Versión libre de Rubén Mosquera, sobre episodio de " La Patagonia Rebelde " de Osvaldo Bayer , con Dirección de Rubén Mosquera.
Jueves 20 30 hs en Multiescena CPM ( Av. Corrientes 1764 )
El teatro tiene múltiples virtudes, pudiendo presentar obras que nos divierten, que nos emocionan o bien proponen algún viaje fantástico a algún lugar lejano de la Tierra o sumergirnos al mundo de los sueños, entre otras posibilidades. Pero hay oportunidades, que el teatro redobla la apuesta y nos trae propuestas, que rescatan hechos olvidados de nuestra historia, para darles visibilidad y reivindicarlos, como ocurre en esta caso con Las Putas de San Julián, texto escrito por Rubén Mosquera, partiendo del episodio narrado por Osvaldo Bayer, en el segundo tomo de " Los Vengadores de la Patagonia Trágica ".
Las acciones se desarrollan en la Santa Cruz en la década de 20´, allí veremos como transcurren los días en el prostíbulo La Catalana situado en San Julián, regenteado por Paulina, donde viven y trabajan mujeres de diferentes procedencias y condición. El local es muy concurrido y la mayor parte de la clientela, está conformado por los peones y obreros que trabajan en las estancias de la zona.
El contexto en La Patagonia en aquellos años no es sencillo, los trabajadores rurales de la zona comenzarán a iniciar huelgas, reclamando condiciones dignas de trabajo y salarios dignos, algo que no era moneda corriente por esas latitudes, donde la norma era tener que soportar explotación a los que los sometían los dueños de las estancias. La situación gana en tensión, el conflicto escala y el reclamo de los hacendados llega a Buenos Aires que piden sofocar las huelgas de los trabajadores. Hipólito Irigoyen, el presidente en aquellos años envía al Coronel Varela, como mediador entre ambas partes, para zanjar el conflicto, algo que parece lograrse ya que se logra un acuerdo entre los obreros y los hacendados.
Hay alegría por el lado de los trabajadores, contentos por haber firmado un acuerdo, que mejoraba notablemente sus precarias condiciones de trabajo. Pero el festejo duró muy poco, ya que del lado terrateniente, no quedaron para nada conformes con el acuerdo firmado e decidieron incumplir con lo pactado. Esto, lógicamente generó gran malestar de los obreros y las huelgas recrudecieron con mayor virulencia. El Coronel Varela tuvo que volver a Santa Cruz, pero ya no para negociar, se optó por la fuerza desmedida, para reprimir de manera salvaje a los trabajadores, en una matanza histórica, en la que el Ejército Argentino fusiló a mansalva a más de 1.500 obreros.
El salvaje episodio, fue recibido con silencio por la mayor parte de la sociedad, que eligió mirar para otro lado, pero no todos obraron de igual manera. La historia rescatada por Osvaldo Bayer, cuenta que el 17 de Febrero de 1922, un puñado de soldados del Ejército fueron a aquel prostíbulo perdido de San Julián, regenteado por la Catalana, a satisfacer sus apetitos sexuales, luego de haber derramado sangre a doquier por aquellas tierras. Pero cinco mujeres de aquel prostíbulo, se negaron a prestar sus servicios sexuales a aquellos soldados por considerarlos asesinos y no solo eso, los echaron del lugar a escobazos limpio.
Semejante muestra de valentía y dignidad de aquellas mujeres, no les iba a resultar gratuita. Era casi una sentencia de muerte, atreverse a desafiar al poder militar que sembraba terror por aquellas tierras y por su decisión fueron interrogadas y torturadas por los policías del lugar, con el aval de los militares, para que revean su medida. Pero no tuvieron éxito y las mujeres luego de aquel episodio fueron enviadas a diferentes cárceles de la Patagonia, como castigo por su inaceptable osadía. Hasta aquí vamos a contar de los hechos, que aclaramos son absolutamente verídicos y surgen de un arduo trabajo de investigación del historiador, escritor y periodista Osvaldo Bayer, uno de los intelectuales más respetados de nuestro país. Seguramente luego de ver la obra, como ocurrió en nuestro caso, usted lector va a investigar más del tema.
Dejando los hechos históricos, de los que podríamos seguir escribiendo largo rato, ya que es una historia apasionante que merece ser contada y volviendo a la obra, contemos que Rubén Mosquera escribió esta atractiva versión teatral, con la colaboración y supervisión de Osvaldo. Es más, la obra fue estrenada en el Cervantes en el 2013 y nada menos que el propio Bayer fue parte de la obra, participando como actor.
Yendo a esta versión estrenada ahora en el Multiescena, contemos que la trama se presenta en tres planos que se juegan de manera simultánea. Por un lado veremos lo que ocurre puertas adentro del prostíbulo, mostrando la convivencia de las chicas que se ganaban la vida allí. En otra parte del escenario, se representará lo que ocurre en la comisaría cuando las valientes meretrices son interrogadas de manera violenta y degradante por los policías. Teniendo la obra un tercer plano, con otra línea temporal, en el que tendremos a una periodista que reportea a un historiador, que relata los hechos ocurridos en aquellos años. Consideramos que es un gran acierto esta inclusión, ya que ayuda mucho al público a situarse en tiempo y espacio, para comprender mejor los hechos ocurridos, hace casi un siglo, con un relato que resumen las líneas principales del conflicto.
Hay un despliegue actoral realmente importante, con más de diez actores en escena, una verdadera proeza para el teatro independiente, donde todo se hace pulmón y cuesta tanto. Por ello, aún con el riesgo que la reseña se haga un poco larga, vamos a mencionar brevemente a los integrantes del elenco, ya que la calidad de sus trabajos, merece nuestro reconocimiento.
Arranquemos por las mujeres que habitan La Catalana, que es regenteado por Paulina ( Laura Cuffini ) , la distinguida madama, que trata de cuidar de la mejor manera a sus chicas. Muy buena composición de Laura, con mucha presencia escénica. Y vayamos ahora a las cinco valientes mujeres que son el corazón de esta historia, nos referimos a Victoria Machta, como Consuelo, desenfadada y cantando muy lindo, sueña con conocer a Carlos Gardel. Destaca su voz e histrionismo. Ximena di Toro, es Maud, la inglesita, que llegó a Argentina como institutriz y terminó trabajando en un prostíbulo, siendo la figurita codiciada por los clientes, debido a su llamativa belleza. Muy bueno lo de Ximena, componiendo un personaje muy sensible. Jésica Livorsi da vida a una encantadora y pasional María, la española que está enamorada de su chilenito. Destacamos el trabajo de Jésica, con ese bello acento hispánico. Natalia Vacis es Amalia, la más joven de la casa y la más nuevita en La Catalana. Es muy buena la presentación de Natalia y por último mencionar a Mariana Fraga, como Ángela, modista y casada, a la que el destino también la llevó allí.
Son muy buenas las interpretaciones de las jóvenes actrices mencionadas, todas ellas tienen espacio para el lucimiento individual, cuando son interrogadas a solas y de muy mala manera en la comisaria, salvo en el caso de Paulina, que tiene su momento de destaque, cuando recibe a un joven soldado que por primera vez visita su establecimiento. Más allá de lo individual, en el conjunto, se potencian sus interpretaciones, mostrando relaciones bastante armónicas en la convivencia en La Catalana, estando siempre unidas.
Por el lado de las fuerzas del orden, se destacan las tres actuaciones masculinas, por un lado la dupla que forman el Sargento ( Sergio Pascual ) y el Agente ( Hilario Laffite ), componiendo personajes despreciables, que aprovechan su poder y fuerza de género para humillar y maltratar a las pupilas del prostíbulo. Muy logradas las interpretaciones de Sergio e Hilario, dos verdaderos villanos. Y que decir entonces, de Fabian Petroni, encarnando al Coronel Medina, en una gran composición, emulando a un jerarca militar, que nos recuerda a aquellos personajes nefastos, que tuvimos en la ultima dictadura. Impactan sus monólogos, por el mesianismo del discurso y con la convicción con que impone su relato, con un realismo que asusta. Excelente lo de Fabián.
Cerramos el rubro de las actuaciones, con Vanessa Pérez Prieto que cumple bien su rol, como una joven y atractiva periodista, que acompañará a un historiador, interpretado por Mario Campodónico, que resulta un personaje clave de la trama, ya que su personaje es una suerte de presentador de la historia. Mario es un actor de mucha experiencia, a quien elogiamos ya en anteriores oportunidades y aquí volvemos a hacerlo, ya que un elenco tan numeroso, logra destacarse nuevamente, con su presencia escénica y su habilidad para el relato.
Como dijimos antes, no es habitual que el teatro independiente, presente tantos actores en escena y aquí esto se logra de muy buena forma, aprovechando las amplias dimensiones del escenario del Multiescena y la división de planos temporales mencionada antes. Se hizo algo larga la descripción, pero creemos que era justo, hacer una breve mención de cada uno de los protagonistas, ya que los trabajos así lo ameritaban.
La puesta de Rubén Mosquera tiene muchos ítems para destacar, como por ejemplo el estupendo diseño de vestuario, con vestidos de época para las mujeres y uniformes relucientes en el caso de los hombres, así también como un sobrio y bello diseño escenográfico. Ambos rubros a cargo de Vanesa Abramovich, a la que habitualmente elogiamos. La iluminación más bien tenue, combina con un ambiente de oscuridad y opresión que reina en gran parte de la trama, en especial, cuando intervienen las fuerzas policiales / militares.
No queremos extendernos más, para no hacer tan larga la reseña, realmente debemos felicitar a todo el equipo de Las Putas de San Julián, por la calidad de la propuesta. Sin lugar a dudas, estamos en presencia de una de esas obras, que de ninguna manera debemos dejar pasar, ya que tiene la virtud de poner en primer plano, hechos de nuestra historia, que por algún extraño motivo, no han tenido la repercusión y la importancia que deberían haber tenido.
Por ello, hay que valorar y mucho, este estupendo texto de Rubén Mosquera, que además de reivindicar los sucesos de aquella Patagonia Rebelde, investigados por Osvaldo Bayer, sirve como un recordatorio y una suerte de homenaje a Consuelo García, Angela Fortunato, Amalia Rodríguez, María Juliache y Maud Foster, las cinco mujeres que plantaron bandera ante la barbarie, mostrando unas agallas y una dignidad, que el resto de la sociedad, por motivos diversos no tuvo.
Para terminar, señalar que el próximo 17 de Febrero del 2022, se estarán cumpliendo 100 años, de la heroica acción que tuvieron aquellas valerosas mujeres. Por ello, es más que oportuno el reestreno de esta obra, que las recuerda y homenajea. El emocionado y prolongado aplauso, con el que el público que colmó la sala mayor del Multiescena, despide a los protagonistas, es el broche de oro, para la intensa noche de teatro vivida.
Pensador Teatral.