sábado, 16 de agosto de 2025

En Cada Lugar en el Mundo, En Este Instante

Dramaturgia y Dirección de Martín Mir.




Viernes 20 hs en Vera Vera Teatro ( Vera 106 )

Una excelente idea de Martín Mir, al idear esta estupenda tragicomedia, que pondrá el foco en una pareja rota y en camino de desintegración, situando la historia en Diciembre del 2001 y jugando como espejo con aquellos momentos en que Argentina, transitaba una crisis profunda, donde el colapso económico abría las puertas de un estallido social, con caos en las calles y la represión de un gobierno que ya no tendría vuelta. Historias mínimas como tantas, tragedias cotidianas que tienen lugar, mientras de fondo, otras cosas más grandes ocurren, de eso trata la obra.





La historia nos presentará a una pareja formada por Marcos y Marcia que dejarán Buenos Aires en pleno Diciembre, para tomarse unos días de vacaciones y de paz. Pero en la oscuridad de la noche, unos miguelitos tirados en la ruta, les interrumpirá el viaje. Es tarde ya para reparar el auto y al costado de la ruta encontrarán una habitación de alquiler en una casa de familia. Allí los recibirá Nelson ( Damián Smajo ) que vive con su esposa y su hijo recién nacido y se gana la vida atendiendo un kiosko, ubicado en el frente de la casa y tienen la habitación como changa, por si llega algún viajero.

El primer encuentro entre la pareja y el anfitrión es desopilante. Marcos se encontraba sentado en la cama de la habitación viendo las noticias en la TV, cuando los visitantes llegaron. El cuarto es muy humilde y la pareja duda en quedarse allí, aunque sea solo por esa noche. Ella es una actriz famosa y él un exitoso empresario de la carne. Acostumbrados a buenos hoteles, se sienten extraños allí. Preguntan por la seguridad del lugar y por el lujoso auto que dejaron en la puerta. Marcos a pura sonrisa busca calmarlos y se muestra receptivo, es más hasta llama a un amigo que tiene una gomería, que se compromete a ir mañana temprano a solucionar el inconveniente mecánicos de los visitantes, siendo esta la llave maestra, pero que finalmente decidan quedarse.

No queremos contar mucho para no quitar sorpresa, solo vamos a decir que las situaciones desopilantes arrancarán y no pararán. Además, las internas de la pareja quedarán al descubierto en todo su esplendor. Hay muchas cuentas pendientes entre ellos y parece que aquella habitación humilde los incita a resolverlas, en especial a Marcia, que con la ayuda de un poco de vodka, empezará a soltar la lengua. Y entre ellos, siempre estará Nelson, como una especie de mediador, tratando de traer paz a una pareja que no la tiene. No queremos contar más, pero les aseguramos que se van a reír y mucho.

Tiempo de hablar de las magníficas actuaciones que presenta la obra. Pocas veces vemos personajes tan bien caracterizados y este es uno de esos casos, en esto seguramente influye la buena dirección, pero más que nada se debe a los excelentes trabajos de los tres actores reunidos, que se muestran muy comprometidos con el texto y tienen gran química entre ellos.



Arranquemos por Manuela Fernández Vivian, como Marcia. Gran personaje este. Ella es una actriz famosa, que no está atravesando su mejor momento personal. No está feliz con la vida, ni se siente contenida por su esposo. Vive una realidad paralela y no tiene demasiada conciencia de la crisis que está atravesando el país, casi todo le resulta ajeno. Deberá luchar contra sus ataques de ira, para tratar de pasar una noche que pinta muy complicada. Está genial Manuela.

Sigamos con Lucas Delgado, como Marcos. Es un empresario de la carne y al contrario de su esposa, si está muy pendiente de todo lo que sucediendo en el entorno. Tiene la difícil tarea de intentar contener a su esposa y al mismo tiempo ver como soluciona todos los problemas que la caliente actualidad le presenta, sin que su esposa lo note mucho, porque se enoja. Marche un monumento para Lucas por el aguante, que además está fenómeno.





Y para el final, dejamos a Damián Smajo como Nelson. Es el personaje más gracioso de la historia. Con un estilo más calmado y campechano, mirará con curiosidad las cosas que se suceden en la pareja de recién llegados desde la Capital. Inocente y algo impune en su accionar, no puede ocultar su cholulismo por la llegada de una actriz famosa a su humilde alojamiento y sin dudas va a necesitar una foto para que sus amigos le crean la visita y tal vez no se conforme solo con eso. La rompe Damián.

Como podrán ver nos encantaron las actuaciones y les aseguramos que cuando vean la obra van a coincidir con nosotros, eligiendo cada lector su personaje favorito. La puesta del propio Martin Mir, es sobresaliente. Para quien no conozca el Vera Vera, les contamos que el teatro se encuentra en una casa vieja, a cuya sala se acceder por una escalera y la sala en sí, la misma parece una habitación de la casa. Tomando en cuenta esto, el director aprovecha al máximo esta disposición, jugando con el baño que hay en el fondo, la puerta que sale al jardín cubierto y la otra puerta que sale de la habitación. Todo se aprovecha para que los espectadores, se sientan dentro de la habitación alquilada por la pareja. Más realista imposible la puesta y la cercanía del público con los actores es un gran plus.






Y no queda mucho más para contar. Realmente nos encantó la obra, porque logra recrear y activar los recuerdos de los tristes momentos que atravesaba el país allá por el 2001 y dentro de ese contexto es donde el autor, inserta una ficción muy lograda, que muestra que cada pareja es un mundo y que las tensiones se acumulan hasta que un momento explotan. Por nuestra actividad, como se pueden imaginar vemos muchas obras cada semana, pero con esta propuesta nos pasó algo especial, ya que nos cautivó desde el arranque y nos hizo reír muchísimo, pese a que la trama por momentos se tornaba dramática, siendo una de las obras que más disfrutamos en lo que va del año.

Por todo lo mencionado, solo nos queda recomendar En Cada Lugar en el Mundo, En Este Instante, título kilométrico para una logradísima propuesta. Es una de esas ocasiones, donde se unen un guión cercano y muy inteligente, con una puesta atrapante y actuaciones exquisitas. Cuando todo ello se combina, la alquimia funciona y la magia del teatro se manifiesta, para regalarnos una velada inmejorable y que podamos irnos a casa, pensando en lo lindo y necesario que es el teatro independiente, en estos tiempos de tanta crispación.


Pensador Teatral.



miércoles, 13 de agosto de 2025

Maldita

Dramaturgia de Sandra Franzen. Dirección de Indio Romero.




Domingos 16 hs en Teatro Picadero ( Pasaje Santos Discépolo 1857 )

La talentosa prosa de Sandra Franzen vuelve al ruedo, con una ficción que mira hacia el interior de nuestras vastas pampas, para traernos un melodrama campestre, una historia que desnudará la opresión femenina en ámbitos rurales, donde la tradición se convierte en jaula y el cumplimiento de los mandatos sociales definen la existencia. Podremos ver como muchas veces, las mujeres se encuentran atrapadas en un círculo de sumisión y sus voces se apagan en un silencio forzados, buscando un espacio donde puede pronunciarse sin pedir permiso.




Y en esta historia cruda y profunda, la protagonista es Matilde ( Antonia Bengoechea ) una joven mujer casada con Avellino ( Vando Villamil ) un hombre mayor y patrón de estancia, que compró su dote en un matrimonio por conveniencia, acordado con el padre de la muchacha, era un práctica que era habitual en los comienzos del Siglo XX, fecha en la estimamos se sitúa temporalmente el relato. La relación de Matilde con aquel hombre es de total sumisión, se siente sometida a lo que dicte su esposo, que la considera una posesión más, en un paralelo con su ganado o sus cultivos, ella es una cosa más que le pertenece y puede disponer a voluntad.

Aquel hombre mayor está obsesionado por su descendencia, necesita un hijo a quien heredar sus campos y el tiempo se le acaba. Ya tuvo antes dos esposas antes y no logró ser padre. Es por eso que buscó una mujer más joven esta vez. Pero ya van dos años de matrimonio y el hijo no aparece. Avellino culpa a su esposa por la falta de resultados, la acusa de estar seca y no dar frutos. Ni se le ocurre pensar, que el problema seguramente es suyo. La curandera de la comarca, confirma el rumor que aquel hombre no tiene el don de la fertilidad, pero cuando Matilde intenta esbozar aquella teoría, la reacción encolerizada de Avellino la corta sin piedad y sus gritos se escuchan a kilómetros de distancia, ya que opinar no es algo que se le permita




El maltrato de aquel hombre para con la desdichada Matilde va en aumento y su vida se ha transformado en una pesadilla. Para colmo Avellino, le lanzará un ultimatum, advirtiéndole que si en los próximos meses no queda embarazada, la llevará a un convento cercano, para que pase el resto de sus días, cumpliendo duras tareas de servidumbre. Visiblemente afectada y totalmente acorralada la mujer urdirá un arriesgado plan, en el que deberá cerrar trato con Florencio Braida ( Felix Santamaria ), un joven criollo, trabajador golondrina y sin hogar fijo, que se ha ganado buena fama, recibiendo el ápodo de Toro, por haber cumplido servicios con varias mujeres de aquella geografía.

La charla entre la Matilde y Florencia, seguramente será el momento más divertido de una obra, donde la ferocidad es la característica distintiva. No vamos a contar más, porque los lectores ya se irán imaginando por donde irá el relato. Solo vamos a decir que unos meses después de aquella charla, la mujer finalmente quedará embarazada y llegará el hijo deseado a aquel hogar. El detalle es que Avellino sospechará del joven Braida que desde aquel viaje suyo, merodea más de la cuenta su rancho. Como podrán imaginar, la trama ganará en tensión e intensidad, pero vamos a cumplir con nuestra palabra y hasta aquí contaremos. Para saber que sucedió deberán ver la obra, algo que es una gran idea.





Vayamos a las actuaciones que presenta la obra, que son realmente notables. Arranquemos por Vando Villamil, un actor de gran trayectoria, que regresa a los escenarios porteños, con una gran composición de un villano tiempo completo. Autoritario, controlador, violento y enarbolando las banderas del patriarcado bien en alto. Impacta la presencia escénica de Vando, dando vida a un personaje que inspira temor. Fenomenal composición, un privilegio verlo en escena.

Ante semejante trabajo, cualquiera podría pensar que el resto quedaría eclipsado y en el primer tramo de la obra, eso es lo que ocurre. El ritmo lo impone Avellino y el resto debe acompañar. Pero de a poco irá ganando terreno, el personaje de Matilde, que finalmente será la protagonista del relato y se adueñará del mismo, siendo esto respaldado por el enorme trabajo de Antonia Bengoechea, que transita en gran forma los diferentes estados emocionales de su personaje, con una sensibilidad a flor de piel. Una verdadera revelación Antonia, mostrando estar a la altura de un protagónico realmente exigente.





Y el trío virtuoso, se completa con la muy buena actuación de Félix Santamaría como Florencio Braida. Con menos minutos en escena, logra darle frescura al relato con un personaje que retrata la pobreza de muchos gauchos, que debieron sufrir el poder de los patrones de estancia. Además de ello el vínculo con Matilde, pone algo de humanidad a la desdichada vida de aquella mujer. Muy bueno lo de Félix.

La puesta de Indio Romero es precisa y efectiva, logrando darle sensibilidad a un texto fuerte, exponiendo las emociones de los diferentes personajes. Destacamos el diseño escenográfico de Marcelo Valiente, mostrando un rancho austero, acorde con la atmósfera de desamparo que refleja la historia. El vestuario de Laura Spampinato, caracteriza en muy buena forma a los personajes, dando mayor credibilidad a la historia.




Y hasta acá vamos a contar, nos gustó y nos movilizó la propuesta de Maldita, que pone el foco en la crueldad del patriarcado y la naturalización de la mujer sumisa, que solo tiene posibilidad de aceptar lo que otros deciden, sobre su vida y su cuerpo. La historia puede remitirnos atrás en el tiempo y podemos pensar que el sometimiento de las mujeres es parte del pasado, pero entendemos que esto no es tan así, porque si bien en los últimos tiempos, el empoderamiento femenino ha avanzado, el camino hacia la igualdad plena sigue abierto, con resistencias y desafíos que nos recuerdan que la transformación aún tiene hitos a cumplir.

Recomendamos Maldita, se encontrarán con un texto muy bien elaborado por Sandra Franzen, una dirección sensible de Indio Romero y a un trío protagónico virtuoso, que se saca chispas en escena, invitando a reflexionar sobre como el deseo oprimido de una mujer, puede desplegarse como una fuerza silenciosa y sanadora, rompiendo las cadenas y yendo en la búsqueda de una libertad, que ponga fin a tantos padecimientos, aunque tal vez no sea ese el final feliz que muchos imaginaron.


Pensador Teatral.



sábado, 9 de agosto de 2025

El Cooperador

Dramaturgia de Friedrich Durrenmatt. Dirección de Nicolás Dominici y Federico Lama.






Sábados 18 30 hs en Teatro Andamio 90 ( Paraná 660 )  

Un género poco explorado en nuestro teatro es el el trhiller policial, por eso celebramos la aparición en nuestra cartelera teatral, de esta obra del dramaturgo y novelista suizo Friedrich Durrenmatt, creador de piezas donde la ironía y la tragedia se combinan para mostrar un mundo donde la moral se distorsiona, debido al poder, el dinero y la absurda lógica del destino. El Cooperador es una obra con mucho suspenso que combina todos esos ingredientes mencionados y atrapa al espectador desde el arranque.





Impresiona al ingresar a la sala, el impactante diseño escenográfico que nos presenta un sótano oscuro y lúgubre, que es donde se desarrollará la totalidad de la historia. Allí trabaja Doc ( Mucio Manchini ) un físico que desarrolló una maquina capaz de disolver cuerpos, De esta manera, al no haber cuerpos, no hay pruebas y el crimen perfecto es posible. Pero la invención de aquella máquina no fue algo fortuito fue un encargo de Boss ( Pablo Mónaco ), el Jefe, que gracias a aquel invento,  pudo crear y desarrollar una empresa muy exitosa, que de a poco fue ganando mucha fama, en el submundo criminal.

El mecanismo estaba bien aceitado y la empresa funcionaba muy bien. Boss se encargaba de conseguir los clientes y ejecutar a las víctimas. El Doc solo esperaba bajo tierra, para cumplir con su tarea, a cambio de una paga bastante modesta, teniendo en cuenta la gran rentabilidad del negocio. Pero aquella empresa exitosa iba a encontrar un gran obstáculo, para continuar funcionando, con la repentina aparición de Cop ( Daniel Begino ) un policía corrupto que luego de investigar durante mucho tiempo, conocía en detalle el funcionamiento de aquel negocio y tenía una idea que iba a cambiar todo.





No queremos contar mucho más, para no revelar demasiado, ya que como dijimos antes el suspenso es uno de los grandes capitales que tiene esta original propuesta. Solo diremos que Cop, a cambio del silencio, exigirá tener una importante participación en la empresa, exigiendo además un cambio en el perfil de las víctimas, apuntando a personas de mayor perfil, que podría dejarles mayor beneficio económico, desafiando los riesgos asociados al elegir personalidades importantes. Solo diremos que la dinámica cambiará de manera brutal a partir de ese momento, desatándose una serie de acontecimientos tan inesperados, como violentos. El resto lo deberán descubrir cuando vean la obra.




Tiempo de hablar de las estupendas actuaciones que presenta la obra. Son siete los actores en escena, algo que queremos destacar, en tiempos donde los unipersonales son mayoría en el teatro independiente. En lo personal, disfrutamos especialmente cuando las obras tienen muchos actores y esta sin dudas es una de ellas. En actuaciones muy parejas, queremos destacar dos en particular. Arranquemos por Mucio Manchini, como el Doc, ese físico que fue despedido de su trabajo y tuvo que manejar un taxi para sobrevivir. Hace unos años, vive bajo tierra y prácticamente no sube a la superficie. Su mundo se encuentra allí abajo, donde cumple su trabajo, sin cuestionarse demasiado, en una especie de revancha personal, contra un mundo que le dió la espalda.  Pero el destino le tendrá preparado, un par de sorpresas que lo sacarán de la extraña zona de confort en la que se ubica. Gran trabajo el de Mucio, un actor de gran trayectoria y experiencia que puede mostrar sus recursos en este protagónico.

La otra interpretación que nos gustó especialmente, es la de Pablo Mónaco, como Boss, el líder e ideólogo del negocio. Es un villano perfecto, mostrando pragmatismo y sentido común, naturalizando y justificando la criminalidad de sus actos. Magnífica la composición de Pablo, su tono de voz, su manera de caminar, su postura. Gran personaje y exquisita ejecución, un verdadero dandy del delito.






Pero no seamos injusto con el resto del elenco, ya que todos logran destacarse, con menos minutos en escena que la dupla protagónica mencionada. Es muy buena la interpretación de Daniel Begino como un policía corrupto, que lamentablemente resulta un personaje muy reconocible, en este mundo moderno, donde muchas veces la ley y el crimen conviven, con la complicidad de la justicia. Fermín Varangot, será Bill, que aparecerá en la parte final de la historia y logra destacarse. No vamos a contar mucho de su personaje, que tiene un pensamiento anarquista interesante. En un elenco de personajes masculinos, la aparición de Sol Fassi como Ana, le dará belleza y humanidad a una historia sórdida. Muy bueno su aporte. El elenco lo completan Andrés Brescia y Francisco Carreras, desde papeles secundarios, pero que serán claves en el desenlace de la obra.

Se hizo algo largo el repaso de las actuaciones, pero queríamos hacerlo ya que los trabajos así lo ameritaban. Tiempo de hablar de la muy buena puesta de Nicolás Dominici y Federico Lama, que consiguen otorgar la relato esa atmósfera perturbadora y asfixiante que pide el texto, atrapando a los espectadores desde el comienzo, con una trama que irá ganando en tensión a medida que los minutos pasan. Para destacar el sobresaliente diseño escenográfico de Norma Rolandi, de lo más logrado en el off que vimos este año. Otros ítems a destacar, el diseño de luces de Franco Cappelletti, creando muy buenos climas y el diseño de vestuario de Alejandro Mateo, caracterizando muy bien a todos los personajes.




Y hasta acá vamos a contar, nos sedujo mucho la propuesta de El Cooperador, un thriller policial potente, con mucho suspenso y una buena dosis de humor negro, dejando al descubierto las complejidades de la mente humana y revelando además el vínculo existente entre el delito, la corrupción y la justicia, mostrando como estos tres ámbitos se pueden entrelazar, hasta no distinguirse en un sistema que devora su propia moral.

Por todo lo mencionado, recomendamos El Cooperador, una obra inédita para el teatro independiente, que desarrolla el género del policial , entregando un relato atrapante con suspenso hasta el minuto final, apoyado en una puesta muy lograda y estupendas actuaciones del elenco reunido, que nos invitarán a reflexionar y nos enfrenta a la inquietante pregunta de hasta donde estamos dispuestos a colaborar cuando el poder y la conveniencia llaman a nuestra puerta, sin tener conciencia de las consecuencias que pueden tener nuestras acciones y cuando reaccionamos, ya puede ser muy tarde.


Pensador Teatral.



jueves, 7 de agosto de 2025

Mucha Mierda

Dramaturgia de Ben Ashenden y Alex Cowen.  Adaptación y Dirección de Juan Luppi.





Jueves 20 30 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Llega a la cartelera porteña una comedia inglesa, muy divertida, con una muy buena dosis de teatro físico y con enredos al por mayor. Juan Luppi, leyó la obra hace unos años y quedó tan entusiasmado con ella, que tiempo después compró los derechos, para traducirla y adaptarla a estas latitudes. De familia de artistas, Juan seguramente se sintió identificado con la búsqueda constante que tienen los actores, de agradar al público, la búsqueda del éxito y una vez conseguido, mantener la vigencia.

La propuesta es muy interesante, ya que arrancará siguiendo un camino y cuando el espectador cree que ese será el rumbo definitivo, dará un giro de 180 grados, para convertirse en una comedia de enredos, con una dinámica imparable. Pero ya llegaremos a ese punto. En el comienzo veremos a Juan y Maximiliano, dos actores cómicos desconocidos, que se ganan la vida haciendo sus gracias a la gorra en las peatonales de la Costa Atlántica. Su sueño es poder ser actores reconocidos y vivir de ello, algo que en la actualidad resulta solo una quimera.





Esta noche fueron contratados para ser teloneros y presentadores de un dúo cómico ya consagrado, formado por Nino y Rodolfo, que luego de una larga ausencia vuelven a presentar un show renovado, buscando poder volver al ruedo y tener una despedida acorde a la prolífica carrera que tuvieron. El contrapunto es muy interesante, por un lado dos jóvenes actores  que quieren dar el gran golpe y hacerse conocidos, Y del otro lado, dos consagrados en la profesión, que sienten que su carrera está en declive y quieren aggiornarse para mantenerse en vigencia.

Cada dupla tenía su espacio. Los teloneros debían aprovechar al máximo sus pocos minutos frente a un público prestado, que había pagado su entrada para ver a Nino y Rodolfo, discutiendo entre ellos como dar ese golpe de efecto. Y los viejos actores, no querían desaprovechar aquel retorno a las tablas, por eso tampoco se ponían de acuerdo, sobre si lo mejor era presentar alguna rutina nueva o volver a los actos conocidos que años atrás los habían llevado a la fama, pero que posiblemente estaban pasados de moda. El público podrá espiar los diálogos íntimos de los actores, ya que gracias a la magia del teatro, estarán presentes tras bambalinas, conociendo lo que sucede en los camarines, ese lugar sagrado, al que el espectador no accede.




Pero la velada cambiará por completo, cuando todos se enteren de la visita ilustre que concurrió al teatro aquella noche. Se trata de un reconocido productor televisivo, que está buscando actores para una nueva serie que se estrenará en Netflix. Los jóvenes sienten que es la oportunidad de sus vidas y no la pueden dejar pasar. Pero los viejos no se quedarán atrás, que mejor chance de asegurar una vuelta duradera al medio artístico. Será a partir de ese momento, que se producirá una competencia no muy leal entre ambas duplas, para poder tener el espacio en escena y deslumbrar al productor.

No queremos contar mucho más, para mantener el suspenso, ya que esta, es una de las virtudes que tiene la obra. Solo vamos a decir, que la trama tendrá una dinámica vertiginosa a partir de ese momento. Se jugará más que nunca, con el fuera y dentro de escena. Habrá pasos de clown, corridas, caídas, máscaras, equívocos y equívocos al por mayor. El público disfrutará mucho de momentos de un humor sano e inocente, que muchas veces es el más efectivo y el que más risas provoca. Para ver que dupla es la se impone finalmente, deberán ver la obra, algo que resulta muy buena idea.




Tiempo de hablar de las estupendas actuaciones que presenta la obra. Como habrán leído, la obra tiene cuatro personajes, pero serán Juan Luppi y Maximiliano Zago, los que estarán a cargo de los mismos, representando cada uno a dos personajes, jugando entre ellos con ese duelo generacional, que nos mostrará el hambre de triunfar, la búsqueda de mantener la vigencia y ambos lados, ansiar lo que no se tiene y siempre el miedo de que el público, el gran soberano les baje el pulgar.

Nos encantó el trabajo de la dupla conformada por Juan y Maximiliano, ambos destacan por su carisma en escena y por quebrar la cuarta pared. Transmiten su entusiasmo al público y la pasión por la profesión, que tienen sus personajes, pero también ellos mismos. La entrega de ambos es absoluta. Se divierten en escena, corren como niños y generan muchas risas en un público que se entrega a lo lúdico de las actuaciones y disfruta de un humor sano y naif. Felicitaciones para Juan y Maximiliano.





No vamos a contar mucho, pero el relato tiene mucha magia y los protagonistas tendrán ayuda en sus performances, Por un lado, en todas las funciones, hay un actor invitado del público, que en algún momento subirá a escena para ser parte de la trama. Y además hay actores de reemplazo necesarios para que lo lúdico funcione, no vamos a decir más, pero si vamos a mencionar a Josefina Luppi y Chiara Pelloni, que participaran de la obra y serán claves para que la magia fluya.

La puesta como mencionamos tiene gran dinámica, jugando con mucha habilidad con el teatro dentro del teatro, mostrando la cocina de los actores, ese lado B, que todos imaginamos, pero que nunca vemos. Para destacar la música original de Ale Dolina. Vanesa Abramovich tiene a cargo el diseño escenográfico y el vestuario, dos ítems fundamentales para el buen funcionamiento de la historia. Y mencionar además el aprovechamiento integral del espacio escénico del Tinglado, que mostrará pasadizos, atajos y trucos, que nunca habíamos visto y eso que visitamos varias veces el teatro.





Y hasta acá les vamos a contar, Mucha Mierda es una propuesta original y muy divertida, que nos acerca un poco más al mundo de los artistas, para ser testigos de algunos de sus secretos, de sus miedos y por encima de todo, de esa pasión que le ponen a la profesión. Esas ganas de actuar, de agradar y de ser reconocidos por el público. Nos habla de las ganas de triunfar de los más jóvenes y del deseo de los viejos por volver a los comienzos, donde tenían tanto camino para recorrer y crecer.

Recomendamos Mucha Mierda, una obra divertida, que resalta el valor de lo lúdico, del humor inocente y de las generaciones de actores, que buscarán llegar a ser reconocidos por el público, sabiendo que son pocos los que lo logran. Y que cuando se llega, habrá que esmerarse mucho, para no perder ese sitial de honor. La vida del actor, tiene muchos vaivenes, altos y bajos, pero lo que no se negocia, es la pasión y la vocación- Y ese es el mensaje que Juan y Maximiliano transmiten a un púbico, que como si fueran niños disfrutarán de sus gracias.



Pensador Teatral.





lunes, 4 de agosto de 2025

Todo lo que me Falta

Dramaturgia de Pablo dos Reis. Dirección de Juan Pablo Galimberti.








Lunes 20 30 hs en Centro Cultural Thames ( Thames 1426 )
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Una tragicomedia atrapante es el título que le pondríamos a este artesanal y creativo texto escrito por Pablo dos Reis, que nos hará vivir una historia de amor desesperada. Un hombre que extraña con locura a Rosaura, su ex novia, a la que conoció en el trabajo. La chica de la que todos estaban enamorados, pero solo él había sido tocado con la varita mágica y había podido compartir felices momentos con ella. Pero eso ya era parte del pasado, ella ya no es su novia y ni siquiera le responde las llamadas.

Nuestro protagonista, del que no conocemos el nombre y tampoco importa, luce desencajado y fuera de eje. Perdió su trabajo y ya casi no sale de su casa. Se la pasa todo el día pensando en ella. Está obsesionado con Rosaura, la ama profundamente y no pierde las esperanzas de volver con ella. Pero mientras tanto la pena le pesa y no quiere olvidarse de ella. Es por ello que decidió tatuarse su nombre en en pecho, algo que puede resultar habitual, cuando alguien no quiere dejar atrás a  un ser amado y quiere perpetuar su recuerdo.








Pero los pensamientos y los recuerdos taladran su cabeza, ese tatuaje con el nombre resultará muy poco en comparación de todo el amor que ella tiene para con Rosaura. Y ahí será, cuando la historia tomará un rumbo diferente, saliendo de los carriles normales y amagando a ingresar en el terreno del absurdo y del grotesco. Un día que la cabeza no paraba de pensar en ella, tuvo una idea loca y decidió salir del encierro de su casa para cumplirla. Fue a esta la galería que quedaba cerca y volvió a ese localcito oscuro y pequeño del fondo, en el que hacían tatuajes y hace un tiempo se había tatuado el nombre de ella.

El tatuador apenas lo recordaba y se inquietó cuando notó la desesperación en los ojos de aquel hombre que había ingresado agitado a su negocio. El pedido del cliente lo descolocó por completo. Quería que le tatuara la cola de su ex, en la suya, quería poder tener esa cola a mano  todos los días, aunque ella no estuviera presente La plata no importaba, estaba dispuesto a poner toda su indemnización si fuera necesaria para pagar aquel trabajo fastuoso e inverosímil. El tatuador se negaba en principio, a seguir esa loca idea, pero el hombre insistía y finalmente algo en su interior, lo hizo aceptar la misión.

El tiempo pasó y nuevamente aquel hombre despechado quiso más. Y volvió al local del tatuador. Ahora quería otra parte del cuerpo, en realidad quería todas las partes, quería transformarse en ella. Ser ella. Y hasta allí vamos a contar para mantener el suspenso. Solo vamos a adelantar, que el vínculo con el tatuador se hará cada vez más estrecho. Eran un mecenas y un artista que se convertían en socio de una utopía. Una obra monumental y nunca vista, era un desafío que se tornaba irresistible para cualquier hombre. Y allí la historia comenzará a tomar un voltaje y un rumbo imparable. Un hombre desesperado, un artista enajenado y un amor que cruzará todos los límites. 








Momento de hablar de la fenomenal composición de Pablo dos Reis, el autor de la obra, que además es el protagonista de este unipersonal. Porque no lo aclaramos todavía. Mencionamos en el relato a un hombre y a un tatuador, pero es Pablo, quien representa a ambos personajes, modificando los tonos de voz, los gestos y las posturas, creando un diálogo y un ida y vuelta fantástico entre ambos personajes, entre ese hombre loco de amor y ese artista, que no puede escapar a su destino.

El trabajo de Pablo es hipnótico. El manejo de los tiempos que realiza es quirúrgico. Manejando con maestría las diferentes emociones que transitan los personajes. Navegando por el humor, el dolor y el amor profundo, en los diferentes momentos del relato. Para mantener la sorpresa, omitimos mencionar adrede, algunas características físicas que tiene el personaje que veremos ante nuestros ojos. Lo descubrirán ustedes cuando vean la obra. La composición de Pablo es magnética y los diálogos que crea en escena, cautivan a los espectadores.









Tiempo de hablar de la magnífica puesta que tiene la obra. Como dato curioso comentar que Juan Pablo Galimberti, el director, al principio del proyecto iba a ser el protagonista y Pablo quien dirigiera. Pero una vez que comenzaron los ensayos los roles se invirtieron. Sería contrafactico saber como hubiera salido la cosa con esa división de roles, pero si les podemos asegurar que de esta manera, los resultados fueron estupendos.

Volvamos a la puesta, que nos pareció sobresaliente. En la sala más pequeña del Cultural Thames, que no conocíamos, se logra crear una atmósfera íntima que resulta perfecta para el relato. La cercanía con el protagonista es absoluta y el público se siente dentro del relato. El diseño de luces, a cargo del propio Juan Pablo, es magnífico. La oscuridad es la que manda en la historia, las luces además de marcar los climas, serán claves para los momentos determinantes del relato. Los elementos en escena, son mínimos, solo los necesarios, para que podamos ingresar en la atmósfera sórdida e íntima que pide la historia.








No queremos contar más para mantener la sorpresa. Realmente nos llevamos una gratísima sorpresa con Todo lo que me Falta. Como tantas veces fuimos a ver una obra, sin muchas referencias previas y en este caso nos encontramos con una verdadera joyita. Un texto altamente creativo, que juega con la realidad y el grotesco, con lo posible y con la fantasía. Pero cumplimos nuestra palabra y no contamos más. Solo aconsejarles que vayan con la mente abierta y dispuestos a acompañar la búsqueda desesperada de un hombre, que no puede, ni quiere olvidarse de su gran amor.

Recomendamos Todo lo que me Falta, se van a encontrar con un texto muy original y una puesta magnífica. Un relato fascinante que atrapa al espectador desde el arranque, la invitación a ser parte de una búsqueda frenética, de un amor que se transformó en una obsesión. Van a disfrutar mucho de la historia y en especial de una composición fenomenal del protagonista, que se entrega por completo, al servicio de un personaje dispuesto a entregar su cuerpo, su alma y su vida, con tal de recuperar el amor de Rosaura.



Pensador Teatral.


sábado, 2 de agosto de 2025

Clic, Cuando Todo Cambia

Dramaturgia de Amaranta Osorio e Itziar Pascual. Dirección de Ale Casavalle y Andi Monet.









Viernes 20 hs en Belisario Club de Teatro ( Av. Corrientes 1624 )

Una muy agradable sorpresa nos llevamos con Clic, Cuando Todo Cambia, obra escrita por las españolas Amarante Osorio e Itziar Pascual, que fue galardonada con el Premio Calderón de Literatura Dramática en España, que llegó a nuestra país bajo la dirección de Ale Casavalle y Andi Monet, en una conexión iberoamericana, que ya ha dado buenos resultados antes, presentando la obra en el Belisario con algunos cambios, luego de una temporada muy exitosa en El Método Kairos, dejando en claro la universalidad de ciertos temas.








Clic, pone el foco en la adolescencia, aquella etapa de la vida que marca el tránsito entre la infancia y la adultez y se caracteriza por los profundos cambios físicos y emocionales que experimentan quienes la transitan, en un intento por construir su identidad, encontrar su lugar en el mundo y afirmarse frente a los mandatos familiares y del entorno. Es una etapa muy compleja, que todos vivimos de diferentes maneras, pero si hay una certeza, lo vivido en la adolescencia impacta de manera fundamental en la personalidad de las personas e influye en la manera en que enfrentamos la vida adulta.

Una de las mayores virtudes de Clic, es que nos ofrece historias desde el punto de vista de los adolescentes, con la mirada en primera persona, con sus vivencias en esos momentos de cambio, mostrando sus sentimientos y empocione. La necesidad de agradar a los amigos y ser parte de los grupos de pertenencia, ser aceptados y no rechazados. Lo difícil que muchas veces resulta, equilibrar la obligación de estudiar y las ganas de divertirse. La relación con los padres, que muchas veces es fuente de conflictos y esa eterna sensación de no ser comprendidos. Todo ello será parte de la dramaturgia, que como mencionamos en el comienzo resulta cercana y reconocible.







Yendo a la obra en sí, nos contará la historia de Sofia ( Miranda Peyrú ) o Leia, como le gusta que la llamen, acostumbrada a manejarse sola, ya que los padres siempre están muy ocupados por obligaciones laborales. Es buena alumna y está enamorada de su profesor de francés. Comparte la mayor parte del tiempo con María ( Giuliana Di Santi ) su mejor amiga, que no está conforme con su cuerpo y tiene algunos problemas de alimentación. Y además, está Alfi ( Tomás Cochello ), amigo de ambas, que debe soportar el bullyng de los compañeros de clase, que lo tomaron de punto y nos recuerda la crueldad que pueden tener los chicos a esta edad.

El relato si bien pone el foco en Sofía, también contará la historia de sus amigos, ampliando el universo de vivencias y temas que trata la obra. No queremos adelantar demasiado para mantener la sorpresa, por lo que solo vamos a contar, que se organizará un fiesta donde van a concurrir todo el curso de Sofia, que discute en la casa, ya que no la dejan ir, porque tiene un examen próximo. Pero Sofía no se quiere perder la fiesta donde iba a ir el profe de francés y decidirá escaparse de la casa para poder estar. En la fiesta, abundará el alcohol, algún chico de otra escuela llevará drogas y de un momento para otro, todo va a cambiar. La noche tiene sus peligros y la tragedia está a la vuelta de la esquina, buscando aparecer cuando menos lo pensamos. Y hasta allí contamos.








Tiempo de hablar de las muy buenas actuaciones que presenta la obra. Los mayores elogios, se los lleva Miranda Peyrú, como Sofia. Nos encantó su trabajo, con mucho carisma y manejando muy bien los diferentes momentos emocionales que atraviesa su personaje. Es un papel muy exigente, que requiere mucho compromiso y Miranda muestra con creces estar a la altura del protagónico, para redondear una magnífica presentación, mostrando una gran proyección para lo que vendrá en su carrera., siendo este un gran punto de despegue.

No seamos injustos con Giuliana Di Santi y Tomás Cochello, muy jóvenes también y mostrándose muy solidos ambos para llevar adelante personajes complejos, ya que deben arrastrar muchos problemas, en especial Tomás, con su Alfie tan vapuleado por los compañeros. Muy bueno lo de Giuliana y Tomás. Resta mencionar a la cara adulta de la obra, nos referimos a Agustín León Pruzzo y Carolina Refusta, como el padre y la madre de Sofía. Mostrando como muchas veces las malas relaciones de los adultos, influyen negativamente en los hijos. Creíbles en sus papeles y además se destacan en sendos monólogos. Lucen mucho los trabajos de Agustín y Carolina.










Los muy buenos trabajos actorales encuentran apoyo en una puesta muy rica de Ale Casavalle y Andi Monet. que agrega mucho valor a la historia, con varios puntos a destacar. Arrancando por el ingenioso diseño escenográfico de Gastón Zambon, con unos paneles móviles en el piso, que servirán de apoyo a los protagonistas, con variaciones durante el transcurso de la trama. El diseño de luces del propio Ale Casavalle es para destacar, ya que genera momentos bellos, en especial cuando el escenario se convierte en una especie de boliche, siendo este el pie justo para destacar la música original de Guido Anocibar y Marianella Zappelli, fundamental para contar esta historia, que es muy atravesada por la música. Resta mencionar las muy buenas coreografías de Marina Svartzman,  la parte técnica a cargo de Renata Crissio, Andrés Gagliardi y Lucas Alonso, siendo Nicolás Genesio el DJ en escena. Cada uno aporta lo suyo y forma parte del conjunto que es la obra.

Como pueden ver es una puesta muy rica en recursos y agrega mucho valor a la obra. En el haber y algo a mejorar, que no es responsabilidad de la compañía actoral, que mencionamos porque tal vez se puede mejorar, el el ruido que se filtra en la sala durante la función, especialmente en la parte final, de personas que conversan afuera, desconcentrando a los espectadores y atentando contra momentos fuertes de la trama. Igual no se preocupen, quien escribe estas líneas es muy estricto en el tema del silencio en la función y por eso hago la mención como punto a mejorar, pero van a poder disfrutar sin problemas de la obra.








Y hasta aquí vamos a contar, nos gustó mucho la propuesta de Clic, ya que con valentía y realismo, nos habla de una etapa de la vida fundamental, que pocas veces es tratada de manera profunda en el teatro. Por eso valoramos y mucho, que un equipo joven como este, presente una obra que pone el foco en temas reales de la adolescencia, con sensibilidad, sin golpes bajos y sin eludir temáticas fuertes como el flagelo del bylling, los pensamientos negativos que tienen muchos adolescentes que sienten que no encajan en este mundo y  los peligros que acechan a los jóvenes, que nunca debemos perder de vista.

Por todo lo mencionado, recomendamos Clic, Cuando Todo Cambia, una obra para todo público, que nos permite reflexionar en profundidad, desde una perspectiva diferente a la que tenemos de manera habitual, gracias a la crudeza de un texto potente, una dirección que pone toda la carne en el asador y actuaciones comprometidas, que nos elevan para observar una realidad que nos interpela, en la que muchas veces los colibrís no logran levantar vuelo, por todas los obstáculos que encuentran en su ruta, siendo nuestro desafío como adultos, poder ser empáticos y acompañar a los adolescentes en el camino que comienzan a recorrer.


Pensador Teatral.






martes, 29 de julio de 2025

La Lengua es un Músculo, pero El Lenguaje es un Virus.

Dramaturgia de Diego Carreño. Dirección de Leandro Aíta.




Martes 20 30 hs en Teatro Picadilly ( Av. Corrientes 1524 )

Veníamos con expectativas muy altas, ya que queríamos descubrir cual era el secreto de La Lengua es un Músculo, pero el Lenguaje es un Virus, el kilométrico título que tiene este unipersonal, que saliendo desde las entrañas del off, lleva ya cuatro temporadas en cartel, llegando este año a la Calle Corrientes, donde también está causando suceso. Arrancamos por el final, diciendo que se superaron nuestras expectativas, ya que la obra nos encantó y nos reímos un montón, algo que en estos tiempos de crispación, ya es un montón. Ahora vamos a tratar de explicar las razones de este suceso, esperemos poder hacerlo.





Arranquemos diciendo que el texto es muy inteligente y tiene una gran elaboración, sin dudas el proceso creativo fue largo y paciente y el resultado, es una obra muy bien estructurada, que entretiene al espectador desde el comienzo y tiene como gran virtud, ir introduciendo variantes en la trama, personajes que aparecen, gags que sorprende y todo siempre regado con muy buen humor, algo que el público agradece y disfruta desde su platea, esperando el próximo gag que lo hará reír.

La historia es sencilla y casi una excusa, el protagonista es Esperanto ( Diego Carreño ), que hace 24 años se encuentra viviendo aislado del mundo, en una casa perteneciente a sus padres, situada en la cima de un cerro. Solo baja al pueblo cercano, cuando requiere provisiones. Ocupa todo su tiempo trabajando en una tesis que le permitirá graduarse como filólogo, aquel profesional que se dedica al estudio de las lenguas. La pila de papales repartido por el piso y pegados en las paredes, es una muestra del arduo trabajo de este hombre que hace más de 20 años, está dedicado a una tesis, que está a punto de terminar.






Y de que trata la tesis ?? Esperanto basó sus estudios, a partir de los dichos de William Burroughs, un escritor y ensayista estadounidense, que en la década del sesenta, sostuvo que el lenguaje es un virus, porque no nace con nosotros, sino que impone desde afuera y nos moldea, siendo no solo una forma de comunicarse, sino algo que puede controlar lo que pensamos y la manera en que vemos el mundo. Esta idea, algo extrema, nos invita a reflexionar sobre que cuando hablamos o escribimos, no solo expresamos cosas, sino que también repetimos formas de pensar, que tal vez no elegimos del todo.

La teoría es muy interesante, pero no se asuste lector, solo queríamos comentar el pensamiento de Burroughs, la obra no se dedica a la teoría, todo lo contario. A partir del lenguaje y diferentes construcciones, nuestro protagonista creará una serie de divertidas escenas, donde graficará ejemplos de metáforas, aseveraciones, enumeración de palabras que suenan lindo y mucho más,  jugando siempre con las palabras y generando muchas risas en la platea. Sin dudas se van a sorprender, de todo lo que se puede hacer con las palabras.

No queremos contar demasiado para que se sorprendan como nos pasó a nosotros, ya que la trama tiene muchas perlitas preparadas y el espectador nunca sabe para donde va a arrancar la próxima escena. Hay momentos musicales, recuerdos de la infancia, llamados telefónicos, aparecerá un sacerdote en escena, un standapero que actuó sin demasiada suerte en Australia y así podríamos seguir enumerando . Diego es imparable en escena, con parlamentos muy bien elaborados y el sonido de las teclas de la máquina de escribir siempre presente.




La composición de Diego Carreño es simplemente fenomenal. El mismo escribió el texto y seguramente por eso se lo nota tan a gusto y tan cómodo con la historia que nos cuenta. El manejo de los tiempos es perfecto, Diego sabe como entrar y salir de cada escena, generando siempre el momento divertido, en el tiempo adecuado. El texto es realmente exigente, ya que tiene muchísima letra y el protagonista no se equivoca nunca, mostrando una fluidez en la composición, que sin dudas denota gran trabajo previo y la experiencia de llevar tantas funciones en cartel Es la primera vez que lo vemos a Diego en escena y nos sorprendió totalmente. Superlativa interpretación de Diego, que da gusto ver, por su energía, sus recursos actorales y una entrega absoluta para su personaje.

La puesta tiene gran dinámica, gracias al ritmo que le impone el protagonista que no para un segundo y la da continuidad a las acciones. Nos gustó mucho el diseño escenográfico de Marcos Aquistapace, con papeles por doquier que invaden casi todo el espacio escénico. El diseño de luces de Víctor Chacón es otro ítem destacado, en una puesta minimalista, donde todo el poder lo tienen las palabras y la oratoria del protagonista.





Y no queremos adelantar más nada, para mantener la sorpresa. La Lengua es un Músculo, pero El Lenguaje es un Virus, es una obra muy original, que explora el poder del lenguaje de manera muy inteligente, siempre poniendo el foco en el humor, ya que la idea que tiene la obra y la consigue, es hacer reír el público. Lo valioso es que lo hace con un texto inteligente y muy rico, donde el ingenio y el humor van de la mano, para mostrarnos lo poderoso que puede ser el lenguaje, siendo una propuesta imprescindible para quienes gustamos de las letras.

Recomendamos totalmente la obra, que fusiona en gran forma el lenguaje, la cultura y el humor, para redondear una propuesta muy divertida, para que juguemos con las palabras como si fuéramos niños y nos demos cuenta las importante herramientas que nos ofrece la lectura, en tiempos donde la tecnología amenaza reemplazar a los libros. Un texto inteligente, una puesta con ritmo y una actuación magnífica, confluyen para que disfrutemos una divertidísima noche de teatro, para reírnos y reflexionar sobre todo lo que podemos hacer con las palabras. En lo personal, celebramos que una obra con esta temática, lleve cuatro temporadas a sala llena en cartel algo que nos resulta esperanzador.


Pensador Teatral


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