sábado, 20 de abril de 2019

La Herencia

Dramaturgia de Andrea Bauab . Dirección de Daniel Marcove.









Domingos 18 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Obra escrita por la dramaturga argentina y residente en Israel, Andrea Bauab, que fue presentada en 2011 en España en una versión corta, con muy buena respuesta de público. Productores estadounidenses, la vieron y le pidieron a la autora, una versión extendida, para poder presentarla en un Festival de Teatro Latino en Nueva York. Andrea cumplió con el pedido y la Herencia, recibió 5 nominaciones entre 24 obras presentadas en ese Festival, siendo la segunda más nominada (entre ellas el voto del público y el mejor guión).









Con estos buenos antecedentes, la obra llega en esta versión porteña, bajo la dirección de Daniel Marcove, uno de los directores más reconocidos y prolíficos que tiene nuestro teatro independiente, que se interesó de inmediato cuando leyó el texto y decidió dirigir esta versión, reuniendo a un muy buen elenco.

La pieza, tiene una cuota muy importante de suspenso, a medida que la trama avanza se nos irán develando temas, que permanecían ocultos, por lo que seremos muy cuidadosos en los que vamos a contar en esta reseña.


La historia, se inicia con Martina ( Flavia Vitale ) en pleno duelo, por la reciente muerte de sus padres en un accidente automovilístico. Sin marido y sin hijos, se siente más sola que nunca en la vida, ya que sus padres eran su sostén. Se la nota muy dolida por la perdida y nerviosa sabiendo que deberá ocuparse sola de las tres mil hectáreas de campos que hasta hace pocos días recorría a diario con su padre.











Triste y abatida recibe a Salomón ( Marcelo Serré ), abogado judío y amigo íntimo de su padre Roberto ( Gustavo Rey ). . La visita parece ser una simple formalidad para Martina, ya que descuenta que en ese acto, el abogado, le enunciará los detalles legales, por la que se conviertirá en la única heredera, de las posesiones de sus padres.

Pero muchas veces, la vida nos tiene reservadas sorpresas, que suelen llegar en los momentos más inoportunos. Cumpliremos nuestra palabra y no adelantaremos mucho más. Solo decir que abogado hará un anuncio, que dejará helada a Martina y la seguridad de ser la única heredera, se desvanecerá en un instante.


Hasta allí contamos, solo diremos que nos encontraremos con una historia profundamente humana, que nos hablará de secretos familiares y de lo difícil que nos puede resultar aceptar una verdad, que nos resulta disparatada e inverosímil.











El espectador, se engancha desde el arranque con la historia y acompañará a Martina, en el corrimiento de ese velo inmenso, que ocultaba varios elefantes. Marcove con su experiencia en la dirección, sabe como explotar un texto interesante, con una puesta atractiva, que se apoya en las muy buenas actuaciones que tiene la obra.

Creemos que Flavia Vitale, es quien se lleva los mayores elogios. Interpreta a una Martina golpeada en primer término por la dolorosa y repentina pérdida de sus padres y luego por un vendaval que se le viene encima, sin dar aviso. Para destacar la presencia escénica de Flavia, componiendo un personaje de carácter fuerte, que se querrá aferrar con todas sus fuerzas a su verdad. Magnífica interpretación.










Es muy bueno también lo de Marcelo Serré, como abogado familiar y conocedor de la verdad, gracia a su amistad con el padre de Martina. A Marcelo lo habíamos visto en anteriores obras, en papeles graciosos, donde se destacaba de manera natural. Aquí nos sorprende gratamente, en un rol dramático, que resuelve en gran forma, intentando en todo momento ser el componedor de la historia y quien busca calmar las aguas.


Gustavo Rey, es Roberto, el padre de Martina, que gracias a la licencia del texto, tendrá apariciones del más allá, donde tratará de aclarar algunas cuestiones. Roberto es un actor de experiencia, que muestra su carisma, en un papel complejo.


Para el final dejamos a Iardena Stilman, a quien vimos este año lucirse en Freno de Mano, una entrañable obra del teatro comercial. Aquí compone de manera deliciosa, un personaje  de gran humanidad, que no daremos a conocer, para que se sorprendan cuando vean la obra. Nos gustó mucho lo de Iardena.










Como mencionamos la puesta de Marcove es muy atractiva, con una escenografía simple, que con unos pastos largos, nos traslada al campo, hay un destacado diseño lumínico propiciando los diferentes climas que tiene la trama y hay un aporte muy valorable de Carlos Bendayan, con la música original y en vivo.

En definitiva, La Herencia es otra las las propuestas interesantes que nos ofrece el teatro independiente. Estrenada en Buenos Aires el año pasado, transita su segunda temporada en cartel, en El Tinglado, un teatro donde siempre dá gusto concurrir. Los espectadores, se encontrarán con una dramaturgia bien elaborada, una trama dinámica y actuaciones muy destacadas, que nos invitarán a descubrir un secreto familiar guardado bajo siete llaves, que al revelarse, tendrá consecuencias de un alcance impensado,




Pensador Teatral.



viernes, 19 de abril de 2019

Tierra Partida

Autoría de Marcos Arano y Gabriel Graves. Dramaturgia de Marcos Arano.








Viernes 22 15 hs en La Carpintería Teatro ( Jean Jaures 858 )

Una propuesta magnífica la de Tierra Partida, una obra absolutamente original y creativa, que está en su cuarta temporada de suceso, repasando los orígenes de un país, narrando como fueron aquellos años donde nacía Argentina como país, en un período turbulento y de mucha violencia, con personajes contradictorios, amados por unos y odiados por otros, con héroes, villanos y traiciones por doquier.

La forma elegida por Marcos Arano y el talentoso grupo Malvado Colibrí, para relatar esta parte de nuestra historia, del Siglo XIX, es lúdica, apostando al humor y con un inusual despliegue en escena, con casi 20 actores y músicos en vivo, todos ellos en clave de clown.









Indudablemente hay que ser irreverente y valiente, para apostar al absurdo y a las narices coloradas para contar repasar la historia y la verdad que la jugada, le sale perfecta al director y al elenco, ya que logran un espectáculo muy divertido y con una dinámica que atrapa al espectador desde antes que comienza la función, ya que al ingresar a la sala, el escenario tiene a los protagonistas, haciendo de las suyas.

El formato es muy interesante, dos presentadores, haciendo las veces de maestros de ceremonias, intentarán ordenar y encaminar, los actos que se sucederán a lo largo de la noche, apareciendo algunas de las antinomias que marcaron nuestra historia, como las de unitarios y federales, con caudillos de ambos lados, el fusilamiento de Dorrego, la Generación del 37, el fraude electoral y la aparición de figuras emblemáticas como Rivadavia, Sarmiento y Rosas, por mencionar a algunos, que al igual que ocurre en la actualidad, forman parte de la grieta que tiene nuestro país, con adherentes y detractores.








El ritmo es vertiginoso, con coreografías y cuadros muy poblados. El movimiento domina la escena, hay mucho teatro físico, con destrezas corporales y con el humor siempre, como hilo conductor de la obra. Tenga la seguridad el espectador, que además de divertirse mucho a lo largo de la obra, repasará hechos de la historia que conocía, pero también algunos sucesos que no conocía, por lo que se reirá y también aprenderá con Tierra Partida.

La dinámica que tiene la obra, se apoya en la entrega absoluta de un elenco joven y muy talentoso, absolutamente comprometido con la obra y con una energía bien arriba, que se mantiene a lo largo de toda la trama. Es un elenco bien numeroso y todos tienen momentos de gran lucimiento individual, con coreografías, que impresionan por su despliegue.








Corriendo el riesgo de ser injustos, vamos a mencionar a modo de reconocimiento, a algunos integrantes del elenco. Carolina Maldonado y Federico Paulucci, forman la deliciosa pareja de presentadores y además de ser muy divertidos, cumplen un papel fundamental para el desarrollo del relato.

Queremos mencionar los trabajos de Felipe Saade, Ezequiel Cotton, Camila Cruz, Rocío Rodríguez Paz y Romina Salerno, con intervenciones muy destacadas, pero como dijimos antes, no queremos ser injustos con el resto del elenco, que con el mismo nivel de alta energía constituyen ese todo integral que resulta este espectáculo.

La puesta que propone el director, ya lo dijimos antes, es vertiginosa, la escenografía es minimalista, la idea es dejar libre el espacio escénico, para que los actores corran, salten, luchen y se revuelquen por el piso, en esta explosión de ritmo que resulta Tierra Partida.










Recomendamos especialmente la obra, que desde su estreno sigue creciendo gracias al boca a boca, cosechando premios y elogios de un público, que ya conoce otros trabajados de la compañía Malvado Colibrí y llena la sala en cada función.

No queda más para agregar, en nuestra opinión Tierra Partida, Lo Demás no Importa Nada, es una de las obras imprescindibles que el teatro independiente tiene en cartel, una excelente forma de repasar hechos de nuestra historia, con mucho humor y de la mano de un joven elenco que se entrega por completo, con una energía y una alegría que contagian al espectador.



Pensador Teatral.


jueves, 18 de abril de 2019

Gallo

Dramaturgia y Dirección de Nacho de Santis.









Viernes 20 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )

Gallo es la obra que marca el debut de Nacho de Santis, como dramaturgo. Reconocido en su faceta de actor y director, presenta su opera prima como autor, en un Espacio Callejón que sigue con su sana costumbre de ofrecer su cotizada vidriera, para la aparición de nuevos autores argentinos, algo que en nuestro caso, siempre valoramos mucho.

Este proyecto nació en un taller de dramaturgia de Javier Daulte, donde De Santis inspirado en un recuerdo de la infancia, desarrolló este bello texto, que tiene mucho de autobiográfico en la estructura y una buena parte de ficción en la trama. La parte real, es que el autor de pequeño, vivió con su familia, en Cañada de Gómez, en una casa quinta, ubicada en una zona rural y frente a ellos vivía una familia humilde, que tenia un gallinero en el patio. De Santis  pasó mucho tiempo con los hijos de aquellos lugareños y aún recuerda el olor de ese gallinero.








Siempre que tenemos la chance de conocer la génesis de estas historias, nos gusta compartirlas con los lectores, ya que entendemos que cuando la obra refleja o se inspira en algún hecho real de la vida del autor, se realza el valor de la historia que nos cuentan.

Pero bueno dejemos atrás la infancia de De Santis y vayamos a Gallo, la pieza que nos convoca. Las acciones se desarrollan en el campo, en las afueras de un pueblito del interior. Alli es donde humildemente viven Julián, su madre Ana y su abuelo. La rutina del hogar, se vé afectada, cuando una mañana, descubren que el gallo ha desaparecido. Las hipótesis de lo sucedido con Claudio ( el gallo se llama igual que el abuelo ) son variadas. Alguien lo robó por la noche ?? Se pudo haber escapado volando ?? Tendrán que ver los cazadores con la desaparición ??

Las teorías sobre lo sucedido, son muchas, pero la única certeza, es que Claudio no está en el gallinero y se lo extraña mucho, ya que aquí todos coinciden, este era un gallo especial y su ausencia, significaría que falten muchos huevos en esa casa donde nada abunda.








Cuando nos hacemos la idea, que la trama se centrará en torno del misterio del gallo desaparecido, el autor hábilmente, deja al descubierto una historia mayor, la de Julián, ese adolescente, que sufre la sobreprotección de una madre, que proyecta en él, todos sus miedos y frustraciones, al igual que el abuelo muy preocupado, por el tardío despertar sexual de su nieto.

El joven parece prisionero, en esa casa, donde al amor, se lo denomina peste, por lo que estar enamorado equivale a estar enfermo o apestado. Y para colmo, perciben que Julián pareciera tener todos los síntomas de la peste, por lo que se disparan las alarmas de los mayores de la casa.
Miran con recelo, que se haya hecho amigo de Marcos, el hijo de esos vecinos pudientes, que vinieron de la ciudad y no tienen nada que ver con ellos, tienen plata y manejan otros códigos, no tienen dudas que no será una buena influencia, para el menor de la casa.

Bien hasta allí contaremos, cuando vean la obra descubrirán que sucedió con el gallo desaparecido, conocerán si Julián esta apestado como dicen y se adentrarán en el mundo de esta familia campestre, muy cerrada en sus creencias y con muchos prejuicios con el diferente.










La historia atrapa al espectador desde al arranque, por su belleza estética, su poesía y principalmente por los personajes que presenta la obra, extraídos de la vida real e inmersos en una trama, que indaga en valores como la amistad, el despertar sexual en la adolescencia y como muchas veces los miedos propios de los mayores, pueden causar mucho daño en los menores.

Es hora de destacar ya las actuaciones que tiene la pieza, ya que son uno de los puntos fuertes de este relato. Arranquemos por Adriana Ferrer, que con una presencia escénica imponente, dá vida a una madre posesiva y herida, que estará dispuesta a todo, para que su hijo no salga lastimado, ni sufra como ella con la peste. Soberbia la interpretación de Adriana, con mucho carácter y presencia escénica, siendo desde nuestro punto de vista, la mejor actuación de la noche.

Hay una muy buena la composición de personaje de Luis Gutmann, como ese abuelo bonachón y aferrado a los valores tradicionales, que tratará de adaptarse a un mundo que ha cambiado, intentando aconsejar de la mejor manera a su nieto, pese a sus limitaciones.






Velentino Grizutti, es la gran revelación de la obra, componiendo a un Julián sensible que lucha por escapar de esa presión asfixiante de su entorno familiar, que le impide desarrollarse libre en un mundo exterior, que además de resultarle desconocido, lo atrae mucho. Excelente presentación de Valentino, que con actuaciones como esta, muestra tener mucho futuro.

Completa el elenco, Juan Cottet, como Marcos el amigo de Julián. Con una participación más reducida, tiene espacio para lucirse y le aporta frescura a la pieza.

La puesta tiene muchos elementos para destacar, el principal de ellos, el estupendo diseño escenográfico que tiene la obra, con ese gallinero alambrado en el centro del escenario, que apenas ingresamos a la sala, nos transporta con la mente al campo, Realmente muy logrado este ítem.
Para destacar también el muy buen diseño lumínico, que juega con la claridad del día y la oscuridad de la noche. Otro elemento que suma es, la música original que tiene la obra, con melodías folklóricas. Como puede apreciar el lector, realmente una puesta que cuida todos los detalles.








No queda más para agregar, es un debut promisorio de Nacho de Santis como dramaturgo, con esta historia sensible, que rescata un recuerdo muy vivo de su infancia y le suma una ficción muy potente, para quedarnos con esta obra tan atractiva.

Una historia, para reír, reflexionar y disfrutar de destacadas interpretaciones, que con mucha poesía, nos acerca esta historia del campo a la ciudad, con el canto del gallo Claudio de fondo.



Pensador Teatral.




miércoles, 17 de abril de 2019

Mar

Creación colectiva de Teatro de los Andes ( Bolivia ) .







Dramaturgo y Director invitado Aristides Vargas.

IV Fitla Argentina 2019 - IFT Teatro ( Boulogne Sur Mer 549 )

Una gratísima sorpresa, nos llevamos al ver, esta estupenda obra,  presentada por la delegación boliviana, formando parte de la programación internacional del IV FITLA con sede en Buenos Aires.

Recordemos que el Festival Itinerante de Teatro Lationoamericano Ambar, es un evento bienal e itinerante, que se organza cada dos años y cuyo principal objetivo es el intercambio cultural entre artistas latinoamericanos y la comunidad del país anfitrión.  Las anteriores ediciones, se celebraron en Costa Rica (2013), Brasil (2015), Perú (2017) y este año en su cuarta edición llega a Argentina.









El festival permite al público argentino tan amante del teatro, tener la chance de conocer espectáculos, autores y actores de países como Ecuador, Colombia, Bolivia, Costa Rica, México, Brasil y Perú, por nombrar solo a algunos de las naciones, que tienen presencia este año.

Yendo a la obra en sí, Mar, no busca ser una reconstrucción histórica de lo que significó para Bolivia, la pérdida del mar, a manos de Chile en la tristemente recordada Guerra del Pacífico, a finales del Siglo XIV. Aristides Vargas, aclara, que Mar es una obra relacionada con la ausencia y apelando al humor y la ironía, rememora el hecho histórico y sus efectos.

La obra nos cuenta la historia de tres hermanos ( Miguel, Segundo y Juana ) que deciden emprender un viaje para cumplir el último deseo de su madre moribunda, atada a una de las puertas de la casa familiar, rumbo al mar, desconocido para ella, para pasar sus últimos momentos entre las olas.








Con esa puerta que llevan, abrirán diferentes mundos oníricos, ya que cada vez que las golpean, aparecerán diferentes personajes, que reflexionarán sobre viejas heridas, ausencias, anhelos y la deuda histórica que todo el pueblo boliviano, tiene respecto de un mar, que les fue arrebatado.

El texto tiene un componente humorístico, muy importante, que acompaña el drama que conlleva la obra, con esa madre que viaja a su última morada y expone con crudeza los diferentes puntos de vista que se tienen respecto a un tema, que hace a la identidad de la nación boliviana, mostrando el conformismo de algunos sectores, la resignación de otros y también el orgullo de muchos otros, que quieren reparar esa deuda histórica que tiene el país.








Las actuaciones que presentan la obra, son excelentes, el trío protagónico, conformado por Gonzalo Callejas, Freddy Chipana y Alice Guimaraes, se muestra muy comprometidos con la historia que se cuenta, sabiendo transitar muy bien, los cambios de registro de lo dramático, a lo humorístico, jugando mucho con las ironías que tiene el texto. Un placer verlos en escena, cada uno encuentra algún espacio para el lucimiento individual y muestran mucha química juntos.

La puesta es muy bella desde lo estético, con una escenografía, que con pocos elementos recrean los diferentes climas de la trama, es muy destacado el vestuario, que tiene muchos cambios y ayuda a la aparición de los diversos personajes y destacamos especialmente el aporte musical de Lucas Achirico, con bellas melodías del Altiplano, que nos ayudan a viajar con la imaginación.









En definitiva, quedamos muy contentos con esta presentación del FITLA en Buenos Aires, ya que como mencionamos antes, nos permite conocer expresiones culturales de otros países latinoamericanos, sin tener que viajar para verlas.  En esta ocasión, la 4ta edición de este festival autogestionado, nos permitió encontrarnos con esta excelente obra creada por el Teatro de Los Andes de Bolivia.

Por último, resulta una gran satisfacción, ver una sala tan grande como la del IFT casi colmada, con mucha presencia de la comunidad boliviana en Buenos Aires, que disfrutaron como nosotros, de esta hermosa obra, tan cara a sus sentimientos. Por eso nos emocionamos con ellos, por el cálido aplauso que resonó en la sala al final de la función y por esas lágrimas de muchos espectadores, que anhelan, recuperar ese mar, que injustamente, les fuera quitado hace más de cien años.




Pensador Teatral.



domingo, 14 de abril de 2019

Apenas el Fin del Mundo

Dramaturgia de Jean-Luc Lagarce y Dirección de Federico Ponce.








Sábados 22 30 hs en Nun Teatro ( Juan Ramirez de Velasco 419 )

Jean-Luc Lagarce es uno de los dramaturgos franceses contemporáneos más representados en su país, fallecido tempranamente en 1995, con solo treinta y ocho años de vida, escribió veinticuatro obras que fueron traducidas a más de diez idiomas y presentadas en escenarios de todo el mundo.

Lagarce fue un autor resistido en sus comienzos, por su estilo innovador y su obra no fue debidamente reconocida en vida. Interesado es su legado, aparece Federico Ponce, un joven y talentoso director, a quien ya elogiamos repetidamente, en este humilde sitio, por sus muy buenos trabajos, donde la sensibilidad  y la poesía, siempre dicen presente.








Ponce se interesó por la obra de Lagarce y en 2014 estrenó en El Kafka, su primera versión de Apenas el Fin del Mundo, una pieza que explora los vínculos familiares desgastados y que resulta casi autobiográfica, ya que el propio autor francés, abandonó su pueblo natal, con solo viente años de edad, para estudiar filosofía y teatro.

Los textos de Lagarce, son complejos y hacen fundamental foco en la importancia del lenguaje. Ponce se siguió formando, fue creciendo como director y cinco años después de ese primer montaje, presenta esta nueva  y lograda versión, que se presenta con una precisa traducción de Jaime Arrambide y acompañado de un elenco con muy buena formación clásica, que supo comprender la importancia de la palabra en escena.








Yendo al argumento de la obra, la misma se centra en el regreso a la casa materna de Louis, el hijo mayor de la familia, que regresa luego de muchos años de ausencia. Durante esos años, solo se comunicó con la familia, mediante algunas postales que enviaba y donde en ese limitado espacio, era poco lo que podía comunicar. Su vuelta no es casual, retorna ya que recibió la noticia que le queda una año de vida y desea compartir esta triste novedad, con una familia, a la que le cuesta reconocerlo y lo mira con recelo.

Tantos años de ausencia, causaron un fuerte efecto, lo reciben con frialdad, con reproches y acumulados pases de factura. Se sienten dolidos, por haber sido abandonados y más que nada por el poco interés demostrado por Louis, por saber que sucedía con sus vidas.

Se respira un ambiente distante, pese al vínculo de sangre que los une, sienten al visitante como un extraño, poco saben de él,  la comunicación entre ellos no es fluida, hay mucho dolor acumulado y es muy poco el afecto que le pueden ofrecer al recién legado.








El texto tiene un alto grado de exigencia,  para los actores, ya que hay muchos monólogos y se requiere concentración y memoria, para poder entender cabalmente cada palabra y articular los parlamentos.

Se nota que hay mucho trabajo y ensayo en el elenco, que se muestra seguro, con actuaciones destacadas, que son las que permiten, que un texto de esta complejidad se sostenga durante todo el desarrollo, resultando atractivo para el espectador.

Vamos a mencionar a todo el elenco, ya que las actuaciones lo ameritan. Carlos Sims es Louis, el hijo pródigo que regresa a casa. Su actuación es sobresaliente. Pese a ser escritor, le cuesta expresar sus sentimientos y elige refugiarse en el silencio, sintiéndose cómodo en su rol de oyente, ante una familia que tiene mucho para decirle, pero también quisiera escucharlo. Muy bueno lo de Carlos, con una gran expresividad gestual, que reemplaza muchas de las palabras que no pronuncia..









Julian Vilar, es Antoine, un año menor que Lois, fue quien quedó virtualmente a cargo de la familia. Luce enojado, no tolera la traición del hermano al abandonarlos y menos acepta este regreso que no comprende. Soberbia interpretación de Julian, con un excelente manejo de las emociones y una presencia escénica que se impone. En actuaciones parejas, por lo buenas, entendemos que la de Julian es la más destacada de la noche.

Las interpretaciones femeninas, no se quedan atrás, nos gustó mucho el trabajo de Flor Calvo, como Suzane, la hermana menor, parece ser la más contenta con la llegada Louis y también la que más sufrió su ida. Tiene una admiración reprimida por ese hermano que logró escapar de un entorno familiar asfixiante. Muy bueno lo de Flor, con un histrionismo a Flor de pie, aportando frescura y vitalidad, a una obra, de carácter más bien lúgubre.










Emilse Díaz es Catherine, la esposa de Antoine, ella trata de poner paños fríos al reencuentro  y contener la ira manifiesta de su esposo. Resulta muy creíble el trabajo de Emilse, como componedora. Por último mencionar a Chula Quevedo, interpretando a la madre. La actriz de más experiencia del elenco, hace un aporte importante y trae recuerdos de años atrás, cuando sus hijos estaban juntos y eran una familia normal, Su parquedad y distancia presenta, son una muestra clara, que no logró digerir la ida de Louis.

En definitiva, hay una muy buena prestación del elenco reunido, que se muestra comprometido con el texto de Lagarce y gracias a la guía de un director muy activo, sabe encontrar el método adecuado para transmitir el mensaje.

La puesta es muy cuidada desde lo estético, al repasar anteriores trabajos de Federico,  reconocemos a un director que cuida todos los detalles. Aquí con una escenografía despojada, destacamos el vestuario de Belén Pallota y encuentra fundamental importancia el diseño lumínico de Lucas Orchessi, con esos tubos fluorescentes, como fondo para esta familia monocromática.









En definitiva, celebramos la decisión de Federico al animarse a trabajar un texto de Lagarce, que no es un autor tan frecuentado. Años de perfeccionamiento, le permitieron madurar una propuesta, que encuentra el tiempo y los intérpretes adecuados, para mostrarnos a una familia, que no logra superar las frustraciones del pasado y esa sensación de abandono que los acompaño durante tantos años.

Apenas el fin de mundo, es una obra que distingue al teatro independiente y nos permite ver en plenitud a un autor cuestionado en vida y muy elogiado tras su muerte, que poniendo el lenguaje en primer plano, paradojicamente deja al descubierto, los graves problemas de comunicación que existen en la sociedad actual y como la palabra, en vez de servir como forma de acercamiento, muchas veces se usa para alejarnos del otro.



Pensador Teatral.


sábado, 13 de abril de 2019

Una Espina en el Zapato

Dramaturgia y Dirección de Nazareno Molina.








Sábados 19 hs y Domingos 17 hs en Teatro Buenos Aires ( Av. Corrientes 1699 )

Una muy grata sorpresa nos llevamos al ver esta valiosa obra, que ayudará a entender y a tomar conciencia, sobre el Alzheimer, una enfermedad degenerativa, que deteriora de manera severa la vida de quien la padece y también repercute en su entorno familiar más cercano.

Entre los muchos aspectos meritorios que presenta la pieza, podemos mencionar el tratamiento del tema, con una muy buena dosis de humor, algo que ayuda a quitar dramatismo a la trama y además la introduce, dentro de un historia familiar, donde la hipocresía y las miserias, están a la orden del día.








El creador de esta pieza, es Nazareno Molina, joven dramaturgo y actor nacido en Larroque, Entre Ríos, que se inspira para escribir esta entrañable historia, en un caso bien cercano, ya que su padre padeció Alzheimer. Este hecho que sin dudas lo marcó y le hizo repensar en los valores y el verdadero sentido de la vida. Conocer la enfermedad en primera persona, sin lugar a dudas, le otorga al texto una veracidad y un sentido, que llega al corazón del espectador.

En la historia que nos presenta Una Espina en el Zapato, es Modesta la que tiene Alzheimer, estando en una etapa de la enfermedad, donde la mayor parte del tiempo está perdida, no pudiendo reconocer siquiera a sus familiares, teniendo unos pocos instantes de lucidez, que como veremos luego serán claves para el desarrollo de la trama, ya que serán de una sinceridad brutal.










Al cuidado de Modesta, está Nicolasa , una señora mayor, encorvada y bastante malhumorada, por tener que hacer todas las tareas de la casa, sin recibir ayuda de nadie.

En ocasión de la Nochebuena, se reunirán en la casa de Modesta, para celebrar esta fecha tan especial, toda su familia. El problema es que nadie se lleva bien en esa familia, hay rencores y cuentas pendientes que vienen de años atrás. Mentiras y secretos a voces, que no quieren revelarse, ya que de hacerlo,  desatarían un escándalo.

Pero como dijimos, Modesta tendrá instantes de lucidez, que servirán de disparador, para destapar secretos y situaciones que se guardaban bajo la alfombra. Surgirán las discusiones, las peleas y los pases de facturas. La Navidad en esa casa, no será para nada una noche de paz y esa familia que ya venia en crisis, explotará por los aires.










No contaremos más, como mencionamos antes, la obra con  la enfermedad de Modesta, de fondo argumental, nos hablará de internas familiares, de peleas por dinero, de miserias humanas y en general de la pérdida de valores, todo esto con el humor como firme acompañante, haciendo que las situaciones dramáticas,  se puedan transitar de mejor manera.

Para el proyecto, se reunió un elenco numeroso, comprometido con la historia y con actuaciones que debemos destacar. Arranquemos por Silvia Dell´Aquila, que interpreta de manera magnífica a Modesta la gran protagonista de la noche, dotando a su personaje de una ternura y una sensibilidad que debemos destacar.. Quien escribe estas líneas tiene un familiar cercano que padece la enfermedad y puede afirmar, que las caras, los gestos y los movimientos de la protagonista, reflejan con fidelidad absoluta, a una persona con Alzheimer. Conmovedor el trabajo de de Silvia.










El encantador papel de Nicolasa, está a cargo del mismo Nazareno Molina, que además de ser el autor y el director, nos regala una actuación magnífica y es quien pone la gran cuota de humo que tiene la trama, con una Nicolasa, desopilante y de lengua filosa, que ya cansado de las injusticias, no tendrá empacho en pelearse con los hermanos de Modesta y cantarles las cuarenta. Excelente la composición de Nazareno, que muestra que además de ser un talentoso dramaturgo, tiene muy buenas condiciones actorales.

Si bien Modesta y Nicolasa, son quienes se llevan las mayores miradas, no podemos ser injustos con el resto del elenco, que contribuyen de manera fundamental de la historia. Daniel Gallardo, es Evaristo, un hermano bastante chanta y de vida poco clara. Sandra Silveyra, es una de las hermanas, separada y amiga del malbec, tendrá una noche intratable. Miriam Schlotthauer es otra de las hermanas, parece la más centrada, pero fue una de las que más presionó a Modesta con el tema de la herencia. Muy buenas las actuaciones de estos tres actores de experiencia, unidos por sangre, pero separados por la vida.










Nos gustó mucho, lo de Fabián Kobrin como Roque, el esposo de Modesta y anfitrión de la noche. El crucifijo que lleva, parece diferenciarlo de la conducta sinuosa de los hermanos de Modesta, pero solo serán apariencias. Giuliana Faggioni y Emma Enrico, aportan la cuota de juventud y frescura a la obra, siendo también muy importantes para el conjunto de la trama.

Creemos que era justo mencionar a todos los integrantes del elenco, porque como mencionamos antes, se nota que todos están comprometidos con la historia y aportan lo suyo,

La puesta tiene varios elementos para destacar, como el cálido y colorido diseño escenográfico de Sabrina López Hovhannessian que nos encantó, dando forma al hogar de Modesta, la iluminación de Sergio D´Angelo y Mario Gómez,  el vestuario de Natalia Giúdice y el diseño sonoro de Eduardo Otamendi, todos aspectos que colaboran con la riqueza de la puesta.








Una Espina en el Zapato, es una propuesta que queremos rescatar, ya que además de crear conciencia y ayudar a comprender una enfermedad tan dolorosa como el Alzheimer, gráfica como en muchas ocasiones, perdemos tiempo y energía en discusiones banales, dejando pasar la chance de gozar de una vida plena, que se enfoque en lo espiritual y en el servicio al prójimo, en vez de ir en búsqueda de lo material, sin importar si para ellos, debemos perjudicar al otro.

La obra que transita su segunda temporada y gracias a la excelente respuesta del público, ahora se presenta los Sábados y los Domingos, recibiendo el auspicio de A.L.M.A. ( Asociación Lucha contra el Mal de Alzheimer y Alteraciones semejantes de la República Argentina ), A.P.S.A. ( Asociación de Psiquiatras Argentinos y la Facultad de Medina de la UBA, instituciones que reconocen el abordaje serio que tiene un texto, que no recurre en ningún momento al golpe bajo.








Para ir concluyendo, felicitamos al autor y director, por esta obra que tiene mucho de autobiográfico y un texto que sensible, que dibuja una historia entrañable, que nos ayuda a reflexionar y darnos cuenta que la vida es corta y debemos disfrutarla, mientras la salud nos acompaña. Sucede que en muchas ocasiones, le encontramos el sentido a la vida, cuando ya es demasiado tarde, para poder disfrutar de la misma.

Recomendamos especialmente,  Una Espina en el Zapato, teatro independiente hecho con amor y a pulmón, que moviliza y crea conciencia. El emocionado y cálido aplauso, con que los espectadores, despiden a los protagonistas al final de la función, es el cierre justo, para la entrañable velada teatral vivida.




Pensador Teatral.



viernes, 12 de abril de 2019

Navaja en la Carne

Dramaturgia de Plinio Marcos . Adepatación de Carlos Mathus y  Dirección de Antonio Leiva.









Viernes y Sábados 21 hs en Teatro Empire ( Hipolito Yrigoyen 1934 )

No es habitual ver piezas de autores brasileños en la cartelera porteña, por eso celebramos la idea de Carlos Mathus y Antonio Leiva, en traer a la cartelera porteña, Navaja en la Carne, obra escrita en 1967, estrenada en Sao Paulo y prohibida por la dictadura de su país, por trece años.

Luego del levantamiento de la censura, la obra fue representada con gran suceso, no solo en el teatro, sino también en el cine. Marcos en muchos de sus trabajos se caracterizó por mostrar las miserias humanas de la sociedad, dando visibilidad a los sectores marginales de la sociedad, explorando sus sentimientos y motivaciones.










La historia que nos convoca, tiene una crudeza y una carga de violencia que interpela al espectador, que se vé transportando a un mundo marginal que abruma y del que de ninguna manera puede quedar indiferente.

Las acciones se desarrollan, en una sucia y pequeña habitación, en la que conviven Araceli ( Sandra Villarruel ) una experimentada y sufrida prostituta, con Osmar ( Juan Pablo Rebuffi ), su desalmado proxeneta. La convivencia es caótica, predominan las agresiones físicas y verbales entre ellos, siendo difícil de comprender, las razones por la que siguen viviendo juntos.









El panorama ya habitualmente oscuro, se agravará, con la desaparición de un dinero que Osmar, tenía en su mesa de luz. Mientras Osmar dormía, Masita ( Oscar Giménez ), un homosexual que se encarga de tareas de limpieza en la pensión, ingresó al cuarto, para hacer tareas de limpieza,  pero al encontrar el dinero al alcance de la mano, no dudo en robarlo.

Cuando Osmar despierta, buscará con desesperación el dinero por todo el cuarto, pero al no encontrarlo, apuntará contra Araceli, acusándola de no haberle dado el dinero, que recaudó la noche anterior. El reclamo no es nada amigable e incluye insultos y maltratos varios, contra una mujer, tristemente acostumbrada a la violencia que ejercen sobre ella. Araceli declarará su inocencia y acusará a Masita, quien sera llamada al cuarto para aclarar la situación y hasta allí contaremos. Cuando vean la obra, descubrirán si el misterio se aclara, si Masita confiesa su delito o finalmente Araceli pagará los platos rotos.








El texto como dijimos es muy duro, con una crudeza y una sordidez, que consiguen perturbar al espectador, que sigue las acciones, acompañando la angustia, que sienten los protagonistas. Hubo una muy buena elección del director, en la elección de los actores que serán parte del triángulo marginal que se conforma en la pieza.

Arranquemos por Sandra Villarruel, vedette y sex simbol de los años ochenta, muy recordada por la platea masculina, por su participación, en el mítico ciclo televisivo Las Gatitas de Porcel, programa que batíó records de audiencia y marcó todo una época. Sandra pone aquí,  todo su oficio y experiencia, al servicio de la obra, interpretando a una sufrida y cansada prostituta, que lleva una vida realmente desgraciada, soportando humillaciones de todo tipo. Una estupenda actuación de Sandra, que realiza una soberbia composición del personaje, entregándose por completo, en un papel muy exigente. Para nosotros, la gran figura de la noche.









Juan Pablo Rebuffi, no se queda atrás, interpreta a Osmar, un proxeneta o cafiolo, como prefieran llamarlo, violento y soberbio, mostrará su carácter autoritario y un machismo a flor de piel. Es la primera vez que vemos en escena a Juan Pablo y quedamos gratamente sorprendidos con su performance. Con gran presencia escénica y un porte que impresiona, se lo nota muy cómodo en el papel, no sintiendo la presión del protagónico

Al trío es completado con Oscar Giménez, un actor muy talentoso, a quien elogiamos mucho el año pasado por su unipersonal Madre Amadísima, donde tiene las chances de mostrar sus enormes condiciones actorales. Aquí desde un personaje secundario, sabe aprovechar mu bien, sus minutos en escena, aportando algunos momentos divertidos, que resultan valiosos, para descontracturar este profundo drama. Nos hubiera gustado ver más tiempo en escena a Oscar, ya que conocemos sus condiciones.









Hay una muy lograda adaptación de Carlos Mathus que con algunos detalles, sabe aggiornar el texto a estos tiempos. A su vez, la puesta que presenta el director es íntima, la cercanía del público con los actores es un plus que la obra entrega y convierte al espectador en un testigo privilegiado, de lo que ocurre en esa sombría habitación. Quien conoce la amplitud de la sala del Empire y se pregunta como se logra esta intimidad, descubrirá la forma, cuando vea la obra, nosotros no queremos anticiparlo, para mantener la misma sorpresa, que tuvimos nosotros.

Hay un diseño escenográfico para destacar de Zacarias Gianni, recreando un cuarto de pensión, donde predominan los colores negro y blanco, combinando con la vida oscura de quienes la habitan. Otro ítem a destacar es el diseño lumínico de Lautaro Romano, a tono con la trama.










En definitiva, estamos en presencia de una propuesta muy interesante, una obra fuerte y descarnada, que muestra las miserias y la violencia en la que viven ciertas personas, que conviven con la marginalidad, sin recibir la ayuda de terceros. Además hay que resaltar, que aunque la obra se haya escrito hace cincuenta años, tiene una vigencia que abruma, ya que temas como la violencia de género y el maltrato a la mujer, en estos momentos son temas muy visibles en la sociedad.

Recomendamos Navaja en la Carne, se encontrarán con una trama sórdida y un trío protagónico que se entrega por completo, ofreciendo literalmente su cuerpo,  para dar testimonio de un mundo marginal, que aunque muchas veces quiere ignorarse, es más común de lo que pensamos y por eso es valioso que el teatro le dé visibilidad a temáticas, que habitualmente prefieren esconderse bajo la alfombra.




Pensador Teatral.