Sábados 19 hs en Espacio Sísmico ( Lavalleja 960 )
Una propuesta innovadora, que se anima a esquivar los esquemas tradicionales del teatro, llega con Todo el Tiempo que se Pueda, una creación colectiva del Grupo VP, que llevó dos años de elaboración, entre reuniones, improvisaciones y ensayos, para llegar a este resultado final, que se traduce en una obra movilizadora, que logra interpelar al espectador, recurriendo a un lenguaje diferente al que estamos habituados, a ver en el teatro.
Apenas entramos a la sala y vemos un cuadrado en el escenario vacío, delimitado con luces leds, intuímos una noche distinta. Dentro de ese espacio escénico, veremos a los seis intérpretes ( cuatro actrices y dos actores ) y cinco bloques. Ellos serán el medio para contar esta historia, la de Franca y Mariano, pero que bien podría ser una historia universal de cualquier pareja.
Confirmamos ya que la dinámica, será particular, cuando una de las protagonistas, cumpliendo la función de presentadora, nos anunciará que en segundos, arrancará un juego de la vida animado, donde los personajes que lo integran, irán cumpliendo con las objetivos lúdicos propuestos, con indudable similitud, con esas esas metas, que cada uno de nosotros debemos cumplir, en la vida real.
No vamos a contar mucho más de la trama, para mantener el suspenso, si diremos que el lenguaje que más se usará en la obra no es el oral, si bien veremos algunas escenas tradicionales, donde los personajes dialogan, serán los menos, esos momentos. El lenguaje que el grupo elige, es el de los cuerpos en movimiento, esos que se miran y se desplazan, jugando con estructuras móviles, que irán conformado una escenografía cambiante, que irá variando en cada instante, dando ritmo y dinámica a una historia, que tiene mucho de teatro físico y donde el espectador se verá inmerso en una atmósfera muy atrayente.
La obra es muy exigente para los actores, ya que requiere concentración permanente y una coordinación absoluta, para resolver coreografías y escenas que requieren la acción simultánea de todos. No observamos ni una falla a lo largo de la obra, algo que es explica por las horas y horas de ensayo que sin dudas tiene la pieza, para conseguir la fluidez y precisión que muestra,
Debemos destacar al elenco, que consigue llevar adelante la obra, bajo la atenta dirección de Mariana Barceló, son todos actores jóvenes, que se muestran muy comprometidos con la historia. Están todo el tiempo en escena y en una interacción constante, tal vez quienes más consiguen destacarse del grupo, por ser quienes llevan las voces de Franca y Mariano, son Mariana Estensoro, aportando una generosa cuota de belleza y frescura y Félix Ezequiel Coll, con la sensibilidad a flor de piel. Mariana y Felix, en nuestra opinión, son quienes más resaltan, pero estamos siendo injustos con los demás intérpretes, nos referimos a Laura Mickelsen, María Eva Verde, Diego Aramburu Lucero y Paula Garavaglia Martin, que cumplen un excelente trabajo. Los seis actores, serán fundamentales para el buen funcionamiento, de esta verdadera pieza de relojería, que resulta Todo el Tiempo que se Pueda.
Pero no queremos olvidarnos, de un séptimo intérprete, que resultará un integrante más de la obra, aún estando desde el exterior de ese cuadrado de leds que antes mencionamos, nos referimos a Alejandro Vergara Becerra, a cargo de la música en vivo y el diseño sonoro, siendo parte fundamental en una puesta, donde la música tiene un sitial de privilegio.
Siguiendo con la atractiva puesta, que presenta Mariana Barceló, que además fue quien diseñó las estructuras móviles, que tanto protagonismo tienen, hay que resaltar el excelente diseño de luces a cargo de Daniela García Dorato y el vestuario distintivo a cargo de Analía Morales.
Resultamos gratamente sorprendidos, con la propuesta, que con un lenguaje muy propio, nos interpelará con una historia, que invita a reflexionar, acerca de aquellos mandatos que debemos cumplir en la vida, sin poder cuestionarlos demasiado, ese debe ser que nos inculcan de pequeños y como muchas veces, notamos que cuesta sostener ciertas acciones en el tiempo, cuando muchas veces el encantamiento inicial se pierde y llega la maldita rutina, para apagar la llama de la pasión y cuestionarnos mucho de lo construido.
Todo el Tiempo que se Pueda, es una obra original, que se anima a experimentar y dejar a un costado los códigos habituales del teatro, lo valioso, es que lo hace con una puesta atractiva, que cuida todos los detalles. Al tener un lenguaje tan particular, posibilita que cada espectador reaccione de manera diferente e interprete la historia a su manera, pudiendo tener opiniones dispares. Pero lo que podemos asegurar, es que de ninguna manera se sentirán indiferentes, a la experiencia que vivirán.
Desde este humilde espacio de difusión, siempre valoramos las propuestas teatrales que se animan a arriesgar y ofrecer un espectáculo distinto, por lo tanto recomendamos sin dudar la obra y les pedimos por favor que giren la ruleta, avancen los casilleros correspondientes, con mucho cuidado de no caer en un casillero, que les haga perder el turno.
Pensador Teatral.