viernes, 9 de agosto de 2024

Fájense

Dramaturgia y Dirección  de Maxi Rofrano.






Viernes 20 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 ) 

Llega a Espacio Callejón, esta lucida adaptación teatral del cuento Negro Ortega de Abelardo Castillo, que nos invita a viajar hacia el interior del apasionante y particular mundo del boxeo, para contarnos una historia fuerte y emotiva, que nos mostrará las diferentes caras que tiene este deporte. Por un lado, la pasión y la entrega de los pugilistas, que se juegan el honor y su integridad en cada pelea. Pero también el costado oscuro del deporte, donde los empresarios, buscan ganar dinero con algunos negocios turbios.





Antes de contar un poco por donde transita la historia que nos cuenta Fájense, queremos comentar que al ingresar a la sala del Callejón, ya quedamos impactados por el fenomenal aprovechamiento del espacio escénico que vemos. En un primer plano, un bar con su mostrador poblado de bebidas, una mesa a la espera de parroquianos y un músico tocando el bandoneón. Y en la parte posterior, un tremendo ring de boxeo, con dos pugilistas que como estatuas esperan entrar en acción. Con semejante recibimiento, ya palpitábamos una puesta fuera de lo común para el teatro independiente y una velada teatral que íbamos a recordar por un largo tiempo. Y luego de haber visto la obra, les decimos que ambos pronósticos, se cumplieron con creces.

Fájense nos cuenta la historia del Negro Ortega, un veterano boxeador que se encuentra en la parte final de su irregular carrera y recibe una tentadora propuesta para protagonizar la pelea de fondo de la próxima velada programada en el Luna Park. Deberá enfrentar a Carlitos Peralta, joven promesa del boxeo argentino, que viene invicto y con un futuro prometedor. La oferta del combate, se la acerca el rumano Morescu, un empresario bastante oscuro, que tiene intereses en la carrera de Peralta y piensa que enfrentar a un boxeador veterano y de fama aguerrida como Ortega, es una gran chance para el joven de pisar fuerte en el Luna Park y enderezar definitivamente su carrera.






El único resultado posible que le sirve al rumano, es un triunfo contundente de Peralta y la única manera de asegurarse aquello, es tener la certeza que Ortega perderá la pelea sin chistar. Por eso no tendrá ningún reparo en explicarle esto al Negro y darle los billetes necesarios que sellen aquel arreglo espurio.. El pacto está sellado. Pero la cabeza del veterano pugilista era un hervidero con muchos interrogantes. El honor se compra por un par de billetes ?? Es tan fácil venderse ??  Para colmo, su entrenador, es su padre, ex boxeador , quien que le enseño todo lo que sabe del deporte y le recalcó desde siempre, lo importante que es ser alguien digno y honesto en la vida, más allá de las cualidades como deportista.

La decisión no es sencilla para Ortega. Empeñó su palabra al rumano y sabe que debe respetar aquel pacto previo. Romperlo sería faltar a su palabra y además soportar las represalias del empresario, que invirtió mucho dinero en aquella pelea. Pero la conciencia y el hambre de triunfo que todo deportista tiene juega lo suyo. Imaginar un Luna Park repleto que fuera testigo de su gran noche, dando el batacazo ante un joven que luce invencible, sería un cierre honorífico para su carreta y un regalo para su padre. El dilema es claro y cuando suene la campana, las cartas estarán echadas y el ring será testigo de la decisión del Negro. Y hasta allí vamos a contar, para ver que sucede, deberán seguir las acciones en el ring y la apasionada narración del relator.

Momentos de hablar de las muy buenas actuaciones que presenta la obra. Son siete los actores en escena, numeroso elenco, bien acorde a la estupenda puesta que presenta la pieza. Una característica que no pasa desapercibida, es que son todos actores hombres, ya que la historia presenta solo personajes masculinos, en consonancia con el machismo que dominaba al deporte de los puños en la década del 60, fecha en la que se cuando se este cuento. Hoy si bien el box, sigue siendo un deporte dominado por los hombres, las mujeres comienzan a tener su espacio y a competir.






En interpretaciones parejas por lo bueno, vamos a arrancar con Leandro Orellano, a cargo del Negro Ortega, el gran protagonista de la velada. El boxeador veterano que tendrá que resolver el dilema moral de ser fiel a sus principios o asegurarse una buena suma de dinero, yendo para atrás. Gran composición de Leandro, fuerte desde lo actoral y también arriba del ring, ya que obra tiene momentos de boxeo e intercambio de golpes, que requieren una gran entrega física y un entrenamiento previo para estar en sintonía. Juan Mendé, será su rival, como El Pibe Peralta, la joven promesa del boxeo argentino. Juan estará siempre en el ring y se destacará mucho por todo lo gestual y lo postural Al igual que Leandro, muestra gran destreza física y juntos protagonizan momentos muy logrados en el ring, con tanto realismo, que los espectadores si se olvidaran por un momento que están en el teatro, podrían estar tranquilamente presenciando una pelea verdadera y esto que no es sencillo, de conseguir es gran mérito de ambos actores.

Muy buen el personaje de Federico Milman, como el rumano, un empresario bastante fullero, que mostrará una cara negativa, pero muy reconocible del deporte de los puños. Es el villano de la noche y lo representa muy bien Federico ese papel. En cambio Fabián Petroni, es un personaje muy querible, el padre y entrenador del Negro, retirado ya hace años de los cuadriláteros, todavía recuerda su pelea por el título, contra al noruego, el campeón de ese momento. Aferrado a la fe de Dios y con una Biblia que lo acompaña, desea que su hijo pueda tener esa noche de gloria que al se le negó. Muy emotiva la composición de Fabián.






Momento de hablar, de una de las grandes revelaciones de la obra y a nuestro entender el personaje más divertido y festejado por el público. Nos referimos a Santiago Maurig, que le aporta un genial relato a las acciones boxísticas de la noche, trayendo al recuerdo de relatores de la talla de Osvaldo Caffarelli, Walter Nelson u Osvaldo Príncipe, de todos parece tomar un poquito, para redondear un trabajo excelente. Pero el relator, no estará solo, lo acompaña Lorenzo Martelli, en los comentarios y juntos harán una dupla que además de deleitar el público, traerá los momentos más emocionantes de la noche. Y el elenco se cierra con Bruno Leichman, músico en escena, que acordeón en mano y desde el bar, nos brindará distinguidos momentos musicales.

Como dijimos antes,  uno de los puntos muy altos de la obra, es la grandísima puesta que presenta Fájense, bajo la dirección de Maxi Rofrano. Hay mucho para destacar, arrancando por el fantástico diseño escenográfico de Carolina Beltrán, que ya comentamos en el párrafo inicial de esta reseña, no decimos más del mismo, tienen que verlo y sacar sus conclusiones. Sobresaliente el diseño de vestuario de Yanina Corbetto, caracterizando en gran forma a los pugilistas y al resto de los personajes. Hay un muy buen diseño de luces de Gonzalo Calcagno y Mariana Morán Benítez, fundamental para dividir con la iluminación los dos planos que presenta al diseño escenográfico. Ya mencionamos que la obra también tiene música. Y podríamos seguir destacando aspectos destacables de una puesta, que sin dudas ponemos entre las mejores, sino la mejor, que el teatro independiente nos mostró este año, siendo este  motivo de orgullo para todos los que vemos off habitualmente.






Y no queremos contar más para mantener la sorpresa, nos cautivó por completo la propuesta de Fájense, estupenda ficción que nos introduce en el particular universo del box,  jugando con sus códigos y sus secretos, mostrando como más allá de todos los negocios que rodean al deporte, siempre la última palabra la van a tener los protagonistas, que dentro de una cancha o en este caso de un ring son los que mandan, dejando claro que el hambre de triunfo y el orgullo, la gran mayoría de las veces estará por encima de los intereses espurios, quedando claro, cuando esto ya no ocurra el deporte perderá interés.

Por todo lo dicho, los invitamos a que descubran esta original propuesta teatral, donde por una noche El Callejón, se convertirá en el mítico Luna Park, para que seamos testigos de la última pelea de la noche, entre El Negro Ortega y el Pibe Peralta, que de la mano de magníficas actuaciones y una puesta fenomenal, nos regalarán una noche dorada donde el boxeo y el teatro, se unirán, para que disfrutemos de una velada donde el honor y el orgullo estarán a prueba.



Pensador Teatral.




domingo, 4 de agosto de 2024

Memoria de un Poeta

Dramaturgia y Dirección de Paula Marrón.






Domingo 18 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )

Un entrañable y sensible texto de Paula Marrón llega al Teatro del Pueblo, para hablarnos del paso del tiempo, de los golpes de la vida y de que manera los recuerdos se van tiñendo y volviendo difusos, cuando los años pasan y vamos tomando distancia de los hechos ocurridos. Muchas veces la mente elige recordar un hecho de una manera particular un hecho o recordar solo ciertas cualidades de una persona, de acuerdo a nuestros sentimientos. Y por otro lado, la obra remarca la importancia de mantener viva la memoria y nunca olvidarnos de algunos cuestiones fundamentales.






Las acciones de la obra, se desarrollan en una biblioteca popular de Avellaneda, hasta allí se llegará Eduardo ( José Manuel Espeche ) un poeta del barrio que peina canas y en un acto de rebeldía decide instalarse allí, un par de días. El motivo que esgrime, cuando lo escuchamos no parece demasiado sólido, pero cuando empieza a dar detalles, enseguida se genera empatía en los espectadores. Muy pronto se cierran los plazos para un concurso literario y con sinceridad el poeta confiesa, que está teniendo un bloqueo creativo y en su casa no está logrando la inspiración necesaria, para poder escribir para el mismo. 

Eduardo quiere escribir sobre Elvira, su amiga a quien vio por última vez en 1978, cuando fue secuestrada por un comando de la última dictadura. La herida permanece abierta en su corazón y su intención es canalizar algo de su dolor, pudiendo contarles a quienes no la conocieron,  la integridad de aquella gran mujer. No contamos aún que Elvira, era la bibliotecaria de aquella biblioteca de Avellaneda, Eduardo pasó muchas tardes allí, conversando con su amiga, hablaban de libros y de la vida en general, por eso pensaba que estar ahora un tiempito en ese lugar, podía generarle recuerdos e inspirarlo para escribir una buena semblanza de Elvira.

Quien no está del todo convencido con la idea del poeta, es Rita ( Rosina Fraschina ) la actual bibliotecaria y responsable de aquella institución, que tiene miedo que algún vecino, denuncie al municipio que Eduardo está instalado allí. En cambio Tito ( Emiliano Diaz ), empleado de mantenimiento de la biblioteca, está contento con la idea del poeta y además de hacerle compañía, le promete que le comprará empanadas y todo lo que necesite para hacer más agradable su temporal estadía en aquel lugar.







No queremos contar demasiado, para mantener el suspenso y que se sorprendan viendo la obra, solo vamos a decir que finalmente, tanto Rita, como Tito, se pondrán del lado de Eduardo y lo incentivarán para que pueda inspirarse y cumplir su objetivo. Para ello, no dudarán en compartir alguna de sus historias personales, de pérdidas que tuvieron y compartir los recuerdos que conservan de aquellos momentos tristes. Se respira un aire melancólico y colaborativo entre los tres. Y esa comunión de pensamientos, logrará que de a poco los recuerdos vayan aflorando y hasta allí vamos a contar.

Momento de hablar de las muy buenas actuaciones que presenta la obra. Se reunieron tres actores de muy buen recorrido en el teatro independiente y en una pieza, donde las actuaciones tienen un peso específico importante, se agrega mucho valor con los excelentes trabajos actorales. Arranquemos por José Manuel Espeche, el poeta y gran protagonista de la noche. Siente la necesidad de escribir de Elvira, para honrar su memoria. Su desaparición repentina, fue un golpe que pese a los años transcurridos, aún lo atormenta. Le pesa mucho la ausencia y la sensación de que tal vez, las cosas podrían haberse dado diferente y su amiga se hubiera salvado. Gran composición de José Manuel, a quien elogiamos el año pasado por su trabajo en Los Otro Duarte, aquí nos regala una composición sentida y cargada de sensibilidad, digna de aplausos.





Seguimos con Emiliano Diaz, como un Tito llano y leal. Confiesa que no va poder ayudar mucho al poeta, ya que no tiene la formación académica para hacerlo, pero muestra que es un ser bondadoso. Emiliano es un actorazo, siempre lo recordamos por su gran personaje en Enamorarse es hablar corto y Enredado, pero la verdad es que siempre que lo vemos, destacamos su versatilidad y este trabajo no es excepción. Y completa el elenco Rosina Fraschina, como Rita, la joven bibliotecaria que se debate entre sus responsabilidad y su deseo. Amoroso el personaje de Rosina, dando frescura a la trama, nos gustó mucho su composición. Y para seguir de cerca, el filtreo entre Tito y Rita, dos seres que quieren dejar de estar solos. 

La puesta de la obra es cálida y muy humana. Queremos destacar de manera especial el estupendo diseño escenográfico de Victoria Chacón, que reproduce con gran fidelidad el ambiente de una biblioteca, con esa atmósfera tranquila e impregnada del olor a libros, tanto nuevos como antiguos, lo que contribuye a una sensación de historia y conocimiento acumulado.  Paula logra darle a su texto un ambiente íntimo y familiar que encaja a la perfección con la dinámica del relato.







Y hasta aquí vamos a contar, nos gustó mucho la propuesta de Memoria de un Poeta, que consigue escapar del vértigo cotidiano, poniendo el freno y tomando el tiempo para pensar  en aquellos que ya no están en este plano, buscando recordar sus imágenes, las conversaciones y los bellos momentos compartidos. Y en este caso en particular, resalta especialmente fuerte, ser testigos de como una persona puede dejar de estar con nosotros de un momento para otro, sin despedidas y sin tener más noticias de ella. Algo realmente abominable y que suena poco posible, pero que lamentablemente, sucedió en nuestro país, en los años de la última y sangrienta dictadura.

Recomendamos Memoria de un Poeta, una historia de barrio, entrañable y muy emotiva, que nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo, la soledad y como podemos ir acomodando nuestro recuerdos,  para que la vida nos resulte soportable. Un texto profundo y emotivo de Paula Marrón, una puesta cargada de poesía y exquisitas actuaciones del trío protagónico reunido, confluyen para destacar la importancia de ejercer de manera activa la memoria, porque como bien es sabido, un pueblo sin memoria está condenado a repetir su historia.


Pensador Teatral.



jueves, 1 de agosto de 2024

Consagrada

Dramaturgia de Flor Micha y Gabi Parigi. Dirección de Flor Micha.




Jueves 21 hs en Timbre 4 ( México 3554 )

En tiempos en que el mundo está atento a los Juegos Olímpicos, resulta irresistible descubrir Consagrada, este original biodrama que tiene un buen componente autobiográfico de la vida de la protagonista, un componente de ficción y también nos hablará en general de temas universales, relacionados con aspectos oscuros de la alta competencia, el desgaste del cuerpo y las lesiones, las presiones de los entrenadores y en general, de esa sensación que lo único que sirve es ganar, sin interesar todo el sacrifico y el esfuerzo que el deportista realiza, si eso no se traduce en ganar las competiciones.





Gabriela Parigi, la protagonista de este unipersonal, fue una deportista de elite. representante de la  selección argentina de gimnasia artística durante la mayor parte de su carrera, ganando numerosas competiciones. Y aquí el primer dato que nos sorprende, Gaby comenzó con gimnasia artística a los 4 años, a los 6 años ya estaba federada y a los 8 años siendo una niña aún, ya representaba a nuestro país. La sorpresa para nosotros, es saber que a los 19 años se retiró de la actividad, por una lesión en la espalda. No lo sabíamos antes de la obra, pero leímos luego que finalizar la carrera a los 19 años, no es temprano, al contrario es una edad alta, algo que solo puede explicarse por la altísima exigencia de un deporte, donde las lesiones son constantes, debido a las presiones y a un implacable entrenamiento en doble turno, que acompaña por años a los deportistas de esta disciplina.

Al retirarse del deporte, comenzó a entrenar a niñas que arrancaban la disciplina pero algo le hacía ruido en su cabeza y no quería ser un eslabón más de ese circuito que solo marcaba que ganar era lo único importante y fue así que Parigi dejó de un lado el deporte y  se dedicó a las artes escénicas, arrancando por el circo, las acrobacias y ya luego más volcado al teatral , donde lo físico sin dudas le daba un plus, ya que tiene una destreza física admirable, agregando a esta cualidad, la formación como actriz, contando con varias obras ya en su haber, pero sin dudas que esta es es por demás especial, ya que es la historia de su vida.

Larga la introducción, pero entendemos que puede resultarles muy interesante para ponernos en contexto. Y cuál es la dinámica de Consagrada ?? No imaginen a alguien con un micrófono, relatando paradita,  algunas anécdotas de su vida como deportista, porque nada más lejos eso. La obra es un derroche de energía, la entrega de Gabriela, que no para un minuto de moverse, es impactante. Se revuelca por el piso, salta, grita, cambia de vestuario, etc. Seremos testigos de su destreza física y su histrionismo, en una trama que sorprende por su potencia escénica.





Parigi lleva las riendas del relato con maestría. teniendo momentos muy divertidos gracias a su carisma y también momentos de profunda emoción. Gaby entrega su corazón y rápidamente romperá la cuarta pared, conectado en todo momento con los espectadores, que siguen con silencio y asombro, una performance muy lograda, donde se exponen algunas verdades ocultas de la disciplina y más amplio, tener referencia de como queda afectada la mente de los deportistas, que deben actuar como si fueran adultos, aún siendo niños, para soportar la exigencia, las presiones de la alta competencia, dejando de lado la mayoría de las cosas que hacen los chicos de su edad. Y hasta ahí vamos a contar, así no quitamos sorpresa.

La puesta de Flor Micha es realmente atractiva y muy dinámica, ya que sucede mucho en el escenario. Son varios los ítems a destacar. Arranquemos por la música de Juan Barone, elemento muy importante para el desarrollo del relato, de igual forma que el diseño lumínico de Laura Saban, siendo dos ítems que le imprimen mucha potencia a la obra. Y queremos también destacar el muy buen aprovechamiento del amplio escenario del Timbre 4, con algunos elementos relacionados con la actividad deportiva y esos trofeos desperdigados, que muestran los logros de la deportista en su carrera.






No queda más para agregar, nos encantó la propuesta de Consagrada, realmente original y con una estupenda realización, que nos permite descubrir de primera mano, lo que significa la alta competencia y todo lo que los deportistas deben dejar de lado para poder competir entre los mejores. Etapas que se queman en momentos que no corresponden, cuerpos que deben lucir perfectos, son importar si para ello se debe pasar hambre varios días, presiones de los entrenadores y del entorno. Y podríamos seguir un largo tiempo, contando lo que debe atravesar un deportista para llegar a ser exitoso, siendo muy difícil poder determinar cuando llega ese éxito y si realmente sirve de algo atesorar trofeos y medallas, cuando al bajar la espuma, uno mira alrededor y se nota vacío.

Recomendamos Consagrada, un espectáculo cargado de energía, que combina destreza física, coreografías muy logradas y la fenomenal composición de Gaby Parigi, que deja todo en escena, para que todos conozcamos el lado b del deporte de elite y podamos oír de primera mano, tantas verdades que la protagonista acumuló durante años en su interior y gracias al teatro, poder hacer esta hermosa catarsis, que el público disfruta mucho, generando esa ovación de pie de los espectadores que en el final de la función, premian la gran noche teatral vivida.


Pensador Teatral.




sábado, 27 de julio de 2024

Operarius

Dramaturgia de Julieta Grinspan. Dirección de Carlos Belloso.





Sábados 21 hs en Hasta Trilce ( Maza 144 )

Una tragicomedia que navega entre la ficción y el absurdo, es la carta de presentación de Operarius, obra escrita por Julieta Grinspan, que mediante una historia algo delirante, logra con gran efectividad invitarnos a reflexionar sobre algunas facetas negativas del capitalismo salvaje,  que se olvida por completo de los trabajadores, siendo estos únicamente un instrumento para lograr sus objetivos, pero sin tener ningún interés en brindarles buenas condiciones de trabajo y ni siquiera un sueldo digno.






La obra se centra en la profesión del albañil, pero tranquilamente podría aplicarse a otros oficios. Cuantas veces admiramos algún nuevo complejo edilicio que se levantó en nuestro barrio ?? Remarcando seguramente lo lindo que quedó y ponderando el tiempo récord en que se levantó. Es probable que calculemos el costo que tendrán esos departamentos y que afortunados serán quienes pueden comprar una de sus unidades a estrenar. Hasta ahí todos pensamientos habituales. Pero, alguna vez nos pusimos a pensar en cuantos albañiles trabajaron allí bajo el rayo del solo o con bajas temperaturas para levantar aquella gran torre ?? Y si durante la construcción se  produjo algún accidente ? 

Y pensamos alguna vez que aquellos obreros que construyen esos edificios que serán viviendas de personas de clase media / alta, probablemente vivan en casas humildes, que ni por asomo tienen alguna de las comodidades de aquellos departamentos. Es algo que la sociedad acepta con naturalidad y está aceptado, que ciertos bienes no son para todos. Pero bueno, aunque sea algo normal, la obra sanamente lo cuestiona, pone en duda esa supuesta naturalidad y lo hace jugando con el absurdo y la exageración, que muchas veces es el mejor método para tomar conciencia de algunas situaciones.





Siendo a la obra en si, tendremos un pozo gigantesco, donde en pocos meses la Empresa Cores planea tener muy avanzada la construcción de un monumental complejo habitacional. El problema es que la construcción está parada, debido a un conflicto que lleva ya algún tiempito y que parece de difícil resolución, En escena, entonces aparece una mediadora ( Julieta Grinspan ) que llega al sitio donde se piensa levantar el edificio, con una mentalidad muy positiva. Imaginamos que es abogada y ella misma cuenta que piensa hacerse de una muy buena suma de dinero por mediar en este caso, agregando que son su experiencia, no debería llevarle demasiado. laudar en un tema que le permitiría sumar una linda cifra a su abultada cuenta bancaria.

Y entre quien es el conflicto ??? De un lado, tenemos a Cores ( Esteban Parola ) , el empresario a cargo del emprendimiento, que la contrató para que pueda mediar con Firencio ( Julia Nardozza ) el medio oficial que se niega a trabajar y según la patronal, además es responsable de esconder a la cuadrilla de albañiles, que nadie saber donde está. El diálogo entre las partes será tan disparatado como inconducente, más que nada porque el empresario no quiere escuchar lo que le dice Firencio y actúa como si todo se tratara de un juego. No vamos a contar mucho más para mantener el suspenso, solo vamos a anticipar que se van a suceder algunos momentos muy divertidos y otros más bien trágicos, porque como dijimos antes, si bien la obra se basa en el absurdo, transmite un mensaje muy fuerte.





Queremos destacar las muy buenas actuaciones que presenta la obra. Los tres protagonistas se lucen mucho y seguramente cada uno podrá elegir su personaje favorito. Arranquemos por Julieta Grinspan, que además de ser la autora de la obra, lleva adelante el personaje de la mediadora, una mujer bien paqueta, que buscará cumplir su tarea de la manera más sencilla posible. Un personaje que nos recuerda mucho a los típicos abogados, que logran sacar tajadas interesantes de los conflictos ajenos. Encantador el personaje de Julieta, una regia profesional de Recoleta.

Y sigamos con Esteban Parola, como el prototipo del empresario encantador de serpientes. Fanfarrón y algo garca, dará cuenta de un personaje muy divertido. Destacar de Esteban su verborragia y su expresividad, generando muchas risas en la platea. Nos gustó mucho su trabajo. Y cierra la trilogía de talentos, Julia Nardozza, como Firencio, un albañil de pocas palabras y muchos gestos, que deberá soportar la marca férrea de sus dos visitantes. que lo observan con desconfianza. Un personaje que navega con habilidad entre lo real y lo onírico, que además le pone le toque musical a la puesta, con su acordeón. Muy bueno lo de Julia.

La dirección está a cargo de Carlos Belloso, que aceptó la propuesta de dirigir la obra, seducido por un texto que tiene una interesante crítica hacia el capitalismo y muestra una tensión de lucha de clases .existente en la mayoría de las sociedades modernas. Resulta atractivo el dispositivo escénico que presenta la puesta, con esa puerta móvil que irá tomando diferentes posiciones y ese pozo iluminado que será visitado por los protagonistas en varias oportunidades. El vestuario y el diseño lumínico son otros ítems a destacar.





Una original propuesta la de Operarius, que nos permite tener una mirada más profunda de lo habitual en temas cotidianos que solemos dejar de lado,  ayudando a reflexionar como hay oficios que requieren un gran esfuerzo físico y un trabajo duro, sin tener reconocimiento de la sociedad, ni mucho menos una buena compensación económica. La obra nos desafía a pensar en cuantos hombres trabajaron para construir aquel edificio que tanto elogiamos.  Y mucho más aún, ponernos a pensar cuantas historias se enconden detrás de las noticias que asiduamente escuchamos, de que en tal o cual obra, hubo un derrumbe que provocó la pérdida de la vida de algunos de los trabajadores, siendo este tipo de accidentes evitables, si los constructores tomaran las medidas de seguridad adecuadas.

Solo nos queda invitarlos a que conozcan la historia que Operarius nos cuenta, se van a divertir y además van a reflexionar mucho  con la temática de la pieza. Un dirección dinámica, un absurdo cruel y estupendas actuaciones confluyen para que disfrutemos de una noche de original teatro independiente, que deja mucha tela para cortar y en lo personal nos retumba en la mente, aquella pregunta de uno de los protagonistas de la obra, rompiendo la cuarta pared y mirando al público formula de manera sorpresiva. Hay algún albañil en la sala, interrogante que el mismo responde, cuando ningún espectador reacciona y riendo asevera, no, no hay ninguno y esto es lógico, si los albañiles no van al teatro. 



Pensador Teatral.



miércoles, 24 de julio de 2024

La Sesión de María

Dramaturgia de Verónica Bustos y Eduardo Fernández. Dirección de Verónica Bustos.





Miércoles 20 hs en Itaca Completo Teatral ( Humahuaca 4027 ) 

Una obra potente y comprometida con la realidad social que estamos viviendo, llega con La Sesión de María, texto escrito por Verónica Bustos y Eduardo Fernández, que presenta una historia cruda y valiente, que ficción mediante grafica lo que sucede en cualquier hospital público del Conurbano, que con recursos escasos, se las debe arreglar para atender a una gran cantidad de personas humildes y vulnerables, con turnos sobrecargados y profesionales de la salud que no ganan lo que corresponde, teniendo en cuenta la importancia y responsabilidad de su función, debiendo trabajar en jornadas más largas de lo aconsejable, para poder tener un ingreso razonable.





Y es con ese marco, que suena tan tétrico, como real, es que se apoya esta historia, que centrará las acciones en un día normal en un box de un hospital público, más precisamente en el que atiende Bernardo ( Fernando Chine ) un psiquiatra bastante temperamental, que no está atravesando un buen momento personal, en especial por los desacuerdos con su pareja. Es más la obra arrancará con él discutiendo telefónicamente con su esposa. Y en medio de ese ambiente tenso, llegará María ( Verónica Bustos ) su próxima paciente. La bienvenida que le dá el psiquiatra no es precisamente cordial, todo lo contrario, se lo nota realmente enojado, ya que la paciente volvía a la consulta después de una ausencia larga y son aviso, algo que le resulta inaceptable, teniendo en cuenta lo complicado que resulta conseguir los turnos en un hospital público y su problemática particular, no puede concebir como pudo desperdiciar la oportunidad de recibir atención psicológica, algo que tantos pacientes en su condición desearían.

María, es una persona de extracción muy humilde, que está luchando para superar la adicción a las drogas. Su vida no es para nada sencilla, a la falta de trabajo, le suma una mala relación con un marido también envuelto en adicciones, lo que genera violencia familiar. María pese a su situación crítica, trata de salir adelante, por ella y principalmente por sus dos hijos pequeños, que sufren sus constantes recaídas. Y es por ello, que con esfuerzo, puede regresar a la terapia, ya que quiere curarse y además recibir las recetas médicas que le permitan dormir por las noches.






La sesión con Bernardo no será sencilla. El psiquiatra que conoce su caso en detalle por haberla tratado mucho tiempo, se muestra muy enojado por las faltas de María y no muestra empatía con ella. Por el contrario, parece que disfrutara esa sensación de superioridad que le otorga el guardapolvo para maltratar y verduguear a su paciente, que hizo un sacrifico grande para estar allí.  La tensa sesión, será interrumpida en un par de oportunidades, por la aparición en el consultorio de Pedro, un enfermero que anteriormente fue paciente de Bernardo, por un tema de adicciones, de la que se dice recuperado, aunque no se lo ve muy saludable.

La relación de Pedro con los otros personajes es interesante. El psiquiatra, ahora es su jefe y no lo trata  bien. Además hay un reclamo de Pedro, por un tratamiento que le dió Bernardo, que no salió como se pensaba, pero no ahondaremos sobre eso, para no spoilear. Y por otro lado, siente un cariño especial con María, a quien conoce del barrio y por haber compartido la sala de espera de aquel hospital, en sus tiempos de paciente. Al verla de nuevo en el consultorio, muchos sentimientos se movilizan en su interior, aunque no sabe bien de que manera actuar.





La obra tiene una buena cuota de suspenso, por eso no queremos adelantar mucho más. Solo decir, que seremos testigos de una sesión muy fuerte, con un profesional de la salud que no se muestra del todo equilibrado y parece superado por la situación, mostrando su agotamiento mental por no poder encarrilar a aquella mujer y por tantos pacientes con problemáticas que atiende a diario. En la charla surgirán temas relacionados con los conflictos familiares, con la crianza de los chicos, la marginalidad que se respira en los barrios humildes y hasta hablarán de religión. Pero no vamos a contar más y los dejamos que se sorprendan al ver la obra, tal como hicimos nosotros.

Momento de hablar de las magníficas actuaciones que tiene la obra. Arranquemos por Fernando Chine, a cargo de un psiquiatra, que se muestra irascible y sin paciencia para cumplir su función, mostrando fatiga mental, stress y una insatisfacción con la vida en general, que hace que por momentos pierda el control y en vez de tratar de ayudar a sus pacientes, entendiendo su situación, la ira surge y los maltrata. Una interpretación potente y muy creíble, mostrando como muchas veces los encargados de velar por la salud mental de los otros, no tiene orden la suya. Gran personaje el de Fernando.

Verónica Bustos, es la gran protagonista de la obra, ya que además de ser la dramaturga y directora de la misma, lleva adelante el personaje de María. Debe tratar de superar sus adicciones, para poder criar a sus hijos de una manera decorosa yal menos poder satisfacer sus demandas mínimas. Es excelente su composición, ya que corporiza a un mujer de un extracto bien bajo, que con dignidad busca superar el infierno que es su vida. Una interpretación que denota mucho realismo y sensibilidad. Nos encantó el trabajo de María y en ella vemos a tantas Marías que en Argentina, son seres vulnerables que deben sobrevivir en un entorno de absoluta marginalidad, ante la indiferencia del estado.







Y el trio actoral se completa con Julio Pallero, un actor de gran experiencia en el teatro independiente, al que elogiamos en varias oportunidades en este sitio. Aquí vuelve a mostrar su versatilidad y oficio, para dar vida a un enfermero al que se lo nota con algunas secuelas físicas, sin quedar claro si esto es consecuencia de sus años de adicción o una mala praxis reciente. Muy buen trabajo de Julio, con un personaje que es ejemplo de la precarización laboral que sufren los eslabones más bajos de los trabajadores de salud, porque si los médicos ganan mal, pueden imaginarse la situación de los enfermeros, camilleros, personal de limpieza y otros integrantes del ecosistema del servicio de salud.

La puesta es despojada, hay un diseño escenográfico austero, siendo suficientes un par de sillas y una mesita, donde el psiquiatra tiene apoyada una pava eléctrica y un teléfono, reproduciendo con fidelidad las precarias instalaciones que tienen la gran mayoría de las instituciones públicas de salud. Para destacar el diseño lumínico de Marco Pastorino que colabora con el clima íntimo que tiene una puesta, donde los trabajos actorales y la oralidad, son los que tienen preponderancia.





Valoramos mucho la propuesta de La Sesión de María, ya que introduce en el teatro independiente una temática fuerte y evitada por la mayoría de los autores, que muchas veces prefieren elegir temas más simpáticos para sus obras. Aquí la dramaturgia muestra su valentía y compromiso, para poner sobre el tapete los problemas que atraviesa nuestro sistema de salud, que con recursos escasos busca dar respuesta a una cantidad creciente de pacientes, que viven en situaciones donde la degradación social es alarmante. Pero además de ello, pone el foco en el desempeño de los profesionales de la salud, que a diario luchan con las carencias de un sistema desbordado y que muchas veces afectados por las situaciones que viven a diario, en vez de contener a los pacientes como sería esperable, aprovechando una situación de poder y asimetría, los maltratan y los usan como instrumentos de catarsis propia.

Por todo lo mencionado, dejamos nuestra recomendación para que vean La Sesión de María, una ficción muy fuerte que elige no esconder la basura bajo la alfombra, sino dar visibilidad al tema de la salud mental y a situaciones que ocurren a diario en las instituciones públicas de salud, que como son usadas por las personas más humildes, pueden resultarnos algo lejanas y por ello no le damos la importancia debida. Sin dudas, estamos en presencia de una muy buena propuesta del teatro independiente, que nos invita a reflexionar y al mismo tiempo nos permite disfrutar de las magníficas actuaciones del elenco reunido, que con compromiso y sin golpes bajos logra transmitir una problemática de acuciante vigencia.


Pensador Teatral.



domingo, 21 de julio de 2024

La Vaca Atada

Dramaturgia y Dirección de Helena Tritek.





Domingos 18 hs en El Portón de Sánchez ( Sánchez de Bustamante 1034 )

La fina dramaturgia de Helena Tritek, nos invita a viajar hacia la Argentina de 1920, tiempos en que el país era el granero del mundo y avanzaba a paso firme para convertirse en una potencia mundial. Y en ese marco el texto, en tono de comedia, pondrá la lupa en una familia aristocrática y terrateniente de aquellos años, con linaje y con una riqueza tan grande, que de manera coloquial, podemos decir que tienen la vaca atada, teniendo asegurado no solo su futuro, sino el de varias generaciones venideras.







Y la autora de manera muy inteligente decide jugar con la parodia y dejar al descubierto las enormes diferencias de clase que existían de manera muy marcada en aquellos años, dejando esto en evidencia al mostrar el comportamiento del personal doméstico que tenían aquellas familias que formaban parte de la oligarquía de nuestro país. Poder trabajar al servicio de alguna de esas familias, se sentía como un verdadero privilegio. Por ello, debían mostrar una obediencia absoluta con los patrones. La discreción era una condición obligada, al igual que el respeto por el estricto cumplimiento de los protocolos.

En el arranque de la obra, precisamente veremos eso, como los mayordomos y las mucamas se desvivirán para cumplir las tareas que tienen asignadas, sin cuestionar nada. Por el contrario, se muestran orgullosos de ser los elegidos por los patrones y es por esto que actuarán casi con devoción, queriendo mostrar agradecimiento en cada uno de sus actos. La dramaturgia adrede exagera algunos comportamientos, pero deja claro, que en aquellos tiempos las relaciones entre patrones y empleados, eran muy diferentes a las actuales y tenían un respeto casi reverencial.

Para acentuar este comportamiento cuasi reverencial del personal doméstico, la trama señala que en aquellos años, las familias aristocráticas argentinas viajaban a Europa donde pasaban varios meses. Y en la obra que nos convoca la familia Anchorena Alvear viajará a París en el lujoso trasatlántico, el Comte de Biancamano. Pero no irán solos, llevarán con ellos al mayordomo, a una mucama y a un peón que irá en la bodega con una vaca y algunas gallinas, para asegurarse de tener leche fresca y huevos durante el viaje.






La primer parte de la obra, mostrarán los frenéticos preparativos del personal doméstico, que deberán llenar varios baúles con la ropa y preparar las joyas que los patrones necesitarán para la travesía. Trabajarán sin parar y tendrán un gran incentivo para hacerlo, ser elegidos por la familia para formar parte del viaje. Sin dudas un sueño que alguien de condición humilde con ellos pudiera conocer Paris. No hay dudas que el destino los tocó con la varita mágica y les dió la dicha de conseguir trabajo con una de las familias mas importantes del país, un verdadero privilegio.

Y la segunda parte de la pieza, se dará en el interior del barco, allí el personal de servicio asistirá a los patrones y a su hija que deberán alistarse para las diferentes galas. Se darán situaciones hilarantes y por demás divertidas y también seremos testigos de los proyectos de aquella familia adinerada, que representa a la oligarquía argentina y al campo, buscando abrir mercados en el mundo para exportar los alimentos de un país, que en esos tiempos se decía era el granero del mundo. Los discursos faraónicos y grandilocuentes que oíremos nos resultarán fatalmente familiares. Y por último contarles, que en aquel barco viajará un cantante argentino famoso. Se imaginan quien  ??? Si, el gran Carlos Gardel. Y hasta allí vamos a contarles, para saber que sucedió en aquel barco deberán ver la obra.






Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, un punto muy alto de La Vaca Atada. Y en un elenco muy parejo por los buenos trabajos, vamos a destacar en primer lugar la composición de Milagros Almeida como Josefa, una mucama abnegada y orgullosa de su trabajo. En la primera parte de la obra, le marcará las puntos a una compañera nueva, que no es muy apegada a las reglas y en la segunda parte, se emocionará por su primer viaje a París y se esforzará el doble para asistir eficientemente a sus patrones, con momentos desopilantes que no queremos adelantar. Milagros es una actriz super talentosa, a la que elogiamos muchas veces en este sitio. Con la presencia escénica y el carisma que la caracteriza, muestra aquí su veta cómica y además disfrutamos de su hermosa voz, ya que cantará algunas estrofas de un tango del Zorzal Criollo. Siempre un placer ver a Milagros en escena.

Continuamos con Miguel Ale Granado como Hilario, el mayordomo de la familia. Es el más antiguo del personal de servicio y en encargado de que ninguno de los empleados rompa las normas de la casa. Con una elegancia inmaculada y un respeto absoluto por la etiqueta, es el preferido de la patrona y será la segunda vez que viaja a Paris acompañando a la familia. Muy bueno lo de Miguel. Y sigamos con Julieta Raponi, como la niña María Luisa Anchorena. Educada con los mejores profesores, ya habla varios idiomas. Pese a su posición social, le encanta ir a jugar con las empleadas de la casa y pedir que la dejan hacer alguna tarea hogareña. Deliciosa la actuación de Julieta, que le aporta frescura a la trama, con la inocencia que tienen los chicos de la edad de su personaje.






Y para el final dejamos a los aristócratas de la obra, nos referimos a Fito Yanelli y Silvina Quintanilla, o si lo prefieren nos referimos a Salvador Anchorena Paz y María de las Mercedes Alvear Roca. Vaya apellidos introduce la autora a la obra, los Alvear, los Roca, los Paz y los Anchorena, todos apellidos destacados en la historia argentina, que dieron lugar a descendientes con tierras y muy buena posición económica. Destacar de Fito, la presencia escénica y ese aire señorial que encaja perfectamente con el personaje que debe representar, que no será el único que tendrá en la obra. Y Silvina destaca de igual modo, con glamour y buscando honrar los apellidos que porta y este tampoco será su único personaje. Muy buena la dupla que forman ambos en ese final, siendo una muy buena muestra de como muchas veces se manejan las personas de la alta sociedad.

La puesta es despojada desde lo escenográfico y bella desde lo estético, privilegiando los trabajos actorales y algunos objetos que aparecerán en la trama. La belleza de la que hablamos, con algún tinte cinéfilo, puede apreciarse por ejemplo en esa larga primera escena, donde los mayordomos planchan sus camisas y preparan de manera meticulosa su vestuario con una acertada música de fondo. Precisamente el vestuario que presenta la obra es un ítem a destacar, ya que contribuye mucho a las caracterizaciones de los personajes. 





Nos gustó mucho La Vaca Atada, una propuesta que desde el humor y la parodia, además de entretenernos, nos invitará a reflexionar sobre las diferencias de clases y las diferentes jerarquías que se establecen en las sociedades, donde quien está abajo en esa escala, sabe que tiene que obedecer y servir al patrón sin condiciones. El contexto que plantea la obra, pertenece a la década del 20 y si bien ahora se pueden observar diferencias y hubo muchos conquistas laborales, hay algunos comportamientos de sumisión que se mantienen. Y también queda claro, que aquel que tiene el poder y el dinero, se siente dueño de la verdad y con más derechos que el resto, usufructuando pertenecer a una casta, palabrita que está muy de moda en estos tiempos.

Y más allá de todo el tema de las diferencias sociales, la obra plantea con potencia las contradicciones de Argentina como país. Donde hace un siglo, éramos una tierra de oportunidades que recibe corrientes migratorias y hacia méritos para constituirse en una potencia mundial, algo que contrasta dramáticamente con este presente, donde somos un país del tercer mundo, en permanente crisis y con niveles de pobreza récord. Las posibilidades siguen estando, pero por motivos misteriosos o no tanto, el país nunca pudo despegar o si lo hizo alguna vez, poco duró ese vuelo antes de caer en picada. Por todo lo dicho recomendamos mucho La Vaca Atada, una original comedia, que además de entretener, nos invita a reflexionar sobre aquellos sueños de grandeza del pasado, que quedaron tan lejos de este presente que deja mucho que desear, pero que mantiene la esperanza.



Pensador Teatral.






viernes, 19 de julio de 2024

Aquella Máquina de Coser

Dramaturgia de Mirta Mato. Dirección de Ana María Bovo.





Viernes 20 hs en Centro Cultural de la Cooperación ( Av. Corrientes 1543 )

Una entrañable propuesta que nos habla de la importancia de nuestros orígenes y la preservación de nuestra identidad, es la carta de presentación de Aquella Máquina de Coser ... Por El Mundo Adelante este bello texto escrito por Mirta Marto, que además la tiene como protagonista exclusiva en el escenario, estando al frente de este unipersonal, en el que abrirá su corazón y su memoria, para montar esta obra autobiográfica, que es nada menos, que la historia de su vida y sus orígenes.





En un escenario lleno de cajas y trastos, la protagonista intentará armará el rompecabezas de su familia, contando la historia de dos inmigrantes gallegos, que por diferentes circunstancias decidieron dejar sus aldeas y viajar hacía Argentina, en búsqueda de un futuro mejor, como lo hicieron tantos otros, en aquellos años. Esos dos inmigrantes eran Filomena y José, que llegaron a Buenos Aires, cada uno por su lado y sin conocerse. El destino quiso que esta ciudad al otro lado del océano, sea el lugar indicado para que dos paisanos gallegos se conocieran,  se enamoren y formen un familia con descendencia de dos hijas mujeres, una de ellas Mirta- Si la misma que unos cuantos años después, está ahora frente a nosotros en el escenario de la Sala González Tuñón del Centro de la Cooperación.

Y el texto nos invitará a viajar en el tiempo hacia la Galicia de la década del 30, tiempos convulsionados en España por una Guerra Civil sangrienta que dividía el país y a su gente. Filomena estaba en vilo porque su hermana Julio tuvo que ir al frente y tuvo mucho miedo de no volver a verlo. Pero un día su hermano volvió y envuelto en su chaqueta, le trajo la cabeza de una moderna máquina de coser de origen alemán que rescató de alguna de las tantas casas abandonadas por motivo de la guerra. Filomena feliz con la vuelta de su hermano, le dió un valor simbólico a ese obsequio u empezó a ganarse la vida como costurera, siendo la mejor de su aldea.

José tampoco la tenía fácil y en el marco de la que guerra que atravesaba España, fue testigo de como unos soldados subieron a un camión, al profesor de su escuela, al que tanto estimaba. Su único pecado había sido pertenecer al bando contrario.  Ese hecho tuvo un efecto muy fuerte en su cabeza, y fue así que José decidió cruzar el océano y viajar a Buenos Aires. Lo mismo hizo Filomena, que decidió también dejar su tierra, trayendo consigo, aquella preciada máquina de coser. Ambos dejaban atrás una Galicia que sufría las consecuencias de una guerra dolorosa y decidían probar suerte en un país que en esos momentos era una verdadera tierra de oportunidades, a la que llegaban corrientes migratorias de toda Europa.





Y el país además de cobijarlos a ambos los unió y les permitió fundar una familia, una nueva , bien lejos de la suya propia. Filomena se ganaba la vida como costurera y José luego de diversos trabajos, encontró su lugar como mozo del Café Iberia, bien cerquita del Teatro Avenida, que recibía a las figuras emblemáticas de aquellos tiempos. Y aquí,  ambos fueron testigos, del andar de Argentina, viviendo los  hechos que marcaron a fuego al país, como la muerte de Evita, la llegada de la feroz dictadura en los 70 y con ella las desapariciones, las muertes y esa sensación de miedo, que habían vivido en su patria antes de venir.

Los tiempos habían cambiado, ahora en Europa vivían el paz,  con democracias florecientes y economías que progresaban. Mientras que aquí se respiraba un aire de violencia y muertes. Ahora eran Filomena y José los que le pedían a sus hijas que se cuidaran. Y hasta allí vamos a contar, a lo largo del relato aparecerán recuerdos vívidos, cartas que tienen mucho que contar y hasta cassettes que permitían la comunicación con los que quedaron en Galicia. Los recuerdos y las emociones se fundirán en el escenario, gracias a la potente narrativa de Mirta, que atrapa a un público entusiasta, que la sigue sin perder detalle.






Nos encantó la interpretación de Mirta, que maneja en gran forma los tiempos del relato, logrando transmitir con bonhomía y sin golpes bajos, historias de vida sufridas, exilios dolorosos, añoranzas de seres queridos y tierras amadas que debieron dejarse atrás. Su narración esta llena de detalles y poesía, logrando que el público se transporte a Galicia viajando en sus recuerdos.  Su composición es sensible y amorosa, generando la empatía en un platea que reconoce sus palabras y remembranzas.

El relato de Mirta cobra aún más valor, ya que en realidad lo que está contando, es la historia de su propia vida, sus recuerdos de aquellas tardes en el café Iberia en la que se sentía una niña privilegiada, recibiendo la atención de todos los mozos. o aquel recuerdo de cuando con su primer sueldo, pudo invitar a cenar a su padre. El acompañamiento de la luchas de las Madres de Plaza de Mayo y más que cono queremos adelantar. Mirta abre su corazón y su intimidad, en un monólogo que se disfruta mucho.

La dirección de Ana María Bovo logra darle un ambiente íntimo a la puesta de la obra y genera una atmósfera de cercanía con el público, bien acorde con el tono del relato. Mencionamos el buen uso del espacio escénico de Carolina Rivero, con esa cajas desperdigadas por el escenario. Otro ítem que destacamos es el diseño de iluminación  de Horacio Novelle, que juega con la penumbra de la protagonista.






Y hasta aquí vamos a contar, nos gustó mucho la propuesta de Aquella Máquina de Coser, que de la mano de un relato familiar entrañable, cuenta una historia de inmigración y exilio, que podría ser la de muchos de los lectores y la enmarca en el contexto que recorre los acontecimientos históricos, mostrando los horrores de la Guerra Civil Española y años después la sombría llegada de la dictadura a nuestro país, logrando un paralelismo inquietante.

La obra en lo personal me movilizó en gran forma, ya que mi madre que se llamaba Graciela y era de origen gallego, siempre mostró orgullo por su tierra  y en varios momentos de la trama, cuando la protagonista compartía sus vivencias y memorias, logré transportarme con la mente a Cambados, la ciudad en la que nacieron mis abuelos y los imaginaba a ellos en el escenario y cuando algo tan fuerte ocurre, es porque el teatro cumple su cometido. Por todo lo comentado, los invitamos a que vean Aquella Máquina de Coser, una hermosa pieza, que nos habla de la importancia de nuestros orígenes y de la preservación de la identidad, de la mano de un texto entrañable y una composición deliciosa de la protagonista, que abre su corazón para que disfrutemos de una noche donde las emociones despliegan sus hilos.



Pensador Teatral.