Jueves 20 hs en Centro Cultural de la Cooperación ( Av. Corrientes 1543 )
Una cita de honor con el teatro clásico llega bajo la dirección de Santiago Doria y la elección de Los Empeños de una Casa, obra escrita en 1683 por Sor Juana Inés de la Cruz, religiosa, poetisa y escritora mexicana, que reivindicaba los derechos de la mujer, en una época no existía el feminismo y el patriarcado era una ley casi inquebrantable.
Y será la Compañia de Teatro Clásico, creada en 2016, la que llevará adelante la obra, siendo ya la cuarta que presentan, luego del suceso que tuvieron con La Discreta Enamorada de Lope de Vega, con la que ganaron el ACE de Oro y luego con El Lindo de Don Diego y La Celosa de si misma de Tirso Molina. En esta su cuarta presentación, demostrando la madurez de la compañía, se eligió el texto de una mujer exponente del Siglo de Oro, algo que no era muy habitual, porque por aquellos años,donde las mujeres no tenían palabra y mucho menos se las dejaba escribir.
Y por donde viene la trama de Los Empeños de una Casa. ?? Una buena presentación es decirles que se trata de una comedia de enredos y amores entrecruzados, donde los malos entendidos serán moneda corriente. Todo sucederá en la casa de Doña Ana, que por la noche recibirá la visita de la bella Leonor, ahí ya tenemos un problema porque ambas están enamoradas del mismo hombre Don Carlos, que escapando de la justicia, esa noche llegará a esa casa, al igual que Don Juan que corteja a la dueña de casa. Las mañas y la astucia de Celia, el ama de llaves de Doña Ana, harán que de momento los visitantes no se encuentren, pero eso no va a durar mucho.
Para colmo, entrarán en escena el apuesto Don Pedro, el hermano de la dueña de casa, que cuida con celo el decoro de su hermana y además está enamorado de Leonor. Completarán el cuadro, Don Rodrigo, el padre de Leonor, que llegará a aquella casa, alertado por la huida de la casa de su hija y exigiendo que el responsable de ello, salve el honor de la familia y se case con su hija. Las situaciones divertidas y los equívocos, estarán presentes, mostrando que un humor sano e inocente, es suficiente para hacer reír al público, no siendo necesario el doble sentido o caer en la vulgaridad. Y hasta allí vamos a contar, para no quitar sorpresa y que cuando vean la obra, puedan enterarse, como se resuelven los dilemas amorosos y de honor que presenta la historia.
Es momento de hablar de las actuaciones que presenta Los Empeños de una Casa, siendo realmente este un punto muy alto, ya que el texto presenta una dificultad adicional a la que tiene el teatro clásico en sí y es que los actores respetando la letra original, deberán hablar en verso, algo que requiere mucha concentración, ya que hay que hacer exacto con cada palabra, siendo algo que logran con creces, demostrando cuanto ensayo hay para poder llegar a estrenar una obra como esta.
Y otro punto a destacar, es que son nueve los actores en escena, algo que en lo personal disfrutamos mucho, ya que en épocas donde por razones presupuestarias y de organización, abundan los unipersonales dentro del circuito del teatro independiente, poder encontrarnos con una obra que tiene semejante despliegue actoral, es algo que debemos valorar mucho.
Arranquemos con Maia Francia, una actriz estupenda, que nos gusta mucho y que elogiamos más fe una vez en este sitio, recordamos aún su fenomenal trabajo en Anita o la tragedia de las partes. Aquí en su primera aparición en la Compañia de Teatro Clásico, muestra su versatilidad y su carisma para una composición impecable de Doña Ana, la dueña de casa.
Mónica D´Agostino es Leonor, la otra gran protagonista femenina de la obra, la que levanta los suspiros de los caballeros, con una presencia escénica muy fuerte, se destaca mucho aportando belleza a la obra y luciéndose por demás en las partes cantadas. Estuvo en las anteriores obras de la compañia y aquí con otro protagónico, muestra ser una pieza clave del grupo.
Sigamos con el elenco femenino y llega el turno la encantadora Irene Almus, otra figura central de la compañia, recordamos mucho su composición en La Discreta Enamorada. Aquí desde un rol secundario, nos regalará a un ama de llaves bastante villana y muy divertida. Con una expresividad admirable y muy propia, siempre invita a la sonrisa. Un verdadero placer verla a Irene en escena.
Y mención para Jazmín Ríos, como Hernando, que desde un papel menor , cumple muy bien su rol.
Momento del elenco masculino, aquí también tenemos actuaciones muy parejas y en lo personal nos gustó especialmente el trabajo de Francisco Pesqueira como Don Diego, por su presencia escénica y por el destaque en las partes cantadas, gracias a su voz privilegiada. Francisco estuvo en las anteriores tres obras de la compañia, al igual Andrés D´Adamo, otra figura central, aquí como Don Carlos, el caballero pretendido por las bellas damas de la historia y centro de los equívocos. Una grata sorpresa verlo aquí a Mateo Chiarino, un actor al que elogiamos en muchas obras del off, que también muestra su versatilidad aquí, como Don Juan, dando la talla, en un registro tan diferente como el del teatro clásico.
Jorge García Marino, como Don Rodrigo, es el padre de Leonor y el que reclamará por salvaguardar el honor de su hija. Con mucho oficio cumple muy bien su personaje. Cierra el elenco, Fabián Pandolfi, como Castaño, el asistente de Don Carlos, siendo el personaje más gracioso de la historia, especialmente por una escena divertida que no vamos adelantar y que genera risas generalizadas.
Se hizo algo larga la descripción, porque eran nueve los actores en escena, pero entendemos que es un acto de justicia, dedicarles al menos unas lineas a las interpretaciones, por la calidad de las misma, ya que al ser una obra de época, que tiene un lenguaje particular y la dificultad adicional de tener que hablar en verso. Por eso vale el reconocimiento, ya que se reúne un elenco de mucha jerarquía y eso es algo que se nota.
La puesta de Santiago Doria, tiene muchos puntos altos, el principal tal vez, poder respetar la esencia de la obra original y que resulte interesante en estos tiempos, algo que consigue en muy buena forma. Para destacar la música de Martín Bianchedi, factor importante en la trama y el impactante vestuario de época que lucen todos los protagonistas, rubro fundamental en toda obra clásica que se precie y aquí se luce mucho.
Ya no queda mucho que agregar, en lo personal valorar, que se siga apostando al teatro clásico, un género algo olvidado en estos tiempos y que celebramos se mantenga vivo. Por eso el espacio importante que ocupa La Compañia de Teatro Clásico que en su cuarta presentación vuelve a mostrar la seriedad con la que se toma el género y todo el trabajo que hay atrás, para poder llevar a escena, una obra que requiere tanto despliegue escénico.
Una acertada elección de la Santiago Doria, de elegir a una autora como Sor Juana Inés de la Cruz y su primer obra Los Empeños de una Casa, que nunca se había representando en nuestro país. texto escrito hace más de 300 años, cuando el feminismo estaba lejos de aparecer, pero que se atrevía a cuestionar al patriarcado, los mandatos sociales y el rol secundario que la mujer tenía en la sociedad en aquellos años. Por todo lo mencionado, les recomendamos vestir de gala para la ocasión y que se acerquen a la Cooperación, ya que los espera una cita de honor con el teatro clásico.
Pensador Teatral-
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