domingo, 20 de noviembre de 2022

El Letrista

Dramaturgia de Carlos María Alsina. Dirección de Gustavo Armas.






Sábados 18 30 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3356 )

Un texto sensible que invita a la reflexión, nació de la pluma del prolífico dramaturgo tucumano Carlos María Alsina, que presenta un relato donde lo real y lo onírico se entrelazan de manera efectiva, dejando además espacio para el espectador pueda elegir el camino a seguir, ya que es una propuesta abierta, que permite tener diferentes interpretaciones y miradas.

El trama se desarrolla en un espacio indefinido y despojado. Es una plaza ?? Es un especie de purgatorio o una antesala del cielo ?? Primer interrogante que el espectador deberá dilucidar. Como sea, allí veremos a una joven pareja, que visten túnicas blancas, el hombre tiene una sábana y unos tubos de aerosol. Lo acompaña una mujer que parece recolectar algo del aire. Ambos tienen un aspecto angelical y transmiten mucha paz.






Pronto nos daremos cuenta que el joven se dedica a hacer carteles, con frases que le piden quienes lo visitan. Hasta el llegarán diversos personajes, todos ellos con problemas que le transmitirán de manera oral, pidiendo les escriba algún mensaje que quieren amplificar y dar a conocer. Pero no es fácil decidirse, hay que dejar un mensaje efectivo y las dificultades de comunicación en este mundo actual es una realidad que quedará brutalmente al descubierto.

El letrista tiene una paciencia envidiable, prefiere escuchar y no hablar. Un par de monosílabos son suficientes, para que sus interlocutores se sientan cómodos y confiesen sus penas. La chica que lo acompaña, se muestra sensible a los relatos y afectada por los mismos. Lo visitarán diferentes personajes, muy diferentes todos ellos, como por ejemplo una idealista, una inmigrante, una poeta, un soldado, un financista y una bondadosa mujer.






En ellos se reflejan los problemas de un mundo que no funciona, donde las guerras y el hambre son una constante. El dinero parece ser lo único que tiene importancia. Se perdieron los ideales y los valores. Hay una existencia vacía y un halo de violencia que envuelve a la humanidad. No queremos adelantar mucho más para mantener el suspenso, solo diremos que a todos los personajes, los une una pérdida y la angustia que sobreviene por ello. Cuando vean la obra, entenderán de que hablamos y sacarán sus conclusiones.

Nos gustaron mucho las actuaciones que presenta la obra. Son ocho los actores en escena  y todos encuentran espacio para el lucimiento. Hay merito aquí del director que les permite ese espacio. Con el riesgo de ser injustos, para nosotros quien más se destaca es Martín Castagnino, como el letrista. Está siempre en escena y realiza una gran composición, le alcanza con emitir unos pocos monosílabos, pero su encanto se trasluce en la expresividad en su rostro y su gestualidad. Transmite mucha paz con este personaje, que cada espectador interpretará quien es realmente. 

Al letrista, lo acompaña Julieta Barletta, con un personaje tan misterioso, como bello. Una mujer sensible, que acompañará cada relato y reaccionará con su cuerpo, expresando así sus emociones. Por momentos será invisible para los demás. Muy linda la composición de Julieta, con corporalidad y poesía.





Pero no seamos injustos con los demás, muy buenos los trabajos de Cali Rotondo, como una inmigrante que llegó por agua, escapando de los horrores de su patria, expresando con mucho realismo el sufrimiento de los suyos. Guadalupe Farina es una poeta incomprendida, que no logra vivir de su profesión, debido al mundo dominado por el dinero en el que vivimos. Destacamos ambas interpretaciones.

Completan el elenco, Jorge Ojeda como un financista al que persiguen para robarle, María Inés Álvarez, es una idealista, que vé como sus sueños no se cumplieron. Marina Smith, es una paciente que parece recién salida de un hospital y Gastón Giunta, es un soldado al que no le quieren pagar por sus servicios, aclarando que en la función que vimos nosotros su papel, lo cumplió Marcos Vives, con un toro tan bueno, que en ningún momento se notó.

Mencionamos a todos, porque las actuaciones asi lo ameritaban. Cada uno de los actores, hace su aporte para que la trama funcione. La puesta que propone Gustavo Armas es muy dinámica y hay una continuidad que se mantiene a lo largo de todo el relato, con los protagonistas entrando y saliendo permanentemente de escena, desde diferentes lugares. El espectador siempre deberá estar atento, ya que la puesta tiene mucho ritmo, con momentos de mucha tensión y nunca se sabe lo que puede suceder.






En definitiva, una propuesta sensible y que deja mucho lugar para la reflexión, nos trae El Letrista, un relato que expone las miserias del mundo actual, donde las guerras y la violencia son una constante, con una sociedad enfrascada en resolver temas urgentes, pero carentes de humanidad y respeto con el prójimo y con las personas viviendo en un estado de tensión permanente, con lo material como principal objetivo, dejando de lado los principios y valores, algo que trae consecuencias muy negativas.

Como dijimos antes, el texto de Alsina, es abierto y permite múltiples interpretaciones. Cada espectador según su realidad y experiencia de vida, tendrá una mirada particular, pero no hay dudas que la obra interpela, contando con una fuerte carga emocional y una sensibilidad a flor de piel. El espectador sigue en silencio y con mucha atención la trama, hasta que llega el final y con el mismo, los  aplausos emocionados y prolongados del público que colmó la sala del Beckett y se irá a casa, reflexionando sobre cual sería el mensaje, que le dictarían al letrista, viendo que es una elección compleja.


Pensador Teatral.



miércoles, 16 de noviembre de 2022

Gira Trunca

Dramaturgia de Sandra Franzen. Dirección de Sergio Grinblat.






Miércoles 20 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )

Un texto entrañable llega de la mano de Sandra Franzen que nos propone viajar en el tiempo, hasta la década del cuarenta, para vivir las peripecias de Estrella y Blanca, dos actrices populares y transhumantes, que se ganaban la vida, viajando por distintos pueblitos del interior, llevando con ellas a cuestas su arte y amor por el teatro.






Las actrices de la compañia trabajan juntas hace muchos años y la relación luce algo desgastada. Estrella ( Karen Koch ) es la primera figura , la más aplicada y virtuosa de las dos. Está un poco harta de tener que estar todo el tiempo, soplándole la letra a Blanca ( Denise Cotton ) que parece distraída. No está contenta con el repertorio elegido y que le toca representar. Varias veces Estrella, la quiso echar de la compañia, pero el enojo con el tiempo siempre se le terminaba yendo y las viejas amigas continuaban actuando juntas.

Pero una noche en un pueblito olvidado de la pampa gringa, las cosas se pondrán bravas, porque Amador el productor de la compañia, al término de una función, se dará a la fuga con la Reina del Zapallo, dejándolas a la deriva en aquel pueblito perdido y con un agregado, de yapa se llevó todos los ahorros de las actrices, por lo que la desazón es completa. Un detalle no menor es que Amador era el esposo de Estrella y según dicen las malas lenguas, Blanca era su amante.





Las mujeres quedan devastadas por la novedad. Van a tener que organizar funciones ellas mismas, para poder sobrevivir. Pero los habitantes de aquel pueblo pequeño tendrán algún interés en verlas ?? La idea de ambas, es recaudar unos pesos y tomar lo antes posible el tren hacía otra ciudad, pero el clima tendrá otros planes, ya que las lluvias torrenciales de esos días, anegaron las vías del ferrocarril y el tren estará un tiempo sin pasar.

La trama se desarrollará entre discusiones entre Estrella y Blanca, tantos años juntas generaron muchas cuentas pendientes, celos profesionales y amorosos, hay tantas esperanzas que hasta parecen odiarse en algunos tramos. Pero atrás de esa pantalla de discordia, hay una amistad forjada a lo largo de los años y de vivencias compartidas. El texto muestra el sacrificio de los artistas populares en aquellos años, los difícil que se les hacía sobrevivir actuando y como la vocación por la profesión, es el motor de todo. El amor y la pasión por el teatro es la explicación de porque abrazaron el camino de la actuación. Situación que en la obra ocurre en el siglo pasado, pero que tranquilamente se podría extrapolar a una compañia de teatro actual, mostrando como pese al paso de los años, algunas situaciones se mantienen tal cual.






Las actuaciones de Karen Koch como Estrella y Denisse Cotton como Blanca María, son exquisitas, logrando además personajes contrapuestos. Karen compone a una Estrella perfeccionista y pacata. Para ella el teatro es sagrado y no admite sacrilegios, por eso toma su trabajo con un profesionalismo extremo.  La irrita mucho la personalidad de Blanca que se toma las cosas de manera más descontracturada. Denisse compone a una actriz muy fresca y sociable, a la que le gusta socializar y hacer amigos en cada ocasión que puede. Con un estilo distinto, Blanca de todas formas muestra su talento.

Es muy divertido ver los intercambios verbales entre ambos personajes, entre ellas hay celos profesionales, pero más que nada cuentas pendientes en lo personal. No vamos a contar más para mantener el suspenso, solo vamos a decir, que haber quedado solas en aquel pueblo, las unirá ante la adversidad y se darán cuenta que no son más que ellas dos y por eso lo mejor sería que ambas tiren para el mismo lado. La unión hace la fuerza y están en el momento justo de probar esto. Para saber si finalmente lograrán salir adelante, deberán ver la obra, ya no queremos spoilear más.







Pero las protagonistas no están solas en escena, las acompaña Claudio Riva con su guitarra a cargo de la música en vivo, un componente muy importante de esta obra, que presenta lucidos momentos musicales, donde las protagonistas cantan varios temas de aquellas época, para deleite de los espectadores que disfrutan los números artísticos.

La puesta de Sergio Grinblat, es muy efectiva, ya que logra realzar la dramaturgia y permite el lucimiento de las protagonistas, en una puesta donde la poesía y la música tienen un lugar de privilegio. Párrafo especial para el diseño de vestuario de Jorge López, con la bella ropa de época de las protagonistas y los vestidos que cuelgan del perchero móvil. De la misma forma, destacar el diseño escenográfico de Mariela Solari, con varios objetos, que otorgan calidez a la puesta.






No queda mucho más para agregar, podemos señalar que Gira Trunca, fue la obra ganadora del III Premio del Concurso Nacional Dramaturgias Escritas por Mujeres del Instituto Nacional de Teatro y tras ver la obra nos queda claro de lo justo del reconocimiento, ya que es una pieza entrañable que recreas las formas del teatro itinerante del siglo pasado, impulsado solamente por la pasión y la vocación de los artistas, algo que pasados tantísimos años, aún se mantiene intacto, ya que el actual teatro independiente sigue existiendo, gracias al amor de quienes mantienen vivo este bello arte, aunque no haya una retribución económica acorde.

Recomendamos la obra, van a disfrutar un bello momento teatral, con música, poesía y muchas referencias a los entrañas del mundo del teatro y de quienes lo integran, algo que el espectador asiduo va a reconocer. Confluyen una dramaturgia fina, una puesta atractiva y especialmente las deliciosas actuaciones de la dupla protagónica que honra a la profesión, recordando a aquellos artistas que flameaban la bandera del teatro, casi un siglo atrás y a los que la siguen enarbolando en la actualidad.



Pensador Teatral.


Der Kleine Fuhrer

Dramaturgia y Dirección de Eugenio Soto.

Domingos 19 hs en Sala de Máquinas ( Lavalle 1145 )

Son pocas las obras que logran salir de lo habitual y sorprendernos, digamos de entrada que Der Kleine Fuhrer ha sido una de ellas y lo logra por varios motivos, en primer lugar por la rica e hipnótica dramaturgia que nos presenta Eugenio Soto, a quien conocimos el año pasado al ver La Noche Oscura, tragedia santiagueña, que nos cautivó por su potencia creativa. Aquí vuelve a lograrlo, con una historia que nos recordará los horrores del pasado y como la humanidad muchas veces quiere repetir historias trágicas.






Y aquí el texto se une a la locación ideal para que el relato tome un realismo y una fuerza tan inquietante, como perturbadora. Para quien no conoce Sala de Máquinas, les contamos que se trata de un espacio escénico casi irrepetible, ya que se encuentra en el subsuelo de un edificio de departamentos ubicado en el centro porteño, a pocas cuadras del Palacio de Tribunales. Así como leen para llegar a la sala, hay que ingresar al edificio, recorrer todo su hall, pasar frente a los ascensores y bajar por unas largas escaleras, hasta el subsuelo del edificio, donde antiguamente se situaban las máquinas del edificio y ahora se monta esta particular sala.

La obra arranca en la entrada del edificio, allí nos recibirá Hans ( Lucas Delgado ), un mayordomo con acento alemán, que nos dá la bienvenida al Edificio de Bayer y nos señala que pronto bajaremos al subsuelo. Eso ocurrirá cuando lleguen los payasos Franz ( Pedro León Alonso ) y Frinz ( Vladimir Klink ) contratados para brindar un misterioso espectáculo. Ante semejante introducción, si algún espectador tenía alguna duda, la misma se despejó por completo y ya tuvieron claro, que la obra que pronto verían esa noche sería muy particular.






Al llegar al sótano, nos encontramos con un lugar con poca luz y en vez de un escenario, vemos un pista de circo, con una simbología un tanto extraña alrededor. El público se dispone en las sillas disponibles, como para ver la función, quedando una butaca central sin ocupar, que indudablemente está reservada para alguna figura importante. Hans les explica los payasos, que el trabajo que deben hacer esa noche es muy importante, ya que deberán hacer reír a un niño, pero ese niño es muy especial y pronto se enterarán que no les había mentido.

La atmtósfera en aquel sitio subterráneo es pesada. Se respira tensión y  los payasos cuando ven lo extraño que está todo, buscan la forma de escapar de aquel lugar, pero Hans les dice que eso será imposible por la seguridad del lugar. El miedo aumentará con el ingreso de Fraulein Hanna ( Jazmin Diz ), mujer bella y despiadada. Llegada a la Argentina desde Berlín, tras la muerte de su padre, un importante miembro de las Luftwaffe, la temible fuerza área de los nazis, mostrará su voz de mando y que lo mejor es obedecerle, salvo que quieren contradecir a la Luger que lleva consigo.






No vamos a contar mucho mas, para mantener el suspenso, solo diremos que la obra puede dividirse en dos partes, la primera de ellas, con los personajes mencionados, generándose algunos diálogos divertidos entre ellos y otros no tanto, confesiones que surgen a fuerza del whisky y el champagne que acompañaran la velada, mientras veremos como los payasos ensayan su número y nos sorprenderá un impactante cuadro musical de Hanna, con aire de vodevil.

La segunda parte de la obra, será mucho más oscura y violenta, se incorporarán a la trama Rudolph Bayer ( Darío Pianellli ) , el dueño de aquel lugar y su esposa Esther ( Karen Hawryliszy ). Se casaron hace años y de esa unión nació ese niño especial, llamado Adolf, al que tienen entre algodones, ya que debido a una debilidad congénita pulmonar, dependió desde su nacimiento de una máquina para poder respirar normalmente. Pero la poderosa farmaceútica Bayer finalmente consiguió la vacuna y esa noche el nuevo Fuhrer saldrá del caparazón al mundo exterior, siendo recibido por los payasos contratados, con la misión de hacerlo reír. Es 30 de Abril y casualmente ese mismo día, pero de 1945, se suicidó Adolf Hitler. 






Pero cumplimos con nuestra palabra y hasta allí contamos, para mantener el suspenso, como indicamos en el comienzo, la trama además de ser altamente creativa, atrapa desde el comienzo, con un interés que no decae nunca. Se intercala con habilidad, el horror del pasado y un presente turbio.  Conexiones políticas, secretos guardados bajo siete llaves y un experimento tan siniestro, como bizarro, que está a punto de mostrar sus resultados, siendo los espectadores, testigos privilegiados, de un momento histórico para la humanidad.

Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, que resultan fundamentales, para darle credibilidad a la historia, algo que realmente logran con creces. Son siete los actores en escena, se los nota muy comprometidos con el proyecto y todos ellos logran darle recorrido a sus personajes, aportando lo suyo para que el relato llegue al espectador con mucha potencia.






Arranquemos por Lucas Delgado, como Hans, el particular mayordomo que presenta la obra. Con mucho carisma, es quien rompe la cuarta pared con el público, antes del inicio de la obra y además será quien llevará el hilo conductor de la historia, siendo el nexo entre los payasos y los integrantes de la temible Logia el Huevo de la Serpiente. Nos gustó mucho el trabajo de Hans, siendo una de las actuaciones más destacadas de la obra.

Franz ( Pedro León Alonso ) y Frinz ( Vladimir Klink ), son los payasos, artistas populares que solían estar por la Costanera Norte y que fueron reclutados por Hans, para esta misión secreta. Aportan frescura a la obra y son quienes más empatizan con el público, ya que de a poco, van descubriendo en que lugar peligroso se metieron y solo obedecerán las órdenes, para tratar de salir de ese sótano vivos. Muy buena la dupla que forman Pedro, el payaso de vocación y Vladimir, el Ruso que llegó allí de forma fortuita. Destacar la gestualidad de ambos y esas caras de terror que serán una mueca constante, a medida que el relato avanza.






Sigamos con Jazmín Diz, como Fraulein Hanna, en actuaciones muy parejas, a nuestro entender consigue la mejor composición de la noche. Dando vida a la hija de un jerarca nazi que dejó Berlín al final de la guerra y se refugió en Argentina, como hicieron tantos nazis, amparados por quienes gobernaban el país por aquellos años. Ahora desde Buenos Aires, está impulsando este proyecto secreto. Con logrado acento alemán, su personaje irradia sensualidad y mucho miedo a quienes la rodean, intimidando por su dura disciplina, pero también por su belleza. Estupendo trabajo de Jazmín.

Darío Pianelli muestra gran presencia escénica, como Rudolph Bayer. Se quiere mostrar como un empresario normal, pero esconde una red de conspiraciones  con las más altas esferas políticas. A Darío lo habíamos elogiado mucho en La Noche Oscura y aquí vuelve a destacarse. Karen Haweyliszy es Esther, la madre de la criatura, se siente usada por Rudolph y está en contra de todo el proyecto. Intentará abortarlo, pero para lograrlo deberá luchar contra toda La Logia. Un personaje muy sufrido el de Karen, que resuelve muy bien.






Para el final queda la interpretación de Julia Pérez Ortega como el Niño Adolf. Y que decir su interpretación ?? Pone la piel de gallina ver ese discurso tan encendido y con tanta carga de odio que nos remite a una etapa de la humanidad, que tanta verguenza debe darnos. Impactante su composición, el tono de voz, los gestos, la actitud, todo nos remite a aquel siniestro personaje. Felicitamos a Julia, por su estupenda composición.

Dejando atrás las actuaciones, es momento de hablar de la puesta, sin dudas uno de los puntos más fuertes de la obra. El director aprovecha de manera integral las posibilidades que otorga el espacio escénico particular de Sala de Máquinas, con recovecos varios, es más adapta la trama al espacio, lo que permite un lucimiento mayor de la misma. Se respira una atmósfera pesada y por momentos asfixiante, acorde con el relato. Ítems a destacar, el diseño de luces de Aquiles Gotelli, generando un ambiente donde predomina la oscuridad, el vestuario de María Silvia Pérez Luzuriaga y lo dicho acerca del diseño escenográfico de Felix Padrón, con mucha simbología nazi camuflada. Un sobresaliente mayúsculo para la puesta a cargo de Eugenio Soto.








No queda mucho más para agregar, solo comentar que disfrutamos mucho de esta obra tan original que no tiene miedo en arriesgar, al tratar un tema espinoso, como el del nazismo y sus reminiscencias. Y lo hace con una dramaturgia muy rica, que juega con el humor y la exageración, para hacer más digerible una cuestión que no tiene nada de graciosa, sino todo lo contrario.

Recomendamos Der Kleine Fuhrer, que resulta inquietante y perturbadora, pero que nos invita a reflexionar sobre los horrores del pasado y nos ayuda a mantener activa la memoria, para que las atrocidades vividas hace décadas, no se repitan. Actuaciones estupendas y una puesta muy atractiva, se unen a la volada dramaturgia, para presentarnos una obra que no pasa desapercibida y que a nuestro entender, se ubica entre las mejores propuestas, que el teatro independiente nos ofrece en la actualidad.


Pensador Teatral.


miércoles, 9 de noviembre de 2022

La Madre de la Patria.

Dramaturgia y Dirección de Mario Moscoso.







Miércoles 20 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

El teatro independiente tiene muchas virtudes, una de ellas es poder acercar al espectador, historias que no son tan conocidas por el público y este precisamente es el caso de La Madre de la Patria, ya que Mario Moscoso rescata de nuestra historia, a María Remedios del Valle, una mujer que luchó con heroísmo por nuestra independencia y que tal vez por su condición de mujer y encima de raza negra, nunca tuvo el reconocimiento debido.





El recuerdo de María Remedios, nos recuerda una deuda pendiente que Argentina mantiene con las personas de origen africano que tanto aportaron a nuestra emancipación. Por citar solo un dato, podemos mencionar que el Ejército de Los Andes, con el que San Martín realizó la heroica gesta, tenía entre un 40 y un 50 % de efectivos, de origen afro. Y muchos historiadores sostienen que la desaparición de gran parte de la raza, ocurrió precisamente por su muerte en el campo batalla, ya que tenían un grado de compromiso y un valor, que los convertía muchas veces en carne de cañón para el enemigo.

Volviendo a la obra que nos convoca, el relato se sitúa allá por el año 1812, en plena campaña del Alto Perú y con Manuel Belgrano a cargo del Ejército del Norte. En vísperas de la Batalla de Tucumán, Remedios con mucho coraje se presentó ante Belgrano y le pidió ir al frente de batalla. Acostumbrada a curar las heridas de los soldados, siempre mostró su coraje, pero en esa época que una mujer fuera parte de las tropas no era algo normal, Al principio recibió una negativa. Pero su insistencia y las buenas referencias que todos los soldados tenían sobre ella, hizo que Belgrano cediera y aceptara que la parda Del Valle, estuviera luchando en el frente, codo a codo con los otros efectivos.






Su valentía y heroísmo, hicieron que comenzaran a llamarla la Madre de la Patria y trás la victoria en la Batalla de Tucumán, Belgrano la nombro Capitana del Ejército, siendo la primera mujer en obtener ese grado. Pero ese reconocimiento poco le valió. De manera paralela veremos en escena, a una Remedios pidiendo limosnas en la calle. Los recuerdos la atormentan. Habrá sido todo un sueño su gesta ??? Es posible que todo haya quedado en el olvido y ahora deba mendigar para poder subsistir ?? Nadie sacará la cara por ella ??

La trama además nos introducirá en la política de la época, seremos testigos de los acalorados discursos de Viamonte que estuvo en el campo de batalla con Remedios y clamaba por que recibiera una pensión justa por su labor. Y del otro lado, la diatriba de Alcorta, pidiendo pruebas y mostrando que la discriminación viene desde mucho tiempo atrás, denegando cualquier ayuda adicional para esa mujer negra, que paradojicamente tantó ayudó a otros y ahora que ella necesita la ayuda de los demás se la niegan. Y hasta allí vamos a contar para mantener el suspenso, para que descubran el resto cuando vean la obra.






Vayamos a las actuaciones que presenta la obra, arrancando por Dayana Bermudez Cortez, la gran revelación de la noche, llevando adelante el protagónico de la Madre de la Patria, con una presencia notable y una entrega absoluta de su parte, para regalarnos una composición que emociona y llega al corazón del espectador. Estupenda la composición de Dayana, a quien felicitamos desde aquí.

Sigamos con Mario Moscoso, el autor y director de La Madre de la Patria, que además lleva adelante del papel de Belgrano. Mario es un excelente actor, a quien elogiamos ya varias veces de este sitio. Aún recordamos su fabulosa actuación en Un Hombre Civilizado y Bárbaro, cuando interpretaba a Domingo Faustino Sarmiento, en una obra que realzaba su figura. En este caso, compone al creador de la Bandera y Padre de la Patria, desde un papel con menos tiempo en escena, pero que crea el marco adecuado, para el lucimiento de la protagonista.

Julio Tejeda es el General Viamonte, estuvo en la Campaña del Alto Perú y por ello pudo ver con sus propios ojos lo valiente que fue la Capitana de la Patria. Nos gustó mucho su discurso apasionado en la Cámara de Diputados en defensa de María Remedios. Pablo Cominassi es el villano de la obra, en el papel del diputado Alcorta. Pablo además es músico en escena, con su guitarra para darle a la trama un componente musical, oportuno para amenizar el duro relato. Párrafo especial para Gabriel Lamadrid, como el hijo de Remedios, en una composición cargada de emotividad. Completando el elenco Hernán Schifano, como uno de los soldados.






Son seis actores en escena y si bien Dayana es quien se llama los mayores elogios y miradas, por su sentida composición, todos acompañan muy bien y están a tono con el relato. La puesta que propone Moscoso es muy atractiva,  aprovechando las muy buenas dimensiones de la sala principal de Itaca, incluyendo la parta alta de la misma. Hay proyecciones en una pantalla y los mencionados momentos musicales, agregando ambos factores mucho valor a la puesta. Otro rubro a destacar es el vestuario de época, que caracteriza muy bien los personajes, a cargo este ítem de Alicia Macchi.

En lo personal, somos amantes de las obras históricas y más si hacen referencia a la historia argentina, por ello valoramos mucho las propuestas del teatro independiente, que apuestan a estas temáticas que muchos consideran no son las más taquilleras, pero que permite a los espectadores conocer a personajes olvidados por los manuales y los planes de estudios de las escuelas.

En este caso, la obra resulta un hermoso homenaje a la figura de María Remedios del Valle, que pese a su heroíco comportamiento en el campo de batalla, terminada la guerra, tuvo que mendigar para poder sobrevivir. Recién en 1830, Juan Manuel de Rosas, le otorgó una pensión digna  y le otorgó el cargo de Sargento Mayor de Caballería, haciendo un poco de justicia, luego de tanto sacrificio y las múltiples humillaciones que debió soportar.






Indudablemente por ser de raza negra, todo le costó el doble y solo por su perseverancia y arrojo, pudo llegar tan lejos, teniendo que sortear muchísimos obstáculos. Como dato interesante, mencionar que La Madre de la Patria murió el 8 de Noviembre de 1847 y en homenaje a su figura, hace unos años ya, todos los días 8 de Noviembre se celebra en nuestro país, el Día de los Afroargentinos y de la Cultura Afro.

En definitiva, solo nos queda recomendar la obra, ya que además de disfrutar de una noche teatral cargada de emociones, van a aprender mucho y saldrán del teatro con ganas de conocer más sobre la vida de esta heroíca mujer. Y por último celebrar, que las funciones de La Madre de la Patria, gracias al boca a boca, se realizan con la sala principal de Itaca, totalmente colmada, desmintiendo ese pensamiento que las obras históricas no convocan al público. Aquí queda demostrado, que eso es un mito y que cuando hay proyectos tan interesantes y virtuosos como este, el público responde.



Pensador Teatral.


domingo, 6 de noviembre de 2022

El Método Gronholm

Dramaturgia de Jordi Galceran. Dirección de Ciro Zorzoli.






Miércoles a Domingos en Paseo La Plaza ( Av. Corrientes 1660  )

Regresa a la cartelera porteña, la obra escrita por el catalán Jordi Galceran, suceso en diversos escenarios del mundo y que se presentó con gran suceso en nuestro país hace 15 años en una versión que contaba con Gabriel Goity y Martín Sefeeld en en su elenco y que estuvo más de dos años en cartel con gran respuesta del público. Pasada más de una década, la obra retorna al mismo espacio teatral, en una versión renovada, bajo la dirección de Ciro Zorzoli.

La obra es una muy buena muestra, de hasta donde puede llegar el ser humano, para conseguir un objetivo, en este caso conseguir un empleo. Como si es necesario correrá los límites propios y lo que es peor, no tendrá miramientos en perjudicar a un tercero. La codicia y la ambición son las leyes que tienen algunas personas y tal vez el comportamiento incorrecto de algunos, repercute en el accionar de gente con buenos valores y principios, pero que ante una competencia desleal, deben modificar su conducta y entrar a la jungla que le proponen. La sociedad capitalista premia a las malas persona ?? Importa para un empleador, contratar buenas personas o lo único que interesa es que sepa cumplir los objetivos planeados, por más que su accionar sea despiadado ??






Yendo a la trama en si, en la misma veremos como cuatro candidatos a un alto cargo ejecutivo de una multinacional se presentan para la entrevista final. Las reglas de selección no parecen las convencionales. Se cita a los cuatro al mismo tiempo y pronto descubrirán que para obtener el puesto, deberán competir entre ellos y participar del misterioso juego que la empresa les propone. Y allí empiezan las primeras dudas. Vale la pena someterse a este extraño proceso de selección ?? La respuesta no es sencilla, pero tienen una certeza, aquel que no quiere avanzar con el proceso, tendrá la puerta de la sala abierta para irse. Eso sí, les aclararan que el abandona el lugar, ya no podrá volver.

La desconfianza reina entre los candidatos y se acentúa más cuando una voz en off, les indica que uno de ellos, no es realmente un postulante al cargo, sino un integrante de la empresa, que está allí infiltrado entre ellos y van a tener un tiempo para descubrirlo. Serán capaces de hacerlo ?? Será verdad que hay un topo allí o será una estrategia de parte de la empresa, para observar las reacciones y los comportamientos de cada candidato ???

Esa que les contamos será la primera de las pruebas. Pero llegaran otras y a medida que el tiempo transcurre los ánimos se irán caldeando en aquella oficina. Los perfiles de los diferentes candidatos irán apareciendo, junto a las miserias de cada uno de ellos. Hasta donde estarán dispuestos a soportar la presión ?? Vale la pena humillarse tanto por un puesto ?? El objetivo es obtener el empleo o derrotar a los otros ?? Hay una lucha de egos que queda al descubierto y hasta allí vamos a contar, porque el suspenso es una de las características del texto, donde las situaciones divertidas y los momentos de tensión se irán intercalando.






Momento de hablar del muy buen elenco reunido, formado por Laurita Fernández, Benjamín Vicuña, Rafael Ferro y Julian Cabrera. Cada uno de ellos mostrará rasgos diferentes de acuerdo al personaje que les ha tocado en suerte, siendo una muy buena pintura de las diferentes clases de personas con las que podemos cruzarnos en un ámbito laboral y en la vida en general.

Quienes se llevan las mayores miradas, son Benjamin Vicuña y Laurita Fernández, las figuras convocantes de la obra y ninguno de los dos, defraudará al público que los va a ver. Banjamín dá vida a un verdadero villano, que no dudará en pisar al otro para conseguir el puesto. Machista y discriminador, mostrará que para lograr un objetivo, no hay casi límite alguno que pueda detenerlo. Un personaje divertido y odiado a la vez, el de Benjamín, muy festejado por el público, que muestra una veta muy interesante en la comedia.

Rafael Ferro, es Enrique, el más experimentado y verborrágico de aquella sala, tratará de ser conductor de las acciones, pero no la tendrá sencilla, porque sus compañeros de búsqueda, no son nenes de pecho. Con mucho carisma Rafael, se destaca mucho y realiza una sólida composición. Julián Cabrera, será Carlos, el más calmado allí y que parece no querer traicionar sus convicciones. Con muchas experiencia en el teatro independiente, cumple muy bien su rol, en un elenco de figuras.






Para el final dejamos a Laurita Fernández, que a nuestro entender es quien se lleva los mayores elogios de la noche. Componiendo a Mercedes una atractiva e inteligente mujer, que con su look ejecutivo no se dejará avasallar por los hombres que compiten con ella. Mostrando gran presencia escénica y mucho carisma, es el personaje que a nuestro entender más se luce y junto con Benjamín, son los más festejados por el público. A Laurita la habiamos visto en Departamento de Soltero, obra que protagonizaba junto a Nico Cabré y ya nos había sorprendido gratamente. Aquí vuelve a mostrar sus condiciones, mostrando su crecimiento en cada nuevo trabajo y su confirmación como una actriz que además de convocar, luce mucho en cada interpretación.

La puesta de Ciro Zorzoli es minimalista y elegante, la historia se desarrolla en una especie de zoom en sintonia con los entornos laborales actuales que tienen un toque de modernidad y tecnología. Hay un muy buen diseño lumínico y un ítem que destacamos es el vestuario que lucen los protagonistas, destacando aquí un look moderno de Benjamín con traje y zapatillas y el conjunto salmón de la única dama del relato.






En definitiva, disfrutamos una versión actual de esta obra tan exitosa, que presenta como novedad alguna cuestión de genero que aquí no vamos a adelantar, mostrando además su plena vigencia, ya que las situaciones que se ven en la trama, son reconocidas por el público, que seguramente identifica entre los personajes, a algún compañero de trabajo o algún jefe que alguna vez tuvo y dejando ese interrogante de porque las sociedad muchas veces premia a personas sin buenos valores.

El Método Gronholm resulta una muy buena oportunidad para reírse, de algunas situaciones graciosas que se irán planteando pero también para reflexionar acerca de como muchas veces, la ambición, la codicia y la competencia, pueden llevar a las personas a comportarse de la peor forma. Así que a estar atentos en la butaca, disfrutar de las actuaciones y prepararse para un final impactante, que cumpliendo con el pacto que indica el programa, ningún espectador debe revelar.


Pensador Teatral.



miércoles, 2 de noviembre de 2022

Caribe

Dramaturgia de Yanina Gruden. Dirección de Katia Szechtman.






Jueves 21 hs en El Galpón de Guevara ( Guevara 326 )

Un texto inteligente, delirante y muy divertido, es el que nos propone Yanina Gruden, en su debut como autora, que es realmente más que auspicioso, ya que tomando como punto de partida a Las Criadas de Jean Genet, logra una obra muy nuestra, que poniendo el foco central en la actuación, nos invitará a un viaje hacia la década del 90, donde el consumismo y el deme 2, llegó a su punto más alto.

En el texto de Genet, teníamos a dos hermanas que trabajaban como críadas, estableciendo una relación de amor y odio con la señora de la casa.  En momentos de soledad, ellas jugaban a ser la dueña del hogar, jugando con el cambio de roles, el poder, la humillación y con una referencia inequívoca a la lucha de clases y de ascenso social, que está presente en las sociedades modernas.








Partiendo desde allí, Yanina ideó una historia muy atractiva, en la que tendremos a dos cajeras de supermercado, Fiorella ( Stephanie Petresky ) y Cinthia ( encarnada por la propia Yanina ) que durante un descanso bajan al depósito para fumarse un pucho, sin importar que están en un lugar lleno de cajas de cartón y productos inflamables, por lo que su comportamiento no es el más adecuado. La soledad del lugar, parece darles una mezcla de poder e impunidad para adueñarse de ese espacio repleto de mercaderías y hacer una especie de catarsis, que les permita descargar todo lo que llevan dentro.

La vida de ambas es bastante miserable, con pocos motivos de alegría. Fiorella no encuentra novio y su mayor actividad fuera del trabajo, es ocuparse de cuidar a una madre, bastante ácida. A Cinthia, no le vá mucho mejor, esta casada hace unos ya con Ariel, policía de profesión y la relación es bastante fría. Miran pasar a la felicidad, solo en las novelas que consumen, pero en la realidad, la dicha les suena muy lejana para ellas. Les gustaría poder viajar y disfrutar de la playa, pero se tienen que conformar con pasar sus días, en aquel supermercado llamado Caribe.







Allí en el deposito, las amigas y compañeras de trabajo se sienten liberadas, charlaran sobre sus vidas, discutirán, se amigarán y compartirán secretos e intrigas, acerca de los dueños del supermercado. Cinthia tiene la información, que la situación financiera del Sr. Scarpanti no es nada buena y que sus farmacias quebraron, prueba de ello, es que allí hay cajas de medicamentos que no encajan con el supermercado. Las intrigan incluyen rumores sobre algún affaire entre la propia Cinthia y el Sr. Scarpanti, rumores que aquí, no vamos a confirmar, ni desmentir.

Pero la actividad favorita de las chicas, es jugar a ser Marisú Scarpanti, la esposa del dueño, imitarla en su manera de hablar, en su vestuario y en esa postura de poder que tanto las seduce e irrita a la vez. En un rico juego de imaginación y fantasia, las actrices se lucen muchísimo, generándose una atmósfera creativa, bizarra y poética, que el público disfruta mucho.






Cinthia y Fiorella quieren una vida más dichosa, tener la clase de Marisú, vestir como ella y por sobre tener la plata de ella, para poder tener un presente que las aleje de la vida desgraciada que tienen. Por todos esos motivos, sueñan con ser ella. Pero, será posible renunciar al trabajo que tienen en Supermercados Caribe y fugarse ?? Abandonar a su madre una y a su marido la otra ?? Irse como si nada, a una playa para pasar los días venideros tomando sol ..  Ese deseo de fuga es algo que todos algunas vez vivenciamos y en este caso, Cinthia y Fiorella parecen dispuestas a dar ese paso extra. Pero hasta allí vamos a contar, porque no queremos spoilear más, para saber si lo lograrán o no deberán ver la obra.

Vayamos por fín a las actuaciones que presenta Caribe, que es una pieza donde lo actoral tiene un peso fundamental. Las actuaciones son las que dan vida a la historia, son el centro de atención del relato y las mismas tienen una comunión muy particular con la dramaturgia, con la que van de la mano. Es por ello, que tanto se luce el trabajo de la dupla protagónica que conforman Yanina Gruden y Stephanie Petresky, que al ver vivido intensamente esa década del 90, de las que no habla la historia, puedan dar vivo testimonio de ella.






Arranquemos por Yanina, que como dijimos al comienzo, es quien escribió la obra, que ella misma protagoniza. Es una actriz que nos encanta, dueña de un carisma muy particular, un histrionismo a flor de piel y una expresividad altísma. El año pasado quedamos impactados por su genial composición en New York Mundo Animal, unipersonal que le valió ser nominada como Mejor Actriz Protagónica en los Premios Ace 2022. Luego de ese trabajo, teníamos muchas ganas de verla nuevamente en acción y más en una obra que la tiene como autora. Y que los podemos decir, nos encantó nuevamente el trabajo de Yanina, tiene un algo especial, ratificando según nuestro humilde entender, que está entre las mejores actrices que el teatro independiente tiene en la actualidad y al ser tan joven, tiene una gran futuro.

Luego de leer semejante opinión, usted lector pensará que difícil será para la otra protagonista, tratar de estar a la altura de su compañera. Y que gran sorpresa nos llevamos con Stephanie Petresky, a quien por primera vez vemos en escena y que sin dudas logra ponerse en la misma sintonia que Yanina, para conformar una dupla estupenda. Con su voz arrabalera y una gran presencia escénica, compone a una Fiorella potente y malhumorada, que divierte muchísimo al público. Hay que ver sus caras, sus movimientos, comos se revuelva por el piso. Una entrega total la de Stephanie, para redondear un trabajo superlativo.






Como dijimos unas líneas más arriba, Carine es una obra que se basa en las actuaciones. Ambas actrices se prodigan en el escenario, con una intensidad y un derroche físico / actoral que no es habitual. Por momentos parece reinar el caos y el descontrol, adrede claro, pero al rato todo se organiza, para que la trama se ordene. Las actrices, además de ser amigas, vivieron en esos años 90 y sus trabajos parecen homenajear a artistas de la época, ya que tienen un aire a Las Gambas al Ajillo, al Parakultural, de Batato y también hay un componente televisivo por las referencias a las novelas de esos años y a programas como el de Antonio Gasalla. Todo esto que mencionamos, se vé en los trabajos de una dupla protagónica, que se saca chispas en escena y se siente a gusto en el delirio teatral que el texto les demanda.

La puesta de Katia Szechtman, que fue convocada por las actrices para la dirección, resulta muy atractiva. De la misma edad que ellas, también sintoniza esa década del 90 tan especial, donde había que consumir a como dé lugar, apareciendo referencias a productos de aquellos años, como las galletitas Merengadas, los Milka Nussini, el quitamanchas Trenet o los helados La Montevideana, todos ellos presentes en las góndolas del supermercado donde trabajan las chicas. Gran mérito de la dirección lograr poner foco en las actuaciones y darle libertad total a las mismas, para ese derroche de creatividad y delirio que tanto divierte al público.






Ítems a destacar de la puesta el diseño escenográfico de Estefania Bonessa y Agustina Filipini, con esas estanterías repletas de productos de limpieza y las cajas con medicamentos poblando el escenario. Nos gustó mucho el vestuario de Lara Sol Gaudini, que colabora con la locura de las actrices y también la voz en off con publicidades del súper y el llamado a la linea de cajas, que tan familiar nos resulta. Hay una muy buena combinación de todos esos elementos, que colaboran con el clima descontracturado que presenta la obra y con el trabajo de las protagonistas, mostrando como muchas veces no hacen falta grandes recursos económicos para que una puesta sea atractiva y alcanza con el ingenio.

Dato a tener en cuenta, es que Caribe está cerrando un año muy exitoso, que incluyó la presentación a salla llena, en el Centro Cultural San Martín, antes de llegar a El Galpón de Guevara, su casa actual, también con gran respuesta del público, algo que consigue gracias al boca a boca, arma fundamental en el teatro independiente y que permite que las obras se mantengan en cartel y crezcan.






En definitiva, disfrutamos de una hermosa noche de teatro, con una obra tan delirante, como divertida, que cumple con creces, los objetivos de toda las comedias, que es hacer reír al público y les aseguramos que se van a reír mucho. Resaltar el prometedor debut de Yanina Gruden, como autora, dejando claro al menos para nosotros, que se vendrán más obras de su pluma en el futuro.

Recomendamos que emprendan el viaje a los 90´que les propone Caribe, se van a divertir y además van a reflexionar acerca de una época en que el consumismo y el deme 2 eran las reglas. Se encontrarán con una historia delirante, una puesta dinámica y dos actrices que se entregan por completo, mostrando sus enormes recursos actorales y que en el escenario todo es posible, cuando la función arranca. Los aplausos prolongados con los que el público despide a las protagonistas, son el broche de oro, para una delirante y divertida noche de teatro independiente.


Pensador Teatral.


sábado, 29 de octubre de 2022

La Patria al Hombro

Dramaturgia de Adriana Tursi. Dirección de Tatiana Santana.






Sábados 20 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )

Una propuesta muy divertida llega de la mano de La Patria al Hombro, texto escrito por Adriana Tursi, que bucea en nuestra historia, para presentar este grotesco criollo, que además de hacernos reír mucho, nos recordará un hecho histórico que no todos conocen y que funcionará como una muy buena pintura de las divisiones permanentes que existieron en nuestro país, donde para casi toda cuestión siempre hubo dos bandos enfrentados.








Para situar los hechos de los que nos habla el relato, debemos viajar hasta el año 1869, momento en el que Domingo Faustino Sarmiento, presidente por aquellos años y siempre preocupado por el desarrollo de la educación, toma una medida polémica, pero también simbólica, como fue la decisión de traer a nuestro país a sesenta y cinco maestras norteamericanas, que llagarían a nuestro país, contrato mediante, para dar clases en escuelas argentinas.

Adriana Tursi toma este disparador, para escribir una obra que resulta muy interesante y si bien lo hace en clave de humor y parodia, logra de manera muy efectiva presentar el tema y hacerlo ameno, con mucho humor, pero también con el grado justo de ironía y verdad, para dejar en claro las distintas posiciones y disputas que existían en aquellos años, con actores sociales que siempre fueron muy poderosos.

Las acciones se sitúan en Córdoba, esto queda claro rápidamente por el acento de los protagonistas. A la provincia mediterránea llegarán Mis Mary y Mis Frances, dos de las maestras norteamericanas, que viajaron a nuestro país, tras la implementación de Ley de Educación Nacional impulsada por el "Loco " Sarmiento. No somos irrespetuosos con el prócer, solo describimos como se lo mencionaba en la obra, entendiendo que dicha denominación, se daba porque sin dudas fue un adelantado a la época y un comprendido por la gran mayoría de la gente, algo que ocurrió con muchos personajes notables de la historia.






La llegada de las docentes no fue para nada placentera. Les habían prometido que las esperaría una escuela bien equipada y se encontraron que las clases debían darlas en la casa del político del pueblo que oficiaba de anfitrión, con sillas que hacían las veces de pupitres improvisados. Los contratos que firmaron para su llegada, incluían algunas tareas que no eran propias de la docencia, como tener a cargo la limpieza de las aulas y para hacer todo más cuesta arriba, el cobro de los salarios prometidos, tampoco iba a ser una empresa sencilla.

Pero ese no era el problema mayor, que debían soportar las maestras foráneas. Sorprendidas vieron como la falta de alumnos era una realidad. El motivo de ello, era que la Iglesia, poderosa institución de la época estaba totalmente en contra de su llegada. Los motivos eran tan claros, como insalvables. No estaban de acuerdo con la educación laica que se proponia. Hasta ese momento la religión, iba de la mano con la educación y poner en peligro esta unión, era algo que los religiosos de la época no iban a permitir. La educación laica que se proponía no era algo que podían aceptar.






El texto de Adriana, deja claro la disparidad de fuerzas, de la disputa. Ya que la lucha se daba entre la Iglesia, tan poderosa en aquellos años, que estaba en contra de esas dos mujeres, que solo llegaban para cumplir el trabajo encomendado, que consistía en dar educación a niños argentinos. Ellas ajenas a los conflictos religiosos y políticos, debieron adaptarse a la efervescencia de la época. Y hasta alli vamos a contar para no quitar sorpresas, para remarcar como dijimos antes, remarcar que todo el relato se apoya en situaciones divertidas y bastante delirantes, que hacen reír a los espectadores.

La obra tiene muy buenas actuaciones. Son siete los actores en escena y todos ellos logran darle muy buena impronta a sus personajes. Destacamos los trabajos de Silvina Muzzanti y Lalo Moro como las maestras norteaméricanas. Silvina como Mis Frances, será quien lleve la voz cantante, reclamando por las condiciones prometidas y no cumplidas, pero también la que se plantará ante los que protestan por su llegada. Gran presencia escénica de Silvina, a quien elogiamos hace poco en este sitio, por su interpretación en Las Mujeres del General, otra obra histórica del teatro independiente y aquí vuelve a lucirse. Lalo Moro como Mis Mary es una decisión arriesgada de la directora, que elige que sea un hombre quien lleve el papel femenino, muy bien resuelto esto por Lalo, que con elegancia, compone un personaje, que no era sencillo.






Sigamos con los dueños de casa, nos referimos a Don Isidro, papel interpretado por Sebastián Pajoni, el político de aquellos pagos, que con un discurso cargado de efusividad y demagogia, nos recuerda muchos a caudillos políticos de nuestro Interior. Gran trabajo el de Sebastián, a nuestro entender, una de las mejores interpretaciones que tiene la obra. Karina Antonelli, es su esposa  Encarna, Su personaje es el más divertido de la obra y tiene una impunidad a prueba de balas. Poseedora de una lengua filosa, no se guardará nada y se despachará con improperios al por mayor. Jaru Keselman, es Amanda, la hija de ese matrimonio tan disfuncional, que no recibe mucho amor de sus padres. Jaru, aporta frescura y mucha ternura Jaru con su personaje.

Completan el elenco Juan Subiotto, encarnando a un joven enérgico y machista, que enarbola las banderas de la Iglesia y será uno de los que más luchará contra la llegada de las maestras del Norte. Además tratará de convencer a su novia Clara, de los peligros de asistir a las clases de estas educadoras con ideas contrarias de Dios, que según dicen son enviadas el mismísimo Satanás. Julieta Coria, es quien lleva el papel de Clara y para nosotros la gran revelación de la obra. Nos gustó mucho su composición, con mucho carisma y energía, además con un acento cordobés encantador, quedará en el medio de los dos bandos. Hay una escena estupenda donde Juan y Julieta representarán las voces de todos los personajes de la historia realmente lograda, de la que no queremos dar detalles, pero recomendamos no se pierdan, porque la van a disfrutar mucho.






La puesta de Tatiana Santana es descontracturada y fresca, consiguiendo transmitir el mensaje de manera muy divertida. Logra darle una muy buena dinámica al relato y tiene aciertos importante, como la inclusión de momentos musicales al relato. Items a destacar de la puesta, el vestuario de Ana Nieves Ventura, que colabora para la muy buena caracterización de los personajes. El diseño escenográfico de Alejandro Mateo y el lumínico de Soledad Ianni, son elementos que también agregan valor a una puesta, que resulta muy atractiva.

Y hasta aquí vamos a contar, el resto lo descubrirán cuando vean la obra. En lo personal, disfrutamos mucho las obras que tienen referencias de nuestra historia, ya que logran llevar a la escena teatral, hechos que muchas veces no tuvieron la repercusión que merecían. Aquí Adriana Tursi, partiendo de un suceso casa anecdótico, pone el foco en un tema muy importante como el de la educación, que lamentablemente se encuentra muy devaluado en la actualidad, por una clase política ocupada en resolver temas que responden a sus necesidades, olvidando que un país sin educación, es un país sin futuro.






Gran mérito de La Patria al Hombre, es traer el tema de la educación y hacerlo de manera amena. Siempre contar la historia con humor resulta una buena idea ya que anula aquellos prejuicios, que dicen que la historia es aburrida. El texto con acidez e ironía, deja al descubierto las contradicciones y las miserias, que desde hace tantos años, rigen los destinos de nuestro país. 

Recomendamos la obra, ya que además de disfrutar de las muy buenas actuaciones que presenta, nos permitirá reflexionar con mucho humor, sobre aquellas disputas que envuelven a la Argentina desde siempre y reflotar la figura de personajes históricos como el caso de Domingo Faustino Sarmiento, que polémicas al margen, siempre buscó la grandeza y el desarrollo del país, siendo una figura enorme, en contraste con las miserias y la mediocridad que caracteriza a nuestra actual clase política.


Pensador Teatral.