sábado, 8 de junio de 2019

Gente Feliz

Dramaturgia y Dirección de José María Muscari.










Viernes a Domingos en Muliteatro ( Av. Corrientes 1283 )

Una comedia que nos habla sobre los vínculos familiares, llega de la mano de Muscari, que reunirá a cuatro generaciones de mujeres y sus parejas, para hablar de amor, dinero, sexo y de la vejez, entre otros tópicos que trata la obra. Lo interesante, es poder observar como las opiniones irán variando, según la edad de quien la manifiesta.

La pieza también desnuda, como mucha veces nos preocupamos más por guardar las apariencias y esconder la basura debajo de la alfombra, en vez de poner los esfuerzos en solucionar los problemas que todos tenemos. Lo importante pareciera que fuera, brindar una imagen de felicidad hacia el exterior y que el otro nos perciba así. Mostrarse con dificultades, sería dar una imagen de debilidad y esto no es algo bien visto en la sociedad.










La trama está plagada de referencias hacia personajes de la farándula, programas de televisión, avisos publicitarios y marcas de productos, hechos que otorgan al texto una gran dosis de actualidad, algo que es muy valorado por espectador, ya que esta temporalidad, no es tan común en la mayoría de las obras, consiguiendo de esta forma, que texto resulte cercano al espectador, que se identifica no solo con los personajes, sino también con las situaciones que nos cuentan.

Una de las virtudes de Muscari, es elegir muy bien sus elencos y en general los actores quieren trabajar en sus obras, lo que genera una retroalimentación muy valiosa. El elenco en este caso es numeroso, son ocho actores en escena, todos ellos de trayectoria y con edades bien heterogéneas, lo que otorga riqueza a los intercambios dialécticos.










A nuestro entender, as mujeres son las que más se destacan y entre ellas es Patricia Palmer, quien para nosotros cumple la actuación más destacada de la noche, generando risas en cada una de sus intervenciones, todas muy festejadas por el público.Enorme trabajo el de Patricia, generando los momentos más divertidos de la velada y logrando una empatía absoluta con los espectadores.

María Leal, compone un personaje encantador y muy tierno, mostrando toda su experiencia en escena, par componer a una bisabuela algo desmemoriada, siendo una pieza clave de la historia. Cecilia Dopazo es una madre que lucha por ser moderna y no logra controlar a su hija rebelde Laura Esquivel, que con mucha personalidad y gran presencia escénica, resalta mucho en sus intervenciones, recordando mucha un momento en que toca el ukelele.

Del lado masculino, destacamos a un Manuel Vicente, desopilante y con el signo pesos en cada uno de sus pensamientos, Pepe Novoa, muestra su vigencia y nos regala una actuación entrañable. Completan el elenco Gastón Soffritti, muy festejado por la platea femenina, representa a los millenials y a la mente abierta de estos tiempos. Destacamos el histrionismo Manuel Torre, amante de las aventuras.










Como puede apreciar el lector, se reunió un muy buen elenco, la gran mayoría con características destacadas para comedia,  siendo interesante la división del escenario en mitades, que se hace en varios fragmentos de la obra, con las mujeres por un lado y los hombres por otro, lo que permite diálogos separados y mantener secretos entre los integrantes de cada sexo.

La puesta es atractiva y tiene el sello de Muscari, que se manifiesta por el cuidado de la estética y los detalles. Hay un magnífico diseño escenográfico, que reproduce, la cocina y el living hogareño. El vestuario es otro ítem a destacar, al igual que el diseño lumínico, ambos resaltando la puesta. Por último mencionar, los momentos musicales, que tiene la obra y sirven como separadores de algunos actos. Incluir música en las obras, es otro detalle que caracteriza a este director.










En definitiva, se nos presenta una comedia bien actual, que consigue su principal propósito, que es  hacer reir y mucho a un público que paga su entrada en busca de pasar una velada divertida, algo que logra. La historia, además de divertirnos nos hablará de conflictos normales en todas las familias y las decisiones complicadas, que en algún momento se deben tratar y nunca es sencillo hacerlo.

Gente Feliz, ofrece un texto actual y muy divertido, una puesta cuidada, que sirve como marco, para que el muy buen elenco reunido pueda lucirse, en esta comedia sobre vínculos familiares, que tiene el sello de Muscari en sus genes.



Pensador Teatral.

viernes, 7 de junio de 2019

Ha Llegado el Inspector

Dramaturgia de John B. Priestley y Dirección de Valeria Camino.








Viernes 21 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3556 ) 

Obra escrita en 1945, por el dramaturgo inglés John Priestley y estrenada en Moscú ese mismo año y en Londres 1946, siendo un texto crítico respecto de la falta de compromiso social de una clase burguesa soberbia y egoísta, que solo mira su ombligo. El autor vislumbraba al socialismo como el gran cambio social, que cambiaría una época.










Ha Llegado un Inspector es la obra más famosa de Priestley, ha sido traducida a más de treinta idiomas y se ha representado en teatros de todo el mundo. En la Argentina, es recordada una versión estrenada en 1998, que tuvo a Sergio Renán como director y a un elenco integrado por nombres de la talla de Lito Cruz, Hector Bidonde, Graciela Dufau, Ines Estevez y Martin Slipak por mencionar solo algunos nombres.

Veinte años después, llega al querido Beckett, esta versión dirigida por Valeria Camino, con un elenco muy joven, que ha demostrado estar a la altura del desafío, mostrando la vigencia de este trhiller de suspenso, que logra atrapar al espectador desde el arranque.










Sin adelantar demasiado, ya que la intriga es un componente fundamental de esta pieza, contemos que la historia está ambientada en la ciudad inglesa de Brumley, allí en la casa de Arthur Birling,  un poderoso e influyente industrial de la región, se celebra una reunión familiar, con motivo de la petición de mano de su hija Sheila, de parte de un heredero de otra familia aristocrática del condado.

La velada transcurre, entre brindis, palabras de compromiso y entrega de anillo. El clima es festivo y distendido, pero recibirán una visita inesperada. En el medio de la velada, tocará el timbre de esa mansión, alguien que no estaba invitado al festejo, nos referimos al Inspector Goole, que con tono grave y severo, les anunciará a todos los presentes, que ese noche, se ha suicidado una joven llamada Eva Smith.










La noticia es recibida con indiferencia, ya que no entienden las razones por las que ese inspector los molesta con esa visita impertinente.. Pero de a poco, el velo comenzará a correrse y quedará al descubierto que todos los integrantes de esa familia, en diferentes circunstancias, conocieron a la mujer ahora muerta y el incisivo inspector, parece tener indicios, que varios de ellos pudieron tener alguna responsabilidad, con aquel suicidio.

Y hasta allí contamos, como mencionamos antes, el suspenso estará presente desde el comienzo de la obra y la intriga irá aumentando a medida que la trama irá avanzando, por eso no queremos adelantar más nada. El espectador se engancha con la propuesta en todo momento y para que esto ocurra, es fundamental la prestación y entrega del joven elenco reunido.

Las actuaciones son muy destacadas, los personajes que presenta el texto son extravagantes y requieren un esfuerzo adicional de los actores para representarlos, ya que deben impostar las voces y estar siempre en sintonia, con la dinámica particular que tiene la trama.









Tratando de no pecar de injustos, vamos a destacar algunas de las interpretaciones, ya que los trabajos lo merecen. Nos gustaron mucho las actuaciones femeninas que tiene la obra. Candela Font, compone a una Sra.Birling furibunda y manipuladora , que con enorme presencia escénica, nos regala una magnífica actuación. En el mismo alta nivel, colocamos a Emilia Rubio, como Sheila, con un peinado despampanante y una voz chillona muy lograda, aporta belleza y mucha frescura a la puesta, para componer un personaje desopilante. Estupendas actuaciones de Candela y Emilia.

Otro que resalta y mucho es Nicolás Cayol, como Arthur Birling, el jefe de familia, que tratará en todo momento de ejercer su poder y su influencia, ante el inesperado visitante, aunque, sin demasiada suerte. Destacamos también su presencia escénica y energía. Lucas Zeballos Beltrán, es Gerald Groft, el prometido de Sheila, preocupado por guardar las apariencias y mostrar su status social. Muy bueno lo de Lucas.










No seamos injustos con Ignacio Procopio, como Eric el menor de los Birling, Nicolás Luis, como el perpicaz Inspector Goole y Juan Manuel Oviedo, el mayordomo de la familia, que sin pronunciar palabra, realiza un gran trabajo ( cuando vean la obra coincidirán en esto ). Los tres hacen un aporte importante, en una pieza, donde todos sus integrantes cumplen un papel relevante.

Semejantes labores, sin dudas denotan mucho ensayo previo, para lograr semejante fluidez en la trama, en esto también hay mucho mérito la directora Valeria Camino, que coordina muy bien los esfuerzos individuales.

La puesta sin dudas sorprende, con un vestuario lleno de glamour, peinados estupendos y destacados  diseños escenográficos y de iluminación. Están cuidados todos los detalles, en una puesta con una estética de lujo para el teatro independiente, con las excentricidades de la Familia Birling,  que en  varios momentos, nos traen a la memoria a Los Locos Adams.











No queda mucho para agregar, la obra tiene mucho suspenso, momentos muy divertidos y una tensión que irá aumentando a medida que la trama avanza. A un texto de probado suceso, se le suman una puesta muy atractiva y magnificas actuaciones del joven elenco reunido.

Ha Llegado un Inspector, mantendrá el misterio hasta la ultima escena, nos hará reír y también reflexionar, acerca de como muchas veces los poderosos, se cree impunes y tienen nulo registro de sus actos, es decir no miden las consecuencias de los mismos . Los aplausos prolongados, que resuenan en el Beckett, al final de la función, no dejan dudas que el público disfrutó mucho de esta distinguida propuesta, que el teatro independiente nos ofrece.




Pensador Teatral.



miércoles, 5 de junio de 2019

El Degenerado y la Insistencia de Lisa.

Dramaturgia y Dirección de Leo Bosio.







Miércoles 21 hs en El Método Kairos ( El Salavador 4530 )

Una propuesta innovadora e irreverente, llega de la mano de Leo Bosio, actor, director, autor y gran gestor de teatro independiente, Desde Laboratorio Marte, un espacio que fundó hace un par de años junto a otros artistas, se viene dedicando con muy buenos resultados a la producción e investigación artística, con la premisa de dar espacio a la experimentación y creación de hechos artísticos novedosos.

En esta oportunidad, deja su querido reducto y llega al Kairos, para presentar El Degenerado y La Insistencia de Lisa, título sugerente y desconcertante, ya que es una obra que nos acercará una semblanza muy particular del gran Leonardo Da Vinci, para algunos simplemente un genio del Renacimiento, para otros unos de los personajes más notables e influyentes que tuvo la humanidad.

Nacido en 1452 en el castillo de Vinci, ciudad vecina a Florencia, descendiente de una rica familia de nobles italianos, fue hijo ilegítimo de un abogado florentino, que no le permitió conocer a su madre, una modesta campesina.

Leonardo fue un personaje fascinante, posiblemente el mayor creador multifacético que ha dado la historia de Occidente. Se anticipo a su tiempo en el arte y la ciencia. Fue pintor, músico, poeta, inventor, científico, anatomista, óptico, urbanista, arquitecto, físico, biólogo, por nombrar solo algunas de las áreas en las que se destacó, este verdadero sabio de la humanidad.

Este año se cumplieron 500 años de su muerte y Leo Bosio, que desde chico se interesó por el legado de este genial artista, decidió que era el momento adecuado para estrenar una obra que lo abarcara.Y lo hizo con una versión absolutamente libre, que hace foco en el costado humano del artista tratando de intuir, como vivía y pensaba semejante genio, puertas adentro.

No queremos contar demasiado de la trama, para dejar que el espectador si sorprenda cuando la vea, digamos si que verán una pieza con mucho vuelo poético y diferente a lo que vemos habitualmente, para nada encontrarán una obra autobiográfica.  La pieza hará honor a aquella sentencia que dice que hay que estar un poco loco para ser un genio, y aquí nos mostrarán sus excesos, excentricidades y una sexualidad abierta a las experiencias.

Las acciones de desarrollarán en el atelier de Leonardo, donde el maestro juntos a sus discípulos, se reúnen para crear arte. Aparecerá en la trama, el mito de la Mona Lisa o La Gioconda, uno de los retratos más emblemáticos de la historia de la pintura, como pueden ver el texto es bien ambicioso.

La pieza, tiene algunos datos curiosos que se revelan al espectador, como por ejemplo que la mayor parte de la dramaturgia, se compone de frases pronunciadas por Da Vinci y la música que acompaña algunos momentos de la pieza, fue compuesta por el célebre pintor florentino, por nombrar solo algunos.

La puesta es realmente alocada y tiene un ritmo vertiginoso, con mucho componente musical y audiovisual. Hay una pantalla en la que se proyectan imágenes y algunos relatos, que acompañan muy bien la trama, aportando datos de interés para el espectador. Solo daremos un ejemplo, para que comprueben, que cuando decimos que la puesta es alocada, no exageramos. Se imaginan a Da Vinci y sus discípulos, bailando al ritmo de la música electrónica ?? Bueno viendo la obra no tendrán que imaginarlo, la podrán ver y les aseguramos que es una escena mágica, que aún hoy recordamos.

Las actuaciones son muy destacadas, el papel del gran Leonardo, estará a cargo de Leo Bosio, que se entrega por completo al personaje que compone, completando la triada, al ser además, el autor de este proyecto y su director. Sin dudas es la gran protagonista de la noche y cuenta con la presencia escénica, que requiere semejante papel.

Lo acompaña un elenco muy joven y comprometido con la historia, conformado por Mariano Batti, Santiago Luna, Toribio Montes de Oca y Paula Vautier, todos ellos responden muy bien, en un obra que no es sencilla y representa un desafío para estos actores, que en su mayoría están haciendo sus primeras armas.

Desde este humilde sitio, siempre distinguimos las propuestas diferentes, aquellas que se animan a salir de la zona de confort y arriesgan. Este es, sin dudas el caso, de El Degenerado y la Insistencia de Lisa, que con una creatividad extrema, ofrece un espectáculo teatral distinto, a lo que vemos habitualmente, tal vez un espectador conservador no se sienta a gusto y por momentos puede sentirse desconcertado, ante semejante despliegue creativo, pero aquellos que van con la mente abierta, tendrán su recompensa.

Por todo lo mencionado, recomendamos se lleguen al Kairos, para ser parte de esta creación multidisciplinaria de Leo Bosio, que toma el desafío de interpelar la visión de Da Vinci y lo libera del dogma conservador, con una propuesta muy rica en matices, digna de un teatro independiente, que nunca deja de sorprendernos.



Pensador Teatral.

domingo, 2 de junio de 2019

Querido San Antonio

Dramaturgia de Patricia Suárez y Dirección de Julia Blanco.








Domingos 19 hs en Corrientes Azul ( Av.Corrientes 5965 )

Un texto divertido e irreverente, escrito por la prolífica dramaturga rosarina Patricia Suárez, una de las autoras más talentosas y con más presencia actual en nuestro teatro independiente, que con Querido San Antonio, hace una semblanza de este santo milagroso, al que se recurre para encontrar objetos perdidos y en especial, es requerido por las mujeres solteras que le piden interceda para que les acerque a aquel hombre, que será el amor de sus vidas.









La historia teatral está ambientada en 1920, en la Italia de la posguerra, más precisamente en la Iglesia de Pompeya, donde entre otras imágenes, hay una de San Antonio de Padua, que recibe copiosos pedidos de los feligreses. Pina y Filomena son unas de sus más fieles devotas y le pedirán de manera especial e insistente, la primera por el regreso de su esposo Eliseo que se fue hace varios años a la guerra y no volvió aún. Ella pacientemente espera en casa su vuelta. En cambio Filomena, es soltera y pedirá al santo, un hombre, pero no cualquier hombre, debe cumplir con determinados requisitos, físicos y de otro tipo, ya que tampoco va a querer que le acerquen algún tullido o un tirado.

Se darán situaciones graciosas, ya que la reputación de San Antonio, en especial para Filomena, está bastante devaluada. Completan el cuadro eclesiástico, Carmela, la sacristana, que se encarga de todas las tareas en la parroquia, desde barrer los pisos, limpiar las figuras de los santos, hasta también recaudar dinero, para darle más fuerza y frecuencia, a las oraciones que se encomiendan al santo.









La situación de Carmela en la iglesia, esconde alguna situación oscura y misteriosa, más emparentada con el Diablo, que con Dios y que no habla muy bien del Padre Reinaldo, a quien no vemos en escena, pero resuenan algunos de sus actos. Hasta allí contaremos, cuando vean la obra, se enterarán, si San Antonio finalmente les cumplirá las suplicas a sus fieles devotas y cual es el oscuro misterio, que se oculta en aquella casa de Dios.

Las actuaciones que presenta la obra, son muy buenas, en especial destacamos la magnífica actuación de Carolina Pofcher, una actriz muy talentosa, a quien el año pasado elogiamos mucho por su labor en Errante en la Sombra, una entrañable obra del off. Aquí compone a una Filomena, muy desfachatada y desenvuelta, que luce pícara y bastante urgida, para que aparezca ese hombre, que la saque de la soltería. Con mucha presencia escénica, Carolina genera las mayores risas de la noche, redondeando una estupenda interpretación.












La otra devota, es Natalia Gorini, como Pina, más formal y respetuosa por la religión, tendrá que luchar para no ser arrastrada por el desenfado de Filomena. Destacamos su gestualidad y la muy buena dupla que forma con su amiga.

Paula Casabona, es Carmela, es la sacristana, desgarbada y con un ojo cerrado, arrastra una historia de vida muy sufrida. El padre le dió alojamiento en la iglesia y allí está desde ese día, pasando sus días entre imágenes religiosas y los fieles. Muy buena composición de Paula.

Completa el elenco, Javier Kussrow, como Eliseo, estuvo en la guerra y se accidentó en circunstancias poco claras. Vuelve al pueblo, en búsqueda de su amada esposa.












Se conformó un muy buen elenco, bien dirigido por Julia Blanco, donde además de las buenas actuaciones, se nota que los actores se divierten en escena y eso es algo que el espectador nota y agradece.

La puesta es atractiva, con un diseño escenográfico, que representa el interior de la parroquia, con varias imágenes santorales, además de San Antonio. Destacamos también el elegante vestuario de época que presentan los protagonistas. Ambos rubros en manos de Maria Emilia del Valle, Por último mencionar a Juan Sebastíán Molano y Támara Urman, a cargo del diseño de luces y del sonido.











En definitiva, una divertida historia, que dejará en descubierto algunos pedidos disparatados y poco religiosos, que los fieles tienen para San Antonio y otros santos, además de hacer una crítica suave, pero certera, a la institución de la Iglesia y a algunos manejos poco claros, que la acompañan desde hace muchos años.

Solo nos queda recomendar Querido San Antonio, se reirán con una historia con mucho de sátira y grotesco, en un atractivo formato, que además les permitirá disfrutar de muy buenas actuaciones y aprovechar para pedirle al santo milagroso, que les encuentre algún objeto perdido o ese amor que se hace desear y no aparece,



Pensador Teatral.



viernes, 31 de mayo de 2019

Rayito de Sol

Dramaturgia de Natalia Villamil y Dirección de CIntia Miraglia.








Un texto sensible y con mucha poesía, nos acerca Natalia Villamil, con Rayito de Sol, una historia de amor, que bucea en la íntimidad de una mujer llamada Rayito, pero que podría ser, la voz de muchas otras mujeres, ya que ofrece una mirada real a la cotidianidad de muchas vidas oprimidas y sometidas a la violencia hogareña.

Rayito es Leticia Torres, en este unipersonal, dirigido con minuciosidad por Cintia Mirgalia, que nos cuenta la historia de una mujer de un pueblo del interior no revelado, pero que tienen nombre de santo, que decide rebelarse, dejar de responder a los mandatos sociales y escuchar a su corazón, en búsqueda de un amor auténtico y pasional, que la seduce y se muestra irresistible.











El problema, es que está casado, con un hombre, que no la valora demasiado, pero es su marido. Y hay cuatro hijos, fruto de esa matrimonio, cuatro cachorritos que reclaman su cuidado. Rayito está en un encrucijada. Será posible escapar de la realidad y de las convenciones, detrás de un amor prohibido, que es pasión pura.

Las preguntas invaden su mente. Es posible ese cambio de vida o pura fantasía ?? Que dirían en el pueblo, aquellas otras mujeres, que se resignan obedientemente a vivir la vida que les toca  ?? Y sus hijos, alguna vez la entenderían y la llegarían a perdonar  ?? Hay que tener mucha valentía, no solo para animarse, sino también para ser capaz de convivir con el recuerdo y con la desesperación que cada tanto llegará,  para interrumpir los sueños.











Hasta allí vamos a contar, cuando vean la obra, descubrirán, si Rayito se animó y pudo vivir ese sueño que le dictó el corazón. La autora además de esta historia principal, logra darle mucho realismo al relato, pintando la vida pueblerina y jugando con las historias, que hay detrás de cada ventana de ese pueblo.

El texto transita por todos los estados, por momentos es divertido, por ratos melancólicos, a veces erótico y en otros, tiene una crudeza que inquieta. Para poder atravesar todos esos momentos, es necesario, contar con una intérprete de gran valía y vaya realmente, si la encontraron con Leticia Torres, una actriz con una presencia escénica impresionante.










Leticia se adueña del escenario, con una potencia y una entrega que llega al espectador. Hay mucho de corporal en su composición, logrando transmitir mucho con sus movimientos,  con sus miradas y con sus gestos. Nos encantó su forma de ser algo campechana y esa tonada de voz, que a nosotros nos remite, al Norte argentino, aunque el texto no dé certezas de ello. Sus alegrías, sus dolores, sus miedos, su sexualidad, todo ello y mucho más saldrán a la luz, gracias a una expresividad y sensibilidad a flor de piel, que llega al espectador, que desde la platea, mira con fascinación su composición. Fantástica interpretación de Leticia, una verdadera leona, que se mete en la piel del personaje, con maestría.

La puesta es realmente bella y plena de poesía, con un ingenioso diseño escenográfico de José Escobar, que resulta tan simple como efectivo, esa ventana que será kiosco, casa, patio, jardín y muchas cosas más, acompañando el relato y los movimientos de la protagonista. Hay un muy buen componente musical en la trama, en el que se destaca mucho Leticia, bailando y recitando unas coplas hermosas.










En definitiva, estamos ante una historia repleta de emociones, que resulta identificable y cercana para un público, con mayoría de presencia femenina, que la siente familiar y cotidiana. Un relato que nos mostrará la valentía de una mujer, que se anima a rebelarse ante esa rutina, que la agobia.

Tres mujeres, autora, directora y protagonista, unen sus fuerzas y talentos, para esta Rayito de Sol, sensible y emocionante, que nos permitirá desfrutar de una bella historia de amor y nos alumbrará con esa luz, que el teatro independiente, siempre tiene para ofrecernos.




Pensador Teatral.



jueves, 30 de mayo de 2019

Las Cosas de Mabel

Dramaturgia y Dirección de Cecilia Meijide.








Jueves 21 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3556 )

Un texto sensible y entrañablemente humana, nos ofrece Cecilia Meijide, con Las Cosas de Mabel. Cecilia, joven dramaturga y directora, es reconocida en el teatro independiente, entre otras cosas, por ser la autora de Cactus Orquidea, una joyita del teatro independiente, que recibió numerosos premios y estuvo varias temporadas en escena, debido a la gran respuesta del público.










Al igual que aquella premiada pieza, en Las Cosas de Mabel, también se hablará de vínculos humanos y ahora que asociamos, también tendremos una plantita en escena que recibirá muchas miradas. En este caso los vínculos se enfocarán, desde la mirada de la vejez. Que sucede cuando se llega a esa etapa de la vida, donde parece que ya hemos vivido todo y el entorno familiar, ocupado con sus temas urgentes, le presta poca atención a ese ser querido, que parece tener su vida en modo cámara lenta..

La protagonista de esta entrañable historia, es Mabel ( Rosario Varela ), una adorable y tierna viejita, que viuda y con sus 86 años, muestra una lucidez mental admirable y los achaques propios de la edad. Por sus problemas en las articulaciones y para no quedarse dura, debe recurrir a los servicios de Iván, un joven kinesiólogo, que la visita a su casa y con una rutina diaria de ejercicios, la ayuda a mantener algo de movilidad.









La relación entre Mabel e Ivan, adquiere importancia, ya que el joven además de darle la rutina de ejercicios, la cuida, le hace compañía y se preocupa por ella. El tercer protagonista de esta historia, es Fabián ( Nacho Bozzolo ), el hijo de Mabel. Enfrascado en sus problemas personales y luchando por no separarse de su actual esposa, le dedica muy poco tiempo a su mamá. Solo pasa cada tanto y cada vez que lo hace, parece más preocupado, por llevarse alguna cosa de la casa, para venderla luego, en vez de interesarse por salud de su madre o sus sentimientos.

Fabián es egoista y desconfiado, no le gusta que ese kinesiólogo pase el día entero con su mamá en la casa y lo mira con recelo. No contaremos más, pero a medida que transcurre la trama, el vínculo entre los tres, que comienza muy tirante, se irá acomodando y encontrando una armonía, impensada en un comienzo.

La historia es simple, pero tiene la fuerza de lo cotidiano, de lo cercano. El espectador reconoce a los personajes y se identifica con ellos, influyendo también mucho en esto, no solo un texto cargado de sensibilidad, sino también las excelentes actuaciones que tiene la obra.









Es hora ya de destacar, la fantástica composición de personaje que realiza Rosario Varela, como Mabel. La directora eligió para el papel a una actriz joven, revelando el procedimiento actoral y dejando en evidencia al teatro como ficción. Y la apuesta, le salió realmente bien, ya que Rosario, resuelve el desafío de manera admirable. Con esa voz quebrada, el cuerpo encorvado y toda la gestualidad de una dulce anciana, enamora al espectador con su gran composición. Es la primera vez que vemos a Rosario en escena y nos encontramos con una actuación magnífica.

Pero semejante interpretación, no está sola, los hombres de la trama, también se destacan y acompañan a la gran protagonista de la noche. Ignacio Torres, es un joven lleno de amor y paciencia, que pese a sus problemas personales ( se peleó recientemente con su novia y esto lo afecta mucho ), le dará lo mejor a esa anciana, que por momentos parece su abuela. Muy bueno lo de Ignacio.

Por último mencionar a Nacho Bozzolo, un estupendo actor, a quien elogiamos ya varias veces, desde este humilde espacio. Aquí compone a un hijo, bastante egoísta, que no parece tener mucho registro por su madre, ni mucho afecto para darle. Una vez más Nacho muestra su versatilidad y ofrece una actuación muy convincente.








La puesta de carácter íntimo tiene muchos aspectos para destacar. Como por ejemplo el diseño escenográfico de Cecilia Zuvialde, que ofrece un cálido hogar, lleno de objetos, colores y detalles que llenan los ojos del espectador. Es importante, también el diseño lumínico de Sebastián Ladillo, creando climas y creando el espacio para las confesiones y los recuerdos, que tiene reservados la trama.

Realmente nos gustó mucho la obra, una historia mínima puede decirse, pero real y cotidiana, que sabe llegar al corazón del espectador, mostrando como muchas veces cuando llega la vejez de algún familiar, el entorno más cercano parece no querer aceptar o reconocer esta realidad y prefiere mostrarse indiferente y algo distante, apareciendo nuevas amistadas o la figura de cuidadores como Ivan, que empatizan con la persona mayor y la acompañan, haciendo más llevadera la soledad que sienten.









Las Cosas de Mabel, tiene un texto muy sensible, sin recurrir nunca a los golpes bajos, con momentos para reírse y otros para reflexionar. Cada espectador tendrá una reacción diferente ante la obra, de acuerdo a sus vivencias personales, su actualidad y sus recuerdos, lo que podamos asegurar,  es que de ninguna manera quedarás indiferentes, luego de ver la obra.

Quien escribe estas lineas, además de disfrutar mucho de la historia y de sus estupendas actuaciones, salió sumamente movilzado del Beckett, demostrando que muchas veces las historias simples, pueden ser las más contundentes.

Solo nos queda recomendar la obra e invitarlos a que conozcan a Mabel y las Cosas que tiene para decirnos, antes de irse, esa voz de la experiencia, que muchas veces, nos resistimos a escuchar.



Pensador Teatral.


domingo, 26 de mayo de 2019

Un Señor Alto, Rubio, de Bigotes

Dramaturgia de Humberto Constantini y Dirección de Leandro Odierna.









Domingo 20 30 hs en El Crisol Teatro ( Malabia 611 )

El poeta y escritor argentino Humberto Constantini, hace un par de décadas, escribió este cuento, que luego fue adaptado para el teatro,  con muy suceso. La obra de Constantini, se caracterizó por tener una mirada crítica hacia los mecanismos opresivos, de las sociedades, que en muchas ocasiones, puede resultar egoísta y deshumanizada. Una de sus principales virtudes de este autor, es escribir en un idioma sencillo y poder describir con simpleza la intimidad de personajes que al verlos, nos resultan cercanos y cotidianos.








En Un Señor Alto, Rubio, de Bigotes, el protagonista será Fernando Sciardys, interpretado de manera fantástica por Pablo Mariuzzi. En esta historia, con indudable acento porteño, Fernandito se vestirá con su mejor buen traje, puños de camisa limpios, el nudo de la corbata bien prolijo y con la sonrisa dibujada en la cara. saldrá a la calle, en búsqueda de encontrar su lugar en una sociedad, que parece no querer aceptarlo.

El protagonista buscará ese trabajo, que lo igualaría a esa rutina que tiene el resto. La calle resulta hostil, personas que caminan apuradas y se lo llevan por delante, no lo ven, pareciera que fuera un fantasma, se nota que no tienen tiempo para perder. Y Fernandito quiere entrar en ese selecto grupo de la gente ocupada y para ello está dispuesto a caminar, a hablar con secretarias y esperar el tiempo necesario. Sabe que su oportunidad tiene que llegar, no puede demorar mucho más y el tiene que estar listo para cuando llegue ese momento.











El texto tiene una vuelta muy interesante, la rutina de la búsqueda se hace insoportable para quien la realiza, los lugares parecen repetirse, la alienación vá en aumento y en algún momento realidad e imaginación, parecerán confundirse en la mente del protagonista y hasta allí contaremos.

El trabajo de Pablo Mariuzzi es sencillamente fantástico, componiendo su personaje con una minuciosidad que impacta. Manejando a la perfección los tiempos de la obra, los silencios y esas esperas prolongadas, en las que dialoga con si mismo, para darse ánimo.

La entrega y el compromiso de Pablo conmueve, estará solo en escena, solo una silla lo acompañará como único elemento escenográfico y ese cuadrado negro, que caminará de manera lenta, apurada y  y hasta convertirá en escaleras. Generará diálogos consigo mismo, con imaginarias secretarias y con sus posibles empleadores, con tanta sapiencia, que el espectador intentará reconstruir la totalidad de esos diálogos imaginarios, ya que en ocasiones, solo contaremos con la mímica y las muecas del protagonista.









Es importante señalar, que por este excelente trabajo, Pablo Mariuzzi, fue nominado como Mejor Actor Protagónico en los Premios Trinidad Guevara. Cuando vean la obra, avalará este reconocimiento, ya que la actuación de Pablo es superlativa, en un papel muy exigente.

La puesta de Leonardo Odierna, experimentado actor y director, es inteligente y sensible, logrando que los detalles mínimos adquieran relevancia y que el protagonista de esta historia, resulte absolutamente reconocible para espectador, que probablemente se sienta identificado, por haber atravesado en alguna oportunidad, alguna de las situaciones humillantes, por las que pasa Fernandito.










La cercanía de los espectadores, que posibilita la cálida sala de El Crisol , contribuye al ambiente intimista y minimalista que propone el director, permitiendo disfrutar sin perder detalle, cada movimiento  y cara del protagonista. Es muy destacado el diseño lumínico que tiene la obra, jugando mucho con la oscuridad y acentuando la luz en el rostro del protagonista.

En definitiva, estamos en presencia de una obra, que aunque fue escrita hace más de cuarenta años, presenta una vigencia, que asombra y duele a la vez. Veremos a un hombre solo, que debe superar sus miedos y enfrentarse a ese mundo hostil, que en vez de tenderle una mano, lo excluye, mostrando el costado menos humano y solidario de la sociedad.









Un Señor Alto, Rubio, de Bigotes, se encuentra transitando su segunda temporada de suceso, a sala llena en cada una de sus presentaciones, algo que se explica por el boca a boca, que en el teatro independiente, es la mejor receta para que una obra crezca. Sin dudas, encuentran atractivo el combo que incluye, un texto profundamente humano, una dirección sensible y principalmente una actuación magistral como la de Pablo Mariuzzi, que no puede dejar de verse.

Los aplausos prolongados, que el público le tributa al protagonista al final de la función, dejan en claro que la obra movilizó y mucho, a los espectadores, que una vez que están en la calle, caminarán atentos y sin mirar al piso, en búsqueda de ese señor alto, rubio y de bigotes, que les brinde su lugar en el mundo.




Pensador Teatral.