Sábados 20 hs en Teatro El Crisol ( Malabia 611 )
El teatro muchas veces nos permite encuentros imaginarios y mágicos, algo que sucede en este caso con La Noche se está Muriendo, gracias a la creativa dramaturgia de Martín Ortíz, que nos invitará a viajar a la Buenos Aires de 1945, más precisamente al Teatro Avenida, en el momento en que Margarita Xirgu recibe la ovación del público, tras el estreno de La Casa de Bernardo Alba, una de las piezas más reconocidas de Federico García Lorca.
Margarita ingresa emocionada a su camarín y allí de píe, vestido de impecable traje la está esperando el mismísimo Federico para felicitarla. El pequeño gran detalle, es que el poeta granadino había sido asesinado nueve años antes por el franqusimo. Se pueden imaginar la sorpresa de la Xirgu, que no puede creer que su gran amigo esté allí. Su gran actuacíón, sirvió como invocación para que Lorca llegara a ese camarín y gracias a ello podremos disfrutar de este mágico reencuentro.
La gran actriz catalana y el notable poeta granadino, vuelven a estar cara a cara, soñando lo lindo que hubiera sido, que Lorca hubiera podido estar sentado en el teatro aquella noche, pero el fascismo franquista tuvo otos planes. Hay algunos reproches de Margarita, que muestra su pena porque Federico, no se fue de España antes que la barbarie del franquismo lo condenara a muerte por rojo y marica. Pero Federico, está en paz y no vino a recibir sermones, pero si aprovecha para advertir a Margarita, que ella no cometa su mismo error y que no regrese a su tierra, mientras Franco siga en el poder.
Pero el tiempo es escaso y hay que aprovecharlo al máximo, por lo que los amantes del arte, decidirán jugar al teatro, con ellos como protagonistas, actuando fragmentos de las obras más tradicionales de Lorca, como Yerma o Doña Rosita y otras menos representadas como El Público o Así que Pasen Cinco Años. Gran idea y hermosos momentos ver a Federico, actuando sus propias obras.
La dramaturgia tiene la lucidez de incorporar al relato, a personalidades famosas de la época, que estuvieron presentes aquella noche en el Teatro Avenida y que merecerán los comentarios de estos artistas de lujo. Aparecerán en las charlas, Jorge Luis Borges que no admiraba demasiado a Lorca, Lola Membrives rival de Margarita, las hermanas Silvina y Victoria Ocampo, un General llamado Perón que había asistido al estreno con su nueva pareja, una actriz llamada Eva Duarte a la que pocos conocían y más nombres que descubrirán cuando vean la obra. Está inclusión de personajes de época, además de ponernos en contexto histórico, agregan encanto a un relato que además tiene tiempo de advertirnos sobre los riesgos del fascismo, que muchas veces en la historia reaparece con diferentes caras.
Y si hablamos de encanto, tenemos que ir ya, a las enormes actuaciones que nos regala la dupla protagónica conformada por Lorena Szekely y Mario Petrosini, con composición fantásticas.
Arranquemos por Lorena, que tiene el gran desafío de representar a la gran actriz catalana y vaya que lo resuelve en gran forma. Sabe como darle el brillo y el glamour al gran personaje que tiene a cargo. La habíamos elogiado mucho, el año pasado por su trabajo en Pajarita, aquí vuelve a mostrar que es una actriz con grandes recursos, en continuo crecimiento y ratifica lo mencionado con este gran trabajo. Nos encantó lo de Lorena.
Y que decir de Mario Petrosini, simplemente la rompe como Federico, con una presencia escénica impactante. Su composición es realmente descomunal. Estamos en presencia de unos de esos trabajos imperdibles, que como público se disfruta muchísimo. La manera de caminar, el tono de voz, sus gestos, todo es preciso y munucioso. Por este trabajo, Mario recibió el Premio Luisa Vehil, como mejor actor y luego de ver la obra, no tenemos dudas que llegarán más premios este año.
Pero más allá de los destacados trabajos individuales, queremos resaltar la química de la dupla protagónica que con enorme pasión abrazan a sus personajes y permiten que la exquisita dramaturgia de Ortiz pueda volar, porque como nos gusta decir, podemos tener un excelente texto, pero si luego no se encuentran los intérpretes adecuados, todo puede naufragar. Aquí ocurre todo lo contrario, las excelentes interpretaciones y el compromiso que muestran ambos actores, potencian este gran texto.
La puesta resulta muy atractiva y se logra una atmósfera de intimidad, favorecida por las reducidas dimensiones de la sala. Para destacar el vestuario de época que agrega belleza a las caracterizaciones y el diseño escénico del coqueto camarín cargado de detalles, con esos vestidos que cuelgan de los percheros, ambos rubros responsabilidad de Jorgelina Herrera Pons. Otro punto a resaltar, es el diseño lumínico de Eduardo Safigueroa, a tono con la puesta intimista que dá marco al relato.
No queda mucho más para agregar, La Noche se está Muriendo es una estupenda propuesta del teatro independiente y el público está dando cuenta de ello, ya que está transitando su segunda temporada en cartel y lo hace siempre con localidades agotadas, algo que habla de la calidad de la pieza, que consigue este logro, gracias al boca a boca, potente arma con la que cuenta el teatro independiente.
Por ello, solo nos queda recomendar esta hermosa obra que nos permitirá ser testigos de un encuentro pleno de emociones y poesía entre dos enormes artistas que dejaron su huella y que gracias a la magia del teatro, la esplendida dramaturgia de Martín Ortiz y actuaciones fantásticas, nos permitirán disfrutarán de un momento teatral exquisito, de esos que no debemos dejar pasar.
Pensador Teatral.
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