miércoles, 14 de agosto de 2019

Potestad

Dramaturgia de Eduardo " Tato " Pavlovsky y Dirección de Norman Briski.










Miércoles 21 hs en Caras y Caretas 2037 ( Sarmiento 2037 )

Potestad es una obra emblemática de nuestro teatro nacional, escrita por el gran Tato Pavlovsky en 1983, momento en que la democracia recién retornaba y el tema de las desapariciones de personas durante la dictadura todavía no había salido a la luz en toda su dimensión y mucho menos la problemática de la apropiación de niños acontecida en esos años, cuestión conocida por las Abuelas de Plaza de Mayo, organismos de derechos humanos, pero no tanto, por el público en general.

Pasados más de treinta años de aquel estreno, los productores del Caras y Caretas 2037, un nuevo espacio teatral de Buenos Aires, le propusieron a Norman Briski, montar allí alguna obra de su amigo Pavlovsky y allí fue cuando a Briski, se le ocurrió proponer un clásico como Potestad, obra que el mismo dirigió en su estreno, con Tato como protagonista. Pero esta nueva versión tendría dos variantes de alta impacto.










La primera de ellas, consiste, en que no sería un hombre quien se encargaría de representar el papel del médico apropiador, sino una mujer, esta decisión puede señalase, que está en sintonía con diversidad de género, que se impone en estos tiempos. Y la mujer elegida para este rol, es una actriz de excelencia como María Onetto.

La segunda de las variantes, es aún más innovadora, la puesta se montaría siguiendo los lineamientos del teatro noh, disciplina teatral originaria del Japón, nacida en el Siglo XV,  El noh tiene una estética dogmática y se caracteriza por tener desplazamientos pausados y geométricos, quien la representa traza líneas perfectas en el escenario y utiliza un lenguaje elaborado y aristocrático. Además este arte oriental, tiene un vestuario particular, maquillaje y un trabajo corporal que requiere una disciplina extrema, con algunas reglas que deben cumplirse a rajatabla, como por ejemplo que casi no se usan las manos, algo muy difícil para cualquier actor, siendo este un ejemplo.










La apuesta realmente era osada y el desafió de convocar a una actriz de probada trayectoria e indudable talento como María Onetto, pero sin ninguna experiencia en el teatro noh, acrecentaba los riesgos, ya que adentrarse en esta disciplina exigiría un entrenamiento muy riguroso y un compromiso absoluto de la protagonista. Osea, desafío doble, el principal imaginar, como se vería este clásico del teatro nacional, en clave oriental y el segundo conseguir que Onetto incorpore los valores de este arte, en poco tiempo.

A nuestro entender, los resultados fueron excelentes, el trabajo de María conmueve por su brillantez, al principio le cuesta al espectador reconocerla con tanto maquillaje y de vestuario, pero con el transcurrir de las escenas, el público, se desprenderá de esa sorpresa inicial, a nosotros nos costó unos minutos, comprender la mecánica del noh y notaremos su inconfundible tono de voz.











Onetto estuvo trabajando varios meses con Daniela Rizzo, una coach en teatro noh y los resultados son increíbles. No vamos a contar más, tienen que ver la fenomenal composición de Onetto en el escenario, para ver que no exageramos en nada. La verán totalmente alejada de sus habituales trabajos, mostrando una disciplina y una versatilidad que no dejan de sorprender. Una interpretación para el aplauso.

Lo mismo digamos de la puesta de Briski, sorprendente y arriesgada, con muchos elementos para destacar. El enorme espacio escénico del Caras y Caretas, podía convertirse en un obstáculo, para la representación, pero hasta esa dificultad fue sorteada por Norman. El diseño sonoro y la música en vivo de Tomás Finkelsztein es soberbia, hay un impactante vestuario de Renata Schusshaim y no queremos contar más de una puesta que tiene varias sorpresas reservadas, para conservar el suspenso.











No queda más para agregar, Norman Briski vuelve a dirigir Potestad,  pasados treinta años desde aquel estreno y decide hacerlo después jugarse con esta puesta absolutamente innovadora, que moviliza al espectador, que logra resignificar un texto, que muestra su absoluta vigencia y nos ayuda a que siempre lo tengamos presente en nuestra memoria.

Disfrutamos una noche diferente de teatro, con una obra emblemática de nuestro teatro, que se fusiona con el arte oriental, de la mano de un director brillante y una Maria Onetto increíble. Los aplausos y la admiración con que el público despide a la protagonista al final de la función, es el mejor cierre, para una noche diferente y de lujo para nuestro teatro independiente.




Pensador Teatral.



lunes, 12 de agosto de 2019

El Río en Mí.

Dramaturgia y Dirección de Francisco Lumerman.








Domingos 17 hs y Lunes 20 30 hs.

La talentosa pluma del joven dramaturgo Francisco Lumerman, autor de El Amor es un Bien, una emblemática obra del off, que lleva ya cuatro años de suceso, vuelve a su querido Teatro Moscú, con obra propia,  El Río en Mí, una pieza potente y plena de poesía, que desde su comienzo logra cautivar al espectador, con una historia muy rica, donde la naturaleza y su entorno, deberán soportar la invasión del hombre que en su afán de progreso, amenaza con llevarse todo por delante.

La obra atrapa desde una trama cargada de suspenso, donde lo real y lo onírico se cruzarán de manera permanente, en ese pueblo hostil y perdido del Litoral, donde Marta ( Malena Figo ) y su madre ( Elena Petraglia ) arrastran su solitaria existencia entre un pasado doloroso que las persigue y un presente que parece castigarlas, con el abandono, en un pueblo olvidado de Argentina.










El autor ofrece varios elementos para que se configure una historia con mucho de real y también de onírico. Tenemos un río que ruge su bronca, por la contaminación de la planta industrial que se instala en sus orillas, trayendo desolación y enfermedades a su entorno, que intenta resistir esta invasión del hombre foráneo, trayendo a nuestras mentes, aquella recordada  lucha del pueblo de Gualeguaychú contra la papelera Botnia.

Y en ese ámbito sufrido, resisten madre e hija, que siempre vivieron en esas tierras, ahora tratan de ganarse la subsistencia, manejando una hostería, que también es su casa. Ya casi no reciben huéspedes, nadie se llega por allá . Solo van algunos trabajadores de la planta. Pero cada vez menos, porque hay algunas muertes misteriosas, que el río se cobra y algunos sospechan de esas dos mujeres que lucen indefensas y que parecen mimetizarse con el río y con las katupirí, esas plantas que crecen sin control, por todos lados.










No vamos a contar más, como dijimos antes, la obra tiene un componente de suspenso importante y dejaremos entonces que los espectadores cuando vean la obra, descubra  si esas mujeres esconden algo o solamente es la imaginación y cierto grado de locura que la soledad les ha provocado, son las que provocan los rumores que crecen en la región.

Las actuaciones que presenta la obra son superlativas, arrancando por una composición fantástica de Malena Figo, como una Marta sensible, misteriosa y algo mística. Con una gestualidad admirable y un manejo corporal notable, consigue una conexión absoluta con los espectadores, intepelándolos e invitándolos, a viajar con la imaginación, hacia esa tierra donde el calor y la naturaleza reinan. Una interpretación exquisita de Malena, que se entrega por completo, consiguiendo una actuación que se disfruta enormemente.








Elena Petraglia, una actriz de gran trayectoria, es quien forma una dupla magnífica con Malena, logrando el autor, un contrapunto muy rico entre madre e hija, que discuten mucho entre ellas, que por momentos parecen cansadas ya una de la otra, pero que tienen una evidente complicidad,  en cada uno de sus actos. Nos gustó mucho la interpretación de Elena, a quien ya habíamos destacado el año pasado por su actuación en Hermanas y aquí volvemos a verla en alto nivel.

Completa el triángulo virtuoso, Claudio Da Passano, en pos de mantener la intriga, no revelaremos mucho de su personaje, solo diremos que llegará a la hostería para alojarse, pero hará muchas preguntas indiscretas, para disgusto y recelo de Marta, que lo mira con desconfianza y una madre que parece querer advertirle los peligros que corre. Con delicada ternura, un tono campechano al hablar y un halo misterioso que lo acompaña desde que entra en escena, es otra actuación superlativa, que nos regala la obra.








Completa el elenco Mercedes Ocampo, desde un papel secundario, encuentra su espacio para lucirse, en especial en algunas partes cantadas, donde guitarra en mano, podemos apreciar su bella voz.

En una dramaturgia muy bien construída y llena de matices, creemos que las actuaciones que presenta El Río en Mí, son un diferencial, ya que hay interpretaciones comprometidas, que por su alto nivel superan la media y le agregan mucho valor a la historia, que por si misma, ya tiene mucha para ofrecer.. A todo esto, debemos sumar, que sala del Moscú, crea un ambiente íntimo y gracias a la cercanía del público con los actores, podemos disfrutar cada uno de sus movimientos y gestos, sin perder detalle.

La puesta de Lumerman, atrapa al espectador desde el inicio y la atención no decaerá en ningún momento, por el contrario irá creciendo, a medida que la trama avanza, con un misterio inquietante. Hay mucho elementos de la puesta para destacar, arrancando por un impactante diseño escenográfico de Rodrigo González Garrillo con mucha madera,  el siempre efectivo diseño de luces de Ricardo Sica y un diseño sonoro de Julián Galay, en sintonía con la naturaleza, que crea una atmósfera que nos transporta.










No queda mucho más que decir, El Río en Mí, es una pieza muy valiosa, ganadora del Premio ARTEI  2018 a la producción teatral independiente. Es una obra bellísima, que mira hacia el interior de nuestro país, contando con una estética muy cuidada, un alto vuelo poético y actuaciones exquisitas.

Disfrutamos mucho la obra y por eso la recomendamos muy especialmente, los invitamos a este viaje mágico hacia el litoral profundo, para encontrarse con esas almas solitarias y sufrientes, solo acompañadas por un río majestuoso que ruge de dolor y con la fascinante katupirí que crece en cada rincón, para ser una fiel defensora de la naturaleza.




Pensador Teatral.



sábado, 10 de agosto de 2019

Agrupación Nueve de Julio, Presente.

Dramaturgia y Dirección de Alejo Beccar.









Sábados 21 hs en La Tertulia ( Gallo 826 )

Una propuesta muy valiosa nos acerca Alejo Beccar, un autor que tiene como una de sus mayores virtudes, decodificar de manera inteligente, problemáticas actuales, que aparecen en la sociedad y volcarlas en textos sensibles, que además de ser reconocibles por el espectador, tienen una inmediatez, que les agrega mucho valor.

Agrupación Nueve de Julio, Presente nos cuenta la historia de un club de barrio, agobiado por las deudas,  que recibe la propuesta de un grupo inversor estadounidense, que se quiere hacer cargo del club, a cambio de algunas condiciones bastante polémicas, que incluyen dejar de practicar los deportes más tradicionales del club, para dejar lugar a otras actividades, corriendo serios riesgos de perder su identidad.










La comisión directiva del club, con un entusiasmo desmedido, toma la oferta del grupo inversor, casi como propia y quiere votar al acuerdo a libro cerrado, evitando que el socio puede discutir demasiado. Pero de manera impensada, urgirá la voz opositora de un pequeño grupo de jóvenes, que en defensa de la identidad del club, quiere armar una movida para crear conciencia entre el resto de los socios, pero para ello deberán luchar contra el poder de unos dirigentes, que tienen muchos intereses en juego para que se firme el acuerdo.

No vamos a contar más, solo diremos que el autor, toma la problemática de los clubes de barrio que no pueden subsistir, para mostrarnos como esas propuestas superadoras, que en teoría, traerán modernidad y transformación, son solo espejitos de colores, que esconden negocios espurios y corrupción. Además la obra graficará, lo difícil que puede resultar ir contra el poder de turno, ya que muchas veces involucrarse en la lucha, puede ser muy peligroso. Cumplimos la palabra y hasta allí contamos, para conservar el suspenso, de una trama que resulta dinámica y muy entretenida.










La obra presenta muy buenas actuaciones y el director ha sabido conformar un elenco de distintas generaciones, teniendo por un lado,  una comisión directiva conformada por actores de experiencia como Jorge Paz, el Presidente de San Alberto, Andrés Rojas, como el hábil tesorero y Guillermo Meresman, como el Secretario del club, siendo tal ve el menos convencido con el convenio a firmar. Los tres componen sus personajes con mucha credibilidad. Tal vez sea Jorge quien más se destaca, ya que es el encargado de transmitir con vehemencia,  el proyecto del grupo inversor, que abraza como propio.

La oposición al proyecto, está representada por un grupo de jóvenes y creemos no es casualidad esto, sino que es un mensaje esperanzador que nos deja el autor, que encuentra en las nuevas generaciones, la reserva de valor, para luchar contra los poderosos. Quien lidera la oposición, es Josefina Pignataro como Camila, una verdadera revelación, ya que con carisma y mucha presencia escénica, es quien lleva la voz cantante, defendiendo los valores del club. La acompañan Tomás Claudio como Marcelo y Jessica Wejcman como Luciana, dos jóvenes actores, que aportan frescura a la trama y cumplen muy bien sus papeles.

La puesta que propone Alejo resulta muy atractiva, con algunos elementos para destacar, como por ejemplo, la inteligente manera, en que se incluye al público dentro de la obra, esto se logra de manera muy inteligente, ya que las asambleas de socio, se hacen de cara al público, con los actores hablando de cara a los espectadores, que desde sus butacas, ocupan el lugar de los socios y escuchan las exposiciones de los asambleistas, recurso que le otorgan gran dinamismo a la trama.










Agrupación Nueve de Julio, Presente, refleja la realidad de muchos clubes y como la incursión de grupos inversores de dudosa reputación, que quieren convertirlos en sociedades anónimas y alejarlos de su función social. El libro sin dudas vá más allá y nos ofrece una metáfora, como si el club fuera el país, donde encontramos poderosos que defienden sus intereses, utilizando falsos argumentos y convicciones de cartón, solo sostenidas por el dinero y la corrupción, yendo en contra de la gente común, que muchas veces elige no involucrarse, en algunos casos por desinterés y en otros por miedo, a lo que puede suceder..

Alejo Beccar, desde La Tertulia, siempre ofrece espectáculos cuidados y sensibles, sintonizando lo que sucede en la sociedad y esta no será la excepción, ya que Agrupación Nueve de Julio, Presente resulta una propuesta sumamente atractiva, que nos invitará a la reflexión, dejando un mensaje esperanzador, sobre lo importante que es involucrarnos, ya que muchas veces la unión de los más débiles, puede derrotar a los poderosos y no siempre ganan los villanos.




Pensador Teatral.

miércoles, 7 de agosto de 2019

100 Metros Cuadrados

Dramaturgia de Juan Carlos Rubio. Dirección de Manuel González Gil.










Miércoles a Domingos en Multiteatro Comafi ( Av. Corrinentes 1283 )

Llega desde España, esta comedia dramática escrita por el dramaturgo y director andaluz Juan Carlos Rubio, que haciendo base en el humor, abordará temas profundos, como la soledad, la muerte y la amistad, entre otras cuestiones que pasaran por el texto.

La obra se inicia con Sara ( Florencia Bertotti ) visitando con intención de compra, un departamento de cien metros cuadrados ubicado en una de las mejores zonas de Buenos Aires. El valor de venta de la propiedad, está muy por debajo de la cotización que debería tener, esto es debido al pequeño "inconveniente" que lo acompaña. El inconveniente tiene nombre, se llama Lola ( María Valenzuela ), una señora mayor, con muchos problemas de salud y una expectativa de vida acotada.










La condición de compra es clara, el departamento recién podrá ser ocupado cuando la anciana muera. Sara, que trabaja en una compañía de seguros de vida, parece ser una especialista en estos cálculos y por eso decide avanzar con la compra de una propiedad, que le servirá como inversión a largo plazo y también como una garantía de contar con un hogar donde vivir, si su matrimonio naufraga.

Los diálogos entre estas dos mujeres que parecen no tienen nada en común, no serán fáciles en un arranque, discutirán y establecerán posiciones bien distintas, pero si miramos con atención hay algo que las une, profunda una soledad que las atraviesa a ambas, aunque ninguna quiere admitirlo.










La obra que arranca como una comedía tradicional, en la cual dos mujeres de distintas generaciones que el destino hace que se crucen y cuando parece ese será el hilo conductor de la trama, la obra tendrá un giro dramático, el eje cambiará y lo que pareciera ser, ya no lo será. No ahondaremos sobre este punto, ya que la obra tienen un componente de sorpresa, que el espectador descubrirá a su tiempo, solo diremos que la trama no solo divierte, sino que invitará a la reflexión y llegará al corazón del espectador.

La dupla actoral, que conforman Florencia Bertotti y María Valenzuela es muy efectiva y sorprende por la conexión que logran, se nota gran una química entre ellas y esto redunda en beneficio de la obra, ya que de por sí, son dos actrices muy talentosas.

El contrapunto es muy logrado, María Valenzuela dá vida a una mujer sin filtro, verborrágica, casi impune en sus dichos y dispuesta a vivir sus últimos años, sin seguir los consejos médicos. En cambio Bertotti es estructurada, organizada y siempre trata de ser politicamente correcta, algo complicado ya que muchas veces chocará, con la terquedad de Lola, que como ella mismo confiesa, adora las discusiones.










Florencia Bertotti es la figura convocante de la obra, el público mayormente está acostumbrada a verla en papeles más bien cómicos, por eso al menos a nosotros nos sorprendió por su excelente prestación en un personaje que no es sencillo, con su carisma habitual y estando a la altura del protagónico, sacándose chispas en un sano duelo actoral, con una Maria Valenzuela, que luce esplendida y se la nota muy cómoda en su personaje, siendo una alegría para el espectador, verla tan bien.

Completa el elenco Stefano de Gregorio, un joven actor, que generará muchas risas en la platea, aportando una cuota importante de humor y frescura a la obra, siendo muy festejado por el púbico, en cada una de sus apariciones.










La puesta de Manuel González Gil es muy atractiva, con una adaptación muy acertada y varios elementos para destacar, entre ellos el magnífico diseño escenográfico de Luis Rojo, que reproduce un señorial y amplio departamento. También resaltamos el diseño de vestuario de Estefanía García Favré, colorido y con mucha personalidad.

100 Metros Cuadrados, que hace unos días, recibió 5 Nominaciones a los Premios ACE, es una obra que combina un muy buen elenco y una dramaturgia bien elaborada, algo que no siempre se logra en el teatro comercial, donde en muchas oportunidad se reúne un elenco de primer nivel, pero el guión no está a la altura. Esto no sucede aquí, ya que el texto de Juan Carlos Rubio, es muy interesante.










Disfrutamos mucho la obra y nos sorprendimos gratamente ya que solo esperábamos ver una buena comedia, pero había más , ya que 100 Metros Cuadrados, divierte, pero también emociona, transmitiendo un mensaje edificante, que podría resumirse en una recordada frase de John Lennon que inspiró al autor, para escribir esta pieza y dice que " La vida es aquello que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes "

Por todo lo dicho, recomendamos vean 100 Metros Cuadrados, disfrutarán de excelentes actuaciones y de una obra que además de movilizarnos, nos recordará que la vida siempre es imprevisible y por ello, deberíamos disfrutar a pleno el presente, ya que nunca sabemos cuando el destino nos tendrá reservado, algún plan diferente, al que imaginamos.



Pensador Teatral.


lunes, 5 de agosto de 2019

Una Magnífica Desolación

Lunes 20 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )










Dramaturgia de Daniel Dalmaroni y Dirección de Santiago Doria.

La llegada del hombre a la Luna y el regreso desde los Estados Unidos de un hijo profesional a su hogar de clase media en Barracas, son los disparadores de esta creativo guión escrito por el prolífico Daniel Dalmaroni, que en clave de comedia, nos presentará una historia muy atractiva.








Magnífica Desolación, está ambientada a fines de los sesenta, el mundo atraviesa la época de la Guerra Fría, en Argentina el gobierno de facto de Ongania tiene el poder con un peronismo proscripto y en ese contexto, un día antes de un acontecimiento mundial como sería la llega del hombre a la Luna, volverá  Juan a su hogar.

Sus padre Norberto ( Alfredo Castellani ) y Raquel ( Patricia Echegoyen ) no lo esperaban, se ven sorprendidos por un joven ( Patricio Paz ) , que les dice que es su hijo, pero ellos no le pueden creen, primero porque su hijo no tiene ese rostro y lo más determinante, en esos momentos su hijo debería estar en Cabo Cañaveral, ya que es astronauta, más precisamente uno de los suplentes de la misión Apolo 11, que al otro día estaría llegando a la Luna, en una misión televisada a todo el mundo, con el sacrifico que le costó llegar a ese lugar, como se iba a perder ese acontecimiento que quedaría en la historia,









Las situaciones absurdas y graciosas, no tardarán en aparecer en escena. Quien dice que es el hijo, en realidad tiene argumentos creíbles para sostener esto y pruebas para comprobar sus dichos. Además de esto, tiene una revelación sobre la misión a la Luna, que suena disparatada, pero muy convincente a la vez. Y hasta allí vamos a contar, la obra juega mucho con el suspenso y lo mejor es que los espectadores, se sorprendan a medida que la trama se vá desarrollando, como sucedió con nosotros.

La obra si bien juega con el grotesco y sabe generar muchas risas en la platea, tiene también  un costado profundo y dramático, ya que nos invitará a reflexionar acerca de las relación entre padres e hijos y como muchas veces, los deseos proyectados de los progenitores, son tan fuertes, que además de presionar a los hijos para que cumplan los mismos, pueden llegar a desarrollar un estadio de negación de la verdad, que a veces alcanza límites ridículos.











Para la ocasión, se logró reunir un elenco muy destacado, que se identifica en gran forma con el texto. Encontramos una superlativa la actuación de Patricia Echegoyen, que aquí se despoja de su glamour característico para calzarse un batón y ser una madre temperamental, ama de casa apasionada y algo ingenua a la vez, que realiza una gran composición de su personaje. Un disfrute ver a Patricia en este protagónico.

También nos gustó mucho lo de Alfredo Castellani, como un hombre bien de barrio, que al principio luce como tolerante y comprensivo, pero a medida que la trama avanza, irá mostrando una cara diferente, donde los ideales políticos, estarán por arriba del todo. Mucho oficio de Alfredo, puesto al servicio de la obra.











El triángulo virtuoso se completa con Patricio Paz, ese hijo profesional, que regresa con un par de verdades en los puños, que no son bien recibidas. Es un joven actor, con mucho carisma, a quien ya elogiamos mucho en anteriores trabajos, recordando especialmente su actuación en La Música del Viento, una entrañable obra del off. Entre dos actores de mucha trayectoria, Patricio logra lucirse y mostrar su impronta, componiendo un personaje muy querible.

La dirección de Santiago Doria es muy efectiva, aprovechando el rico texto de Dalmaroni y las virtudes del muy buen elenco reunido.Debemos destacar asimismo la realización de vestuario de Stella Giorgio, anclado en los sesenta y el diseño escenográfico de Daniel Feijóo y Silvia Bonel, presentando un hogar típico de esos años, con un televisor blanco y negro en el living, algo que resultaba  casi un lujo en aquellos años.









En definitiva, una propuesta muy rica llega con Magnífica Desolación, una pieza que en tono de comedia y con mucho de absurdo, nos dejará muchas situaciones para la reflexión, dando espacio en el texto, para remorar a figuras tales como Neil Amstrong, Arthur Miller, Marilyn Monroe y Sidney Poitier, y otras autóctonas como el General Perón, bien presente, en esos años difíciles de Argentina.

Recomendamos la obra, se van a divertir mucho y van a disfrutar de una dramaturgia de alto vuelo creativo, una dirección precisa y tres interpretaciones exquisitas. La mesa teatral está puesta, solo queda llegarse hasta El Tinglado, para disfrutar de esta muy buen banquete.




Pensador Teatral.


viernes, 2 de agosto de 2019

La de tu Madre

Libro de Silvia Geijo y Viviana Salomón. Dirección de Carlos Kaspar.










Viernes 21 hs en Sala Tercer Acto ( Av. de Mayo 1158 )

Una propuesta muy divertida llega con La de tu Madre, que tiene como intención ofrecer al público una noche muy entretenida y digamos de entrada que logra con creces ese objetivo, ya que las risas estarán presentes a lo largo de toda la función.










Serán tres las protagonistas, que en el marco del Primer Simposio sobra la Vagina, nos hablarán en tono de sátira y picaresco, de la relación de las mujeres con su sexo, el placer femenino, los tabúes y los rodeos que muchas veces se dán, para evitar hablar con sinceridad del tema y como en tiempos donde el rol de las mujeres vá cambiando, la sociedad evoluciona y el sexo deja de ser un tabú para ellas.

La trama es divertida y desopilante, se hablará del tema, con picardía, pero sin caer nunca en lo chabacano, algo valioso, ya que nos muestra que puede hablarse de sexo, recurriendo al humor, pero sin caer nunca en el mal gusto.











La gran razón por la que La de tu Madre, está teniendo tan buen suceso y agotando localidades desde su estreno, radica en las muy buena actuaciones que tiene el trío protagónico conformado por Silvia Geijo, Viviana Salomón y Andrea Vázquez , las tres con un histrionismo a flor de piel y una entrega muy generosa. Además se nota, que se divierten en escena y eso llega a un espectador, que disfruta con la buena atmósfera creada.

Las tres actrices tienen mucha química entre ellas y saben como destacarse en el conjunto, ya que si bien tienen momentos de lucimiento individual, los momentos más festejados por el publico son cuando están juntas. Algo para resaltar y que nos alegra, es ver actrices de gran experiencia como Silvia Geijo y Viviana Salomón, mostrando su vigencia en la profesión y haciendo reír al público, cuando por lo general para papeles cómicos se eligen a actrices jóvenes. Andrea Vázquez resulta el complemento justo para el binomio, ya que aporta frescura y una cuota de juventud. Este equilibrio en el elenco, demuestra que para hacer reír al público, no importa la edad, sino el talento.











La trama fluye con mucho de grotesco y con algunas sorpresas preparadas, que aparecerán a medida que la trama se desarrolla, ya que mediante cambios de vestuario y peinados, desfilarán una variedad de personajes en el escenario. No queremos contar mucho, pero si adelantaremos, que verán a Eva, la primera mujer, a María Magdalena y hasta a la Virgen María, por nombrar solo algunas de apariciones, que tiene reservadas la noche.

El reconocido actor Carlos Kaspar es el director de la obra y sabe como darle continuidad a un espectáculo que resulta muy divertido. La puesta es dinámica y tiene algunos elementos para destacar, entre ellos el colorido vestuario y la escenografía de Maru Morgana Graessie, las divertidas coreografías de Stella Baez y la música de Juan Manuel Fagnano.










La de tu Madre, es una propuesta simple, pero efectiva, ya que cumple su objetivo, de divertir al público, estando dirigida en especial para las mujeres de todas las edades,que son mayoría en la sala y se identifican plenamente con las situaciones ,que las actrices presentan.

En definitiva, estamos en presencia de una entretenida propuesta, que invita a dejar de lado nuestros problemas y reírnos mucho. Disfrutamos ver como el público se engancha con las protagonistas desde el arranque de la obra y como se establece una conexión que se mantendrá toda la noche, contando con un público que además de llenar la sala, se divertirá mucho con estas actrices, que se entregan por completo y se esmeran al máximo, para que los presentes. arranquen el fin de semana a pura risa.




Pensador Teatral.




jueves, 1 de agosto de 2019

Reconstrucción de una Ausencia

Dramaturgia de Gonzalo Marull. Dirección de Marcelo Moncarz.









Jueves 20 30 hs en Patio de Actores ( Lerma 568 )

El teatro muchas veces nos acerca historias que nos resultan desconocidas y que son dignas de contarse, este es el caso de Reconstrucción de una Ausencia, basada en un caso real, ya que nos hablará de Jorge Barón Biza y su trágica historia familiar.

Gonzalo Marull, el autor de la obra, se enteró que Jorge fue un gran amigo de su padre, que le gustaba el teatro y poco más. Tiempo después supo que aquel amigo  había pasado su última Navidad con ellos, antes que la muerte lo alcanzara y luego de años charlando con su padre, descubrió que detrás de aquel hombre, se escondía una terrible historia personal y familiar, signada por la tragedia, que merecía ser contada y en ese momento arrancó este proyecto.










El monologo escrito por Gonzalo, arrancará con un Jorge, un joven de solo 22 años, que sufrirá un hecho que lo marcará para siempre,  en ocasión que su padre Raúl, escritor, terrateniente y excéntrico millonario y Clotilde, dirigente radical e hija del gobernador de Córdoba, estaban sellando el divorcio en compañía de sus abogados. La apasionada relación entre Raúl y su bella esposa, veinte años menor que ella, llegaba a su fin, pero lo haría de una manera totalmente inesperada.

En aquella reunión, donde se acordaría el divorcio, Raúl de manera sorpresiva arrojó ácido sulfúrico en el rostro de su esposa, que sufrió graves quemaduras en la cara, en su pecho y en sus manos, debiendo ser hospitaliza de inmediato, en grave estado. Al dia siguiente, la polícía entró al departamento del agresor y encontró su cadáver, se había pegado un tiro en la cabeza el mismo día del ataque,












Jorge, el protagonista de la obra, sufrirá de manera brutal, la pérdida de su padre y el calvario de su madre, a la que acompañó durante su internación y luego en un viaje a Italia, donde se trataría con un especialista en reconstrucción de rostros, ya que la cara de su madre, por los efectos del ácido era un despojo.

No vamos a contar mucho más de esta historia de vida que arrancará de manera trágica y que tendrá nuevos episodios reservados para el futuro, preferimos dejar que los espectadores se vayan enterando de lo que vendrá luego, de boca de Jorge, interpretado de manera magistral por Jorge Gentile.











La composición de Gentile es fantástica, ya que se mete en la piel del personaje con una pasión que conmueve. Pese a tratarse de un unipersonal, gracias al talento de Jorge, podremos ver desfilar en escena a varios personajes, que el mismo desdobla. Su padre, su madre, su hermana Cristina, aparecerán en el escenario del Patio de Actores, gracias al talento y la impronta del protagonista.

Es admirable, la manera en que Gentile se adueña de la escena, la cadencia con la que cuenta la historia, como se desplaza por el escenario, sus gestos, sus diferentes tonos de voz y como sus emociones irán variando, conforme se desarrolla la trama. Habíamos destacado a Jorge, por anteriores trabajos, pero creemos que su actuación aquí, además de ser superlativa, resulta consagratoria, ya que resuelve de manera estupenda, un papel muy complejo.











El texto potente y virulento de Marull, encuentra un acompañamiento de lujo en la dirección de Marcelo Moncarz, que nos regala una puesta sensible, que atrapa al espectador, que sigue la obra desde el comienzo, con un silencio y una atención, que no es sencillo de lograr.

La escenografía es despojada, solo una silla en el centro del escenario. No hace falta más, para que el protagonista nos revele su historia, en un clima de intimidad muy logrado. Para llegar a este ambiente íntimo, contribuye mucho el muy buen diseño de luces de Daniela García Dorato. Otro punto muy alto en la puesta es el diseño sonoro y musical de Diego Sánchez, que se destaca en varios pasajes, acompañando la exposición del protagonista.

Reconstrucción de una Ausencia, es una obra que emociona y conmueve al espectador, por su crudeza y su realismo. Poniendo énfasis en una historia familiar llena de dolor, pero sin agotarse allí, ya que en la trama aparecerán menciones a Evita, Frondizi y otros personajes de la política de aquellos años, que darán a la historia,  un interés aún mayor.











Nos gustó mucho la obra, realmente una gran idea la del autor, traer al teatro las memorias de Jorge Barón Biza, aquel viejo amigo de su padre. Celebramos lo haya hecho con un texto intenso y haya elegido para llevarlo a escena, a un director sensible como Marcelo Moncarz, que encuentra en Jorge Gentile, el intérprete perfecto, para gritar una historia de dolor y muerte.

Felicitamos a todo el equipo de Reconstrucción de una Ausencia, por la entrañable velada teatral ofrecida, coronada por esos prolongados y merecidos aplausos, que el público que colmó la sala del Patio de Actores, le tributa al protagonista al final de la función, reconociendo su excelente faena y la intensidad de la historia interpretada.
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Pensador Teatral.