Dramaturgia de Patrick Marber. Dirección de Corina Fiorillo.
Miércoles a Domingos en Multiteatro ( Av.Corrientes 1283 )
Llega a la cartelera porteña, la obra escrita en 1997 por el británico Patrick Marber. Adelantada a sus tiempos y con numerosos reconocimientos tanto en el teatro, como en el cine, la pieza ganó el Premio Laurence Oliver/BBC como Mejor Obra de Teatro en Londres y el Premio London Critics Circle. Es muy recordada su versión cinematográfica, protagonizada en 2004 por Julia Roberts, Jude Law, Natalie Portman y Clive Owen, que fue nominada a los Oscar y los Globo de Oro.
Luego de estos antecedentes, que sirven para marcarnos el peso del texto, digamos que esta versión que llega al Multiteatro, la tercera que se presenta en Buenos Aires, es una lucida adaptación de Federico González del Pino y Fernando Masllorens, bajo la dirección de Corina Fiorillo, una de las directoras argentinas del momento y un elenco de lujo conformado por Gonzalo Valenzuela, Sofía Gala Castiglione, Juan Gil Navarro y Carolina Peleretti.
Hecha la presentación, vayamos ya a la obra, que nos presentará a cuatro desconocidos, a los que el destino los cruzará y se establecerán entre ellos una serie de relaciones amorosas cruzadas, en las que la mentira y la traición serán las monedas de cambio. El relato es muy fuerte y nos interpelará sobre la verdadera esencia de las relaciones de pareja, donde la monogamia, parece algo paso de moda, las infidelidades parecen casi inevitables y el poliamor es una tendencia en crecimiento.
La trama está cargada de tensión, hay una adrenalina permanente en el ambiente y el espectador está siempre atento a lo que ocurre en escena, mirando a los personajes deseosos de sexo y pasiones, pero al mismo tiempo envueltos en una culpa, que parece no disiparse nunca de sus mentes. Damos crédito a Corina Fiorillo, que logra que la puesta resulte atractiva y que la tensión vaya en aumento, a medida que el relato avanza.
Momento de hablar del elenco reunido, que como mencionamos al comienzo es realmente de lujo para nuestro teatro. En actuaciones muy parejas, destacamos especialmente la actuación de Gonzalo Valenzuela, en el papel de Dan, un escritor frustrado, egocéntrico y extremadamente posesivo. Es la primera vez que vemos en escena a Gonzalo y nos impresionó su gran presencia escénica, dando una muy buena impronta a su personaje.
Sofía Gala Castiglione es Alice, una joven mujer a la que la vida la golpeó duro. Frontal y sincera, apostará sin condiciones al amor que le propone Dan. En nuestra opinión, Sofia es una actriz infravalorada, dueña de una versatilidad y una seguridad, que pocas actrices tienen. La vimos en obras del circuito comercial y también en el off, logrando siempre destacarse.
Carolina Peleretti es Anne, una fotógrafa profesional, que disfruta tomando fotos a extraños y pasar las tardes en el acuario londinense. Dueña de una belleza perturbadora, encaja justo en lo que pide su personaje. Nos gustó mucho su interpretación. Completa el elenco, Juan Gil Navarro, como Larry, un médico que se encontraba perdido en materia amorosa, hasta que de manera fortuita conoció a Anne. Un actor todo terrero Juan, que puede mostrar su histrionismo en varios pasajes del relato.
Se nota muy buena química entre todos los integrantes del elenco, en una obra que la requiere, ya que hay una tensión sexual permanente en la trama, que requiere un grado de intimidad importante, para darle credibilidad a las actuaciones, algo que aquí se consigue.
La puesta de Corina Fiorillo, además de ser atractiva, tiene una estética cuidada, en la que debemos destacar un diseño escenográfico moderno, con estructuras que se deslizan por el escenario y por momentos se vuelve simultánea en dos planos, lo que permite ver la interacción de los protagonistas en diferentes espacios. Además en el fondo hay una pantalla donde se proyectan diferentes imágenes que oxigenan un ambiente por momentos asfixiantes.
En definitiva, estamos en presencia de una adaptación muy atractiva del texto de Marber, que muestra su vigencia, ya que el texto fue escrito hace veinticinco años, pero parece que hubiera sido escrito ayer, ya que pone la lupa en lo complejo que pueden resultar los vínculos amorosos, cuando la mentira y la traición, son los códigos más habituales.
Closer es una obra que interpela e inquieta al espectador, ya que expone el lado menos agradable de las parejas, aquellas zonas oscuras que se mantienen ocultas, porque de lo contrario la relación se extinguiría al instante. Al relato potente, se le une una dirección efectiva y un elenco que se muestra identificado con el texto y que no tiene miedo en exponer al público, sus más bajos instintos.
Pensador Teatral.