Dramaturgia de Jean Paul Sartre y Dirección de Jimena del Pozo Peñalva.
La cartelera porteña nunca deja de sorprendernos, en este caso nos ofrece, una propuesta muy original y una puesta casi única de A Puerta Cerrada, escrita en 1944 por Jean Paul Sarte, filósofo, escritor y dramaturgo francés, uno de los máximos exponentes del existencialismo.
Considera su obra teatral más famosa, la pieza se representó en escenarios de todo el mundo, siempre con enorme suceso. Entonces que es lo novedoso y original que anunciamos antes ??
Que la puesta que nos propone Jimena, la talentosa directora mendocina, se desarrolla dentro de una habitación. No hay un escenario, ni filas de butacas para que los espectadores se ubiquen. La acción se desarrollará en una habitaciòn, en la que están dispuestas aproximadamente 15 sillas, donde los espectadores se sientan, quedando dentro del espacio de representación.
La puesta tiene una intimidad increíble, el público se siente dentro de la historia, conviviendo con los actores y la famosa cuarta pared de la que siempre se habla en el teatro, aqui no se derriba, ni siquiera se construyó.
La noche tiene muchas sorpresas preparadas, vamos a tratar de mantener el suspenso lo más posible, vamos a contar simplemente algunos detalles, para tentarlo y que no dude en que tiene que ver esta obra.
Le contamos que la pieza, se lleva a cabo en Million, un bar muy elegante y distinguido, con mucho estilo, alli habrá que esperar unos minutos, hasta que nos vendrá a buscar un maitre o mayordomo, quien nos invitará a subir unas largas escaleras, para hacer un check in muy particular, en el que recibiremos una tarjetita con un espejito y un antifaz rojo, que nos deberemos colocar para ingresar a la habitación donde se desarrollará la obra, allì al azar deberemos elegir una silla dentro del espacio escénico.
Le parece extraño ?? Solo vamos a dar un dato más, con nosotros subirá Jimena, la directora y ella no elegirà una silla, ella se acomodorá en la cama matrimonial que tiene la habitación.
Si leyó bien en la cama, cuando le dije que la puesta era muy original no exageraba en nada, salvo que muchas veces, haya visto que una directora siga las acciones de la obra que dirige desde una cama.
No vamos a contar más de la la puesta, solo decir que el ambiente que se logra es inmejorable, logradìsimo, el espectador se siente un verdadero voyeur, inmerso en una atmósfera de suspenso e intriga, que se mantendrà a lo largo de toda la velada.
La historia de Sartre, nos cuenta que tres personas que han muerto recientemente, dos mujeres y un hombre, son encerrados en una habitación ( en esa que estamos nosotros ) sin demasiada información, aparentemente están en una especie de purgatorio, como paso previo para ir al infierno, porque aunque lo oculten, todos han cometido actos espantosos, que merecen castigo.
Allí no saben bien, que les espera, piensan que llegará un verdugo. Tal vez uno de ellos sea el verdugo oculto. O será que la condena será vivir eternamente allí encerrados y ellos mismos serán sus propios torturadores ???
La pieza de Sarte, muy profunda por cierto, hace referencia a la influencia que tiene la mirada del otro sobre nosotros, el poder que tiene, como nos desnuda, como nos juzga, apareciendo allí la famosa frase del filósofo francés, que señala que el infierno son los otros, pronunciada hace más de cincuenta años, pero que aún resuena y que hace referencia a la tortura de la convivencia y de la mirada de los demás.
La directora, trabajó con Fernando Rodil en la adaptación con el dramaturgo Fernando Rodil, para lograr una versión, más amigable del texto original y acortando algunas partes, ya la obra original duraba dos horas. A nuestro entender, la versión lograda, con algunas licencias que se han tomado, es muy satisfactoria, ya que logra conservar el espíritu del sentido que le dió Sartre al texto y lo consigue llevar a este ámbito íntimo, que lo hace tan atractivo.
Es hora ya que hablemos de los protagonistas, que logran llevar adelante esta idea, en un desafío muy interesante para este grupo de actores, que tienen actuaciones muy destacadas.
En esa habitación, estarán, Garcín ( Nicolás Deppetre ), periodista, que llega allí por no haber tratado bien a su esposa, quiso ser héroe, pero afloró su cobardía. Muy buena su interpretación, tal vez, es quien tiene mayor presencia escénica, se destaca mucho.
Graciana Urbani, es Inés, empleada postal, que reconoce su maldad y su inclinación por las mujeres. La vimos hace poco a Graciana, en Carne de Oriente, donde su luce mucho y aquí sigue en la misma linea, con una interpretación muy fuerte ,dotando de mucho carácter a su personaje, que parece tan sincero, como maligno.
Sara Cordoba, es Estelle, una mejor egoísta, que engañó a su marido y que tiene una cuota de sensualidad importante. Aporta belleza y frescura, en un personaje en apariencia ingenuo, pero solo en apariencia, ya que la razón por la que está allí es espantosa.
Tres magníficas actuaciones individuales y potenciadas en el conjunto, lograndro escenas muy crudas, con un nivel de violencia y realismo, que contribuyen a la atmósfera de tensión que propone la puesta.
A ellos, debemos sumar a Gastón Chamorro, que será el mayordomo que nos conducirá a nosotros hasta la habitación y que explicará las reglas a esos individuos que son encerrados en la habitación.
No vamos a contar más, como dijimos antes, para conservar el suspenso y la intriga, pero la puesta tiene preparados, muchos detalles que embellecerán las puesta, como ese regalo final que serán esos temas en francés cantados magistralmente por Milagros Almeida, que tiene una voz hermosa.
En definitiva, una obra clásica muy interesante, presentada en un formato super original, una puesta jugada y brillante a nuestro entender la que logra Jimena del Pozo Peñalva, que permtirá al espectador disfrutar de esta puesta íntima y tan especial.
Sin dudas, una propuesta distinta, siempre celebramos cuando descubrimos estas perlitas y sin dudas que recomendamos A Puerta Cerrada.
Lo invitamos a ponerse el antifaz y sumergirse en este infierno tan particular que nos propone el gran Sartre, en una experiencia teatral distinta.
Pensador Teatral.
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