Dramaturgia y Dirección de Nelson Valente.
Viernes y Sábados 20 hs. Domingos 20 30 hs.
Llega la nueva obra de Nelson Valente, el autor de El Loco y La Camisa, clásico del teatro independiente que lleva nada menos que doce años en cartel. Hacemos referencia a aquella pieza, porque en Los Perros, vemos algunas referencias en común con aquel gran éxito, ya que nuevamente tenemos una familia reunida, poniendo el foco sobre las relaciones, un externo que provoca el conflicto y por supuesto los jugosos diálogos que se establecen entre los miembros de las familias.
Los Perros arranca con una celebración de cumpleaños familiar como cualquier otra. Laura cumple cuarenta años y lo celebra en casa, junto a su esposo y sus suegros. La velada transcurre de manera previsible, hablando de trivialidades y generalidades. En realidad, quien monopoliza la palabra es Emilio, su suegro, interpretado magistralmente pro Claudio Rissi. Él será el encargado de llenar los silencios, repartiendo sus exposiciones, entre discusiones con su esposa y recuerdos de vecinos y de los distintos perros que fueron parte de la familia a lo largo de los años.
La celebración es poco festiva y la aparición prematura de la torta, parece ser la salvación para una noche que viene cuesta abajo. Llega el momento de entrega del regalo y las alarmas se encienden. Laura la cumpleañera, por su cara, se nota que no está disfrutando el festejo. Se justifica diciendo que no le gustan las fiestas de cumpleaños, pero su expresión triste, permite adivinar que ese no es el motivo real de su estado. Su esposo la interroga y casi que la obliga a revelar que le sucede.
Y entonces Laura toma la palabra y a partir de ese instante, toda cambiará en aquella reunión. Volviendo del trabajo a su casa en subte vivió una experiencia que la afectó más de la cuenta. En estas líneas y para mantener el suspenso, no vamos a revelar cuál fue el hecho que provocó este tsunami en la mente de Laura, cuando vean la obra lo descubrirán.
Pero como mencionamos antes, a partir de allí la noche cambiará su rumbo y el tono de comedia previsible que tenía el relato, virará de manera dramática. Surgirán confesiones y pensamientos que en un principio parecerán inocentes e inofensivos, pero a medida que la velada avanza y el alcohol ayuda a aflojar las lenguas, el tono de los dichos empezarán a tornarse ásperos y difíciles de digerir para los otros, que escucharán con algo de angustia los parlamentos que vendrán.
El texto de Valente, alcanza una profundidad impensada, luego de un arranque de apariencia inofensiva y plantea dudas existenciales que todos tenemos. Somo felices con la vida que llevamos ?? Hacemos realmente lo que queremos o solo respondemos a los mandatos sociales ?? Y redoblando la apuesta. Sería posible dejar la vida actual que llevamos y arrancar de cero en un lugar lejano ?? O esto es solo una utopía impracticable ?? . El autor terminó de escribir la obra en la pandemia, donde se rompieron muchas de las estructuras laborales rígidas, apareciendo la chance de trabajar remoto desde una playa solitaria o desde una quinta a cientos de kilómetros de la oficina. Este hecho abrió interrogantes y dilemas en las personas, acerca de la vida que levaban y el texto de forma inteligente toma ese hecho.
Y hasta allí vamos a contar para mantener el suspenso, ya que como dijimos la trama se vuelve vertiginosa y no sabemos donde puede terminar tanta catarsis. Momento ya de hablar de las actuaciones que presenta la obra y a nuestro entender, es Claudio Rissi quien se lleva los mayores elogios con una soberbia composición. Es el centro de atención de la historia y quien marca el ritmo de la trama, con una gestualidad muy rica y un histrionismo a flor de piel, que provoca muchas risas en la platea, que disfruta cada una de sus intervenciones. Un actor de gran trayectoria Claudio y un gusto verlo lucirse tanto aquí, cumpliendo con creces con su rol de figura convocante de la obra.
La revelación de la noche para nosotros fue Patricio Aramburu, que arranca en un segundo plano en la historia y que con el correr de la trama, ganará protagonismo, mostrando un peso dramático y una presencia escénica, que nos sorprendió muy gratamente. Estupendo trabajo de Patricio. Muy bueno también lo de Melina Petriella, una actriz muy versátil, que está muy acertada aquí en su personaje, que es quien desata el conflicto. Completa el elenco María Fiorentino, llevando adelante un personaje algo complejo para el lucimiento, que puede resolver en buena forma, gracias a su experiencia.
Es una puesta muy prolija la que vemos en el escenario del Picadero, destacamos el diseño de vestuario de Betiana Temkin y el elaborado diseño escenográfico de Rodrigo Gonzáles Garillo, que nos muestra un cálido hogar con ese cartel de hogar dulce hogar, que por momentos sonará contradictorio.
En resumen, llegamos al Picadero para disfrutar de una comedia y nos encontramos con una trama, que si bien tiene momentos muy divertidos, se volverá profunda e interpelará al espectador, que se siente identificado con lo que ocurre en el escenario y ademas de ello muy movilizado.
Nos gustó mucho Los Perros, este nuevo texto de Nelson Valente, que explorando en los vínculos familiares, nos invita a reflexionar sobre cuestiones existenciales, que se acentuaron mucho en épocas de pandemia, pudiendo además disfrutar de las actuaciones del estupendo elenco reunido para la ocasión, para una noche de teatro, que a nadie dejará indiferente.
Pensador Teatral.