Idea: Nicolás Manasseri y María Fernanda Provenzano. Libro y Dirección General: Nicolás Manasseri.
Martes 21 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )
El teatro independiente entre sus muchas virtudes, tiene una que a nuestro entender lo torna irresistible, nos referimos a la capacidad que tiene para sorprendernos siempre y en este caso Voley, La Final lo hace con una propuesta muy interesante que combina teatro físico-musical y deporte, con una puesta que impacta por su originalidad y despliegue escénico.
Ya al entrar a la sala, nos damos cuenta que veremos una pieza diferente, el escenario parece haber sido reemplazado por una cancha de voley, la red en el medio divide el espacio e invita a dudar, si realmente veremos una obra de teatro o una contienda deportiva. Pero si miramos con atención, veremos en los vértices, cuatro micrófonos de pie y ahí nos convencemos que estamos en el teatro, pero ratificamos que se viene algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados.
Una de las características salientes que tiene la obra, es la alta adrenalina que genera a partir de su puesta, desde el arranque mismo y la misma irá en aumento a medida que la trama avanza.. De entrada salen a escena los actores corriendo con ropa deportiva, se dán ánimo entre ellos, están ansiosos por que empiece el partido y se nota que no es un partido más, es la gran final. Se juegan todo el año en este partido y por eso deben dejar hasta la última gota de sudor en la cancha. No se pueden distraer, deben jugar en equipo y dar la vida por sus compañeros si fuera necesario. Llegaron hasta allí con mucho esfuerzo y ahora no pueden claudicar, deben ganar el partido final.
La dramaturgia resulta muy atractiva y presenta dos caminos paralelos. En uno de ellos, muestra como funcionan las relaciones humanas en un equipo y en particular en una instancia decisiva. Como se maneja la presión, el miedo a perder, los nervios que paralizan, las diferentes jerarquías existentes en el equipo, la necesidad de jugar en conjunto. Quienes gusten del deporte y lo practiquen, tienen un plus, ya que van a disfrutar mucho de la historia, que tiene gran realismo.
Veremos a los entrenadores dando indicaciones de manera frenética a sus dirigidos, tratando de motivarlos en todo momento. Y veremos a los jugadores tirándose el piso buscando evitar que la pelota toque el suelo, saltando bien alto para rematar, recepcionando un saque envenenado, armando un ataque certero y por supuesto festejando cuando ganan un punto importante o lamentándose cuando lo pierden. Es realmente muy logrado el efecto deportivo, con la dinámica del juego y en varias oportunidades sentiremos que estamos en un gimnasio cerrando, viendo un partido real.
Ese sería uno de los caminos, el de la contienda deportiva, el de esa final que hay que ganar como sea, pero pronto veremos que algo extra deportivo preocupa a los jugadores. De manera inteligente, la trama presenta dos equipos, uno masculino y uno femenino, que se intuye representan al mismo club, pero que cada uno juega la final, contra un equipo de su género. Y precisamente vemos que hay algún suceso, que preocupa a los jugadores, vemos por sus gestos, que les cuesta concentrarse en el partido, no están con la mente tranquila.
No queremos contar mucho más, para mantener el suspenso, solo diremos que Laura una de las integrantes del equipo femenino se comporta de manera extraña, se la nota ida, algo le ha sucedido previo a ese partido y sus compañeras lo saben. En el equipo masculino, tampoco se nota calma, dialogan entre ellos, hay reproches. Hubo un hecho grave, todos lo saben, pero hay que jugar la final ahora. Podrían no jugarla ??' Puede haber algo más importante que ese partido ?? Hay algún límite moral que nos obligue a parar la pelota ?? Pero cumplimos nuestra palabra y hasta allí contamos, cuando vean la obra sabrán que fue lo que sucedió y obviamente cual fue el desenlace del partido y de la trama.
Mencionemos ya las actuaciones que presenta la obra, ya que se trata de un elenco joven y muy entusiasta el que lleva adelante el relato. Son nada menos que 12 los actores en escena, 5 jugadores por equipo, más los 2 entrenadores. Y realmente hay que destacar la entrega físico de todos, ya que a lo largo de la obra, van a correr, tirarse al piso, saltar, bailar etc, la obra les demanda estar siempre en movimiento y esto requiere un gran esfuerzo físico.
Recuerdan que en el comienzo les hablamos de los micrófonos de pie, pronto sabremos que eran muy necesarios, porque además de jugar al voley, los actores van a cantar y la mayoría lo hace muy bien, seguramente algunos afinarán más que otros, algo normal en un grupo tan grande pero ninguno desentona. La historia tiene un componente musical importante, por lo que tendremos mucho rock y punk en el escenario, además de las coreografías que ejecutan.
Vamos a mencionar al elenco, ya que como dijimos, son todos jóvenes y muchos de ellos están dando sus primeros pasos dentro del teatro independiente, por eso bien vale el reconocimiento y estímulo para : Dolores Basualdo, Sabrina Birmajer, Juliana Diaz, Florencia Diez, Dante Emanuel, Juan Lopez, María Luz Navarro, Facundo Rau, Federico Sorrentino, Noelia Vera, Oscar Villalba y Matias Zajic. Todos ellos tienen espacio para el lucimiento individual y obviamente en lo colectivo, destacando la entrega y el compromiso de todos, luciendo muy concentrados siempre, ya que no es sencillo coordinar esfuerzos, para estar en tiempo, siendo tantos y lo hacen realmente muy bien.
Y que decir de la puesta de Nicolás Manasseri, muy rica y con tanto para destacar. Hay muchos recursos puestos en escena, que agregan valor a la propuesta. Uno fundamental la música original de Alejandro Roig. Hay una pantalla gigante de fondo, que proyecta testimonios confesionales en directo de los integrantes de los equipos, siendo este un recurso muy atractivo. Hay un excelente diseño escenográfico de Lula Rojo. El diseño lumínico está a la altura de la potencia de la puesta y párrafo especial para las coreografías muy bien ejecutadas que tiene la trama, a cargo este ítem de María Fernanda Provenzano, que junto a Nicolás Manasseri son los hacedores e impulsores de este proyecto.
Podríamos seguir contando cosas, pero creemos que ya anticipamos mucho y dimos cuenta de lo interesante que resulta esta propuesta. Es oportuno comentar que Voley, La Final fue nominada como Mejor Musical Off en los Premios Hugo 2019, está transitando su tercera temporada en cartel, recorriendo diferentes espacios teatrales y con algunos cambios en el elenco, pero siempre manteniendo la potencia que tiene la propuesta.
En definitiva, nos gustó mucho y nos atrajo la propuesta de Voley, La Final, que destaca por la originalidad de una puesta estupenda que resulta un verdadero lujo para el teatro independiente, con un despliegue escénico que incluye nada menos que doce actores en escena, en este pieza que fusionando el teatro físico, musical y el deporte, nos habla de la ferocidad que puede tener la competencia, donde lo único importante es ganar y como funcionan los grupos humanos, en los que muchas veces prefieren ocultar situaciones graves, sin importar las consecuencias.
Ahora si, nada más para agregar, solo queda invitarlos a que vean esta competición deportiva teatral, cargada de energía y de adrenalina, de la mano de un elenco joven y entusiasta que se apoya en un texto que además de entretener, invita a la reflexión. Por eso, todos concentrados, que ya suena el silbato de inicio y arranca la gran final.
Pensador Teatral.