jueves, 31 de agosto de 2017

Ella puede sola

Jueves 21 15 hs en Teatro El Método Kairos ( El Salvador 4530 )






Dramaturgia de Leonel Giacometto y Dirección de Graciela Pereyra.

Un texto dramático y con mucha poesía nos ofrece Leonel Giacometto, escritor y dramaturgo rosarino, multifacético y con numerosos premios y reconocimientos recibidos en el país y también en el exterior, ya que su prolífica obra, trascendió nuestras fronteras.

Ella puede Sola, nos cuenta la historia de una madre ( Lili Popovich ) que vive junto a sus hijos ( Nicolás Asprella y Luciana Caisutti ) en una casa donde se respira pesar y tristeza.

La trágica muerte del padre de familia, sin dudas fue un golpe que esta familia no pudo soportar y a partir de ese momento, los habitantes de esas casa se transformaron en sobrevivientes, no viven la vida, la sufren.






En algunos casos las tragedias familiares, provocan que se cierren filas y los integrantes que quedan, se unan para juntos poder atravesar el mal trance. Pero este no es el caso, aquí en esta familia reina el desamparo, por un lado esa madre, que se cierra y quiere apropiarse del dolor, en forma exclusiva, sin importarle el resto, aunque en ese resto, se encuentren nada menos que sus hijos.

Y por el otro lado, esos hermanos, que primero perdieron a su padre y ahora deben convivir con una madre ausente, que los ignora, que no les dá cariño y que se refugia en la bebida y en los recuerdos difusos de un pasado mejor, para intentar seguir adelante.
En vez de ser un apoyo para sus hijos, es todo lo contrario, se cierra con egoísmo en su caparazón y hasta parece querer boicotear sus ansias de superación. Los hermanos quieren unirse para no caer en esa letanía y depresión en las que está sumida su madre y esa casa.

La trama atrapa en todo momentos al espectador, que siente empatía por estos personajes sufrientes, que por momentos, parecen detenidos en el tiempo.

El muy buen guión y esta historia tan fuerte, encuentre eco, en las excelentes actuaciones que presenta la obra.






El elenco es encabezado por Lili Popovich, una actriz de raza, docente teatral y coach por más de 20 años de Julio Chavez, por nombrar solo algunos de sus pergaminos. Realmente un privilegio poder verla en escena en un rol protagónico. En esta oportunidad, componiendo en forma magistral a esta madre, cargada de emociones negativas, apática, egoísta y peleada con el mundo, no pudiendo superar un pasado que añora, pero que no volverá.
La presencia escénica de Lili, es admirable, la sala del Kairos, con su cercanía al público, permite un disfrute extra, ver sus expresiones, sus miradas tristes, ese dejo odio con la vida y esos silencios, que tanto pesan.
Una actuación fenomenal de Lili, que debemos destacar, ya su lucimiento es absoluto.

Ante su interpretación, con tanto magnetismo, tal vez podría pensarse que los demás quedarían eclipsados, pero aquí esto no ocurre, ya que sus hijos cumplen muy buenas actuaciones.

Nicolás Asprella, es ese hijo, que trata de superar las adversidades y apuntalar a su hermana y también a la madre, pero evidentemente el contexto no lo ayuda y debe remar contra la corriente.
Nos encantó su actuación, con muy buenos duelos actorales con su madre y en una faceta más tierna y compinche con su hermana, a la que cuida con amor y algunas risas, palabras que parecen prohibidas en aquella casa.

Luciana Caisutti, compone a una hija paralítica, un papel complicado, que resuelve con mucha tenacidad y con una entrega total. Una gran revelación su interpretación, mostrando ternura y una cuota de dolor, que llega al espectador. Una gran composición de esta joven actriz.

Sin dudas, se nota la mano de Graciela Pereyra, una joven directora que nos gusta mucho y a la que ya elogiamos en su función en La Música y La Joya más Preciada, dos muy buenas obras del off, aquí sin dudas, acertó en la elección del elenco y dando la libertad necesaria, para que los actores transiten los personajes.





La puesta de la pieza, de carácter íntimo, tiene varios elementos para destacar, desde la escenografía de Cecilia Bruck, que recrea esa casa triste ( nos gustó mucho la maqueta del tren donde los hermanos se entretienen ), la música que acompaña los diferentes momentos de la trama y el diseño lumínico de Gonzalo Calcagno, que con su calidez contribuye, a ese ambiente íntimo que propone la directora y logra plasmarse.

El espectador, se siente identificado con la historia y con los personajes, que nos muestra, exponiendo como muchas veces, algunas pérdidas familiares, provocan duelos, de los que las personas no pueden reponerse, como es el caso de esta madre, que queda sumida en la desesperanza y el dolor, arrastrando en estos sentimientos a sus hijos, que pese a sufrir también el cimbronazo, intentarán mirar para adelante.
Una familia detenida en el tiempo, que como todas, tienen hechos ocultos y secretos, que cuesta exponer, la comunicación brilla por su ausencia y entonces quedan muchas situaciones que no se aclaran nunca.

Como conclusión, una muy interesante propuesta la que nos propone Ella Puede Sola, una historia cruda y dura, que nos permitirá ser testigos de la dolorosa rutina de esta familia, de la mano de una dirección precisa de Graciela Pereyra y la gran chance de disfrutar de interpretaciones magnìficas, con una Lili Popovich superlativa que brilla y con Nicolás y Luciana, que están a la altura y nos brindan dos actuaciones deliciosas.

Al finalizar, la obra comprendimos, las razones de la excelente repercusión que está teniendo la obra y por eso disfrutamos el merecido y prolongado aplauso que reciben los protagonistas, como premio a la hermosa noche de teatro que nos regalaron a todos los presentes en el Kairos.



Pensador Teatral.

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