sábado, 7 de mayo de 2022

Cocinando con Elisa

Sábados 18 30 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3556 )






Dramaturgia de Lucía Laragione y Dirección de Mariana Giovine.

Llega al Beckett, el premiado texto escrito por Lucía Larangione escrito en 1993 y estrenado en primer lugar en Madrid, para luego  llegar a la Argentina en 1997 con los protagónicos de Norma Pons  y Ana Yovino, bajo la dirección de Villanueva Cosse. La obra fue ganadora de la primera edición del Premio María Teresa León otorgado por la Asociación de Directores de Escena de España.

Cocinando con Elisa es un texto que hace alusión de manera metafórica al horror de la dictadura cívico militar argentina, poniendo el foco en atrocidades que sucedieron en aquellos tiempos, como los abusos de poder o el tema de la apropiación de bebés. En esta versión, que llega casi treinta años después de ser escrita, se pone énfasis en la relación desigual de poder y el vínculo que se establece entre dos mujeres que trabajan en la cocina de una estancia.






Allí es precisamente, donde se desarrollan las acciones, en un sótano de una estancia de una familia adinerada de la alta sociedad, allí está la cocina en la que trabaja Nicole, una mujer madura ya, que se autodefine como una verdadera experta de la alta gastronomía francesa, habiendo estudiado las mejores recetas de los maestros de la cocina gala. Nicole hace muchos años sirve en aquella estancia, para Monseiur y Madame.

Nicole planea un viaje y entonces llegará Elisa, una joven ingenua y con poca experiencia en la materia, ya que su único trabajo relacionado fue haber amasado en una panadería, algo que parece insuficiente para la exigencia de un puesto que requiere conocimiento de los platos más refinados de la cuisine francaise. Nicole la recibe con fastidio, ella nunca hubiera elegido a una joven tan inexperta, si de ella hubiera dependido, la elección habría recaído en una cocinera mayor con experiencia, pero allí las decisiones las toma Madame y ella debe acatarlas-







La relación entre ambas será muy desigual, el trato de Nicole para con la nueva no sera nada amable, todo lo contrario, parece disfrutar haciendo sufrir a Elisa, denigrándola permanentemente, mostrando muy poca humanidad y las peores miserias del ser humano. Surge con claridad el tema del maltrato entre compañeras y como muchas veces este comportamiento se normaliza y se aceptan situaciones que no deberían ser toleradas. Y hasta aquí contamos, a medida que el relato avanza, irán desfilando platos distinguidos de la cocina francesa, mientras que la relación entre ambas mujeres, se irá deteriorando cada día que pasa y la paciencia de Elisa se irá agotando.

Momento de hablar de las estupendas actuaciones de la dupla protagónica, que establece un duelo actoral de alto vuelo con personajes bien contrapuestos. Gabriela Villalonga, como Nicole, compone a una verdadera villana, que no se cansa de maltratar a Elisa. Mostrando celos contra ella y una profunda frustración, por haber pasado su vida sirviendo a los patrones, sin poder formar una familia. Estupenda caracterización de Gabriela, una verdadera bruja en el tono de voz, postura y comportamiento.





Luciana Procaccini es la contracara, una joven dispuesta a aprender y a sacrificarse con tal de ganarse un lugar en esa cocina. Con ingenuidad, obediencia y empeño, compone un personaje muy querible, al que dan ganas de ayudar con las tareas que le ordenan. Con mucho carisma y frescura consigue darle a su Elisa, un ángel que enternece a los espectadores. Nos gustó mucho el trabajo de Luciana y gran dupla la que forma con Gabriela. Felicitaciones a ambas, ya que no son personajes fáciles, los que deben representar y realmente lo hacen muy bien.

La puesta de Mariana Giovine, tiene una atmósfera lúgubre acorde con la poca luz que entra en ese sótano, donde la oscuridad en el amplio sentido, es la que predomina. Párrafo especial para el estupendo diseño escenógrafico de Alejandra Mateos, que nos transporta a una verdadera cocina, con gran cantidad de elementos que colaboran con la ambientación.






En definitiva, estamos en presencia de una versión muy interesante del reconocido texto de Lucía Laragione, que pone la lupa en el vínculo que establecen estas dos mujeres, poniendo al descubierto lo complejo que puedan resultar las relaciones jerárquicas entre pares en el trabajo, cuando en vez de unirse y sumar esfuerzos, quien está más arriba en la jerarquía, parece disfrutar sometiendo a su par, perdiendo de vista, que ambos responden a un patrón que las gobierna.

Aplaudimos las exquisitas actuaciones de la dupla protagónica, en una distinguida tarde de teatro en el Beckett que siempre nos predispone de manera favorable, para disfrutar en este caso de los platos más nobles de la cocina francesa, que irán apareciendo en medio de una relación tormentosa, que muestra lo  cruel puede llegar a ser el ser humano y como muchas veces puede pensar que humillando y maltratando al otro, puede curar sus propias heridas y frustraciones, algo totalmente falso.



Pensador Teatral.

viernes, 6 de mayo de 2022

El Almacén del Fin del Mundo

Dramaturgia y Dirección de Martín Henderson.






Viernes 20 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 ) 

No quedan dudas que la pandemia, modificó por completo nuestras vidas, las paralizó por un tiempo, trayendo miedo y paranoia con ella. Los vínculos humanos se modificaron por completo y luego de un período de estudio, la humanidad se adaptó y buscó la manera de seguir adelante, respetando protocolos y ciertas normas que si alguien las hubiera pronosticado hace unos años, seguramente lo hubieran tildado de loco.

Hasta acá nada de lo que dijimos resulta novedoso, pero transcurrido ese período inicial de parálisis, que incluyó el cierre de las salas teatrales, sin tener en ese momento alguna perspectiva cierta de retorno, el arte recogió el guante y de a poco empezaron a aparecer algunos textos que comenzaron a reflejar en alguna medida esos momentos de incertidumbre y cierta locura que la humanidad atravesó.







Y precisamente Martín Henderson, el autor de El Almacén del Fin del Mundo, tomando algunos hechos de la realidad y la angustia acumulada en todos estos meses, construyó una ficción muy potente, que en tono de comedia dramática, con toques futuristas y llevando algunas situaciones al absurdo, supo  exponer como el ser humano tuvo que adaptarse a una realidad obligada, como método de supervivencia.

Yendo a la obra en si, las acciones se desarrollan en un exclusivo y particular restaurante, que debido a una epidemia que sola la ciudad, cumpliendo todas las medidas de seguridad y protocolo, habilita su salón, solo con una mesa para dos comensales. Las instalaciones cuentan, con una sala de espera, una pista de baile y un espacio equipado con un micrófono, para que los propios cliente puedan demostrar sus habilidades para el canto. Obviamente para ingresar al lugar, los visitantes deberán dejar sus abrigos y pasar por una cabina sanitizante.

El protocolo es muy estricto, obviamente no está permitido el contacto entre los comensales, respetar la distancia mínima es una medida que debe cumplirse a rajatabla. Y quien se encargará de que se cumpla sin excepciones con todos los protocolos, será un particular mozo, que además parece el dueño del establecimiento.







Quienes concurrirán al restaurante, serán un hombre y una mujer de edad mediana, que se estaban empezando a conocer antes de que llegue la epidemia y ahora luego de superado el período de aislamiento, se reencuentran con expectativas, más que nada de parte de él, de conocerse más y poder formar pareja. Pero el desafío para ambos, será grande, no es tarea fácil, enamorar al otro, con tantas restricciones que cumplir, sin contacto físico y además con poca intimidad en la charla, debido a la mirada permanente de un mozo, que parece empeñado en que la velada fracase.

Creemos que es importante mantener la sorpresa y no adelantar demasiado de la trama, solo diremos que la historia se divide en tres actos, en los que la misma pareja llegará al establecimiento y en cada encuentro se notarán cambios en el lugar y en ella, que a medida que la epidemia avanza, irá tomando un rol más comprometida con la misma.






Se darán muchas situaciones graciosas, el público se reíra con algunas medidas de prevención que parecen exageradas, pero que si miramos con un ojo avezado, mucho se parecen a las que debimos soportar verdaderamente y en parte seguimos llevando adelante en la actualidad. Creemos que uno de los grandes aciertos que tiene el texto, es que el público se identifica a pleno, con las situaciones que el relato nos irá acercando.

La historia cautiva al espectador y ellos se debe a las estupendas actuaciones que presenta la obra, de parte de un trío protagónico, que muestra muy buena química entre ellos, ofreciendo deliciosas composiciones individuales, que se potencian en el conjunto. Arranquemos por Martín Henderson, al que ya mencionamos antes, ya que es al autor de la obra, llevando adelante el papel de un mozo meticuloso y algo autoritario, que no tendrá problemas en incomodar con su presencia a quienes llegan a su establecimiento, ya que cumplir los protocolos es lo primordial. Además tiene un costado algo perverso, en el que no vamos a ahondar acá. Con muy buena presencia escénica, Martín realiza una excelente personificación.

Leonardo Saggese uno de los comensales y quien más sufre las impertinencias de un mozo intenso, que no lo mira con buenos ojos, debiendo soportar sus constantes verdugueos. Nos gustó mucho el trabajo de Leonardo, histriónico y dando mucho carisma al personaje querible que construye, debiendo remarla toda la noche, siempre con una sonrisa, para soportar al mozo y tratar de enamorar a su invitada.







Para el final dejamos a Dolores Ocampo, que en actuaciones muy parejas por lo buenas, es quien más logra destacarse, mostrando gran potencia escénica y un enorme talento. Su personaje es el que más se compromete con lo la epidemia que asola a la ciudad y eso indudablemente tendrá sus consecuencias. Además de destacarse en las partes actuadas, su performance tiene un importante plus. Recuerdan que les dijimos que el restaurante, tiene un micrófono, donde los comensales pueden mostrar sus condiciones para el canto. Bien y vaya si las muestra Dolores, que canta hermoso en francés, regalando bellísimos momentos musicales a los espectadores que agradecidos disfrutan su notable registro vocal. Es la primera vez que vemos a Dolores en escena y sinceramente quedamos deslumbrados con su labor.

La puesta que presenta la obra es muy atractiva, con un diseño escenográfico muy logrado. Se logra formar una atmósfera futurista y algo tenebrosa a la vez, a tono con el relato, que a medida que avanza se irá tornando cada vez más oscuro. Es muy bueno el diseño lumínico de Christian Gadea y merece un párrafo también el vestuario de Julio Cesar Fernández y Matias Begni. Son muchos los detalles que se tienen en cuenta, para agregar valor a una puesta que seduce al espectador.






No queda mucho más para agregar, nos gustó mucho El Almacén del Fin del Mundo, una propuesta original y arriesgada, que se anima a aportar una mirada diferente y profunda sobre las consecuencias de la pandemia que vivimos, poniendo en el centro de atención en las relaciones humanos y como debimos adaptarnos a muchas medidas que se tomaron, algunas de ellas con muy poca lógica, no teniendo otra posibilidad que aceptar las normativas vigentes, ya que en caso de no cumplirlas, el estado y la misma sociedad, lo exijían.

Valoramos mucho esta propuesta, que nos habla del amor en los tiempos de pandemia y siempre el humor es un buen método para hablar de los temas más complejos. Disfrutamos de una estupenda velada teatral y de magníficas actuaciones, en una historia original y movilizante, mostrando una vez más como el arte puede resultar sanador y que el teatro independiente, siempre nos brinda una luz, aún en los momentos donde reina la oscuridad.



Pensador Teatral.




miércoles, 4 de mayo de 2022

Tengo un Muerto en el Placard

Dramaturgia de Daniel Dalmaroni. Dirección de Guillermo Ghio.






Miércoles 21 hs en Nun Teatro Bar ( Juan Ramirez de Velasco 419 )

De la mano de Daniel Dalamoroni, llega esta comedia negra, que tiene como objetivo entretener y hacer reír y realmente lo consigue, ya que el texto resulta ágil, tiene una puesta muy dinámica que se apoya en un dispositivo escénico ingenioso y principalmente en las estupendas actuaciones de Marcelo Serré y Pasta Dioguardi, dos actores que se manejan como peces en el agua en la comedia y aquí encuentran terreno fértil para lucirse a pleno.






Dalmoroni es un dramaturgo prolífico, con muchas obras escritas y presentadas con muy buen suceso en nuestra cartelera teatral y tiene un sello que lo distingue. En gran parte de sus textos aparece el humor negro, es decir hacer reír con temas que no son habitualmente tomados para hacer humor. Otra característica de su dramaturgia, es la multiplicidad de los equívocos que suelen aparecen en sus relatos, que cuando se unen pueden tener consecuencias impensadas y por lo general bastante delirantes. 

Y Tengo un Muerto en el Placard, tiene esos dos distintivos incluídos, una muy buena dosis de humor negro y equívocos permanentes entre los protagonistas, que parecen estar en mundos diferentes cuando se comunican, están ahí cara a cara, pero les cuesta escuchar al otro y cuando lo hacen, les cuesta comprender lo que les dicen, generándose de esta manera situaciones divertidas y grotescas.

Las acciones se inician con Ernesto ( Marcelo Serré ) y Rodolfo ( Pasta Dioguardi ), amigos ellos, que están esperando el ascensor. Pronto sabremos que viven en el mismo edificio, ambos están trajeados, por lo que intuímos son compañeros de trabajo, pero no tenemos la certeza de ello y tampoco cual es la ocupación de ambos, dejando abierta para que el espectador teorice sobre ello.






A Ernesto se lo nota preocupado y tiene que contarle algo importante a su amigo, pero no le será fácil, ya que Rodolfo, tiene ganas de hablar él, ya que le está sucediendo algo muy fuerte. Le cuesta decirlo, pero finalmente cuenta que hace un par de días, cuando se le descompuso el auto en la ruta, se le apareció el mismísimo Guachito Gil. Ernesto lo mira sorprendido, pero más aún, cuando le cuentan que no es la única vez que le apareció el Gauchito, ya que esa semana, se le apareció en la casa.

Cuando su amigo termina el fantasioso relato, Ernesto que se nota preocupado, inicia un relato bastante extraño y poco verosímil, que incluye la visita a la morgue y el lanzamiento de una serie de estadísticas incomprobables, acerca de la cantidad de muertos que dicho establecimiento recibe por semana y cuantos de esos cuerpos no son reclamados por ningún familiar.  Parece dar rodeos con relato y se pone nervioso porque su amigo parece no seguirle el hilo, hasta que lanza una confesión inquietante, como corolario de su parlamento: " Tengo un muerto en el placard ".






Allí comienzan los equívocos, su amigo no sale de lo literal de la palabra y toma con naturalidad lo que le cuentan. Quien no tiene un muerto en su placard ??? No vamos a comentar demasiado, ya que la obra tiene una muy buena cuota de suspenso, que debe mantenerse. Solo diremos que en la próxima escena, subirán al departamento de Ernesto y allí mostrará que su muerto en el placard es un cuerpo real y no una metáfora. Su amigo se altera un poco cuando vé el cuerpo envuelto en unas telas y hasta parece verle cara conocida, algo que no tendría sentido, si le diera crédito a la versión que su amigo se llevó un cuerpo al azar de la morgue, hipótesis que va a durar muy poco tiempo, dejando espacio a la cruel verdad.

Pero cumplimos con nuestra palabra y no adelantamos más nada de la trama, que se irá desarrollando en diferentes actos, separado por la oscuridad y por el cambio de la escenografía, que realizarán los propios protagonistas, moviendo unos paneles y permitiendo de esa manera, presentar diferentes locaciones. Le damos crédito a Guillermo Ghio, el director, que mediante este ingenioso dispositivo escénico, logra agregar mucho valor a la puesta.

Vayamos ya sin más a los protagonistas de esta obra, nos referimos a Marcelo Serré y Pasta Dioguardi, que como mencionamos antes, tienen enormes condiciones para la comedia y aquí pueden demostrarlo, con un gran contrapunto entre ambos, con diferentes alturas y personalidades. Uno con apariencia más racional y lógica y otro más ingenuo y con un fuerte delirio místico. Aunque si evaluamos las conversaciones y el accionar de ambos, llegaremos a la conclusión que ninguno actúa de manera lógica y todo lo que hacen / dicen tiene un tinte delirante.







Se disfrutan mucho las composiciones de ambos, dos actores de raza, que saben como hacer reír al espectador, con un histrionismo a flor de piel y una entrega absoluta a lo largo del relato. Además muestran muy buena química entre ellos y eso suma valor a sus trabajos. Nos encantaron las interpretaciones de Marcelo y Pasta, que solo con sus miradas y sus posturas, predisponen a que el público se ría.

El relato es muy entretenido y en el medio de lo desopilante de la trama, el espectador reconoce algunas situaciones que suenan muy familiares. Cuantas veces somos parte de conversaciones entre sordos, donde no queremos el escuchar al otro y no importa lo que nos diga, lo que nos pasa a nosotros sin dudas es más relevante. La falta de escucha y de empatía es algo muy habitual y sin dudas unos de los factores que acentúan los problemas de comunicación  y de entendimiento que la humanidad atraviesa.






Tengo un Muerto en el Placard, es una historia sencilla, pero muy bien contada, con una dirección dinámica que logra mantener el interés del espectador en todo momento y lo más importante logra que el espectador se divierta y se ría, algo que en estos tiempos de crispación se valora mucho. Todo lo mencionado se logra en gran parte, gracias a la actuación de una dupla protagónica, que se entrega por completo en la búsqueda de las sonrisas. 

Por todo lo mencionado, resulta una muy buena idea, llegarse hasta el Nun Teatro, para olvidarnos por un rato de los problemas, reírnos con un humor sano y dejar salir al exterior, al menos, mientras dura la obra, a ese muerto que muchos tienen escondido en el placard.


Pensador Teatral.


viernes, 29 de abril de 2022

La Fiesta del Ternero

Viernes 20 hs en Vera Vera Teatro ( Vera 108 ) 






Una propuesta emotiva y fuerte llega con La Fiesta del Ternero, creación colectiva, que rinde culto a la amistad, en este caso la de tres amigos que deben viajar a Ayacucho, para despedir a un amigo que vívía en esa ciudad y falleció en un accidente en la ruta mientras manejaba su moto.

El destino quiso que la noche en que debieron llegar a Ayacucho para asistir al velorio de su amigo, no era una día más en aquella tranquila ciudad del centro-este de la Provincia de Buenos Aires, ya que justo esa noche se celebraba la Fiesta del Ternero, una de las celebraciones populares de mayor renombre en el país.

La ciudad esa noche recibía a muchos turistas de Capital, que habrán compartido el camino con los tres amigos que viajaban al mismo destino, pero no en programa de celebrar nada, todo lo contrario, ellos recorrían los 300 kms de distancia, para vivir uno de los momentos más tristes de su vida, como ser tener que despedir a un amigo querido que había perdido la vida de manera trágica.







La historia logra muy bien ese contraste, que todos experimentamos al momento de atravesar una pérdida importante, donde para nosotros todo es oscuridad y tristeza, pero comprobamos que el mundo continua a nuestro alrededor de manera normal, hay gente que se ríe, que disfruta un festejo de cumpleaños, que vá el cine, etc. Es decir la vida continúa, como si nada y nadie respira en nuestra sentida pérdida.

Yendo a la historia en sí, la misma se desarrollará en el interior de la habitación de un decadente hotel,  la única que pudieron conseguir, ya que por la fiesta mencionada todas las plazas hoteleras de Ayacucho, estaban cubiertas esa noche. El mobiliario era antiguo y las instalaciones dejaban mucho que desear, lo que otorgaba a esa estadía un aire deprimente a tono con el estado de ánimo de sus ocupantes.






Los amigos tenían que esperar un llamado de la esposa de su amigo fallecido, que les indicaría donde sería el velorio, pero hasta que eso ocurriera debían transcurrir las horas entre esas paredes ajenas, algo que no era nada sencillo. Estaban cansados por el viaje y agotados mentalmente por lo duro del momento. Preferían recordar anécdotas divertidas que vivieron y lo que sea, para evitar tener que hablar de lo que había sucedido. La situación era tensa y las discusiones entre ellos no tardaron en llegar, hasta parecían adrede para ocupar el tiempo, sin pensar porque estaban en ese lugar.

Y hasta allí vamos a contar, solo anticiparemos que la noche especial que vívía Ayacucho debido a la celebración, iba a complicar aún más el velorio previsto y los acontecimientos podían tomar un curso inesperado, pero cumplimos con nuestra palabra y hasta allí vamos a contar, el resto lo descubrirá el espectador cuando vea la obra.

Es momento de hablar de las muy buenas interpretaciones del joven elenco que presenta la obra, destacando las actuaciones de Lucas Delgado ( Sergio ) , Nicolás Vivante ( Pedro ) y Matías Russin ( Manuel ) , que forman un muy bloque, mostrando como funcionan habitualmente los grupos de amigos, con las relaciones jerárquicas que en todo grupo humano se establecen, logrando que el espectador se identifique con ellos.






Muy sentidas las interpretaciones, mostrando el dolor por la pérdida, pero al mismo tiempo esa sensación de que deben continuar con sus vidas y atravesar ese triste momento lo más rápido que se pueda y en lo posible tratando de distraerse, para hacer de cuenta que nada ha pasado. Muy buenos los trabajos de Lucas, Nicolás y Matías, que son también amigos en la vida real, mostrando muy buena química entre ellos.

Es muy interesante el aporte femenino a la historia, que realizan Jorgelina Flury, como Elvira la empleada nocturna del hotel y Florencia Gallardo, como María la viuda de Pablo, el amigo fallecido. Ambas con sus caracterizaciones, logran cortar con la masculinidad que envuelve a la obra, con una toque femenino, que enriquece el relato.

La puesta logra atrapar al espectador, hay una atmósfera sórdida en el ambiente, en parte por el difícil trance que atraviesan los amigos, acentuado por la precariedad de la habitación en la que se encuentran, donde parece ser funcional.






En definitiva, La Fiesta del Ternero es una propuesta fuerte e intensa, que busca y consigue intercalar lo doloroso de la temática, con situaciones cotidianas, graciosas y con un toque de humor negro, resaltando siempre la importancia de los códigos entre los amigos y lo difícil que es afrontar situaciones para los que nunca vamos a estar preparados.

Además es fuerte el contraste, entre esa triste habitación y el exterior, con esas calles en las que todo algarabía por la celebración de una fiesta popular que parece tener invitados a todos los que están en la ciudad, menos a este grupo de amigos. Una obra pare emocionarse y reflexionar sobre como nadie tiene la vida comprada y solamente por ese motivo, siempre deberíamos vivir cada día como si fuera el último.



Pensador Teatral.



miércoles, 27 de abril de 2022

Cosa Triste

Dramaturgia y Dirección de Jorge Diez.






Miércoles 21 hs en Espacio TBK ( Trelles 2033 )

Inmejorable primera visita de nuestra parte al Espacio TBK, una sala teatral con aires barriales, donde se está presentando Cosa Triste, entrañable obra escrita y dirigida por Jorge Diez, que además de hacernos reír mucho, nos invito a viajar con la imaginación a uno de esos pueblitos del interior, en el que todos se conocen y nada de lo que allí sucede pasa inadvertido para los demás. La frase pueblo chico, infierno grande, parece aplicarse aquí en toda su dimensión.

Las acciones se desarrollan en una peluquería / carnicería, al que llega un cliente para cortarse el pelo y además para llevarse un corte de carne tierno para la madre, aprovechando el particular multirubro de aquel negocio. Allí se encontrará con el dueño del lugar, que a su vez es peluquero y con un taimado ayudante del dueño, que se encargará de la carnicería, atendiendo, cargando y cortando las reses, su vestimenta blanca manchada de sangre, certifican lo señalado.






La charla en el negocio es animada, el tema principal en un principio, hará referencia a los cortes vacunos más nobles, pero el tema cambiará por completo, cuando mirando por una de las vidrieras que dá a la calle, observan a la Señora de Garrido, joven y bella, inexplicablemente casada con el Colorado Garrido, el más horrible del pueblo. La situación les llama la atención, porque los tres hombres coinciden, en que en los últimos meses, las salidas de la Sra. Garrido de su hogar, fueron contadas con los dedos de una mano, según sus observaciones.

Las hipótesis que manejan son varias, según el carnicero, cuando salía, siempre lo hacía vestido con un abrigo largo, algo que podría indicar un embarazo que se quiere ocultar. Pero ahora ya no tiene panza. Se habrá sacado a ese chico ?? Y yendo más allá, sería ese hijo del Colorado ?? Más que dudas, tenían certezas que sería de otro, porque su marido según cuentan las malas lenguas, no puede tener hijos. Además el Colorado se pasaba gran parte de la semana, viajando a otro pueblo, por lo que probablemente tendría una doble vida. Igual tienen una duda, en la localidad vecina, nadie lo conocía al Colorado. Y si allá, si podía tener hijos y había formado una familia paralela, que ellos ignoraban ???

Preguntas sobraban, pero no adelantemos más de esta trama intrincada que tejerán aquellos hombres, que parecen saber los movimientos de todo aquel que habita ese pueblo. Y lo que no lo conocen, lo intuyen, lo adivinan, porque tampoco es tan difícil darse cuenta de algunas cosas, solo es cuestión de tener tiempo para observar y luego atar cabos.







Y a ellos precisamente, el tiempo les sobra. Los tres viven solos y esa soledad, unida a la monotonía de una rutina con pocas novedades, los invita a espiar al resto, como para tener tema del que hablar. La pieza muestra de manera divertida, pero con crudeza, como muchas veces los chismes y los rumores reemplazan a la verdad y muchas veces se arman grandes bolas, que difícilmente pueden detenerse, una vez que se lanzan,  pudiendo causar mucho daño.

La trama es entretenida y disparatada, los espectadores además de reírse mucho, quieren ser parte de aquella desopilante tertulia masculina, donde sacarle el cuero a los demás, parece ser llave de admisión al grupo. Y si la historia atrapa, gran mérito de ello, lo tienen las estupendas actuaciones que presenta la obra.

Hablemos entonces de ellas, arrancando por Gabriel Galíndez, el cliente que llega a la peluquería /  carnicería, para hablar de su soledad y del tiempo que pasa con sus alargavistas. Muy buena su composición, de un hombre elegante y muy respetable, pero demasiado preocupado por la vida de los otros. Nos gustó mucho el trabajo de Gabriel.







Héctor Segura es el peluquero y dueño del comercio. Veterano de mil batallas, tendrá que lidiar con el empleado atrevido que lo acompaña. Al ser el más veterano del grupo, conoce cosas de quien viven en el pueblo que los otros no y se siente orgulloso de contar con esa información, que comparte a cuentagotas. Nos reservamos de comentar sobre su colección de muñecos, cuando vean la obra verán a que nos referimos. Muy buena la composición de Héctor.

Para el final, dejamos a Cristian Sabaz, que en actuaciones parejas, es quien más se destaca, con un histrionismo a flor de piel, componiendo a un personaje misterioso, que masculla las palabras y parece contar una mínima parte de todo lo que conoce. A Cristian recordamos haberlo elogiado mucho, por su actuación en La Boda de la Hija del Presidente y aquí nos vuelve a deleitar con una estupenda interpretación, mostrando que en las tramas con humor se desenvuelve a la perfección, algo que demuestra aquí. Gran personaje el que compone.







Además de resaltar los trabajos individuales, señalar que los mismos se potencian en el conjunto, ya que los tres protagonistas muestran estar en la misma sintonía, mostrando mucha química entre ellos y divirtiéndose en escena, algo que el espectador reconoce y agradece.

Momento de hablar de la soberbia puesta que presenta la obra, sin dudas otro punto muy alto. El diseño escenográfico que presenta Cosa Triste sorprende, aprovechando a la perfección las posibilidades que el espacio escénico le brinda, jugando con un piso en altura, al que sube uno de los protagonistas, el mostrador de la carnicería, la balanza y esa res colgando. El sillón de peluquero frente al espejo. Hay una ventana que se abre, una puerta que divide el interior, con ese exterior que tanto tiene para contar. Hay ruidos que vienen de ese afuera.  Le ponemos 10 puntos al diseño escenográfico, a cargo de Cinthia Chomski, que resulta un verdadero lujo para el off, Cinthia también tiene a cargo el vestuario, otro ítem que se destaca.

Mérito grande para Jorge Diez, el director, que con ingenio, logra una puesta muy atractiva, que cuida todos los detalles, ya que además de lo ya mencionado, hay un diseño lumínico que crea climas acordes con el relato y además en un momento de oscuridad total. No dejamos de mencionar tampoco el diseño sonoro de Rony Keselman. Como puede ver el espectador, hay un multiplicidad de elementos puestos al servicio de la historia y todos ellos unidos, sin dudas agregan valor y embellecen una puesta sobresaliente, que sorprende por creatividad.






No queda mucho para agregar,  señalar que Cosa Triste fue la Obra ganadora del Concurso de Dramaturgia 2019 / CicloINcierto. Con todo lo que contamos, queda claro, que la propuesta nos gustó mucho y merece verse. Los espectadores se ríen, pero también van a reflexionar acerca del daño que pueden causar los chismes y las habladurías, que por si hiciera falta aclararlo, no es propiedad exclusiva de ninguno de los sexos, como muchas veces quiere marcarse y que la soledad es sin dudas un factor que potencia, esto de mirar al otro para vivir su vida, en vez de vivir la propia.

Disfrutamos de una estupenda noche de teatro independiente en La Paternal, viendo Cosa Triste que resulta una sorpresa más que agradable, ya que con una dramaturgia simple, pero llena de detalles, una puesta soberbia y actuaciones muy destacadas del elenco reunido, confluyen para que vivamos una gran velada teatral. Les pedimos a los espectadores que lleven sus alargavistas, para asomarse sigilosamente por la ventana y tratar de adivinar que están tramando estos hermosos personajes que la historia nos ofrece.



Pensador Teatral.



domingo, 24 de abril de 2022

Los Asesinos de los Días de Fiesta

Libro de Marco Denevi. Dirección de Marcelo Velázquez.





Domingos 20 hs en La Carpintería Teatro ( Jean Jaures 858 ) 

Novela escrita por Marco Denevi, reconocido escritor y dramaturgo argentino, que a través de una literatura irónica y aguda se convirtió en uno de los escritores latinoamericanos más renombrados de su generación. Rosaura a las Diez, fue su primera novela y la de mayor reconocimiento. Los Asesinos de los Días de Fiesta, no tuvo la misma repercusión, pero se lo considera entre sus textos más singulares.

Hecha esta breve presentación, nos adentramos ya en esta comedia negra, que llega al teatro, en una lucida adaptación de Hernán Costa y la dirección de Marcelo Velázquez, que desde tiempos de la pandemia, estuvo trabajando en este texto, con muy buenos resultados, a juzgar por la obra que se presenta en La Carpintería.





La historia que navega con muchas habilidad entre el humor y el grotesco, nos presenta a seis hermanos, tres hombres y tres mujeres, muy extravagantes todos ellos, por sus vestimentas, apariencias y comportamientos. La obra arranca con los seis hermanos participando del velorio de una joven conocida llamada Betseba. Se irritan porque los otros asistentes no muestran el debido dolor ante el triste suceso. Pero en un momento de la noche, llegará una desconocida vestido de riguroso luto, que se dirigirá directo al ataúd para llorar un largo rato de manera desconsolada, para luego de ello, irse de manera abrupta sin saludar, ni cruzar palabra con nadie.

La pregunta quedó rondando en el ambiente ?? Quien era esa misteriosa mujer que honró a la difunta con su dolor ?? Seria una amiga de ella a quien nadie conocía o bien podría ser una desconocida que asiste a los velorios de manera misteriosa ??  Ese sería el disparador, para que estos extravagantes  hermanos, a partir de ese momento, decidieran consultar las necrológicas de los diarios, para poder asistir a velorios, aunque no hayan conocido en vida al difunto.





Así arrancaron visitando casas velatorias al azar, luego ajustaron el plan y empezaron a concurrir a velorios de personas adineradas, para poder conocer bellos caserones, aprovechar el catering y ya que estaban, robarse alguna vajilla o lo que pudieran encontrar a mano. Tenían tácticas varias, para hacerse pasar por conocidos y para no llamar la atención, empezaron a ingresar de manera separada. Así estuvieron un largo tiempo, hasta que en una ocasión, se presentaron en un caserón de Barrio Norte, para asistir al velorio de un difunto, que al parecer no tenía familiares, ni amigos y allí a los hermanos se les ocurrió otra idea.

Podrían robarse todo lo que allí hubiera y llevarlo a su casa de La Paternal ?? Era una idea tentadora. Pero tenían una, aún más audaz. Y si aprovechando la ausencia de familiares, se quedaban un tiempo viviendo en esa enorme casa ??? Pasarían a vivir en Barrio Norte, en un caserón muy paquete, probando los buenos vinos importados y la comida allí almacenada. Y pensando más en grande, no podrían quedarse a vivir allí para siempre, hasta tal vez podrían declararse legítimos herederos. Cada vez imaginaban un paso mayor al anterior. Pero ponemos punto final y hasta allí vamos a contar, para saber si tuvieron éxito o no con sus maquiavélicos planes, deberán ver la obra.






La trama como dijimos antes, juega mucho con el absurdo y el grotesco, con una muy buena cuota de humor negro, que de a poco irá quedando a un lado, para que el protagonismo lo tomen la ambición y la codicia, de estos extravagantes hermanos, que se dan cuenta que están ante una oportunidad dorada de cambiar sus aburridas vidas y no están dispuestos a dejarla pasar, sin importar si para ello deban cometer un par de delitos, que en su pensamiento tampoco son tan graves, ya que si ellos no estuvieran allí, sería el fisco el que se hiciera cargo del patrimonio del difunto.

Vayamos a las actuaciones que presenta la obra, ya que sin dudas son un punto muy alto de la misma. Son siete los actores en escena, algo que valoramos mucho, en tiempos en que el teatro independiente tiene mayoría de unipersonales en cartel. A continuación nombraremos al elenco y atención con la pavada de nombres que tienen los integrantes de esta particular familia que protagoniza la pieza.







Ellos son: Iluminada ( Uki Cappellari ), Anacarsis ( Nico Carbone ), Honorato ( Alberto Carmona ) , Meneranda ( Gabi Guisti ), Lucrezia ( Carolina Manetti Cusa ) y Patricio de la Escosura ( Gustavo Reverdito ) son los seis hermanos. Un verdadero espectáculo verlos a todos ellos con peinados llamativos y vestidos muy coloridos, componiendo personajes que parecen salidos de un capítulo de Los Locos Adams, generando muchas risas en la platea. Completa el elenco Cesar Riveros, como el Dr. Cáceres, que podríamos decir, es el único personaje normal de la historia.

Todos los mencionados se lucen mucho en el conjunto y también tienen espacio para el lucimiento individual. Con el riesgo de ser injustos, ya que todos realizan muy buenos trabajos, destacaremos especialmente las composiciones de Uki Cappellari, como Iluminada, la líder de este excéntrico grupo, con un histrionismo a flor de piel, Gabi Giusti como una desopilante Meneranda, Anacarsis, el benjamín del grupo, que por momentos se transforma en un pintoresco narrador de la historia, Gustavo Reverdito es otro que nos regala una caracterización excelente de su personaje . Pero lo dicho antes, Los Asesinos ...  es una de esas obras, donde el elenco actúa como bloque y entonces es el conjunto el que logra destacarse.

Es muy atractiva la puesta de Marcelo Velázquez, uno de nuestros directores favoritos dentro del teatro independiente, al que ya hemos elogiado en numerosas oportunidades de nuestro humilde sitio.  Aquí tenía un desafío grande, ya que no es una obra sencilla de presentar y lo resuelve de muy buena manera, dando dinámica a una trama, donde el humor y los momentos bizarros divierten son una constante.






No queremos contar más, Los Asesinos de los Días de Fiesta, resulta una obra muy original, que en clave humorística y de grotesco, nos invitará a reflexionar sobre lo despiadado y codicioso que puede ser el ser humano cuando se plantea algún objetivo, sin tener escrúpulo alguno en esa búsqueda, mucho más cuando la misma, les puede permitir un ascenso en la escala social, algo que lamentablemente es muy reconocible en nuestra sociedad.

Los invitamos entonces a que descubran este texto singular de Marco Denevi, que llega en una puesta vistosa y muy bella de Marcelo Velázquez, que nos permitirá conocer a estos pintorescos personajes, que harán lo que sea, para convertirse en distinguidos ciudadanos de Barrio Norte, para deleite de una platea que se divertirá mucho con sus andanzas y al final de la función, los despedirá con un largo y merecido aplauso.-



Pensador Teatral.




viernes, 22 de abril de 2022

Geografías

Dramaturgia de Leandro Airaldo. Dirección de Marcelo Moncarz.





Viernes 20 30 hs en Patio de Actores ( Lerma 568 )

Un texto sensible y tierno, nos acerca en esta oportunidad Leandro Airaldo, el autor de Enamorarse es Hablar Corto y Enredado, obra que recibió múltiples reconocimientos. En el caso de Geografías, la temática es totalmente diferente, pero hay uno hilo conductor entre ambas piezas, el diálogo entre los protagonistas, la comunicación verbal y cara a cara, como forma de conocer al otro. Algo que sería lo normal, pero que en tiempos de celulares y contactos virtuales, cada vez resulta menos habitual.

La historia que nos cuenta Geografías es sencilla y conmovedora a la vez, buscando resaltar la importancia de las cosas simples, que la vida nos regala todos los días y que ocupados en otras cosas, por lo general no vemos o si las vemos, no las tomamos en cuenta como deberíamos. Se vende que es más tentador, ver una serie en Netflix, jugar a la Play o subir una historia a Instagram, antes que leer un buen libro o sentarnos en un parque para oír el canto de los pájaros o simplemente entrar en contacto con la naturaleza.






Pero volvamos a la obra que nos convoca. La historia se desarrolla una noche de verano cualquiera de 1992, en el barrio de Boedo, donde en un banco de una parada de colectivos, ya cercana la medianoche se cruzarán dos desconocidos, Federico ( Nicolás Asprella ) un joven de casi treinta años y Marcia ( Cecile Caillón ) una mujer madura. Pronto sabremos que Marcia, llega a esa parada, luego de salir de la cafetería, donde cumplió su jornada laboral trabajando de camarera, pero sin embargo no vá a tomarse el colectivo que la lleva a su casa, como todas pensarían. 

Y el caso de Federico, también es particular, está en esa parada, pero no espera ningún colectivo, es más hace años que no se sube a ninguno. Es vecino del barrio y todas las noches sale a caminar unas cuadras ya prefijadas ( siempre las mismas ) .Cuando se cansa se siente en el banco y ese es el caso. Pronto sabremos que Federico, tiene Asperger.

Para él que no lo sabe ( nosotros no lo teníamos claro antes de ver la obra ), contamos brevemente que el síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista, que suele ser menos grave, pero que afecta la capacidad de socializar a quien lo tiene, con dificultades en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. Por lo general, quienes tienen este síndrome comprenden el lenguaje, según el significado exacto de las palabras, por lo que le cuesta entender chistes o metáforas. Sin embargo, tienen un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media e incluso superior a la media, mostrando un interés profundo por algunos temas específicos.






Es bueno aclarar de entrada, que la dramaturgia no toma esta situación para caer en el golpe bajo o en el sentimentalismo barato, todo lo contrario, prefiere introducir el humor, para jugar con las situaciones divertidas, que se irán dando entre un Federico lógico y exacto, que dialogará con una Marcia, descontracturada, que disfruta con las situaciones azarosas tanto que le confiesa a su recién conocido que uno de sus divertimentos preferidos, es tomar colectivos al azar, sin saber donde la van a llevar y donde bajará, algo que a Federico le resulta algo incomprensible y aterrado a la vez.

Pero, los desconocidos luego de charlar un rato, logran una buena conexión y cuando Marcia invitó a Federico,  aprovechando que estaban juntos en esa parada, para que lo acompañara a uno de esos viajes al azar de los que le habló antes. Nuestro amigo primero dudó, pero la curiosidad pudo más y al rato, estaban juntos viajando en colectivo, rumbo a algún otro barrio de Capital o Provincia que no conocían de antemano.

Y hasta allí vamos a contar, para no adelantar más de la trama y no quitar sorpresa, solo diremos que juntos ya sea viajando o hablando, nuestros amigos, van a emprender un edificante viaje, recorriendo la geografía de la ciudad y también por el mundo, pasando por Ituzaingó, Lanús, París y Roma, por nombrar solo o algunos lugares. No nos creen ??? No se olviden que la magia del teatro todo lo puede.

Es momento de hablar de las actuaciones de la dupla que protagoniza la obra y arranquemos por Nicolás Asprella, un joven actor, al que hace un par de años, primera vez que lo veíamos en escena, recordamos haberlo elogiado mucho por aquella actuación en Angel, una entrañable obra del off, que tuvo cita en este mismo Patio de Actores. Pasaron un para años, pero aún recordamos la obra y su gran trabajo.





Bien, aquí nos vuelve a regalar una composición estupenda, de ese joven que extraña mucho a su madre y que camina por las noches, para recordarla. Lector de la revista Muy Interesante y apasionado por la astronomía, disfruta mucho mirando al cielo y descubriendo los planetas. Es estupendo su trabajo, su gestualidad, su postura corporal. Se nota que hubo un gran trabajo de búsqueda de personaje y los resultados están a la vista, ya que su composición es hermosa y emociona al espectador. Felicitamos a Nicolás por este gran trabajo, ya que sin dudas era complejo el rol a representar, lo sacó adelante en gran forma y con mucho respeto.

No seamos injustos con Cecile Caillón, la otra gran protagonista de esta historia. Lleva adelante a una Marcia que está atravesando una separación que le tiene muy triste. No tuvo una infancia sencilla. Amante del azar, los viajes y de experimentar nuevas sensaciones, establece un muy buen contrapunto, con un Federico lógico y esquemático. Muy buen trabajo el de Cecile, componiendo un personaje con gran corazón.

El estupendo texto y las excelente actuaciones, se potencian con la puesta de Marcelo Moncarz, un director que se caracteriza por retratar vínculos personales, con una mirada sensible y humana, algo que aquí logra de manera notable. Resaltar además la belleza de una puesta con poesía, que cuida mucho la estética. En esto colabora el diseño escenográfico de Jorge López y el diseño de luces de Daniela Garcia Dorato, que crean climas nocturnos, muy acordes con la trama. Y buen hallazgo, el sonido ambiente de la calle, que reproduce el tráfico de la ciudad. Se han tenido en cuenta muchos detalles y todos ellos agregar valor a una puesta, que invita a que los espectador vuelen con la imaginación, junto a los protagonistas.






Creemos que ya contamos lo suficiente, Geografías es una obra entrañable que entre muchas cosas, nos  habla de la soledad y del poder del encuentro. Cuantas personas tienen la imperiosa necesidad de hablar con otros, de comunicarse con las palabras y con las miradas ??  La propuesta es un llamado a no olvidarnos de las cosas simples y gratificantes que tiene la vida, muchas veces estamos ocupados en cosas complejas o que nosotros ubicamos en esa categoría y dejamos de lado, actividades simples que nos harían bien al alma, como sería encontrarnos con un amigo para charlar o mejor aún la posibilidad de generar un encuentro con un desconocido.

Disfrutamos mucho la obra y celebramos que en estos tiempos de crispación y violencia, tengan espacio propuestas como las de Geografía, que con simpleza, ternura y humanidad, nos permiten tener una mirada diferente y esperanzadora de un mundo que por lo general nos resulta hostil. Por ello, es una muy buena idea, llegarse hasta el Patio de Actores, para disfrutar de esta hermosa historia, que emociona y nos invita a la reflexión, resultando un verdadero soplo de aire fresco para la nutrida cartelera teatral porteña.


Pensador Teatral.