Dirección de Javier Daulte. Dramaturgia de Tomás Afán Muñoz, Marina Artigas, Rubén de la Torre, Jualian Marcove y Agustín Meneses.
Míércoles 20 30 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )
Durante la pandemia, se vivieron tiempos muy complicados para la actividad teatral, salas vacías, obras listas para el estreno que no podían salir a la luz, actores viviendo situaciones económicas complejas y envolviendo todo, una atmósfera de incertidumbre y desesperanza que provocó un efecto paralizante en la mayoría de las personas
Pero mientras eso ocurría, otros apostaban al futuro, pensando en lo que sucedería cuando esta pesadilla pandémica llegara a su fin y en ese sentido, desde Espacio Callejón, se organizó un Concurso de Dramaturgia de Obras Breves, que debían abordar de manera tangencial el tema del confinamiento y las consecuencias que trajo el encierro a nuestras vidas. Las cinco obras ganadores de aquel concurso, son las que ahora forman parte de Luz Testigo, teniendo todas ellas como hilo conductor, la impecable dirección de Javier Daulte, que reunió para el proyecto a un grupo de actores de gran trayectoria en el teatro independiente, diseñando una puesta capaz de enlazar las historias individuales, de manera que quede un conjunto armónico.
Nos habían recomendado mucho la obra y antes de verla, pensábamos como resultaría ver cinco historias, en poco más de ochenta minutos, si se haría muy denso o no, si los actores lograrían entrar en los diferentes personajes, si los pasajes entre historias, sería dinámico, en fin teníamos dudas. Luego de haber visto Luz Testigo, podemos afirmar que las dudas se desvanecieron y el formato nos encantó. Imaginemos que muchas veces, nos vamos contentos luego de ver una buena obra, con buenos personajes, relatos intensos, etc. Y si tuviéramos la chance de ver, no una, sino cinco obras a la vez, que resultan verdaderamente atrapantes por sus textos y sus personajes, que nos dirían. Bueno háganse la idea, porque es lo que ocurre aquí, seremos invitados a un festín de buen teatro independiente.
Como mencionamos en un comienzo, el punto en común de los relatos, es hacer alguna referencia a la pandemia, pero sin centrarse en ella, apuntando principalmente al tema de los vínculos, como se modificaron las relaciones con el encierro, los cambios de hábito, la soledad como moneda corriente, parejas que entran en conflicto y la dificultad para el nacimiento de nuevos amores. Todas temáticas cercanas y que en mayor o menor medida todos hemos experimentado, en estos últimos dos largos años.
Una de las particularidades del formato, es que el espectador al salir de la sala, podrá elegir su historia favorita y comparar su elección con el acompañante o el amigo que ya había visto la obra antes. Indudablemente la pandemia, le pegó diferente a cada persona y analizar cada reacción ya sería parte de un estudio sociológico, pero creemos que cada espectador tendrá más empatía con la historia, que más lo representa y con la que mayor identificación encuentra.
Entrando en ese juego, a quien es escribe estas líneas, la historia que más le llegó fue Delta, escrita por Agustín Meneses. Allí se muestra el vínculo entre un padre y una hija, en este momento especial, pero también en otros tiempos de sus vidas, apreciando diferencias sustanciales y viendo como el paso de los años se torna implacable. Una historia fuerte que nos emocionó mucho, por su texto y por la enorme interpretación de Marcelo Pozzi, un actorazo, al que elogiamos ya en anteriores obras en este mismo Callejón, que con una sensibilidad a flor del piel, sabe llegar al corazón del espectador. Y tiene el acompañamiento preciso de Paula Manzone, otra gran actriz, que realiza un gran trabajo, dando también mucha sensibilidad a su personaje.
Con el relato anterior nos emocionamos, en cambio, con Mientras Miro La Heladera Te Extraño de Julián Marcove, nos divertimos mucho. Magnífico trabajo de Ramiro Delgado, a quien descubrimos aquí, con un histrionismo y una gracia contagiosa, llevando adelante un monólogo que sin contar demasiado, podríamos adelantar que quedará trunco, por la sorpresiva irrupción de Lu Grasso, una actriz que nos encanta, dueña de un estilo angelical y un carisma particular, que encaja perfecto aquí. Bueno sin contar mucho, les decimos que la rompen Ramiro y Lu, regalando un momento teatral divino, que disfrutamos muchísimo.
Pero no seamos injustos con el resto de las historias, como por ejemplo Nélida de Marina Artigas, la costurera que escucha la radio y parece temerle al amor, con una deliciosa interpretación de Silvina Katz, una actriz que siempre nos ofrece hermosas interpretaciones, también acompañada de la ya mencionada Paula Manzone, que será una envolvente locutora. Y que decir de Cambios, de Agustín Meneses, con esos vecinos que en la rutina de colgar la ropa en la terraza, parecen si querer darle una oportunidad a un nuevo amor, con magníficos trabajos de María Villar que lucha contra sus tocs y William Prociuk, con su filosofía de bolsillo a cuestas. O Un Cuento de Tomás Afán Muñoz, donde se investiga una desaparición ocurrida en un paraje bastante alejado de la civilización, donde volveremos a ver a Prociuk y a Lu Grasso, en un intercambio muy rico.
Se hizo algo larga la descripción, pero queríamos significar la variedad de textos y temáticas que se tratarán en las diferentes historias, todas ellas tienen un toque de humor, algunas más y otras menos, pero todas tienen ese condimento humorístico valioso. Con algunas nos vamos a emocionar más, en otras nos vamos a ilusionar con relaciones incipientes. Todos los relatos tienen un texto que atrae y se les suma, el aporte fundamental de un grupo de actores talentosos, a los que vimos en obras anteriores en el Callejón y que se muestran muy entusiasmados e identificados con este proyecto, con una alegría por estar en el escenario, que el espectador nota y agradece.
Más allá de las buenas dramaturgias y de las actuaciones que acompañan en gran forma, debemos destacar la efectiva dirección de Javier Daulte, que logra enlazar historias individuales, para que funcionen en el conjunto, con una puesta muy atractiva. Para ello se vale de un diseño lumínico de Sebastián Francia realmente original y bello, que no queremos adelantar, pero que tendrá como protagonistas a los propios actores. Hay un efectivo diseño escenográfico de José Escobar que con pocos elementos, logra que los relatos fluyan y por último mencionar la musicalización de aire italiano que le da cohesión y belleza a la puesta.
No queda mucho para agregar, como dijimos ante, mientras los escenarios estaban vacíos, el equipo creativo del Callejón puso manos a la obra y en vez de lamentar la pandemia, pensó en como hablar de ella, de sus efectos, retratando como se modificaron nuestros vínculos, hábitos y nuestra vida en general. Haberlo hecho con el formato de obras breves, es realmente un acierto que debemos marcar y tomarlo en cuenta en el futuro, ya que debido a la gran respuesta que está teniendo la obra, queda claro que es una propuesta original que resulta muy atractiva para el público
Recomendamos Luz Testigo, van a disfrutar una bellísima noche de teatro, con magníficas interpretaciones dadas en breves historias, que emocionan, divierten y nos invitarán a reflexionar sobre lo difícil que fue para todos, poder adaptarnos a un escenario tan inesperado, donde los vínculos se modificaron por completo y debimos poner lo mejor de nosotros, para superar esta verdadera pesadilla, de tener que quedarnos encerrados en casa.
Pensador Teatral.