miércoles, 15 de enero de 2020

Petróleo

Dramaturgia y Dirección de Grupo Piel de Lava y Laura Fernández.









Miércoles 21 hs y Domingos 19 hs en Metropolitan Sura ( Av. Corrientes 1343  )

Petróleo es la quinta obra del grupo teatral Piel de Lava, formado en el 2003, por cuatro talentosas actrices: Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes. Tantos años trabajando las convirtieron en amigas inseparables, algo que explica la inusual permanencia del grupo en el tiempo,  El método de la dramaturgia grupal y ser ellas mismas las directoras de sus obras, les ha dado muy buen resultados. En los últimos trabajos, sumaron en la escritura y en la codirección a Laura Fernández, ingreso que fue beneficioso.










No hay dudas, que Petroleo es la pieza consagratoria de Piel de Lava como grupo, ya que se convirtió en un verdadero fenómeno teatral, nacido en el teatro oficial, donde batió records de asistencia, agotando las entradas, con varias semanas de anticipación, llegando casi por aclamación al teatro comercial, siendo una de las obras pioneras en lograr esta salto.  Acumulando más de 100 funciones con localidad agotadas y más de 50.000 espectadores, fue la elegida para encabezar el Ciclo Verano Off en el Met y la elección no pudo ser más acertada.

La característica distintiva de Petroleo, es que las cuatro actrices interpretan a personajes masculinos, más precisamente a cuatro trabajadores petroleros, que conviven en un yacimiento del sur de nuestro país, en condiciones climáticas y laborales poco amigables .La elección de un mundo como el petrolero, prácticamente vedado para las mujeres, no es casual, la idea del grupo de experimentar en ese ámbito, resulta provocador y moviliza, ya que avanzará para demoler algunos mitos de virilidad extrema, que envuelven a la actividad.










Daremos alguna línea breve del argumento, tres de los trabajadores que trabajan en aquel yacimiento perdido de la Patagonia, se conocen desde hace mucho tiempo, por lo tanto tienen bien definidos los roles, comparten secretos, historias y manejan un código propio de convivencia. Compartir trabajo y rutina en aquel lugar alejado de los afectos, genera un vínculo que vás más allá de lo laboral, ya que el grupo funciona como una especie de familia sustituta.

Las reglas están bien marcadas y la rutina establecida, pero se suma un nuevo trabajador al equipo de trabajo y a la convivencia en el trailer. Ocurriendo lo que sucede en todo grupo humano, cuando se incorpora alguien nuevo a un grupo ya afianzada.  Las dudas sobre si aceptar al recién llegado ?? Será de confianza ?? Lo habrá mandando la patronal para espiarnos ?? No vamos a dar muchas pistas, pero si adelantaremos que Palladino ( así se llama el nuevo ), no será un compañero fácil, ya que se animará a cuestionar el orden establecido en el trailer y de manera peligrosa, interpelará la masculinidad inquebrantable de aquellos trabajadores.

No vamos a contar más del argumento, preferimos que el espectador se sorprenda cuando vea la obra, solo diremos que la obra no fue pensada inicialmente como una comedia, pero finalmente lo es. Con mucha ironía, repleta de momentos  hilarantes, bizarros y muy divertidos, provocará muchas risas en la platea. Claro que Petroleo, es mucho más que una comedia, ya que con un texto muy inteligente y valiéndose del humor, se atreve a entrar en el mundo íntimo y sensible de los hombres, territorio vedado por la general y si esa búsqueda es realizada por mujeres, que no caen en la parodia, el espectáculo se enriquece y explica en gran parte, el enorme suceso que tiene la propuesta.










Decimos en gran parte, porque llegamos al fin a las actuaciones que presenta la obra, que sin dudas es la mejor carta de presentación que tiene Petroleo.  Son realmente sorprendentes las composiciones logradas por las cuatro protagonistas e impactan sus caracterizaciones. Desde lo físico, resultan absolutamente irreconocibles. Vimos a estas actrices en anteriores piezas, pero les aseguramos, que no las pudimos reconocer. Pero más allá, del aspecto físico y de vestuario, es magnífico el trabajo desde lo actoral. Para elogiar la búsqueda del personaje masculino que emprendieron, partiendo de la experimentación y ajustando de a poco, para encontrar cada personaje, desde lo postura, lo gestual y por último, resolver el tema la voz, tal vez lo es aspecto más complejo. Admirable el trabajo de composición que realizaron las cuatro integrantes de Piel de Lava.

Vamos a dejar alguna linea de cada interpretación, ya que la calidad de las mismas lo merece. En actuaciones muy destacadas, debemos decir que nos pareció fantástico lo de Pilar Gamboa, componiendo a un entrañable Carli, líder natural del grupo, es quien lleva las riendas del trailer y quien mirá como mayor desconfianza al recién llegado, no solo por sus ideas raras, sino por que puede poner en jaque su liderazgo. Cada intervención de El Carli, es festejada por el público, su manera de hablar, sus posturas, sus gestos ... todo es un disfrute. Fantástico interpretación de Pilar, que por este trabajo recibió el Premio ACE 2019, a la Mejor Actriz Dramática, un reconocimiento más que merecido. Y un bonus track, lo vimos muy barrigón Carli, algo compatible, con su personalidad, pero luego nos enteramos que la panza era real, ya que Pilar está embarazada de siete meses ( en la función que presenciamos ), lo que realza aún más su brillante actuación.










Sus antiguos compañeros de trailer, son Montoya ( Laura Paredes ) y Formosa ( Valeria Correa ), ambos personajes respetan el liderazgo de Carli, con personajes bien diferenciados, con características propias, pero muy graciosas ambas. Estupendas composiciones de Laura y Valeria. Para el final dejamos a Elisa Carricajo, que indudablemente será una pieza determinante para el recorrido de la trama, ya que romperá las reglas establecidas, trayendo nuevos aires al grupo, con algunos planteos de tinte sindical y principalmente con toques de feminidad, que revolucionarán al resto. Nos gustó mucho lo de Elisa, con desparpajo y mucha chispa, para componer a un impredecible Palladino.

La atractiva puesta presenta varios aspectos para destacar, arrancando con el ingenioso y efectivo, diseño escenográfico de Rodrigo González Garillo, conformada por trailers móviles y reversibles, que irán conformando las diferentes locaciones, siendo las mismas actrices, que arman y desarman las estructuras. La impecable iluminación de Matías Sendón y el diseño sonoro de Zypco, colaboran para la atmósfera patagónica que pide la historia. En materia musical, la obra tiene reservado uno de los momentos más movilizantes y festejados de la noche, que no vamos a adelantar aquí, para no spoliear en demasía.










En definitiva, disfrutamos de un velada teatral estupenda, la potencia escénica de Petroleo es indudable, presentando un texto inteligente, divertido y desopilante por momentos, divirtiendo mucho a los espectadores, gracias a la creatividad las talentosas Piel de Lava, que se calzarán las ropas de trabajadores petroleros, para desentrañar algunos mitos y revelar algunos secretos guardados bajo siete llaves, por el colectivo masculino.

La ovación de pie, con la que el público que llenó el Metropolitan Sura, despide a las actrices al finalizar la función, es la manera de premiar sus excelentes interpretaciones, agradeciendo la hermosa noche de teatro vivida y confirmando que Petroleo se convirtió en uno de los fenómenos teatrales de lo últimos años.-




Pensador Teatral.


viernes, 10 de enero de 2020

La Sala Roja

Dramaturgia y Dirección de Victoria Hladilo.









Viernes 20 30 hs en Teatro Metropolitan Sura ( Av.Corrientes 1343 )

Y finalmente La Sala Roja, llegó a la Calle Corrientes, en el marco del ciclo Verano Off en el Met, donde reconocidas obras provenientes del teatro independiente y del circuito oficial, llegan a una de las salas más importantes del teatro comercial, resultando una estupendo programa para los porteños que se quedan en verano en la ciudad, además de ser una gran vidriera para actores, autores y directores, confirmando asimismo el enorme crecimiento que viene teniendo en los últimos años el teatro independiente, con espectáculos de autores locales, de gran calidad artística, que vienen reclamando un protagonismo y un espacio, que a puro mérito, se vienen ganando, demostrando en definitiva, que el hecho teatral es único, más allá de algunas diferencias de recursos económicos, que indudablemente existen.










Una vez hecha esta introducción, vayamos ya a La Sala Roja, que es una obra que viene con unos antecedentes a tener en cuenta, decir de arranque que es un verdadero clásico del off, al llevar ya siete temporadas en cartel desde su estreno, siempre a sala llena, llevando a cabo algunas giras internacionales y además con versiones de la pieza presentadas en otros países con actores locales. Cuando estos fenómenos de permanencia ocurren, no hay dudas que la pieza que lo consigue tiene alguna particularidad que la distingue de otras piezas, ya que es el boca a boca del público, el que permite semejante logro.

Yendo a la estructura de la trama, la misma es sencilla, un jardín de infantes convoca a una reunión de padres, que deberá realizarse antes con celeridad, ya que se realiza antes de comenzar el horario de clases de sus hijos. La concurrencia de padres a la reunión, es poco numerosa, pese a la importancia de los temas a tratar, como ser los regalitos de los cumpleaños, algún cambio en la vestimenta con la que los niños concurren, actividades especiales a realizar y por supuesto definir la forma de realización del acto de fin de año, todos temas que ya tuvieron algún intercambio de opiniones, en el infaltable grupo de wasap de padres.










Pero las complicaciones no tardarán en aparecer, la directora, pieza fundamental de estos cónclaves está retrasada y deberán arrancar la reunión sin ella, bajo la conducción de una maestra que parece no tener la autoridad, ni la pericia necesaria para manejar la situación, ya que la relación entre los padres presentes no parece ser la mejor. Rápidamente se arman bandos enfrentados y aparecerán viejas cuentas pendientes, que amenazan llevar al desastre a aquella en apareciencia inofensiva reunión. No vamos a contar más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra todo lo que irá sucediendo en esa salita, que les aseguramos será mucho.

El público se engancha desde el comienzo con la propuesta, ya que indudablemente reconoce a esos padres como cercanos o directamente identifica como propios algunos comportamientos. El problema será que a medida que la trama avanza, esa identificación simpática en el comienzo, irá virando y a medida que los personajes se irán tornando más problemáticos y  agresivos, apareciendo algunas miserias sobre la superficie, el clima festivo y risueño del arranque se irá apagando, dando lugar a situaciones más dramáticas, aunque vale decirlo, el humor, siempre prevalecerá, siendo este un gran mérito de la autora, ya que no se pierde el formato de comedia que presenta la obra.











Pero como siempre decimos, podemos tener un texto atractivo e inteligente, como sin dudas sucede aquí, pero si no se encuentran los intérpretes adecuados, todo puede quedar en buenas intenciones, algo que aquí está lejos de ocurrir ya que las actuaciones son magníficas. De manera inteligente, se crearon personajes de diferentes características, que en parte reflejan diferencias de pensamiento que se observan en la sociedad, pero que llevadas a este ámbito educativo, quedan aún más en evidencia.

Hablando por fin de las interpretaciones, he aquí una de las licencias que permite el off, como que la autora y directora, Victoria Hladilo, sea una de las protagonistas de las historia y en nuestra opinión, constituya la actuación más destacada. Con un presencia escénica imponente, compone a una Sandra avasallante, madre controladora y manipuladora, que luchará a brazo partido para imponer su pensamiento y llevarse por delante al que piense lo contrario, pudiendo ser violenta, intolerante o desplegar su sensualidad. Dependiendo el interlocutor y el momento, decidirá que cara mostrar. Nos encantó lo de Victoria, que actúa con una pasión y una entrega, que debemos destacar.










Manuel Vignau como Martín, también tiene actuación superlativa, padre presente y poco apegado a los procesos rígidos, se mostrará inofensivo al comienzo y a la defensiva, pero a medida que la reunión vá ganando en efervescencia, se convertirá en un hábil jugador.  Carolina Marcovsky, es Gabriela, debutante en estas reuniones y con un pensamiento bastante cercano a Martín. Adepta a la comida macrobiótica y defensora del lenguaje inclusivo, pese a la paz que parece transmitir, se nota esconde  algo.

Completan el elenco, Julieta Petruchi ( Verónica ) y Axel Joswig ( Diego ) los padres de Pedro, con roles bien diferenciados en la pareja, en relación con la crianza de su hijo. Ambos protagonizan momentos muy divertidos y también tensos. Catalina Augé es María Ines, la maestra jardinera, que deberá cumplir la función de contener a los padres, ante el retraso de la directora, tarea por demás compleja, nos gustó mucho su composición.-

Son muy sólidas las actuaciones y se nota lo trabajado que tiene cada uno a su personaje, algo que se logra con el correr de las funciones. Como mencionamos antes, la trama de manera perspicaz, elige personajes con tipologías bien diferenciadas, permitiendo que cada uno los protagonistas, encuentre su espacio de lucimiento.










Al ver la obra, quedan claro los motivos, por los que La Sala Roja, acumula temporadas de suceso, confluyendo una dramaturgia cercana a los espectadores, presentándose situaciones que a primera vista pueden lucir exageradas, pero si las observamos con detenimiento, nos daremos cuenta que son más comunes de lo que imaginamos.

Nos divertimos mucho con La Sala Roja, que ademas de risas al por mayor, nos ofrece un valioso espacio para la reflexión, acerca del funcionamiento de las instituciones educativas y el desafío, fallido en ocasiones,  que resulta para los padres, relacionarse de manera adecuada con el mundo de los más chiquitos.



Pensador Teatral.

jueves, 9 de enero de 2020

Christiane

Dramaturgia y Dirección de Belén Pasqualini.









Jueves 20 hs en Teatro Picadero ( Pasaje Santos Discépolo 1857 )

Nuestro prolífico teatro independiente, cada tanto nos reserva algunas perlitas y esta sin dudas es una de ellas. Si les decimos que Christiane es un bio-musical científico, tal vez no aclaremos mucho, por eso preferimos definir a la obra como un hermoso homenaje en vida a Christiane Dosne Pasqualini, reconocida científica, que dedicó su carrera a investigar la leucemia, siendo la primera mujer en integrar la Academia Nacional de Medicina.










Agreguemos que Christiane nació en Francia, se crió en Canadá y a los 22 años llegó a la Argentina, para trabajar como becaria del Dr. Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina en 1947. La obra dará testimonio de su pasión por los ratones de laboratorio, por la sangre, sus largas jornadas en la Academia y contaré como esa joven científica, en un momento se convertiría en esposa y en madre, nada menos que de cinco hijos, teniendo el gran desafió, de combinar los cambios de pañales, con la disección de ratones y las lecturas científicas,  algo que puede parecer una tarea imposible, pero una vez más queda claro, que cuando hay amor y pasión en la tarea que uno encara, no hay barreras que no pueden superarse y el caso de Christiane es un ejemplo magnífico de ello.

Hasta allí, la historia ya resulta apasionante y muy atractiva, habiendo contado solo algunos detalles, para mantener la sorpresa,  pero aún no dijimos lo más importante y  que hace único a esta espectáculo, nos referimos a que Belén Pasqualini, la autora e intérprete de la obra, es la nieta de Christiane y por ello tuvo la estupenda idea de rendir un emotivo homenaje a su abuela, que además de ser una científica notable, posee una historia de vida muy atractiva y teatral a la vez, digna de ser contada, teniendo la oportunidad de humanizar a esa heroína, que fue su abuela e inmortalizarla en un notable texto teatral.










Aquella idea de Belén, culminó en esta emocionante pieza, gracias a su talento, ya que además de ser una actriz virtuosa, es cantante y compositora, pudiendo desplegar en este caso, todas estas facetas en el escenario del Picadero, donde la veremos con una energía y un entusiasmo que contagia, representando a su admirada Christiane, recién llegada a Buenos Aires, con su encantador acento francés y sus ganas infinitas de ayudar con sus investigaciones a luchar contra el maldito cáncer. Por momentos se convertirá en Rodolfo, su esposo argentino y en otros será ella misma, la nieta que habla con genuino orgullo de su abuela. Para desdoblar todas estas composiciones, hay que tener talento y Belén sin dudas lo tiene.

Pero no solo queda en la actuación, su labor aquí, la obra tiene un importante componente musical, entonces veremos a Belén cantando, tocando el piano e interpretando melodías creadas por ella misma. Es admirable  el trabajo de Belén, ya que se entrega por completo en este unipersonal, que exige mucho y le permite demostrar, que es una actriz multifacética. Realmente fantástica su composición.

El público se engancha desde el arranque con una historia que tiene muchos elementos de interés y  cuenta un valor agregado, nos estamos refiriendo a la carga emotiva que tiene el texto. La puesta tiene momentos musicales muy logrados y el relato de Belén estará salpicado de recuerdos de su abuela, en París y en Buenos Aires, su relación con los ratones y una biografía muy rica en anécdotas.










Es importante recordar, que Christiane se estrenó en 2017, recibiendo elogios unánimes del público y numerosos reconocimientos de la crítica especializada, entre ellos 3 Premios Hugo, en los rubros Mejor Libro de Musical, Mejores Letras de Música y Mejor Espectáculo Musical Unipersonal, detalle que dá cuenta de la valía del espectáculo.

Christiane es una pieza que emociona y como dijimos antes, un hermoso homenaje en vida que la talentosa Belén Pasqualini, le regala a su abuela, que vive en Buenos Aires y en Febrero próximo cumplirá nada menos que 100 años. Por todo lo mencionado, no sorprende el aplauso emocionado que los espectadores le tributan a la protagonista al término de la función, reflexionando seguramente sobre la elocuente frase de Jean Paul Sartre, que fue una guía en la vida de Christiane Pasqualini, la misma nos dice que " Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace ".



Pensador Teatral


lunes, 6 de enero de 2020

Caníbal

Dramaturgia de Sebastián Suñé. Dirección de Corina Fiorillo.









Lunes 20 30 hs en Teatro Picadero ( Pasaje Santos Discépolo 1857 )

Un estupendo arranque de temporada teatral, vivimos con Canibal, este musical con fuerte personalidad, nacido en la mente de Sebastián Holz, talentoso y joven actor, que luego de una experiencia personal desafortunada que le dejó algunas heridas, decidió hablar del canibalismo como metáfora, jugando de manera inteligente con el humor y la ironía, para exponer situaciones reconocibles por todos, que dejan al descubierto, una sociedad disfuncional, consumista y por momentos  extremadamente violenta, que no tendrá reparos en esmerilar al prójimo, si ese acto, fuera necesario para obtener alguna ventaja.










Cuando el texto de Holz, llegó a manos de su amigo Sebastián Suñe, antes actor y ahora enfocado a pleno a  la dramaturgia, el proyecto fue tomando forma, las ideas se fueron acomodando y tomando siempre como eje atracción, la creatividad musical, surgió Caníbal, que con humor satírico y una teatralidad impactante, nos ofrecerá a lo largo de la trama,  diferentes cuadros y temáticas, que en diferentes formas, expondrá con crudeza, la voracidad de una sociedad despiadada.

La obra como mencionamos, se estructura en diferentes actos, independientes todos ellos, en los que surgirán historias de desengaños amorosos, situaciones violentas, exhibiciones de sometimiento físico, rituales religiosos, cuentos y luchas entre estos actores que dentro de la trama, que recurre al teatro dentro del teatro, quieren sobresalir. La trama sorprende en todo momento, el público se engancha desde el arranque con la idea y tratará de anticipar sin suerte, que sucederá en el próximo acto.










Sin dudas que el texto es original, complejo de seguir por momentos ya que no tiene un argumento lineal, como estamos habituados, pero en ello precisamente podemos apreciar una de las fortalezas de esta obra potente, no tener a la experimentación, buscar la interacción con el público y la decisión de tomar riesgos en todo momento, algo que desde este humilde sitio, siempre valoramos.

No queremos contar más acerca de la trama, cada acto estará acompañada de una melodía particular, que irá dando forma a diferentes cuadros, con temáticas diversas, pero con una idea global y una belleza estética, que se mantendrá a lo largo de toda la noche, algo que sin dudas puede lograrse por la calidad de la puesta y por el acierto en la elección del elenco.

Algo que distingue claramente a Caníbal, es la excelencia de los actores que la protagonizan, potenciados por la dirección de la multipremiada Corina Fiorillo, que como siempre consigue que las mejores cualidades de los intérpretes salgan a la luz, ofreciendo el espacio para que se luzcan en wl conjunto, poderoso en esta pieza y también en lo individual, logrando momentos de enorme disfrute para el espectador.










Vayamos con un párrafo para cada de unos de los protagonistas, que realmente lo merecen. Arranquemos por Sebastián Holtz, con una presencia escénica  imponente y un histriónismo a flor de piel, es la figura masculina de la noche y deja su huella en escena. Nos gustó mucho su trabajo.  Además debe destacarse su generosidad con sus compañeras, ya que pese a ser uno de los creativos de la pieza, no abusa de ello y está en un estado de igualdad, en cuanto al protagonismo en la historia, con sus colegas, algo que además de dar balance escénico, agrega mucho valor a la obra. Sobresaliente la labor de Sebastián, poniendo el cuerpo y el alma al proyecto.

Llega el turno de Belén Pasqualini, que encuentra una pieza ideal, para dar cuenta de la belleza y potencia de su voz. Se la nota muy cómoda, ya que es una gran cantante y además sorprende en muchos cuadros, por su  entrega física y coreografías realmente logradas. Magnífica faena de Belén, que emociona en varios pasajes, con sus composiciones.

Para el final dejamos a Dolores Ocampo, que parece extraída de una película de Hollywood hasta el escenario del Picadero. De entrada, deslumbra con un peinado despampanante y una gestualidad que hipnotiza. Es la figura cómica de la noche y desde el arranque se pone al público en el bolsillo, logrando empatia absoluta y una complicidad  con la platea, que se mantendrá a lo largo de la noche. Su expresividad y su talento, aparecerán en cada intervención, consiguiendo escenas magníficas, como aquel cuadro, donde despliega un carnavalito, con una coreografía delirante. Fantástica presentación de Dolores.







Pero los protagonistas mencionados, no están solos en escena, estarán acompañados por tres músicos, Carlos Britez en piano, Clemente Silly en violoncello y Mariano del Risco con trompeta, flauta y violín, siendo la banda sonora y componentes fundamentales, de una pieza que conquista al espectador por los oídos.

La puesta, presenta una escenografía despojada, dejando amplio espacio para que los actores, recorran el escenario, siguiendo las coreografías ideadas por Juan Diego Bross. El diseño lumínico de Ricardo Sica, como de costumbre es otro ítem para destacar, al igual que el  elegante vestuario de Gonzalo Córdoba Estévez, todos aspectos que confluyen en la dirección de Corina Fiorillo, asociada siempre a producciones exitosas.









En definitiva, encontramos en Caníbal, un espectáculo original y potente, donde la música tiene un sitial de privilegio, con actores a los que le sobra talento y se notan comprometidos al máximo con la obra. Todos estos ingredientes, se unen, para que disfrutemos de una estupenda noche de teatro, donde además de reírnos mucho y gozar de momentos musicales de alta calidad, seremos invitados a reflexionar, sobre aquella idea, que dice que podemos convertirnos en caníbales, aunque no probemos carne humana.

Recomendamos Caníbal, un espectáculo original, cuidado y con una belleza estética en la puesta que sin dudas lo distingue. La calidad de las interpretaciones no pasa desapercibida para los espectadores, que al final de la función, premian con un prolongado aplauso a estos sufridos y talentosos caníbales, que nuestro teatro independiente cobija.




Pensador Teatral.




domingo, 22 de diciembre de 2019

Lo Razonable

Domingos 19 hs en Sala de Máquinas ( Lavalle 1145 )









Dramaturgia y Dirección de Amalia Tercelán.

Nos encontramos con una original y movilzadora propuesta al ver Lo Razonable, que saliendo de lo habitual que vemos en el teatro, nos presenta un texto que jugando mucho con el humor y la ironía, busca reflejar en parte, el estado de enajenación y violencia, que la sociedad tiene hoy en día.

Es la primera vez que visitamos Sala de Máquina, un espacio muy particular, ubicado en un amplio subsuelo de un departamento céntrico, que parece el lugar ideal para montar este espectáculo. Evidentemente la directora, supo aprovechar muy bien las dimensiones y características de una sala tan especial, para que la historia en el escenario y los recovecos que presenta la sala.










Lo Razonable presenta algunas certezas y muchos interrogantes, por lo que cada espectador podrá ir hilvanando sus propias ideas,  acerca del mensaje que la obra ofrece, ya que la misma ofrece una interpretación amplia y abierta. Para aquellos espectadores, que quieren una historia cerrada, donde el argumento es servido en bandeja, esta no será su cita. En cambio para aquel público, que gusta de la creatividad y poder reflexionar / descubrir sobre la temática que la autora y los actores, quieren transmitir, estarán más que a gusto, ya que la obra es muy generosa en ese sentido.

Entre las certezas, podemos mencionar que la historia reunirá a un grupo de compañeros de trabajo, que tienen una rutina y un funcionamiento muy especial, ya que ante cualquier divergencia con algún colega, no dudarán en usar sus armas, para acallar al otro. La intolerancia y el no soportar al que manifiesta ideas contrarias a las nuestras, es algo que nuestra sociedad, experimenta ya desde hace muchos años, siendo las reacciones cada vez más violentas. Aquí con humor y una muy ingeniosa vuelta de tuerca, la autora encontrará un método que si bien puede resultar algo exagerado, si lo pensamos detenidamente, para muchos no lo es tanto.










Y no vamos a contar más, como mencionamos antes, la obra tiene mucho por descubrir, lo claro es que se anima a salir de los caminos habituales de la dramaturgia, arriesgando y desafiando al espectador, con un texto que por momentos lo descoloca y lo incomoda, ya que algunos comportamientos adrede exagerados, le resultan inquietantemente cercanos.

Un punto muy fuerte que tiene la obra, son las actuaciones que presenta. Un texto desafiante, que obliga a que los actores se entreguen de manera absoluta y estos sin dudas es algo que ocurre, ya que vemos el compromiso y la concentración que muestran todos en cada escena, además vemos como se divierten en escena, algo que para nosotros siempre suma.

Corriendo el riesgo de ser injustos, vamos a destacar especialmente las actuaciones de Maite Mosquera y Larisa Novelli, dos jóvenes y talentosas actrices, a las que conocimos en Bañarse, otra entrañable obra del off y aquí nuevamente volvemos a elogiarlas a ambas, por sus magníficas composiciones. En el caso de Maite, su histrionismo y gestualidad, encuentran amplio espacio para el lucimiento a lo largo de la trama.








Siguiendo con el elenco femenino, Cecilia Salman es otra de las trabajadoras de esta particular empresa. Sofia Cobas Ale tiene una participación muy loca y divertida en la trama, que no vamos a adelantar aquí y por último mencionar a Natalia Buyatti, que será una especie de intrusa en ese lugar de trabajo, alguien ajena a un mundo con códigos propios, indescifrable para el que no maneja los códigos del grupo.

Del lado masculino, todos están muy bien, tanto un extrovertido Alan Bogado que meterá un baile muy festejado, el rubio Hugo Rabinovich de alma sensible y Ariel Levenberg, el abuelo, otro de los ajenos a ese ámbito laboral, aunque conectado al mismo, por una de las trabajadoras, con los que evidentemente mantiene una extraña relación. Muy buena actuaciones de los tres.










Para el final y con párrafo especial mencionamos a Milo Casares, un niño, que aparecerá promediando la trama y sorprenderá a todos, con una composición encantadora que se llevará todas las miradas y los elogios. Felicitamos a Milo.

Son nueve los protagonistas en escena y hay un muy meritorio trabajo de la directora, para permitir que cada uno de ellos tenga su momento de lucimiento personal, pero sobretodo, para el buen funcionamiento en el conjunto, ya que las interacciones son una constante.

La puesta tiene algunas perlitas para destacar, como un vestuario tan pintoresco como logrado. El diseño escenográfico es otro ítem que nos gustó mucho. La pieza tiene divertidos efectos especiales, que no adelantaremos  y mencionar la dinámica que tiene la trama, con los actores corriendo por el escenario y con muchas entrega corporal, por eso los espectadores que deben estar atentos, para no perder detalle, ya que suceden muchas cosas en simultáneo en escena.










Y hasta allí contaremos, Lo Razonable es una obra original y particular, abierta a interpretaciones diversas, con muchos cabos para atar, pero con los distintos caminos que nos llevan a la reflexión, ya que detrás de una historia desopilante, se nota de manera nítida, la conexión de la trama con la realidad actual, donde hay una sociedad intolerante a la que le gusta dejar claro, que cosas pueden decirse y hacerse, explicitando de manera cruda y violenta, que aquellos que no cumplan, con los cánones establecidos, representan un peligro para la sociedad en su conjunto y una de las salidas sería eliminarlos.

Desde este humilde espacio, siempre valoramos y alentamos las propuestas que toman riesgos e invitan a pensar al público, algo que ocurre aquí en todo momento una trama, que deja muchos enigmas, pero también certezas. Si a lo mencionado le sumamos un texto altamente creativo y actuaciones muy sólidas, queda claro, al menos para nosotros, que Lo Razonable, tiene mucho que contar y cada uno de los espectadores, además de disfrutar de una mu buena velada teatral, deberá estar muy atento, para esquivar las balas y sacar sus propias conclusiones.




Pensador Teatral.

lunes, 9 de diciembre de 2019

Dos Plazas y Media

Dramaturgia de Damián Valgiusti. Dirección de Gimena Romano Larroca y Damián Valgiusti.









Una propuesta profunda y fresca a la vez, llega con Dos Plazas y Media, bello texto escrito por Damián Valgiusti, quién además es uno de los protagonistas de la obra, que jugando de manera muy hábil con lo metafórico y lo onírico, nos ofrecerá una historia atrapante y muy ingeniosa.

La obra es una invitación para que el espectador vuele con su imaginación, ya que al ingresar a la sala, visualizará un colchón flotando en el mar, allí arriba está Walter, que no recuerda bien lo sucedido y como llegó hasta allí. Por los restos desperdigados en el escenario, todo hace pensar, que ocurrió algún desastre natural, que provocó destrucción y ahora hay que ingeniárselas para sobrevivir y esperar que alguien lo rescate.










Pero Walter, descubrirá que no está solo en aquel vasto océano, una bella y joven mujer, aparecerá nadando por allí. Ambos piensan que unirse en aquellas circunstancias, sería una buena idea, ya que juntos pueden turnarse en las guardias, para que ninguno de los tiburones que nade por allí  los ataque. Además la unidad hace la fuerza y contar con  alguien en quien apoyarse o con quien poder hablar, es una forma de prolongar la esperanza de la salvación.

Algo huele a familiar entre los protagonistas, Walter no recuerda como llegó allí y tampoco nada de su vida. En cambio, su compañera de travesía, que finalmente accede a contarle que se llama Meli, si parece conocer el motivo, por el que están a la deriva y dá la impresión que también lo conoce a él, aunque prefiere no contarle nada.










La obra presenta una muy buena cuota de suspenso y los espectadores a la par de Walter intentarán descubrir que sucede y descifrar si aquel encuentro oceánico es algo casual o más bien un intento de dos seres que se conocen muy bien, de remontar una situación complicada, que los llevó a naufragar.  Hasta allí vamos a contar, cuando vean la obra descubrirán más.

Resultan magníficas las actuaciones de Damián Valgiusti y Luciana Ulrich, quienes se entregan por completo al universo onírico que pide la pieza, ofreciendo interpretaciones sensibles, con una carga emotiva muy alta. Es importante destacar la química que muestran Damián y Luciana, que se nota se sienten cómodos y disfrutan cada minuto de la obra, siendo esto algo que el público reconoce y valora.

Un punto muy importante, es la belleza visual de la puesta, fundamental para el vuelo poético y metafórico, que el texto reclama. Hay un notable diseño escenográfico de Ana Repetto, mostrando que con imaginación y creatividad, pueden lograrse óptimos resultados, sin grandes inversiones económicos, algo imposible para el teatro independiente. Es muy bueno el diseño de luces de Juan Baez y Alejandro Velázquez, creando la atmósfera y los climas que la trama pide. Por último mencionar, la música original de Diego Lozano, otro plus que presenta la obra.










No queda mucho más para agregar, Dos Plazas y Media es una entrañable propuesta del off, que como dijimos antes nos invita a viajar con la imaginación y acompañar en este naufragio a Walter y Meli, que intentarán aprovechar la nueva oportunidad que tienen, para dejar atrás un pasado turbulento e imaginar un futuro juntos, si es que logran sobrevivir a ese entorno hostil, que no se las pone fácil.

Disfrutamos de una bella noche de teatro en El Camarín, con un texto que invita a soñar, una puesta cuidada, de bella estética y dos actuaciones muy logradas. Por todo lo mencionado, no sorprenden los aplausos, con que los espectadores despiden a los protagonistas, que tratarán de seguir la corriente y llegar a la orilla.




Pensador Teatral.



viernes, 6 de diciembre de 2019

La Lechuga

Dramaturgia de César Sierra. Adaptación de Juan Paya. Dirección de Nicolás Scarpino.








De Jueves a Domingos en CPM Multiescena ( Av. Corrientes 1764 )

Obra escrita por el venezolano Carlos Sierra, que desembarca en Argentina, tras presentarse con éxito en más de doce países, llegando con una versión local que respeta con fidelidad el texto original, estableciendo algunas variaciones necesarias, para aggiornarla a nuestra idiosincrasia.

La Lechuga es una tragicomedia, cruda en muchos momentos y absolutamente desopilante en otros. La trama nos hablará de vínculos familiares rotos, relaciones que solo se mantienen por  la existencia un tercero que los obliga a mantener en contacto. En este caso, los protagonistas serán tres hermanos, que se reúnen el día del cumpleaños de su padre, para un festejo, que todos de antemano saben no tiene sentido, en primer lugar porque el padre desde hace cuatro años, se encuentra postrado en una cama, en estado vegetativo y sobre todo  porque esas reuniones familiares nunca terminan bien, todos los años terminan con discusiones y problemas.








Pero la celebración de este año, tiene un motivo especial, los anfitriones Héctor ( Juan Paya ) y Virginia ( Sabrina Carballo ), ya no toleran tener al padre en su casa, ocupando una habitación y debiendo pagar los gastos de enfermeras, remedios y sobretodo cuidándolo. Por su buena posición económica, fueron los que se encargaron del padre todos estos años, pero Virginia ya harta de las peleas con su marido por el tema, está decidida  a que alguno de sus dos hermanos varones, se lleve a su padre y se hago cargo de su cuidado al menos por un tiempo.

Uno de ellos Victor ( Pablo Cerri ), vive con su esposa Dora ( Marina Castillo ), en el Conurbano, junto a sus cuatro hijos y otro en camino, con una posición económica bastante endeble y con poco espacio físico en la casa. Dos excusas ideales, para evitar cuidar al padre todos estos años, El otro hermano Vinicio ( Nicolás Maiques ) , es soltero, gay y no tiene la mínima intención de ocuparse de un padre, del que no guarda los mejores recuerdos.






La obra que juega mucho con estereótipos, se hace fuerte en ello precisamente y es muy efectiva, consiguiendo su objetivo, hacer reír y con ganas a los espectadores, algo que suena normal para una comedia, pero que lamentablemente, no siempre se consigue. Creemos que los buenos resultados obtenidos, se deben en gran parte, al muy buen funcionamiento que tiene el elenco como bloque y también en lo individual.


Tratando de no ser injustos, indudablemente que quien genera las mayores risas de la noche y por momentos se come la obra, es Nicolás Maiques, que realiza una composición fantástica de un personaje, hiperquinético, verborrágico y dueño de una impunidad asombrosa para decir lo que se le viene en mente, sin reparar en sus consecuencias. Nos encantó el trabajo de Nicolás, con un histrionismo a flor de piel, para deleite de una platea, que festeja cada una de sus intervenciones.


Pero la gran actuación de Nicolás, de ninguna manera debe opacar al resto, Juan Paya, su compañero de Chicos Católicos, es otro punto muy alto. Con un empleo muy bueno, que le otorga tranquilidad económica y un status que le gusta ostentar, soportará con estoicismo las faltas de respeto de unos invitados bastante disruptivos. Pero que su paciencia llegará a un límite y estallará. Santiago Mallarino, es un muy buen contrapunto, le refriega en la cara su fertilidad y mostrará una envidia altamente nociva, apoyada en una lucha de clase de clases latente.








Los personajes femeninos no se quedan atrás, Julieta Granja compone a una Dora, con un embarazo avanzado, que no parará de hablar en toda la noche, siendo insoportable para su marido y para el resto. Para colmo, pese a tenerlo prohibido, incitada por Vinicio, tomará algo de alcohol y se generarán momentos muy divertidos. Sabrina Carballo, la anfitriona, parece ser la más racional y la más preocupada por el futuro del padre. Aportando mucha presencia escénica, redondea otra muy buena composición.


Damos mérito también a la dirección de Nicolás Scarpino, ya que aprovecha muy bien las fortalezas del joven elenco reunido, dando lugar a que se luzcan en lo individual y también a que se potencien en lo grupal, dando a la obra una dinámica que se mantiene a lo largo de toda la trama.











No queda mucho que agregar, nos divertimos mucho viendo La Lechuga, una pieza que desde el humor, trata temas profundos, como los vínculos familiares, la vejez, la paternidad y la muerte, por citar solo alguno de los tópicos que irán desfilando a lo largo de la noche. El gran mérito del texto es que logra tocar esos temas, siempre desde el lado del humor y con eso le quita dramatismo a cuestiones, que no son nada sencillas.

La obra, tuvo una temporada muy exitosa, con excelente respuesta del público, algo que se explica por el poder del boca a boca, que sin dudas tuvo La Lechuga, que consigue con creces su propósito, hacer reír al público, lo logra de la mano de muy buenas interpretaciones y un texto tan desopilante, como cercano para el espectador.



Pensador Teatral.


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