Dramaturgia de Jowy Sztryk . Dirección de Fernanda Provenzano.
Miércoles 21 hs El Método Kairos ( El Salvador 4530 )
Una propuesta a puro vértigo llega al Método Kairos, de la mano de La Carrera, un texto muy interesante, con un componente muy importante de teatro físico en su esencia. La obra nos interpelará acerca de los motivos, por los que muchas veces corremos en la vida, yendo siempre para adelante, sin detenernos a pensar demasiado porque estamos haciendo las cosas y si en verdad se justifica tanta prisa.
El disparador sería, pensar si para tener éxito en la vida, hay que correr y mostrarse siempre apurado. Tenemos que llegar lo antes posible hacia esas metas que debemos cumplir ?? Esas metas son reales o imaginarias ?? Deseamos realmente eso por lo que corremos ??? O solo vamos a toda velocidad, siguiendo algún mandato social y para no detenernos a pensar la lógica de nuestro comportamiento ?? Todos habremos escuchado la frase, prefiero hacer cualquier cosa, antes que quedarme en casa pensando ... Tendremos miedo de que pensando, podríamos darnos cuenta que estamos viviendo una vida poco satisfactoria.
La obra escrita por Jowy Sztryk, que además es actriz en la misma, tiene como gran mérito, ofrecer un texto, que pese a su profundidad, no es rígido para nada, por el contrario se apoya en acciones, en el movimiento continuo, cuerpos que están activos y tienen que ir a toda velocidad, para no quedar rezagados en esa carrera, que la vida les impone. El mensaje es claro, el que se queda parado, será superado por los otros o peor será atropellado por el que viene atrás, por eso hay que correr, sin perder tiempo para mirár atrás.
La pieza tiene una onda muy juvenil y se ha elegido un elenco en sintonía con ello, jóvenes actores y actrices, que estarán listos en la meta, para arrancar apenas suene la campana. Vamos a mencionar a los integrantes del elenco y dar algunas líneas de sus personajes, ya que los trabajos son meritorios y merecen reconocimiento.
Arranquemos por Martina Alonso, como Valeria. Ella corre por encontrar su media naranja. Está sola y el tiempo apremia. Las redes sociales son fundamentales para poder mostrarse y conocer gente, a mucha gente, no importa mucho a quien, lo fundamental es poder casarse y obvio cumplir el mandato de la maternidad. Nos gustó mucho el trabajo de Martina, con una energía muy alta y una gestualidad que se destaca.
Agus Vera es Leo, tiene que conseguir ya mismo, un ascenso en el trabajo, para que dejen de explotarlo y poder ser él, quien pase a dar las órdenes. Deberá también luchar contra su familia, que no ve con buenos ojos su orientación sexual. Muy bueno lo de Agus. Alejandro Monetta, es Manuel, se lo nota perdido en la vida, parece no encajar en ese ritmo desenfrenado que la mayoría sigue y esto no resulta aceptable, ya que el entorno le reclama su falta de actitud. Una buena muestra, de como la sociedad, trata de disciplinar a aquellos que nadan contra la corriente. Personaje muy querible el que compone Alejandro.
Para el final dejamos a Jowy, la autora de la obra, que además de dar nacimiento al proyecto, le pone el cuerpo al mismo, dando vida a Clara, una joven mujer que no quiere ser madre y esto es facturado por los demás, su familia y sus amigas la miran con ojos raros, sin entender como puede estar en contra de un mandato social tan arraigado y debe dar explicaciones por pensar diferente al resto. Muy buena la interpretación de Jowy, con una sensibilidad a flor de piel.
Un punto muy destacable de La Carrera, es su original puesta, arrancando por ese reloj de fondo en el escenario, que con cuenta regresiva incluida, marca las urgencias de los personajes y también el tiempo que resta para que finalice la obra. Para resaltar el vestuario de Vanesa Abramovich y la magnifica puesta de luces de Fernanda Provenzano, que además es la directora, embelleciendo la puesta.
No vamos a contar más, para dejar que el espectador se sorprenda al ver la obra. La trama tiene un ritmo frenético y algo alienante, que se mantiene a lo largo de todo el relato y obliga a los actores, a entregarse de manera total desde lo actoral y desde lo físico.
En definitiva, nos gustó mucho la propuesta de La Carrera, una pieza que de una manera muy original, logra una profundidad que sorprende al espectador, que sin dudas va a reflexionar mucho acerca de las situaciones que los personajes viven en el escenario, pero al mismo tiempo mirará hacia su interior, para ver si en su propia vida, está sucediendo algo parecido. Debemos reconocer, que nos quedamos con ganas que la obra dure unos minutos más y cuando esto sucede, es señal, que estamos enganchados con el espectáculo, que estamos viendo-
Que bueno sería, hacer una pausa, en la rutina diaria, para poder pensar, si realmente estamos corriendo en la vida, en búsqueda de alcanzar nuestros deseos o si en realidad lo estamos haciendo, para cumplir con los mandatos sociales que nos imponen, solo para pertenecer y para mostrar que cumplimos con lo que otros quieren para nosotros, sin reparar, si realmente estamos satisfaciendo nuestros deseos. La obra moviliza y creemos que cuando el teatro, nos invita a esa reflexión tan profunda, el objetivo está más que cumplido.
Pensador Teatral.