sábado, 27 de octubre de 2018

Cuando todavía había Ciruelos

Dramaturgia y Dirección de Sol Martínez.







Sábados 20 30 hs en Teatro Pan y Arte ( Av. Boedo 876 )

Un lindo desafío se propuso, Sol Martínez joven dramaturga, que siempre sintió atracción por la historia de Anna Frank, cuando tomó la decisión de escribir una obra sobre ella, con el objeto de llevarla al teatro, pero con un enfoque particular, al que más adelante haremos referencia.

Antes de seguir, contaremos para aquellos lectores, que no lo recuerdan, que Anna Frank, fue una niña de ascendencia judía que vivía en Amsterdam junto a su familia, durante la Segunda Guerra, ocasión en que la política antisemita de persecución y eliminación del pueblo judío, era ejecutada con mano de hierra, por un demencial régimen nazista, comandado por Adolf Hitler.








La persecución sufrida por la joven Ana y su familia, fue similar a la que debieron sufrir miles de familias judías desperdigadas por toda Europa. La diferencia es que la historia de Ana Frank, fue mundialmente conocida, gracias a un diario íntimo, que la adolescente, escribió durante los dos años que debió permanecer encerrada, ocultándose de los nazis.

El diario en verdad eran tres cuadernos escritos por Ana entre Junio de 1942 y Agosto de 1944, en ellos, de manera aguda, describió su vida cotidiana unto a las otras siete personas escondidas con ella, en la casa de atrás, a orillas del Canal Prinsengracht de Amsterdam.

Pero dejemos de lado, los hechos históricos y volvamos a la obra que nos convoca, Para escribir Cuando todavía había Ciruelos, como decíamos al comienzo, la autora encara el tema de manera muy inteligente, por el costado familiar tomando como eje central, la relación fraternal entre Ana y Margot su hermana mayor, en la etapa previa, a cuando tuvieron que pasar a la clandestinidad y debieron ocultarse en un refugio.








Debido al hostigamiento que recibían de parte de los nazis, solo por pertenecer a una familia judía, lejos estaban de tener una vida normal. Las niñas concurrían un colegio especial, vestían ropas particulares y no tenían la libertad, que si tenían los chicos de su edad, de poder jugar y pasear en las calles, ya que debían permanecer la mayor parte del tiempo encerradas en la casa y tenían que tener mucho cuidado con quien hablaban, ya que cualquiera podía delatarlas. Impresiona el relato acerca de los trenes que veían llenarse con judíos y como esas niñas, veían la figura de Hitler, que en su mirada, algo inocente por su edad, era quien las obligaba a vivir de esa forma, sin tomar total dimensión, del monstruo que era.

Sol con una dramaturgia muy sensible, consigue retratar los horrores de la guerra y de un régimen totalitario, mostrando como la vida de una familia trabajadora dejaba de ser normal y como para no correr serio peligro, debían seguirse reglas estrictas de disciplina, que Otto y Edith sus padres transmitían, dejando al descubierto, como hasta el simple hecho de festejar un cumpleaños, algo tan importante para un niño, podía ser algo extremadamente complejo y convertirse en fuente de conflictos, para un entorno familiar agobiado por los temores  tensiones.








El muy buen texto de la autora, encuentra adecuado eco en un elenco, que notamos se identifica plenamente con la historia y el contexto, realizando notables composiciones.

Indudablemente quienes más se destacan, son Coti Simioni como Margot y Nicole Camba como Ana. Pese a tener diferentes personalidades, se las nota muy unidas a las hermanas, con un amor muy grande y cuidándose mutuamente. Margot la mayor, es tímida e introvertida, tiene las mejores calificaciones en la escuela, ama los ciruelos y es la protegida de la madre. En cambio, Ana es más extrovertida, charlatana y rebelde, quiere salir de su casa y andar en bicicleta por la calles, como cualquier niña de su edad. Debido a su fuerte carácter no se lleva tan bien con la madre, pero tiene adoración por su padre. Nos encantaron las interpretaciones de Coti y Nicole, dos jóvenes actrices, que demuestran a estar a la altura de personajes para nada sencillos, con excelentes interpretaciones, plenas de sentimiento y emociones.

Daniel Goglino, es Otto el jefe de familia, quien debe mostrarse firme e inflexible, para que sus hijas cumplan las normas internas de ese hogar, que son las que aseguran la supervivencia en ese entorno tan hostil, donde un error puede costarles la vida.  Gran presencia escénica la de Daniel, con la dosis adecuada de autoridad y protección por su familia. Celina Rodríguez es Edith, apuntalando a su esposo, muestra su predilección por Margot y no acepta la rebeldía de Ana.








Dejamos para el final a Amilcar Ferrero, que cumple un rol muy importante en la obra, siendo al comienzo el narrador de la historia, pero a medida que la trama avanza, se irá transformando, en un personaje más en esa casa. Nos gustó mucho lo de Amilcar y sin dudas mérito de la autora, su inclusión en la historia. Cuando vean la obra, seguramente le tomarán mucho cariño a este personaje.

La puesta que se propone es íntima, con un diseño escenográfico despojado, donde se destaca el vestuario de época que lucen los protagonistas y el diseño lumínico de Lucia Feijoó creando los climas. La directora logra una atmósfera familiar muy fuerte, en la que los espectadores se sienten dentro de esa casa, testigos de los horrores de esos años, siendo la imaginación y los juegos, la única válvula de escape, que les permite superar la situación y esperanzarse con un futuro distinto.. La trama atrapa al público, algo que se palpa, por el silencio absoluto, con que se siguen las escenas.








Bueno ya contamos mucho, nos atrapó la propuesta de Sol Martínez, que logra transmitir con elocuencia, como la locura de Hitler y sus seguidores, escribieron una de las páginas más horrorosas de la historia moderna, ante la complicidad de algunos e indiferencia de muchos. La obra otorga una mirada humana a las dramáticas situaciones que se vivieron aquellos años, bajando a superficie el horror que muchas veces, las cifras frías no reflejan en toda su dimensión.

Seguramente luego de ver la obra, querrán saber más sobre la vida de Ana Frank y su familia, para conocer algunos detalles. Lamentablemente el final histórico no fue feliz, ya que los refugiados fueron delatados, los nazis descubrieron el escondite y los Frank fueron subidos a los trenes y enviados a distintos campos de concentración. Ana estuvo en Auswitch y fue en Bergen Belsen, donde con solo 15 años, encontró su muerte, enferma de tifus.








El único sobreviviente fue Otto, quien al volver a Amsterdan luego de finalizada la guerra, pudo hacerse con el diario escrito por su hija, gracias a que Miep Gies, uno de las tantas almas solidarias, que también existieron, junto a su esposo Jan, ayudaron a los ocho judíos a ocultarse en la parte de atrás de su casa, para que sobrevivan en la clandestinidad por dos largos años, proveyéndolos de víveres, todo ese tiempo. Luego que los Frank, fueran capturados, Mipe  se encargó de recoger y proteger del alcance de los nazis, los cuadernos escritos por Ana, durante su forzado cautiverio, entregándolos a Otto a su regreso y siendo luego un testimonio desgarrador de aquella nefasta época que vivió la humanidad.

Recomendamos sin dudar la obra, conocerán la pluma sensible de Sol Martinez, además de disfrutar de entrañables actuaciones y una puesta íntima, que sabe como  llegar al corazón de los espectadores.

La obra desde su estreno viene agotando localidades y está teniendo excelentes devoluciones del público. En la función a la que asistimos nosotros, debieron colocar sillas adicionales, porque la capacidad de la sala estaba desbordada. Indudablemente el boca a boca, está haciendo su trabajo y con nuestra experiencia, auguramos lo seguirá haciendo por largo tiempo, algo que celebramos, ya que este tipo de obras, sirve para que no olvidemos, todo el daño que puede ocasionar el fanatismo de un líder mesiánico. algo que debemos tener siempre presentes, para que estás historias nefastas, no se repitan nunca más.




Pensador Teatral.



viernes, 26 de octubre de 2018

Las Patas en las Fuentes

Dramaturgia de Leónidas Lamborghini y Dirección de Analia Fedra García.






Viernes 20 hs en Ctro. Cultural de la Cooperación Floreal Gorini ( Av.Corrientes 1543 )

Las Patas en la Fuentes, es una inmejorable oportunidad de adentrarse en la poesía de Leónidas Lamborghini, llevado a texto teatral, gracias a la pericia de Analía Fedra García que supo segmentar este exquisito poema, para darle la dinámica adecuada y dejarle luego la posta a un superlativo Osmar Nuñez, para que solito en el escenario, nos regale un monólogo memorable.

Pero ya hablaremos de Osmar, mencionemos primero algunos datos de Leónidas Lamborghini, escritor, poeta y periodista nacido en Necochea en 1940. Fue una figura singular de la poesía, llamado por algunos el poeta de la resistencia peronista.  Criticado por algunos y admirado por la mayoría, su obra fue admirada por Leopoldo Marechal, Rodolfo Fogwill y Ricardo Piglia entre otros escritores. Su obra y su estilo, sin dudas dejaron huella.








Lamborghini tuvo la lucidez, para retratar hechos de nuestra historia política, recorriendo al grotesco, a la parodia y logrando reflejar los trágico, desde el humor, pudiendo pasar en segundos de un apasionado festejo de un gol a relatar un hecho horroroso, algo que pocos autores consiguen, con su efectividad.

Yendo a la obra que nos convoca, Las Patas en la Fuentes fue un poema escrito en 1965, en el cual, el autor habla del hombre común, del argentino medio que recorre las calles, viaja en colectivo, se apasiona por el fútbol, se enamora, sufre por las condiciones de trabajo y por un sueldo que no alcanza. Este hombre se relaciona, con el mundo y sus semejantes, relata lo que vive, se planta, discute, peticiona, ama, odia y reclama por sus derechos, lucha por hacerse visible.








El texto poético es muy rico, pero para convertirlo en un hecho teatro potente, es necesario encontrar un interprete que lo decodifique, que lo abrace, que le ponga el cuerpo y el alma a esos versos escritos hace años y es allí donde aparece, en toda su dimensión, un actorazo como Osmar Nuñez, que consigue adueñarse del texto de manera admirable y conmover al espectador con su interpretación.

Osmar está solito en escena, no es sencilla su tarea, el parlamento es extenso y los estados de  aquel hombre varían de manera continua. Nuñez responde al desafío en forma brillante, con una presencia escénica que impresiona, por su histrionismo y una expresividad a flor de piel, con los diferentes tonos de voz que imprime a lo largo del relato y a ese diálogo imaginario que mantiene con los personajes que van apareciendo a lo largo de la trama, con una repentización y una técnica, que pese a conocer sus condiciones de trabajos anteriores, no podemos dejar de resaltar, ya que hay que tener un talento especial, para conseguir una interpretación como la vista.








No vamos a seguir elogiando a Osmar, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, agregue adjetivos calificativos a su trabajo. En nuestra opinión brinda una clase magistral de teatro, con una entrega y una pasión absoluta, logrando que el texto llegue a corazón de un espectador, que sigue cada una de sus palabras y sus movimientos, con un silencio reverencial, que solo se interrumpe por algunas risa s, ya que como dijimos antes, el autor , gusta de intercalar el humor, a lo trágico y es algo que la directora tuvo en cuenta al diseñar el texto.

La puesta que propone Analía es minimalista, la escenografía es despojada, el protagonista está solo en el escenario, unicamente un atril lo acompaña, el objetivo es potenciar la palabra. Debemos destacar la música original de Gustavo García Mendy, que acompaña en gran forma el relato y al protagonista, siendo importante, para crear los climas que la trama vá pidiendo, como también contribuye a ello,  el muy buen diseño lumínico de Marco Pastorino.







No queremos agregar más, como dijimos al comienzo, este espectáculo que además de presentarse en el Centro de la Cooperación, esta saliendo de gira por distintos teatros de la Provincia de Buenos Aires, teniendo entonces, la gran oportunidad de conocer la poética de Lamborghini, admirar el  trabajo de una joven directora como Analía, que supo condensar los 1,500 versos del poema, en un texto ágil y como gran frutilla del postre, disfrutar de una interpretación brillante de Osmar Nuñez, que por este trabajo, fue nominado a los Premios Ace y Florencio Sánchez, por mencionar solo los más importantes,

Los aplausos sostenidos y emocionados, que el público le tributa al protagonista al final de la función, es una muestra clara, de la brutal vigencia del texto de Lamborghini y de la gran velada teatral vivida.




Pensador Teatral.


martes, 23 de octubre de 2018

Valeria Radioactiva

Dramaturgia y Dirección de Javier Daulte.








Martes 21 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )

Una nueva propuesta llega de la mano de Javier Daulte, desde el Espacio Callejón el teatro que dirige con gran suceso desde tres años, en los que la sala se ha ganado una muy buen reputación, siendo a esta altura sinónimo de buen teatro independiente y de jóvenes dramaturgos que encuentran un espacio cotizado, en el que pueden dar a conocer sus trabajos.

Y precisamente Valeria Radioactiva, surge en el marco de Teatro Líquido, un colectivo de jóvenes autores conformado por las gemelas Paula y María Marull, Héctor Díaz, Silvia Gómez Giusto y el mismo Javier. donde cada uno escribe su obra, pero todos participan en el proceso creativo de los otros, siendo una iniciativa que desde ya celebramos.








Yendo a la obra que nos convoca, digamos en primer término que el texto que presenta Daulte es muy rico, tiene muy buena elaboración y es generoso para con el espectador, en cuanto a la duración, al tener una extensión, mayor a lo habitual en el off, algo que por la calidad de los actores reunidos, es agradecido por el espectador.

Contemos que el texto, nos hablará de una autora exitosa de telenovelas, que en el medio de un proyecto importante para la televisión y luego de unos estudios médicos que se hizo, se entera que está enferma y  le quedan pocos meses de vida. La noticia sacude a todo el equipo, pero deciden seguir adelante, el show no puededetenerse, deberán apurar las grabaciones o ver la manera, pero no se puede defraudar a un público expectante, que espera con avidez, cada capítulo de Los Inmortales, que es el título de la novela.








El autor, mezcla muy bien ficción con realidad, ya que Valeria, la autora exitosa, sabe que morirá y la tira que escribe, habla sobre la inmortalidad. Nada es casualidad en el texto, parece que cada historia de la ficción y cada personaje, tiene un correlato en la vida real.

La puesta es muy interesante, ya que la obra se divide en tres partes, las dos primeras están ancladas en la realidad y la del medio tiene que ver con la telenovela, con lo que tendremos un muy buen componente de teatro dentro del teatro, que luce mucho debido a la calidad del elenco.










Y realmente sorprenden, los actores participantes del proyecto, una verdadera selección se reunió, cuestión que sin dudas jerarquiza la pieza, permitiendo que la dramaturgia creativa y compleja de Daulte, llegue a buen puerto, gracias a los intérpretes de lujo que presenta.

La gran protagonista de la noche es María Onetto, una estupenda actriz, de extensa trayectoria en cine y teatro. Resulta un privilegio verla aquí, en un papel sumamente exigente, que le permite a María, mostrar su enorme talento. Parece una mujer fuerte, pero detrás de esa coraza, se observa su profunda soledad y sus miedos. Fantástica su interpretación.









Pero María no está sola, ni mucho menos, en un mismo nivel de excelencia, debemos mencionar a Héctor Diaz, otro actor de enorme trayectoria, que aquí baja al off y demuestra todas sus condiciones. Un actorazo Héctor.

Jorge Gentile, es en nuestra opinión, la revelación de la noche, como Perci, el fiel ayudante de Valeria, el que soporta sus caprichos y su maltrato. Es su sombra, subestimado por muchos, es la mano derecha de la autora, con quien mantiene una relación de años, que por momentos parece trascender lo laboral.









Daniela Pantano, también forma parte del elenco, como la atractiva Lili. Este año elogiamos mucho a Daniela, por su excelente interpretación de Marilyn Monroe, que fue muy elogiada por la crítica especializada. Aquí desde un papel secundario, se vuelve a lucir en su papel, aportando además, esa cuota de belleza, que la platea masculina siempre celebra

Maida Andrenacci, dá vida a la ácida Judith, también desde un papel secundario, se destaca, con cruces muy filosos con varios integrantes de la troupe.

Otra grata sorpresa es Inés Palombo, nos gustó mucho su trabajo, es la protagonista de la segunda parte de la historia. Nos gustó su gestualidad y la sensibilidad que le puso a su personaje.










Resta mencionar a Agustín Daulte, un actor joven, que tantas veces destacamos por sus participaciones en obras de las Marull. Aquí es Tito, del que no revelaremos demasiado, solo decir que será un personaje clave en la trama.

Nos extendimos bastantes en la descripción del elenco, pero Valeria Radioactiva, es una de esas obras, en las que el elenco tiene un peso fundamental y las interpretaciones son tan destacadas, que se sacan chispas entre ellos, por el alto nivel de las mismas.

La puesta es sumamente atractiva, destacamos el diseño escenográfico de José Escobar, Alicia Leloutre y Julieta Kompel aprovechando muy bien las generosas dimensiones del espacio escénico. Hay un diseño lumínico de Sebastián Francia, que crea los climas que pide la trama y un rubro que queremos resaltar especialmente,  es el del vestuario de Valeria Cook.








La trama atrapa al espectador, que está atento siguiendo las acciones y tratando mentalmente de atar cabos, siguiendo la línea de razonamiento de Valeria, que funciona una gran tiritera, moviendo los hilos y uniendo la ficción, con la vida real.

No queda mucho para agregar, la obra de Daulte, como dijimos tiene una dramaturgia de fina elaboración y recorre muchos temas, pero principalmente nos habla del miedo a la muerte, de las cuentas pendientes y de como reacciona el entorno, cuando el final parece inevitable.

Recomendamos Valeria Radioactiva, otra muy buena creación de Daulte y una inmejorable presentación de Teatro Líquido. Desde su estreno, la obra viene agotando localidades, algo que no sorprende, ya que la historia es muy atractiva y en yunta con el gran elenco reunido, nos permite disfrutar de una muy buena noche de teatro y telenovelas.




Pensador Teatral.

sábado, 20 de octubre de 2018

Un Golem

Dramaturgia de Gonzalo Demaría y Dirección de Claudio Tolcachir.






Sábados 20 45 hs y Domingo 17 hs en Teatro Timbre 4.

Un Golem, es una obra muy divertida que se origina de una manera diferente, a la mayoría de los proyectos, Claudio Tolcachir una institución del teatro off, sentía el deseo de volver a trabajar con su padre Isidoro Tolcachir,  pero esta ocasión era especial, ya que su padre el año pasado tuvo alguno problema de salud, ya superados y entonces emprender una obra juntos, era una buena forma de celebrarlo.

Enseguida se sumó  Roberto Romano, amigo de Isidoro y un actorazo. Restaba lo más importante, encontrar la obra y allí es donde aparece Gonzalo Demaría, joven y prolífico autor argentino, de perfil muy bajo, pero siempre presente en la cartelera con piezas muy exitosas en el teatro y también incursionando en la televisión.

Con Tolcachir y Demaria involucrados en un mismo proyecto, las posibilidades de que surgiera una propuesta interesante eran altas y viendo la pieza, podemos confirmar que los buenos augurios se cumplieron.








El texto de Gonzalo es divertido y disparatado, el público se ríe mucho desde el arranque y celebra la frescura de la propuesta y las actuaciones entrañables que presenta.

Sin contar demasiado contemos algo de la trama de El Golem, un anciano estudioso de la Kabbalah con algunos problemas de movilidad, vé interrumpido su descanso, por los gritos desesperados de su vecino ( Roberto Romano ), que le golpea la puerta y le dice que se ha producido un grave accidente, al caer un muchacho de un árbol, al patio de su casa.

El relato del accidente suena inverosímil, para el anciano. El muchacho que cayó, era un apuesto moreno en paños menores, supuestamente vendedor de cinturones, que había tocado el timbre en la casa del vecino y la esposa en vez de comprarle un cinturón, como changa le había pedido que corte un árbol, con trágicas consecuencias.






No cierra por ningún lado el relato, pero la credulidad con que el vecino lo cuenta, conmueve al anciano, que por algún motivo, decide seguirle la corriente y como ocurre muchas veces, en esos casos , una mentira chiquita, trae otra más grande y llega un momento, en que la bola se hace cada vez más grande e imparable.

Por último mencionar, que golem en la mitología judía ( la obra tiene mucho componente de la colectividad ) es un ser animado fabricado a partir de materia inanimado ( por lo general barro ). Que tiene que ver esto, con la trama ?  Es algo que el espectador descubrirá cuando vea la obra.

Lo más importante de esta historia, son las actuaciones, arranquemos por Isidoro Tolcachir, que tras dedicarse por más de cuarenta años a la electrónica, a propuesta de su hijo, comenzó a estudiar teatro en los talleres de Alejandra Boero y hoy lleva más de veinte años sobre el escenario. Un verdadero placer disfrutar viendo en escena a Isidoro, que con una frescura y una soltura que asombra, compone un personaje muy entrañable,








De Roberto Romano, no hay mucho que decir, es un actor de gran trayectoria y siempre que lo vemos, destacamos su trabajo. Aquí es un hombre, extremadamente crédulo, que no puede mentir nunca y que tiene una ingenuidad que por momentos exaspera. Con pasión y su gran oficio, volvemos a disfrutar su actuación.

Emanuel García, es un personaje clave de la historia, un tanto misterioso en el comienzo de la trama, pero que a medida, que la misma crece, ganará con su simpatía a la platea. Nos gustó mucho lo de Emanuel, que como Isidoro, es otro que dejo su profesión por la actuación. Fue futbolista profesional, pero una lesión en la rodilla, hizo que replanteara su carrera y se decidiera por ingresar al mundo del espectáculo.

Para el final dejamos a Daniela Pal, que tal vez es la actuación más destacada de la noche. La única mujer de la historia, se luce muchísimo componiendo a una esposa bastante mentirosa y arrabalera. Gran tarea la de Daniela, con un histrionismo a flor de piel.









La puesta tiene varios puntos a destacar, en primer lugar mencionar que siempre gozamos mucho al visitar la emblemática sala del Timbre 4, en la que hay una cercanía total entre los actores y el público. Hay un cálido diseño escenográfico de Imanol López, que recrea la casa llena de detalles del anciano. Además se aprovecha muy bien la funcionalidad de la sala, donde el patio y las escaleras, forman parte de la trama.

En definitiva, Un Golem, es una propuesta delirante y muy divertida, el espectador se reirá mucho y disfrutará de una historia desopilante, que nos hablará de las mentiras, de religión, de hombres justos y de la posibilidad de creer en milagros, todo ello matizado, con una dirección ágil y actuaciones deliciosas.

Recomendamos la obra, pasarán una momento muy divertido y serán testigos de un acto de amor, de un padre y un hijo, que se dan el lujo de trabajar juntos. Los espectadores agradecidos, porque el teatro independiente nos permite ser testigos de estos lujos.




Pensador Teatral.

viernes, 19 de octubre de 2018

J.Timerman

Dramaturgia y Dirección de Eva Halac.







Jueves a Domingos en el Cultural San Martín ( Sarmiento 1551 )

Nuevamente Eva Halac, nos trae una interesante propuesta, tomando un período de nuestra historia y presentando un relato que mezcla datos de la realidad con ficción, en muy buenas proporciones, ya que logra que el relato sea muy entretenido.

Este año disfrutamos de otra pieza de la autora, La Voluntad Teatro a Distancia donde el marco era La Campaña del Desierto y allí aparecía la figura de Roca. Hace unos años en esta mismo teatro presentó Café Irlandés, que nos llevaba a la década del 60 y retrataba el encuentro de dos periodistas Rodolfo Walsh y Tomás Eloy Martínez, que se reunían para hablar de Evita.








En esta ocasión, la autora nos llevará a la década del 70, más precisamente a Octubre de 1971, una época en que la situación política en Argentina era muy compleja. El gobierno de facto de Lanusse, atravesaba un momento delicado, por su falta de poder real y por sectores internos,  que lo acusaban de ser muy débil. La guerrilla urbana tenía una presencia activa,  los atentados y secuestros eran frecuentes y la violencia iba en aumento.

Lanusse pensaba en llamar a elecciones, para pacificar a la sociedad, pero tomar esa decisión no eran tan fácil, por las presiones de los militares más duros y por un entorno muy enrarecido. Para colmo, desde España un Perón exiliado, seguía siendo una amenaza latente y un factor a tener en cuenta, en cualquier medida a tomar.

En este contexto, en el que la autora introduce al espectador en gran forma, aparece la figura del periodista Jacobo Timerman, nacido en Ucrania, de familia judía y antifascita, llegó a la Argentina a los cinco años. La figura de Timerman marcó una época dentro del periodismo, siendo su figura muy controvertida, maestro de periodistas, de temperamento fuerte y explosivo, no era fácil de tratar.








En el espacio temporal que nos propone la autora, Jacobo dirigía La Opinión, un tabloide, sin fotos, ni información de fútbol, pero con gran influencia en la época y muy crítico del gobierno de Lanusse.
La obra permite ver las relaciones entre el cuarto poder y los diferentes gobiernos, las presiones, las relaciones secretas, los mensajes cruzados y todo un entramado de poder, que la mayoría de las veces no vemos en la superficie, pero que tiene un tráfico intenso.

Halac si bien toma como centro de la historia, la figura del controvertido periodista, más bien ofrece una excelente fotografía, de una época de la Argentina, para que los que vivieron esos años la recuerden y para que quienes no lo hicimos, nos enteremos de algunas cosas.








Por último puntualizar que la trama se centra en los días 8 y 9 de Octubre del 1971, fecha en que se casaba  la hija de Lanusse con el cantante Roberto Rimoldi Fraga. Esos días fueron especialmente agitados en el país, con alzamientos militares en el Interior, con estudiantes en las calles tirando piedras a los bancos y como si esto fuera poco, ese fin de semana era el cumpleaños de Perón y se cumplía un nuevo aniversario de la muerte del Che ( aquí hay una perlita que obra tiene incluida en el relato y para mantener el suspenso no contaremos ). Pues bien, en ese marco convulsionado, se organizaba una fiesta de casamiento en la Quinta de Olivos, con todas las frivolidades del caso,

La puesta que propone la directora es muy original, quien conoce esta sala del Cultural San Martín, se sorprenderá al ingresar en ella, por la disposición de las butacas a ambos lados, con un escenario que no parece tal, hay un destacado diseño escenográfico de Micaela Sleigh, con un largo corredor que recorren los personajes, entre vallas de seguridad y cintas de peligro, como síntoma de la realidad del país. Este recurso le dá a la trama, un ritmo vertiginoso, que provocan la atención constante del espectador, envuelto en una dinámica y una tensión, que no es sencillo de conseguir en este tipo de obras.

Todavía no hablamos de las actuaciones, que son realmente muy destacadas y tienen que que superar el desafío que les propone la puesta de tener que estar en permanente movimiento, casi chocpandose con los protagonistas, que caminan envueltos en sus preocupaciones.









La actuaciones que más nos gustaron, fueron las de Guillermo Aragonés, que le encuentra muy bien el tono al personaje de Timerman, que no era nada sencillo, mostrando estar a la altura del protagónico. Logra darle la estridencia y pasión, que su personaje requiere, sin caer en exageraciones. Sobrio trabajo de Guillermo.

En el mismo alto nivel, se encuentra Mucio Manchini, un gran actor del off, al que este año vimos un par de veces y siempre vemos se destaca. Aquí compone a un Lanusse que navega entre los temores del poder y la autoridad que requiere su investidura. Su tono de voz firme y sus desplazamientos, son los adecuados para la figura que encarna.

Pero no seamos injustos con el resto de los personajes, ya que todos son importantes en la historia. Leonardo Murúa, es Abrasha Rotenberg, la mano derecha de Timerman en el diario, Carlos Scornik realiza una excelente composición del General Sanchez de Bustamente, Cristian Majolo, vuelve a mostrar su versatilidad como Dudi Gravier, un empresario, inmerso en un peligroso juego a dos puntas y Juan Pablo Galimberti, a quien vimos este año lucirse en La Gente Normal, aquí sorprende como Julian Soriel, un joven periodista, con claros ideales.









Por último, mencionamos a Gregorio Scala, en una estupenda composición del agente Felix Rodríguez,  para mantener la sorpresa no vamos a contar nada de su personaje, pero recomendamos lo sigan con especial atención, porque es un gran acierto de la autora, incluirlo en la trama ( suena algo críptica nuestra mención, cuando vean la obra los lectores entenderán )

Hasta aquí contaremos, nos gustó mucho la obra, ya que permite poner la lupa en la figura de Timerman y principalmente retratar una época de la Argentina. El gran mérito de Halac, es presentar un texto muy interesante y hacerlo en el marco de una puesta muy atractiva. Por otro lado, destacamos que la autora expone los hechos sin bajar linea, ni tomar partido, exponiendo los hechos y dejando que espectador saque sus conclusiones, algo que nos resulta muy valioso.

Por todo lo mencionado, recomendamos ver J,Timerman, una obra distinta a las que estamos acostumbrados a ver, que además de permitirnos disfrutar una noche de buen teatro, nos hará reflexionar, sobre como en Argentina, muchas veces cambian los nombres propios, pero las situaciones se reiteran.



Pensador Teatral.



lunes, 15 de octubre de 2018

Vientre

Dramaturgia de Marcos Arano y Gabriel Graves. Dirección de Marcos Arano.








Domingos 20 hs en La Carpintería Teatro ( Jean Jaures 858 )

Una magnífica propuesta llega de la mano de Vientre, El Hueco de donde Venimos, el tercer trabajo del grupo Malvado Colibrí, que nos presentará el tema de la igualdad de género y la reivindicación de los derechos de la mujeres, un tema que está muy presente en nuestra sociedad, de una manera muy creativa, en clave de humor y con una puesta colorida, divertida, con mucha música, coreografías y una buena dosis de clown.

La idea es realmente ingeniosa, ya que para hablar del empoderamiento de las mujeres en este presente, se recurre a grandes mujeres de la historia argentina y latinoamericana del pasado, que aportaron mucho a nuestra sociedad, la mayoría de las veces sin el reconocimiento merecido y debiendo luchar contra dificultades extras, por el solo hecho de ser mujeres.










La historia arranca en un cementerio, donde dos sepultureros, son casi obligados por las mujeres presentes en un entierro, a dar un responso, en honor de la fallecida.  En el mismo, se hace referencia a Dios, a la creación y se explica  como el creador enojado con Eva, por comer el fruto prohibido, se irrita mucho con la mujer y decide en esa genésis, darle un castigo ejemplar y duradero, consistente en tener que soportar mucho dolor, al parir . Desde ahí comenzaría el sufrimiento de las mujeres, en ese fundamental acto, por el cual da vida.

No vamos a contar mucho más de la trama , solo digamos que algún influjo natural se apoderó de aquel cementerio y de las tumbas, comienzan a resucitar mujeres, que a lo largo de la obra se irán presentando e irán desfilando mujeres que han dejado su legado en la historia.










El desfile es cronológico y arranca por el 1700, con Micaela Bastidas, esposa y consejera de Tupac Amaruc, figura importante de la historia del Perú, Manuela Pedraza, heroína de las invasiones inglesas, Encarnación Ezcurra, esposa de Rosas y con mucha participación política en su gobierno, Rosario Vera Peñaloza, educadora y pedagoga de prestigio , Cecilia Grierson, primera médica que tuvo nuestro, Alicia Moreau de Justo, política socialista, una de las precursoras de la lucha por los derechos de la mujer y la emblemática Evita, quien no necesita presentaciones, por mencionar solo a algunas. Ah muchas de ellas las conocemos por ser nombres de calles en Puerto Madero, pero tristemente, no sabemos quienes fueron.

Además aparecerán hechos protagonizados por mujeres a lo largo de la historia, como la huelga de las escobas en 1907, la rebelión de las prostitutas de San Julián en 1922 o las valientes rabonas, que acompañaban en el frente a los soldados, en ocasión de la Guerra del Pacífico.

Vientre, además de tratar temas como la maternidad, las desigualdades de las mujeres respecto de los hombres,  la violencia de género, etc., nos brinda una excelente forma de aprender y conocer mujeres destacadas de la historia, que muchas veces fueron ignoradas por los manuales, escritos por hombres.









El despliegue escénico que tiene la obra es descomunal para una obra del off, son más de 20 actores en escena ( la mayoría mujeres ) que le darán a la puesta, una potencia y un ritmo, que los espectadores agradecen.

La dirección de Arano, brinda un espacio fundamental a las actuaciones, que se lucen muchísimo a lo largo de la obra. El elenco es muy parejo y se lo nota comprometido con la ideología que tiene la pieza, algo que comprobemos por el entusiasmo y el sentimiento que ponen en cada escena.

Con temor a ser injustos, vamos a mencionar a alguna de las actrices, que a nuestro criterio más se destacan, por sus condiciones y tal vez por tener papeles más relevantes.
Arrancamos con Lala Buceviciene, que entre otros personajes, compone a Alicia Moreau de Justo y a Evita, en una gran composición, plena de pasión y también mucho humor negro. Magnífico lo de Lala.










Nos gustó mucho lo de Victoria Pescara, muy expresiva con sus caras y sus movimientos ( se nota su formación en clown ) . Se luce con todos sus personajes, recordamos especialmente, el acto cuando como rabona, tiene el hijo, pero se destaca en varios. Gran presencia escénica la de Victoria.

Rocío Rodríguez Paz, es otra de las actrices que sobresalen, como Cecilia Grierson, en las monjas y también acompañando a Evita. Un magnetismo especial el de Rocío.

Carolina Maldonado, como Encarnación Ezcurra, participando también en el acto de las monjas y en el cortejo, es otra de las actrices, que nos impresionó muy favorablemente.










Pero no seamos injustos con el resto de las actrices, que componen enorme cantidad de personajes y lo hacen en gran forma, no nos extendemos en un párrafo para cada una de ellas, porque se haría larguísima la descripción, pero por sus méritos podriamos haberlo hecho, nos referimos a Luciana Ramos, Luna Ventura, Paola Sanabria, Florencia Catenaccio, Viviana Lastiri y Manuela Bottale.

Del lado de los hombres, son menos y tal vez por eso, se lucen , como por ejemplo Alejandro Jorge Dubai y Manuel Oucinde, que componen una dupla muy graciosa.











Pero si hablamos de dupla destacada, no podemos dejar de mencionar a dos grandes protagonistas de de la noche nos referimos a los sepultureros Marcelo Sapoznik, que también hará de Dios nada menos y Rodrigo Frascara, que además será Adán.
Marcelo y Rodrigo, además de oficiar de conductores de la historia, funcionan un poco de contrapeso, ya que en Vientre, deja bien en alto las reivindicaciones de las mujeres y estos personajes de manera muy graciosa y maliciosa, se encargan de relativizar y burlarse un poco, de  los dichos de las mujeres Genial la dupla, que conforman, con mucha química y sin dudas,  son de los que más risas generan en el público.

Y en este repaso de protagonistas, aún no mencionamos a los músicos en vivo y a las cantantes Eugenia Encina y Liliana Isaguirre. En una obra que tiene un gran componente musical, el aporte que realizan es fundamental y mucho tiene que ver con ello la impecable dirección musical de Ian Shifres.









Como puede apreciar el lector, la puesta que presenta Vientre es realmente muy importante e inusual para el teatro independiente por la cantidad de protagonistas y más que nada por la riqueza y calidad del espectáculo.

Si hablamos de la puesta hay que destacar las coreografías de Gabriela Goldberg, que nos encantaron, hubo muchas y muy logradas, a nosotros nos impresionó mucho la de los esqueletos ( quienes vieron la obra sabrán de que hablamos ) Mención especial para las máscaras de Andrea Picón y Nicolás Picón, como así también para el vestuario de Jazmín Savignac, dando glamour a la pieza. Y destacamos también el diseño escenográfico de Marcelo Valiente, con ataúdes al por mayor.
Cuando son tantos los rubros a resaltar en una puesta, queda claro el alto nivel de la misma y el gran mérito de Marcos Arano en la dirección, coordinando todas estas disciplinas.

Bueno no queremos contar más, la obra tiene muchas sorpresas preparadas y el espectador estará abierto a recibirlas, ya que en todo momento se engancha con las historias que le cuentan, donde además de aprender hechos de nuestra historia, se vá a divertir mucho.










Vientre es una excelente propuesta, orgullo del teatro independiente y está cosechando los reconocimientos que merece, prueba de ellos, son las 5 Nominaciones recibidas a los Premios Ace 2018, algo difícil de lograr.

Por nuestra afición al teatro, vemos varias obra por semana, pero podemos asegurar que el clima festivo con que el público vive el espectáculo, no es algo habitual, ni tampoco la ovación prolongada que el público tributa a los protagonistas,  al término de la función, sin dudas una de las mayores ovaciones que presenciamos en el año. Y cuando el público reacciona de esta manera, queda claro que la obra tiene algo particular que la distingue.

Recomendamos fervorosamente Vientre, una de las excelentes propuestas que el teatro independiente tiene para ofrecernos y que no debemos dejar de ver.




Pensador Teatral.



sábado, 13 de octubre de 2018

Del Polvo de las Esquinas

Dramaturgia y Dirección de Laura Derpic Burgos.







Sábados 19 hs en Espacio Sísmico ( Lavalleja 960 )

Una propuesta original llega de la mano de la dramaturga boliviana Laura Derpic, quien llegó a Buenos Aires en 2011 desde La Paz, siendo parte del curso de Dramaturgia de la Emad, dirigida por Mauricio Kartún, pudiendo dedicarse de esta manera de lleno al teatro, su pasión,  algo que en su país no era tan sencillo, debido al menor desarrollo, que tiene la actividad teatral.

En 2014, Laura se mudó a Madrid para realizar un máster en Creación Teatral y allí se sembró la semilla para lo que luego sería Del Polvo en las Esquinas. Una de las primeras tareas del máster, consistió en asistir a una muestra en el Museo del Prado, que trataba sobre el aniversario 400 de la muerte del Greco. La Anunciación, uno de los cuadros más emblemáticos de Greco y la fuerte raíces católicas de la ciudad Madrid,  le recordaron a la autora, imágenes de su Potosí natal y fueron disparadores, para que Laura, escribiera este texto desde un lugar muy personal.








La historia es original y de alguna manera irreverente, pudiendo causar alguna polémica, ya que mediante al texto teatral, cuestiona la manera en que fue contada la vida de Jesús, trayendo la historia bíblica reinterpretada, a los tiempos actuales.

En al arranque de la obra, veremos a José, trabajando alegremente en su taller de carpintería, cuando irrumpe  María, su prometida, para comentarle algo increíble que le había sucedido esa mañana. Un hombre, que según su extraña vestimenta, parecía ser un ángel, ingresa a su habitación por una ventana, y le anuncia que Dios la eligió para dar a luz al Salvador.








Se imaginan la reacción de José cuando María le cuenta lo sucedido ?? Podría creer una historia que resulta tan inverosímil ?? Sería conveniente continuar con ese embarazo ??? Y lo último que diremos, que sucedería si Jesús naciera mujer y no hombre como la Biblia nos enseñó.

La dramaturgia es extremadamente creativa, ambiciosa y si bien puede ser algo compleja de seguir en algunos momentos, el espectador se siente muy atraído tratando de entender lo que sucede allí, buscando semejanzas y diferencias con la historia por todos conocidas.

La dupla protagónica conformada por Melina Marcow ( María ) y Laureano Lozano ( José ) se muestra sólida y se destaca mucho. Tienen papeles muy complejos y logran darle realismo a la historia. Muy buenos sus trabajos.








Marian Pérez, es un ángel muy especial, con mucho histrionismo, trae alegria y momentos divertidos a una historia que por momentos es dramática.
Por último mencionar a Ana Capalbo, como el joven Jesús, si leyó bien, una actriz en ese rol, porque en el universo de la autora, es lo que corresponde.

La puesta tiene para destacar el diseño escenográfico de Esteban Siderakis, que representa de manera perfecta un taller de carpintería y hay un muy buen diseño de vestuario de Daniela Chihuailaf, con algunos detalles sutiles,  que nos gustó mucho.







Sin dudas, Del Polvo de las Esquinas, como puede apreciar el lector, es una obra muy particular, en algún momento el espectador puede estar algo confundido, si no vá con la mente abierta, ya que el relato tiene algunos toques fantásticos.

Una propuesta distinta, que se anima a innovar y a cuestionar, la de Laura Derpic, una de las dramaturgas bolivianas más influyentes de su país en la actualidad,  que se atreve a salir de la comodidad de los textos comunes y cuestiona algunos conceptos religiosos arraigados, invitando a reflexionar sobre temas actuales, tomando como base una reinterpretación de hechos bíblicos, con un desparpajo, que hay que destacar.

Desde nuestro punto de vista, el teatro que cuestiona e interpela con valentía, siempre debe valorarse. Como siempre, será el espectador cuando vea la obra, quien tendrá la última palabra y dará su punto de vista acerca de esta otra historia posible de Jesús, muy diferente a la que conocemos, pero a la vez con muchas coincidencias.



Pensador Teatral.