Sábados 20 30 hs en Abasto Social Club ( Yatay 666 )
Siempre resultan atrapantes los textos de Darío Bonheur, joven director y dramaturgo, dueño de una pluma sensible y sabedor de encontrar historias que resultan cercanas al espectador, que las reconoce y las toma coma verosímiles.
En este caso El Próximo Verano, puede definirse como una tragicomedia o una comedia negra, donde si bien hay humor y abundan situaciones desopilantes por doquier, el trasfondo es profundamente oscuro y siniestro.
La historia se desarrolla en un pueblo chico, de esos donde poco sucede, pero parece que un día sucedería todo junto. Alguien desaparece y una familia se convierte en la principal sospechosa, porque el ultimo lugar donde se la vió a la persona, fue en su casa.
La familia en cuestión está formada por Selva ( María Nydua Ursi - Ducó ) y Rodolfo ( Jorge García Marino ), quienes no parecen llevarse demasiado bien. Tiene una bella hija adolescente Felicitas ( Paloma Santos ), extremadamente callada y muy sobreprotegida, especialmente por el padre.
La obra tiene mucho suspenso, así no vamos a adelantar mucho de la trama, solo decir que con la desaparición de aquella persona, llegará a la casa, el oficial Marega que tratará de investigar que pudo haber pasado con aquel hombre que no volvió a su hogar. Y además a la casa familiar llegará Enrique ( Martín Caminos ), estudiante de filosofía y devenido en prometido de Felicitas ,quien deberá pasar el examen y las preguntas de rigor, principalmente del padre, que no está muy a gusto, que aquel joven coteja a su hija.
Hasta allí contaremos, como mencionamos antes, se darán muchas situaciones graciosas y momentos un tanto disparatados, pero de a poco, iremos viendo el hilo conductor de la trama, que nos llevará a la mentira y a la simulación como modus operandi, de aquel matrimonio, que al principio, parece risueño, irá virando en cinismo y terminará en algo más que nada siniestro, explorando cual será el límite que tenemos, para ocultar alguna situación que no queremos transcienda, si es que ese límite existe.
La trama atrapa al espectador desde un comienzo y la atmósfera que arranca light y risueña, de a poco irá cambiando a un ambiente de tensión, teniendo mucho mérito en ello, el autor, que en un principio parece esconder, también lo que dentro de esa casa se está cocinando.
La obra, tiene muy buenas actuaciones. Una vez más, vemos un estupendo trabajo de María Nydia Ursi-Ducó, una actriz de mucha experiencia en el off y que recordamos mucho por su gran actuación en Un Hombre sin Suerte. Aquí parece ser la que lleva las riendas en esa familia tan particular y la que trata de guardar más las apariencias de normalidad. De igual manera se luce Jorge García Marino, su esposo, quien luce como más reservado, algo quedado, pero que sin embargo, cuando observemos un poco más en detalle, descubrimos a un hombre violento y manipulador. Gran trabajo de Jorge, que junto con María Nydia, son las figuras más destacadas de la noche.
Jorge Noya, es el bonachón oficial Marega, cansado de ser policía, en ese pueblo no pasa nada y agobiado por sus problemas personales. Es muy bueno lo de Jorge, un actor de gran trayectoria. Martín Caminos, por su parte, compondrá un personaje muy gracioso, estudiante de filosofía, que sin saberlo, meterá la cabeza en la boca del lobo.
Y para el final dejamos a Paloma Santos, una joven y talentosa actriz, que tiene en esta oportunidad un papel muy complejo, que resuelve en gran forma, ya que solo hablará por medio de sus gestos y expresiones. Es el personaje clave de la historia y no diremos nada más. Nos gustó mucho lo de Paloma.
Es muy cuidada la puesta que propone Darío, con esa ambientación de los setenta, que resalta en el vestuario de los protagonistas y en el diseño escenográfico de esa casa familiar, donde el tocadiscos y los long plays, musicalizarán el ambiente y marcarán los diferentes climas de la trama.
En definitiva otra muy buena propuesta de este joven autor, que con una cubierta de humor y absurdo, nos hará reflexionar acerca de la mentira y los secretos familiares, situaciones que al principio no parecen relevantes, pero que con el correr del tiempo, se irán agravando y llegará un momento, donde el monstruo se vuelve algo incontrolable y familias en apariencia normales, esconderán dentro secretos inconfesables.
Es la segunda temporada de El Próximo Verano en este bonito y cómodo teatro que es el Abasto Social Club. El lleno total de la sala y los prolongados aplausos que reciben los protagonistas al final de la función, no dejan dudas de la excelente recepción que tiene la obra, de parte de un público que siente cercano el argumento de la obra y que seguro reflexiona sobre propios secretos familiares, que nunca deben salir a la luz.
Pensador Teatral.