domingo, 20 de octubre de 2019

Después de Casa de Muñecas

Dramaturgia de Lucas Hnath . Dirección de Javier Daulte.










Jueves a Domingo en Paseo La Plaza ( Av, Corrientes 1660 )

Casa de Muñecas escrita a fines del siglo XIX por Henrik Ibsen, es una obra que marcó todo una época, siendo un texto absolutamente adelantado para el pensamiento del momento  ya que mostraba como Nora, la protagonista de aquella historia, luego de una serie de hechos desafortunados, toma coraje y decide abandonar la casa conyugal, dejando atrás, a su esposo Torvald y a sus tres hijos.

Aquel portazo dado por Nora, fue recordado por mucho tiempo y Casa de Muñecas, fue conservada como una pieza vanguardista y feminista, algo inédito para aquellos tiempos. En el 2017, más de un siglo después, el autor estadounidense Lucas Hnath, decide imaginar como siguió la vida de aquella emblemática mujer, escribiendo esta secuela, llamada Después de Casa de Muñecas.









En su historia, Nora ( Paola Krum ) retorna al hogar conyugal, luego de quince años de ausencia, para sorpresa de todos. La recibe el ama de llaves ( Julio Calvo ) quien no sale de su asombro por aquel inesperado regreso. La vida de aquella mujer, cambió por completo, se convirtió en una exitosa escritora, que bajo un seudónimo, publicó varios libros en los que expone lo desgraciado que es el matrimonio, alentando a muchas mujeres lectores, a tomar coraje para que dejen sus casas y a sus maridos. Según su pensamiento, la institución del matrimonio es arcaica ya y atenta contra la libertad y los deseos de las personas.

Nora regresa por un tema puntual que debe resolver y no vamos a revelar acá pero sin mostrar ningún remordimiento, por haberse ido quince años antes, dejando a su esposo y a sus hijas, para emprender una nueva vida. Se nota que es una mujer libre, que creció mucho en lo personal, mostrando una seguridad y una independencia que exhibe con orgullo.










La obra tiene una vigencia absoluta, ya que aparece en una época donde el empoderamiento femenino y las reivindicaciones de las mujeres, están tomando vuelo en todo el mundo, siendo Argentina uno de los países, en que más puede apreciarse el crecimiento de este movimiento.

La obra presenta actuaciones notables, con un elenco encabezado por Paola Krum, que se adueña del protagónico de manera soberbia, logrando una actuación fantástica, con una presencia escénica que impresiona. Con energía y una potencia actoral absoluta, compone a una Nora, valiente y autosuficiente. Resulta un verdadero lujo, ver a Paola en acción, sacándole jugo a un personaje riquísimo y cosechando las mayores ovaciones de la noche.












Jorge Suárez, un verdadero animal de teatro, es Torvald, el ex marido de Nora. Dolido aún por aquella ida intempestiva, no logra aún superar aquel mal trago y muestra que sus heridas siguen en carne viva, mostrando un gran manejo de sus emociones, pasando por la ira, la tristeza y otros estados con estupendos registros.. Un actorazo Jorge, que puede mostrar aquí toda su experiencia en las tablas, dando mucho valor a su personaje y sosteniendo un duelo actoral de dimensiones con Paola Krum.

Julia Calvo, otra exquisita actriz de gran trayectoria, es Anne Marie, el ama de llaves de la familia. Fue quien se encargó de criar a los hijos de Nora y apuntalar a Torvald en  aquellos momentos difíciles. De ideas conservadoras, no concuerda con el pensamiento de avanzada de Nora, que denosta al matrimonio. Estupendo trabajo de Julia.













Por último mencionar a Laura Grandinetti, una joven actriz con un enorme futuro, que aporta su frescura y muestra estar a la altura del desafío, para componer a una tempera mental Emmy, la hija menor, que casi no tiene recuerdos de su madre y decide enfrentar la situación de su aparición con mucha valentía.  A Laura recordamos haberla elogiado por un par de actuaciones en Espacio Callejón y por ello es una alegría, ver su crecimiento y su llegada al teatro comercial, desde el teatro off.

La puesta que propone Javier Daulte,es minimalista, la palabra de los actores es la que manda aquí. Queremos destacar el distinguido vestuario de época de Ana Markarian y el recurso ingenioso de la puesta en escena con parte del público, ubicado en un estrado sobre el escenario, como si fuese un especie de jurado, que evalúa el comportamiento de aquella mujer. Tuvimos el privilegio de estar ubicados en esa zona especial y pudimos disfrutar la obra desde un ángulo diferente, teniendo de frente a toda la platea y por la cercanía, pudiendo apreciar cada gesto de los actores, algo que con interpretaciones de excelencia, es un plus.













Después de Casa de Muñecas, es una propuesta oportuna, que muestra una vigencia brutal, invitando a la reflexión al espectador, que nota que pese al paso de los años, algunas situaciones se mantienen, a pesar del cambio de época y la mujer siempre es observada, siendo natural por ejemplo, que un hombre abandone su casa, en el caso de una separación. Ahora, si es la mujer quien decide irse, tendrá una mirada recriminadora de la sociedad y ni hablar,  si deja hijos en esa casa. Son temas de patriarcado que vienen de lejos y que pese a los esfuerzos, no son sencillos dejar atrás.

La obra nos hablará de la libertad individual y de la fidelidad con el propio pensamiento, siendo esto algo muchas veces complicado de llevar a cabo, ya que cuesta demasiado dar la espalada a los mandatos familiares y costumbres muy arraigadas en la sociedad.











Al ver la pieza, no quedan dudas, porque Después de Casa de Muñecas, está considerada como uno de las mejores estrenos del teatro comercial este año, obteniendo un gran suceso de público y de crítica, confluyendo una dramaturgia muy inteligente, que partiendo de un clásico emblemático, escrito hace más de un siglo, imagina su continuidad, teniendo en cuenta el actual contexto mundial, donde el empoderamiento de la mujer, es una realidad imparable.

Por eso solo queda recomendar la obra, se encontrarán con una trama potente y cruda, con una dirección precisa de Javier Daulte y actuaciones exquisitas de un elenco estupendo, encabezado por una brillante Paola Krum.  El aplauso emocionado y prolongado, con que el público despide a los protagonistas, es el merecido corolario, para la intensa noche de teatro vivida.




Pensador Teatral.

sábado, 19 de octubre de 2019

El Mercader de Venecia

Dirección General y Puesta en Escena de Leandro Montgomery.  Dirección Musical de Claudio Álvarez Di Nicola.









Sábados 20 15 hs en Teatro El Cubo ( Zelaya 3053 )

El Mercader de Venecia es una de las obras más populares de William Shakespeare, escrita en el final del Siglo XVI y que llega al teatro independiente, en formato de musical, demostrando lo atractivo de su temática.

Las acciones se sitúan en Venecia, alrededor del año 1500, apareciendo en el relato varias historias paralelas y por lo tanto diferentes tópicos a tratar, como el valor de la amistad significada por la relación entablada entre Antonio y Basanio, la ilusión de los príncipes que irán en búsqueda del cofre que les permita obtener el amor y la compañia de la bella Porcia, la relación opresora entre padre e hijo, el valor de la palabra y la religión, como factor de discordia e intolerancia.











Valoramos mucho, el trabajo de todo el equipo de El Mercader de Venecia, porque vaya si es un desafío para el teatro independiente montar un musical de la altura del clásico de Shakespeare, con 30 artistas en escena y una banda en vivo, que con sus melodías, marcará el ritmo de la velada.

Notamos un gran compromiso del elenco, formado en su mayoría por jóvenes promesas y corriendo el riesgo de ser injustos, vamos a mencionar algunas actuaciones que nos han gustado mucho. Nos encantó el trabajo de Antonio Germano como Shylock, el banquero judío, que será el villano de la historia. Estupendo el trabajo de Antonio. Otros dos actores de experiencia, que se destacan mucho son Guillermo Tassara, como Antonio, el Mercader de Venecia y el Beto Cuello como el Dux.











Por el lado de los jóvenes, resaltan los trabajos de Luciano Baido como Basanio, Emiliano Ramos como Graciano y Luciano Nardón como Lanzarote, todos con mucha presencia, resuelven muy bien los papeles importantes que desempeñan en la trama.

Del lado femenino, los mayores aplausos de la noche, se los lleva Bárbara Lloves Millan, como la bella y codiciada Porcia. Nos gustó su labor, que le aporta un toque de distinción a la obra, con mucho encanto y luciéndose mucho en las partes cantadas. Vale mencionar que Bárbara, junto con Leandro Montgomery, son los que adaptaron el texto.

Otros aportes femeninos que no debemos dejar pasar, son los de Julieta Rey, como Nerissa, la fiel escudera de Porcia y Rocío Biondelli, interpretando a Jésica, la hija de Shylock, que tomará coraje e irá en busca del amor, fuera de los límites de su casa y del alcance de su padre.










Nombramos solamente a algunos de los protagonistas, porque si no se haría muy extensa la reseña, pero como dijimos antes, todos los integrantes del elenco aportan su grano de arena y son partícipes para la buena dinámica de la obra, de las misma forma, que los integrantes del ensamble, que con entusiasmo y muy buena coordinación, ejecutan lucidas coreografías.

La puesta como mencionamos tiene un despliegue que debe mencionarse, hay un muy buen diseño escenográfico de Sabrina Fernández, un destacado diseño lumínico de Cristian Sarli y una notable realización de vestuario, en manos de Bárbara Lloves Millan y Julieta Rey, para vestir al elenco acorde a la época de la historia en que ocurren las acciones.











Párrafo especial para la banda en vivo, compuesta por Claudio Alvarez Di Nicola en guitarra, Agustín Aiello en acordeón, Luciano Feoli en batería y Patricio Boulliet en bajo. Los cuatro cumplen una gran tareas y son fundamentales para que el musical fluya. Tal vez una mención a tener en cuenta, es el volumen alto de la música, que en algunos momentos podía dificultar entender lo que cantaban los actores.

Hasta aquí vamos a contar, dejamos que espectador cuando vea la obra descubra el resto. El texto presenta algunos aspectos referidos a la religión, normales para la época en que Shakespeare escribió la historia y que en estos tiempos, pueden parecer algo ofensivas, por eso siempre es importante, no perder de vista, los tiempos en que la historia fue escrita.










Felicitamos a todo el equipo de El Mercader de Venecia, por animarse a encarar este proyecto, en momentos económicos complicados, sabiendo como cuesta todo en el teatro independiente, donde todo se hace a pulmón y con mucho amor.

Por eso celebramos la propuesta, que con un despliegue admirable, una puesta en escena muy cuidada y muy buenas actuaciones, nos presenta esta versión musical del clásico isabelino, para alegría de los amantes del género.




Pensador Teatral.




jueves, 17 de octubre de 2019

Gurisa

Dramaturgia y Dirección de Toto Castiñeiras.








Jueves 21 ha en Nun Teatro ( Juan Ramirez de Velasco 419 )

Gurisa transita ya su cuarta temporada recorriendo los escenarios de todo el país y siempre con gran suceso. Ganadora de 3 Premios Trinidad, poseedora de una estética y un lenguaje muy particular, la obra creada y dirigida por Toto Castiñeiras, el talentoso actor y clown marplatense, integrante de la compañia Cirque du Soleil desde 2004, sigue siendo unos de los mejores exponentes de la riqueza y creatividad de nuestro teatro independiente.











La obra tiene algunas características que debemos resaltar, el que más salta a la vista, es que Gurisa es una historia de personajes femeninos,  pero representados por seis actores hombres, sin caer en los esteriotipos, ya que no se visten, ni maquillan como mujeres. Los vemos allí, con barbas, bigotes, torsos peludos, etc. Hay algún detalle, como aros, polleras y poco más. Queda claro que son cuerpos masculinos, que representan mujeres y este detalle, que puede resultar inquietante, es uno de los sellos distintivos, que presenta la pieza.

Las acciones se desarrollan en La Pampa y en clave de sainete gauchesco, con un relato que no es lineal, sino que hay diferentes cuadros y allí aparecerán los personajes con sus conflictos, siendo el espectador el que irá atando los cabos, para cerrar esta tragedia campestre, que hablará de amores, pasiones, abusos, sueños y mucho más.









A lo largo de la trama, veremos a la hija de una terrateniente venida a menos atraída por unos de sus peones, un gaucho sucio, una gurisita raptada por un indio salvaje, una esclava vieja y una hermana que llega de Londres. Todos ellos, darán vida a este universo gauchesco llamado Gurisa.

La obra tiene un componente de teatro físico muy importante, veremos cuerpos entrelazados, corriendo en el escenario, zapateando y en constante movimiento. La entrega física de todos los actores es notable y no quedan dudas que pierden un par de kilos en cada función, debido al despliegue corporal que realizan a lo largo de la trama.

Es hora de que hablemos ya de las actuaciones que tiene la obra, que son el gran motor de Gurisa. Los seis actores están  todo el tiempo juntos en escena, por lo tanto, todos encuentran su espacio para el lucimiento individual, aunque es el conjunto el que destaca. Con el riesgo de ser injustos, creemos que Francisco Bertín, como La Humita, es la figura más destacada de la noche, con un histrionismo a flor de piel, que el público reconoce.








Pablo Palavecino compone a una desopilante Mary, la hermanita que vive en Inglaterra, que nos regalará uno de los momentos más divertidos de la noche, en un monólogo muy gracioso. Fabián Minelli, es el actor de más experiencia del elenco, recordamos haberlo elogiado por su trabajo en La Reina del Pabellón, donde era un juez muy excéntrico y aquí vuelve a mostrar sus condiciones para el humor, componiendo a Mamucha y a Rosita.

Nicolás Deppetre como La Marica, nos relatará su penurias con mucho sentimiento, Fred Raposo muy gracioso con su acento brasilero será Casimira y Juan Azar, el más grandote, que es el único que hace de hombre, interpretando a El Chancho. Todos cumplen con solvencia sus papeles. Como dijimos, los seis actores son importantes, para el bloque que es la obra y se lucen en el conjunto, destacando una vez más, el enorme despliegue físico que realizan.









La puesta tiene numerosos elementos que vale la mencionar,  el principal una escenografía desprovista, donde los propios actores con faroles de mano, jugarán mucho con la iluminación, dando un toque especial y complementando la labor de Omar Possemato. Otros items a destacar, son el diseño de vestuario de Daniela Taiana, que con pocos elementos, logran que es estos hombres, sean reconocidos como mujeres. La música original de Javier Estrín y las coreografías de Valeria Narvaez, son otros ítems a destacar, en una puesta muy atractiva

En definitiva, una propuesta muy original la que nos trae Gurisa, una tragedia gauchesca que con mucho de grotesco, logra divertir al espectador, que se sorprende por el texto y por las coreografías, que presenta una obra, donde predomina el teatro físico y donde se nota la formación clownesca de Toto Castiñeiras.












Recomendamos la obra, una pieza distinta y arriesgada, que elige a hombres para representar a mujeres, que nos llevará a la Pampa profunda para ver emerger a personajes muy pintorescos, que nos  relatarán sus amores y sus sueños.

Cada espectador interpretará la trama a su manera, lo que es seguro que se divertirán , con esta propuesta en la fuerza energética y los cuerpos iluminados de los protagonistas,  serán quienes transmitan la historia que al autor tiene para contarnos.



Pensador Teatral


domingo, 13 de octubre de 2019

Lo Mejor de mi Está por Llegar

Dramaturgia de Jorge Acebo y Juan Carlos Rivera. Dirección de Jorge Acebo.









Domingos 17 hs en Teatro El Arenal ( Juan Ramírez Velasco 444 )

Una estupenda tarde de teatro, disfrutamos viendo Lo Mejor de mi Está por Llegar, versión absolutamente libre de Medea, la tragedia griega escrita por Eurípides, allá por el Siglo V antes de Cristo, aggiornada a estos tiempos y con una temática propia.

Aclaremos de entrada, que el texto escrito por Acebo y Rivera, si bien conserva el espíritu y el nombre de los protagonistas del clásico griego, es una historia independiente. Aquí Medea, es una joven que vive  con su padre en el pueblo rural de La Limpia. Su madre murió al darla a luz y entonces fue criada por su padre, un hombre, al que admira profundamente.










La infancia de Medea es humilde, pero ella es feliz disfrutando de esa vida rural, ayudando con las tareas campestres a su padre, yendo a la escuela y jugando en los tiempos libres. Sus mayores momentos de felicidad, los tiene cuando recorre esos bellos campos sembrados de amapolas, que tanto le gustan.

Medea es una chica inocente, que disfruta de las simplezas de su vida diaria, pero todo iba a empezar a cambiar, en aquella Fiesta del Caballo celebrada en Bragado, la ciudad importante cercana a su pueblo. Ella como todos los años concurría con sus primas y de manera sorpresiva, el Doctor Jason, conocido por todos en Bragado, se acercó a ella y le habló. Medea con solo quince años, tenía verguenza por aquel encuentro, pero a su vez se sentía halagada,que semejante personalidad se fijara en ella.










El segundo encuentro con Jason, sería a solas y cambiaría el curso de su vida, ya que perdería su inocencia y pureza a manos de aquel hombre con olor a alcohol, en una situación traumática. La situación se agravaría, porque poco tiempo más tarde, por circunstancias de la vida,  se iba a tener que casar con aquel hombre poderoso al que hubiera querido no volver a ver nunca más.

Y hasta allí vamos a contar, Medea tenía la esperanza, que a partir del casamiento, podría conocer a un Doctor comprensivo y compañero, que la cuidara como debe hacer un esposo ejemplar. Solo diremos que esto no ocurrirá y  para la joven comenzaría una pesadilla, que llegaría a límites insospechados.










La historia de este niña de campo, que se convierte en mujer de manera abrupta, es contada de manera fantástica y en primera persona por Florencia Galiñanes, que compone de manera brillante a esta Medea campesina y a los personajes con los que dialogará. La cadencia con la que irá llevando el relato, su tono de voz campechano, sus expresiones y sus diferentes estados emocionales, son ejecutados con maestría por Florencia, a quien vemos por primera vez en escena y quedamos realmente sorprendidos por su talento.

Aquí compone un personaje entrañable, al que dan granas de abrazar en varios momentos de la obra, por su soledad y los múltiples padecimientos que sufre . Brillante interpretación de la protagonista, si alguna piensa que exageramos en los elogios, cuando vean la obra, porque deben verla, les aseguramos que coincidirán con esta mirada.











Además de la historia tan rica y de una actuación superlativa de Florencia, Lo Mejor de mi Está por llegar, sorprende con una puesta absolutamente minimalista, que incorpora elementos multimedia, que agregan mucho atractivo al espectáculo. Nos estamos refiriendo a la cámara en vivo de Nicolás Condito, que juega con primeros planos del rostro de la protagonista, que se proyectan en una pared de ladrillos, aprovechando la misma también, para mostrar algunas imágenes que apoyan la historia y referencias temporales, que colaboran con la dinámica de la trama. Es decir hay una valiosa incorporación de recursos cinematográficos, que agregan atractivo y valor a la puesta.

Además debemos destacar el aporte de Maximiliano Pugliese, a cargo de la música en vivo con su guitarra, siendo este otro ítem, que suma mucho a la historia. Es muy bueno el diseño lumínico de Paula Fraga, al igual que el diseño de vestuario de Priscila Iaria, que permite que la protagonista haga algunos cambios de vestimenta,  sin salir nunca del escenario. Indudablemente nos encontramos con una dirección sobresaliente de Jorge Acebo cuida todos los detalles y le dá a la puesta una realización muy lograda.










El relato atrapa al espectador desde el arranque, apoyado en un texto fuerte y sensible, que nos hablará de violencia de género y de la naturalización del patriarcado, mostrando como muchas veces, para las mujeres escapar de ciertas situaciones y entornos, se puede tornar una misión imposible, ya que los sujetos poderosos, por lo general tienen el apoyo y la complicidad de la sociedad, que en algunas ocasiones reacciona siendo cómplice y en otras actúa con una indiferencia, que es igual de dolorosa.La pieza además nos hablará de la felicidad y como muchas veces las cosas más simples de la vida, son las que mayor placer nos proporcionan.

A la potencia de la dramaturgia, como dijimos se le adiciona una puesta muy atractiva y una composición admirable de Florencia Galiñanes, que con enorme entrega y una sensibilidad a flor de piel, nos regala una interpretación conmovedora, que seguramente, al final de la temporada, será merecedora de algún premio de la crítica especializada, reconociendo su labor.











Solo nos queda recomendar fervorosamente Lo Mejor de mí está por Llegar, una verdadera joyita del teatro independiente. Por nuestra tarea vemos muchas obras por semana, por eso disfrutamos doblemente, cuando una obra nos moviliza y emociona tanto, como ocurrió en esta oportunidad.

Nos gustó mucho la obra, a nuestro entender, la posicionamos entre las mejores que vimos este año y por eso la recomendamos tantos, ya que disfrutarán de una gran tarde de teatro y se irán reflexionando acerca de cuantas Medeas sin voz, existen en nuestro país y lo importante que sería tener una sociedad alerta, que denuncie estas situaciones.




Pensador Teatral.


martes, 8 de octubre de 2019

Ojalá las Paredes Gritaran

Dramaturgia y Dirección de Paola Lusardi.










Martes 20 30 hs en Teatro Metropolitan Sura ( Av. Corrientes 1343 )

Son contadas las obras provenientes del off, que consiguen llegar al teatro comercial y Ojalá las paredes gritaran, versión libre de Hamlet, es una de ellas. Y en este caso el mérito es aún mayor, ya que la pieza viene de las entrañas del teatro independiente, ya se representaba en la casa de la autora, que se convertía en teatro los días de función y gracias al boca a boca y al haber sido la revelación del último Festival Internacional de Teatro, la obra consigue llegar ahora a la calle Corrientes.










Y esta llegada tiene algunas características particulares, ya que para conservar ese ambiente íntimo y de cercanía con los espectadores, el público se sitúa en el mismo escenario, compartiendo el espacio con los actores. Sin ser una obra participativa, el público está dentro de la propia escena y teniendo de frente la inmensidad del Metropolitan, siendo esta una verdadera innovación.

Yendo a la trama en si, digamos que la obra de Lusardi, presenta algunas variantes fundamentales con la pieza isabelina, aquí Hamlet no será un príncipe, sino un joven millenial, tendremos una Gertrudis, un Polonio, una Ofelia, todos personajes que reconocemos de la pieza original, pero que aquí tendrán una versión aggiornada y moderna. Las acciones se desarrollarán en una casa familiar de clase media alta y no en un castillo y así podríamos seguir enunciando más diferencias y coincidencias, pero creemos que eso no es lo importante.









Digamos ya que Ojalá las Paredes Gritaran, tiene una fuerza y una energía muy especial se inició como un proceso académico sobre Hamlet, al cual se incorporaron algunas ideas del psicoanalista francés Jacques Lacan, que se reflejan en una trama, que toca el tema de los vínculos familiares, principalmente el de madre e hijo, sobrevolando un Complejo de Edipo no resuelto, en varios momentos de la obra.

No vamos a contar demasiado de la trama, porque preferimos que el espectador se sorprenda como lo hicimos nosotros, solo diremos que la misma presenta un vértigo y una potencia dramática que impactan. Conservando el espíritu del clásico shakespereano, la autora reescribe la historìa, aggiornada a estos tiempos, con un lenguaje actual y violencia. La locura, la lucha de poderes y la rebeldía, estarán presentes en esta propuesta, que no teme en tomar riesgos y la apuesta le sale muy bien.

El texto es exigente y requiere un compromiso absoluto del elenco, que además del desafío actoral, debe realizar una enorme entrega física La gran revelación de la obra es Julián Ponce Campos, el joven Hamlet, que con solo veinte años, muestra una presencia escénica asombrosa y da gusto ver como disfruta el protagónico, componiendo a un joven rebelde, hiperquinético y sin límites, causando verdadero terror en el resto de la familia, por su comportamiento imprevisible. Estupenda la actuación de Julián.









El resto del elenco no se queda para nada atrás, todo lo contrario,  Antonella Querzoli es una histriónica Gertrudis, la madre de Hamlet y la que más lo sufre su  rebeldía, ya que no puede controlarlo de ninguna manera, Un plus su bella voz, que se luce a plenos en las partes cantadas. Martín Gallo, es el tío de Hamlet, chabacano y libidinoso, es visto con muy malos ojos por su sobrino, ya que queda claro, si tiene alguna responsabilidad, en la muerte de su padre. Ambos están soberbios y tienen momentos de gran lucimiento.

Muy lograda la composición de Mariana Mayoraz, como Ofelia, la joven, que sufre el acoso de Hamlet, nos encantó su trabajo, variando su registro actoral de manera notable a lo largo de la obra. Otro que está genial es Augusto Ghirardelli como Polonio, es un personaje extravagante, empresario y algo naif, tratará de calmar las tempestades en la familia, sin demasiado éxito. Aporta momentos muy divertidos, en una trama donde reina el drama.
Completa el elenco Santiago Cortina, como Horacio el amigo de Hamlet, tiene poco parlamento, pero se expresa mucho con sus caras y es quien marca los sonidos de la obra, con su consola en vivo.










Como pueden presenciar todos los integrantes del elenco, cumplen actuaciones destacadas, se sacan chispas en el escenario con excelentes composiciones y con una entrega absoluta, algo que el espectador reconoce y agradece. Además la cercanía del público, crea un clima de intimidad y permite disfrutar cada movimiento sin perder detalles.

La puesta de Ojalá las Paredes Gritaran es uno de los puntos más fuertes que tiene la obra, arriesgada, irreverente y muy alocada, le imprime una dinámica propia al espectáculo. Hay varios elementos que colaboran, para esto que mencionamos. como por ejemplo el potente diseño sonoro, con música electrónica, rap y efectos que tendrán su peso en la puesta. El diseño escenográfico de Gonzalo Cordoba Estevez es fundamental para el montaje que tiene la pieza en el Metropolitan, con el público situado en el propio escenario. Además los actores, jugarán mucho con las alturas ( otra destreza del elenco aquí,  será trepar por la escenografía ). No queremos mencionar otros elementos que se harán presentes, como el agua por ejemplo y otras sorpresas.











Sin lugar a dudas, que Ojalá las Paredes Gritaran es una pieza que de ninguna manera pasará desapercibida, ya lo demostró llegando desde lo profundo del off hasta el teatro comercial, en base al boca a boca, que siempre es la mejor carta de presentación, para toda obra de teatro y que funciona siempre que la pieza tiene algo especial, que provoca, que aquellos que la vieron, la recomienden, algo que ocurre en esta creación de Paola Lusardi.

Nada queda por agregar, la invitación esta hecha, en este caso desde el mismo escenario del Metropolitan, para ser testigos de este Hamlet moderno y aggiornado a este mundo actual, conservando el espíritu del clásico isabelino y sorprendiendo con esta versión libre y potente, que arriba desde el off , gracias a un grito que superó las paredes de la casa de la autora y llegó a la calle Corrientes, con la fuerza de una puesta intensa y personajes muy bien elaborados, Los aplausos con que el público despide a los protagonistas al final de la función, no deja dudas, que además de sorprender, la obra ha gustado mucho.




Pensador Teatral.



domingo, 6 de octubre de 2019

Cisneros, Una Tragedia Argentina.

Dramaturgia y Dirección de Martín Ortíz.









Domingos 20 hs en El Excéntrico de la 18 ( Lerma 420 )

Un apasionante trhiller histórico con toques shakespereanos, llega con Cisneros, Una Tragedia Argentina, la última creación de Martín Ortiz, que navegando con maestría entre la ficción y la historia, nos ofrecerá una excelente propuesta.

La dramaturgia tiene una elaboración notable, sin contar demasiado de la trama, porque la intriga es un elemento importante en la obra, daremos algunas precisiones. El Cisneros que presenta la obra no es Baltasar Hidalgo de Cisneros, el último Virrey del Río de la Plata, sino Esteban uno de sus hijos, un militar español que se quedó viviendo en su estancia de la Provincia de Buenos Aires, en compañía de sus hijas y su criado Absalón.










Cisneros está viejo y enfermo, sumergido en el pasado, pasa sus días envuelto en la melancolía, recordando a su esposa y a su padre, ambos ya muertos. Es poco el incentivo que tiene en esta vida, se pasa sus horas encerrado en su cuarto, oyendo los acordes del piano que toca su fiel críado, mientras prepara su testamento a sabiendas, que no le queda mucho más tiempo de vida.

Allí es donde ingresa Shakespeare en la obra, que en realidad fue el disparador de la pieza, ya que la misma surgió cuando Ortíz, estaba participando en un taller de dramaturgia y le encomendaron escribir una ficción a partir de Rey Lear, una de las principales tragedias de Shakespeare. Como saliendo de allí, el autor construyó este texto tan rico, que remonta a hechos de nuestra historia, conectada con el presente, ya es responsabilidad de la mente creativa y la talentosa pluma de Martín Ortiz.









La conexión con Rey Lear, se materializa ya que Cisneros, al igual que el viejo monarca, está solo y enfermo recluído en su hogar, pensando la manera más justa de repartir la herencia familiar, entre sus tres hijas. Dos de ellas, Laura y Cordelia, las mayores, viven en la misma casa y no tienen una buena relación con su padre. Ana, la menor de ellas, es su debilidad, está ausente y su vuelta al hogar, es su máximo sueño Pero muchas veces cuando los deseos se concretan, la realidad no llega,  como se soñaba y en este caso la vuelta de su querida Ana, puede convertirse en su mayor pesadilla y no vamos a contar más, para que el espectador se sorprenda cuando venga la obra, como nos ocurrió a nosotros.

Esta historia tan interesante, encuentra eco en el muy buen elenco reunido para la ocasión, en el que hay una figura que se destaca de manera clara. Nos estamos refiriendo a Leonardo Odierna, un actor de gran experiencia, que realiza una composición brillante de Cisneros. Es admirable su interpretación, con una presencia escénica que impresiona, sus gestos, tonos de voz y silencios, están en consonancia perfecta, con lo que pide su personaje. Superlativa labor de Leonardo, para aplaudirlo un largo rato.










Pero no seamos injustos, que la interpretación magistral de Odierna, no tape otras actuaciones que debemos destacar y mucho. como las de sus hijas Laura ( Lorena Szekely )  y Cordelia ( Natalia Samoral ), las malvadas de la película, interesadas por las posesiones de su padre, no soportan la idea de que su hermana menor vuelva para quedarse con la parte de león del legado familiar. Magníficas las interpretaciones de Lorena y Natalia, con ese acento castizo muy logrado y una maldad que les surge de manera muy creíble.

Nos gustó muchísimo el trabajo de Mario Petrosini, como Absalón, el fiel lacayo del viejo Cisneros, muy orgulloso de estar al servicio de su amo. Con una lealtad absoluta y un sentido del deber marcado a fuego, no tiene dudas en que será su acompañante hasta su último día. Estupendo trabajo de Mario.










Completan el elenco Maggie Helou, como la impulsiva Ana y Pablo Shinji, como Porfirio, del que no revelaremos más su nombre, para no quitar sorpresa, ya que su personaje será clave en la historia. Ambos desde papeles secundarios y con menor participación, se acoplan bien a la pieza y no desentonan.

La puesta es realmente lograda y perfectamente ambientada en los años 30, donde se desarrollan las acciones, con un distinguido vestuario de Jorgelina Herrero Pons y un inteligente diseño escenográfico de la misma Jorgelina, que aprovechando el amplio escenario de El Excéntrico de la 18, divide el plano en tres, al cuarto de Cisneros, dominado por un viejo escritorio, la sala con un cortinado imponente y los exteriores. Hay un muy bueno diseño lumínico de Eduardo Safigueroa y no podemos dejar de mencionar el diseño sonoro de Damián Ferraro, que enriquece una puesta, que cuida todos los detalles y se disfruta mucho.











En definitiva, quedamos gratamente sorprendidos con Cisneros, Una Tragedia Argentina, que a partir de una dramaturgia muy rica desde lo creativo, construye una historia que nos remite al pasado de la Argentina, apareciendo en la trama menciones de la Revolución 1810, batallas como las de Chacabuco y personajes de la talla de Rosas y San Martín.

La obra desde su estreno, está teniendo una gran recepción de parte del público y viendo agotando localidades en todas las funciones. Cuando vean la obra, entenderán rápidamente la razones de este suceso. Recomendamos especialmente Cisneros .... , el espectador disfrutará de esta historia cautivante, donde ficción, pasado y presente, serán protagonistas de una trama que atrapa al público desde que la función comienza, llegando a un final, donde resuenan los prolongados aplausos y emocionados de una platea que reconoce las magníficas actuaciones y la hermosa velada teatral vivida.




Pensador Teatral.



viernes, 4 de octubre de 2019

O la Muerte no Existe o Es lo Único que Existe

Viernes 21 hs de El Ópalo ( Junín 380 )









Dramaturgia de Laura Echaniz, Javier Omezzoli y Claudio Pereira. Dirección de Claudio Pereira.

Una propuesta original y muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver habitualmente en la cartelera teatral, llega de la mano de O la Muerte no Existe o Es lo Único que Existe, que ya desde su título parece querer desconcertar al espectador, pero les aseguramos que la obra es mucho más que un slogan ingenioso.










La obra tuvo un proceso creativo que duró más de 2 años, nació sin textos previos y se fue constituyendo en base a improvisaciones. Con el correr del tiempo, se fue dando forma al esqueleto, del producto final, que hoy es esta valiosa pieza, que requiere una precisión absoluta de parte de los actores que la interpretan , ya que los tiempos y las acciones, están milimetricamente cronometradas. Hay una admirable precisión y coordinación, en cada uno de los movimientos, algo que solo puede lograrse con muchísimas horas de ensayo, siendo esto algo que al espectador avezado, no se le escapa.

Explicar de que trata la obra, puede no ser una tarea sencilla, pero daremos algunas pistas, en primer lugar decir, que la palabra casi no aparece a lo largo de la obra, ya que estamos en presencia de un teatro predominante físico. El lenguaje oral es reemplazado, por los cuerpos, los gestos y  las miradas de los protagonistas, que casi no necesitan hablar, para hacerse entender.










La obra consta de tres actos diferentes, que en apariencia nada tienen que ver entre ellos, pero si estamos atentos, notaremos algún hilo conductor y coincidente. El director nos ofrece una pieza de interpretación abierta, donde cada espectador puede percibir sensaciones y mensajes diferentes. No llega un texto masticado, será el publico que irá recibiendo las emociones que llegan desde el escenario y construirá su propia realidad de lo que vé.

En una obra, que tiene mucho de abstracto, las interpretaciones tienen una importancia capital, por eso es realmente admirable, el trabajo que hacen Laura Echaniz y Javier Omezzoli, concentrados al máximo, casi en trance y como dijimos con una precisión absoluta, para realizar cada acción en el tiempo fijado, coordinando a la perfección con su compañero.

Excelente las composiciones de Laura y Javier, que además de ser los protagonistas de la obra, participaron de esta creación grupal, que se anima a escapar de los límites habituales y de las convenciones teatrales, para ofrecer un espectáculo diferente, que busca sacar al espectador de su área de confort, desafiándolo a estar atento y bien perceptivo, para disfrutar a pleno de una propuesta tan trabajada.











La puesta que nos propone Claudio Pereira, es inquietante para un espectador, que por momentos puede sentirse desconcertado ante una trama que avanza, dando pocas referencias concretas, Es probable que algún espectador aislado, quede descolocado por el contexto. Pero aquellos que se enganchan con la obra, irán tomando las pistas que van apareciendo y aplicando su propia lógica, tratará de anticipar o imaginar, lo que irá sucediendo.

No queremos contar mucho más, ya que el elemento sorpresa es un componente importante en O la Muerte no Existe ,,,, pero si diremos que aparecerán varios objetos en escena, como una pasta linda, infladores y maderas que serán cortadas con un serrucho, por mencionar solo algunos. Con ese pequeño anticipo, se darán cuenta, que cuando les dijimos que la propuesta era original, no exagerábamos. La obra es extremadamente sensorial, por lo que hay que estar muy atentos a los estímulos sonoros, que irán apareciendo en la trama. Por último mencionar, un diseño lumínico muy destacado, que juega mucha con la oscuridad, colaborando con una atmósfera de misterio e intriga que predominan el la trama. Otro ítem que resaltamos, es el del vestuario, pintoresco y diferente para cada uno de los actos y totalmente atemporal.












Bueno, vamos a cumplir con lo dicho y no contaremos más,  O la Muerte no Existe o Es lo Único que Existe, es una obra que de ninguna manera puede pasar desapercibida y que tendrá diferentes lecturas según la mirada de cada espectador. En nuestro caso, nos remitió a la alienación en el trabajo, los procesos repetitivos y esa competencia inherente a los seres humanos, cualquiera sea la actividad que emprenden. Además, ronda la idea de la incomunicación, que en la actualidad, aparece en la mayoría de los vínculos humanos, Otro factor común, que detectamos, es que la muerte y la violencia, lamentablemente, en muchos casos puede ser la manera más sencilla, de resolver nuestras diferencias.

Quien escribe esta reseña, está acostumbrado a ver mucho teatro cada semana, por eso celebra cada vez que aparecen este tipo de propuestas tan originales, que se animan a romper los esquemas tradicionales y las convenciones establecidas, para ofrecer un espectáculo diferente, que incomoda al espectador, lo inquieta y lo invita a emprender un viaje con códigos particulares. En nuestro caso, compramos el pasaje y disfrutamos mucho la propuesta, además de valorar la entrega y las excelentes composiciones de los protagonistas.





Pensador Teatral.