viernes, 19 de octubre de 2018

J.Timerman

Dramaturgia y Dirección de Eva Halac.







Jueves a Domingos en el Cultural San Martín ( Sarmiento 1551 )

Nuevamente Eva Halac, nos trae una interesante propuesta, tomando un período de nuestra historia y presentando un relato que mezcla datos de la realidad con ficción, en muy buenas proporciones, ya que logra que el relato sea muy entretenido.

Este año disfrutamos de otra pieza de la autora, La Voluntad Teatro a Distancia donde el marco era La Campaña del Desierto y allí aparecía la figura de Roca. Hace unos años en esta mismo teatro presentó Café Irlandés, que nos llevaba a la década del 60 y retrataba el encuentro de dos periodistas Rodolfo Walsh y Tomás Eloy Martínez, que se reunían para hablar de Evita.








En esta ocasión, la autora nos llevará a la década del 70, más precisamente a Octubre de 1971, una época en que la situación política en Argentina era muy compleja. El gobierno de facto de Lanusse, atravesaba un momento delicado, por su falta de poder real y por sectores internos,  que lo acusaban de ser muy débil. La guerrilla urbana tenía una presencia activa,  los atentados y secuestros eran frecuentes y la violencia iba en aumento.

Lanusse pensaba en llamar a elecciones, para pacificar a la sociedad, pero tomar esa decisión no eran tan fácil, por las presiones de los militares más duros y por un entorno muy enrarecido. Para colmo, desde España un Perón exiliado, seguía siendo una amenaza latente y un factor a tener en cuenta, en cualquier medida a tomar.

En este contexto, en el que la autora introduce al espectador en gran forma, aparece la figura del periodista Jacobo Timerman, nacido en Ucrania, de familia judía y antifascita, llegó a la Argentina a los cinco años. La figura de Timerman marcó una época dentro del periodismo, siendo su figura muy controvertida, maestro de periodistas, de temperamento fuerte y explosivo, no era fácil de tratar.








En el espacio temporal que nos propone la autora, Jacobo dirigía La Opinión, un tabloide, sin fotos, ni información de fútbol, pero con gran influencia en la época y muy crítico del gobierno de Lanusse.
La obra permite ver las relaciones entre el cuarto poder y los diferentes gobiernos, las presiones, las relaciones secretas, los mensajes cruzados y todo un entramado de poder, que la mayoría de las veces no vemos en la superficie, pero que tiene un tráfico intenso.

Halac si bien toma como centro de la historia, la figura del controvertido periodista, más bien ofrece una excelente fotografía, de una época de la Argentina, para que los que vivieron esos años la recuerden y para que quienes no lo hicimos, nos enteremos de algunas cosas.








Por último puntualizar que la trama se centra en los días 8 y 9 de Octubre del 1971, fecha en que se casaba  la hija de Lanusse con el cantante Roberto Rimoldi Fraga. Esos días fueron especialmente agitados en el país, con alzamientos militares en el Interior, con estudiantes en las calles tirando piedras a los bancos y como si esto fuera poco, ese fin de semana era el cumpleaños de Perón y se cumplía un nuevo aniversario de la muerte del Che ( aquí hay una perlita que obra tiene incluida en el relato y para mantener el suspenso no contaremos ). Pues bien, en ese marco convulsionado, se organizaba una fiesta de casamiento en la Quinta de Olivos, con todas las frivolidades del caso,

La puesta que propone la directora es muy original, quien conoce esta sala del Cultural San Martín, se sorprenderá al ingresar en ella, por la disposición de las butacas a ambos lados, con un escenario que no parece tal, hay un destacado diseño escenográfico de Micaela Sleigh, con un largo corredor que recorren los personajes, entre vallas de seguridad y cintas de peligro, como síntoma de la realidad del país. Este recurso le dá a la trama, un ritmo vertiginoso, que provocan la atención constante del espectador, envuelto en una dinámica y una tensión, que no es sencillo de conseguir en este tipo de obras.

Todavía no hablamos de las actuaciones, que son realmente muy destacadas y tienen que que superar el desafío que les propone la puesta de tener que estar en permanente movimiento, casi chocpandose con los protagonistas, que caminan envueltos en sus preocupaciones.









La actuaciones que más nos gustaron, fueron las de Guillermo Aragonés, que le encuentra muy bien el tono al personaje de Timerman, que no era nada sencillo, mostrando estar a la altura del protagónico. Logra darle la estridencia y pasión, que su personaje requiere, sin caer en exageraciones. Sobrio trabajo de Guillermo.

En el mismo alto nivel, se encuentra Mucio Manchini, un gran actor del off, al que este año vimos un par de veces y siempre vemos se destaca. Aquí compone a un Lanusse que navega entre los temores del poder y la autoridad que requiere su investidura. Su tono de voz firme y sus desplazamientos, son los adecuados para la figura que encarna.

Pero no seamos injustos con el resto de los personajes, ya que todos son importantes en la historia. Leonardo Murúa, es Abrasha Rotenberg, la mano derecha de Timerman en el diario, Carlos Scornik realiza una excelente composición del General Sanchez de Bustamente, Cristian Majolo, vuelve a mostrar su versatilidad como Dudi Gravier, un empresario, inmerso en un peligroso juego a dos puntas y Juan Pablo Galimberti, a quien vimos este año lucirse en La Gente Normal, aquí sorprende como Julian Soriel, un joven periodista, con claros ideales.









Por último, mencionamos a Gregorio Scala, en una estupenda composición del agente Felix Rodríguez,  para mantener la sorpresa no vamos a contar nada de su personaje, pero recomendamos lo sigan con especial atención, porque es un gran acierto de la autora, incluirlo en la trama ( suena algo críptica nuestra mención, cuando vean la obra los lectores entenderán )

Hasta aquí contaremos, nos gustó mucho la obra, ya que permite poner la lupa en la figura de Timerman y principalmente retratar una época de la Argentina. El gran mérito de Halac, es presentar un texto muy interesante y hacerlo en el marco de una puesta muy atractiva. Por otro lado, destacamos que la autora expone los hechos sin bajar linea, ni tomar partido, exponiendo los hechos y dejando que espectador saque sus conclusiones, algo que nos resulta muy valioso.

Por todo lo mencionado, recomendamos ver J,Timerman, una obra distinta a las que estamos acostumbrados a ver, que además de permitirnos disfrutar una noche de buen teatro, nos hará reflexionar, sobre como en Argentina, muchas veces cambian los nombres propios, pero las situaciones se reiteran.



Pensador Teatral.



lunes, 15 de octubre de 2018

Vientre

Dramaturgia de Marcos Arano y Gabriel Graves. Dirección de Marcos Arano.








Domingos 20 hs en La Carpintería Teatro ( Jean Jaures 858 )

Una magnífica propuesta llega de la mano de Vientre, El Hueco de donde Venimos, el tercer trabajo del grupo Malvado Colibrí, que nos presentará el tema de la igualdad de género y la reivindicación de los derechos de la mujeres, un tema que está muy presente en nuestra sociedad, de una manera muy creativa, en clave de humor y con una puesta colorida, divertida, con mucha música, coreografías y una buena dosis de clown.

La idea es realmente ingeniosa, ya que para hablar del empoderamiento de las mujeres en este presente, se recurre a grandes mujeres de la historia argentina y latinoamericana del pasado, que aportaron mucho a nuestra sociedad, la mayoría de las veces sin el reconocimiento merecido y debiendo luchar contra dificultades extras, por el solo hecho de ser mujeres.










La historia arranca en un cementerio, donde dos sepultureros, son casi obligados por las mujeres presentes en un entierro, a dar un responso, en honor de la fallecida.  En el mismo, se hace referencia a Dios, a la creación y se explica  como el creador enojado con Eva, por comer el fruto prohibido, se irrita mucho con la mujer y decide en esa genésis, darle un castigo ejemplar y duradero, consistente en tener que soportar mucho dolor, al parir . Desde ahí comenzaría el sufrimiento de las mujeres, en ese fundamental acto, por el cual da vida.

No vamos a contar mucho más de la trama , solo digamos que algún influjo natural se apoderó de aquel cementerio y de las tumbas, comienzan a resucitar mujeres, que a lo largo de la obra se irán presentando e irán desfilando mujeres que han dejado su legado en la historia.










El desfile es cronológico y arranca por el 1700, con Micaela Bastidas, esposa y consejera de Tupac Amaruc, figura importante de la historia del Perú, Manuela Pedraza, heroína de las invasiones inglesas, Encarnación Ezcurra, esposa de Rosas y con mucha participación política en su gobierno, Rosario Vera Peñaloza, educadora y pedagoga de prestigio , Cecilia Grierson, primera médica que tuvo nuestro, Alicia Moreau de Justo, política socialista, una de las precursoras de la lucha por los derechos de la mujer y la emblemática Evita, quien no necesita presentaciones, por mencionar solo a algunas. Ah muchas de ellas las conocemos por ser nombres de calles en Puerto Madero, pero tristemente, no sabemos quienes fueron.

Además aparecerán hechos protagonizados por mujeres a lo largo de la historia, como la huelga de las escobas en 1907, la rebelión de las prostitutas de San Julián en 1922 o las valientes rabonas, que acompañaban en el frente a los soldados, en ocasión de la Guerra del Pacífico.

Vientre, además de tratar temas como la maternidad, las desigualdades de las mujeres respecto de los hombres,  la violencia de género, etc., nos brinda una excelente forma de aprender y conocer mujeres destacadas de la historia, que muchas veces fueron ignoradas por los manuales, escritos por hombres.









El despliegue escénico que tiene la obra es descomunal para una obra del off, son más de 20 actores en escena ( la mayoría mujeres ) que le darán a la puesta, una potencia y un ritmo, que los espectadores agradecen.

La dirección de Arano, brinda un espacio fundamental a las actuaciones, que se lucen muchísimo a lo largo de la obra. El elenco es muy parejo y se lo nota comprometido con la ideología que tiene la pieza, algo que comprobemos por el entusiasmo y el sentimiento que ponen en cada escena.

Con temor a ser injustos, vamos a mencionar a alguna de las actrices, que a nuestro criterio más se destacan, por sus condiciones y tal vez por tener papeles más relevantes.
Arrancamos con Lala Buceviciene, que entre otros personajes, compone a Alicia Moreau de Justo y a Evita, en una gran composición, plena de pasión y también mucho humor negro. Magnífico lo de Lala.










Nos gustó mucho lo de Victoria Pescara, muy expresiva con sus caras y sus movimientos ( se nota su formación en clown ) . Se luce con todos sus personajes, recordamos especialmente, el acto cuando como rabona, tiene el hijo, pero se destaca en varios. Gran presencia escénica la de Victoria.

Rocío Rodríguez Paz, es otra de las actrices que sobresalen, como Cecilia Grierson, en las monjas y también acompañando a Evita. Un magnetismo especial el de Rocío.

Carolina Maldonado, como Encarnación Ezcurra, participando también en el acto de las monjas y en el cortejo, es otra de las actrices, que nos impresionó muy favorablemente.










Pero no seamos injustos con el resto de las actrices, que componen enorme cantidad de personajes y lo hacen en gran forma, no nos extendemos en un párrafo para cada una de ellas, porque se haría larguísima la descripción, pero por sus méritos podriamos haberlo hecho, nos referimos a Luciana Ramos, Luna Ventura, Paola Sanabria, Florencia Catenaccio, Viviana Lastiri y Manuela Bottale.

Del lado de los hombres, son menos y tal vez por eso, se lucen , como por ejemplo Alejandro Jorge Dubai y Manuel Oucinde, que componen una dupla muy graciosa.











Pero si hablamos de dupla destacada, no podemos dejar de mencionar a dos grandes protagonistas de de la noche nos referimos a los sepultureros Marcelo Sapoznik, que también hará de Dios nada menos y Rodrigo Frascara, que además será Adán.
Marcelo y Rodrigo, además de oficiar de conductores de la historia, funcionan un poco de contrapeso, ya que en Vientre, deja bien en alto las reivindicaciones de las mujeres y estos personajes de manera muy graciosa y maliciosa, se encargan de relativizar y burlarse un poco, de  los dichos de las mujeres Genial la dupla, que conforman, con mucha química y sin dudas,  son de los que más risas generan en el público.

Y en este repaso de protagonistas, aún no mencionamos a los músicos en vivo y a las cantantes Eugenia Encina y Liliana Isaguirre. En una obra que tiene un gran componente musical, el aporte que realizan es fundamental y mucho tiene que ver con ello la impecable dirección musical de Ian Shifres.









Como puede apreciar el lector, la puesta que presenta Vientre es realmente muy importante e inusual para el teatro independiente por la cantidad de protagonistas y más que nada por la riqueza y calidad del espectáculo.

Si hablamos de la puesta hay que destacar las coreografías de Gabriela Goldberg, que nos encantaron, hubo muchas y muy logradas, a nosotros nos impresionó mucho la de los esqueletos ( quienes vieron la obra sabrán de que hablamos ) Mención especial para las máscaras de Andrea Picón y Nicolás Picón, como así también para el vestuario de Jazmín Savignac, dando glamour a la pieza. Y destacamos también el diseño escenográfico de Marcelo Valiente, con ataúdes al por mayor.
Cuando son tantos los rubros a resaltar en una puesta, queda claro el alto nivel de la misma y el gran mérito de Marcos Arano en la dirección, coordinando todas estas disciplinas.

Bueno no queremos contar más, la obra tiene muchas sorpresas preparadas y el espectador estará abierto a recibirlas, ya que en todo momento se engancha con las historias que le cuentan, donde además de aprender hechos de nuestra historia, se vá a divertir mucho.










Vientre es una excelente propuesta, orgullo del teatro independiente y está cosechando los reconocimientos que merece, prueba de ellos, son las 5 Nominaciones recibidas a los Premios Ace 2018, algo difícil de lograr.

Por nuestra afición al teatro, vemos varias obra por semana, pero podemos asegurar que el clima festivo con que el público vive el espectáculo, no es algo habitual, ni tampoco la ovación prolongada que el público tributa a los protagonistas,  al término de la función, sin dudas una de las mayores ovaciones que presenciamos en el año. Y cuando el público reacciona de esta manera, queda claro que la obra tiene algo particular que la distingue.

Recomendamos fervorosamente Vientre, una de las excelentes propuestas que el teatro independiente tiene para ofrecernos y que no debemos dejar de ver.




Pensador Teatral.



sábado, 13 de octubre de 2018

Del Polvo de las Esquinas

Dramaturgia y Dirección de Laura Derpic Burgos.







Sábados 19 hs en Espacio Sísmico ( Lavalleja 960 )

Una propuesta original llega de la mano de la dramaturga boliviana Laura Derpic, quien llegó a Buenos Aires en 2011 desde La Paz, siendo parte del curso de Dramaturgia de la Emad, dirigida por Mauricio Kartún, pudiendo dedicarse de esta manera de lleno al teatro, su pasión,  algo que en su país no era tan sencillo, debido al menor desarrollo, que tiene la actividad teatral.

En 2014, Laura se mudó a Madrid para realizar un máster en Creación Teatral y allí se sembró la semilla para lo que luego sería Del Polvo en las Esquinas. Una de las primeras tareas del máster, consistió en asistir a una muestra en el Museo del Prado, que trataba sobre el aniversario 400 de la muerte del Greco. La Anunciación, uno de los cuadros más emblemáticos de Greco y la fuerte raíces católicas de la ciudad Madrid,  le recordaron a la autora, imágenes de su Potosí natal y fueron disparadores, para que Laura, escribiera este texto desde un lugar muy personal.








La historia es original y de alguna manera irreverente, pudiendo causar alguna polémica, ya que mediante al texto teatral, cuestiona la manera en que fue contada la vida de Jesús, trayendo la historia bíblica reinterpretada, a los tiempos actuales.

En al arranque de la obra, veremos a José, trabajando alegremente en su taller de carpintería, cuando irrumpe  María, su prometida, para comentarle algo increíble que le había sucedido esa mañana. Un hombre, que según su extraña vestimenta, parecía ser un ángel, ingresa a su habitación por una ventana, y le anuncia que Dios la eligió para dar a luz al Salvador.








Se imaginan la reacción de José cuando María le cuenta lo sucedido ?? Podría creer una historia que resulta tan inverosímil ?? Sería conveniente continuar con ese embarazo ??? Y lo último que diremos, que sucedería si Jesús naciera mujer y no hombre como la Biblia nos enseñó.

La dramaturgia es extremadamente creativa, ambiciosa y si bien puede ser algo compleja de seguir en algunos momentos, el espectador se siente muy atraído tratando de entender lo que sucede allí, buscando semejanzas y diferencias con la historia por todos conocidas.

La dupla protagónica conformada por Melina Marcow ( María ) y Laureano Lozano ( José ) se muestra sólida y se destaca mucho. Tienen papeles muy complejos y logran darle realismo a la historia. Muy buenos sus trabajos.








Marian Pérez, es un ángel muy especial, con mucho histrionismo, trae alegria y momentos divertidos a una historia que por momentos es dramática.
Por último mencionar a Ana Capalbo, como el joven Jesús, si leyó bien, una actriz en ese rol, porque en el universo de la autora, es lo que corresponde.

La puesta tiene para destacar el diseño escenográfico de Esteban Siderakis, que representa de manera perfecta un taller de carpintería y hay un muy buen diseño de vestuario de Daniela Chihuailaf, con algunos detalles sutiles,  que nos gustó mucho.







Sin dudas, Del Polvo de las Esquinas, como puede apreciar el lector, es una obra muy particular, en algún momento el espectador puede estar algo confundido, si no vá con la mente abierta, ya que el relato tiene algunos toques fantásticos.

Una propuesta distinta, que se anima a innovar y a cuestionar, la de Laura Derpic, una de las dramaturgas bolivianas más influyentes de su país en la actualidad,  que se atreve a salir de la comodidad de los textos comunes y cuestiona algunos conceptos religiosos arraigados, invitando a reflexionar sobre temas actuales, tomando como base una reinterpretación de hechos bíblicos, con un desparpajo, que hay que destacar.

Desde nuestro punto de vista, el teatro que cuestiona e interpela con valentía, siempre debe valorarse. Como siempre, será el espectador cuando vea la obra, quien tendrá la última palabra y dará su punto de vista acerca de esta otra historia posible de Jesús, muy diferente a la que conocemos, pero a la vez con muchas coincidencias.



Pensador Teatral.


viernes, 12 de octubre de 2018

La Cuna Vacía.

Dramaturgia y Dirección de Omar Pacheco.







Viernes 21 hs en Teatro La Otra Orilla.

Estamos en presencia de una obra, que lleva nada menos que doce años en cartel. Se estrenó en 2006 y sigue presentándose en la actualidad, con una respuesta sensacional de un público, que agota las localidades en cada función.

Viendo la obra, no quedan dudas, acerca de las razones que explican este fenómeno, La Cuna Vacía, es una joya del teatro independiente, una propuesta diferente a cualquier otra obra, tiene un estilo propio, funcionando como una pieza de relojería, con una puesta fantástica, donde cada movimiento está sincronizado y cada escena está pensada en detalle.








Omar Pacheco, es un dramaturgo brillante, que inició su carrera en el mundo del teatro en la década del 70, cultor del perfil bajo y siempre lejos del ruido de los medios. Tuvo que exiliarse en Estados Unidos y Brasil, durante los años de la dictadura y cuando retornó al país, conformó el grupo Teatro Inestable y en 1994 fundó la sala La Otra Orilla, en pleno barrio de Once, que hoy es su reducto, su casa, en la que presenta sus obras y trabaja con mucha pasión, junto a un equipo de actores muy talentosos, que comparten su filosofía de trabajo y de vida.

Omar es un creador, que eligió estar a contramano de las normas del teatro convencional, eligiendo apostar por la exploración, por la sensibilidad, pugnando por un teatro distinto, donde los cuerpos y las imágenes sean los transmisores del mensaje y no la palabra,  como ocurre habitualmente. Su apuesta además de novedosa, requiere muchísimas horas de ensayos, de investigación y un compromiso absoluto de los actores, que deben entregarse por completo a su exigente método, que tiene un sello propio, que lo distingue en Argentina y fuera del país ya que su metodología trascendió las fronteras.









Yendo a La Cuna Vacía, podemos decir que tiene una potencia notable, la puesta no dá respiro, las imágenes se suceden, la oscuridad reina y la poesía está presente en todo momento. Lo real y lo onírico están en permanente conflicto, los actores aparecen y desaparecen casi por arte de magia, gracias al magistral diseño de iluminación que tiene la obra.

El silencio con que el público acompaña el desarrollo de la pieza es absoluto, el espectador sigue atento cada escena, casi con devoción, se sorprende permanentemente con el despliegue escénico, el foco de atención cambia permanentemente, ya que las acciones se desarrollan simultáneamente en diversos planos,en el escenario convencional, en un piso superior y en un lateral con títeres ( genial este recurso ) , no queremos contar demasiado, para que aquellos que no vieron la obra, se sorprendan como lo hicimos nosotros.

Solo decir, que palabra está casi ausente en la obra, sólo uno de los actores, aparece en alguna ocasiones, como una suerte de presentador y dueño de un juego macabro que se representa y cuyas reglas, el se encarga de enunciar.








El trabajo de los actores es admirable, la precisión y la coordinación con la que ejecutan sus movimientos y coreografías asombran. Se nota que para lograr el producto final que los espectadores ven, hay muchísimas horas de trabajo atrás. Además se nota a todos los integrantes del elenco,  comprometidos y orgullos de formar parte de un proyecto,  que saben es emblemático.

Vamos a mencionar a todos los integrantes del elenco, ya que todos resultan piezas fundamentales para el conjunto que resulta la obra y creemos es justo dar sus nombres, Valentín Madeiros, María Centurión, Ivana Noel Clará, Luciana Capriotti, Betiana Cueva Kaio De Almeida, Cintia Gauna, Samanta Iozzo, Agustina Miguel, Melissa Ribelotta Domecq, Emilia Romero, Muriel Sago y Ginna Alvarez, esperemos no haber olvidado a ninguno.
Si bien alguno de los mencionados, se destacan más, por estar más tiempo en escena, compartimos la filosofía del elenco, que prefiere resaltar el grupo en su conjunto y no individualizar, algo que también habla de la humildad y perfil bajo, que seguramente heredan del director.

La Cuna Vacía, aún no lo mencionamos, nos habla del desgarrador dolor de la ausencia, de la apropiación de los bebés, del sufrimiento conmovedor de esas mujeres que luchan por volver a ver a sus seres queridos. Omar como dijimos antes, estrenó este obra en 2006, para recordar los treinta años del golpe de 1976, donde comenzó la dictadura más sangrienta que vivió Argentina, con la intención de que su obra, sirva como testimonio de los años de lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayor por verdad,  justicia y memoria.








Lo notable de Omar, es que realiza este homenaje de manera sutil, Pacheco no gusta de las obviedades y sabe introducir el tema con un vuelo poético que apabulla por su belleza, sugiriendo mucho sin ser explícito,  llevando al espectador a vivir una experiencia que estimulará sus sentidos y lo movilizará, no pudiendo quedar indiferente, ante la contundencia de las imágenes que recibe.

La puesta es fantástica y riquísima, con una minuciosidad y una sincronizacion que dejan al espectador con la boca abierta. el sistema de luces creado por el mismo autor en La Otra Orilla es impactante, la oscuridad es interrumpida, por haces de luz, que surgen de diversos lugares y ángulos, iluminado a los protagonistas y dejándolos en las oscuridad absoluta, en cuestión de segundos. Tampoco podemos dejar de mencionar la notable musicalización que presenta la puesta, acompañando y suavizando algunos momentos duros de la trama.

No queremos contar más, consideramos que La Cuna Vacía, es una de esas obras imprescindibles, que deben verse casi en forma obligatoria, ya que es una experiencia multisensorial, que no vamos a ver a menudo, con la que el espectador se conmoverá.









Sin dudas, estamos en presencia de un espectáculo que rompe con las convenciones establecidas, un trabajo multidisciplinario, que se caracteriza por la belleza de sus imágenes, por la fuerza de la puesta y principalmente por su nivel de excelencia. que es una verdadera joya, que el teatro independiente nos ofrece,

Nuestras felicitaciones a Omar Pacheco y a su grupo de Teatro Inestable, por La Cuna Vacía, que sin dudas, ya tiene un lugar, entre las mejores obras que dió nuestro teatro en las últimas décadas y seguir teniéndola en cartel, es algo que ningún amante del teatro, debe perder de vista.

Para ver y volver a ver más de una vez, para emocionarse y conmoverse, con esta verdadera joya de nuestro teatro independiente, que lleva doce años en cartel y que auguramos seguirá por mucho años más.



Pensador Teatral.



miércoles, 10 de octubre de 2018

Rala

Dramaturgia y Dirección de Rosina Fraschina.








Miércoles 21 hs en Centro Cultural de la Cooperación.

En el marco del Pequeño Festival de Octubre organizado por el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, se presentó Rala,  muy buen exponente del teatro independiente que llega a la calle Corrientes, de la mano de este Festival, cuyo objetivo precisamente es dar a conocer el trabajo de artistas del teatro independiente, que muchas veces no tienen tanta vidriera para mostrarse.

Rala es la opera prima, como autora y directora, de Rosina Fraschina, formada en el clown y dejando por primera vez su rol de actriz, para encarar este proyecto, que nace a partir de un trabajo colectivo entre los actores y ella, donde la escritura de lo que sería el texto definitivo, fue surgiendo a partir de improvisaciones, pruebas y ensayos, lo que habla de la riqueza y libertad del proceso creativo.








La obra podemos definirla como una comedia negra, desopilante por momentos y generando muchas risas en la platea, debido principalmente a los personajes con características muy marcadas y una puesta muy atractiva.

La historia arranca con la noticia de la muerte de la Tía Hilda, que todavía está en su casa, esperando que la vengan a buscar de la funeraria. En la casa están quienes vivieron con ella y la cuidaron hasta el último instante, nos referimos a los tres hermanos, Ana, Josué y Ernesto, quien lucen desconcertados, ante la partida imprevista de la jefa del hogar.

La casa está alborotada y lo estará más con la llegada de Miné, una sobrina de la tía a la que ellos no conocían. No sabían que la tía tenía familia y Miné tampoco conoce a estos hermanos. Nunca los había visto antes. Que parentesco tenían con la tía ?? Serán realmente parientes de la tía ??  La desconfianza reina entre ellos.








Miné revoluciona la casa, es curiosa y abierta a las nuevas experiencias. Con su desparpajo y su encanto, atrae tanto a Ernesto, como a Josué. La que no la mira con buenos ojos es Ana, que no quiere a nadie de afuera que pueda poner en peligro su liderazgo y mucho menos a otra mujer.

Bueno hasta allí contaremos el espectador cuando vea la obra, descubrirá como los hermanos percibirán la amenaza que puede resultar la recién llegada, que a lo mejor vino para quedarse con la casa y dejarlos a ellos sin nada, por lo que veremos gran cantidad de escenas divertidas y disparatados, entre estos personajes tan particulares.








El punto fuerte de la obra, son las actuaciones, los cuatro personajes que presenta la pieza, tienen rasgos muy marcados, diferentes de los demás, gracias a ello y a la libertad que les concede la directora,  pueden lucirse mucho.

Arranquemos por Julia de Ciocco, como la temperamental Ana, es quien ahora, lleva las riendas de la casa, como ella misma dice, es la que corta el bacalao. Líder del grupo, trata de mantener el órden y sus hermanos varones le temen, por sus enojos. Muy bueno de lo Julia.

Matías Katz, es Josué, siempre con un librito a mano, es subestimado por el resto y sufre especialmente el maltrato de Ana. Federico Paiva, como el introvertido Ernesto, que es acosado por  una decidida Miné. Federico impresiona por su gestualidad y es tiene momentos muy graciosos,  Dos personajes entrañables, que provocan  sonrisas al por mayor, con sus magníficas actuaciones.








Para el final dejamos a Camila López Stordeur, como Miné, que sencillamente la rompe. Aporta frescura y una sonrisa muy contagiosa.  Se muestra pícara y parece disfrutar la revolución, que causó su llegada a la casa Impresiona el histrionismo de Camila, que nos regala una composición fantástica, es la primera vez que la vemos en escena y nos gustó mucho su trabajo.

Como dijimos antes, las interpretaciones son un punto muy alto que tiene la obra. Se reunió un elenco joven y muy talentoso, que se nota,  se divierte con la historia y aprovecha la libertad de movimientos, que les otorga la directora.  Como dato curioso, decir que no se conocían entre ellos de trabajos anteriores y la única caraterística que los unía, es tener experiencia en el clown, algo que se nota en la pieza, por el uso que hacen de sus cuerpos y las muchas caídas / tropezones,  que veremos a lo largo de la trama.

La puesta es muy atractiva y tiene muy buen ritmo, nos gusto mucho el diseño escenográfico de Lina Boselli y debemos destacar la importancia que presenta para la trama el excelente diseño lumínico de Horacio Novelli, jugando mucho con la oscuridad y los protagonistas, siendo un ítem para resaltar.








Para ir concluyendo, una propuesta muy fresca la de Rala, una comedia negra, disparatada la mayoría del tiempo, pero que muestra situaciones que nos resultan cercanas, como la amenaza que se siente por la llegada de un extraña a nuestro círculo y  como se reacciona para tratar de alejarlo. Además se muestra como muchas veces la muerte de un familiar, provoca desconcierto y momentos de confusión, en los que aparecen luchas por el poder y por lo material

Como dijimos al comienzo, es importante la iniciativa del Pequeño Festival que organiza el Centro de la Cooperación, que contribuye con el teatro independiente, permitiendo dar visibilidad a obras entrañables como Rala, posibilitando además, que jóvenes actores, tengan la chance de mostrar sus condiciones y su talento.

El aplauso con que los espectadores premian a los protagonistas al final de la función, es un claro indicador que la obra gustó mucho y que vivimos una noche muy divertida a puro teatro independiente.



Pensador Teatral.

sábado, 6 de octubre de 2018

El Deber del Señor Biondi

Sábados 23 30 hs en Teatri Il Piccollino ( Fitz Roy 2055 )







Dramaturgia de Carlos Sanzol y Dirección de Pierre Marquille.

Una original y futurista propuesta llega de la mano de Carlos Sanzol, joven escritor y periodista, que con El Deber del Señor Biondi, nos presenta un drama ambientado en el año 2080, que tiene muchos condimentos de ciencia ficción, género muy poco explorado el el teatro.

En esta historia, tenemos una sociedad que podríamos imaginar para nuestra humanidad, para dentro de 50 años, en la que existe un régimen poderoso, que todo lo controla, desde con quien debemos casarnos, cuantos hijos debemos tener ( si es que nos autorizan a tenerlos ), que música podemos escuchar y hasta cual será el argumento de la telenovela de la noche, esa que se emite en horario central y todos ven.







En este país donde todo está normado, Mireya Leguizamon ( Mariela Aracena ) una mujer de 44 años, decide solicitar al régimen, el servicio, eufemismo con se menciona la solicitud del derecho a morir, circunstancia donde previsto el envío de un agente estatal, que irá a la casa de la ciudadana solicitante, a efectos de cumplir con la misión.

El disparador el potente y sorprende al espectador que mira asombrado lo que irá aconteciendo. Enseguida llegará el Sr. Antonio Biondi ( Pierre Maequille ), el encargado de brindar el servicio. Mireya lo recibe con alegría y agradece la rapidez con que el régimen, respondió a su pedido, sin dudas se siente una privilegiada, ya que conoce casos de personas que esperan por más de seis meses, la respuesta, al particular servicio pedido.

El trámite parece será sencillo, Boindi está acostumbrado a cumplir a diario con el trabajo y al escucharlo hablar, se nota que es un verdadero profesional, algo que tranquiliza a Mireya, que siente que está en buenas manos. Solo queda cumplir con la burocracia del caso, llenar y firmar unos formularios, para que todo quede documentado y algo importante,  elegir la opción, con la que la ciudadana, quiere que se cumpla el servicio.








La cuestión debe ser rápida, Mireya quiere recibir el servicio cuanto antes y Biondi cumplir su trabajo, para volver a casa, Pero el encuentro entre ambos, genera algunos diálogos entre ellos ( ambos reconocen que hace tiempo no hablaban en extenso con otra persona ) y lo que parecía ser un tramite rutinario, se demorará más de lo que ambos pensaban.

Hasta allí contaremos, la obra tiene una muy buena cuota de suspenso y dejaremos que sea el espectador cuando vea la obra, quien descubra, si el servicio finalmente podrá ser cumplido o el vínculo que se genera entre la mujer y su verdugo, puede poner en peligro, lo que ya firmaron.








Solo diremos que esta sociedad en particular, donde los deseos de los personas se suprimieron para evitar el sufrimiento y el deber está por encima de todo, las apariencias muchas veces pueden engañar y detrás de ese orden estricto, hay muchos sentimientos ocultos y reprimidos, que en algún momento pueden salir a la superficie.

La temática es dura, pero en el dramatismo de la situación y por la naturalidad con que toman el tema, el autor logra algunos momentos muy graciosos, que contrastan con el trasfondo de la obra y para que esto ocurra, hay un mérito enorme en la dupla protagónica que protagoniza la obra.

Mariela Aracena es Mireya Leguizamon, una sufriente mujer, que transmite su dolor y resignación por lo irreversible de la situación. Una interpretación magnífica la de Mariela, a quien vimos el año pasado, en Forjadores de una Nación Pujante ( escrita también por Carlos Sanzol ), comedia en la que también se lucía mucho, con un papel diametralmente opuesto a este. Aquí muestra su versatilidad y estar a la altura del protagónico, componiendo a una Mireya, dulce y querible, que transita el momento, con una dignidad asombrosa, para redondear una actuación magnífica, que llega al corazón del espectador.







Fundamental también lo de Pierre Marquille, que también es director de la obra, parece el personaje ideal para el papel, ya que reúne las características necesarias para el Señor Boindi, serio, profesional y extremadamente servicial con aquellos que piden su servicio. Hasta su tono de voz resulta especialmente convincente. Pese a lo siniestro de su profesión, logra darle a su personaje, una humanidad y hasta una ternura, que solo, se concibe por su gran interpretación.

En definitiva, mucha química en la dupla protagónica, se los nota muy seguros y cómodos en sus personajes, comprometidos con la historia y logrando una excelente conexión entre ellos, algo que redunda de manera muy positiva para la dinámica de la trama.









La puesta que propone el director, es realmente atractiva, con muchos guiños y códigos de un mundo futuro. Es de carácter íntimo y minimalista con objetos y lenguajes, acordes con el género de ciencia ficción propuesto. Nos gustó el diseño lumínico de Mariano San Martín, propiciando los climas que pide la pieza y el vestuario donde predomina el color negro, con una variante en Mireya, que dejaremos sea descubierta por el espectador.

El Deber del Señor Biondi, es una propuesta que seduce, esto se nota, por el silencio absoluto con que los espectadores, siguen el desarrollo de la obra, que por momentos es dura y conmueve, pero también invita a la reflexión, interrogando sobre si realmente en el futuro, podría existir una sociedad, en la que las personas vivan, solo cumpliendo normas y no hubiera lugar para los deseos. Y si esto fuera posible realmente seria realmente una sociedad feliz, porque nadie sufriría, al no existir los deseos frustrados ? O por el contrario la infelicidad y la desazón reinarían ?  Dejamos planteado el interrogante.

En resumen, estamos en presencia de una obra valiosa, donde confluyen una dramaturgia original y arriesgada, que nos invita a pensar, una puesta que seduce y actuaciones excelentes, todos factores, que se unen, para redondear una muy buena noche teatro independiente, que celebramos y recomendamos.



Pensador Teatral.


viernes, 5 de octubre de 2018

Leo tus Labios

Dramaturgia y Dirección de Eloisa Tarruella.








Viernes 21 hs en Teatro Pan y Arte ( Boedo 876 )

La sensible pluma de Eloisa Tarruella, vuelve a nutrir al teatro independiente, con una hermosa historia de amor, plena de poesía, con impronta cinematográfica, en una puesta muy cuidada y extremadamente bella.

Leo tus Labios, Rapsodia de un Amor, nos cuenta la historia de Amelia y Silvio, que se inicia a través de las ventanas. Ella tiene 17 años y está en un internado juvenil, donde su madre la dejó cuando tenía 4 años. El es un actor en formación, que quiere ser alguien en la profesión.










Se observan diariamente a través de sus ventanas y desde esa distancia comienzan a construir un diálogo con un lenguaje propio. Hasta que en un momento, los cristales dejan de separarlos y se animarán a vivir un amor intenso. Amelia es frágil e inocente y está profundamente enamorada de Silvio, que no puede resistirse a la candidez de esa bella adolescente.

Parece que desde esas ventanas, el destino los unió, para conocerse primero y amarse luego por el resto de sus vidas. Pero muchas veces, la vida tiene otros planes y amores que parecen destinados a perdurar quedan truncos, por múltiples circunstancias.








No vamos a contar mucho más, queremos que el espectador cuando vea la obra, descubra que sucederá cuando transcurridos quince años y de manera fortuita, Amelia y Silvio se reencuentran en una librería. Las cosas ya no eran iguales, ambos estaban casados y con sus vidas encaminadas. Hay heridas del pasado que dejaron huella, pero también cenizas de un amor apasionado, que plantean el interrogante, con el que cerraremos nuestro relato. Puede un amor resurgir luego de quince años ?? Es posible ello ?? O el paso de la vida y los años, sepultaron el amor ??

La apuesta de Eloisa es arriesgada, ya que juega con un ida y vuelta constante en el tiempo, pasado y presente se confundirán en los diferentes capítulos que tiene la obra, que como su subtítulo lo indica es un rapsodia, es decir distintos fragmentos que armarán el total de la historia, como si tratrara de un rompecabezas, algo que en el cine, disciplina que Tarruella maneja muy bien, es algo muy utilizado, pero es muy difícil verlo en el teatro, por lo complejo que resulta la ejecución.








En este caso la apuesta de la autora, llega a muy buen puerto y estos cambios temporales, le dán atractivo y sorpresa a la historia. Para conseguirlo, se apela a cambios de vestuarios de los protagonistas y escenas separadas, por imágenes que se proyectan, acompañadas de una música muy bella, que enmarca de gran manera el relato.

El desafío exige también desde lo actoral y en este caso Eloisa, también se anima a ser la protagonista de su historia. En nuestro caso, es la primera vez, que la vemos  el rol de actriz y fue una grata sorpresa, verla, componiendo una adolescente enamoradiza primero y luego ya una mujer adulta. En ambos casos dotando su Amelia, una dulzura y un vuelo poético que celebramos.

Quien la acompaña en escena es Julio Bambill, que con mucha presencia escénica, logra dotar de mucha sensibilidad a su personaje. Un actor mayor que Amelia, que en primer término domina la relación, pero transcurrido los años, los roles parecen invertirse. Muy bueno lo de Julio.









Esta dupla protagónica, ya de conoce de Amorar, entrañable obra del off, que tuvo mucho suceso hace unos años. Este conocimiento, sin dudas, les otorga un entendimiento y una química a la pareja, que es bienvenida en estas historias de amor, donde hay escenas románticas y la conexión entre los actores, es muy importante.

La puesta como ya adelantamos es muy cuidada, tiene una estética muy bella, comenzando por el diseño escenográfico, que tiene los dos hogares en los lados y un colchón, en el centro, como símbolo de la importancia que tiene la pasión en el relato, un diseño lumínico de Patricia Battle. que crea la intimidad que la pieza pide, Gran valor le damos al vestuario de Soledad Gásparí, con muchos cambios y colorido.

La estructura cinematográfica que presenta la obra, se nota en que el relato no es lineal y la importancia que tiene lo audiovisual en la puesta. jugando con fotomontajes con elementos claves para la pareja. Por último mencionar la música original de Florencia Albarracín, que realmente deleita al espectador y lo sumerge en las emociones que presenta la obra.









En nuestra opinión, una hermosa historia de amor, la que escribió Eloisa Tarruella, que además de convocar a la poesía, siempre sale del área de confort y arriesga, en este caso lo hace con una puesta, donde el ida y vuelta entre pasado y presente,  es una característica muy bien explotada, que permite apreciar como el amor y el tiempo, en algunas oportunidades pueden ir de la mano y en otras no, para confirmar que es casi imposible pronosticar si una ruptura amorosa temporal, en algún momento podrá reconstruirse.

Nos gustó mucho Leo tus Labios, bella y onírica historia, con una cadencia en el relato, que permite disfrutar de la historia, de las actuaciones y de una puesta tan rica en recursos.

Recomendamos llegarse hasta el bello Pan y Arte de Boedo, para vivir una noche junto al mejor teatro independiente y comprobar que las historias de amor, cuando son bien contadas, siempre emocionan.



Pensador Teatral.