Dramaturgia y Dirección de Emilse Diaz.
Viernes 20 hs en No Avestruz Espacio de Cultura ( Humboldt 1857 )
Una propuesta original que nos interpela como sociedad es la que nos presenta EXP El Expediente, obra escrita por Emilse Diaz, que nos hablará del funcionamiento de la justicia, poniendo el foco en la burocracia y en el cumplimiento de procedimientos arcaicos, que se sostienen en el tiempo dentro del ámbito judicial, pese al avance de la tecnología, que acá parece tener prohibido su ingreso.
Es interesante conocer que la autora, tuvo siempre muy empapada en los temas de la cocina judicial, ya que sus padres eran abogados y de niña los acompañaba en algunas visitas al edificio de Tribunales y luego ya de grande se graduó en la Facultad de Derecho de la UBA. Indudablemente haber sido testigo en primera persona de muchas situaciones que no le cerraban la impulsó a escribir este texto, algo que decidió recién en 2019, cuando se distanció del mundo judicial y puso su foco en el teatro.
Fue así como Emilse solicitó una beca Creación del Fondo Nacional de las Artes, iniciando una investigación a partir de la estructura de un expediente real, sobre tentativa de homicidio. Partiendo desde allí, la autora trabajó con una dramaturgia que no se enfocaría solamente en la palabra, sino también mostrando el espacio físico donde se construye el expediente y en las relaciones que se gestan entre los actores que intervienen, que la mayoría de las veces se convierten en autómatas, a los que solo les interesa, seguir un procedimiento lleno de pasos burocráticos, sin reparar en que detrás de cada proceso hay personas y mucho menos en que su objetivo final, es hacer justicia.
Vayamos finalmente a la trama, donde tendremos a dos personajes que serán los encargados de llevar adelante el expediente judicial, por un lado tenemos al escribiente que es quien conduce el proceso, siendo el burócrata de turno, además de ser el nexo con la jueza. Lo acompaña una mujer, que cumple la función ujier, una especie de auxiliar multifunción, que realiza diversas tareas varias en el juzgado, la mayoria de ellas secundarias, pero que no pueden dejar de realizarse.
El espacio escénico estará lleno de caja con carpetas y papeles que se desparramarán por el escritorios, ávidos de recibir los sellos de los funcionarios. En el caso que nos convoca, tendremos a un ciudadano que tuvo un incidente vial con un policía, siendo acusado falsamente por este de haberle disparado cuando intentaba huir, siendo detenido con la grave acusación de tentativa de homicido, pese a que el acusado gritaba a los cuatro vientos que no tenia ningún arma y la acusación era absolutamente falsa.
A lo largo del relato, veremos muchas situaciones de un proceso real, la instrucción, la recolección de pruebas, la intervención del fiscal, del abogado defensor, la declaración del acusado y la aparición de los testigos, todo esto tratado con seriedad, pero envuelto en un aire del absurdo y la ironía, que envuelve todo el proceso, algo que puede entenderse en este caso al ser ficción, pero que por las risas nerviosas del público, queda claro que tienen muchísimas coincidencias con la realidad diaria que se vive en los despachos judiciales.
Las actuaciones que presenta la obra son muy destacables. Arranquemos por Julián Vilar, que estuvo involucrado desde el comienzo del proyecto, colaborando con la autora en el proceso de investigación previo. Aquí en la obra es compone a dos personajes, en primer lugar al escribiente judicial, el fiel servidor del proceso, que de manera casi robótica, irá cumpliendo cada paso del expediente. Un personaje tan reconocible, como desopilante. Además representará al acusado, que será exhibido como si fuera una cosa durante el proceso y se lo escuchará muy poco, mostrando la nula humanidad de la diligencia judicial. Muy bueno el trabajo de Julián.
Florencia Danza, es la ujier, la que transporta las cajas y distribuye el papelerío. Es una especie de reaseguro del funcionamiento de toda la maquinaria burocrática. Es muy destacable su gestualidad y la expresividad que muestra, ya que a su personaje le hace falta hablar muy poco, para cumplir su trabajo. Nos gustó mucho su composición, en un personaje que no era sencillo. Y es muy buena la interacción entre ambos protagonistas, que además de lucirse en lo individual, se potencian juntos, teniendo algunas momentos muy divertidos, como el brindis que no queremos adelantar, para no quitar sorpresa.
La puesta tiene varios elementos interesantes que agregan valor a la trama. El principal tal vez sea, el aporte audovisual y sonoro que tiene la trama, que presenta algunas imágenes y varios testimonios en off, grabados por actores y actrices que son la voz de las diferentes partes qie intervienen a lo largo del proceso. expediente. Otros ítems a destacar son el diseño de luces de David Seiras y el diseño del espacio escénico de Damián Ledesma Becerra, ambos colaboran con esa atmósfera de carácter aséptico que la trama pide.
No queda mucho mas para agregar, EXP El Expediente, es una original propuesta del teatro independiente, que bucea en el interior del mundo judicial, mostrando lo absurdo y lo arcaíco que resulta en la actualidad la instrucción de la justicia, con mecanismos y actores preocupados por cumplir al pie de la letra procesos engorrosos y burocráticos, que no reparan en las personas que sufren procesos largos, muchas veces son injustos y cargados de arbitrariedades.
Por todo lo mencionado, los invitamos a la sala del No Avestruz, para que sean testigos privilegiados de un proceso judicial, recorriendo todas sus instancias, desde la instrucción hasta la sentencia, de la mano de la aguda dramaturgia de Emilse Díaz, que gracias a una puesta atractiva y muy buenas actuaciones de la dupla protagónica, nos interpelará para que reflexionemos sobre una institución judicial que parece detenida en el tiempo, envuelta en los laberintos de una burocracia, que en vez de acercarnos a la justicia, nos aleja de ella, mientras nosotros como sociedad, hacemos poco y nada para cambiar esta realidad.
Pensador Teatral.