Jueves 21 hs en La Mueca Teatro ( Cabrera 4255 )
Un texto potente y pleno de poesía, creado por el genial Pepe Cibrian Campoy, recreará la desdichada vida de Juana de Castilla, una de las mujeres más importantes de la historia, hija de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, más conocida como Juana La Loca.
Juana con apenas dieciseis años, viajó a Flandes, para contraer matrimonio con el Archiduque Felipe de Austria, más conocido como Felipe El Hermoso. Se trató de una boda por conveniencia, instrumentado por los Reyes Católicos por razones políticas.
La corona de Castilla y Aragón, debía demostrar todo su poderío, en aquel acontecimiento, por ese enviaron a la celebración diecinueve buques, con tres mil quinientos hombres a bordo y más de sesenta navíos mercantes. El festejo tenía que ser pomposo y no dejar dudas del poder del reino.
Cuando Felipe el Hermoso y Juana se vieron, el flechazo fue mutuo, se saltaron los protocoles de la Corte, para adelantar las fechas y que la celebración del casamiento fuera cuanto antes, para que los contrayentes, pudieran poder tener relaciones sexuales sin ofender a Dios, de acuerdo a los fuertes preceptos religiosos de aquellas épocas.
El amor y la pasión entre ambos, parecía iba a ser eterna, pero es sabido que las relaciones suelen empezar con mucho fuego y con el correr del tiempo, esas llamas se ván extinguiendo. A sabiendas de ellos, Juana le hizo juramentar a Felipe, que le sería fiel y que siempre estarían juntos. Con la historia ya pasada, sabemos que Felipe no honró aquella promesa.
Volviendo al texto de Campoy, el mismo no es lineal en el tiempo y está escrito parte en prosa y parte en verso, ambos factores le otorgan una dificultad extra a una interpretación ya desafiante. Encontrar al protagonista adecuado para llevar adelante la obra, no sería tarea fácil, pero sin dudas que Pepe, lo encontró con Nicolás Perez Costa, un talentoso actor, con dilatada trayectoria en el teatro independiente y al que conoce desde hace muchos años.
Si bien, podríamos decir que Juana La Loca, es un unipersonal, en los papeles no es tan así, ya que Nicolás Perez Costa, además de interpretar de manera maravillosa a Juana, desdobla a otros seis personajes, gracias a lo cual, podremos ser testigos de los diálogos de la protagonista, con su esposo Felipe El Hermoso, con su madre Isabel, su hija Catalina, su nieto Felipe II y su incondicional Leonor.
Conseguir dar vida a tantos personajes y hacerlos dialogar, requiere una repentización y unas condicionales actorales que indudablemente Nicolás tiene. Es un lujo poder observarlo en escena y gozar como espectador habitual del teatro, la pasión con la que encarna a la Juana en sus diferentes edades, como niña inquieta, como adolescente apasionada, como mujer celosa y como esa anciana encerrada en Tordesillas, por más de cuarenta años.
La prestación de Nicolás Perez Costa, es descomunal, con un talento a flor de piel y una entrega absoluta. Vemos muchas obras por semana y estamos acostumbrados a ver excelentes trabajos, pero podemos asegurar sin exagerar, que esta de Nicolás está entre las dos o tres mejores actuaciones que vimos este año. Realmente una clase magistral de teatro, para disfrutar de la primera a la última escena
La puesta nos gustó mucho, un escenario dominado por ese trono, desde donde debía reinar Juana, hay un diseño de luces magnífico que impacta y acompañará de ma mejor manera la performance de Pérez Costa. Además la cercanía del escenario, con el público, es un plus, ya que nos permite ver con lujos de detalle cada movimiento, cada gesto del protagonista, algo que en actuaciones de excelencia, como esta, cobra un valor enorme.
Realmente disfrutamos mucho la obra, ya que nos permite saber un poco más, acerca de la vida, de esta mujer tan emblemática de la historia y deja también abiertos muchos interrogantes, para reflexionar al salir del teatro. Estaba realmente loca Juana o eso quisieron hacer creer, aquellos que conspiraron contra ella y decidieron encerrarla ?? El interrogante aún hoy está abierto. Lo que si podemos asegurar, es que Juana, si enloqueció, lo hizo por amor, primero porque no podía soportar la idea, que su amado Felipe le fuera infiel y luego ante su muerte, sintió que su vida, había perdido toda razón.
Recomendamos fervorosamente la obra, que está presentando sus últimas funciones antes de partir de gira a España, donde no dudamos tendrá una gran recepción. Por ello, antes que esto ocurra, los convocamos al renovado y cálido Teatro La Mueca, para disfrutar de este riquísimo texto de Pepe Cibríán, para adentrarse en el costado humano de la Juana La Loca y principalmente gozar de la descomunal actuación de Nicolás Perez Costa, que demuestra con este trabajo, ser uno de los mejores actores, que el teatro independiente, puede ofrecer en la actualidad y es un verdadero lujo poder tenerlo, al alance de la mano.
Pensador Teatral.
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