Dramaturgia y Dirección de Mercedes Moltedo.
Miércoles 21 hs en Nun Teatro Bar ( Juan Ramírez de Velasco 1419 )
Una divertidísima propuesta llega de la mano de Mercedes Moltedo, autora y protagonista de este unipersonal, que con un texto desenfadado y de elaboración artesanal, pondrá el foco en la adolescencia, esa etapa de cambios intensos, emociones y despertares, en el que la escuela secundaria se convierte en el lugar indicado, para que las vivencias se graben con fuerza, amistades, primeras búsquedas de identidad y huellas que, aunque invisibles, nos marcan para siempre.
Y será siguiendo los pasos de Sandra Condarco, la alumna de tercer año del Colegio Inmaculada, que la historia tomará color. Sandra transcurre sus días escolares de manera casi rutinaria y con excelentes notas, tanto que los demás alumnos de la clase le piden ayuda en cada prueba. Tiene en Rocío, a su mejor amiga y confidente. Se divierte poniendo ápodos a sus compañeros y a los maestros. Es decir sigue la dinámica que cualquier adolescente seguiría en su paso por la secundaria, donde las anécdotas cargadas de risas y las emociones exageradas, laten con intensidad en un tiempo de cambios.
Pero esa normalidad se verá afectada, por la llegada al curso de Alejo Luciani, el nuevo del curso, que llegará luego de haber repetido en el Almafuerte, el colegio vecino y menos disciplinado que el Inmaculada. Sandra quedará inmediatamente flechada por aquel chico, de espalda anchísima, ojos grandes y mucha facha. El bichito del amor la picará a pleno y su cuerpo lo sentirá con temblores inexplicables, cosquilleos que desvelan y las infaltables mariposas en el estómago que no pararán de aletear.
Desde ese momento, la rutina escolar de Sandra cambiará por completo. El único pensamiento en su mente será Alejo, Pero será posible que el nuevo se fije en ella ?? Claramente no es la más linda, ni la más popular de la clase, pero la suerte parece hacerle un guiño, ya que el destino harán que compartan grupo en Naciones Unidas, un trabajo práctico que les pide la profe de Historia. Sandra no puede dejar pasar la oportunidad, encima se acerca el baile de primavera y su sueño podría convertirse en real, por lo que tendrá que sacar coraje y jugarse por el amor. Y hasta allí vamos a contar, solo vamos a decir que el baile será muy movido y pasarán muchas cosas. Para saber si nuestra heroína y el nuevo se dieron el primer beso y si pasó algo más, deberán ver la obra, les podemos asegurar que se van a reír mucho y disfrutarán de una historia muy entretenida.
Tiempo de hablar de la gran protagonista de la obra, nos referimos a Mercedes Moltedo, que como comentamos en el arranque, además de ser quien lleva las riendas de este unipersonal, es la autora de la obra, donde seguramente volcó muchas de sus experiencias de la adolescencia. La composición de Mercedes es simplemente genial. Con un histrionismo a flor de piel, mostrará que el humor es una veta donde se siente muy cómoda y creará un universo muy divertido, que generará risas constantes del público.
A Mercedes los amantes del teatro independiente, seguramente la reconocen por ser la protagonista de La Pilarcita, obra de culto de las mellizas Marull, que lleva más de 10 años de suceso ininterrumpido. Pero aquí tiene un desafío muy grande, ya que es la protagonista de un unipersonal, el primero en su carrera, de una obra que ella misma escribió y los resultados no podían ser mejores. Nos encantó el trabajo de Mercedes, que luce la gran gestualidad que tiene, canta, baila, se entrega por completo, en un relato donde el teatro físico tiene peso y en esa faceta también se luce mucho, redondeando una interpretación sobresaliente, en la que todo su carisma aparece al servicio de los personajes.
Porque vale aclarar, que se bien la historia la contará la alumna Sandra Condarco, gracias a la versatilidad de la protagonista, también veremos en acción a una bufetera inescrupulosa que le pone más fiambre a los sándwiches que piden los varones, a una profesora de historia desopilante y muchos más, todos representados por Mercedes, que redondea un trabajo para poner en un cuadrito y donde deja claro que este unipersonal será su primero, pero de ninguna manera el último, ya que la vimos muy cómoda en escena y el público disfruta mucho sus ocurrencias y desparpajo.
La puesta es muy dinámica y entretenida. Nos gustó mucho el diseño escenográfico de José Escobar, austero y muy funcional al relato. La música original de Julián Rodríguez Rona, es un plus. El diseño lumínico de Eduardo Pérez Winter acompaña muy bien los diferentes momentos del relato. Si bien, la protagonista es la que lleva el peso de la obra, está muy bien acompañada por un montaje muy cuidado, que muestra una vez más que cuando hay buenas ideas, no hace falta grandes inversiones económicas, para lograr una puesta que envuelva al público.
Y hasta acá vamos a contar, disfrutamos de una noche muy divertida de teatro, donde nos reímos mucho, y ahora que lo pensamos, hacía tiempo que no nos reíamos en el teatro y la risa, en estos tiempos tan complejos, es algo que vale mucho. Poder disfrutar de una pausa teatral, que por una hora, nos haga volar con la imaginación y nos permita olvidarnos de los problemas, no tiene precio y Conquista Condarco lo consigue.
Solo nos queda recomendar la obra, que sin dudas nos va a remontar a los tiempos de nuestra adolescencia, para recordar anécdotas divertidas, otras no tanto, amigos que conservamos de aquellos años o no, esa maestra de inglés tan exigente, los recreos eternos y mucho más, gracias a la sensibilidad y la cercanía de un texto estupendo de Mercedes Moltedo, que nos invitará a ser parte de viaje hermoso en el tiempo, disfrutando de una composición genial y riendo mucho, algo que vale oro en estos tiempos de tanta crispación.
Pensador Teatral.