Martes 21 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )
Nuestro prolífico teatro independiente, nunca pierde la capacidad de sorprendernos y en este caso más que nunca, podemos respaldar esta afirmación, ya que estamos en presencia de una propuesta muy original, que se presentó por primera vez en Argentina el año pasado como parte del Festival Perforaciones, que se realizó en diferentes teatros porteños.
Este festival artístico, uno de los más innovadores de Europa, nació en Croacia en el 2009 y desde ese momento se presenta una vez al año en diferentes grandes ciudades culturales del mundo. El creador de este festival, es el croata Zvonimir Dobrovic, apareciendo luegos sus compatriotas Bruno Isakovic y Natasa Rajkovic, los creadores y directores de Yira Yira, pieza que luego de su presentación en Buenos Aires, iniciará extensa una gira por diferentes capitales europeas.
La pieza aborda el tema de la prostitución desde un ángulo muy particular, ya que los cuatro protagonistas que presenta la obra, son trabajadores sexuales verdaderos, que aceptan subir al escenario, para contar algunas de sus experiencias personales, la relación que tienen con su cuerpo, su contacto con la calle, la infancia, el amor, la relación con los clientes y muchas otras cuestiones, que contadas en primera persona, tienen una mayor llegada al público.
Uno de los grandes desafíos de los directores, fue superar la barrera del idioma y hacer el casting, para encontrar en nuestro país, cuatro trabajadores sexuales, que por un lado tuvieran una historia de vida para contar que fuera interesante desde lo teatral y tal vez más importante que ello, que tuvieran la valentía de exponerse en público, mostrando su verdadero rostro y desnudando alguna de sus intimidades, ante un público, que bien podría juzgarlos.
Los elegidos fueron Juan Ejemplo, Leandra Atenea, Pichón Reyna y Sofía Tramaszaygues y podemos decir que la elección fue muy acertada, ya que todos se muestran muy desenvueltos en escena, absolutamente entregados a la propuesta y si no hubiéramos tenido el dato de antemano, hubiéramos pensando que eran actores y nunca verdaderos trabajadores y trabajadoras sexuales.
Cada uno de ellos, tendrá su monólogo donde contarán algún aspecto de su vida o de su personalidad, en otro momentos interactuarán, para contar anécdotas y hay otras sorpresas, que preferimos no adelantar. Todos tienen su momento de lucimiento y saben como desplegar un aire seductor y sensual que inquieta al espectador. Una de las características que tiene el espectáculo, es el manejo de los silencios, en algún momento creemos se exagera en la duración de los mismos, pero la intención de los autores, es clara, incomodar al espectador, perturbarlo, hacer que sienta la mirada penetrante de los protagonistas, que parecen decirles, nosotros nos podemos dedicar a esto, porque existen los clientes y es más, tal vez alguno de ustedes haya recurrido a nuestros servicios aunque ahora lo niegue, eso explica algunas risas nerviosas entre los presentes.
La puesta es íntima y por momentos perturbadora, como dijimos antes, la sociedad en general se horroriza con la prostitución y demoniza a quienes se dedican a la actividad, hay un doble moral indudable y claramente en algunas casos, personas que se jactan de tener una conducta familiar intachable, tienen una verdad paralela e inconfesable.
Yira Yira, sin dudas es una pieza diferente, cruda y valiente, que se anima a exponer un submundo más grande de lo que se quiere reconocer y lo hace de la mano de cuatro protagonistas, que cuentan la historia en primera persona, algo para nada habitual, ni fácil de conseguir. Por eso, si además de ser testigo de esta interesante propuesta, está dispuesto a ser interpelado y a soportar alguna mirada inquisidora, le aconsejamos se apure a ir a El Extranjero, antes que la obra siga yirando y yirando por el mundo.
Pensador Teatral.