domingo, 8 de septiembre de 2024

Un Domingo

Dirección de Florent Bergal.





Domingos 19 hs en Caras y Caretas 2037 ( Sarmiento 2037 ) 

Una original propuesta que combina las artes circenses con el teatro se presenta en Caras y Caretas, luego de más de seis temporadas a sala llena en el Galpón de Guevara. La obra fue estrenada en 2018 en el marco del 6to Festival Internacional de Circo Independiente, con un elenco seleccionado de Proyecto Mirga. que a estas alturas ya se ha convertido en un referente en el circo contemporáneo en Argentina y América Latina.







La obra es realmente desopilante por donde se la mire y el argumento es escueto, casi una excusa. En una tarde de Domingo, un joven va de visita a la casa de su novia para conocer a su familia. Pero desde el arranque notaremos que nada en aquella casa es normal. Ni los muebles, ni la vajilla, ni las luces y mucho menos las personas que viven en aquel hogar de aspecto aristocrático venido a menos, que seguramente tuvo mejores épocas y ahora se nota en decadencia.

La oralidad será poca y el ritmo de la trama estará dada por las destrezas circenses del elenco reunido, en un obra donde el teatro físico es el que marca el norte. Seremos testigos de situaciones desopilantes, que se apoyan en el humor, el grotesco y las competencias de un elenco que no le tiene miedo al ridículo, por lo que disfrutaremos de actos de acrobacia, malabares, clown{lanzamiento de objetos y otra s acciones que se presentarán en el desarrollo de una trama feroz y exagerada.





De más está decir que la extravagancia de todos los personajes en escena, serán el sello distintivo de la propuesta. Tendremos un padre sencillamente chiflado e impune, que tratará de imponer su ley en un hogar donde reina el caos y donde nadie parece soportarlo y el deseo de su muerte está latente en el aire. El recién llegado buscará soportar estoicamente las locuras de los integrantes de aquella casa, pero tampoco lo notamos demasiado cuerdo, por lo que parece encajar bastante bien en aquella familia tan disfuncional

Las actuaciones que presenta la obra son realmente destacadas. Quien sobresale de manera clara es Gabriel Tato Villanueva, como Franco, un padre de familia inclasificable e incorregible, que da gala de un histrionismo sin límites, que disfruta del absurdo. Gabriel es quien se lleva las mayores ovaciones de la noche, gracias a un personaje delirante como pocas veces hemos visto y que disfruta rompiendo todas las convenciones.






El elenco lo completan Sofía Galliano, Gabi Parigi, Juan Carlos Fernández, Tomás Soko y Florencia Valeri. Todos ellos tendrán tiempo de demostrar sus destrezas circenses, insertas en medio de una dramaturgia muy loca. El argumento queda en segundo plano para disfrutar los pasos que el elenco tiene para mostrar. Acrobacias, malabares, clown y un humor absurdo, llegarán de la mano de un elenco talentoso, que disfruta del verdadero grotesco en que se transforma la escena.

La puesta es muy dinámica y la acción es continua. El espectador por momentos se desconcierta ante la exageración de algunas acciones, pero con el correr de los minutos, sabrá que lo mejor es relajarse y sorprenderse. Ítems a destacar, el vestuario de Celina Santana, que colabora en gran forma con la caracterización de los personajes y el diseño lumínico de un experto como Ricardo Sica, que juega muy bien los momentos de luz y penumbra.








Sin dudas, estamos en presencia de una obra no convencional, en la que el teatro es intervenido por el lenguaje circense, llevando las riendas de un espectáculo donde el humor y el grotesco se imponen, gracias a un elenco talentoso, que dejará al descubierto la inestabilidad de los vínculos de una familia que en lo personal nos hace acordar un poco a los Locos Adams, por la locura de los personajes y por ese color negro, que está muy presente en los vestuarios de los protagonistas y en parte de la escenografía

Un Domingo, es una obra creada por el bailarín y artista circense francés Florent Bergal, que se nutre de talentos argentinos para salir a escena, dando lugar a una disciplina como la del circo, muchas veces postergada en nuestras artes. Es por ello que celebramos que este tipo de propuestas tengan su espacio y más si llega de la mano de un grupo virtuoso de artistas, que decide romper la rutina de los domingos, para ofrecernos una propuesta delirante, donde los códigos del circo y del teatro se funden, para que disfrutemos de una función despampanante, en la que todo puede suceder.


Pensador Teatral.





sábado, 7 de septiembre de 2024

Lo que el Río Hace.

Dramaturgia y Dirección de María Marull y Paula Marull.





Miércoles a Sábados en Teatro Astros ( Av. Corrientes 746 )

La talentosa y sensible dramaturgia de las mellizas Marull, aparece con una fuerza arrolladora en Lo que el Río Hace, está mágica obra que nació en 2020, por encargo del teatro San Martín que les pidió escribieran una pieza de autoría conjunta. El estreno llegó en modo audiovisual al año siguiente y en el 2022 explotó en la Sala Cunil Cabanellas del San Martín, convirtiéndose pocos meses, en un verdadero suceso teatral, algo que se acentuó al año siguiente, con presentaciones donde las localidades se agotaban a los pocos minutos, de puestas en venta.





La obra además de ser un suceso de público, recibió todos los premios nacionales posibles de la actividad teatral, siendo galardonada como la Mejor Obra por los Premios ACE, donde tuvo nada menos que 11 nominaciones, ganando el Trinidad Guevara y el María Guerrero por nombrar solo los más importantes de la escena local. Pero la pieza además obtuvo reconocimientos en el exterior, como por ejemplo el que otorga la Academia de las Artes Escénicas de España que la galardonó con el premio al Mejor Espectáculo Latinoamericano de Artes Escénicas.

Este año la obra, pegó el gran salto dejando el circuito oficial y llegando al circuito comercial de la Calle Corrientes, siendo el Teatro Astros el hogar que lo alberga y donde está agotando las 500 localidades que tiene la sala, en cada una de sus funciones, algo que ni las obras comerciales más importantes consiguen en estos tiempos. Sin dudas, las hermanas Marull que ya tienen una dilatada trayectoria como fieles y sensibles exponentes del teatro independiente, consiguieron con Lo que el Río Hace, un fenómeno teatral, donde el boca a boca es clave, que aún hoy resulta difícil de dimensionar.

Por motivos diversos y fortuitos, en lo personal habíamos postergado el ver la obra y sentíamos que ya era hora. Era como esos vinos de enorme calidad que uno tiene reservado en la cava y que por algún motivo no queremos abrir. Pero el momento había llegado y con semejante carta de presentación y antecedentes, la vara estaba altísima. Nos daba algo de temor, ver la obra y que las expectativas tan altas que teníamos no se cumplieran. Bueno, vamos a quitarle suspenso al tema. La obra es una joya, una piedra preciosa bella y delicada, que nos enamoró desde la primera siendo escena y sabiendo ahora que será muy difícil que en lo que resta del año, podamos ver una obra que la supere en calidad.





Y más nos enamoramos de Lo que el Rïo Hace, cuando nos enteramos que la pieza que es la primera que escriben juntas las talentosas Marull, se desarrolla en Esquina, Corrientes y tienen mucho de autobiográfica, ya que basa en hechos reales, teniendo en cuenta que el padre de las mellizas, cuando se separó de su madre, se fue a vivir a aquella localidad correntina, por lo que las hermanas visitaron y aún visitan Esquina, que sin dudas tiene un lugar importante reservado en sus corazones y sus recuerdos. Obviamente la obra, tiene un componente importante de ficción, pero el anclaje que tiene con la vida real de las autoras es movilizante y en nuestra opinión le agrega aún mucho más valor a todo el fenómeno que mencionamos.

No vamos a contar demasiado del argumento, ya que la obra hay que verla o verla. Solo vamos a decir que la obra nos contará la historia de Amelia, personaje que interpretan María y Paula de manera simultánea, sacándole el máximo provecho a su increíble parecido físico, logrando una dinámica en el relato y una magia, que solo puede darse al ser gemelas. Volviendo a Amelia, digamos que es una escritora que vive en la ciudad a mil por hora,  desbordada y tapada de obligaciones, no pudiendo resolver la multiplicidad de demandas que tiene como madre, esposa y profesional.







La muerte de su padre, la obligará a viajar a su Corrientes natal, para resolver un tema de papeles con un terrero que recibió de herencia. El viaje debe ser relámpago, al otro día a más tardar debe estar de vuelta en la ciudad. El deber y las obligaciones la llaman. Pero las cosas muchas veces no salen como uno piensa en un principio, a veces surgen complicaciones, demoras y el diablo mete la cola. Para colmo, el fin de semana en que viajo Amelia, se está celebrando en Esquina, la Fiesta Nacional del Pacú, que paraliza a la provincia. Pasado y presente se van a unir, para que se encadenen una serie de sucesos y el viaje relámpago, se terminará transformando en una tormenta de emociones, que cambiará todo. Pero vamos a cumplir con nuestra promesa y hasta allí contaremos, el resto lo descubrirán cuando vean la obra. 

Si,  vamos a decir que la obra tiene el ADN de las Marull, que describe con maestría el transcurrir de la vida en los pueblitos de nuestro interior, donde todos se conocen y nada pasa desapercibido a la mirada ajena. Aparecerán esos personajes entrañables que todos los pueblos tienen, la cultura del lugar, las leyendas,  las fiestas populares, la poesía y en este caso el río como figura aglutinante y todopoderosa de la grandeza de la naturaleza, con su belleza, fuerza y enorme magnetismo, que nos invita a sumergirnos en sus aguas cargadas de sabiduría y recuerdos.





Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, donde si quedamos gratamente sorprendidos, ya que esperábamos que las gemelas serían dueños de todos los elogios, sin embargo son los personajes del elenco, los que le otorgan un particular encanto a la historia, ya que le otorgan el aire pueblerino que es el secreto de su éxito. María y Paula, son las que llevan adelante el personaje de Amelia, la gran protagonista de la historia, intercambiando entre ellas el personaje en varias oportunidades, siendo absolutamente imposible, al menos para quien escribe estas líneas, poder distinguirlas. Lo que si distinguimos, es ese hermosa cadencia que tienen ambas y el placer de verlas en escena, disfrutando mucho sus trabajos individuales y potenciando cuando ambas están juntas en la historia, algo que ocurre en momentos puntuales y cruciales de la historia, que se disfrutan mucho.

Es magnífica la actuación de Mariano Saborido como Juano, trabajador multitareas del hotel,  componiendo un personaje querible y muy divertido que será clave en la historia, ya que será quien insistirá a Amelia para que se quede a participar de la noche en la desfilan las Reinas del Pacú y será además quien la acompañará luego en la aventura de pesca al río. Muy festejado por el público su personaje. es a nuestro entender la gran revelación de la obra. Y si tenemos que hablar de trabajos destacados, enseguida mencionar a Willy Prociuck, como Antonio, el único escribano de la ciudad, que tendrá a cargo estudiar los papeles que le trajo Amelia, que movilizará muchos recuerdos, ya que cuando eran jóvenes tuvieron algún amorío. A Willy lo vimos ya en anteriores obras de las Marull y es un actor muy versátil, aquí muestra sus enormes condiciones para la comedia, para dar vida a un personaje muy divertido. Gran trabajo.







Y en el mismo nivel de destaque, tenemos que nombrar a Mónica Raiola como Dora, la propietaria del hotel, que alojará a Amelia en la habitación 1, con todos los recuerdos a cuestas y a Débora Zanolli como Nancy, la esposa de Antonio, que divide su tiempo, recibiendo a los clientes de la escribanía y cuidando a sus hijos pequeños. Ambas protagonizan momentos muy graciosos y festejados por el público. Salvo en el caso de de Amelia, que tiene un tono aporteñado, el resto de los personajes tiene un hermoso acento litoraleño muy logrado, que se disfruta y suma mucho a la caracterización de los personajes.

Y más allá de las estupendas actuaciones que presenta la historia, hay detrás un puesta muy bella que también aporta lo suyo. La música original de la obra es nada menos que de Antonio Tarragó Ros. Destacan el diseño escenográfico de Gonzalo Córdoba Estévez, que con paneles móviles resuelve la cuestión, con funcionalidad y dinámica. Otro ítem a resaltar es el diseño de vestuario de Jam Monti y el lumínico de Adrián Grimozzi. Cada ítem de la puesta, aporta lo suyo, para un conjunto bello y armónico ,a tono con el relato.





Y hasta allí vamos a contar, Lo que el Río Hace, transita su tercera temporada de suceso en cartel y a este ritmo, tenemos la certeza que tiene mucho hilo en el carretel y se seguirá ganando espacio, como una de esas obra que dejan huella en nuestro teatro, acumulando temporadas en cartel, con público nuevo que la descubre. Lo valioso es que en este caso, las Marull lo consiguen con una historia bien autóctona, que abreva en nuestro profundo y rico interior. Una historia, que nos hará reír, emocionar y también nos hará reflexionar, acerca del paso del tiempo y como aprovechamos el mismo. Pudiendo darnos cuenta, como muchas veces estamos desbordados y ocupados en obligaciones que nos requieren dedicación exclusiva, dejando de lado las cuestiones que realmente importan en la vida y que hacen a nuestra esencia,

La obra es una belleza absoluta, poesía en estado puro, que nos conecta con nuestro interior y con la inagotable riqueza de la naturaleza. Esta conexión se consigue gracias a una dramaturgia conjunta y brillante de las mellizas Marull, una puesta de ellas mismas que desborda de imágenes y poesía, sumados a entrañables personajes que nacen de la mano de un elenco exquisito, Todo ello se une, para que podamos disfrutar de una obra que resulta un caricia al alma y un oasis para que miremos a nuestro interior, dejemos de lado nuestras obligaciones y permitiendo que nuestro corazón ponga al descubierto las cosas valiosas que la vida nos regala a diario y que muchas veces no queremos ver,


Pensador Teatral.



martes, 3 de septiembre de 2024

Para Partir

Dramaturgia y Dirección de Ignacio Sánchez Mestre.





Martes 20 hs en Teatro Astros ( Av. Corrientes 946 ) 

Regresa a la cartelera porteña, el exitoso texto del joven dramaturgo sanjuanino Ignacio Sánchez Mestre, conocido por muchos teatreros, por ser autor de La Salvia, obra interpretada por la gran Mirta Busnelli, que fue un gran suceso de público y crítica. En el 2019, Ignacio estrenó Para Partir en el circuito oficial y ahora cinco años después la pieza vuelve a la calle Corrientes y a un teatro como el Teatro Astros.






No es sencillo catalogar a esta obra que tiene a la muerte en primer plano, pero que resulta una comedia muy divertida y por momentos desopilante. La obra nos habla de una despedida, de un gran velorio en el que confluyen los familiares de Roberto ( Luciano Suardi ), que para agregar volumen a la  dramaturgia, no murió de causa natural o por alguna enfermedad, sino que se suicidó. Y lo más significativo de esta original y lucida ficción, resulta que el propio muerto, es quien organiza esta despedida. Magia de teatro mediante, nosotros podremos verlo en escena, caminando, gesticulando y siendo un verdadero maestro de ceremonias de su despedida. Obviamente sus familiares, no contarán con ese extraño privilegio de verlo.

La reunión sucede en una casa de playa, que era donde Roberto pasaba solo sus últimos años, viviendo una vida relajada y lejos de las preocupaciones mundanas, algo que de inmediato suena contradictorio con su trágico final. Hasta aquel pueblito costero llegarán  con sus cenizas, para arrojarlas en la playa y para cumplir su último deseo, su ex esposa Elena ( Mara Bestelli ), acompañada de Renata ( Daniela Korovsky ) y Romina ( María Pilar Mestre), hijas de un matrimonio que se diluyó ya hace varios años. Pronto las tres descubrirán que aquella playa donde vívía Roberto era nudista y se van a entretener un rato mirando a quienes transitan por arena.

Pero esa no será la única sorpresa que el fallecido les había preparado. Pronto llegará Ramiro ( Andy Pruss ), el hijo de Roberto de un nuevo matrimonio, que será muy bien recibido por sus hermanastras, pero no así por Elena, que no está muy contenta de conocerlo y menos en las circunstancias de aquel encuentro. Mucho menos será cordial su recibimiento para con Adriana ( Mónica Raiola ) la hermana de Roberto, con la que nunca tuvo una buena relación y es otra de las que llegarán a esa casa en la playa, visiblemente afectada por la noticia.






Pero cuando parecían estar todos los integrantes del círculo familiar de Roberto, llegará Lisa ( Sofía Saborido ) una joven adolescente que había conocido al occiso la semana pasada y que volvía para reencontrase con él, sin imaginar para nada su final. Ni hablar de la mirada inquisidora y acusadora de Elena, con esa chica que parece caída de una palmera. Por suerte para ella, el resto la recibiría de mejor manera, dándole contención y tratando de integrarla a la ceremonia programada.

La trama es muy divertida y recreando lo que sucede en los velorios tradicionales, luego de un arranque muy serio, bebida mediante, las lenguas se irán aflojando, aflorando anécdotas vívidas con el fallecido, confesiones disputas que no se resolvieron en vida y mucho menos podrán resolverse ahora, momentos de distensión, otros dramáticos y así irá transcurriendo la jornada.

La gran diferencia con un velorio tradicional, es que aquí los deudos no asisten a una casa funeraria, a contemplar un féretro. Aquí la convocatoria es a una playa nudista, no hay cajón y lo más fantástico de todo, como anunciamos en un principio, es que el muerte deambulará por escena entre sus familiares, para no perder detalle de todo lo que dicen de él. Y hasta allí vamos a contar, porque no queremos seguir spoileando, solo vamos a recomendar a los espectadores que permanezcan muy atentos, porque en la parte final de la obra, el muerto tomará un protagonismo aún mayor llegando la trama a su clímax, pero hasta ahí contamos.






Momento de hablar de las muy buenas interpretaciones que tiene la obra. Son siete los actores en escena y gracias a la dinámica de la dramaturgia, todos encuentran terreno para desarrollar sus respectivos personajes y lograr momentos de gran lucimiento. Y como siempre decimos cada espectador, va a elegir sus personaje favorito. En nuestro caso, vamos a mencionar en primer lugar a Mara Bestelli, que la rompe como Elena. Implacable su personaje, manipuladora y explosiva, no tendrá empacho en ser sincera, no teniendo el mejor recuerdo de su ex, sacando a relucir su relación posesiva con sus hijas y su enemistad con Adriana. Fenomenal la composición de Mara, mostrando su histrionismo y sus recursos actorales, para deleitar al público y redondear una gran actuación.

En un nivel muy similar está Mónica Raiola como Adriana, verborrágica a más no poder, parece ser la más dolida por la partida de Roberto. Deberá soportar los permanentes embates de Elena, pero tendrá tiempo de demostrar que sabe como defenderse y lanzará filosos contragolpes.. Desopilante composición la de Mónica, el personaje que más risas saca a la platea. Son muy buenos también, los trabajos de Daniela Korovsky y María Pilar Mestre, la primera Renata, la hija consentida y bella, en contra cara con Marina, que siempre se sintió más rara y tomada en un segundo plano, prueba de ello, es que en aquella casa, no hay un retrato suyo y si él de su hermana. Nos gustaron mucho ambos trabajos.







Para el final, nos queda mencionar a Sofía Saborido como Lisa, que con menos minutos en escena, logra destacarse, aportando mucha frescura a la puesta. Y está faltando mencionar, nada menos que al principal protagonista de la noche, nos referimos a Luciano Suardi como Roberto, omnipresente en la reunión convocada, donde poco a poco irá ganando en presencia, para cerrar con un final a todo orquesta. Magnífico lo de Luciano. 

Se hizo algo larga la descripción del elenco, pero entendemos que la calidad de los trabajos y la muy buena química que muestran los actores en escena, merecían las menciones. La dirección de la obra, está a cargo del propio Ignacio Sánchez Mestre, que consigue darle mucha dinámica a la puesta y darle una mirada descontracturada a un tema tan pesado como el de la muerte y más con un suicidio de por medio. Queremos destacar especialmente el estupendo diseño escenográfico de Santiago Badillo con esa casa cargada de objetos y simbolismos y ese muelle que nos dá una sensación de libertad, tan importante en las circunstancias de la trama. Otro ítem a destacar es el vestuario de Lara Sol Gaudini, que caracteriza en gran forma a los siete personajes, resaltando en especial el vestuario de Elena.






Y hasta aquí vamos a contar, celebramos el regreso de una propuesta muy rica como la de Para Partir, que partiendo de un hecho dramático, logra una comedia divertida y por momentos disparatada que hará reír mucho a la platea. Pero el autor detrás de esa pantalla graciosa, introduce temas espinosos, como lo complicado que resulta afrontar la muerte de un ser querido y mucho más cuando ocurre luego de un suicidio, un tema bastante tabú, que el autor se anima a plantear, tratando de quitarle algo de la mala prensa que tiene y acercando la idea de verlo como una decisión que toma una persona, que no siempre debería demonizarse.

Por todo lo que mencionamos, los invitamos a que sean parte de esta particular ceremonia en La Mojadita, donde el finado será el maestro de ceremonias de una despedida con conflictos familiares y toques bizarros, donde quedarán al descubierto las conflictos y los desencuentros que existen en todas las familias, que no pueden dejarse de lado, ni aún en momentos tan especiales como la muerte de un ser querido. Un texto divertido y sensible, con muy buenas actuaciones, se unirán para que disfrutemos una noche donde la risa y la reflexión, serán de la partida.



Pensador Teatral.




sábado, 17 de agosto de 2024

Master Araoz

Libro y Dirección General de Pedro Aráoz y Daniel Aráoz.






Viernes y Sábados 20 hs en Caras y Caretas ( Sarmiento 2037 )

Una noche de risas y emociones nos propone Master Araoz, obra que recorre parte de la vida del actor y comediante cordobés, tomando alguna anécdotas familiares, sus orígenes en la actuación, su llegada a Buenos Aires para ingresar al under porteño que florecía con la llegada de la democracia y como fue su relación con la fama y el poder, una vez que el éxito llegó de manera arrolladora a su carrera. Todo este relato, se apoya en el enorme carisma de Daniel y en una puesta potente donde lo musical tiene su peso específico.






Araoz, desde sus inicios fue un actor que autogestionó sus proyectos, creando siempre sus personajes y siendo un especialista en el género de los unipersonales. Por eso en que en esta etapa de su vida, puede parar la pelota, mirar atrás y ofrecer una mirada sincera y con mucha autocrítica de una trayectoria, que arrancó bien de abajo y llegó a la cima, atravesando muchos vaivenes y viviendo también algunos tiempos de excesos, que como ocurre habitualmente, llegan cuando las puertas se van abriendo y parece no haber límite que no se pueda superar.

La dramaturgia es creación del propio Daniel y su hijo Pedro, algo que tiene sintonía con el momento de la vida de Daniel, donde se lo nota en su eje y con la familia como estandarte y sostén. A lo largo del relato, seremos testigos de historias familiares en tierras cordobesas, al igual que sus inicios en la profesión en su tierra natal. La llegada a Buenos Aires, lo conectará con la noche porteña, el Parakultural, apareciendo nombres como Batato Berea, Charly García, Fito Paez y otros personajes, que formaban parte de un movimiento cultural que nacía con la democracia, luego de tantos años de una dictadura feroz.






Nos cuenta que el oficio de actor que nace de la mano del gran Norman Briski, que le enseñó la importancia de la autogestión. La llegada al viejo Canal 7, gracias a la mano que le dió Georgina Barbarossa, sus bolos en Mesa de Noticias y su primera gran aparición en la pantalla grande en la Noticia Rebelde, apoyado por Raúl Becerra. El salto a la fama, de la mano de Gasalla, con Inolfo,  personaje icónico y desaforado, con el que llegó a la máxima popularidad. Eran tiempos donde los mozos en los bares , los taxistas y el público en general le recordaban el personaje apenas lo reconocían en la calle.

Hasta ese momento el curso de la obra, era marcado por el humor y las risas, terreno donde Daniel se mueve como pez en el agua, regalando al público todo lo que espera de él. Pero en la parte final de la obra, el actor hablara de como fue su relación con la fama, el éxito y el poder. Allí las risas quedarán de lado, Daniel abrirá su corazón y con mucha autocrítica dará testimonio de una época complicada de su vida, donde habérsela creído fue un error que pronto iba a pagar muy caro. Se hablarán de listas negras y de como en poco tiempo, se puede pasar de estar en la cima a caer en un pozo profundo.  Nos encantó y nos emocionó este acto de introspección. Y hasta allí vamos a contar.





Araoz conduce con maestría el relato, generando risas y mucha empatía con el público. Jugará con sus silbidos, su voz cavernosa tan características y esas onomatopeyas que le son bien propias y su público festeja. Será maestro de ceremonias de la noche, generador de recuerdos familiares, cantante, bailarín, humorista y también un simple mortal, que a calzón quitado, mostrará su lado oscuro, su compleja relación con el dinero y como cuando todas las puertas se habían cerrado, encontró refugio en su familia, que le tendió una mano salvadora.

La puesta como mencionamos es potente y muy atractiva. La música es un componente muy activo de Master Araoz, sirviendo para dividir los diferentes actos y descomprimir la oralidad. Aquí debemos destacar a Franco Fontanarrosa, el hijo del gran Negro, amigo de Daniel, que tiene a cargo la música original, mostrando el talento artístico que viene de familia. El diseño lumínico de Pablo Gómez y el propio Daniel Aráoz, que además es el director de la obra, otorga esa atmósfera íntima que va de la mano con el relato.






Además de todo lo que contamos, en la presentación de la obra y luego en el final de la misma Aráoz mostrará su costado social y nos hablará de Pancitas Llenas, un proyecto que busca combatir el hambre en nuestro país, acercando comida diariamente a miles de comedores. Este agregado, además de humanizar al actor y mostrar su lado más sensible, es una demostración del carácter sanador que tiene la pieza para Daniel, que transmite un mensaje hermoso en el escenario, llegando al corazón del espectador.

Pasamos una hermosa noche con Master Araoz y también nos sorprendimos. Conociendo la chispa y el carisma de Daniel, sabíamos que nos íbamos a reír mucho a lo largo de la noche, algo que sucedió. Pero la obra tenía un plus, un mensaje muy importante, que nos recuerda la importancia que siempre debemos darle a la familia, porque cuando las cosas salen bien y todo es color de rosa, muchas veces podemos perder de vista el horizonte y podemos terminar naufragando. Es allí en esos momentos, donde vamos a mirar para todos lados y vamos a recordar que tenemos una familia incondicional que nos abrazará. Master Araoz es una obra sanadora, que divierte y emociona, mereciendo verse.


Pensador Teatral.


miércoles, 14 de agosto de 2024

Bienvenide a tu final.

Libro de Eugenia Rodríguez Miras y Matías Villanueva. Música Original y Letras de Marcelo Andino. Dirección Musical de Nicolás Di Lorenzo.  Dirección General: Iñaki Agustin.






Miércoles 21 30 hs en El Método Kairos Teatro ( El Salvador 4530 )

Sentimos una satisfacción especial, cuando vamos a ver alguna obra, de la que no tenemos demasiadas referencias previas y nos terminamos encontrando con verdaderas perlitas del teatro independiente. Y esto es exactamente, lo que nos ocurrió con Bienvenide a tu Final, sugerente título que presenta esta potente comedia musical escrita por Eugenia Rodríguez Miras y Matías Villanueva, que nos hablará de la muerte, en clave de humor y con una trama absolutamente delirante, que hará reír y mucho a los espectadores.

La dramaturgia tiene una cuota de creatividad importante y una altísima cuota de humor negro, para bromear sobre un tema tabú como el de la muerte, al que se lo aborda desde un ángulo completamente original. Bienvenide  a tu Final, nos cuenta la historia de Camilo y Belén, que mantienen una relación a distancia, que no está yendo por el mejor carril. Es por eso que Camilo, decide tomarse un tren para ir a visitar a su novia. Antes de realizar aquel viaje, había recibido un misterioso llamado al que no le dió la importancia debida, ya que pensó que era una broma. Lo concreto, es que Camilo nunca arribará a destino, un accidente de trenes lo llevará directo al más allá.






Camilo llegará a una especie de purgatorio, donde lo recibirán unos personajes bastante misteriosos, que le explicarán que a partir de ese momento su nombre será 6666 y tendrá que trabajar en un call center, que se dedica a llamar a los mortales, para comunicarles nada más y nada menos, que la muerte los visitará en los próximos días, debiendo convenir el día y horario de aquel suceso. Y deberá aprender muy rápido su trabajo, porque dependiendo cumpla con efectividad o no su labor, podrá ir a un infernal nivel inferior o subir a un nivel celestial. El recién llegado no puede creer lo que escucha y piensa que está soñando, pero rápidamente se convencerá que lo que sucede allí es real y se pondrá a trabajar, aunque cometerá un error, que le costará muy caro.

La trama es desopilante y tiene momentos musicales realmente logrados. Los llamados telefónicos se sucederán y podremos ver en acción a los integrantes más antiguos del call center, además de conocer al estrafalario jefe de aquel sitio, que pronto les va a comunicar una noticia tan inesperada, como movilizante. A lo largo de la trama, se darán escenas muy divertidas, interacciones muy locas entre los personajes, roturas en la cuarta pared y un vértigo en el escenario que resulta contagiosa, gracias a la altísima energía y entrega de los protagonistas. Y hasta allí vamos a contar. La obra tiene muchas sorpresas y lo mejor es no spoilear nada más, para que se sorprendan como nosotros, con este verdadero delirio musical.







Momento de hablar de las fenomenales composiciones que presenta la obra. El texto es potente y original, la puesta es electrizante, pero creemos que el punto más alto que tiene la pieza son sus actuaciones. Son seis los actores en escena, jóvenes todos ellos y muy talentosos. Es difícil encontrar  una obra con elenco numeroso, donde las actuaciones sean tan parejas por lo bueno y aquí realmente lo vemos, ya que los seis la rompen, mostrando su talento, química entre ellos y una entrega absoluta, teniendo además el espacio para lucimiento personal. Les aseguramos que cuando vean la obra van a coincidir con nosotros y hasta pensarán que nos quedamos cortos con los elogios.

Cada espectador tendrá su personaje favorito y aquí la elección será muy difícil, Arranquemos por la dupla de mortales, aunque un integrante de la misma  lo será por poco tiempo. Nos referimos a los hermosos los trabajos de Patricio García Haymes ( Camilo ) y Luján Blaksley ( Belén ), la parejita que quiere continuar su amor hasta en el más allá. A nuestro entender, los que lucen mejores voces para el canto, lo que les permite lucirse en las partes cantadas y también cuando actúan. Magníficos trabajos de Patricio y Luján.





Sigamos con Antonella Fittipaldi, como le empleade 333. A Anto, la elogiamos mucho hace unos meses, por su interpretación en Turreo Místico, donde en elenco muy numeroso, la elegimos como la revelación de la obra. Y aquí la vuelve a romper. Con sus pelos al viento, cara de desquiciada mal y una expresividad altísima, encaja perfecta con su personaje. Nos encantó el trabajo de Antonella, una joven y talentosa actriz a la que hay que seguir de cerca. Pero no seamos injustos con Romina Julieta Ruíz, como le empleade 222, que está genial también. Sensual y con una energía muy arriba, se luce mucho a lo cargo de la obra, cantando muy lindo también. Nos gustó mucho también lo de Romina.

Continuamos con los dos personajes más extravagantes de la obra tal vez, aunque no es sencilla otorgar este título, porque todos los protagonistas tienen un toque distintivo de locura. Ramiro Gelvez es le empleade 1111, calvo trabajador del call center que viste elegante pollera escocesa, que deleita al público con su desenfado y frescura. Y para el final, dejamos a James Cowan. como Octavia Paz, le jefe a cargo del call center y el encargado de bajar a la Tierra, para cumplir los trabajos. Simplemente desopilante James, con un histrionismo a flor de piel, interactúa en varios momentos con el público y puede que sea el personaje más divertido de los seis, así que imaginen lo que será. Hay que verlo a James.







Se hizo un poco larga el repaso de las actuaciones, pero créanme que fue un acto estricto acto de justicia, por la calidad de los trabajos y la entrega de todos. Pero ahora es momento de elogiar la estupenda puesta de Iñaki Agustin, que tiene a cargo la dirección general de una obra que se caracteriza por su potencia y dinamismo. Varios son los ítems a destacar, entre ellos el diseño lumínico de Matías Pagliocca, el vestuario de Jota León que caracteriza muy bien a los personajes y las coreografías de Juan Mendé, que se lucen mucho a lo largo de la trama.

Y tenemos que dedicar un párrafo para elogiar la dirección musical de Nicolás Di Lorenzo. Nicolás, es uno de los músicos en vivo que tiene la obra, junto a Isaías Gadán y Juan Ignacio Sánchez, acompañando la trama con sus instrumentos  y, a cargo también de los efectos sonoros que tiene la obra. Tal vez un puntito a tener en cuenta, es que en algún momento el  alto volumen de los instrumentos, dificultaba entender lo que cantaba alguno de los protagonistas, pero es un detalle esto. Por último y muy importante, destacar que la música original y las letras de las canciones están a cargo de Marcelo Andino, siendo ingeniosas y funcionales al argumento de la obra.






Se hizo algo larga la reseña, pero es mucho que lo que pasa en escena y nos daba ganas de contarlo. Bienvenide a tu Final, es una ingeniosa y delirante propuesta que está transitando su segunda temporada de suceso en cartel, con dos estandartes principales, la creatividad de su dramaturgia y el talento de sus intérpretes, que agregan mucho valor a la propuesta. Como dato importante, agregamos que recientemente la obra recibió nada menos que 5 Nominaciones a los Premios Hugo 2024. algo que luego de ver la obra, se entiende perfectamente.

Con todo lo mencionado, solo nos queda recomendar esta propuesta desopilante, que nos cuenta que la muerte no discrimina a nadie y además habla en lenguaje inclusivo. Una obra para reír y disfrutar en grande, de la mano de un equipo joven y muy creativo, que partiendo de un texto divertido y delirante, una puesta potente, músicos en escena y protagonistas que abrazan con pasión y talento el proyecto, se ponen de acuerdo, para que pasemos una magnífica noche de teatro independiente, con la Parca como invitada principal.


Pensador Teatral.







viernes, 9 de agosto de 2024

Fájense

Dramaturgia y Dirección  de Maxi Rofrano.






Viernes 20 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 ) 

Llega a Espacio Callejón, esta lucida adaptación teatral del cuento Negro Ortega de Abelardo Castillo, que nos invita a viajar hacia el interior del apasionante y particular mundo del boxeo, para contarnos una historia fuerte y emotiva, que nos mostrará las diferentes caras que tiene este deporte. Por un lado, la pasión y la entrega de los pugilistas, que se juegan el honor y su integridad en cada pelea. Pero también el costado oscuro del deporte, donde los empresarios, buscan ganar dinero con algunos negocios turbios.





Antes de contar un poco por donde transita la historia que nos cuenta Fájense, queremos comentar que al ingresar a la sala del Callejón, ya quedamos impactados por el fenomenal aprovechamiento del espacio escénico que vemos. En un primer plano, un bar con su mostrador poblado de bebidas, una mesa a la espera de parroquianos y un músico tocando el bandoneón. Y en la parte posterior, un tremendo ring de boxeo, con dos pugilistas que como estatuas esperan entrar en acción. Con semejante recibimiento, ya palpitábamos una puesta fuera de lo común para el teatro independiente y una velada teatral que íbamos a recordar por un largo tiempo. Y luego de haber visto la obra, les decimos que ambos pronósticos, se cumplieron con creces.

Fájense nos cuenta la historia del Negro Ortega, un veterano boxeador que se encuentra en la parte final de su irregular carrera y recibe una tentadora propuesta para protagonizar la pelea de fondo de la próxima velada programada en el Luna Park. Deberá enfrentar a Carlitos Peralta, joven promesa del boxeo argentino, que viene invicto y con un futuro prometedor. La oferta del combate, se la acerca el rumano Morescu, un empresario bastante oscuro, que tiene intereses en la carrera de Peralta y piensa que enfrentar a un boxeador veterano y de fama aguerrida como Ortega, es una gran chance para el joven de pisar fuerte en el Luna Park y enderezar definitivamente su carrera.






El único resultado posible que le sirve al rumano, es un triunfo contundente de Peralta y la única manera de asegurarse aquello, es tener la certeza que Ortega perderá la pelea sin chistar. Por eso no tendrá ningún reparo en explicarle esto al Negro y darle los billetes necesarios que sellen aquel arreglo espurio.. El pacto está sellado. Pero la cabeza del veterano pugilista era un hervidero con muchos interrogantes. El honor se compra por un par de billetes ?? Es tan fácil venderse ??  Para colmo, su entrenador, es su padre, ex boxeador , quien que le enseño todo lo que sabe del deporte y le recalcó desde siempre, lo importante que es ser alguien digno y honesto en la vida, más allá de las cualidades como deportista.

La decisión no es sencilla para Ortega. Empeñó su palabra al rumano y sabe que debe respetar aquel pacto previo. Romperlo sería faltar a su palabra y además soportar las represalias del empresario, que invirtió mucho dinero en aquella pelea. Pero la conciencia y el hambre de triunfo que todo deportista tiene juega lo suyo. Imaginar un Luna Park repleto que fuera testigo de su gran noche, dando el batacazo ante un joven que luce invencible, sería un cierre honorífico para su carreta y un regalo para su padre. El dilema es claro y cuando suene la campana, las cartas estarán echadas y el ring será testigo de la decisión del Negro. Y hasta allí vamos a contar, para ver que sucede, deberán seguir las acciones en el ring y la apasionada narración del relator.

Momentos de hablar de las muy buenas actuaciones que presenta la obra. Son siete los actores en escena, numeroso elenco, bien acorde a la estupenda puesta que presenta la pieza. Una característica que no pasa desapercibida, es que son todos actores hombres, ya que la historia presenta solo personajes masculinos, en consonancia con el machismo que dominaba al deporte de los puños en la década del 60, fecha en la que se cuando se este cuento. Hoy si bien el box, sigue siendo un deporte dominado por los hombres, las mujeres comienzan a tener su espacio y a competir.






En interpretaciones parejas por lo bueno, vamos a arrancar con Leandro Orellano, a cargo del Negro Ortega, el gran protagonista de la velada. El boxeador veterano que tendrá que resolver el dilema moral de ser fiel a sus principios o asegurarse una buena suma de dinero, yendo para atrás. Gran composición de Leandro, fuerte desde lo actoral y también arriba del ring, ya que obra tiene momentos de boxeo e intercambio de golpes, que requieren una gran entrega física y un entrenamiento previo para estar en sintonía. Juan Mendé, será su rival, como El Pibe Peralta, la joven promesa del boxeo argentino. Juan estará siempre en el ring y se destacará mucho por todo lo gestual y lo postural Al igual que Leandro, muestra gran destreza física y juntos protagonizan momentos muy logrados en el ring, con tanto realismo, que los espectadores si se olvidaran por un momento que están en el teatro, podrían estar tranquilamente presenciando una pelea verdadera y esto que no es sencillo, de conseguir es gran mérito de ambos actores.

Muy buen el personaje de Federico Milman, como el rumano, un empresario bastante fullero, que mostrará una cara negativa, pero muy reconocible del deporte de los puños. Es el villano de la noche y lo representa muy bien Federico ese papel. En cambio Fabián Petroni, es un personaje muy querible, el padre y entrenador del Negro, retirado ya hace años de los cuadriláteros, todavía recuerda su pelea por el título, contra al noruego, el campeón de ese momento. Aferrado a la fe de Dios y con una Biblia que lo acompaña, desea que su hijo pueda tener esa noche de gloria que al se le negó. Muy emotiva la composición de Fabián.






Momento de hablar, de una de las grandes revelaciones de la obra y a nuestro entender el personaje más divertido y festejado por el público. Nos referimos a Santiago Maurig, que le aporta un genial relato a las acciones boxísticas de la noche, trayendo al recuerdo de relatores de la talla de Osvaldo Caffarelli, Walter Nelson u Osvaldo Príncipe, de todos parece tomar un poquito, para redondear un trabajo excelente. Pero el relator, no estará solo, lo acompaña Lorenzo Martelli, en los comentarios y juntos harán una dupla que además de deleitar el público, traerá los momentos más emocionantes de la noche. Y el elenco se cierra con Bruno Leichman, músico en escena, que acordeón en mano y desde el bar, nos brindará distinguidos momentos musicales.

Como dijimos antes,  uno de los puntos muy altos de la obra, es la grandísima puesta que presenta Fájense, bajo la dirección de Maxi Rofrano. Hay mucho para destacar, arrancando por el fantástico diseño escenográfico de Carolina Beltrán, que ya comentamos en el párrafo inicial de esta reseña, no decimos más del mismo, tienen que verlo y sacar sus conclusiones. Sobresaliente el diseño de vestuario de Yanina Corbetto, caracterizando en gran forma a los pugilistas y al resto de los personajes. Hay un muy buen diseño de luces de Gonzalo Calcagno y Mariana Morán Benítez, fundamental para dividir con la iluminación los dos planos que presenta al diseño escenográfico. Ya mencionamos que la obra también tiene música. Y podríamos seguir destacando aspectos destacables de una puesta, que sin dudas ponemos entre las mejores, sino la mejor, que el teatro independiente nos mostró este año, siendo este  motivo de orgullo para todos los que vemos off habitualmente.






Y no queremos contar más para mantener la sorpresa, nos cautivó por completo la propuesta de Fájense, estupenda ficción que nos introduce en el particular universo del box,  jugando con sus códigos y sus secretos, mostrando como más allá de todos los negocios que rodean al deporte, siempre la última palabra la van a tener los protagonistas, que dentro de una cancha o en este caso de un ring son los que mandan, dejando claro que el hambre de triunfo y el orgullo, la gran mayoría de las veces estará por encima de los intereses espurios, quedando claro, cuando esto ya no ocurra el deporte perderá interés.

Por todo lo dicho, los invitamos a que descubran esta original propuesta teatral, donde por una noche El Callejón, se convertirá en el mítico Luna Park, para que seamos testigos de la última pelea de la noche, entre El Negro Ortega y el Pibe Peralta, que de la mano de magníficas actuaciones y una puesta fenomenal, nos regalarán una noche dorada donde el boxeo y el teatro, se unirán, para que disfrutemos de una velada donde el honor y el orgullo estarán a prueba.



Pensador Teatral.




domingo, 4 de agosto de 2024

Memoria de un Poeta

Dramaturgia y Dirección de Paula Marrón.






Domingo 18 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )

Un entrañable y sensible texto de Paula Marrón llega al Teatro del Pueblo, para hablarnos del paso del tiempo, de los golpes de la vida y de que manera los recuerdos se van tiñendo y volviendo difusos, cuando los años pasan y vamos tomando distancia de los hechos ocurridos. Muchas veces la mente elige recordar un hecho de una manera particular un hecho o recordar solo ciertas cualidades de una persona, de acuerdo a nuestros sentimientos. Y por otro lado, la obra remarca la importancia de mantener viva la memoria y nunca olvidarnos de algunos cuestiones fundamentales.






Las acciones de la obra, se desarrollan en una biblioteca popular de Avellaneda, hasta allí se llegará Eduardo ( José Manuel Espeche ) un poeta del barrio que peina canas y en un acto de rebeldía decide instalarse allí, un par de días. El motivo que esgrime, cuando lo escuchamos no parece demasiado sólido, pero cuando empieza a dar detalles, enseguida se genera empatía en los espectadores. Muy pronto se cierran los plazos para un concurso literario y con sinceridad el poeta confiesa, que está teniendo un bloqueo creativo y en su casa no está logrando la inspiración necesaria, para poder escribir para el mismo. 

Eduardo quiere escribir sobre Elvira, su amiga a quien vio por última vez en 1978, cuando fue secuestrada por un comando de la última dictadura. La herida permanece abierta en su corazón y su intención es canalizar algo de su dolor, pudiendo contarles a quienes no la conocieron,  la integridad de aquella gran mujer. No contamos aún que Elvira, era la bibliotecaria de aquella biblioteca de Avellaneda, Eduardo pasó muchas tardes allí, conversando con su amiga, hablaban de libros y de la vida en general, por eso pensaba que estar ahora un tiempito en ese lugar, podía generarle recuerdos e inspirarlo para escribir una buena semblanza de Elvira.

Quien no está del todo convencido con la idea del poeta, es Rita ( Rosina Fraschina ) la actual bibliotecaria y responsable de aquella institución, que tiene miedo que algún vecino, denuncie al municipio que Eduardo está instalado allí. En cambio Tito ( Emiliano Diaz ), empleado de mantenimiento de la biblioteca, está contento con la idea del poeta y además de hacerle compañía, le promete que le comprará empanadas y todo lo que necesite para hacer más agradable su temporal estadía en aquel lugar.







No queremos contar demasiado, para mantener el suspenso y que se sorprendan viendo la obra, solo vamos a decir que finalmente, tanto Rita, como Tito, se pondrán del lado de Eduardo y lo incentivarán para que pueda inspirarse y cumplir su objetivo. Para ello, no dudarán en compartir alguna de sus historias personales, de pérdidas que tuvieron y compartir los recuerdos que conservan de aquellos momentos tristes. Se respira un aire melancólico y colaborativo entre los tres. Y esa comunión de pensamientos, logrará que de a poco los recuerdos vayan aflorando y hasta allí vamos a contar.

Momento de hablar de las muy buenas actuaciones que presenta la obra. Se reunieron tres actores de muy buen recorrido en el teatro independiente y en una pieza, donde las actuaciones tienen un peso específico importante, se agrega mucho valor con los excelentes trabajos actorales. Arranquemos por José Manuel Espeche, el poeta y gran protagonista de la noche. Siente la necesidad de escribir de Elvira, para honrar su memoria. Su desaparición repentina, fue un golpe que pese a los años transcurridos, aún lo atormenta. Le pesa mucho la ausencia y la sensación de que tal vez, las cosas podrían haberse dado diferente y su amiga se hubiera salvado. Gran composición de José Manuel, a quien elogiamos el año pasado por su trabajo en Los Otro Duarte, aquí nos regala una composición sentida y cargada de sensibilidad, digna de aplausos.





Seguimos con Emiliano Diaz, como un Tito llano y leal. Confiesa que no va poder ayudar mucho al poeta, ya que no tiene la formación académica para hacerlo, pero muestra que es un ser bondadoso. Emiliano es un actorazo, siempre lo recordamos por su gran personaje en Enamorarse es hablar corto y Enredado, pero la verdad es que siempre que lo vemos, destacamos su versatilidad y este trabajo no es excepción. Y completa el elenco Rosina Fraschina, como Rita, la joven bibliotecaria que se debate entre sus responsabilidad y su deseo. Amoroso el personaje de Rosina, dando frescura a la trama, nos gustó mucho su composición. Y para seguir de cerca, el filtreo entre Tito y Rita, dos seres que quieren dejar de estar solos. 

La puesta de la obra es cálida y muy humana. Queremos destacar de manera especial el estupendo diseño escenográfico de Victoria Chacón, que reproduce con gran fidelidad el ambiente de una biblioteca, con esa atmósfera tranquila e impregnada del olor a libros, tanto nuevos como antiguos, lo que contribuye a una sensación de historia y conocimiento acumulado.  Paula logra darle a su texto un ambiente íntimo y familiar que encaja a la perfección con la dinámica del relato.







Y hasta aquí vamos a contar, nos gustó mucho la propuesta de Memoria de un Poeta, que consigue escapar del vértigo cotidiano, poniendo el freno y tomando el tiempo para pensar  en aquellos que ya no están en este plano, buscando recordar sus imágenes, las conversaciones y los bellos momentos compartidos. Y en este caso en particular, resalta especialmente fuerte, ser testigos de como una persona puede dejar de estar con nosotros de un momento para otro, sin despedidas y sin tener más noticias de ella. Algo realmente abominable y que suena poco posible, pero que lamentablemente, sucedió en nuestro país, en los años de la última y sangrienta dictadura.

Recomendamos Memoria de un Poeta, una historia de barrio, entrañable y muy emotiva, que nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo, la soledad y como podemos ir acomodando nuestro recuerdos,  para que la vida nos resulte soportable. Un texto profundo y emotivo de Paula Marrón, una puesta cargada de poesía y exquisitas actuaciones del trío protagónico reunido, confluyen para destacar la importancia de ejercer de manera activa la memoria, porque como bien es sabido, un pueblo sin memoria está condenado a repetir su historia.


Pensador Teatral.