Domingos 19 hs en Corrientes Azul ( Av.Corrientes 5965 )
Un texto divertido e irreverente, escrito por la prolífica dramaturga rosarina Patricia Suárez, una de las autoras más talentosas y con más presencia actual en nuestro teatro independiente, que con Querido San Antonio, hace una semblanza de este santo milagroso, al que se recurre para encontrar objetos perdidos y en especial, es requerido por las mujeres solteras que le piden interceda para que les acerque a aquel hombre, que será el amor de sus vidas.
La historia teatral está ambientada en 1920, en la Italia de la posguerra, más precisamente en la Iglesia de Pompeya, donde entre otras imágenes, hay una de San Antonio de Padua, que recibe copiosos pedidos de los feligreses. Pina y Filomena son unas de sus más fieles devotas y le pedirán de manera especial e insistente, la primera por el regreso de su esposo Eliseo que se fue hace varios años a la guerra y no volvió aún. Ella pacientemente espera en casa su vuelta. En cambio Filomena, es soltera y pedirá al santo, un hombre, pero no cualquier hombre, debe cumplir con determinados requisitos, físicos y de otro tipo, ya que tampoco va a querer que le acerquen algún tullido o un tirado.
Se darán situaciones graciosas, ya que la reputación de San Antonio, en especial para Filomena, está bastante devaluada. Completan el cuadro eclesiástico, Carmela, la sacristana, que se encarga de todas las tareas en la parroquia, desde barrer los pisos, limpiar las figuras de los santos, hasta también recaudar dinero, para darle más fuerza y frecuencia, a las oraciones que se encomiendan al santo.
La situación de Carmela en la iglesia, esconde alguna situación oscura y misteriosa, más emparentada con el Diablo, que con Dios y que no habla muy bien del Padre Reinaldo, a quien no vemos en escena, pero resuenan algunos de sus actos. Hasta allí contaremos, cuando vean la obra, se enterarán, si San Antonio finalmente les cumplirá las suplicas a sus fieles devotas y cual es el oscuro misterio, que se oculta en aquella casa de Dios.
Las actuaciones que presenta la obra, son muy buenas, en especial destacamos la magnífica actuación de Carolina Pofcher, una actriz muy talentosa, a quien el año pasado elogiamos mucho por su labor en Errante en la Sombra, una entrañable obra del off. Aquí compone a una Filomena, muy desfachatada y desenvuelta, que luce pícara y bastante urgida, para que aparezca ese hombre, que la saque de la soltería. Con mucha presencia escénica, Carolina genera las mayores risas de la noche, redondeando una estupenda interpretación.
La otra devota, es Natalia Gorini, como Pina, más formal y respetuosa por la religión, tendrá que luchar para no ser arrastrada por el desenfado de Filomena. Destacamos su gestualidad y la muy buena dupla que forma con su amiga.
Paula Casabona, es Carmela, es la sacristana, desgarbada y con un ojo cerrado, arrastra una historia de vida muy sufrida. El padre le dió alojamiento en la iglesia y allí está desde ese día, pasando sus días entre imágenes religiosas y los fieles. Muy buena composición de Paula.
Completa el elenco, Javier Kussrow, como Eliseo, estuvo en la guerra y se accidentó en circunstancias poco claras. Vuelve al pueblo, en búsqueda de su amada esposa.
Se conformó un muy buen elenco, bien dirigido por Julia Blanco, donde además de las buenas actuaciones, se nota que los actores se divierten en escena y eso es algo que el espectador nota y agradece.
La puesta es atractiva, con un diseño escenográfico, que representa el interior de la parroquia, con varias imágenes santorales, además de San Antonio. Destacamos también el elegante vestuario de época que presentan los protagonistas. Ambos rubros en manos de Maria Emilia del Valle, Por último mencionar a Juan Sebastíán Molano y Támara Urman, a cargo del diseño de luces y del sonido.
En definitiva, una divertida historia, que dejará en descubierto algunos pedidos disparatados y poco religiosos, que los fieles tienen para San Antonio y otros santos, además de hacer una crítica suave, pero certera, a la institución de la Iglesia y a algunos manejos poco claros, que la acompañan desde hace muchos años.
Solo nos queda recomendar Querido San Antonio, se reirán con una historia con mucho de sátira y grotesco, en un atractivo formato, que además les permitirá disfrutar de muy buenas actuaciones y aprovechar para pedirle al santo milagroso, que les encuentre algún objeto perdido o ese amor que se hace desear y no aparece,
Pensador Teatral.