Dramaturgia de Mariana del Pozo y Lali Fischer, Dirección de Lali Fischer.
Domingos 18 hs en Moscú Teatro ( Ramírez de Velasco 535 )
Nuestro teatro independiente se caracteriza por la riqueza y variedad de sus propuestas, siendo La que Limpia, un claro ejemplo de ello, ya que otorga voz a un personaje invisibilizado por la sociedad, pese al importante rol que ocupan, en tantos hogares de clase media y alta, nos referimos a las empleadas domésticas, a las que algunas personas de manera despectiva la llama a secas la que limpia.
Lo habitual es que se quiera deshumanizar a quien realiza este trabajo, la convención dicta no involucrarse con sus problemas y mucho menos indagar en los sentimientos de las personas que ingresan a la intimidad de nuestro hogar. Y la obra precisamente eso es lo que propone, darle entidad a las empleadas domésticas, indagando en la persona que habita en aquel cuerpo que se calza el delantal para hacer la limpieza, mirando hacía su interior, para ver que piensan y como se sienten por tener que realizar una tarea que algunos directamente relacionan con la servidumbre.
La que Limpia, está basada en la novela Manual para Mujeres de la Limpieza escrita por la estadounidense Lucia Berlín, que con humor e ironía busca retratar la labor diaria de aquellas miles de mujeres que se ganan la vida limpiando casas ajenas. El mérito de las autoras, es extraer la esencia del texto y traerla al Conurbano Bonaerense, más precisamente a la Zona Norte, allí donde se mezclan barrios cerrados, algunos de renombre como Nordelta, con barrios de clase media y villas de emergencia, en ese contexto se irán desarrollando las historias.
La protagonista de este unipersonal, es Laura una mujer que se encuentra cansada y triste, la vida la golpeó duro y la transformó en una sobreviviente que todas las mañanas sale temprano de su casa, para tomarse los diferentes colectivos que recorren el Conurbano y la llevaran a las diferentes casas donde trabaja. Cada viaje será un punto de contacto con otras colegas de profesión y con diversos personajes que habitan el Conurbano y que todos conocemos.
La narración cautiva, porque la protagonista además de contar como es su relación con las diferentes patronas, recorrerá los códigos y algunos de los mitos de la profesión. Es verdad que las empleadas domésticas saben todo lo que ocurre en las casas donde trabajan ?? Y que hay de cierto en que siempre se quedan con algún souvenir de las casas ?? Es algo real o pura leyenda ?? Hay casas donde casi no tienen que limpiar porque está todo ordenado ?? Hay patronas que llaman a la noche para preguntar donde guardaron ese indispensable objeto que no encuentran ?? Esas son algunos de los tópicos que el texto irá recorriendo.
El relato es atrapante y el espectador seguirá sin perder detalle, la intimidad de una trabajadora decidida a desnudar los secretos de su profesión, para confirmar o desmentir todo lo que siempre pensamos, pero nunca nos atrevimos a preguntar. En aquel relato habrá momentos divertidos y otros bastante duros. Mechando lo que sucede día a día en cada casa, la protagonista irá revelando a cuentagotas aspectos de su vida que nos ayudará a entender su realidad y sus pensamientos.
Momento de hablar de la estupenda composición de Mariana del Pozo, la protagonista de este unipersonal, que además la tiene como una de sus autoras. Debemos destacar en primer lugar la presencia escénica de Mariana, que se para en el escenario con mucha autoridad, logrando dar total credibilidad a su personaje, que en todo momento busca mostrar un carácter fuerte y ofreciendo un relato cargado de detalles, pero despojado de emociones, siendo lo más descriptiva posible.
Nos encantó el trabajo de Mariana, que nos ofrece una composición minuciosa, que nos acerca el lado B de una actividad, mostrando esa cara que la mayoría de las personas prefieren no conocer, nos referimos al costado humano de estas mujeres que realizan una tarea tan necesaria como sacrificada. Muy bueno lo de Mariana, llevando en gran forma los tiempos del relato, haciendo muy creíble el mismo y con una entrega para destacar.
La puesta de Lali Fischer es íntima y logra recrear los diferentes hogares donde Laura trabaja. Es muy interesante observar como en el inicio el piso del escenario luce poblado de objetos desperdigados y como esto irá cambiando a medida que se acerca el final. Un punto importante para mencionar es el diseño lumínico de Soledad Ianni, que marca los diferentes climas de la historia y otro la música original de Santiago Ascaso.
No queda mucho más para agregar, La que Limpia es una original propuesta de nuestro teatro independiente, que transita su segunda temporada en cartel con muy buen suceso de público, algo que creemos ocurre, por el interés de la temática que trata, que resulta muy cercana al espectador que en muchos momentos se siente identificado con el relato y en otros disfruta por descubrir algunos secretos que desconocía.
Recomendamos la obra, que además de otorgarle voz a un personaje al que la mayoría de las personas enfrascadas en su propia realidad prefiere ignorar, nos dará una pintura muy actual del Conurbano, mostrando ese micromundo y dejando al descubierto una realidad social y una diferencia de clases muy vigente. Un texto que atrapa, una puesta muy atractiva y una composición estupenda, se unirán para que disfrutemos de esta valiosa, en un teatro como el Moscú, donde ver buen teatro, ya se ha transformado en una sana costumbre.
Pensador Teatral.
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