.









Sábados 20 hs en Excéntrico de la 18 ( Lerma 420 )

El dramaturgo, director y actor Patricio Abadi, por primera vez se anima a ejercer los tres roles a la vez, en este homenaje que le brinda a Herbert Vianna, lider de la banda brasileña " Os Paralamas do Sucesso ", grupo famoso en su país y que alcanzó gran popularidad en Argentina en los 90´, con hits como Inundados ( Alagados ), cuya melodía todavía hoy tarareamos en alguna fiesta.









Todo era alegría para el músico, pero como muchas veces sucede, un día que parecía uno mas, finalmente no lo fue y la exitosa vida del lider de Paralamas, cambió dramáticamente, nos referimos, al 4 de Febrero del 2001, cuando Vianna que además ser amante de la música, era aficionado a volar, sufrió un accidente sobre las aguas de Angra de Reis, cuando perdió el control del avión ultraliviano que piloteaba y se estrelló en el mar.

Las consecuencias del accidente, fueron devastadoras, ya que falleció su esposa Lucy Needhan, periodista inglesa, con la que tuvo tres hijas. El cantante, se salvó de milagro y no exageramos cuando decimos esto, ya que según los médicos, estuvo 7 segundos sin signos vitales, clínicamente muerto. Estuvo 44 días sin abrir sus ojos, sumergido en un coma profundo, hasta que un día, para sorpresa de quienes lo acompañaban en la clínica, despertó y el milagro finalmente se producía.










Pero nada fue igual para Vianna, sometido a múltiples operaciones y con un daño irreversible en la médula espinal, quedó paralítico. Pero el mayor daño, era en su espíritu, ya que se sentía responsable, por la muerte de su esposa y el sentimiento de culpa, lo acompañaría por siempre.

Creemos que el pequeño resumen que hicimos, sirve para ilustrar a aquellos que no conocían la historia de vida del cantante de Paralamas , para que comprendan las razones, por las que Patricio Abadi, eligió a la figura de Vianna, para su segundo capítulo del ciclo de Biografias ficcionadas. El anterior había sido nada menos que Frida Kahlo, en ese caso, escribió un unipersonal interpretado por Jimena Anganuzzi, con gran respuesta del público.










El mismo autor nos cuenta, que la elección de llevar a escena a Herbert Vianna fue una decisión poética, ya que se conmovió con la historia de vida, de superación personal y más que nada, por la fortaleza, en seguir adelante, buscando transformar el enorme dolor de sus pérdidas en algo positivo, apoyándose para ello en dos pilares, el amor al arte ( en este caso la música ) y por sus hijos.

Patricio Abadi, le pone el cuerpo al personaje, con una pasión  y una entrega que conmueven al espectador. En el relato que nos proponen, seremos testigos de los momentos previos a la vuelta a los escenarios, luego de años sin tocar. Confesiones de un hombre dolido, abatido por momentos y sintiéndose culpable, pero con fuerzas para tratar de superar las adversidades y seguir luchando, por sus hijos que lo necesitan y por su esposa Lucy, que desde el cielo guía sus pasos.

La trama tiene mucho vértigo y envuelve al espectador, con una escenografía despojada y aprovechando las posibilidades que ofrece la sala del Excéntrico, con escaleras y algunos recovecos que Abadi, aprovecha muy bien. Debemos destacar el diseño lumínico de Ricardo Sica y la música que no podía faltar en esta obra.








Bonus Track transita su segunda temporada, hecho que ya marca un mérito en esta época, donde todo cuesta en el teatro independiente y creemos tiene mucho recorrido aún. La potencia del texto y la magnífica interpretación de Patricio Abadi, resultan un merecido homenaje a Herbert Vianna y a su historia de superación personal.

Recomendamos la obra y resaltamos el mensaje esperanzador que nos transmite. La vida muchas veces puede golpearnos de manera furiosa y pintarnos un panorama oscuro, pero es en esos momentos de desesperanza y de pérdidas, el amor nos tenderá una mano, para que sigamos honrando la vida, en homenaje, a los que ya no están.



Pensador Teatral.


viernes, 15 de febrero de 2019

El Viento Escribe

Dramaturgia de Enrique Papatino y Dirección de Enrique Dacal.









Viernes 20 30 hs en Teatro Payró ( San Martín 766 )

Una propuesta muy valiosa llega de la mano de El Viento Escribe, texto escrito por Enrique Papatino y dotado de una riqueza dialéctica y filosófica, que es el espectador agradece, ya que le permite reflexionar, acerca de temas cotidianos, como la verdad y la mentira, la posición que adoptamos ante los hechos y como muchas veces se construyen verdades o falsedades, que podemos suscribir, hasta las últimas consecuencias, según sea nuestro punto de vista, sin realizar un análisis más analítico de los hechos.









La temática que elige la obra es tan original, como atractiva, ya que el autor, tiene la virtud de introducir el tema de lo auténtico y lo falso, dentro de un trhiller académico que bucea en la historia, trayendo al escenario del Payró, personajes históricos relevantes, que dejaron su legado en la humanidad.

La historia de desarrolla en la Francia antigua, con un entusiasta científico ( Marcelo Nacci ) , obsesionado por conseguir correspondencias históricas de personajes célebres. El método mediante el cual, las obtiene, parece tan sencillo, como poco contrastado, ya que su proveedor, es un particular sujeto, que hace las veces de intermediario, de un viejo anticuario, que no quiere darse a conocer y ofrece sus piezas mediante sus servicios.

La colección del misterioso anticuario, luce enorme y por un precio razonable, es posible conseguir ejemplares de un valor increíble. Es así como llegarán a sus manos, cartas de Juana de Arco, correspondencias entre Napoleón Bonaparte y el Almirante Nelson o entre Corneille y el Cardenal Richelieu.









El afán del profesor crece cada vez más y comienza a exigir al intermediario, que le consiga piezas en particular, obsesionándose especialmente con el diálogo epistolar, entre Blaise Pascal e Isaac Newton. Las cartas que aspira conseguir, pueden reconstruir una secuencia, que cambiaría el curso de la historia. Se imaginan, sien verdad, Pascal, el matemático y físico francés, fuera el verdadero padre de la Teoría de la Relatividad y Newton, un discípulo que aprovechó su generosidad, para llevarse los laureles.

No contaremos mucho más, solo diremos que cuando el científico le cuenta su teoría a su jefe, el  Director de la Academia Francesa de Ciencias ( Victor Hugo Vieyra ), este dudará de la veracidad de los documentos y se focaliza en pensar en el conflicto diplomático, que podría generarse entre Francia e Inglaterra, si se atrevieran a cuestionar al mísmisimo Newton, el padre de la física moderna, revelando que en realidad, fue el francés Pascal, quien debía llevarse el mérito.










La trama atrapa al espectador, desde el arranque y los interrogantes se multiplican a medida que se desarrolla la pieza. Serán auténticos los documentos ?? Hay forma de saberlo ?? Existe el viejo anticuario ?? Podemos permitirnos cambiar una verdad histórica ?? No es el objeto de la ciencia cuestionar esas verdades que se tienen como absolutas ?? Como dijimos en un principio, el texto será disparador de reflexiones al por mayor y se recordarán a grandes hombres incomprendidos en su época y que luego fueron reivindicados, como fueron los casos de Nicolás Copérnico o Galileo Galilei, que debieron pagar las consecuencias, por presentar teorías, en tiempos equivocados y poco tolerantes.

El guión de Papatino, encuentra muy buena recepción en la dirección de Enrique Dacal, son viejos conocido, e trabajaron juntos en muchas obras, se nota que se entienden bien y hay gran mérito además en la elección del elenco, ya que se convocó a tres actores de mucha experiencia, que saben como sacarle el máximo provecho a un texto exigente y con mucho parlamento.









Marcelo Nacci es el científico, el coleccionista, apasionado por conseguir esos documentos que pueden cambiar el curso de la historia. Nos gustó mucho la interpretación de Nacci, mostrando la pasión, que por momentos, se convierte en desesperación, por querer llegar a descubrir una verdad, sin darse cuenta, ni calibrar, lo riesgoso que puede resultar, tener una mirada tan subjetiva de las cosas.

Manuel Longueira, es el personaje clave de la historia, misterioso y servicial a la vez, será celoso guardián de la identidad del viejo anticuario. Cuando vean la obra, podrán comprobar si en esa personalidad enigmática, se esconde algún fraude o no. Además desdobla otro personaje que no adelantaremos aquí.









Y para el final dejamos a Victor Hugo Vieyra, un señor actor de enorme trayectoria, que no necesita presentación. Aquí representa a un director conservador y racional, que no le encuentra mucho sentido a andar revolviendo en el pasado. Un verdadero lujover a Victor Hugo a pleno, en el escenario y disfrutar su lucida interpretación.

La puesta no es grandilocuente, Dacal sabe que aquí lo importante es el texto, la palabra y por eso la pone en primer término. Es inteligente, la división del escenario, en tres planos diferentes, que proporcionan las diferentes locaciones, ambientadas con elegantes lámparas y pilas de libros desperdigados por el escenario. Debemos destacar el buen diseño lumínico, el vestuario de época y la música, que en los momentos adecuados, acompañan en gran forma la trama.
Están todos los detalles muy bien cuidados, otorgando mucha belleza estética a la puesta.









El Viento Escribe, es una obra que debemos saber valorar, por su texto cuidado y distinguido. La buena respuesta del público y de la crítica el pasado año, le permite volver a escena esta temporada, siendo este hecho, algo que nos pone muy contentos, ya que habla muy bien del público, que sigue al teatro independiente.

Recomendamos mucho la pieza, reflexionarán acerca de la autenticidad, de construcciones  de la verdad y como muchas veces, podemos tomar posturas que privilegian nuestras ganas de que algo sea real o no, en vez hacer un análisis a conciencia.

Confluyen una dramaturgia muy bien construida, una puesta atractiva y actuaciones superlativas, que en el conjunto se potencian, para vivir una magnífica noche de teatro, donde los espíritus de Newton, Juana de Arco y hasta del mismo Napoleón Bonaparte, se harán presentes en el Payró, siendo testigos del prolongado aplauso, con que los espectadores, despiden a los actores. al final de la función.-.




Pensador Teatral.

domingo, 10 de febrero de 2019

Padre Pedro

Dramaturgia de José Serralunga y Dirección de Matías Gómez,









Domingos 20 30 hs Espacio Callejón ( Humhuaca 3759 )

Una propuesta valiente y muy potente, llega de la mano de Padre Pedro, obra escrita por el autor santafesino José Serralunga, que pone el foco, sobre una institución arraigada y muy poderosa como la Iglesia, que pese a atravesar una actualidad de crisis, debido a la pérdida de fieles a manos de otras religiones, sigue teniendo mucho poder e influencia sobre un gran número de personas que confía en ella y en sus representantes de manera incondicional.

La historia se desarrolla en una parroquia de un pueblo indeterminado de la Provincia de Buenos Aires, a cargo del Padre Pedro ( Jorge Fernández Román ) y donde Dante ( Ricardo Torre ) es su monaguillo. El Domingo luego de una mesa, el sacerdote y su ayudante, charlan sobre temas triviales, el monaguillo cuenta que llevará a su casa, los manteles usados en la misa y manchados con la sangre de Cristo, no con vino como el dijo.Hablan sobre la necesidad de llamar a un electricista, para revisar el cableado eléctrico de la capilla, que anda con problemas y así el el post misa, transcurre sin que hablen de nada relevante.










Es más Dante, que es un muchacho humilde y con una baja educación, se muestra gracioso por sus torpezas y recibe los retos del Padre Pedro, que no puede dedicarse a leer la Bibila, por las continuas interrupciones que recibe y por los pedidos de confesión,que el monaguillo solicita, ante faltas muy menores, generando risas en los espectadores.

Pero al muchacho se lo nota nervioso, parece ocultar algo, le habla al Padre Pedro, de malos pensamientos que tiene, de una pesadilla que lo atormenta y de a poco ese clima trivial y naif, que generaba la charla, irá virando y comenzando de a poco, pero sin pausa a partir de ese momento a ganar en tensión, tomando desprevenido al espectador, por el giro que irá tomando el relato.










No vamos a contar demasiado, porque la obra tiene una cuota de suspenso muy alta que es saludable mantener, solo diremos que la charla entre el acólito y el cura, se irá haciendo cada más íntima e íncómoda para ambos, hasta que el monaguillo, visiblemente alterado, le revela al Padre, que su esposa ángeles, que no había ido a la misa de ese día, debido a la tramenda paliza, que el mismo le propinó el día anterior.

Justifica su reacción, en su certeza de que la esposa le estaba siendo infiel y el polvorín estalla, cuando ella le cuenta que estaba embarazada. La noticia en vez de poner contento a Dante, lo enfurece, ya que sostiene que debido a su esterilidad, no hay chance que él sea el padre. A partir de ese momento, su obsesión, sería conocer la identidad, del amante de su esposa.









Cumpliremos nuestra palabra y no contaremos más, adelantaremos que desde ese instante, una atmósfera de tensión creciente, llenará la escena y ese diálogo inofensivo que mantenían al comienzo el monaguillo y el cura, cambiará de tenor de manera dramática.

La historia tiene un solo acto, es decir todo ocurrirá de manera continua, sin cortes de luz, ni salidas de escena de los actores, que no darán respiro al público, que seguirá las acciones con un silencio absoluto, muestra clara de la tensión, que transmite un texto que atrapa,

La dramaturgia como dijimos es directa y muy potente, siendo fundamental para la dinámica que tiene la puesta, las excelentes actuaciones que presenta la pieza, ya que ambos protagonistas, componen en forma magistral sus personajes.











Jorge Fernández Román, es el Padre Pedro, el representante del Señor en la Tierra, quien transmite la palabra de Dios, con mucha autoridad. A Jorge lo conocemos de El Amor es un Bien, una entrañable obra del off y aquí demuestra su enorme valía, interpretando en gran forma, un personaje complejo, que sin dudas tiene dos caras, una ante los fieles y otra oculta de las miradas. Superlativa su interpretación.

A Ricardo Torre es la primera vez que lo vemos y para nosotros fue toda una revelación. Teniendo que llevar adelante un papel difícil, que exige una gran entrega, debido a los notables cambios de registro que requiere su personaje, ya que por momentos vemos a un muchacho bonachón e ingenuo y en otros momentos asomará persona extremadamente violenta y peligrosa.

Ambos protagonistas se destacan mucho en sus papales y además del lucimiento individual, muestran un entendimiento y una química, que además de darle mucha credibilidad al relato, le agregan mucho valor al texto.











La puesta de Matías Gómez, es de carácter minimalista, con un espacio escénico reducido y delimitado por unas sogas, contribuyendo ello, al carácter íntimo que presenta la pieza. En el mismo sentido, colaborando el diseño lumínico de Ricardo Sica, un verdadero especialista en estas lides.

Padre Pedro, se presentó en escenarios de España, Chile, Venezuela y Puerto Rico, ya que su texto tiene una universalidad y una actualidad, sustentada por la influencia y el poder que tiene la institución eclesiástica dentro de nuestra sociedad. Entre otros reconocimientos, la obra obtuvo la Mención Especial en el Concurso Nacional de Obras de Teatro en el marco del 50 aniversario del Fondo Nacional de las Artes.

En su segunda temporada con este equipo de trabajo, Padre Pedo, se presenta ahora en el cotizado Espacio Callejón, que en los últimos años, se convirtió en sinónimo de buen teatro y referencia para jóvenes autores nacionales.








No queda más para agregar, estamos en presencia de una valiosa propuesta, que se atreve a poner la lupa en un tema muchas eludido, como los cuestionamientos que existen hacia la Iglesia en sentido amplio y al comportamiento de los hombres de carne y hueso que la representan, apareciendo dentro de la trama, temas diversos como el celibato, los abusos de confianza, las tentaciones, las crisis de fé y hasta la violencia de género, todos tópicos de candente actualidad.

Recomendamos especialmente la obra, valiente, intensa y con actuaciones superlativas que no se guardan nada, todos condimentos, que nos permites avizorar una temporada con mucho suceso para Padre Pedro en el Callejón,ya que es una obra movilizante y que no deja indiferente al espectador, que además de disfrutar de una estupenda noche de teatro, se irá reflexionando sobre el poder de la religión y el rostro oculto que pueden presentar muchas personas.




Pensador Teatral.




viernes, 8 de febrero de 2019

Diciembre

Dramaturgia de Mariana Armelin y Diego Leske. Dirección de Diego Leske.








Viernes 20 30 hs en Nun Teatro Bar ( Juan Ramírez de Velasco 416 )

Diciembre en la mayoría de los países, es un mes de balances, consagrado a las fiestas navideñas y a despedir el año que se vá. Pero en la Argentina desde el 2001, Diciembre ha pasado ha ser un mes complejo, desde lo social, lo político y principalmente desde lo económico, generándose un escenario de crisis, donde las corridas financieras y la aparición de dolar como invitado sorpresa en una fiesta para pocos.

Por eso, cuando Armelin y Leske, se reunieron en Marzo del 2017, para escribir esta comedia negra financiera, seguramente se inspiraron en aquel fatídico Diciembre del 2001, pero como nuestro país, se especializa en las crisis financieras, el texto presenta una actualidad absoluta y si los autores, nos contaran que la escribieron de manera premonitoria, por lo que sucedería el año pasado, no dudaríamos un minuto, en creerles.








Las acciones transcurren en una pequeña cueva financiera del microcentro, manejada por Alfredito ( Diego Leske ) , que heredó el negocio familiar de su fallecido padre, quien le trasmitió su pasión por la divisa verde y la bicicleta financiera. Lo acompañan en la cueva, su joven y bella secretaria Selva ( Florencia Sacchi ), con quien mantiene una relación más allá de lo laboral y Pajarito ( Matías Corradino ), quien será la pieza clave del negocio.

No vamos a contar demasiado, para mantener el suspenso y permitir que el espectador descubra lo que sucede, cuando vea la obra. Solo diremos que Pajarito, es una especie de genio matemático, que con un método solo conocido por él, entre otros cálculos, puede predecir, cual será el comportamiento del dolar. Alfredito no se iba a perder a alguien con este don, por eso no dudó en reclutarlo de manera poco ortodoxa y lo retiene el la financiera, de manera tampoco muy clara.

Hasta allí contaremos, la trama atrapa desde el arranque, porque la temática resulta absolutamente cercana al espectador, que se encuentra con personajes que reconoce y una historia muy creíble, que tiene humor, una historia de amor que la traviesa y siempre como marco, una ambición desmedida por ganar millones en minutos, solo levantando un teléfono, fórmula que lamentablemente nos resulta muy conocida.









En la credibilidad de la historia, tienen fundamental incidencia, las magníficas actuaciones que presenta la obra. arrancando por el propio Diego Leske, en el papel de Alfredo, el típico chanta portador de apellido, integrante de una supuesta elite que se dedica a la especulación financiera y piensa que se las sabe todas. Nos gustó mucho su interpretación, como un financista sin escrúpulos y con una codicia, que no tiene límites.

Florencia Sacchi, se destaca muchísimo en su papel, ella es Selva, una chica nacida en Bella Vista, Corrientes y que se ganaba la vida haciendo las manos en una peluqueria, hasta que conoció al viejo Alfredo, que la llevó a la financiera como su secretaria. Devota de la Virgen de Itatí, con muy buena mano para hacer chipás y un acento típico de sus pagos, compondrá de manera magnífica su personaje. Nos gustó mucho el trabajo de Florencia.

Y por último mencionar a Matías Corradino, que será Pajarito, un personaje enigmático y nada sencillo de representar. Será clave en el desenlace de la  historia, conservarndo un halo misterioso, que recién en la parte final de la trama se develará. Muy bueno también lo de Matías.








Como puede apreciar el lector, nos gustaron mucho las actuaciones, los tres con mucha química entre ellos y aquí debemos mencionar la labor de Flavio Nardini, a cargo de la dirección actoral, en su debut en el mundo teatral, ya que hasta aquí siempre se había desempeñado en el cine. Auspicioso su estreno, con un aporte importante, que se cristaliza en la dinámica de las actuaciones.

La puesta tiene varios elementos para destacar, como por ejemplo el diseño escenográfico siempre efectivo de José Escobar, que en este caso nos permite ver,  una típica oficina de la city, con un fichero muy especial y una ventana, por la cual los protagonistas, pueden ver y oir, el reclamos de los ahorristas, que cacerolas en mano, recorrer las calles del microcentro, una imagen muy fuerte, que todos tenemos grabada. Además debemos destacar la iluminación de Ricardo Sica y la música original que presenta la pieza. Todo estos ítems, realzan el valor de una puesta atractiva, que muestra que cuida todos los detalles.







Para ir concluyendo, nos resultó muy interesante la propuesta de Diciembre, Algoritmo del caos, que de manera inteligente y con una muy buena cuota de humor, pone la lupa, sobre un submundo, como el financiero,  muchas veces oculto y responsable de corridas crisis financieras, que lamentablemente los argentinos estamos acostumbrados a sufrir.

Solo nos queda recomendar Diciembre, se encontrarán con un trhiller negro atrapante, con excelentes actuaciones y la posibilidad de descubrir, si la célebre máxima que señala, que quien apuesta al dolar pierde, en este caso se cumplirá o no.



Pensador Teatral.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Nina

Dramaturgia de Patricia Suárez y Dirección de Jorge Diez.








Miércoles 20 hs en Hasta Trilce ( Maza 177 )

Patricia Suárez, la talentosa y prolífica dramaturga rosarina, en esta oportunidad nos sorprende con un texto sensible, que con humor y poesía, nos propone viajar en el tiempo, a la Rusia pre revolucionaria de principios del Siglo XX, con el teatro en primer plano y con personajes como Tolstoi, Stanislavski y Chejov, entre otras celebridades, que coincidieron una época dorada, que dejó su huella.

La obra es un unipersonal que nos traerá a escena a Nina Sarechnaia, personaje proveniente de La Gaviota de Chejov, aunque la autora parece situarla unos años más adelante. Enseguida aclaramos que no es necesario, conocer la obra chevjoviana, para seguir la historia, ya que la misma tiene autonomía propia, claro que quien la conozca, valorará aún más el texto.








La Nina que se presenta en esta coqueta sala del Hasta Trilce, trabaja en el guardarropas del gran Teatro de Moscú, acomodando y custodiando los abrigos del público, que esa noche asiste a una función de Tres Hermanas, uno de los clásicos más conocidos de Antón Chejov.

Nina, abrirá su corazón y esa noche, elegirá confesarse, trayendo recuerdos de su infancia, adolescencia y ya,  cuando era una bella mujer, hará revelaciones sombre sus amores prohibidos, amantes,  el rol de la mujer en aquellos años y siempre rondando el relato, se manifestará su pasión por no haber sido una actriz reconocida y su frustración, por estar allí abajo recluida entre abrigos y fantasmas, cuando su lugar, sin dudas arriba del escenario, interpretando a alguna de las hermanas.








Elogiamos mucho el libro, pero no caben dudas, que la gran protagonista de la noche, es Ana Padilla, una enorme actriz, que se enamoró del texto de Patricia Suárez apenas lo leyó y desde ese precisamente, se abrazó con pasión al proyecto.

Es un placer ver a Ana en escena, absolutamente compenetrada en el personaje de Nina, tomándolo con un amor y una entrega que conmueven. Todos sabemos las exigencias que presentan los unipersonales y en este caso Padilla, resuelve el desafío con maestría y nos regala una interpretación exquisita, consiguiendo transmitir cada una de las ímágenes que relata y transportando a cada uno de los espectadores, a la fría y bella Moscú.









La puesta que propone el director Jorge Diez, es de carácter minimalista, logrando un ambiente íntimo, que resulta ideal para el relato de Nina. Colabora mucho también la elección de esta particular y señorial sala del Hasta Trilce, poblada de cuadros, espejos, una araña hermosa y hasta un piano, todos elementos que le otorgan glamour a la puesta. Además la disposición particular de las sillas, dejando casi un cuadrado en el medio, permitiendo que la protagonista, se desplace por toda la sala,  camine entre los espectadores y hasta pueda mirarlos a los ojos, algo que colabora muchísimo con ese clima de complicidad que el relato pide.

Destacamos el vestuario de Pepe Uría, en la vestimenta de La Gaviota y también en esos abrigos que resaltan en escena y que nos trasladan al pasado moscovita, al igual que la música original de Rony Keselman, que acompaña el ritmo y los vaivenes de la trama.









En definitiva, Nina es una obra que presenta una dramaturgia fina y sensible, que nos hará viajar hacia la edad de oro de la literatura y el teatro ruso, del que mágicamente, emergerán grandes autores que dejaron un legajo que perdurará por siempre. A este texto tan refinado , se le suma una puesta atractiva y muy cuidada, que le permite a Ana Padilla, hacer gala de todo su talento y oficio sobre las tablas, para brindarnos una interpretación magnífica.

Los aplausos emocionados, con que los espectadores despiden a la protagonista al final de la función no dejan dudas, que la obra gustó mucho y que el alma de Nina Sarechnaia, esa noche, se sentirá orgullosa, por esa merecida ovación, que el público le brindó, como premio a su actuación.



Pensador Teatral.

lunes, 4 de febrero de 2019

Pulmones

Dramaturgia de Duncan Macmillan y Dirección de Jennifer Aguirre Woytkowski.







Lunes 21 hs en El Método Kairos ( El Salvador 1530 )

Un texto profundo e inteligente llega de la mano del jóven dramaturgo inglés Duncan Macmillan, que estrenó Pulmones en Londres en el 2013. Por esta pieza el autor recibió unánimes elogios de los críticos y obtuvo varios premios, entre el de Mejor Obra para el Off West End Award.

Luego del suceso en el Reino Unido, la obra llegó a más de quince países, siendo posible tal expansión, debido a un guión moderno y en sintonia con los tiempos que se viven, donde una pareja joven replanteará su presente y también su futuro.
La versión local, dirigida por Jennifer Aguirre, transita ya su segunda temporada y respeta las pautas particulares, que el autor establece para contar su historia.

Cuales son esas pautas, que hace que esta obra que nos presenta a una pareja joven, culta y consciente del contexto social y ambiental que los rodea, tenga una puesta tan particular. El autor establece algunas normas, solo habrá dos actores sobre un escenario desnudo, no hay escenografía, no hay elementos de utileria y tampoco habrá cambios de vestuarios, ni algún indicadores que explique el paso del tiempo o el cambio de acto.







Estarán solamente los dos actores, en un cuadrado blanco, sin ningún artificio escénico, que los acompañe, serán sus voces, sus gestos y sus cuerpos los que llevarán adelante un texto exigente e inteligente, que los obligará a estar concentrados y a entregarse por completo, para estar a la altura de lo que requiere el libro.

La joven pareja parece tener una vida normal, el es músico, ella prepara un doctorado y sus rutinas parece seguir el camino habitual de cualquier pareja, hasta que un día como cualquier otro y en la cola de un supermercado, surge una pregunta, que será el disparador de todo lo que vendrá luego : Y si tenemos un hijo ?










El interrogante parece simple y normal en cualquier pareja, pero desde ese momento el horizonte se llenará de dudas, pensarán si es el momento adecuado para ejercer la paternidad. Y que pensar del mundo que lo recibirá, donde la superpoblación es una realidad que agobia. Llegaran los miedos a no estar preparados para ser padres, a no tener una relación tan sólida como sería conveniente. Dudas, miedos y culpas, una trilogía muy peligrosa, que puede paralizar a cualquiera y más a estos jóvenes, leídos e informados, que ya no quiere hacer cosas, simplemente por respetar un mandato social.

Los diálogos entre los novios, tendrán humor, ironía, momentos divertidos y otros muy tristes. Se reirán, se pelearán y llorarán juntos, tal como ocurre en la vida real, algo que sin dudas el público reconoce, ya que una de las características de este texto, es resultar cercano.








Siempre decimos, que puede haber un texto muy lúcido y una dramaturgia muy elaborada, pero luego es fundamental encontrar los intérpretes adecuados, que sepan transmitir el mensaje y más en este caso, donde como dijimos antes, no hay escenografía, no hay artificios teatrales que acompañen.

Y es hora de decirlo ya, nos encontramos con las fantásticas actuaciones de Lucien Gilabert y Lionel Arostegui, que saben como jugar la partida, con sus tonos de voz, sus miradas, sus movimientos, todo ello puesto al servicio de la obra, para hacer creíble el texto y las situaciones que se relatan.

Lucien es intensa, enérgica y extremadamente emotiva. En cambio Lionel, parece más calmado, algo relajado y siempre tratando de ser componedor. El contrapunto luce muy atractivo y los dos protagonistas, muestran un entendimiento y una química, que sorprende. Tienen que estar siempre concentrados, ya que la acción es continua y les exige muchísimo desde lo actoral y desde lo físico, brindando dos interpretaciones exquisitas.










La puesta como dijimos es de carácter minimalista, solo la iluminación por momentos acompaña a los actores, por eso también debemos destacar a la directora, que apelará a los movimientos corporales de los protagonistas, para enlazar las escenas y darle agilidad a la puesta.

Nos gustó mucho la propuesta de Pulmones, al autor cumple su objetivo de plantear preguntas y no bajar línea. El espectador reflexionará junto a estos jóvenes, sobre del amor en la pareja, la difícil decisión de ser padres, las presiones familiares y como los miedos, muchas veces son los que conducen nuestra vida.

Por todo lo mencionado, solo nos queda recomendar la obra, que con un texto muy actual y de la mano de dos actuaciones fantásticas, nos regalarán un noche a puro teatro. La capacidad desbordada de la sala del Método Kairos y los aplausos prolongados, con que los espectadores, despidieron a los protagonistas al final de la función, auguran que esta segunda temporada de Pulmones será muy exitosa.




Pensador Teatral.




sábado, 2 de febrero de 2019

Los Árboles mueren de Pie.

Dramaturgia de Alejandro Casona . Dirección de Claudio Salama.








Sábados 20 30 hs y Domingos 19 hs en Teatro Columbia ( Av.Corrientes 1537 )

La obra escrita en 1949 por el dramaturgo español Alejandro Casona, considerado uno de exponentes más importantes de la literatura española del Siglo XX. Sus ideas fueron consideradas como muy radicales, en años previos a la guerra civil y fue forzado al exilio con la llegada del General Franco al poder. Residió en Argentina hasta 1962, cuando finalmente puede regresar a su país.

Los Árboles mueren de Pie, que puede considerarse una de sus obras más destacadas, sino la más, con el correr de los años, se ha convertido en un clásico,  que se presentó en escenarios de todo el mundo y tuvo también su versión cinematográfica.








El autor en una atmósfera de ensueño, concibe una organización misteriosa, dirigida por un filántropo, que tiene como objetivo, simular situaciones que generen felicidad en personas que no la tienen, siempre en la búsqueda de un mundo más alegre.

En esas circunstancias, llegará a su reducto, el Sr.Balboa, que requerirá de manera urgente los servicios de aquella compañia, en una empresa nada sencilla. Resulta que hace muchos años, luego de mantener una fuerte discusión expulsó de la casa a su nieto Mauricio ( su único descendiente ). Su esposa, quedó muy mortificada por este suceso y sintió mucho la falta del nieto. Fue por ello, que su esposo, decidió llenar esa ausencia, escribiendo cartas falsas simulando que las escribía el nieto, donde le relataba una ficticia vida feliz en el Canadá, donde se había convertido en un exitoso arquitecto y además había conocido a Isabel, una bella mujer, con la que había contraído matrimonio.

Sin entrar en detalles, contaremos que luego de veinte años, la abuela iba a cumplir el sueño reencontrase con su exitoso nieto que viajaría desde Canadá con su esposa, solo para volver a verla. No había escapatoria, la única salida es que entrara en acción, el falso Mauricio, con su esposa Isabel, para montar una farsa, que haga creer a la abuela, que es su verdadero nieto, quien regresó para verla.








La historia, hasta allí con humor y mucha ternura, parecía ser una cuento de hadas, pero la situación se complicaría, cuando el verdadero Mauricio, llegaría a aquella casa, dispuesto a contar toda la verdad y a arruinar todos los planes, sin importar que rompería el corazón de la abuela.

Hasta allí vamos a contar, cuando vean la obra, verán que sucede finalmente en esa casa. El disparador del autor, nos lleva a reflexionar, sobre si en algunas circunstancias, es preferible una mentira que puede traer felicidad, en vez de una verdad dura que nos provoca una enorme tristeza y desilusión. Es admisible esa licencia y mediante un engaño, dar vuelo a una ilusión ?  O siempre hay que presentar la verdad, aunque la misma a veces provoque mucho daño.

La adaptación de Claudio Salama, pese a quitar algunos personajes del libro original, logra conservar con mucha fidelidad el espírítu que el autor le dió a la obra, ambientándola en los años cincuenta, pero consiguiendo que la historia tenga una vigencia absoluta.

Enseguida debemos mencionar, las lucidas actuaciones que presenta la obra, que transita su tercera temporada, algo que ya habla de la buena respuesta que tiene la pieza de parte del público y este año se presenta con un elenco que tiene muchas caras nuevas.







Claudio Salama, además del director de la obra, es el gran protagonista de la noche, ya que interpreta al jefe de la compañia de ilusiones y será el falso Mauricio, debiendo ser lo suficientemente convincente, para que la abuela, no tenga dudas. Con gran presencia escénica y un histrionismo que debemos destacar, se luce muchísimo y es quien lleva la batuta de la historia.

Su falsa esposa Isabel, es interpretada por Silvana Coppini, una jóven y talentosa actriz, a la que elogiamos el año pasado por su brillante protagónico en Yerma, entrañable obra del off. Aquí será una dulce esposa, que sabrá dotar a su personaje una sensibilidad y una dulzura, que el espectador agradece. Nos gustó mucho el trabajo de Silvana.

La pareja de los viejitos, es simplemente encantadora, Eduardo Ezon, es el abuelo que hará lo imposible para que su amada esposa sienta orgullo por su nieto y pase unos días fabulosos. Graciela Pérez, es esa abuelita dulce y aparentemente ingenua, que se compra a la platea con su ternura. Nuestro aplauso para Eduardo y Graciela, ambos con entrañables composiciones.

El elenco se completa con una actriz de mucha experiencia como Nonnel Nhoj, en el papel de Genoveva, el ama de llaves de la casa. Gabi Branda es el personaje más gracioso de la noche, animando la velada, desde antes que comience la obra. Por último mencionar a Sergio Theaux, el villano de la historia, con gran presencia escénica y muy convincente en su papel de desalmado.



En resumen, la obra presenta un elenco nutrido y con muchos actores de experiencia, algo que nosotros disfrutamos especialmente, porque generalmente esto  se traduce en actuaciones que lucen muchísimo, siendo este uno de sus casos.







La puesta es cálida y logra envolver al espectador en un clima ameno. Nos gusto mucho el diseño escenográfico que presenta esa casa bien familiar. Y también queremos destacar el vestuario, que nos remite a los años cincuenta.

En definitiva, vivimos una muy linda noche de teatro viendo Los Árboles mueren de Pie, una historia sencilla, pero que sabe como llegar al espectador y conmoverlo, reflexionando además sobre como muchas veces, una mentira inofensiva y que no daña, puede ser gratificante y traer felicidad, aunque sea ilusoria, como contracara de una verdad que muchas veces despiadada, causa infinito dolor.

El aplauso emocionado, con que el público que colmó la sala del Teatro Columbia en el reestreno de la obra, es una muestra clara, de la vigencia de este clásico, que gracias a notables actuaciones, nos regalaron una noche de muy buen teatro independiente.




Pensador Teatral.