Dramaturgia de Rodolfo Santana y Dirección General de Rosa Celentano.
Obra escrita en 1975 por el dramaturgo venezolano Rodolfo Santana. La pieza se presentó en distintos países de Latinoamérica, siempre con buena respuesta del público y aportando una mirada humanista al mundo de las relaciones laborales.
Estamos en presencia de un texto muy bien escrito, que presenta una absoluta vigencia, mostrando como muchas veces las empresas, recurren a todo tipo de tácticas para manipular a sus trabajadores.
La obra, nos presenta la historia de Orlando Nuñez ( Roberto Romano ) , un operario que trabaja en una metalúrgica hace más de 20 años. Ingresó a la Empresa cuando recién fue creada y continua hoy en la plantilla, con una compañía es mucho más grande en tamaño y en cantidad de trabajadores.
Debido a su trayectoria, tiene mucha ascendencia entre sus compañeros, que lo toman como un ejemplo a seguir. Pero un día, en la fábrica se produce un accidente con uno de los trabajadores, que se lesiona gravemente la mano y este hecho, hace que Orlando tenga un ataque de locura y comience a romper las máquinas, además de gritar y despotricar contra el dueño de la Empresa.
Debido a este grave suceso, Nuñez es convocado por la psicóloga de la empresa, interpretada por Sofia Gala Castiglione, que lo someterá a un interrogatorio y a una terapia bastante particular, para tratar de conocer los motivos que llevaron al empleado a ese comportamiento tan violento.
Se genera un contrapunto muy interesante, el obrero piensa que lo llaman para despedirlo y no imagina la idea que tiene en mente la psicóloga. El encuentro muestra además, el choque de la clase baja contra la clase media, son dos personajes con distinto lenguaje, con diferente nivel educativo, un obrero y un profesional, que manejan códigos totalmente contrapuestos.
Se puede apreciar con claridad, como muchas veces la clase media, ejerce su poder sobre la clase baja, pero perdiendo de vista, que ambos son parte del mismo engranaje y sirven a los intereses de la dirección que los utilizará a ambos, hasta que sean de utilidad.
Este texto tan rico, se potencia, con las magníficas actuaciones que presenta la obra, ya que la dupla protagónica que Rosa Celentano, la directora, eligió para la obra, evidentemente fue un gran acierto.
Roberto Romano, un actorazo, interpreta al operario sometido al interrogatorio de la psicóloga, componiendo en gran forma su personaje, un trabajador humilde, auténtico y que por momentos muestra su lado violento, generalmente cuando la psicóloga provoca sus reacciones.
Acostumbrados a verlo a Roberto Romano, en papeles de villano, aquí sorprende, ya que muestra una veta muy graciosa, no tan conocida, pero en la que demuestra su virtuosismo y versatilidad . Excelente su actuación.
Y que decir de Sofía Gala, aquí componiendo a una psicóloga intimidante y muy segura, que parece disfrutar de su posición dominante en aquel encuentro, donde parece jugar al gato y al ratón con Nuñez. La presencia escénica de Sofia es imponente, pese a su juventud, sorprende con el oficio y la personalidad, con la que camina el escenario. logrando darle la impronta que su personaje requiere.
Dimos testigos de dos excelentes actuaciones, personajes bien opuestos los que componen ambos, mostrando ademas una química y una afinidad que sorprende, ya que pertenecen a dos generaciones diferentes, pero esto en vez de ser un inconveniente, parece potenciar sus actuaciones.
Es una puesta íntima y minimalista, la que nos propone la directora, con una escenografía que recrea el consultorio de la psicóloga, con moderno mobiliario decorado con un cuadro del dueño de la empresa, pra destacar también el diseño lumínico, que enriquece la puesta.
La obra si bien, invita a la reflexión, tiene muchos momentos graciosos y una trama muy fluida, que consigue que la atención del espectador, no decaiga nunca.
En definitiva, La Empresa siempre Perdona, es una muy interesante propuesta, un texto rico que explora en las relaciones laborales y que expone como muchas veces las empresas manipulan a sus empleados, sin dudar en recurrir a cualquier artilugio para conseguir sus objetivos.
Y para la reflexión, el hecho de que para ello, se vale de otros empleados que sin darse cuenta o en algunos casos, aún a pesar de darse cuenta, disfrutan jugando ese papel de poderosos y son los mayores defensores de los intereses de los dueños, perdiendo de vista, el costado humano de sus pares y que en algún momento pueden ser ellos, los sometidos por la empresa.
Invitamos al espectador entaonces a que se llegue al renovado y confortable Tinglado, para presenciar esta excelente pieza y disfrutar de las actuaciones de esta gran dupla protagónica, que los hará reír, reflexionar y conmoverse con un final emocionante.
Pensador Teatral.