Indagando sViernes 20 hs en el Centro Cultural de la Cooperación.
La obra escrita por el galardonado autor italiano Furio Bordón y representada en más de 20 paises, llega a Buenos Aires, bajo la dirección de la joven y talentosa Susana Hornos.
Las Ultimas Lunas, es una pieza que reflexiona sobre la vejez, con una mirada profunda e irónica a la vez, indigando sobre cual es el papel que ocupan los ancianos en la sociedad moderna en la que vivimos.
En el inicio de la obra , Federico Luppi, un viejo ex-profesor dialoga en su casa con su esposa ( que tiene una característica muy especial, que no vamos a revelar para conservar la sorpresa ) , esta esperando la llegada de su hijo que esa noche, lo vendrá a buscar, para llevarlo a un geriátrico, que a partir de un dudoso acuerdo entre ambos, será su nuevo hogar.
La pieza tiene un texto exquisito y explora todos los sentimientos que experimenta una persona mayor, cuando nota, que ya no es útil para la sociedad y se siente excluido de la misma.
Se producen diálogos muy ricos y muy duros, entre un padre orgulloso y su hijo porque si bien no está de acuerdo con la ida de su padre al geriátrico, tampoco hace mucho para retenerlo, generándose un clima de resentimiento y de mutuos reproches ante la llegada de una situación que es difícil para todos y donde el tema de la vejez y su cercanía con muerte, ronda en cada una de las conversaciones.
En la escena donde el hijo ayuda a su padre a armar la valija, con las pertenencias que se llevará al hogar de ancianos, queda claro la falta de diálogo que existió entre ellos y lo poco que conocen cada uno del otro, con una relación que se fue tornando cada vez más distante con el paso de los años.
La segunda para de la obra, nos muestra a Luppi, ya instalado en el geriátrico, sólo y acompañado por una plantita, que será su nueva compañía a la que cuidará y que a la vez será su particular confidente, generándose en esas charlas un monólogo que se disfruta muchísimo.
Debe señalarse, que la actuación de Federico Luppi, es sencillamente extraordinaria, demostrando que estamos en prescencia de uno de los mejores actores argentinos, de los ultimos 50 años, realmente un lujo, poder disfrutar en vivo de una actuación tan soberbia, podemos afirmar que los espectadores son testigos de una clase magistral de teatro a cargo de Luppi.
Son acompañantes en esta gran labor actoral , Susana Hornos, que también es la directora, su esposa en la obra y que con mucha calidez y dulzura, logra extraer lo mejor de Luppi, Ramiro Vayo, en el papel de hijo, que sufre los reclamos de su padre y el remordimiento por la difícil situación que tienen que afrontar. Ambos cumplen a la perfección su rol como partenaires y colaboran para el lucimiento del protagonista.
Se destaca mucho la iluminación, que genera momentos de gran intimidad en la puesta.
Las Ultimas Lunas, lleva permanente a la reflexión del espectador, lo moviliza, lo emociona, es imposible quedar indiferente ante lo profundidad que tiene el texto y seguramente proyectará lo que está viendo en la obra, a la realidad de su propia situación familiar.
En resumen, una obra excelente, que conmueve y emociona.
Recomendamos muchísimo esta pieza, una verdadera joya de la cartelera porteña y desde nuestra óptica, una de las mejores obras que vimos a lo largo del año y sin dudas la que más nos emocionó.
Felicitaciones a Federico Luppi, Susana Hornos y todo el equipo de Las Ultimas Lunas, por la extraordinaria noche de teatro que nos regalaron.
Pensador Teatral.
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