miércoles, 7 de agosto de 2019

100 Metros Cuadrados

Dramaturgia de Juan Carlos Rubio. Dirección de Manuel González Gil.










Miércoles a Domingos en Multiteatro Comafi ( Av. Corrinentes 1283 )

Llega desde España, esta comedia dramática escrita por el dramaturgo y director andaluz Juan Carlos Rubio, que haciendo base en el humor, abordará temas profundos, como la soledad, la muerte y la amistad, entre otras cuestiones que pasaran por el texto.

La obra se inicia con Sara ( Florencia Bertotti ) visitando con intención de compra, un departamento de cien metros cuadrados ubicado en una de las mejores zonas de Buenos Aires. El valor de venta de la propiedad, está muy por debajo de la cotización que debería tener, esto es debido al pequeño "inconveniente" que lo acompaña. El inconveniente tiene nombre, se llama Lola ( María Valenzuela ), una señora mayor, con muchos problemas de salud y una expectativa de vida acotada.










La condición de compra es clara, el departamento recién podrá ser ocupado cuando la anciana muera. Sara, que trabaja en una compañía de seguros de vida, parece ser una especialista en estos cálculos y por eso decide avanzar con la compra de una propiedad, que le servirá como inversión a largo plazo y también como una garantía de contar con un hogar donde vivir, si su matrimonio naufraga.

Los diálogos entre estas dos mujeres que parecen no tienen nada en común, no serán fáciles en un arranque, discutirán y establecerán posiciones bien distintas, pero si miramos con atención hay algo que las une, profunda una soledad que las atraviesa a ambas, aunque ninguna quiere admitirlo.










La obra que arranca como una comedía tradicional, en la cual dos mujeres de distintas generaciones que el destino hace que se crucen y cuando parece ese será el hilo conductor de la trama, la obra tendrá un giro dramático, el eje cambiará y lo que pareciera ser, ya no lo será. No ahondaremos sobre este punto, ya que la obra tienen un componente de sorpresa, que el espectador descubrirá a su tiempo, solo diremos que la trama no solo divierte, sino que invitará a la reflexión y llegará al corazón del espectador.

La dupla actoral, que conforman Florencia Bertotti y María Valenzuela es muy efectiva y sorprende por la conexión que logran, se nota gran una química entre ellas y esto redunda en beneficio de la obra, ya que de por sí, son dos actrices muy talentosas.

El contrapunto es muy logrado, María Valenzuela dá vida a una mujer sin filtro, verborrágica, casi impune en sus dichos y dispuesta a vivir sus últimos años, sin seguir los consejos médicos. En cambio Bertotti es estructurada, organizada y siempre trata de ser politicamente correcta, algo complicado ya que muchas veces chocará, con la terquedad de Lola, que como ella mismo confiesa, adora las discusiones.










Florencia Bertotti es la figura convocante de la obra, el público mayormente está acostumbrada a verla en papeles más bien cómicos, por eso al menos a nosotros nos sorprendió por su excelente prestación en un personaje que no es sencillo, con su carisma habitual y estando a la altura del protagónico, sacándose chispas en un sano duelo actoral, con una Maria Valenzuela, que luce esplendida y se la nota muy cómoda en su personaje, siendo una alegría para el espectador, verla tan bien.

Completa el elenco Stefano de Gregorio, un joven actor, que generará muchas risas en la platea, aportando una cuota importante de humor y frescura a la obra, siendo muy festejado por el púbico, en cada una de sus apariciones.










La puesta de Manuel González Gil es muy atractiva, con una adaptación muy acertada y varios elementos para destacar, entre ellos el magnífico diseño escenográfico de Luis Rojo, que reproduce un señorial y amplio departamento. También resaltamos el diseño de vestuario de Estefanía García Favré, colorido y con mucha personalidad.

100 Metros Cuadrados, que hace unos días, recibió 5 Nominaciones a los Premios ACE, es una obra que combina un muy buen elenco y una dramaturgia bien elaborada, algo que no siempre se logra en el teatro comercial, donde en muchas oportunidad se reúne un elenco de primer nivel, pero el guión no está a la altura. Esto no sucede aquí, ya que el texto de Juan Carlos Rubio, es muy interesante.










Disfrutamos mucho la obra y nos sorprendimos gratamente ya que solo esperábamos ver una buena comedia, pero había más , ya que 100 Metros Cuadrados, divierte, pero también emociona, transmitiendo un mensaje edificante, que podría resumirse en una recordada frase de John Lennon que inspiró al autor, para escribir esta pieza y dice que " La vida es aquello que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes "

Por todo lo dicho, recomendamos vean 100 Metros Cuadrados, disfrutarán de excelentes actuaciones y de una obra que además de movilizarnos, nos recordará que la vida siempre es imprevisible y por ello, deberíamos disfrutar a pleno el presente, ya que nunca sabemos cuando el destino nos tendrá reservado, algún plan diferente, al que imaginamos.



Pensador Teatral.


lunes, 5 de agosto de 2019

Una Magnífica Desolación

Lunes 20 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )










Dramaturgia de Daniel Dalmaroni y Dirección de Santiago Doria.

La llegada del hombre a la Luna y el regreso desde los Estados Unidos de un hijo profesional a su hogar de clase media en Barracas, son los disparadores de esta creativo guión escrito por el prolífico Daniel Dalmaroni, que en clave de comedia, nos presentará una historia muy atractiva.








Magnífica Desolación, está ambientada a fines de los sesenta, el mundo atraviesa la época de la Guerra Fría, en Argentina el gobierno de facto de Ongania tiene el poder con un peronismo proscripto y en ese contexto, un día antes de un acontecimiento mundial como sería la llega del hombre a la Luna, volverá  Juan a su hogar.

Sus padre Norberto ( Alfredo Castellani ) y Raquel ( Patricia Echegoyen ) no lo esperaban, se ven sorprendidos por un joven ( Patricio Paz ) , que les dice que es su hijo, pero ellos no le pueden creen, primero porque su hijo no tiene ese rostro y lo más determinante, en esos momentos su hijo debería estar en Cabo Cañaveral, ya que es astronauta, más precisamente uno de los suplentes de la misión Apolo 11, que al otro día estaría llegando a la Luna, en una misión televisada a todo el mundo, con el sacrifico que le costó llegar a ese lugar, como se iba a perder ese acontecimiento que quedaría en la historia,









Las situaciones absurdas y graciosas, no tardarán en aparecer en escena. Quien dice que es el hijo, en realidad tiene argumentos creíbles para sostener esto y pruebas para comprobar sus dichos. Además de esto, tiene una revelación sobre la misión a la Luna, que suena disparatada, pero muy convincente a la vez. Y hasta allí vamos a contar, la obra juega mucho con el suspenso y lo mejor es que los espectadores, se sorprendan a medida que la trama se vá desarrollando, como sucedió con nosotros.

La obra si bien juega con el grotesco y sabe generar muchas risas en la platea, tiene también  un costado profundo y dramático, ya que nos invitará a reflexionar acerca de las relación entre padres e hijos y como muchas veces, los deseos proyectados de los progenitores, son tan fuertes, que además de presionar a los hijos para que cumplan los mismos, pueden llegar a desarrollar un estadio de negación de la verdad, que a veces alcanza límites ridículos.











Para la ocasión, se logró reunir un elenco muy destacado, que se identifica en gran forma con el texto. Encontramos una superlativa la actuación de Patricia Echegoyen, que aquí se despoja de su glamour característico para calzarse un batón y ser una madre temperamental, ama de casa apasionada y algo ingenua a la vez, que realiza una gran composición de su personaje. Un disfrute ver a Patricia en este protagónico.

También nos gustó mucho lo de Alfredo Castellani, como un hombre bien de barrio, que al principio luce como tolerante y comprensivo, pero a medida que la trama avanza, irá mostrando una cara diferente, donde los ideales políticos, estarán por arriba del todo. Mucho oficio de Alfredo, puesto al servicio de la obra.











El triángulo virtuoso se completa con Patricio Paz, ese hijo profesional, que regresa con un par de verdades en los puños, que no son bien recibidas. Es un joven actor, con mucho carisma, a quien ya elogiamos mucho en anteriores trabajos, recordando especialmente su actuación en La Música del Viento, una entrañable obra del off. Entre dos actores de mucha trayectoria, Patricio logra lucirse y mostrar su impronta, componiendo un personaje muy querible.

La dirección de Santiago Doria es muy efectiva, aprovechando el rico texto de Dalmaroni y las virtudes del muy buen elenco reunido.Debemos destacar asimismo la realización de vestuario de Stella Giorgio, anclado en los sesenta y el diseño escenográfico de Daniel Feijóo y Silvia Bonel, presentando un hogar típico de esos años, con un televisor blanco y negro en el living, algo que resultaba  casi un lujo en aquellos años.









En definitiva, una propuesta muy rica llega con Magnífica Desolación, una pieza que en tono de comedia y con mucho de absurdo, nos dejará muchas situaciones para la reflexión, dando espacio en el texto, para remorar a figuras tales como Neil Amstrong, Arthur Miller, Marilyn Monroe y Sidney Poitier, y otras autóctonas como el General Perón, bien presente, en esos años difíciles de Argentina.

Recomendamos la obra, se van a divertir mucho y van a disfrutar de una dramaturgia de alto vuelo creativo, una dirección precisa y tres interpretaciones exquisitas. La mesa teatral está puesta, solo queda llegarse hasta El Tinglado, para disfrutar de esta muy buen banquete.




Pensador Teatral.


viernes, 2 de agosto de 2019

La de tu Madre

Libro de Silvia Geijo y Viviana Salomón. Dirección de Carlos Kaspar.










Viernes 21 hs en Sala Tercer Acto ( Av. de Mayo 1158 )

Una propuesta muy divertida llega con La de tu Madre, que tiene como intención ofrecer al público una noche muy entretenida y digamos de entrada que logra con creces ese objetivo, ya que las risas estarán presentes a lo largo de toda la función.










Serán tres las protagonistas, que en el marco del Primer Simposio sobra la Vagina, nos hablarán en tono de sátira y picaresco, de la relación de las mujeres con su sexo, el placer femenino, los tabúes y los rodeos que muchas veces se dán, para evitar hablar con sinceridad del tema y como en tiempos donde el rol de las mujeres vá cambiando, la sociedad evoluciona y el sexo deja de ser un tabú para ellas.

La trama es divertida y desopilante, se hablará del tema, con picardía, pero sin caer nunca en lo chabacano, algo valioso, ya que nos muestra que puede hablarse de sexo, recurriendo al humor, pero sin caer nunca en el mal gusto.











La gran razón por la que La de tu Madre, está teniendo tan buen suceso y agotando localidades desde su estreno, radica en las muy buena actuaciones que tiene el trío protagónico conformado por Silvia Geijo, Viviana Salomón y Andrea Vázquez , las tres con un histrionismo a flor de piel y una entrega muy generosa. Además se nota, que se divierten en escena y eso llega a un espectador, que disfruta con la buena atmósfera creada.

Las tres actrices tienen mucha química entre ellas y saben como destacarse en el conjunto, ya que si bien tienen momentos de lucimiento individual, los momentos más festejados por el publico son cuando están juntas. Algo para resaltar y que nos alegra, es ver actrices de gran experiencia como Silvia Geijo y Viviana Salomón, mostrando su vigencia en la profesión y haciendo reír al público, cuando por lo general para papeles cómicos se eligen a actrices jóvenes. Andrea Vázquez resulta el complemento justo para el binomio, ya que aporta frescura y una cuota de juventud. Este equilibrio en el elenco, demuestra que para hacer reír al público, no importa la edad, sino el talento.











La trama fluye con mucho de grotesco y con algunas sorpresas preparadas, que aparecerán a medida que la trama se desarrolla, ya que mediante cambios de vestuario y peinados, desfilarán una variedad de personajes en el escenario. No queremos contar mucho, pero si adelantaremos, que verán a Eva, la primera mujer, a María Magdalena y hasta a la Virgen María, por nombrar solo algunas de apariciones, que tiene reservadas la noche.

El reconocido actor Carlos Kaspar es el director de la obra y sabe como darle continuidad a un espectáculo que resulta muy divertido. La puesta es dinámica y tiene algunos elementos para destacar, entre ellos el colorido vestuario y la escenografía de Maru Morgana Graessie, las divertidas coreografías de Stella Baez y la música de Juan Manuel Fagnano.










La de tu Madre, es una propuesta simple, pero efectiva, ya que cumple su objetivo, de divertir al público, estando dirigida en especial para las mujeres de todas las edades,que son mayoría en la sala y se identifican plenamente con las situaciones ,que las actrices presentan.

En definitiva, estamos en presencia de una entretenida propuesta, que invita a dejar de lado nuestros problemas y reírnos mucho. Disfrutamos ver como el público se engancha con las protagonistas desde el arranque de la obra y como se establece una conexión que se mantendrá toda la noche, contando con un público que además de llenar la sala, se divertirá mucho con estas actrices, que se entregan por completo y se esmeran al máximo, para que los presentes. arranquen el fin de semana a pura risa.




Pensador Teatral.




jueves, 1 de agosto de 2019

Reconstrucción de una Ausencia

Dramaturgia de Gonzalo Marull. Dirección de Marcelo Moncarz.









Jueves 20 30 hs en Patio de Actores ( Lerma 568 )

El teatro muchas veces nos acerca historias que nos resultan desconocidas y que son dignas de contarse, este es el caso de Reconstrucción de una Ausencia, basada en un caso real, ya que nos hablará de Jorge Barón Biza y su trágica historia familiar.

Gonzalo Marull, el autor de la obra, se enteró que Jorge fue un gran amigo de su padre, que le gustaba el teatro y poco más. Tiempo después supo que aquel amigo  había pasado su última Navidad con ellos, antes que la muerte lo alcanzara y luego de años charlando con su padre, descubrió que detrás de aquel hombre, se escondía una terrible historia personal y familiar, signada por la tragedia, que merecía ser contada y en ese momento arrancó este proyecto.










El monologo escrito por Gonzalo, arrancará con un Jorge, un joven de solo 22 años, que sufrirá un hecho que lo marcará para siempre,  en ocasión que su padre Raúl, escritor, terrateniente y excéntrico millonario y Clotilde, dirigente radical e hija del gobernador de Córdoba, estaban sellando el divorcio en compañía de sus abogados. La apasionada relación entre Raúl y su bella esposa, veinte años menor que ella, llegaba a su fin, pero lo haría de una manera totalmente inesperada.

En aquella reunión, donde se acordaría el divorcio, Raúl de manera sorpresiva arrojó ácido sulfúrico en el rostro de su esposa, que sufrió graves quemaduras en la cara, en su pecho y en sus manos, debiendo ser hospitaliza de inmediato, en grave estado. Al dia siguiente, la polícía entró al departamento del agresor y encontró su cadáver, se había pegado un tiro en la cabeza el mismo día del ataque,












Jorge, el protagonista de la obra, sufrirá de manera brutal, la pérdida de su padre y el calvario de su madre, a la que acompañó durante su internación y luego en un viaje a Italia, donde se trataría con un especialista en reconstrucción de rostros, ya que la cara de su madre, por los efectos del ácido era un despojo.

No vamos a contar mucho más de esta historia de vida que arrancará de manera trágica y que tendrá nuevos episodios reservados para el futuro, preferimos dejar que los espectadores se vayan enterando de lo que vendrá luego, de boca de Jorge, interpretado de manera magistral por Jorge Gentile.











La composición de Gentile es fantástica, ya que se mete en la piel del personaje con una pasión que conmueve. Pese a tratarse de un unipersonal, gracias al talento de Jorge, podremos ver desfilar en escena a varios personajes, que el mismo desdobla. Su padre, su madre, su hermana Cristina, aparecerán en el escenario del Patio de Actores, gracias al talento y la impronta del protagonista.

Es admirable, la manera en que Gentile se adueña de la escena, la cadencia con la que cuenta la historia, como se desplaza por el escenario, sus gestos, sus diferentes tonos de voz y como sus emociones irán variando, conforme se desarrolla la trama. Habíamos destacado a Jorge, por anteriores trabajos, pero creemos que su actuación aquí, además de ser superlativa, resulta consagratoria, ya que resuelve de manera estupenda, un papel muy complejo.











El texto potente y virulento de Marull, encuentra un acompañamiento de lujo en la dirección de Marcelo Moncarz, que nos regala una puesta sensible, que atrapa al espectador, que sigue la obra desde el comienzo, con un silencio y una atención, que no es sencillo de lograr.

La escenografía es despojada, solo una silla en el centro del escenario. No hace falta más, para que el protagonista nos revele su historia, en un clima de intimidad muy logrado. Para llegar a este ambiente íntimo, contribuye mucho el muy buen diseño de luces de Daniela García Dorato. Otro punto muy alto en la puesta es el diseño sonoro y musical de Diego Sánchez, que se destaca en varios pasajes, acompañando la exposición del protagonista.

Reconstrucción de una Ausencia, es una obra que emociona y conmueve al espectador, por su crudeza y su realismo. Poniendo énfasis en una historia familiar llena de dolor, pero sin agotarse allí, ya que en la trama aparecerán menciones a Evita, Frondizi y otros personajes de la política de aquellos años, que darán a la historia,  un interés aún mayor.











Nos gustó mucho la obra, realmente una gran idea la del autor, traer al teatro las memorias de Jorge Barón Biza, aquel viejo amigo de su padre. Celebramos lo haya hecho con un texto intenso y haya elegido para llevarlo a escena, a un director sensible como Marcelo Moncarz, que encuentra en Jorge Gentile, el intérprete perfecto, para gritar una historia de dolor y muerte.

Felicitamos a todo el equipo de Reconstrucción de una Ausencia, por la entrañable velada teatral ofrecida, coronada por esos prolongados y merecidos aplausos, que el público que colmó la sala del Patio de Actores, le tributa al protagonista al final de la función, reconociendo su excelente faena y la intensidad de la historia interpretada.
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Pensador Teatral.

domingo, 28 de julio de 2019

Hotel Roma

Dramaturgia y Dirección de Marcelo Saltal.










Sábados 18 hs en El Excéntrico de la 18 ( Lerma 420 )

Opera primera del pergaminense Marcelo Saltal que sorprende muy gratamente, con un texto potente que nos hablará del amor y del desamor, dos caras de una misma moneda, desde una mirada masculina, ya que serán seis hombre los que relatarán como sus corazones fueron rotos y como el fracaso en el amor, los ha quebrado.

La trama que nos propone el autor es muy jugada y se anima a romper con lo convencional, exponiendo con realismo y crudeza, la carencia de estos hombres que se animan a gritar su angustia, no la esconden, interpelando al espectador, con una trama que lo incomoda, ya que le resulta real y cercana.











Las acciones se desarrollan en un hotel perdido por las sierras, allí se alojarán cinco hombres dolidos y acompañados por sus almas en pena.  No se conocen entre ellos, aunque todos tienen algo en común, fueron derrotados por el amor, perdieron esa batalla crucial y llegaron a este hotel en un pueblo recóndito, escapando de un presente que los angustiaba, en búsqueda de curar sus heridas.

Quien regentea el hotel, es un conserje que llegó allí, huyendo también de sus propio fracaso amoroso y creó esta especie de Arca de Noé, que en vez de animales, recibe a hombres heridos por las garras del amor. Según explica a los huéspedes, tiene poderes espírituales y por eso les trasmite la revelación , sobre el fin del mundo se avecina, asegurando que la única manera que tienen de salvarse, es enamorarse. Pero será posible que estos hombres volver a enamorarse ??  Pueden volver a creer en el amor ?? Existe realmente el amor duradero ?? O es un estado circunstancial que tarde o temprano se termina extinguiendo ??










No vamos a contar más, dejaremos que los espectadores cuando vean la obra, descubran cual será el destino de aquellos hombres desahuciados, que suplican por volver a encontrarse con el amor, que ha sido esquivo y cruel con ellos.

El texto fuerte e implacable, encuentra el eco adecuado, en un elenco con actores de edades diferentes  que se entrega por completo desde lo actoral y desde lo físico en una puesta exigente y muy jugada que el autor propone. Son seis los actores, que encuentran espacio para el lucimiento en conjunto, pero también en lo individual, con excelentes composiciones.

Vamos a mencionarlos a todos, para hacer justicia, ya que las actuaciones y la entrega de cada uno de ellos, así lo amerita. Gustavo Firpo compone a un entrañable Tati Yanigro, el conserje del hotel que oficia como anfitrión para esos huéspedes especiales, aunque no está exento de sufrir el mal de amores, que tienen los demás. Muy bueno lo de Gustavo. Lean Cáceres da vida a un espiritual y místico Inty, llegado del interior a Buenos Aires con esperanzas, que sucumbieron en una vida con excesos. Nico Ancarola, es El Maxi, impulsivo y algo salvaje, con una vida sufrida, por vivir mucho  en la calle, sufriendo el desamparo y la falta del amor verdadero.Es muy bueno lo de Nico, en un papel complejo.











Marcos Díaz, es un agraciado Mariano, algo fanfarrón y queriendo mostrase como un ganador, en realidad es tan perdedor como el resto. Marcos es quien por momentos conduce la historia y logra destacarse.  En el mismo alto nivel, mencionamos a Oscar Souto, como Miguel Angel, es quien llega en último lugar al hotel y quien expone con crudeza su angustia. Con muy buen manejo de las emociones, muestra mucho oficio en su composición.

Para el final dejamos a Guillermo Romano, que en actuaciones muy parejas por lo destacadas, consigue la interpretación más destacada de la noche, dando a vida a un violento ex policía de la Federal, que sufrió la infidelidad de su mujer con un compañero de la fuerza.Sorprende por su energía y una gran presencia escénica y una entrega que conmueve, logrando recorrer con gran credibilidad los diferentes registros emocionales que su papel le demanda, siendo por momentos extremadamente violento y en otros un hombre sensible. Excelente interpretación de Guillermo.










Se hizo algo larga la descripción de los trabajos, pero como dijimos antes, la prestación y  la entrega de cada uno de los actores, hacia justo que dedicáramos algunas lineas para mencionar sus performances, ya que se nota hubo mucho trabajo y ensayo, para llegar al producto final.

Si bien las actuaciones constituyen unos de los puntos fuertes de Hotel Roma, creemos que la puesta que presenta Marcelo Saltal, es el sello que distingue la pieza y marca la diferencia con otras obras del teatro independiente. Porque decimos esto ?? Por varias razones, en primer lugar impacta por su originalidad y potencia, con mucho componente de teatro físico, no le teme al ridículo y decide ir a fondo, con momentos delirantes, dramas profundos  y pasajes de humor agudo. Este mix atrapa al espectador, los desconcierta por momentos, pero siempre lo tiene enganchado con una trama, que moviliza de manera constante.

Son varios los ítems para destacar dentro de una puesta, que cuida todos los detalles. La escenografía es despojada, serán unos pocos elementos, los necesarios, quienes acompañarán a los actores y a sus palabras, que serán las protagonistas de la historia. Hay un destacado diseño de luces de Paula Fraga y nos gustó mucho el vestuario de Maite Corona. Párrafo aparte .para el componente musical variado que enriquece y agrega valor a una puesta que siempre redobla la apuesta y que se permite combinar fragmentos de Néstor en Bloque, con bicicletas que recorren el espacio escénico, para sorpresa de un público que mira atónito.










No queda mucho por agregar,  Hotel Roma es una obra que sorprende, ya que nos hablará del amor, de manera descarnada, sin endulzantes y desde una visión masculina. El autor y director logra transmitir sus sensaciones, en una puesta muy bella desde lo estético.

La obra tiene de todo, como en botica, un texto fuerte, actuaciones superlativas y una trama creativa, que se anima a salir de lo convencional. Todo estos componentes, se conjugan para regalarnos un espectáculo que seduce a un espectador, que se sorprende a cada momento. La prolongada ovación que los actores, reciben al final de la función, por el público que colmó la sala de El Excéntrico, son el cierre adecuado, para la estupenda velada teatral, vivida, con estos verdaderos sobrevivientes del amor.




Pensador Teatral.


miércoles, 24 de julio de 2019

Happiness

Miércoles 21 hs en Nun Teatro ( Juan Ramírez de Velasco 419 )









Dramaturgia de Florencia Lorenzo y Paula Zaurdo. Dirección de Nicolás Sorrivas.

Una propuesta muy divertida llega de la mano de Happiness, opera prima como dramaturgas, de las jóvenes y talentosas Florencia Lorenzo y Paula Zaurdo, que estuvieron casi tres años, investigando y escribiendo el texto, que sería la base de la obra,  tomando algunos hechos de sus experiencias personales.









Florencia y Paula, además de ser las autoras, son quienes protagonizan la obra que dijimos tiene como fuente de inspiración, sus propias experiencias de vida, ya que ambas hace un par de años, trabajaban en oficinas, encerradas nueve horas, en espacios con poca luz natural, donde la angustia y las ganas que sea Viernes eran un fija, si bien no son sus historias personales, indudablemente guardan la esencia de ella.

En Happiness veremos a Emilia y Eleonora, que trabajan en como recepcionistas En Establecimiento, una empresa como tantas otras. La rutina diarias las agobia, deben atender los llamados por reclamos de clientes enojados, tienen los escritorios llenos de papeles, deben darle al sello al por mayor y cumplir todo tipo de tareas administrativas, que las terminan agobiando, por la rutina, la repetición de las tareas y encima tener que soportar a Bakunawa, la jefa poco tolerante que tienen.

Jugando mucho con la exageración y el grotesco, el texto sabe como transmitir esa opresión y algo de angustia, tan conocida para aquellos que alguna vez trabajamos en una oficina, sabiendo lo difícil, que son los lunes, los esperados que son los Viernes y esa bendición sacrosanta que resulta la llegada de las vacaciones.











La trama es muy divertida y el espectador se engancha desde el arranque, ya que además de reírse mucho, encuentra cercanas las situaciones que irán desfilando ante sus ojos. Nos encantaron las actuaciones de Florencia Lorenzo como Emilia y Paula Zaurdo como Eleonora. Con perfiles muy distintos, Emilia es bastante desordenada  y le cuesta mucha organizarse con el trabajo a realizar. Por el contrario, Eleonora por momentos parece la empleada ejemplar, bien atenta a las normas de la organización y muy prolija en sus tareas.

El contrapunto es muy logrado, pese a las diferencias, son muy buenas compañeras de trabajo y tratan de ayudarse, por momentos, se percibe cierta atracción física  de Emilia por Eleonora, creemos que en parte por la belleza de esta y en parte por lo organizada que resulta su compañera. Pero si en algo coinciden ambas, es en el agobio que sienten por esa especie de cárcel que por momentos resulta la oficina, tanto que soñar con ir juntas a comer juntas al mediodía resulta casi una utopía, más que nada por la poca flexibilidad de la jefa que tienen en suerte, Y hasta allí contaremos, cuando vean la obra, descubrirán si finalmente las estrategias que me imaginan para salir a almorzar juntas dá resultados o fracasan y deberán conformarse con comer sus tupper en el escritorio.









Nos encantaron las interpretaciones de Florencia y Paula, ambas con muchas presencia escénica, se lucen con un histrionismo a flor de piel ( muy expresivas ambas ) y una entrega absoluta ya que las veremos tirarse al piso, subirse a los escritorios y muchas más cosas, que no adelantaremos aquí, para mantener el suspenso. Solo adelantamos que muestran mucha química juntas y además se las nota divertirse en el escenario, algo que el público que se suma al viaje con la imaginación que las protagonistas proponen, valora mucho.

La puesta es muy atractiva, hay gran mérito para ello en la dirección de Nicolás Sorrivas, quien consigue darle a la trama muy buena dinámica, a una trama que tiene mucho despliegue físico. Hay varios elementos para destacar, uno de ellos es el diseño escenográfico de Magalí Acha, jugando muy bien con los colores verde y naranja, como así también con algunas rotaciones del mobiliario. Ricardo Sica en el diseño lumínico hace su buen aporte de siempre. Destacamos también el vestuario de Candelaria Lorenzo, moderno y resaltando la belleza de las protagonista. Se nota que hay muy buen trabajo en equipo y hay que mencionarlo, ya que en un proyecto 100 % autogestionado, se presenta una puesta con muy buena estética, que cuida todos los detalles.










Nos gusto mucho Happiness, ya que con un texto simple, trata una temática muy interesante y no tan tratada en el teatro, como lo opresivo que puede resultar hoy en día un trabajo rutinario de oficina, sumado a los miedos a perder el trabajo, que nos hacen ser muy temerosos, junto con la presión que muchas veces nos auto imponemos y que provocan que no la pasemos nada bien, en un lugar donde pasamos gran parte de nuestros días.

Felicitamos a Paula y Florencia, por esta opera prima como dramaturgas  y por sus magníficas actuaciones, logrando una puesta muy divertida, que nos hará reir y también reflexionar, sobre el trabajo moderno, que muchas veces es deshumanizado y alejado de la felicidad.  Lo valioso es que el mensaje llega con mucho humor por eso el espectador disfruta la obra y pasa un momento muy divertido, con esta fresca y joven propuesta del teatro independiente.




Pensador Teatral.


domingo, 21 de julio de 2019

Hasta el Martes

Dramaturgia y Dirección de Verónica Mc Loughlin.









Domingos 17 hs en Vera Vera Teatro ( Vera 108 )

Hasta el Martes, obra escrita por la joven dramaturga Verónica Mc Louglhin, recorre su segunda temporada, con excelente respuesta de público, algo que se explica por la cotidianidad y calidez que presenta esta historia mínima, que  se convertirá en gigante, resultando cercana y bien reconocible para el espectador.








El texto sensible y tierno, nos hablará de la dificultad que puede resultar, el desarrollar algunos vínculos humanos, cuando llegamos a una edad madura, momentos en que la resignación por el rumbo que el destino nos deparó ya parece imposible de modificar y son momentos de aparición del fantasma de la soledad como nuestro mejor compañero. La suerte parece ya echada, pero las esperanzas nunca de deben perderse, porque en el momento menos pensado, puede aparecer el bichito del amor y del enamoramiento, para causar una revolución.

La historia que nos propone la autora, nos hablará de Don Mario, viudo hace quince años y con un hijo lejos, que vive solo en su departamento de La Paternal. Es un hombre de barrio, que trabaja arreglando electrodomésticos en un negocio propio, que tiene a pocas cuadras de su casa. Su vida es rutinaria, trabajar, escuchar la radio y cada tanto encontrarse con sus amigos para hablar de fútbol, son sus actividades habituales.










Pero cuando nada lo hacía presagiar, el desorden reinante en su departamento, comentado a alguno de sus amigos, hace que le recomienden a una señora para que vaya a limpiar a la casa. Así es como una noche como cualquiera otra, se encuentra llamando a esa mujer, que se llama Azucena, que vive en Moreno y se gana la vida limpiando casas, para poder criar a su hija y mantener su marido que hace ya tiempo está enfermo y pasa muchos días internado.

Azucena responde al llamado y a los pocos días estará en la casa de Don Mario, viendo lo mucho que debe acomodar en una casa, que hace varios años, no recibe una limpieza profunda. Duda en aceptar el trabajo, pero tal vez algo lo enternece, en aquel hombre atento y tímido, que la recibe con amabilidad y rápidamente llegan a un acuerdo, para ir todos los Martes a su casa. 

No vamos a contar más, preferimos dejar que el espectador se sorprenda cuando vea la obra, solo diremos que cada martes que pasa,  el vínculo entre ellos, se irá estrechando, descubrirán algunos gustos musicales en común, las charlas se irán volviendo cada vez más personales, dejando al descubierto la profunda soledad que envuelve a la vida de ambos, aunque no lo quieren demostrar.












Es hora de hablar ya de las actuaciones, porque si bien es cierto que el texto es cercano y muy reconocible, quienes lo elevan y lo potencia, son los intérpretes elegidos, nos referimos a Mauricio Minetti y Karina Antonelli, que se adueñan del texto y de ese clima íntimo que la trama pide para deleitar a los  espectadores.

Mauricio Minetti, dará vida a un Mario muy querible, al que le cuesta expresar sus sentimientos y que recurre mucho al humor y a los refranes para decir algunas cosas que no se atreve a manifestar de manera directa. Nos encantó la composición que realiza Mauricio, de un hombre bohemio, que tiene mucho amor por dar.

Karina Antonelli, por su parte es una Azucena luchadora, que sabe lo que es el sacrificio, una constante en su vida, que la obligó a dejar de lado algunas vocaciones, para ganarse la vida de manera digna, limpiando casas. Magnífica la aparición de Karina, que  en una primera impresión puede mostrarse algo dura, pero que corriendo un poco el velo, dejará al descubierto una sensibilidad a flor de piel. A su lucida interpretación, le suma su hermosa voz, que nos regalará un par de boleros a capella, que resultan un regocijo para los oídos.











Dos actuaciones que se lucen mucho en lo particular, pero que sin dudas se potencian en el conjunto. hubo una muy buena elección de parte de Verónica, de una dupla protagónica que se entiende a las maravillas en escena.

La puesta es realmente íntima, el espectador parece estar dentro de ese departamento, espiando lo que sucede dentro de esas paredes. Hay un diseño escenográfico fantástico de Emiliano Pandelo, configurando un cálido hogar, lleno de detalles y con esas estanterías cargadas de recuerdos. Un punto muy alto este, al igual que el diseño sonoro de Nico Diab, que nos traerá la música de Leonardo Fabio, Sandro y otros interpretes que serán fundamentales en la puesta, dándole un sello distintivo a la misma.










No queda mucho más para agregar, nos gustó muchísimo Hasta el Martes, una historia sencilla, pero potente, porque resulta creíble, cercana y sabe como llegar al corazón de los espectadores, que se emocionan con las vivencias de estos dos seres adultos, golpeados por la vida, que intentarán dar un paso adelante, demostrando que nunca es demasiado tarde, para que al amor golpee la puerta.

El lleno que presenta la sala en cada nueva función, es una muestra del poder del boca a boca en el teatro independiente, por eso no sorprende el cálido y prolongado aplauso que los protagonistas reciben al terminar la función, por un público que agradece, cuando el teatro les regala una obra tan entrañable como Hasta el Martes.



Pensador Teatral.