lunes, 4 de febrero de 2019

Pulmones

Dramaturgia de Duncan Macmillan y Dirección de Jennifer Aguirre Woytkowski.







Lunes 21 hs en El Método Kairos ( El Salvador 1530 )

Un texto profundo e inteligente llega de la mano del jóven dramaturgo inglés Duncan Macmillan, que estrenó Pulmones en Londres en el 2013. Por esta pieza el autor recibió unánimes elogios de los críticos y obtuvo varios premios, entre el de Mejor Obra para el Off West End Award.

Luego del suceso en el Reino Unido, la obra llegó a más de quince países, siendo posible tal expansión, debido a un guión moderno y en sintonia con los tiempos que se viven, donde una pareja joven replanteará su presente y también su futuro.
La versión local, dirigida por Jennifer Aguirre, transita ya su segunda temporada y respeta las pautas particulares, que el autor establece para contar su historia.

Cuales son esas pautas, que hace que esta obra que nos presenta a una pareja joven, culta y consciente del contexto social y ambiental que los rodea, tenga una puesta tan particular. El autor establece algunas normas, solo habrá dos actores sobre un escenario desnudo, no hay escenografía, no hay elementos de utileria y tampoco habrá cambios de vestuarios, ni algún indicadores que explique el paso del tiempo o el cambio de acto.







Estarán solamente los dos actores, en un cuadrado blanco, sin ningún artificio escénico, que los acompañe, serán sus voces, sus gestos y sus cuerpos los que llevarán adelante un texto exigente e inteligente, que los obligará a estar concentrados y a entregarse por completo, para estar a la altura de lo que requiere el libro.

La joven pareja parece tener una vida normal, el es músico, ella prepara un doctorado y sus rutinas parece seguir el camino habitual de cualquier pareja, hasta que un día como cualquier otro y en la cola de un supermercado, surge una pregunta, que será el disparador de todo lo que vendrá luego : Y si tenemos un hijo ?










El interrogante parece simple y normal en cualquier pareja, pero desde ese momento el horizonte se llenará de dudas, pensarán si es el momento adecuado para ejercer la paternidad. Y que pensar del mundo que lo recibirá, donde la superpoblación es una realidad que agobia. Llegaran los miedos a no estar preparados para ser padres, a no tener una relación tan sólida como sería conveniente. Dudas, miedos y culpas, una trilogía muy peligrosa, que puede paralizar a cualquiera y más a estos jóvenes, leídos e informados, que ya no quiere hacer cosas, simplemente por respetar un mandato social.

Los diálogos entre los novios, tendrán humor, ironía, momentos divertidos y otros muy tristes. Se reirán, se pelearán y llorarán juntos, tal como ocurre en la vida real, algo que sin dudas el público reconoce, ya que una de las características de este texto, es resultar cercano.








Siempre decimos, que puede haber un texto muy lúcido y una dramaturgia muy elaborada, pero luego es fundamental encontrar los intérpretes adecuados, que sepan transmitir el mensaje y más en este caso, donde como dijimos antes, no hay escenografía, no hay artificios teatrales que acompañen.

Y es hora de decirlo ya, nos encontramos con las fantásticas actuaciones de Lucien Gilabert y Lionel Arostegui, que saben como jugar la partida, con sus tonos de voz, sus miradas, sus movimientos, todo ello puesto al servicio de la obra, para hacer creíble el texto y las situaciones que se relatan.

Lucien es intensa, enérgica y extremadamente emotiva. En cambio Lionel, parece más calmado, algo relajado y siempre tratando de ser componedor. El contrapunto luce muy atractivo y los dos protagonistas, muestran un entendimiento y una química, que sorprende. Tienen que estar siempre concentrados, ya que la acción es continua y les exige muchísimo desde lo actoral y desde lo físico, brindando dos interpretaciones exquisitas.










La puesta como dijimos es de carácter minimalista, solo la iluminación por momentos acompaña a los actores, por eso también debemos destacar a la directora, que apelará a los movimientos corporales de los protagonistas, para enlazar las escenas y darle agilidad a la puesta.

Nos gustó mucho la propuesta de Pulmones, al autor cumple su objetivo de plantear preguntas y no bajar línea. El espectador reflexionará junto a estos jóvenes, sobre del amor en la pareja, la difícil decisión de ser padres, las presiones familiares y como los miedos, muchas veces son los que conducen nuestra vida.

Por todo lo mencionado, solo nos queda recomendar la obra, que con un texto muy actual y de la mano de dos actuaciones fantásticas, nos regalarán un noche a puro teatro. La capacidad desbordada de la sala del Método Kairos y los aplausos prolongados, con que los espectadores, despidieron a los protagonistas al final de la función, auguran que esta segunda temporada de Pulmones será muy exitosa.




Pensador Teatral.




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