Libro de Fernando Schmidt y Christián Ibarzabal. Dirección de Diego Rinaldi.
Viernes y Sábados 21 hs en Teatro Picadilly ( Av. Corrientes 1524 )
En estos tiempos de pandemia, donde abundan las malas noticias y los pronósticos apocalípticos, la posibilidad de encontrar espacios donde poder olvidar los problemas y reírnos con ganas resultan un verdadero bálsamo. Es por esto, que los espectadores agradecen la llegada de propuestas como Radojka.
La pieza tiene ADN rioplatense, ya que sus autores son los uruguayos Fernando Schmidt y Christián Ibarzabal, que escribieron una comedia negra, género poco explotado en el teatro comercial y lograron moldear un texto muy divertido y ameno. El proyecto de cristaliza, bajo la dirección de Diego Rinaldi, talentoso actor, director y docente, nacido en Santa Fé y apasionado por el teatro.
Radojka, les contamos, es una anciana serbia, de casi noventa años, que vive sola en su departamento de Buenos Aires, bajo el cuidado de Gloria ( Patricia Palmer ) y Lucía ( Cecilia Dopazo ) que cada una en su turno, asisten a la dueña de casa. La habitual rutina se altera, cuando un día Gloria recibe a Lucia con una terrible noticia, Radojka ha fallecido esa mañana, de manera súbita.
Y aquí es donde arranca la historia y los enredos de Gloria y Lucía. La anciana vive sola en Argentina, su único familiar, es un hijo que vive en Belgrado y que solo aparece cada tres meses, para enviar el cheque para pagar los gastos de manutención de su madre, incluyendo los sueldos como cuidadoras.
La muerte de la anciana, traería como consecuencia que ambas se quedan sin trabajo. Una verdadera desgracia, ya que estaban muy cómodas cuidando a Radojka y conseguir un nuevo empleo en estos momentos complejos de la economía y más con la edad que tienen ellas, no será algo sencillo. Pero Gloria no resigna a lo irreversible y es la ideóloga de una idea alocada. Y si de alguna manera podrían mantener el trabajo ?? Podrían ocultar por un tiempo la muerte de la anciana ?? No vamos a contar más, solo adelantaremos, que con la tarjeta de crédito de la occisa, deciden comprar un freezer y entonces el disparatado plan, paradójicamente, cobrará vida.
El texto como dijimos es muy divertido y rápidamente la historia, se convertirá en una comedia negra de enredos, donde el humor negro dirá presente, siendo muy efectivo de la mano de una dupla protagónica exquisita, que encuentra terreno fértil para el lucimiento.
Quien se lleva los mayores elogios y es el alma de la obra, es Patricia Palmer, construyendo a una Gloria ácida y siempre pesimista, que manipulará en todo momento a su compañera y será la cabeza pensante de este macabro y disparatado plan. La actuación de Patricia, es excelente, con mucho carisma y una capacidad sorprendente para hacer reír a los espectadores, en cada una de sus intervenciones.
Cecilia Dopazo, la acompaña muy bien, sin tanta experiencia en comedias, sabe encontrar su lugar al lado de Patricia y forma muy buena dupla. Interpreta a una Lucía insegura, que a cada rato, recuerda los consejos de su madre ya desaparecida, algo que exaspera a su colega.
Siempre es gratificante poder ver en escena a actrices de gran trayectoria como es el caso de Patricia y Cecilia, que aquí se muestran cómodas, con el texto y con la dirección de Diego Rinaldi, con quien ya habían trabajado antes.
La puesta es austera, pero efectiva y de muy buen gusto. Destacamos el diseño escenográfico y el vestuario, ambos rubros a cargo de Vanesa Abramovich. En este párrafo, aprovechamos para resaltar el cumplimiento de protocolos en el Payró, como viene ocurriendo en todos los espacios teatrales a los que estamos concurriendo, en esta caso con una muy buena distancia entre los espectadores, que se ubican en las butacas de manera estratégica.
En conclusión, no reímos mucho con Radokja, una comedia negra, que nos dará licencia para mofarnos de la muerte, justamente en tiempos donde nos bombardean de manera permanente con cifras de muertes y pérdidas diversas. Además de divertir, el texto deja un espacio interesante para reflexionar, sobre como muchas veces, las personas pueden hacer las cosas más disparatadas, con tal de mantener su trabajo, ya que perder el empleo, resulta poco menos que una tragedia.
Recomendamos Radojka, se van a encontrar un texto divertido, una dirección dinámica y especialmente la posibilidad de disfrutar de la actuación de una dupla protagónica formada por dos excelentes actrices, que se sienten a gusto con la historia, algo que los espectadores reconocen, riendo mucho a lo largo de la obra y con esos aplausos de pie, con los que despiden a las protagonistas al término de la función.
Pensador Teatral.