Viernes a Domingos en Muliteatro ( Av. Corrientes 1283 )
Una comedia que nos habla sobre los vínculos familiares, llega de la mano de Muscari, que reunirá a cuatro generaciones de mujeres y sus parejas, para hablar de amor, dinero, sexo y de la vejez, entre otros tópicos que trata la obra. Lo interesante, es poder observar como las opiniones irán variando, según la edad de quien la manifiesta.
La pieza también desnuda, como mucha veces nos preocupamos más por guardar las apariencias y esconder la basura debajo de la alfombra, en vez de poner los esfuerzos en solucionar los problemas que todos tenemos. Lo importante pareciera que fuera, brindar una imagen de felicidad hacia el exterior y que el otro nos perciba así. Mostrarse con dificultades, sería dar una imagen de debilidad y esto no es algo bien visto en la sociedad.
La trama está plagada de referencias hacia personajes de la farándula, programas de televisión, avisos publicitarios y marcas de productos, hechos que otorgan al texto una gran dosis de actualidad, algo que es muy valorado por espectador, ya que esta temporalidad, no es tan común en la mayoría de las obras, consiguiendo de esta forma, que texto resulte cercano al espectador, que se identifica no solo con los personajes, sino también con las situaciones que nos cuentan.
Una de las virtudes de Muscari, es elegir muy bien sus elencos y en general los actores quieren trabajar en sus obras, lo que genera una retroalimentación muy valiosa. El elenco en este caso es numeroso, son ocho actores en escena, todos ellos de trayectoria y con edades bien heterogéneas, lo que otorga riqueza a los intercambios dialécticos.
A nuestro entender, as mujeres son las que más se destacan y entre ellas es Patricia Palmer, quien para nosotros cumple la actuación más destacada de la noche, generando risas en cada una de sus intervenciones, todas muy festejadas por el público.Enorme trabajo el de Patricia, generando los momentos más divertidos de la velada y logrando una empatía absoluta con los espectadores.
María Leal, compone un personaje encantador y muy tierno, mostrando toda su experiencia en escena, par componer a una bisabuela algo desmemoriada, siendo una pieza clave de la historia. Cecilia Dopazo es una madre que lucha por ser moderna y no logra controlar a su hija rebelde Laura Esquivel, que con mucha personalidad y gran presencia escénica, resalta mucho en sus intervenciones, recordando mucha un momento en que toca el ukelele.
Del lado masculino, destacamos a un Manuel Vicente, desopilante y con el signo pesos en cada uno de sus pensamientos, Pepe Novoa, muestra su vigencia y nos regala una actuación entrañable. Completan el elenco Gastón Soffritti, muy festejado por la platea femenina, representa a los millenials y a la mente abierta de estos tiempos. Destacamos el histrionismo Manuel Torre, amante de las aventuras.
Como puede apreciar el lector, se reunió un muy buen elenco, la gran mayoría con características destacadas para comedia, siendo interesante la división del escenario en mitades, que se hace en varios fragmentos de la obra, con las mujeres por un lado y los hombres por otro, lo que permite diálogos separados y mantener secretos entre los integrantes de cada sexo.
La puesta es atractiva y tiene el sello de Muscari, que se manifiesta por el cuidado de la estética y los detalles. Hay un magnífico diseño escenográfico, que reproduce, la cocina y el living hogareño. El vestuario es otro ítem a destacar, al igual que el diseño lumínico, ambos resaltando la puesta. Por último mencionar, los momentos musicales, que tiene la obra y sirven como separadores de algunos actos. Incluir música en las obras, es otro detalle que caracteriza a este director.
En definitiva, se nos presenta una comedia bien actual, que consigue su principal propósito, que es hacer reir y mucho a un público que paga su entrada en busca de pasar una velada divertida, algo que logra. La historia, además de divertirnos nos hablará de conflictos normales en todas las familias y las decisiones complicadas, que en algún momento se deben tratar y nunca es sencillo hacerlo.
Gente Feliz, ofrece un texto actual y muy divertido, una puesta cuidada, que sirve como marco, para que el muy buen elenco reunido pueda lucirse, en esta comedia sobre vínculos familiares, que tiene el sello de Muscari en sus genes.
Pensador Teatral.