sábado, 25 de junio de 2022
Dulce Marta
jueves, 23 de junio de 2022
Caravana Real
Idea: Milagros Almeida y Fernando Tur.
Dirección General : Fernando Tur. Dirección Musical: Milagros Almeida.
Composición Musical: Milagros Almeida y Fernando Tur.
Jueves 20 30 hs en Patio de Actores ( Lerma 566 )
Una de las mayores virtudes del teatro independiente, es que nunca deja de sorprendernos. Por nuestra actividad miramos varias obras por semana, muchas por mes y muchísimas al año, por eso celebramos cuando aparecen propuestas como la de Caravana Real, que nos sorprenden de manera tan favorable, ya que se animan a salir de lo convencional, decidiendo arriesgar y proponiendo una obra que derrocha creatividad y talento.
De manera introductoria, podemos recordar que Fernando Tur y Milagros Almeida, ya habían ideado una obra juntos, nos referimos a Surmenage, pieza estrenada en el 2014 y que tuvo dos temporadas en Patio de Actores, siendo un verdadero éxito de publico y critica, obteniendo nominaciones a los Premios ACE y a los Premios Hugo. Aquella pieza, tenía un componente musical preponderante y escapaba de las convenciones habituales del género teatral.
Debieron pasar 8 años y en el medio una pandemia, para que el segundo espectáculo de esta dupla creativa pudiera estrenarse y luego de haber visto la obra, podemos afirmar que bien valió la pena la espera. Decimos esto, porque Caravana Real, es una propuesta muy original, que tiene como sello distintivo, una potencia creativa admirable y un talento artístico del elenco, que debemos destacar.
Aclaremos por las dudas, para aquel espectador desprevenido, que esta obra escapa del formato habitual que tienen la mayoría de las piezas, que presentan un inicio, un nudo argumental y un desenlace ordenados de manera sistemática. Eso no ocurrirá. Aquí la búsqueda es salir de zona de confort y potenciar lo experimental. Caravana Real saliendo de la habitualidad, consigue momentos musicales brillantes, coreografías ejecutadas de manera precisa, mucho teatro físico y un componente humorístico que funciona como hilo conductor del relato.
No queremos contar mucho, porque estamos en presencia de una obra que sorprende en cada escena y los espectadores disfrutan eso, el no saber lo que va a venir, en tratar de adivinar, que camino tomará este delirio teatral y musical, que sabe navegar entre lo poético y lo onírico, con una belleza creativa que no le teme al ridículo y bien que hace.
Solo vamos a decir, que en el relato tendremos un rey y una reina, que marchan por los caminos reales, seguidos por sus súbditos, siempre dispuestos a cumplir sus deseos. Habrá intrigas y conspiraciones, algo que no puede faltar en toda realeza que se precie de tal. Y habrá un baile de máscaras, el acontecimiento que todos esperan y en el que todo puede pasar. Pero cumplimos con nuestra palabra y no contamos más, para saber lo que sucederá, deberán ver la obra y dejarse llevar por la potencia creativa de un texto delirante y muy divertido.
Son seis los actores en escena, todos abrazan con mucha pasión la historia que se cuenta. La exigencia es grande, hay mucho desgaste físico, el ritmo de la trama es vertiginoso, hay que estar en movimiento siempre, cantando, bailando, tocando algún instrumento, actuando y jugando. Pese al caos creativo que se expone en escena, todo está muy bien aceitado y el espectador debe agudizar todos los sentidos, para no perderse nada, ya que son números los estímulos auditivos y visuales, que se ofrecen al mismo tiempo.
Arranquemos por Agustín Repetto, el Rey, tal vez el personaje más divertido de la historia y quien más risas genera en la platea. Con un histrionismo a flor de piel y una gestualidad plena, ya solo verlo, su postura, su forma de caminar, provoca risas. Muy bueno lo de Agustín, dando vida a un personaje desopilante.
Sigamos con Milagros Almeyda, la Reina de la historia, excelente actriz y cantante, es quien nuestro entender redondea la composición más destacada de la noche. Mili tiene una voz hermosa, canta muy lindo y por eso poder disfrutarla aquí a pleno, en una obra donde puede mostrar todo su talento, es un gran privilegio. No vamos a adelantar mas, pero hay un momento mágico en una de sus interpretaciones, que deja al público con la boca abierta y con piel de gallina. Excelente lo de Milagros, un actuación para poner en un cuadrito.
Pero no seamos injustos con el resto del elenco, ya que Caravana Real es un gran trabajo colectivo, donde el aporte del conjunto es un fundamental. Andrea Mango, aporta su toque de distinción, actuando y cantando muy bello también, generando un muy buen duelo vocal con Mili. El elenco femenino se completa con Flow Gateño, que se destaca mucho y además de mostrar sus condiciones como actriz, muestra sus virtudes como baterista.
Del elenco masculino, resta mencionar a Pablo Sierra, que resalta también por su histrionismo, imperdibles sus caras y se desempeña muy bien en las coreografías, como bailarín. Omar Possemato, es polifuncional, con mucho carisma y momentos destacados en la batería, completa el sexteto virtuoso. Se hizo un poco larga la descripción del elenco, pero era algo merecido y necesario por la calidad de los trabajos. Pocas veces vemos reunidos en un grupo, actores tan talentosos y esto sin dudas se ve reflejado en la calidad de la obra.
De la puesta de Fernando Tur, podemos elogiar muchas cosas. Tiene una dinámica y un vértigo permanente. Los actores están siempre en movimiento, entrando y saliendo de escena en muchos momentos. Hay cambios de vestuarios, peinados, etc. Aparecerán diversos instrumentos en escena y hasta una batería quedará en el centro del escenario, en algún momento. Es una puesta muy rica, con muchos elementos que se unen al servicio de la historia y que deberán descubrir los espectadores.
La dirección musical es responsabilidad de Milagros Almeida, a cargo de los arreglos y de la elección repertorio que incluye blues, canciones en francés, alemán y algunas sorpresas que no queremos adelantar. Caravana Real es una obra que respira música y se destaca muchísimo en este ítem.
Nos parece que no hay mucho más para agregar, esta es una de esas obras que deben descubrirse y que no hay que contar tanto, hay que sentarse en la butaca, entregarse a la propuesta, sentirla y disfrutarla. Como dijimos antes, es una pieza diferente, arriesgada, que se anima a romper los esquemas habituales del teatro, apostando por la creatividad y teniendo como base para ello, la calidad y la entrega de un elenco muy talentoso.-
Recomendamos mucho Caravana Real, una de esas obras que no debemos dejar pasar, ya que su originalidad y personalidad, no la hacen pasar desapercibida. Cada espectador sentirá algo distinto de la obra, aquí no baja un mensaje uniforme y las lecturas son varias. Lo que podemos asegurarles, es que van a disfrutar de estupendas actuaciones, mucha poesía y momentos musicales exquisitos.
Los aplausos prolongados del público que llenó la sala del Patio de Actores, al final de la función, son un justo reconocimiento, para este equipo, que apostando a lo experimental y a lenguajes alternativos, nos regalaron una noche de teatro independiente de altísima calidad.
Pensador Teatral.
domingo, 19 de junio de 2022
Pareidolia, la forma de los sueños
Dramaturgia y Dirección de Javier Naudeau.
Domingos 20 hs en El Portón de Sánchez ( Sánchez de Bustamante 1034 )
Una interesante propuesta, llega de la mano de Pareidolia, esta rara palabra que aparece en el título de esta tragicomedia escrita por Javier Naudeau, que nos hablará de los sueños que todos tenemos. Esos deseos por los que vamos a luchar en la vida y que servirán como brújula de nuestras acciones. Cuando somos chicos o adolescentes, solemos proyectar sueños y objetivos, que cuando somos adultos podemos ver concretados en algunos casos y en otros no, estando asociado allí el tema de la desilusión y el bajón que llega, cuando vemos que vida transcurre y no estamos siendo las personas que imaginamos en algún momento.
La obra pondrá el foco, en una familia tradicional, de matrimonio con 2 hijos, pero bastante disfuncional, ya que algo no anda bien entre sus integrantes. Si bien viven bajo el mismo techo, cada uno parece estar inmerso en su mundo, con sus problemas y sus válvulas de escape, individuales en todos los casos, sin compartir prácticamente nada con los otros, aunque en apariencia son una familia normal.
Y a ese hogar llegará Willy, amigo de Luciano, el hijo adolescente de la familia. Su llegada cambiará la rutina de aquel hogar, ya que llegará con una propuesta tan atractiva, como peligrosa. Si les sale bien el negocio que planea, ambos podrán cumplir su sueño. Willy viajar a Francia para encontrarse con su madre, a la que hace muchos años que no vé. Y en el caso de Luciano, poder viajar a Málaga, ciudad que hace mucho desea conocer. Ninguno trabaja aún y para poder viajar, necesitan dinero para comprar los pasajes. El negocio turbio que tienen entre manos, sin dudas puede acercarlo, pero claramente no están midiendo bien los peligros que envuelve la actividad en que van a incursionar.
Pero hay otra noticia que aparecerá y será una sería amenaza, para avanzar con el negocio que los amigos tienen en mente. Nerea, la menor de la familia, anuncia un atraso y al poco tiempo confirmará que está embarazada. La noticia cae como una bomba en aquella familia, ya que Nerea tiene solo 16 años y peor se pondrá el panorama, cuando descubran que el padre del bebé que viene en camino, es nada menos que Willy. La noticia no le causa ninguna gracia a Luciano, que siente que su amigo lo traicionó al no contarle nada y lo hizo en el momento menos oportuno, ya que esta novedad a simple vista, complicará los planes de viajar juntos a Europa, de los que venían hablando en los últimos días.
La situación se pone tensa en la casa. Willy se siente eufórico con la noticia, lo seduce la idea de ser padre, pero más aún poder encontrar una familia y un hogar que lo cobije, ya que es algo que le falta y añora. La madre y el padre, luego de una primera reacción negativa no ven con malos ojos, que la familia crezca, con un nieto y sumar además a Willy, que para ser aceptado, hace muy buena letra y de a poco parece quitar el lugar que ocupa su amigo en la familia.
Y hasta allí vamos a contar, para mantener el suspenso, para complicar las cosas, diremos que Nerea no está para nada decidida en seguir adelante con el embarazo y el tema del aborto sobrevuela la trama. Además otra mala noticia se revelará en la casa, que perderá la poca armonía que conservaba, pero cumplimos con nuestra palabra y hasta allí contamos. Para saber cual será el desenlace de la historia, deberán ver la obra.
La trama tiene una muy buena dinámica y aunque el argumento parece sencillo, tiene un trasfondo muy profundo que sobrevuela el texto en todo momento. Además la historia tiene una cuota de intriga que logra atrapar al espectador y en esto influye mucho las muy buenas actuaciones que presenta la obra. Vayamos entonces con algunas lineas de cada integrante de elenco, ya que sus trabajos así lo ameritan.
Comencemos por la parte joven del elenco y allí nos encontramos con la revelación de la noche. Nos referimos a Juan Manuel Artaza, el hijo de Nito, que en su primer protagónico en el teatro independiente, muestra su carisma y personalidad, para ponerse en la piel de un adolescente de veinte años, lo que representa un desafío, ya que el ya tiene más de treinta y retroceder mas de diez años para el personaje, no es algo sencillo. Pero Juan Manuel, no solo supera ese desafío, sino que además realiza una estupenda composición, de un Willy comprador, cuyo mayor sueño, es formar parte de una familia. Muy buen trabajo de Juan Manuel, que si se lo propone, tiene una carrera prometedora por delante.
Siguiendo con el ala adolescente del elenco, destacar las composiciones de Juan Cottet, como Luciano, un hijo rebelde, como casi todos en esa edad, que por no medir los peligros se meterá en tierras peligrosas. Violeta Postolski, es Nerea, como una niña ingenua, que en su paso a ser una mujer, se encuentra con un embarazo impensado. Muy buena la dupla de hermanos entre Juan y Violeta, graficando lo inmaduro que se puede ser en la adolescencia.
Sigamos con los padres, arrancando por Heidi Fauth, una estupenda actriz, a la que elogiamos ya muchas veces desde nuestro sitio, pudiendo aquí, comprobar nuevamente su enorme versatilidad, en este caso representado a una psicóloga con pocos pacientes, que no está contenta con su carrera profesional y tampoco con su vida. Nos encantó la composición de Heidi. Completa el elenco, Claudio Amato, a quien vemos por primera vez en escena y nos sorprendió muy favorablemente, en su papel de Miguel, un padre bastante ausente, que se comporta como un adolescente, embobado jugando con la play station. Con el avance de la trama, veremos que este comportamiento posiblemente quiere ocultar una situación que no se anima a blanquear. Muy buen trabajo el de Claudio, para un personaje que no era sencillo.
Nos extendimos un poco hablando de los protagonistas, pero como mencionamos antes, los trabajos así lo merecían Un acierto de Javier Naudeau, en la elección de un elenco heterogeneo en edades, pero que funciona muy bien en el conjunto y se nota muy cómodo con el texto, algo que se nota en la fluidez de la trama y en la credibilidad de los personajes.
No queda demasiado para agregar, Pareidolia es una propuesta muy actual que toca gran cantidad de tópicos, como el tema de las adicciones, no solo a sustancias prohibidas, sino también a los aparatos electrónicos que la tecnología nos acerca. También refleja como el mundo actual, presenta peligros que los adolescentes muchas veces no evalúan en su real dimensión. Y como línea general, la pieza, muestra lo difícil que puede resultar cumplir nuestros sueños y seguir el camino hacia la felicidad, que todos creemos saber donde se encuentra, pero pocos logran acceder.
El autor además es un buen observador de la realidad y pone el foco en una temática muy actual, como es la falta de comunicación que existe en muchas familias modernas, donde cada integrante hace la suya y poco se interesa por la realidad del otro. Cuando están juntos por lo general, tocan temas triviales, superficialidades y prefieren eludir el tratamiento de los temas conflictivos, conociendo los mismos por lo general cuando ya es demasiado tarde.
El texto de Javier Naudeau, como dijimos es profundo, introduciendo en el mismo momentos de humor y algunas situaciones exageradas, que parecen atenuar el conflicto planteado. Las destacadas actuaciones que presenta la obra, potencian el texto y nos invitan a reflexionar sobre sueños, desilusiones y como muchas veces elegimos mirar para otro lado, en vez de afrontar los problemas, algo que por lo general, resulta muy perjudicial para todos.
Pensador Teatral.
viernes, 17 de junio de 2022
El Amante de los Caballos
Adaptación y Dirección de Lisandro Penelas.
Viernes 20 30 hs en Moscú Teatro ( Ramírez de Velasco 535 )
Si hay algo que disfrutamos mucho, son los momentos previos que ocurren antes de ver alguna obra, como El Amante de los Caballos, que viene precedida de excelentes críticas, giras exitosas por el exterior y acumula ya varios años en cartel, en este caso, ya son ocho las temporadas desde su estreno. El disfrute se produce por esa adrenalina que se genera el saber que vamos a ver una propuesta especial, ya que sin dudas esta vigencia en cartel, solo lo logran contadas obras, entonces tener la chance de poder ver una de estad obras especiales y descubrir las razones de ese suceso, es un privilegio que no ocurre todos los días.
Y lo más lindo de todo, es confirmar al final de la función, que todas esas expectativas previas que teníamos y en algunos casos como este, superar las mismas. Pero bueno no arranquemos por el final, seamos ordenados. Contemos que el texto de Lisandro Penelas, es una estupenda adaptación del libro El Amante de los Caballos, que reúne dos cuentos de Tess Gallagher, una de las poetisas estadounidenses más reconocidas de los últimos años-
Lisandro sabe extraer la riqueza y belleza del texto, para adaptarlo en formato de unipersonal y situar la historia en algún pueblo de nuestro interior, para acompañarla con bellas melodías de chamamé y una puesta con toques campestres,para que el espectador tenga la impresión de que la obra fue escrita por algún autor vernáculo que se inspiró en alguna historia acontecida en nuestras pampas.
La obra nos hablará de los recuerdos familiares que tiene nuestra protagonista, algunos transmitidos por su madre, que le hablaba de ese abuelo tan particular que tuvo. Un borracho que quería más a los caballos que a su propia familia. Esa era la sentencia hiriente que lanzaba su madre con bronca. Otros decían que su abuelo, era un ser que tenía dones especiales, que lo conectaban con la naturaleza y en especial con los caballos, con los que se comunicaba mediante susurros.
Otros recuerdos eran propios, como los de su padre, jugador de cartas de profesión como el mismo se definía orgullosamente. Ya se había ido de la casa, cuando su madre le pidió que volviera, porque su padre estaba atravesando una enfermedad terminal con pronóstico desalentador y se estaba comportando de manera muy extraña. Sintió que debía volver y acompañarlo en esos momentos tan particulares, de despedida, donde se huele la llegada de la muerte.
El relato es atrapante, por momentos resulta hipnótico, muy rico en imágenes, con una poesía que estremece por su belleza y además tiene un tinte fantástico y místico, que lo convierte en mágico. Ahora nada de esto ocurriría, de no ser por la composición brillante que realiza Ana Scannapieco, que abraza su personaje con amor y pasión, llevando las riendas del relato con maestría.
Resulta un verdadero placer ver a Ana en escena, admirar la cadencia y ese ritmo pausado con el que maneja los tiempos de la historia, los silencios, la forma en que camina el escenario, los rituales ejecutados, sus miradas, los susurros, etc. Como dijimos antes, el espectador sigue con un silencio absoluto, tratando de no perder detalles de una interpretación sensible y llena de detalles en esa atmósfera íntima que el relato propone y que una Ana Scannapieco soberbia nos acerca.
No queremos contar demasiado de la historia, para conservar el misterio y dejar que se sorprendan cuando vean la obra, como hicimos nosotros. Les aconsejamos que se dejen llevar por un relato que cautiva y una interpretación de esas que quedan en el recuerdo.
La puesta que presenta Lisandro Penelas, colabora para darle a la historia y a la protagonista, el marco de intimidad que pide el texto. Hay un diseño escenográfico logrado de Gonzalo Cordoba Estevez, dotando al ambiente de gran cantidad de objetos campestres y del universo equino. El diseño lumínico de Soledad Ianni colabora a crear propicios climas para relato y por último mencionar esos chamamés que suenan de fondo y que aportan frescura y cercanía a la obra.
No queda mucho más que decir, pasamos un momento reconfortante viendo de El Amante de los Caballos, una obra que llena el alma, navegando entre lo real y lo onírico, con un texto pleno de poesía, imágenes y recuerdos familiares, que se vuelcan a la historia que Ana Scannapieco transforma en un relato sensible y por momentos mágico, que llega al corazón del espectador.
Nos gustó mucho la obra y por eso la recomendamos ampliamente, gran hallazgo de Penelas que adaptó este bellísimo cuento y encontró a una intérprete fantástica para llevarlo a escena, logrando ambos esta verdadera joyita del teatro independiente, que el espectador tiene a su alcance y no debería perderse, porque historias se cuentan muchas, pero de susurradores y caballos bailarines, no recordamos muchas.
Pensador Teatral.
domingo, 12 de junio de 2022
Delirio a Dúo
Dramaturgia de Eugéne Ionesco. Dirección de Lizardo Laphitz.
Domingos 18 hs y 19 45 hs en Jufré Teatro Bar ( Jufré 444 )
Siempre es un buen ejercicio mental, seguir las obras de Eugene Ionesco, autor rumano, considerado uno de los más distinguidos referentes del teatro del absurdo, un género dominado por el grotesco, que expone la ridiculez de la existencia humana y la incapacidad de las personas para comunicarse. Su pesimismo es la base de este movimiento teatral que pone el acento en la falta de sentido de la condición humana.
Y quien toma el desafío de representar su dramaturgia, tarea que no resulta sencilla, es nuevamente Lizardo Laphitz, reconocido director y maestro de actores, que vuelca todo su experiencia en representar las obras más reconocidas del teatro del absurdo. Esta es la tercera obra, del autor rumano, bajo su dirección que vemos, La Lección fue la primera, La Cantante Calva la segunda y ahora llega Delirio a Dúo, texto escrito en 1961, pero que tiene una vigencia absoluta e inquietante a la vez.
Decimos esto, porque el marco de la historia es la guerra, en el exterior caen bombas, se oyen gritos, disparos y otros sonidos inequívocos del horror. Y mientras afuera todo es destrucción, en el interior de una casa vemos a una pareja que se encuentran inmersa en su propio mundo. Ella ( Julia Labadié ) está frente al espejo, luchando para peinar su nutrida cabellera y el ( Felipe Ponce de León ) sentado en una silla, intentando sintonizar las noticias con una radio portátil.
Pronto descubriremos, que hace años eran amantes, pero decidieron unir sus vidas, ilusionados con un futuro felices juntos. Para esta unión, ella debió dejar a su marido, colchonero de profesión y él tuvo que apurar los trámites de divorcio con su esposa. Pero los planes felices evidentemente naufragaron, ella le echa en cara, haber dejado atrás una vida plácida, donde seguramente iba a ser madre, teniendo varios hijos seguramente a estas alturas. Y él, también lamenta haberse divorciado y haber apostado a un amor fallido. Los insultos, algunos muy peculiares, vuelan en aquella habitación.
La relación evidentemente está rota, la infelicidad reina en la casa y parecen llevarse la contra en todo. Cuando ella tiene frío, el tiene calor y viceversa. No se ponen de acuerdo en nada, cualquier tema es propicio para arrancar una discusión y harán lo imposible por imponer sus opiniones, algo que no lograrán nunca, porque ninguno dará el brazo a torcer en sus puntos de vista.
Las discusiones por lo general son sobre temas triviales, pero la efervescencia que le ponen a cada disputa, haría pensar a cualquiera que los vé, que están discutiendo sobre temas trascendentales. Tienen gran cantidad de cuestiones que los enfrentan, pero tal vez la que más los sulfura, es la discusión sobre la tortuga y el caracol. Ella sostiene que son el mismo animal y el obviamente le discutirá a muerte que no lo son. Esto es una buena muestra del tenor absurdo de las disputas que mantienen.
Y mientras ellos están enfrascados en sus asuntos, afuera la guerra está en su apogeo, los tiros cada vez suenan más cerca, pero ellos parecen no notarlo o le quitan importancia, prefieren discutir, imponer sus razones y sobre todo culpar al otro de los males que están atravesando. Todo lo malo que les sucede es culpa del otro. En un momento, las explosiones y los movimientos de los soldados, estarán casi en sus narices y no les va a quedar otra que reaccionar o lo mejor será seguir con sus temas ?? Deberán ver la obra para ver que sucederá en esa casa, cuando los soldados finalmente irrumpan en su edificio.
La trama es realmente desopilante, el espectador ríe por lo absurdo de algunos diálogos, mientras vé pasar soldados que se arrastran en el exterior o hasta lanzan alguna granada, sin conseguir la total atención de los integrantes de esta particular pareja, que no entiende bien porque es la guerra, ni cuales son sus bandos. Todo lo que sucede en el exterior les resulta ajeno, lo que importante es lo que discuten ellos.
Representar este género, como dijimos antes, no suele resultar sencillo para los actores, por eso es importante la elección justa del elenco y sin dudas este punto es uno de los aciertos de Laphitz. La dupla protagónica conformada por Julia Labadié y Felipe Ponce de León está muy lograda, ya que ambos sintonizan a la perfección lo que el género requiere.
A Julia, ya la habíamos visto en la Lección y en La Cantante Calva, en ambos casos habíamos elogiado su trabajo, pero en esta oportunidad notamos un gran crecimiento en su prestación, posiblemente sea por el personaje que representa en esta oportunidad, lo concreto es que realiza una composición soberbia. Con fuerte presencia escénica, un histrionismo a flor de piel y la gracia que pide su papel, Julia redondea una gran interpretación, digna de elogios al por mayor.
Y aquí encuentra a un compañero ideal, nos referimos a Felipe Ponce de León, filósofo frustrado, parece tener una respuesta para todo y tratará de darle siempre, respuestas argumentadas a su pareja, que le refutará cada uno de sus argumentos. Su personaje es especialista en criticar a los demás, opinólogo profesional, siempre encontrará una excusa, para postergar alguna acción. Nos gusto mucho la actuación de Felipe.
Y como dijimos antes, ambos protagonistas realizan un gran trabajo en lo individual y saben como potenciarse en el conjunto. Excelentes trabajos. Pero no estarán solos en escena, los acompañarán de manera silenciosa la mayor parte del tiempo, Bruno Blasi, Juan Halac y Carli Velasquez, soldados con uniforme, que estarán presentes durante toda la obra y también desde antes del inicio, ya que al entrar al teatro, notaremos su amenazante presencia.
La puesta que presenta la obra, es otro punto alto, con muchos detalles que hay que destacar, arrancando por el logrado diseño escenográfico de Victor de Pilla, que presenta un hogar que se irá destruyendo conforme avanza el relato y la guerra. Buen aporte el vestuario de Alicia Guma, con gran cantidad de vestidos, que la protagonista se irá cambiando frente a nosotros. Por último, mencionar el muy buen diseño sonoro, aportando los sonidos de la guerra y elementos de utileria varios, de los que no queremos adelantar demasiado, para no quitar sorpresa, pero que constituirán otro momento desopilante. Esta puesta de Lizardo, es un ejemplo de como en el teatro independiente, el ingenio puede reemplazar a los recursos económicos y se pueden conseguir puestas tan logradas.
No queda mucho más para agregar, resaltar una vez más la vigencia de un autor como Ionesco, que a medida que pasan los años, más confirma esa visión de lo errática que puede resultar el comportamiento humano, mostrando en esta obra el sinsentido de la guerra y como muchas personas, sin importar lo que sucede en el entorno, estarán mirando su ombligo, entretenidas en temas triviales. También dejará expuestas a tantas parejas que conviven sin saber muy bien porque, tal vez sea por costumbre, ya que el amor se retiró hace tiempo y ya no hay puntos de coincidencia, lo único que los une es el espanto.
Nos divertimos mucho con Delirio de Dúo y por eso la recomendamos. Era la primera vez que visitábamos el Jufre Teatro Bar y fue muy auspiciosa esta visita. Nos gustó mucho el espacio. Cita de honor con Ionesco, un director experimentado y una dupla protagónica que se luce muchísimo en escena, confluyendo para una muy buena velada de teatro independiente, en la que además de disfrutar la obra, trataremos de dilucidar si el caracol y la tortuga son el mismo animal.
Pensador Teatral.
viernes, 10 de junio de 2022
Y Luego la Calma
domingo, 5 de junio de 2022
La Madonnita
Dramaturgia de Mauricio Kartún. Dirección de Malena Miramontes Boim.
Domingos 19 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )
A casi veinte años de su estreno, llega a la sala principal de Itaca Complejo Teatral, La Madonnita, pieza escrita por Mauricio Kartún, uno de los más dramaturgos más reconocidos de la escena nacional, siendo significativa esta obra, porque fue la primera que lo tuvo como director también. La pieza retorna a la cartelera porteña, en una renovada y delicada versión dirigida por Malena Miramontes Boim.
El texto de Kartún, nos habla de amor y del deseo, de una manera muy particular, ofreciendo una mirada muy interesante sobre el rol que tenía la mujer a comienzos del Siglo XX, donde muchos la consideraban como una mercancía de cambio, que tenia que aceptar lo que hicieran con ella casi sin chistar. Recordemos que por aquellos años, la mujer tenía muy pocos derechos, siendo notable el contraste con el empoderamiento actual, por eso como primer punto a resaltar de la propuesta, es tener una perspectiva de género, del rol que tenía la mujer en la sociedad, un siglo antes de este presente tan diferente, pero que a la vez, tiene tanto recorrido por hacer.
La dramaturgia nos propone un viaje en el tiempo, hacia la Buenos Aires de 1920, tiempo en que los inmigrantes llegaban en barcos de vapor al puerto, con su valijas cargadas de ilusiones, buscando hacerse la América y forjar un porvenir provechoso en estas tierras tan prometedoras. Hacemos un paréntesis aquí y se nos pianta un lagrimón, contrastando ese pasado esperanzador, con la triste actualidad de Argentina hoy, con pobreza creciente, muy lejos de los países desarrollados y con muchos jóvenes creyendo que la única salida de la crisis es Ezeiza.
Dejando de lado esta retórica y volviendo a la obra que nos convoca, contemos que el rico relato que la dramaturgia nos propone, se desarrolla en una casa cercana al Parque Lezama, donde Hertz ( Rubén Parisi ), fotógrafo de origen polaco, además de vivir allí, tiene un atelier fotográfico. Se gana la vida como fotógrafo social, trabajando en bautismos, comuniones, casamientos y funerales. Pero también tiene un lado turbio y oculto, ya que comercializa fotos pornográficas, en las que participa nada menos que su mujer Filomena ( Natalia Pascale ), dueña de una belleza exótica.
Y aquí, será donde aparece Basilio ( Darío Serantes ), criollo y compadrito, que entre otros rebusques se dedica a comercializar esas fotos prohibidas, con inmigrantes a los que contacta en fondas, tugurios y demás lugares de dudosa reputación, aptos para este tipo de comercio. La relación entre Hertz y Basilio es netamente comercial, pero sufrirá un vuelco fundamental, cuando el fotógrafo le propone participar de una sesión de fotos con Filomena, La Madonnita y luego de ella, nada será igual y hasta se convertirán en una especie de socios.
No vamos a adelantar más para conservar el suspenso, solo diremos que algo en esa sesión activó el morbo y el deseo de Basilio, que sentirá una atracción irresistible por Filomena, que como dijimos tiene un encanto particular. Los problemas aparecerán pronto, porque la esposa del fotógrafo, está enamorada de un mulato uruguayo y planea huir con él hacia Montevideo. Quedarse sin ella resultaría insoportable y entonces Hertz y Basilio sellarán un pacto, que solo se podrá cumplir con el regreso de La Madonnita al atelier. Y hasta allí vamos a contar, el resto lo descubrirán cuando vean la obra.
La pluma de Kartún, tiene una carga poética muy grande y es riquísima en imágenes, ya que a través del relato de los protagonistas, visualizaremos imaginación mediante, las piezas de los conventillos, sus patios, la zona del puerto, los olores / sabores del barrio y las multitudes que concurrían a los carnavales de aquellos años, con el candombe resonando de fondo. Les aseguramos que cerrando los ojos y volando con la imaginación, estaremos caminando por esa Buenos Aires en blanco y negro que proyectamos.
Es momento de hablar de las actuaciones que tiene la obra y hay que hacer mención de la gran dupla que conforman Rubén Parisi y Darío Serantes, dos actores experimentados y con mucho oficio, que se sienten muy cómodos con este texto de Kartún. Parisi dá vida a un artista sensible, que es un verdadero encantador de serpientes, amante de la fotografía y con mucha labia. Herido por el amor clandestino, de su Filomena, estará dispuesto a todo para no perderla, incluso compartirla con un tercero.
Y que decir de Darío Serantes, gigante en escena, acorde con su gran contextura física, componiendo a un criollo algo tosco, con mucha calle, un verdadero buscavidas. Su forma recia y algo violenta, parece quedar de lado, cuando descubre los encantos de La Madonnita. Nos encantó su composición, en especial en el monólogo donde relata sus peripecias cuando se mezcló con la multitud que festejó el Carnaval. Excelentes los trabajos de Rubén y Darío, ambos con momentos individuales muy destacados y muy buena química entre ellos.
Pero este triángulo virtuoso, no está completo aún, falta el personaje clave de esta historia, nos referimos a Filomena, La Madonnita, esa chica que llegó muy joven desde Rosario seducida por Hertz, interpretada por Natalia Pascale. Es el personaje que menos está en escena, pero su presencia, marca los momentos claves de la historia. Un personaje muy complejo para representar, porque Filomena es renga y mudita, pero Natalia, una actriz muy talentosa, a la que siempre elogiamos, sale más que airosa, con un muy buen trabajo y una vez más logra destacarse. Es una costumbre elogiarla, cada vez que tenemos la suerte de verla en escena.
La puesta de Malena Miramontes Boim, tiene muchos puntos para destacar, en primera instancia, el mérito de lograr potenciar el texto de Kartún, conservando y exponiendo toda su poesía y la riqueza de sus imágenes. Hay un logrado diseño escenográfico de Micaela Sleigh reproduciendo el bello atelier de Parque Lezama, donde la luz es invitada de honor. Otro ítem que nos gustó mucho, es el vestuario de Cecilia Gómez García. Son varios los elementos que suman belleza a la puesta y dan el marco adecuado para que la historia fluya.
No queda mucho más para agregar, la obra pese a ser escrita hace casi dos décadas, tiene una enorme actualidad, ya que presenta el tema de la mujer y su rol en la sociedad, quedando claro cuanto se avanzó en los últimos años, pero sin perder de vista, que aún queda mucho por recorrer. Por ello, este tipo de propuestas, tienen un valor especial, porque pone en primer plano el tema y nos invita a reflexionar sobre los abusos que se cometían hace un siglo y los que siguen cometiéndose en la actualidad, en nombre de un supuesto amor, se pueden cometer los actos más abominables.
Disfrutamos de una distinguida noche de teatro independiente, siempre es un placer cruzarse con la dramaturgia de Kartún, en este caso con una versión moderna, que sabe conservar el espíritu y la riqueza sensorial del texto, potenciada por las magnificas actuaciones del elenco reunido, que se siente muy a gusto en escena. Además de todo lo mencionado, conocimos la bella sala principal de Itaca, no pudiendo elegir mejor obra para el debut. El prolongado aplauso que premia a los protagonistas al final de la función, es el broche de oro para una distinguida velada teatral.
Pensador Teatral.