lunes, 19 de febrero de 2018

A la Deriva

Jueves 21 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )






Dramaturgia de Amanda Peet y Dirección de Jorge Arzumendi,

En esta oportunidad nuestro prolífico teatro independiente, nos acerca una obra made in USA, escrita por la bella actriz estadounidense Amanda Peet, esposa de David Benioff, el guionista de The Game of Thrones, serie que transita por su séptima temporada de éxito y sigue batiendo records de audiencia en todo el mundo.

Esta es la primera obra escrita por Peet y se estrenó en el off de Broadway en el 2013, nada menos que con Sarah Jessica Parker, como una de sus protagonistas. La pieza llega este año a la Argentina, bajo la dirección de Jorge Azurmendi, en una puesta muy atractiva.






La autora se inspiró en una historia real, la del inversor Bernard Madoff, quien luego de trabajar por muchos años en Wall Street, culminó su carrera, estafando a miles de inversores estadounidenses, siendo arrestado por el FBI en el 2008, siendo su caso considerado, como uno de los mayores fraudes, en la historia de las finanzas.

En la obra, no se hace referencia alguna a Madoff y el argumento central tiene algunas variantes, arrancando en el instante posterior, a que el jefe de una tradicional familia judía residente en New York, es encarcelado acusado de estafar y traicionar, nada menos que a sobrevivientes del Holocausto. El arrestado no aparece en escena, quien protagoniza la pieza, es su esposa Judith ( Cristina Dramisino ) que perseguida por la justicia, debió abandonar su lujoso apartamento en el Central Park, para exiliarse en la costera Pensacola.

Con sus bienes embargados y debiendo soportar el acoso de los medios, que cubrieron el escandaloso caso, Judith debe refugiarse en esa casa de la playa, con el dolor por la debacle económica y soportando la mirada severa de una sociedad, que no perdona el aberrante accionar de su esposo y la mira con desconfianza a ella, no creyendo, que pudiera desconocer totalmente las actividad ilícitas de su esposo.







El escarnio, llega a toda la familia, todos son manchados por el escándalo.Sus hijas y su nieta, preocupadas por su débil estado de salud de Judith, la irán a visitar, pero las relaciones en ese grupo familiar, atraviesan su peor momento, hay pases de facturas permanentes, reina la desconfianza y aparecen los problemas económicos, las añoranzas por un nivel de vida, que hoy suena lejano y hasta obsceno por su origen, surgiendo una necesidad irrefrenable, por despegarse del aberrante delito que marcó al patriarca familia.

El objetivo de las mujeres de esa familia, es demostrar que nada tuvieron que ver con aquella estafa, tratando de quedar a salvo del huracán desatado y queriendo dejar en el olvido, aquellos tiempos, en el que disfrutaron del bienestar económico, sin cuestionarse nada.

La historia central, presenta a su vez, historias secundarias, que en nuestra opinión, no pueden desarrollarse con el tiempo y volumen requerido, generando alguna desvío innecesario, sin embargo la tensión y el suspenso, no cede en ningún momento y en esto es fundamental, las actuaciones que tiene la obra.






Y si hablamos de las interpretaciones, nos tenemos que referir de inmediato a a Cristina Dramisino, que literalmente se come la cobra, con una composición fantástica. Sus tonos de voz, su gestualidad, sus miradas, sus desplazamientos, todo resulta perfecto, dando vida a una mujer de dos caras, sufriente y víctima por un lado y por el otro siendo una mujer ambiciosa y manipuladora. Cristina es una actriz que nos encanta y en esta ocasión, aprovecha todas las posibilidades que le brinda este protagónico de mostrar sus condiciones, para deleitar al espectador, con una interpretación exquisita.

Si bien Dramasino es el centro de atracción de la pieza, para nada está sola en escena, hay otras mujeres que la acompañan y en gran forma. Cecilia Chiarandini es Becca, una de sus hijas, actriz frustrada, con problemas económicos y una vida errante, tanto en lo laboral, como en lo sentimental. Cecilia muestra mucha química y entendimiento con Cristina, se conocen de Independencia, una muy buena obra del off, cuyo director era el mismo Jorge Arzumendi, trío que se vuelve a encontrar aquí. Nos gustó mucho el trabajo de Cecilia, una actriz muy versátil.







La revelación de la obra, para nosotros es la joven Mora Monteleone, como Lissy, la nieta de Judith, compone una adolescente sexy y liberal, que se mueve con mucha madurez, en el río tumultuoso que es la familia en estos momentos. Una muy buena labor la de Mora, aportando mucha frescura a la pieza.

Completan el cuadro de mujeres, Agustina Saenz, como Alicia, la hija menor, madre de Lissy, que trata de imponer una cuota de moral, una rareza en esta familia y Cristina Fernández, como la temperamental enfermera, que acompaña la vida en soledad, de la dueña de casa. Ambas cumpliendo sus papeles con solvencia.


El elenco se completa, con un hombre, que aporta la cuota de masculinidad, en muy buena forma, nos referimos a Lionel Arostegui, el periodista y ambicioso novio de Becca, que mira con recelo a una familia que está en el ojo de la tormenta, buscando cualquier oportunidad para sacar tajada. A su muy buena actuación, le agrega las canciones que interpreta en inglés, acompañado se su guitarra.






La puesta de Arzumendi, resulta atractiva y original, con ese doble plano que aprovecha el amplio escenario del Camarín de las Musas, donde en el primer plano se representan las acciones y en el segundo, de fondo, vemos a los los actores que permanecen inmóviles, mientras no participan, como en trance, esperando su turno, para volver a escena.

 Una interesante propuesta la de A la Deriva, un profundo drama familiar, que inspirándose, en un caso real, pone sobre el tapete la fundamental influencia que tiene el dinero en los vínculos humanos y como en épocas de abundancia, poco importan los temas morales, pero cuando la plata se acaba y llegan los problemas, aparecen los conflictos y las culpas, que en los momentos favorables se ignoraban, quedando al desnudo las miserias humanas, en toda su expresión.

Un texto que llega del off americano, a nuestro teatro independiente, con una precisa dirección de Jorge Arzumendi y actuaciones muy lucidas, con el destaque mencionado de una actriz de excelencia como Cristina Dramisino, que junto al elenco que la acompaña, nos ofrecerán una vertiginosa noche de buen teatro.



Pensador Teatral.




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