Dramaturgia de Florencia Farias y Gustavo Roza Pereyra.
Miércoles 21 hs en Nun Teatro Bar ( Juan Ramírez de Velasco 419 )
Título interesante para esta propuesta, que con mucho humor y una trama muy dinámica nos presentará a seis mujeres que están cursando el último año de la carrera de psicología y que por decisión de la facultad,deberán presentar una tesis final grupal para recibirse. Ellas no decidieron esta metodología, ni tampoco quienes integrarían el grupo, pero no les queda alternativa, si quieren recibirse deberán unir fuerzas.
La trama se presentará con la presentación de las seis alumnas y ya en ese momento nos daremos cuenta, lo complicado que será que juntas consigan el objetivo. El grupo a simple vista aparece como muy heterogeneo, por las diferentes edades de las integrantes de aquel grupo, que cuenta con mujeres maduras y otras adolescentes, pero además se ven algunas diferencias de clase, de pensamientos y la coincidencia, es que ninguna tiene muchas ganas de integrar aquel grupo con cinco desconocidas.
Tardarán bastante en acordar el día en que se podrían reunir para trabajar en la tesis, así que pueden imaginarse lo difícil que sería ponerse de acuerdo para hacer el trabajo. Finalmente se encuentran un fin de semana en la casa de una de las chicas y tendrán la difícil misión de ponerse de acuerdo en el tema que va a tratar la tesis. Como buenas estudiantes del último año de psicología, en los diálogos aparecerán muchas citas de Lacan y Freud , como disparadores para que surja algún tema en común, pero el tiempo pasa y no logran ponerse de acuerdo.
La diversidad de las mujeres reunidas, dificulta mucho la armonía del grupo y que se enfoquen en el trabajo que deben hacer. De a poco irá apareciendo el desanimo y los conflictos personales de cada una de ellas. Todas ellas tienen una historia que las angustia, algún vinculo familiar roto, un amor enfermizo, no goce de la sexualidad, trabajos precarios, entre otras problemáticas y de a poco irán contando algo de su realidad. Además irá surgiendo un hilo conductor en cada una de las historias personales, hay baja autoestima, situaciones de competencia, rechazo y discriminación, que las hace sentir descartadas por el otro, siendo amplia esa figura del otro.
La trama con mucho humor y situaciones bastantes bizarras, expondrá las problemáticas que sufren a diario estas mujeres, que enseguida el espectador reconocerá y notará como muchas veces somos rechazados por la sociedad, por no cumplir una moda, un mandato o simplemente por no seguir el camino esperado que nos marcan a seguir. Y hasta allí vamos a contar para no adelantar más, cuando vean la obra, podrán descubrir, si entre todas, podrán limar asperezas y cambiar la agresión por la ayuda, para revertir un estado de angustia que aunque quieran ocultar está presente y además sabrán si finalmente encontrarán el tema en común y podrán presentar la tesis.
Vayamos ya a las actuaciones que presenta la obra, que a nuestro entender son el punto más alto de la propuesta, ya que la diversidad y la energía de las protagonistas logran suplir algún bache que la dramaturgia puede presentar en algún pasaje.. Realmente debemos valorar que haya seis actrices en escena, en tiempos donde el teatro independiente, se caracteriza por presentar mayoría de unipersonales, encontrar una obra con tantas actrices, que están todo el tiempo juntas en escena, es algo que valoramos y además representa un gran desafío por la coordinación requerida.
La diversidad de las actrices, también puede mostrar algunas diferencias en los registros actorales, aunque a nuestro entender, las seis superan el desafío. En nuestra opinión, la composición más lograda la consigue Mariel Rueda como Mercedes, con un personaje lleno de tocs, muy religiosa y con una historia de vida sufrida. A Mariel la vimos hace unos años en Quiela, un hermoso unipersonal y nos impactó su trabajo. Aquí llevando adelante un personaje muy diferente, puede mostrar su versatilidad, su veta humorística y una gran presencia escénica. Muy bueno lo de Mariel.
Otra actuación que se destaca mucho es la de Yamila Mayo como Victoria, con un histrionismo a flor de piel y una energía muy arriba que contagia al resto. Tiene un fuerte conflicto con su madre y en la parte final de la obra, sorprenderá con su transformación, pero no adelantaremos más. También con mucha presencia escénica, se lucirá en un lindo momento musical que tiene la obra. Florencia Farías coautora de la obra y licenciada en psicología en la vida real, será Melina una militante por la causa feminista, que aportará la mirada de género que tiene la historia y será un líder natural del grupo.
Nos gustó mucho el trabajo de Erica Ruiz como Agustina, es quien ostenta la mejor posición económica del grupo y no tiene problemas en que las demás se enteren. Lourdes Prenafeta, es una de las actrices más jóvenes del elenco y su personaje Abril, es el más divertido de la historia, parece estar siempre con la cabeza en cualquier cosa y eso enoja mucho al resto. Nos reímos mucho con Lourdes. Para el final dejamos a Helga Marinich como Ana, junto con Lourdes entre las más jóvenes del elenco, el personaje mala onda del grupo, ese que nunca falta, que no soporta nada, ni a nadie y que lleva sobre sus espaldas, una relación amorosa tóxica. Al final de la obra, nos enteramos que Helga estaba haciendo un toro, por la ausencia de la actriz que lleva de manera habitual el papel y nos sorprendimos mucho, ya que su trabajo fue muy bueno y no se notó para nada la situación. Nuestras felicitaciones para Helga.
Se hizo un poco larga la descripción, pero entendemos que el trabajo de las actrices merecían las menciones, ya que no es fácil coordinar esfuerzos siendo tantas en el escenario, como dijimos hay algunas diferencias en lo registros actorales, por las diferencias de edad y de experiencia en los escenarios, pero esa diversidad precisamente es la que enriquece la historia y logra maquillar cualquier desajuste.
Hay un muy buen trabajo de Alejandra Mistral en la dirección, logrando darle rumbo al guión y coordinando esfuerzos, es mucho lo que ocurre en el escenario y habrá que estar atento para no perder detalle. Puntos a destacar el diseño escenográfico de Gisela Budesky, quien además tiene a cargo un vestuario logrado que suma en las caracterizaciones de los personajes, las luces de Miguel Angel Madrid y la música original de Carla Haffar son otros ítems a resaltar. Todo lo mencionado aporta para el colorido y el atractivo que tiene la puesta.
En definitiva, Las Descartadas resulta una propuesta muy divertida, que elige el humor como medio, para presentar la problemática que muchas mujeres y también hombres sufren en el día a día, ya que son descartados por la sociedad en general y por distintos integrantes de la misma, pudiendo caer la figura del descartador en algún familiar, en un empleador, en nuestra pareja o en cualquiera que sienta la forma de imponer su poder sobre nosotros, con el objetivo de hacernos sentirnos personas inútiles y sin capacidad para conseguir logros.
Por eso más allá de cualquier mirada, celebramos el objetivo de Las Descartadas que con una mirada psicológica, alienta a superar los obstáculos que se cruzan en el camino, apareciendo el concepto de resilencia que es la capacidad que tiene una persona de superar acontecimientos adversos de forma constructiva, adaptarse a ellos y buscar salir fortalecido luego de pasar por algún suceso traumático.
Con Las Descartadas, además de reírse con los personajes tan diversos que presenta la historia, seguramente se identificarán con alguna de las protagonistas y al final de la función se irán reflexionado y luchando por lograr una sociedad que nos trate mejor a todos y que en vez de descartar al otro, lo incluya.
Pensador Teatral.